- Enunciado de la ley
- La Biblia y la Ley Crística
- H. P. Blavastky y la Ley Crística
- Los fariseos y la Ley Crística
- El aspecto físico de los Cristos
- Los precursores de los avatares
- Cristo nuestro Redentor
- La misión de los Cristos
- Los Cristos son vegetarianos
- Cristo en vosotros
- La Ley Crística y la iniciación tradicional
- I.N.R.I y los Cristos
- Los Cristos nacen en el signo Capricornio (22 de diciembre)
- ¿Fue Jesús el único hijo de Dios?
- La Ley Crística: ¡esa desconocida!
- El Cristianismo y la Ley Crística
- El mensaje de Noel
Enunciado de la ley
Cada Era Precesional es anunciada y preparada por un "Cristo", "Mesías", "Salvador", "Mensajero Divino" o "Instructor Mundial".
Nace unos años antes del evento astronómico de ingreso del Sistema Planetario Solar a la zona de una constelación zodiacal, de tal manera que cuando se produce ya se encuentra en la Tierra listo para inaugurarla, justo, al 0º de la respectiva Era.
Es necesario hacer notar la precisión de estos acontecimientos, que la divinidad se encarga de llevar a cabo, ya que los Cristos llegan al momento cumbre de su Misión perfectamente sincronizado, con el devenir cósmico y su evolución personal.
Tienen que llegar completamente formado, tanto física como iniciáticamente, debido a que al inaugurar la Era también da inicio oficial de su Misión Pública.
Desde que encarna como hombre se somete a todas las leyes terrestres, y desde niño hasta adulto se le ve como una persona normal; claro, sus aspiraciones y sus intuiciones, así como algunas manifestaciones de algunas facultades supranormales son innatas, ya que se trata de un hombre superior en su última encarnación. Dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére: "Ese estado de completo perfeccionamiento es dado a los Avatares, venidos voluntariamente una última vez para ayudar a la Humanidad. Son ellos los Mesías que han escogido instruir a sus hermanos, más bien que regresar al plano divino" (Propósitos Psicológicos", Volumen II, página 231).
Estos espiritus de Verdad, que han hecho una larga trayectoria mediante múltiples encarnaciones en la Tierra, son elegidos por la Divinidad para que encarnen una vez más para ayudar a la humanidad, como glorioso corolario de una larga carrera iniciática en el planeta.
Estos espiritus no estan exentos del proceso natural de la encarnación, por lo que hasta su edad adulta no se conoce sus enormes potencialidades, y sus múltiples posibilidades, llegando a ella con una gran turbación y desorientación, que no desaparecerá sino al conocer a su Gurú (el PRECURSOR[1]Crístico).
Es por esto que encontramos antinatural e inexactas las historias de algunos Avatares que escriben algunos escritores[2]que describen una niñez con perfecto conocimiento de su contición crística. Cuando el elegido encarna nadie lo sabe, excepto el Centro Espiritual del Mundo, ni sus propios padres ni la comunidad en donde nace. Cuando la Divinidad elige a los tres Maestres de la Era; el primero encarna, el segundo nace en el Centro Espiritual del Mundo, para luego ir en búsqueda del primero, reconocerlo e instruirlo; y, el tercero no nace, sino que permanece en el ámbito astral durante toda el período cristico de la misión, para ayudarlo antes y después de ella.
El encuentro del Cristo con su Precursor, es uno de los grandes misterios de la humanidad, un encuentro que habría estado previsto de antemano, antes que ambos nacieran. Hay tanto misterio en la designación del Cristo como, también, en la designación del Precursor.
Luego de este glorioso encuentro, el Cristo por fin comprende la razón de toda su existencia, y en cuestión de segundos perfila toda su Misión en la tierra.
El "Precursor" es un ser también de alto grado espiritual que se adelanta al Avatar por unos años, con la finalidad de prepararle el camino, de tal manera que al llegar el designado no trabaje desde cero, sino que encuentre gente que le espere informado y adecuadamente preparados; aunque su principal misión es reconocerle e iniciarlo en la sagrada Tradición Iniciática. El cristo, por más elevado que sea espiritualmente, tiene que someterse al proceso de iniciación como cualquier mortal, a cargo de su Gurú; luego de ello, ya es el ser más elevado del planeta, con autoridad suprema para instruir a la humanidad.
Página siguiente |