Luego del encuentro espectacular de estos dos elegidos[3](el "Buscador" y el "Buscado"), ambos cambian radicalmente sus vidas. Uno da por concluida su Misión, y lo único que le interesa es "menguar", poco a poco retirarse y desaparecer: el otro, intempestivamente se encuentra con una Misión Sagrada, que presentía ya desde hace tiempo, pero que ahora tiene la certeza, y no le queda más que cumplirla.
En cuanto al contenido de su Misión, es tradicional también: recordar la Gran Lección a la humanidad. Pero ello implica toda una labor de instrucción, unión, y el establecimiento de una Gran Fraternidad: "Todos los que profesan la tarea de UNIR, de fomentar una FRATERNIDAD y de RE-EDUCAR a la humanidad para establecer una era de Paz son tratados de utopistas. Sin embargo, es con el ejemplo de algunos "Instructores" que ha sido posible que el género humano no se haya destruido enteramente. Asimismo, los Avatares, los Budhas, los Cristos, como por ejemplo: Krishna, Gautama, Jesús…, fueron la base de los ideales que hicieron posible el adelanto de los pensamientos. Cuántos magníficos acontecimientos no fueron testigos de la Fe en estos grandes Maestres, y tanto en el Arte, la Ciencia y en la Filosofía, las lecciones de estos Seres Superiores fueron el objeto de la Dinámica Universal" ("Sus Circulares", del Dr. Serge Raynaud de la Ferriére, Tomo III, página 202).
Ellos son los que toman la iniciativa en momentos de los fines de una Era y al inicio de otra, cuando la humanidad se encuentra en una gran incertidurmbre, con sistemas religiosos caducos, sin esperanza, sin vislumbrar el futuro, sin fe ni sabiduria.
La Ley Cristica sostiene que la venida de los cristos responden a razones cósmicas ( a las Eras Precesionales), por lo que existe doce arquetipos cristicos. En Astrología Religiosa hemos expuesto las características de los cristos y los Ciclos Religiosos, de acuerdo a las doce constelaciones zodiacales, no por una idea decorativa, sino por razones astronómicas.
Como una misión secundaria de los Avatares se podría mencionar: Preparar la misión del siguiente cristo (como ejemplo podemos mencionar que Jesús preparó la venida del "Hijo del Hombre", como lo hemos sostenido en la "Segunda Venida de Jesucristo").
Todo esto, pues, está enmarcado en el devenir eterno de la Eras Precesionales y el desarrollo de la humanidad, a la que esta ligada la Ley Crística.
La venida de un Avatar se debe concebir como la encarnación de la Segunda Manifestación de Dios, que en el cristianismo es el "Hijo" (Padre-Hijo-Espíritu Santo), y en sistema hindú es Vishnú (Brahama-Vishnú-Shiva). En la India se reconoce a los Avatares como encarnaciones de Vishnú, y se tiene contabilizadas sus diferentes encarnaciones a través del tiempo. Dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére: "En aritmética esotérica, los "avatares" son extracciones de números, y es en ese sentido que la tradición de la India habla de "Avatares" que son las apariciones en épocas regulares de Instructores de la Humanidad. Según la Doctrina Secreta, la llegada del Décimo Avatar coincide con la aparición del Cristo Rey, el Hijo del Hombre, mencionado tan a menudo en los textos bíblicos. "Avatara" significa "bajada" y descenso, se emplea particularmente para expresar el descenso de Seres Divinos a la Tierra. Pero en el concepto de la teología Hindú, no hay separación, por lo tanto, entre Dios y el Ser Humano: el mundo celeste está unido al mundo terrenal; sólo las condiciones de forma existen o "parecen" existir gracias al fenómeno de Maya (el gran espejismo)" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, página 44).
Esta es la Ley: una Nueva Era, encarnación de un Nuevo Cristo, y así, de Era en Era hasta el fin de los siglos: "Sin embargo, como siempre y en todas partes, la llegada de un Maestro daba una forma definitiva a un método particular de la Búsqueda de la Verdad; es así que esos "Enviados" (Mesías, Avatares, Budas, etc.) en calidad de Instructores para un Ciclo vinieron cada vez a recordar la Gran Lección de la Sabiduría. La mayoría de esos "Guías" de la humanidad reservaban quizás una enseñanza especial (esotérico) para sus discípulos y ofrecían una Moral universal a la gran masa (exotérico) pero ellos permanecían siempre en la línea de la Tradición Iniciática Eterna" (Serge Raynaud de la Ferriére, en su libro "Propósito Psicológicos", "El Pensamiento Chino", página 36).
Esta es la función de los Cristos, que vienen para que la humanidad pueda encontrar su camino hacia la evolución espiritual.
La Biblia y la Ley Crística
En la Biblia podemos hallar la Ley Crística claramente especificada. Como ya hemos dicho esta ley indica que en cada Nueva Era debe venir un Misionero Espiritual para instruir a la humanidad en las nuevas circunstancias, en donde todos los valores son trastocados, y especialmente en el aspecto religioso que se tiñe de una nueva modalidad de acuerdo a los Ciclo Religioso, que hemos expuesto en otro lado de este trabajo. Entonces, en una nueva Era desciende el espíritu crístico a la Tierra, cumple su misión y después regresa al Cielo: "Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y voy al Padre" (Juan XVI, 28).
Para el mundo espiritual los años son instantes, o también se le puede tomar como expresiones retóricas, pero el asunto está bien claro. Por ejemplo, Jesús, cuando quería decir que luego de cumplir con su misión como Avatar de la Era de Piscis, regresaría al mundo espiritual, pero que regresaría otra vez, como Avatar de Aquarius, Hijo del Hombre, decía: "Todavía un poco y no me veréis; de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre" (Juan XVI, 16). Esa es la función de los Cristos, venir, regresar, otra vez venir, y regresar, hasta la consumación de los siglos.
Si la humanidad tiene un preceptor, ese es Cristo, nunca nos abandona; cada vez que la humanidad entra en una época de grandes dificultades (generalmente al final de una Era Precesional cuya duración promedio es 2,160 años), aparece un Cristo salvador, al nivel de sus contemporáneos, adaptado a su cultura, aspiraciones, y a su comprensión. Eso mismo sostiene el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére: "Cada vez que una corrupción hace su aparición, surge entonces un Reformador y es así que aparecen en épocas regulares esos "Avatares", esos "Budas", esos "Cristos", en una palabra Instructores que vienen a restablecer un poco el orden. Siempre en el mismo cause de ideas, esos "Instructores" no vienen a abolir nada, sino al contrario a hacer ejecutar la Ley, de todos modos, ellos se encuentran en una cierta obligación de hacer respetar la Santa Tradición trayendo explicaciones más precisas, esclarecimientos y aún reajustes, más en relación con el estado de espíritu del siglo" ("Los Zoroastrianos", de la serie "Propósitos Psicológicos", página 13).
El espíritu Crístico existe desde que el mundo es mundo, es por eso que algunos avatares decían que ellos eran bien antiguos, ya que se identifican con el Cristo Primordial[4]
Mahoma, el "sello de los profetas", último Avatar[5]del Kali Yuga, decía que ADÁN estaba entre el agua y la arcilla, cuando él ya era Avatar (es decir Cristo): "Yo era profeta mientras que Adán estaba aún entre el agua y la arcilla" ("Los Sufistas", de Serge Raynaud de la Ferriére, página 32).
Algo similar dijo Jesús respecto de Abraham: "De cierto, de cierto os digo: antes que Abraham fuese, yo soy" (Juan VII, 58).
Esta es, pues, la Ley Crística de la Tradición Iniciática, poco conocida en nuestros tiempos, como todo lo relacionado con el esoterismo, que dice así: "En cada cambio de Era Precesional encarna la Segunda manifestación de Dios como hombre para guiar a la humanidad en esa nueva condición cósmicas". Esto significa que esta encarnación, que es conocido como "Cristo", "Mesías", "Salvador", "Avatar" etc., vendrá siempre en cada momento crítico de la humanidad; esa es la razón por que hay muchos célebres hombres-divinos en todo el mundo. Todas las razas tienen un Cristo: los chinos tienen a Fo Hi, los incas a Huiracocha, los mayas a Quezacoalt, los hebreos a Moisés, los árabes a Mahoma, etc.
Entonces, la venida de estos avatares estan relacionados con las Eras Precesionales[6]las cuales determinan también un Centro Espiritual del Mundo[7]que tiene relación con el desarrollo de una nueva civilización en determinado continente, y por lo tanto, la Ley Crística indica que cada continente tiene "su" Cristo correspondiente, de allí la cantidad de Hombres-Dioses en la diferentes culturas del planeta[8]Entonces estos descensos de las fuerzas espirituales periódicas tienen carácter de "Ley", como la Ley de Gravedad, que se cumple sin que nadie tenga que intervenir para ello, puesto que son naturales, como todos los acontecimientos colaterales a ella (cambio de Eras Precesionales, Cambio de Centros Espirituales, etc.).
La Ley Crística sostiene que los Cristos responden a razones cósmicas (al movimiento astronómico de Precesión de los Equinoccios), por lo que existe doce arquetipos cristicos[9]distintos.
H. P. Blavastky y la Ley Crística
Helena Petrovna Blavatsky, esa esoterista del siglo XIX, fue una verdadera precursora de la Era del Aquarius, ella hablaba de la Ley Crística en forma ecléctica y sostenía que el espíritu crístico primordial (Bîja) es parte de la naturaleza, y el hombre que logra comulgar con él (realizar el Yug de los hindúes), asume el arquetipo humano de Cristo, al margen de su pasado humano, al transformarse en Cristo, Avatar, o Mesías, asume una personalidad peculiar especificada por la Tradición Iniciatica:
"La versión esotérica que del misterio dan estas obras secretas, pueden resumirse en pocas palabras. Los budistas han negado siempre resueltamente que, como suponen los brahmanes, fuese Buddha un avatar de Vishnú, análogamente a como un hombre es encarnación de su antepasado kármico. Su negativa proviene, en parte, de que no conocen el completo, impersonal y amplio significado de término de "Mahâ Vishnú", misterioso principio de la Naturaleza, que no es el dios Vishnú, sino un principio que contiene la semilla del avatarismo (Bîja), o sea la potencia y causa de tales encarnaciones divinas. Todos los Salvadores del mundo, los Bodhisattvas y Avatares, son árboles de redención que brotan de una sola semilla: el Bîja o "Mahâ Vishnú". Tanto importa que se la designe con el nombre o con el de Ã,di-Buddha (Sabiduría Primordial). En este sentido esotérico el Señor Buddha fue una encarnación de Mahâ Vishnú ("La Doctrina Secreta", Volumen VI, páginas 15-16).
La Tradición Iniciática considera a Siddharta Gautama, Budda, como una encarnación del Cristo primordial, del "Mahâ Vishnú", al margen de las consideraciones religiosas sectarias. Lo que sucede es que la reacción ante la presencia de estos excelsos espíritus son los fariseos de todos los tiempos, que critican al hombre, pero no ven el Mensaje Crístico; tal es así que tiene que pasar mucho tiempo para que la humanidad descubra que Cristo estuvo entre de los hombres y anduvo por la Tierra, sin que ellos se dieran cuenta.
Eso mismo puede suceder ahora mismo, que esperamos al Príncipe de Paz, al Cristo Rey. Los Cristos pueden haber sido en sus anteriores encarnaciones, hombres santos, que desde hace muchas encarnaciones se va perfilando como futuro Avatar de determinada Era Astronómica, preparándose para su futuro ministerio; así, tendremos espíritus que se están preparándose para la Era de Capricornio, otro para Sagitario, Scorpius, etc., de acuerdo al arquetipo que corresponde a cada uno de ellos. Después pueden ser elegidos para encarnar determinado arquetipo Crístico, para la Era que correspondan; pero esa sería su última encarnación en la tierra, ya que cumplió la totalidad de su evolución como hombre: "Ese estado de completo perfeccionamiento es dado a los Avatares, venidos voluntariamente una última vez para ayudar a la Humanidad, Son ellos los Mesías que han escogido instruir a sus hermanos, más bien que regresar al plano divino" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, página 231).
Todo esto es misterio para los teólogos, que no tienen ninguna información Tradicional de la fuente espiritual. Al respecto dice H. P. Blavatsky:
"Uno de los mayores misterios del misticismo especulativo y filosófico (misterio que conviene revelar ahora), es el relativo al modus operandi en los grados de tales transferencias hipostáticas. Es muy natural que el procedimiento de las encarnaciones, así divinas como humanas, resulte libro cerrado para teólogos y fisiólogos, hasta que las enseñanzas esotéricas lleguen a ser, por general asentimiento, la religión del mundo. Estas enseñanzas jamás se expondrán abiertamente a gentes que no estén bien preparadas para recibirlas; pero debemos decir que entre el dogma de un alma nuevamente creada para cada nacimiento, y la afirmación de una temporánea alma fisiológica, se dilata la vasta región de la enseñanzas ocultas[10]con sus lógicas y racionales demostraciones, cuyo filosófico encadenamiento establece la misma naturaleza" ("La Doctrina Secreta", Volumen VI, página 16).
"El "Misterio" está expuesto, para quien sepa comprenderlo, en la siguientes palabras de Krishna:
Muchos nacimientos he dejado Yo tras Mí, y muchos dejastes tú, ¡oh Arjuna! Pero yo los recuerdo todos; pero tú no recuerdas los tuyos, ¡oh Parantapa!
Aunque soy el nonato e imperecedero Ser, el Señor de todos los seres y cobijo la naturaleza, que es mi dominio, también nazco por virtud de mi propio poder[11]
Cuando quiera que la rectitud desmaya, ¡oh Bhârata!, y cobra bríos la iniquidad, entonces renazco.
Para proteger a los buenos, confundir a los malos y restaurar firmemente la justicia. De edad en edad renazco Yo con esta intención en cada Yuga.
Quien así conozca en su esencia Mi divino nacimiento y Mis acciones divinas, ya no volverá a nacer cuando deje el cuerpo, sino a Mi se unirá, ¡oh Arjona![12]
"De modo que todos los avatares son uno y mismo; son los Hijos de su "Padre" en directa descendencia. El "Padre", o una de las siete Llamas, llegan a ser con el tiempo el Hijo y, en consecuencia, uno con el Padre desde toda la eternidad ¿Qué es el Padre? ¿Es la absoluta Causa de todo? ¿Es el impenetrable Eterno? No por cierto. Es Karantma, el "Alma Causal", llamada por los indos Ishvara, el Señor, y por los cristianos "Dios", el Único, el Solo. Desde el punto de vista de la unidad es así; pero, entonces, también podríamos considerar como "el único y el Solo" al elemental más ínfimo. Todo ser humano tiene, además, su propio divino espíritu o dios individual. Esa divina Entidad o Llama, de la cual emana Buddhi, está con el hombre, aunque en plano inferior, en la misma relación que el Dhyani Buddha con su humano Budha"
"Verdaderamente, vinieron al mundo en su respectiva época personalidades que como Gautama, Shankara, Jesús y unos pocos más, tenían por misión "salvar el bien y destruir el mal". Así se dijo: "Yo nazco en cada yuga". Y todos nacieron con el mismo Poder" ("La Doctrina Secreta", Volumen VI, pagina 17).
Esto, pues, es la sagrada doctrina de los Cristos, que tanto regocijo debe causar a los hombres, saber de la existencia de un gran espíritu de la naturaleza que vela por nosotros.
Pero los Cristos generalmente vienen por corto tiempo; es decir, que no llegan a viejo, sino que cumplen su misión durante su juventud y luego desaparecen, pero dejan reestablecido la conexión con estos niveles espirituales fundamentales y la forma de comunicarse todo el tiempo con el Espíritu Crístico. Es decir, que Cristo siempre esta con nosotros, y él estará hasta el fin de la evolución del planeta Tierra. Está a cargo de la evolución de la humanidad, y es a él a quien tenemos que recurrir siempre, en toda circunstancia: "Que padre que su hijo le pide un pan le da una piedra" "Pide, y se te os dará; toca la puerta y se te abrirá", ya que Cristo es nuestro Redentor.
Los fariseos y la Ley Crística
Como dijimos líneas arriba, la Ley Crística está relacionada con acontecimientos cíclicos que tienen que ver con el desplazamiento cósmico del Sistema Planetario Solar. Se trata, pues, de las Eras Precesionales que estas encarnaciones especiales vienen a establecer, orientando a la humanidad en tales críticas circunstancias de cambio de Era. La aparición de un Cristo en una nueva Era Precesional produce una consecuente reacción en el orden espiritual establecido. Como es fácil comprender, siempre se producirá esta reacción natural a esta acción de las fuerzas genuinas de la espiritualidad. Como se trata de asuntos relacionados con la parte espiritual del hombre y de su religiosidad, son los detentadores del poder religioso oficial los que ofrecen la reacción correspondiente a esta acción crística, ya que son los principales perjudicados, al ver amenazados sus intereses, ya que el Avatar viene a renovar, y básicamente a RESTAURAR la espiritualidad en el mundo. Los representantes del viejo sistema religioso, detentores de ritos impostados, creencias caducas y dogmas se resisten a desaparecer; y son estos religiosos conservadores los que se enfrentan al Cristo. Eso le sucedió a Jesús con los Fariseos, y le esta sucediendo al Hijo del Hombre con las iglesias "Cristianas"[13], y le sucederá al Avatar de la Era de Capricornio en Australia. Dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére al respecto:
"Los fariseos, ¿no son hoy lo que eran en tiempos de Caifás?; si alguien les habla en nombre de la inteligencia y del amor, ¿le escuchan?"
"Es rompiendo el yugo insoportable del fariseísmo mosaico que Jesús ha convidado a todos los hombres a la Fraternidad del Hijo Único de Dios" ("El Libro Blanco", página 34).
Jesús fue hebreo, y fueron los judíos que lo crucificaron. Cuando regrese, en su Segunda Venida, ¿serán los cristianos que lo condenarán y no le reconocerán[14]¿No es irónico el destino? Por otro lado, dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére:
"Desde el momento en que un Ser proclama los Derechos Eternales, se le tiene como sospechoso; cuando habla de un mejoramiento se le trata de perturbador, y cuando su Sabiduría irrumpe y su luminosa espiritualidad conquista las almas puras, entonces se protesta: ¡Magia!" ("Los Grandes Mensajes", página 378).
No es necesario hacer mayores precisiones de esto, el terreno está ya preparado para que esto suceda. Primero, ¿no fue abrogada la doctrina de la reencarnación en los primeros siglos del cristianismos?, entonces, ¿como pueden esperar el regreso de Jesús como hombre, si eso sólo es posible en la pura ejecución de la doctrina de la Reencarnación?
Ellos, solos, se pusieron en esta encrucijada, ¡no esperan a Jesús en su Segunda Venida!; y, si alguien que se presentare como tal ¡lo fulminaran irremediablemente con sus anatemas!
Segundo, Jesús dijo claramente que regresaría, lo cual está profusamente documentado en los Evangelios (y esto los curas no pueden borrarlo); y, por otra parte, a lo largo de este trabajo hemos demostrado que las anunciaciones y condiciones de su Regreso ¡ ya se han producido! Y no sólo las anunciaciones de Jesús, sino también todas las profecías, tanto bíblicas como las otras, ya que el Avatar del Aquarius es esperado en todo el mundo (no sólo en el medio cristiano): los Hindúes esperan al Kalki Avatar, los musulmanes esperan al Imán Madhi, los budistas al Maitreya, los descendientes de los incas esperan el regreso de Viracocha, los japoneses a Mirokou Bosatsou, los tibetanos a Chamba, los cristianos esperan al Cristo-Rey.
Por estas dos poderosas razones, la iglesia cristiana, y especialmente la Iglesia Apostólica Romana la que se encuentra en un callejón sin salida en estos históricos momentos en que la humanidad espera al Instructor Mundial.
La situación de estas iglesias es similar a un "jaque mate", inevitable. Desde que fueron falseando las enseñanzas de Jesús, adaptando la Biblia a su antojo[15]atendiendo razones de popularidad (y de ingresos monetarios), fueron colocándose, una a una, en esta lamentable condición, para que ahora se encuentren sin nada que hacer ante la inminente presencia de Jesús en su Segunda Venida, y el inicio de Era de Aquarius (el Reino de Dios).
La situación es la siguiente:
1) No pueden anunciar el regreso de Jesucristo, ya que abrogaron de la doctrina de la reencarnación, siendo que Jesús regresaría de acuerdo con este concepto natural. en armonía a la Ley Crística. Ante esta situación a los cristianos no les queda otra cosa que desconocer ciegamente a cualquiera que se presente como la reencarnación de Jesús, o a cualquiera de sus discípulos reencarnado (hay que recordar que Jesús señaló a Juan para que reencarnara, y lo esperara cuando él regrese: Juan XXI, 22).
2) La iglesia al establecer el concepto marketero de "Hijo Unigénito" de Dios para Jesús, ahora no puede aceptar el REGRESO de ningún Cristo, y menos del propio Jesús como lo estamos demostrando en este trabajo. El calificativo de Hijo Unigénito de Dios para la persona de Jesús, es negar totalmente la Ley Crística, que existe desde mucho antes, dejándonos con un gran desaliento al no tener la esperanza de ver a Jesús en su Segunda Venida de "carne y hueso", tal como él lo había prometido antes de morir en el Calvario.
El cristianismo suprimió dos doctrinas fundamentales para la humanidad: la reencarnación, y la Ley Crística; supresión que le puede costar su completa desaparición.
Entonces, ya tenemos un panorama que nos permitirá comprender de dónde provendrán los Fariseos Modernos, quienes se opondrán tenazmente a la Nueva Era y al Príncipe que ha de venir.
Al respecto dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére: "Empero si un genio auténtico aparece, lo niegan, lo persiguen o lo crucifican. Si un verdadero sabio se pronuncia, lo ridiculizan; si un Maestro Verdadero y no ilusorio aparece entre ellos, no sabrán reconocer que su grandeza se mide por su modestia y por su ausencia aparente de poderes supra-humanos; no le comprenderán, no lo amarán, no lo seguirán…"
"Un Maestro, dicen ellos, no debe jamás estar triste, cansado o desalentado… ¿pero acaso Jesús no lloró al saber la muerte de Lázaro? ¿No relatan los Evangelios que un día Él se encontró desalentado? ¿Se olvida que Él imploró gracia en el Monte de los Olivos, y lloró en el Camino de la Crucifixión?"
"Un Maestro, insisten, no debería jamás atraer odios, provocar violencias, producir desarmonías…¿Pero no saben acaso que el Iluminado y Bienaventurado Buda fue odiado por los Brahmanes, que el Sublime Orfeo, el Magnífico Pitágoras, el Ilustre Platón, lo mismo que El Cristo y los demás Iniciados han tenido que luchar contra la monstruosidad humana y sus torpezas? He aquí que donde impera la Belleza, la fealdad salta a la vista…"
"Todo lo anterior es desgraciadamente una tradición humana: ¿no se acusó a Dante de falsario, de plagiario a Víctor Hugo, de robo a Edison, de cruel a Mahoma, de insensato a Wagner?"
"Un Maestro, dicen ellos, no debería tener más que gestos dulces y palabras de amor. Sin embargo, Jesús trató a sus Discípulos de "raza de víboras" y arrojó a látigo a los mercaderes del Templo; Moisés muere maldiciendo a los suyos. Es más: los cristianos que desde hace dos mil años se dan golpes de pecho ante el crucifijo, si su Salvador regresara, lo clavarían nuevamente en el madero del suplicio con más ferocidad que antes…." ("Los Grandes Mensajes", páginas 383-384).
Estemos, pues, atentos para reconocer a los Fariseos moderno[16]que ya sabemos de donde provendrán, y solamente cuando estos señorones acepten la Nueva Era, y comprendan que es un imperativo cósmico, se instaurará el Reino de Dios sin dificultades:
"Cuando caigan los últimos ídolos, cuando se rompan las últimas cadenas materiales de las conciencias, cuando los últimos matadores de profetas y cuando los últimos amordazadores del VERBO, sean confundidos, vendrá el reino del Espíritu Santo" ("El Libro Blanco", página 34).
El aspecto físico de los Cristos
Las encarnaciones Crísticas tienen a ser similares, ya que encarnan a un ARQUETIPO[17]de la naturaleza; es el modelo máximo del desarrollo del hombre y por lo tanto son muy parecidos un Cristo con otro, por no decir iguales. En consecuencia, si hubiera una fotografía de Viracocha, estamos seguros que se parecerían a Jesús el Nazareno. Tendría la misma talla, la conformación del cráneo, poseería todas las leyes de proporciones que utilizaba Leonardo da Vinci[18]en sus dibujos del hombre perfecto. Precisamente, Leonardo dibujó su famoso hombre perfecto para ilustrar el libro La Divina Proporción, de Luca Pacioli, editado en 1509.
Según la Ley Crística, el ser humano que ha evolucionado a su máxima capacidad, y es designado encarnar al prototipo de un Cristo, es entonces un Hombre Perfecto, y será su última encarnación como ser humano. Precisamente, por carecer de karma, adquiere las proporciones divinas del hombre perfecto. Entonces, el dibujo de Leonardo da Vinci está relacionado con la estrella de cinco puntas, que representa el número 5, y éste con el Hijo del Hombre, que también será un Hombre Perfecto. Dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére:
"El número 5 es verdaderamente esotérico (la estrella de 5 puntas simboliza al hombre perfecto, brazos y piernas separados), es la características del Hijo del Hombre (el iniciado que se manifiesta)" ("Yug Yoga Yoghismo", página 159).
Lo mismo podemos afirmar que la fotografía del Hijo del Hombre esperado, también se parecería a Jesús el Cristo; o, al contrario, cuando veamos al Avatar de la Era de Aquarius nos causaría tal impresión que no nos quedaría duda de estar frente al mismo Jesucristo.
Cuando el pintor Durero hizo un autorretrato se parecía mucho a Jesucristo por lo que el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére dijo: "El retrato del artista pintado por él mismo en 1500 ha sido criticado por el hecho de que Durero, intencionalmente, hizo un parecido con el Cristo. Si él intenta formarse a los 28 años una personalidad semejante a la del Gran Nazareno, tal vez es más por ideología crística que por complacencia. En efecto, el retrato que hizo de sí mismo en 1493 era para su "Agnes" (su esposa); en la época se presenta como un personaje agradable, tal vez con ventaja, pero el de sus 28 años no tiene ningún parecido; corresponde ciertamente a una aspiración mística. ¿Qué prueba esa "tentativa semejante" con Jesús de Nazaret, tal como se representa? Una sola cosa: asimilación de la individualidad a la conciencia crística y no como una copia del personaje". Sigue diciendo: "Muchos son los artistas de nuestros días que se dejan crecer el pelo y la barba y que sin embargo no tienen nada en común con la semejanza de la figura popular del Gran Maestro de Nazaret. Es necesaria otra cosa en la expresión, incluso una especie de ascetismo; es la fisonomía completa la que debe reflejar una mística especial con los votos del Nazarita y especialmente los que abrazan la vida de los sannyasines Esenios" ("Arte en la Nueva Era", páginas 261-262).
Esta ideología crística que menciona aquí el Dr. de la Ferriére es de lo que precisamente adolecen las iglesias actuales, todo su doctrina esta basado en el sentimentalismo que despierta el sacrificio del Nazareno en la cruz. La intención de los cristos al venir al mundo no es otra cosa que sigan su ejemplo, no que lo adoren en las iglesias.
Por otro lado, los Cristos encarnados son la misma personificación de la divinidad, pero son hombres en aspecto físico, adaptados a su tiempo, con las características y peculiaridades de la raza en que encarna: "Simple, puro, natural, desapegado, libre, lleno de compasión, de bondad, de sacrificio, de abnegación; el insufla la Vida Eterna, trae la fuerza de "Arriba", es el transmutador de lo Sublime; humaniza lo divino y diviniza al hombre. Los hombres crean capillas, sectas, partidos, ostracismos, patrias, fanatismos, barreras, fronteras. El, el Hijo del Hombre anuncia: "Sois todos Hermanos, la Vida es UNA. Amaos los unos a los otros; no declarar impura ninguna de las cosas que ha creado Dios" ("Libro Blanco", página 74).
Los Xristos, siempre estan relacionados con la cruz, que es el gran símbolo del karma, que ellos nos enseñan a trabajar.
El aludido retrato de Durero
Los precursores de los avatares
Según la Tradición, los Cristos y Avatares son precedidos por otros seres de igual rango espiritual que ellos, que les lleva la delantera en un breve tiempo, y que van realizando la labor de la Misión que corresponda a la Era que les toca trabajar, y que fungen de Maestros del propio Avatar. Nos estamos refiriendo a los denominados "Precursores" de los Cristos. Ellos son tres, uno que se le adelanta y funge de Precursor, y otro que le precede pero que no encarna físicamente, y el que encarna y ejecuta la Misión Cósmica a quien se le denomina, según los continentes: Cristo, Avatar, Budha, Mesías, Salvador, Instructor Mundial, Rey de reyes, etc.. El Precursor tiene por misión avanzar las labores del Cristo, aunque su principal objetivo, es RECONOCERLO e instruirlo en su Misión. Esto que podría ser algo sencillo resulta de una complejidad increíble: sin referencias, sin que nadie le pueda ayudar en esta divina labor. Por ejemplo, el Precursor de Jesús fue San Juan el Bautista, y él basándose en las escrituras (en Isaías principalmente) pensaba que el Cristo vendría desde el desierto, por lo que se instaló en la entrada del mismo, cerca del río Jordán. El principal temor de Juan Bautista es equivocarse y dar condición de Mesías a uno que no corresponde, como vemos este reconocimiento es de suma responsabilidad. Grande fue la sorpresa de Juan cuando vio venir a Jesús desde la ciudad y no del desierto como pesaba que vendría. Desde la primera impresión al ver a Jesús, y después de tratarlo, quedo convencido de que él era a quien estaba esperando. Es por eso que dentro de la Ley Crística existe este axioma: "Solo un Maestre puede reconocer a otro Maestre"[19]; es decir, que sólo un Cristo puede reconocer a otro Cristo.
Lo mismo tendrá que suceder con respecto al Cristo de la Era del Aquarius, cuando su Precursor tenga que reconocer las 32 señales que tendrá el Maestre del signo del Aguador.
Con respecto al Maestre que no encarna, que se queda en ámbito espiritual que viene con la Divina Encarnación, se puede decir que es el encargado de asistir al Maestre luego de haber terminado su Sagrada Misión: es decir un Maestre que se le adelanta y otro que le precede. Por otro lado, también hay que considerar a los discípulos que se han hecho dignos de acompañar al Avatar, cuyas encarnaciones también coinciden con tal acontecimiento, con la misma precisión, para coincidir con la llegada del Salvador y participar en la Misión como discípulos y seguidores (hay que considerar que los Cristos tienen siempre su "Ananda", tal como se predijo para Maitreya).
El planificar una encarnación cualquiera significa para los señores del Karma un trabajo sumamente complejo; ahora, planificar la Misión de un Cristo la complejidad adquiere ribetes astronómicos, ya que tienen que coincidir múltiples encarnaciones de diferentes entidades en un periódo muy pequeño, de tal manera que todos sean contemporáneos.
Esto de realizar encarnaciones en grupo es sumanete complejo, e implica una acción planificada de los seres espirituales encargados de este aspecto del mundo; la operación es tal que se podría comparar como el lanzamiento de un satélite artificial, por el nivel de precisión que se debe alcanzar. No es fácil hacer que determinadas entidades especiales en preparación espiritual encarnen con tanta simultaneidad, necesarias en el cumplimiento de esta denomina Ley Crística; es verdaderamente un gran acontecimiento espiritual, semejante al orgullo alcanzado cuando se hace para lanzar un cohete a la Luna, por su gran precisión y esmero.
Cristo nuestro Redentor
Al final de cada ciclo humano (al final de un Manvantara) la humanidad va olvidando las enseñanzas y el objetivo de la existencia del hombre en la Tierra, que los diferentes Avatares divulgaron al inicio del ciclo. Las Eras siguen pasando y la humanidad sigue alejándose de la Edad de Oro con que se inició el Manvantara[20]para ir acercándose al final con la Edad de Hierro[21](Kali Yuga). En esta Edad la humanidad sufre los siguientes cambios: aumenta en número, pero disminuye en calidad; es cuando se da el fenómeno de "explosión demográfica". Para ese entonces ya la humanidad se ha alejado bastante de la Verdad, de las buenas costumbres, la honorabilidad, de la vida espiritual; llega agotada, sumergida en un materialismo abyecto; en esos momentos, en el que cunde el dolor, la incomprensión, el caos, es en que deba nacer otro Avatar. Entonces, ya podemos deducir el tipo de labor que tiene que hacer este Avatar, cuando encarne al final de estos ciclos: Redimir al hombre; por eso a los Cristos se le llaman "Redentores de la humanidad".
Eso mismo sucede, pero en menor escala, en el transcurso de una Era. El Avatar de la Era Restaura la Verdad, el Verbo de Dios, y deja todo establecido para que los hombres sigan los preceptos correspondiente a la constelación en que se encuentra el Sol. Al final de la Era, que debe haber transcurrido unos 2,000 años, la Enseñanza llega desgastada, desformada, y hasta olvidada, y los hombres se encuentran sumidos en la ignorancia espiritual, desorientados, sin esperanza; es en esos precisos momentos que aparece el Avatar, para rescatarlos de las pestilencias de las honduras de la ignorancia espiritual. Por tanto, los Cristos son siempre Redentores de la humanidad.
Redentor viene de la palabra "redimir", que significa rescatar o sacar de la esclavitud al cautivo, poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad; se trata, pues, de REDIMIR al hombre que se encuentra en una verdadera esclavitud de sus pasiones y apegos, figurativamente, revolcándose en un lodazal pestilente de bajezas e ignorancia, al nivel que le corresponde por ser un ente espiritual por excelencia. Dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére, con respecto a esta humanidad:
"Nuestra sociedad actual se revuelca en un cenagal sin nombre y parece feliz así, ignorando que existe una agua clara, una vida cristalina; es como un hombre que se complaciera entre sus excrementos mientras existen verdes praderas; la humanidad parece gozar de vivir sobre un montón de detritus sin saber que existen picos nevados en donde la atmósfera es pura. ¿Por qué vivir, pues, en infames y hediondas malezas cuando existen tantos espacios libres surcados de arroyos cristalinos? Es doloroso constatar esta ignorancia tanto más cuando aquel que tiende la mano para elevar a sus hermanos hacia las regiones más dignas ve rechazada su oferta por aquellos que a pesar de todo desean continuar su existencia de larva ciega retorciéndose incansablemente en las suciedades más inmundas. En efecto, cuando se carece de miembros se está limitado a arrastrarse, pero al fin nuestras alas son fáciles de descubrir:…." ("Yug Yoga Yoghismo", página 188).
Sin la presencia de un ser poseedor de las virtudes y facultades espirituales, el hombre nunca se podrá imaginar que eso es posible y decidirse a iniciar el camino del "retorno"; y ese es la función del Cristo que por encargarse de "redimir"[22] al hombre es llamado REDENTOR. Humaniza lo divino y diviniza al hombre. Con Cristo Redentor como nuestro modelo en vivo, es la única forma que el hombre se encamine hacia su redención, es prácticamente imposible de otra forma.
Cristo nuestro Redentor
Entonces, es completamente equivocado elevarlos a los altares para adorarlo, no, no es para eso que vienen los Avatares, los Mesías; es para seguir su ejemplo, seguir sus enseñanzas, no para pedirles milagros, y que le solucione los problemas y vicisitudes de la vida.
Los cristos generalmente dividen su enseñanza en dos partes: una exotérica y otra esotérica. La parte exotérica, consistente en verdades simples, proverbios, refranes, y metáforas aplicables para todo el mundo, dirigidos al público en general. La parte esotérica las reserva para los discípulos; es decir, para los que asumen las prácticas de sus propias disciplinas, he ahí el origen de la palabra "discípulo"; estas enseñanzas son del tipo tradicional, es decir parte de la Sagrada Tradición Iniciática. En este punto es necesario anunciar la existencia de este tesoro espiritual, ya que las Eras, los Ciclos Religiosos, la venida de los Cristos, el Centro Espiritual del Mundo, etc., son parte de dicha Tradición, y por lo tanto existe también una Enseñanza Espiritual tradicional del tipo INICIÁTICO, que se da a conocer en todas las épocas, y es básicamente la misma en todos los tiempos y en todas partes, hasta la eternidad. Ella es la fuente de toda sabiduría verdadera, y los Cristos son la expresión viva de esta Sagrada Tradición Eternal, ¿Cómo podría ser de otra manera?
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