1. Introducción 2. Diagnóstico 3. Síntomas 4. Causas 5. Tratamiento y prevención 6. Medicamentos 7. Aspectos psicológicos 8. Bibliografía
1. Introducción
¿La Fibromialgia es un trastorno psiquiátrico? Esta es la primera cuestión que se nos plantea al estudiar la Fibromialgia, pero primero debemos preguntarnos ¿qué es la Fibromialgia? La Fibromialgia (FM) es una enfermedad reumática crónica que su principal característica es el dolor musculoesquelético generalizado y cansancio mantenido en el tiempo, y con cambios de la intensidad del dolor, provoca o puede provocar otros tantos problemas que afecten a la calidad de vida de la persona, llegando a no mostrar su total valía ante los quehaceres en la vida cotidiana. La propia palabra FM significa "dolor en los músculos, ligamentos y tendones" (partes fibrosas del cuerpo). Los pacientes que padecen de FM se quejan de que "les duele todo". Notan en sus músculos fuerte dolor, acompañado de quemazón o fatiga muscular. En España están afectados entre el 2% o 3% de las personas adultas con una media de edad que oscila entre los 44 y 52 años (el 95% suelen ser mujeres) con un tiempo medio que abarca de 6 y 12 años padeciéndolo.
En primer lugar, no existen pruebas evidentes mediante reconocimiento sanguíneo o técnicas de imagen (escáner, resonancia, radiografía, etc) que den un visto bueno para diagnosticar la FM.
En cambio, se han determinado unos requisitos que cumple la enfermedad tales como, por parte del reumatólogo, una cuidadosa exploración e interrogar al paciente y familiares, y por parte del paciente el dolor generalizado y el dolor en 11 de los 18 Puntos Gatillo con la presión digital. Cuando el dolor esta en cada una de la presentes localizaciones, ya se considera generalizado: Lados izquierdo y derecho del cuerpo, sobre la cintura y bajo ella, hay dolor axial cervical o en la parte posterior del tórax o columna torácica o dolor lumbar. En los hombros y nalgas es considerado como dolor por cada uno de los segmentos afectados. El dolor en la zona lumbar es estimado como afectado del segmento inferior.
El dolor generalizado debe haber estado presente en la persona durante al menos 3 meses. Los Puntos Sensibles ("Tender Points" en inglés) duelen al ser presionados con una fuerza de al menos 4 kg., pero un Punto Sensible fibromiálgico no causa dolor referido. Solo duele en la zona de presión. Los Tender Points son apreciables de tal forma que el dolor está distribuido en ambas partes del cuerpo, en pares sagitales como si fuesen un espejo, y son los siguientes:
- Occipucio: En la inserción del músculo suboccipital.
- Cervical bajo: En la parte anterior de los espacios intertrasversos C5 y C7.
- Trapecio: En el punto medio del borde superior.
- Supraespinoso: En el origen sobre la espina de la escápula próxima al borde medial.
- Segunda costilla: En la segunda unión condroesternal.
- Epicóndilo lateral: a 2 cm. del epicóndilo.
- Trocánter mayor: Posterior a la prominencia trocantérica.
- Glúteo: Cuadrante superior del extremo de la nalga en la parte abultada del muslo.
- Rodilla: En la almohadilla grasa media próxima a la línea articular.
El cuidado personal y un tratamiento médico adecuado puede disminuir la cuenta de los puntos sensibles, pero eso no significa que la FM se haya curado, solo que los factores perpetuantes y las condiciones coexistentes están ya bajo control.
El reumatólogo, mediante estas pruebas, le servirá para descartar estas enfermedades, tales como hipertiroidismo (conjunto sintomático debido a la actividad exagerada de la glándula tiroides), el lupus (afección tuberosa de la piel) o la artritis reumatoide (inflamación de una o varias articulaciones cuya sistemática no esta bien definida) que tienen síntomas compartidos con la FM. Algunas veces se descartará la presencia de esclerosis múltiple (afección del sistema nervioso central de etiología desconocida).
El dolor es el peor síntoma. Alrededor del 90% de las personas que padecen de FM se sienten constantemente cansadas y tienen problemas para dormir bien o permanecer dormidos.
- Dolor: Suele estar mal delimitado. La gente lo describe "como si algo se clavase o quemase". El dolor y la rigidez, con frecuencia, empeoran por la mañana y pueden doler más los músculos que se utilizan de forma repetitiva.
- Fatiga: Este síntoma puede ser muy severo en algunos pacientes y sin embargo es leve en otros. Fatiga mental, sensación de abatimiento general, como si le hubiesen quitado la energía y con pocas ganas de hacer las labores habituales se describe a veces la FM. Otras veces se refieren los pacientes como si tuviesen los brazos y las piernas metidos en bloques de cemento.
- Síndrome del intestino irritable: Del 40 al 70% de los pacientes con FM padecen síntomas de intestino irritable. Tales como estreñimiento alterado con diarrea, dolor abdominal, gases y nauseas.
- Síndrome temporomandibular: Causa un dolor tremendo en la cara y cabeza en ¼ de los pacientes con FM. Se cree que la mayoría de los problemas que se asocian con este síndrome están estrechamente relacionados con los músculos y ligamentos que envuelven la articulación, y no con ella misma.
- Trastornos del sueño: El 70-80% de los pacientes con FM se quejan de tener un sueño de mala calidad ("me levanto más cansado de lo que me acuesto"), empeorando los días en que duermen mal. Se duermen sin problema pero su sueño en el nivel profundo (etapa 4ª del sueño) se ve alterado produciendo apnea nocturna (suspensión transitoria de la respiración que sigue a una respiración forzada), mioclonías del sueño (contracción brusca, breve e involuntaria de brazos y/o piernas) y bruxismo (rechinamiento de dientes). En esta fase se detectan unas ondas similares a las que mantienen la actividad alerta del cerebro. No se sabe si estas ondas están relacionadas con la enfermedad o son la consecuencia de la misma.
- Otros síntomas comunes: Pueden presentarse con mayor o menor frecuencia menstruaciones dolorosas, dolor torácico, rigidez matutina de articulaciones, alteración cognitiva o de la memoria, acorchamiento o punzadas en las manos, calambres musculares, sensación de hinchazón en las extremidades, sequedad de ojos y de boca, cambios en la prescripción de gafas, alteraciones de la coordinación motora, y así hasta unos 100 signos que padecen lo enfermos fibromiálgicos. Pero pueden inducir a confusión porque algunos síntomas son causantes de los efectos secundarios de los medicamentos que prescribe el médico. Todos los pacientes que padecen de FM tienen algunos de éstos síntomas, pero no por tener alguno de éstos síntomas ya sufres de FM.
- Factores que agravan el estado fibromiálgico: Los cambios en el clima, ambientes de frío o muy secos, estrés, depresión, ansiedad y ejercicios físicos en exceso son factores que pueden contribuir a un empeoramiento de los síntomas.
Su causa es desconocida. Creemos que muchas veces hay un evento detonador o iniciador que activa los cambios bioquímicos, causando una cascada de síntomas. El trauma prolongado, partos prolongados o cirugía a corazón abierto han sido eventos iniciadores. La FM parece ser el resultado de muchas cascadas de neurotransmisores (sustancias químicas que participan en la transmisión de información neurológica entre células). Estas cascadas son como un salto de agua que empieza arriba y va cayendo, rebotando en las piedras y riscos hacia abajo, desgastando la roca, moviendo piedra suelta, y cambiando el río en su trayecto. La cascada neurotransmisora puede causar cambios a lo largo de tu cuerpo, y muchos de estos cambios provocan cascadas propias. Una vez que empiezan, la combinación de factores periféricos y centrales se juntan para hacer los cambios crónicos, y el resultado es lo que conocemos como la FM. La causa de la FM no es un capítulo cerrado en la medicina, aunque hay que reconocer que en la actualidad sigue siendo un misterio.
En un tiempo, los investigadores creían que los músculos de los pacientes con FM debían ser anormales puesto que parecía que de ellos surgían tanto los dolores como las disfunciones. De echo, el nombre anterior del síndrome fibromialgico, "Fibrositis", significaba literalmente una "inflamación de los músculos y tejidos blandos". No obstante, los estudios posteriores no llegaron a hallar ninguna inflamación ni herida de los nervios. Es interesante el saber por qué el neurotransmisor serotonina, que modifica la intensidad del dolor percibido por el cerebro, parece estar presente en niveles deficientes en los pacientes de FM. Muchos de los medicamentos empleados hoy en día para tratar la FM funcionan para regular esta deficiencia.
El primer paso es explicar al paciente con lenguaje claro y sencillo, el nombre del problema, que se trata de una enfermedad frecuente, de carácter benigno y de evolución crónica. En algunos casos, la información sobre el diagnóstico resulta ser intrusivo y doloroso, tanto en el aspecto físico como emocionalmente. Es importante ser empático y positivo para transmitir al paciente la comprensión de su enfermedad y para que se sienta atendido.
El buen cuidado de su salud puede ayudarle, pero generalmente se necesita algo más. El ejercicio es el tratamiento que los pacientes pueden hacer por sí mismos. El ejercicio da fuerza a los músculos. Aumenta el movimiento de las articulaciones y mantiene todo el cuerpo trabajando bien. Previene la pérdida de masa ósea, la atrofia muscular y fortalece el corazón. El ejercicio reduce la tensión y, por lo tanto, ayuda a reducir el dolor. Las personas viven más si hacen ejercicio regularmente.
El ejercicio seguro, de una manera moderada, no puede "desgastar" las articulaciones, de hecho disminuye el daño en éstas. Ejercítese en el momento del día en que sienta más fuerte. Nunca haga ejercicio si se siente cansada/o, no va ha lograr los mismos efectos.
Mientras se ejercita, su corazón debe latir más rápidamente que cuando está sentado y en reposo, pero no demasiado rápido. El máximo de veces que su corazón debe latir en un minuto es 220 menos su edad en años. Puede medir los latidos de su corazón sintiendo el pulso en su muñeca, del lado del pulgar, usando las yemas de los dos primeros dedos de su mano. No lo haga con el pulgar, pues éste tiene su propio pulso. Cuente un número de pulsaciones en 60 segundos para obtener su ritmo cardíaco por minuto.
El ritmo cardíaco es de aproximadamente 70 latidos por minuto pero puede variar entre 50 y 100, y es más rápido en la infancia y más lento en la vejez.
Ejercítese de tres a cinco veces por semana, distribuidos equitativamente. De 30 a 45 minutos es más o menos lo ideal, pero puede serle más cómodo realizar 10 minutos de ejercicio, tres veces al día.
Siempre termine el ejercicio intenso enfriándose poco a poco para que su organismo se acostumbre a los cambios de su temperatura, no a la temperatura ambiente sino a la de su propio cuerpo, a la suya propia.
Ejercítese por este orden: 1. Calentamiento: camine o muévase lentamente. 2. Relajación: sacuda todos sus miembros y muévalos suavemente. 3. Estiramiento: extienda sus brazos y piernas tan lejos como pueda. 4. Fortalecimiento: camine o nade rápidamente. 5. Enfriamiento: camine o muévase lentamente.
- No haga ejercicio si esta cansado.
- Ejercítese en el momento del día que se sienta mejor.
- No tome más pastillas contra el dolor para poder hacer más ejercicio.
- Tome agua y coma algo saludable, como un sándwich de ensalada media hora antes de hacer ejercicio.
- No compita con otras personas, está haciendo ejercicio para mejorar su salud, no para probar que es mejor que otros.
- Comience con lentitud y muévase con suavidad.
- Respire libremente durante el ejercicio y no contenga la respiración.
- Inhale por la nariz y exhale por la boca.
- DETÉNGASE si su respiración es muy pesada o si su corazón está latiendo muy rápidamente.
- DETÉNGASE si el ejercicio le resulta doloroso.
- Cambie de posición con frecuencia, ejercítese sentado, de pie o acostado.
- Si titubea, no se rinda, hágalo más lento.
Para prevenir contracturas y deformidades, ejercite los músculos que extienden sus articulaciones, en lugar de los que las doblan. Patear una pelota de fútbol dentro de una bolsa de plástico mientras está sentado fortalece la parte delantera de los músculos. Empujándola hacia atrás en una silla de ruedas alrededor de un cuarto fortalece los músculos que extienden las piernas. Para prevenir el desgaste, deformaciones y contracturas, ejercite los músculos "flojos". Por ejemplo, fortalezca y mantenga en movimiento los músculos de las manos apretando plastilina, barro o masa de pan. Apriete fuertemente los glúteos para fortalecer el músculo que mueve hacia atrás las piernas. Arrugue un pedazo de tela o papel de periódico con los dedos de los pies. Las tiras de una cámara de llanta de coche o de bicicleta se pueden usar de muchas maneras para ejercitar brazos y piernas.
- Andar En Bicicleta
Andar en bicicleta es más interesante que hacer ejercicio en su casa, ya que puede ir más lejos y ver más cosas. Evite andar en bicicleta si tiene problemas en las rodillas. Tenga cuidado de no forzarse en exceso cuando llegue a colinas empinadas, es mejor bajarse y caminar que forzar las rodillas. El mayor peligro al andar en bicicleta son los otros usuarios de los caminos. Siempre use un casco y colores brillantes para que los conductores de los coches puedan verlo. Nunca transite por la noche sin luces. Las bicicletas fijas son más seguras, además puede leer un libro o ver la televisión mientras la usa.
- Correr
Correr, aún despacio requiere más energía y proporciona mejor condición física que caminar. No trate de correr hasta después de haber caminado rápidamente por lo menos durante una hora al día. Durante seis semanas como mínimo. Utilice siempre buen calzado con suelas gruesas y flexibles, que den suficiente soporte a los pies.
- Nadar
El agua tibia ayuda a mitigar el dolor y relajar lar articulaciones. Nadar es especialmente bueno por que sostiene su cuerpo. Si tiene que nadar en agua fría, antes de meterse lleve a cabo algunos ejercicios de calentamiento. Si tiene dificultad para levantar la cabeza a fin de respirar, entonces use un snorkel con objeto de que pueda nadar con la cara dentro del agua. Una manera de asegurarse que el ejercicio le esta ayudando, es mantener un cuaderno especial para su programa de ejercicios.
- Ejercicio Físico (tablas de gimnasia)
Ya hemos dicho que todos los ejercicios, actividades físicas y deportivas son útiles. De antemano no hay ejercicios mejores o peores que otros. Cada paciente debe intentar los suyos, evitando repetir aquellos gestos o posturas que identifique que le provocan dolor. De todos modos, por si se anima más fácilmente podemos recomendarle que repita de 5 a 10 veces los siguientes:
- Tumbado boca arriba, con las rodillas en semiflexión.
Levantar el tronco del suelo. Levantar las piernas al aire, sea simultáneamente sea alternativamente o llevando las rodillas hacia el pecho. Hacer movimientos de las piernas en el aire como pedaleo, batidos, tijeras, círculos, etc.
- Tumbado boca abajo.
Levantar la parte alta del cuerpo. Después levantar las piernas del suelo. Finalmente levantar estirados un brazo y la pierna contraria.
- A cuatro patas, sobre rodillas y palmas.
Levantar alternativamente un brazo y la pierna contraria estirados. Levantar por el lado un brazo hasta apuntar con los dedos el techo. Hacer flexiones de los brazos acercando la cara al suelo. Adelantar las manos en paralelo y estirar la espalda, haciendo flexiones hacia el suelo con el tronco. Lo importante, lo difícil y lo más meritorio del ejercicio es hacerlo. El paciente de FM debe convencerse de sus buenos efectos, reunir algunas dosis de voluntad y contribuir así eficazmente en su tratamiento. Ánimo.
- Masaje
Suele ser Muy bien apreciado por los pacientes con FM. Es más eficaz realizado consecutivamente a la aplicación de calor, muchas veces con ultrasonido y/o el uso de almohadillas calientes/frías (crioterapia). Estos procedimientos incrementan el flujo sanguíneo al músculo proporcionando relajación y mejorando su dolor y flexibilidad a los músculos tensos y dolorosos. También puede ayudar a eliminar las acumulaciones tóxicas como el ácido lácteo y volver a "educar" los músculos y las articulaciones que se han desajustado mecánicamente.
- Alivio Miofascial
Una técnica desarrollada por el terapeuta físico John Barnes, el alivio miofascial es una forma de manipulación muy suave de masaje diseñado para aliviar las restricciones y la estrechez de los tejidos conectivos (fascia). Cuando se practica debidamente, muchas veces logra disminuir el tirón que ejercen los tejidos conectivos sobre los huesos, permitiendo que se relajen y extiendan las fibras de los músculos y que se expandan los órganos.
- Terapia De Los Puntos Desencadenantes
Una técnica terapéutica diseñada para desactivar los puntos desencadenantes asociado con el síndrome de dolor miofascial. Generalmente, el terapeuta aplica presión constante. Cuando no se logra desactivar estos puntos desencadenantes usando éste método de terapia, se envían los pacientes al médico para inyecciones en los puntos desencadenantes.
- Terapia Craneosacral
Desarrollada por el Dr. John Upledger, la terapia craneosacral es "un método suave y no invasor de evaluar y mejorar el funcionamiento del sistema craneosacral. El entorno en que funcionan el cerebro y la médula espinal… Esta terapia manual estimula los mecanismos curativos naturales del cuerpo a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso central, a disipar los efectos negativos del estrés, a mejorar la salud y fortalecer la resistencia a enfermedades". Los pacientes pueden practicar una forma de terapia craneosacral en casa usando un "estimulador de punto fijo", un producto comercial disponible o uno que se puede improvisar al introducir dos pelotas de tenis o de frontón en un calcetín. Se pone el estimulador en la nuca, en línea con las orejas, por períodos poco a poco más largos (de 2 hasta un máximo de 20 minutos).
- Quiropráctica
La filosofía quiropráctica reconoce que el sistema nervioso, a través del cerebro, la médula espinal y los nervios se conecta a todas las partes del cuerpo y controla todas las funciones del cuerpo. La quiropráctica intenta corregir la desalineación de las vértebras, destrabando los nervios y permitir que el cuerpo se cure naturalmente.
- Osteopatía
La osteopatía propone que el cuerpo muchas veces es capaz de curarse a si mismo de las enfermedades, con tal que esté en una relación estructural normal, tenga un ambiente favorable y no sufra de desnutrición. La osteopatía emplea métodos físicos, medicinales y quirúrgicos comúnmente aceptados de diagnóstico y de terapia aunque pone mayor énfasis en el sistema musculoesquelético. Los pacientes de FM pueden recibir manipulación como parte de un plan compresivo de tratamiento.
- Ejercicios De Estiramiento
Los fisioterapeutas pueden efectuar un estiramiento suave o los pacientes lo pueden llevar a la práctica en casa. Con este fin, se han diseñado varias cintas de video especialmente para pacientes de FM. Los ejercicios de estiramiento son importantes porque ayudan a aliviar la tensión y los espasmos musculares. En los puntos difíciles de tratar, se pueden usar una técnica de "rociar y estirar" en que se rocían los músculos doloridos con un enfriador, disminuyendo el dolor mientras se estiran. Los pacientes pueden también hacer una variedad de ejercicios de estiramiento usando Theraband, una tira elástica que se manipula de varias maneras o usando una "pelota suiza", inflable, muy grande, en la que pueden extenderse en varias posturas para estirar y fortalecer los músculos encogidos.
- Entrenamiento De La Postura
Mientras que las varias formas de manipulación descritas anteriormente pueden ayudar a disminuir el dolor y relajar los músculos de los pacientes, muchas veces se requiere un entrenamiento sobre la postura o el movimiento para corregir los hábitos dañinos acumulados a lo largo de la vida los cuales aumentan el dolor y para volver a educar los músculos y las articulaciones que se han desajustado. Los fisioterapeutas pueden ayudar con la postura, mientras que los profesionales capacitados en la "técnica Alexander" pueden proveer el entrenamiento sobre el movimiento. Los pacientes de la FM con problemas graves con dolores en los pies a causa de la mala postura o mecánica corporal también se pueden beneficiar de injertos especiales en los zapatos (ortótica) recetados por un podiatra.
- Terapia Ocupacional
Cuando las tareas en el lugar del trabajo contribuyen al dolor (movimientos repetitivos, sitios de trabajo incómodos, etc.), un terapeuta ocupacional puede ayudar al sugerir o diseñar mejoras. Por ejemplo, para los pacientes de FM que trabajan delante de un ordenador, los teclados ergonómicos, las sillas y otros productos pueden proporcionar un alivio importante.
- Terapia De Relajación
No es de sorprender que el dolor y los síntomas relacionados con la FM resulten muy estresantes para el cuerpo. Irónicamente, la investigación más reciente revela que fisiológicamente, los pacientes simplemente no manejan el estrés muy bien. Por eso, se les recomiendan los programas efectivos del manejo del estrés. Entre los que se utilizan para la FM se encuentran la biorretroalimentación, el watsu, la meditación, los ejercicios de respiración, el yoga, el tai-chi, la relajación progresiva, la imaginación guiada y el entrenamiento autogénico. Los pacientes necesitan un entrenamiento inicial para muchos de estos acercamientos terapéuticos, pero luego generalmente pueden seguir practicando los conceptos aprendidos sin más ayuda. Están fácilmente disponibles los libros, las cintas de audio y las clases para ayudarles.
- Acupuntura
Mientras que se han propuesto diversos remedios alternativos para el manejo de la FM, muy pocos se han sometido a los análisis rigurosos en un entorno clínico. La acupuntura, un tratamiento que involucra la inserción de agujas muy pequeñas en puntos anatómicos específicos, identificados como conductores de energía, ha sido el sujeto de mayor escrutinio. En noviembre de 1997, los National Institutes of Health (NIH, siglas en inglés) convocaron un panel de Consenso sobre la Acupuntura que luego emitió una declaración que indicaba que el dolor que resulta de condiciones musculoesqueléticas y las nauseas fueron las entidades más satisfactoriamente tratables con la acupuntura. En febrero de 1998, la oficina de Medicina Alternativa del NIH, junto varios institutos y oficinas anunciaron las "Subvenciones para el Estudio Clínico Piloto sobre la Acupuntura" con la intención de mejorar la calidad de la investigación clínica evaluando la eficacia de la acupuntura en el tratamiento o la prevención de la FM y otras varias enfermedades y condiciones.
- Nutrición
Debo advertir que los consejos que aquí se detallan no reportarán los mismos beneficios a todos. No existe el alimento milagroso capaz de curar la FM, como tampoco existe el fármaco prodigioso que pueda lograrlo. Es fundamental que, partiendo de lo que aquí se explica, cada uno aplique su experiencia. Uno de los riesgos de padecer una enfermedad crónica, además de las posibles complicaciones de la misma, es el acostumbrarse a ella. En este caso, acostumbrarse a tener el dolor como compañero perpetuo. Pero es preciso huir del conformismo teniendo en cuenta el tipo de enfermedad de la que hablamos, conseguir una mejoría, por pequeña que sea, supone un gran avance. Alimentarse adecuadamente puede contribuir a que esa mejoría se produzca. "Que tu alimento sea tu primer medicamento." Lo dijo Hipócrates hace 24 siglos, y desde entonces muchos le han dado la razón. Es preciso tener en cuenta que los enfermos de FM, y debido a las peculiaridades de su dolencia, pueden llegar a descuidar su alimentación. El tratamiento prescrito, el haber de soportar minuto a minuto la sensación de dolor y los problemas emocionales asociados son las causas de la pérdida de apetito. A ello se unen el insomnio, el cansancio y la depresión, que no hacen sino dificultar el autocuidado.
- Que debes comer
– Grupos de alimentos básicos: Cereales y legumbres (arroz, maíz, pan, etc.). – Representan la fuente más importante de carbohidratos complejos (almidones), fibras y proteínas de origen vegetal. Se recomiendan de 3 a 6 raciones por día, proporcionan energía "fácil". Verduras y hortalizas – Son fuente importante de vitaminas, sales minerales y fibras. Deberían tomarse entre 2 y 3 raciones al día. Frutas – Contienen gran cantidad de vitaminas, minerales, fibras y azúcares. Se recomiendan de 2 a 3 raciones diarias. Lácteos: Leche, queso, yogures, etc. (no se incluyen la mantequilla ni la nata). – Son ricos en calcio, magnesio y proteínas de buena calidad. La dosis diaria ideal es de 2 raciones. Cárnicos (carnes, huevos, pescado y aves). – Contienen proteínas, grasas sobre todo saturadas (excepto el pescado) y minerales como el hierro y el yodo. Grasa y azúcares – Aceite de oliva, de girasol, de maíz, frutos secos (avellanas, almendras, nueces, piñones, etc.), margarina y mantequilla, nata, chocolate, galletas, pasteles, helados y azúcar. Los aceites aportan ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, y los frutos secos fibras y proteínas de origen vegetal. Lo ideal es tomar entre 2 y 3 raciones diarias (una cucharada sopera de aceite o un puñado de frutos secos). Consejo: Tómalos con moderación.
- Tus comidas
Siguiendo la máxima "Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo", aquí tienes una recomendación para las tres comidas principales: Desayuno: Huye del desayuno rápido y demasiado frugal. La primera comida del día debe contener entre el 20 y el 25% de las calorías totales diarias. Puedes comenzar con un vaso de zumo natural y una pequeña cantidad de cereales integrales, y continuar con un vaso de leche (con algo de café, té o cereales para disolver) acompañado de una tostada con aceite de oliva. Una ingesta que incluya los ingredientes básicos te asegurará poder hacer frente a tus tareas físicas e intelectuales. Algunas personas aseguran sentir gran bienestar si desayunan varias piezas de fruta fresca seguidas de un tazón de leche. Comida: Platos nutritivos y bajos en grasa es la base de una comida equilibrada. Pero debes asegurarte que contienen los carbohidratos (pan, pastas, arroz, legumbres, etc.) suficientes para obtener la energía necesaria. Un plato de pasta o de verduras, seguido de una pieza de carne magra, puede ser la opción. Prepara la comida en casa y evita los platos precocinados. Cena: Reserva las ensaladas (la lechuga ayuda a combatir el insomnio) y el pescado para este momento del día. La cena debe ser comedida y no copiosa para asegurar el descanso nocturno. No tomes alimentos grasos ni condimentados porque te provocarán molestias en el estómago y te impedirán tener un sueño reparador.
- Que comer en caso de…
Brote agudo de dolor En caso de levantarte algún día con un dolor especialmente intenso y un cansancio extremo, debes optar por comer de manera diferente al resto de días. En estas ocasiones conviene inclinarse por:
- Seguir una dieta blanda.
- Escoger alimentos con los que poder conseguir mayor valor nutritivo, consumiendo poca cantidad. Incorpora, por ejemplo, pollo o yema de huevo a un puré de verduras tibio.
- Comer pequeñas cantidades varias veces al día, es mejor que pocas comidas muy abundantes.
- Beber 1 litro de agua, como mínimo habitualmente.
Vómitos Muchas de las recomendaciones citadas pueden servir también para el caso de que aparezcan los vómitos. Si éstos son poco copiosos o esporádicos:
- Sigue una dieta a base de papillas, puré y yogur blanco desnatado.
- Bebe zumos naturales de frutas no ácidas sin añadir azúcar e infusiones.
- Toma cantidades pequeñas y frecuentes, cada 30 o 60 minutos.
Si los vómitos son abundantes y continuados, suprime la ingesta oral y acude a tu médico.
- Algunos remedios naturales
A continuación se detallan algunos remedios que pueden ayudarte a combatir el dolor y la rigidez articular. No existen demasiadas evidencias científicas de sus beneficios y debe ser de tu propia experimentación la que te muestre si pueden o no hacerte sentir mejoría. Las primeras veces tómalas con precaución y espera a comprobar las reacciones antes de realizar la segunda toma. En caso de duda, consúltalo con un herborista experimentado y sigue al pie de la letra sus recomendaciones:
- Infusión de Albahaca. Esta planta es un tranquilizante natural y puede aliviar el dolor y los espasmos musculares. No lo tomes se estas embarazada.
- Toma una taza de agua caliente en la que habrás vertido una cucharada de miel.
- Infusión de Agracejo. Hierve durante unos 20 minutos una cucharadita de la corteza pulverizada de esta planta medicinal en dos tazas de agua. Déjala enfriar antes de tomarla. Su gusto es muy amargo, por lo que deberás endulzar la infusión con miel. Debe usarse en pequeñas dosis y mejor con supervisión médica o terapéutica. Tomado en grandes cantidades tiene efectos muy negativos.
- Decocción de corteza de Viburno. Es relajante y antiespasmódico.
- Jalea Real. Puede ayudar a disminuir los síntomas.
- Remedios de Aromaterapia. Echa 3 o 4 gotas de aceite esencial de lavanda en el agua del baño. Alivia el dolor y reduce la inflamación.
- Los aceites de pimienta negra, eucalipto, mejorana y benjuí, mejoran la circulación en la zona dañada. Aplícalos mediante un masaje suave, echando unas gotas en una crema base.
Antes de medicarse, recuerde que hay que consultar siempre con un médico o especialista. Ya existen algunos medicamentos para tratar el síndrome de la FM, pero dos principios activos, la amitriptilina (Tryptizol) y la ciclobenzaprina (Yurelax), siguen siendo los más conocidos y útiles para muchos pacientes. El principio activo tricíclico amitriptilina sirve para contrarrestar la deficiencia de serotonina (sustancia que se produce en el organismo en el curso del metabolismo, circula por la sangre y es vasoconstrictora y favorece el peristaltismo intestinal) y tiene la ventaja añadida de ayudar a conciliar el sueño y controlar el dolor. Habitualmente se receta en grandes cantidades para combatir la depresión, pero es más útil para los pacientes de FM si se administra en dosis menores.
La ciclobenzaprina es un relajante muscular que ha resultado ser útil en el tratamiento del dolor y espasmos musculares producidos por la FM. Para aquellos pacientes que no toleran estas sustancias, existen otros muchos medicamentos que actúan de forma parecida. Un grupo de medicamentos relativamente nuevo (muy empleados para tratar la depresión que a veces ocurre con la FM) son los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina. Entre éstos se encuentran la fluoxetina (Prozac), la sertralina (Aremis) y la paroxetina (Seroxat, Froxinor). Dado que entre sus efectos secundarios están el nerviosismo o el insomnio, frecuentemente se recetan junto con sedantes. Antiinflamatorios no esteroideos (AINE, para abreviar) pueden resultar útiles para quitar el dolor Fibromialgico. Entre los AINE se ubican la aspirina, el ibuprofeno (Neobrufén) y el naproxeno sódico (Naprosyn, Antalgin) con receta o sin ella, pero de forma prolongado pueden provocar úlceras gastrointestinales sangrantes. Aparecerá en el mercado una innovadora forma de este tipo de medicamentos conocida como inhibidor COX-2 que se obtiene con receta. Este medicamento bloquea sólo una de las dos enzimas (sustancia capaz de acelerar o provocar ciertos procesos químicos sin sufrir ninguna modificación) ciclo-oxigenasas (COX) que controlan la producción de postraglandinas. La <<mala>> (COX-2) se produce a consecuencia de un trauma y genera altos niveles de postraglandinas que causan inflamación y dolor. ¡Este inhibidor COX-2 no tiene ningún efecto secundario conocido! Este medicamento no afecta a la enzima <<buena>>, COX-1, que mantiene en buena forma el estómago, las plaquitas, los riñones y otros tejidos.
Analgésicos como el acetaminofeno (Tylenol) u otros con mayor cantidad de codeína, pueden también ser eficaces. Sin embargo, no se recetan con tanta frecuencia debido a sus cualidades potencialmente repentinas y se reservan frecuentemente para los enfermos que sufren explosiones repentinas de dolor o que no reaccionan bien a otros analgésicos. El medicamento tramadol (Tramadolasta, Tralgiol) es un común y eficaz calmante del dolor pero provoca reacciones alérgicas en personas sensibles a la codeína. Un pequeño número de pacientes refieren haber tenido ataques de apoplejía después de tomarlo. Las benzodiazepinas como el diazepan (Valium), alprazolam (Trankimacin), lorazepan (Loramet) y clonazepam (Traxilium) se emplean junto con pequeñas cantidades de ibuprofeno para tratar la ansiedad y los espasmos musculares. El clonazepam es muy útil en el tratamiento del síndrome de las piernas inquietas. Actúan como tranquilizantes suaves y tienen propiedades relajantes para los músculos. Al igual que los analgésicos narcóticos, las benzodiazepinas pueden crear dependencia física y se tienen que administrar con precaución. El zolpidem tartrato (Stilnox) se receta en ocasiones durante intervalos cortos a personas que tienen problemas de sueño graves y crea menos dependencia. Los medicamentos anteriormente mencionados siguen siendo el sustento para el tratamiento general de la FM. ———————————— N del A: Los nombres anteriores en cursiva metidos en paréntesis son nombres comerciales con que se conocen estos medicamentos en España.
La FM no es un trastorno psiquiátrico. Porque el ser humano es una persona que piensa, actúa y siente, no es solo un cuerpo físico. Funciona de una forma compleja donde intervienen todos los aspectos que rodean a la persona como la familia, el trabajo, los amigos, el ambiente, la situación física, el estado de ánimo y los pensamientos. No se puede entender y ayudar a una persona enferma entendiendo únicamente su dolor, hay que entender ese complejo mundo de relaciones para intentar mejorar su padecimiento y su calidad de vida. El hecho de tener una enfermedad reumatológica no implica que esté exento de padecer otros problemas tanto físicos o psíquicos. Cuando una persona afectada de FM tiene problemas de ansiedad o padece un estado depresivo, su estado general se agrava. ¿Qué es la ansiedad? Es una respuesta de su cuerpo ante situaciones problemáticas que provoca síntomas de malestar e inquietud, pero esta respuesta de ansiedad puede generalizarse a cualquier situación, sea o no problemática. ¿Qué es la depresión? Es un estado de ánimo que hace que valore las situaciones de forma negativa y pierda la capacidad de lucha ante circunstancias cotidianas. Con ambos procesos se agravan los síntomas principales de la FM: el dolor, el cansancio generalizado y los problemas de sueño. La actuación de los servicios sanitarios. Su médico de atención primaria es la figura más indicada para coordinar lo que se debe hacer ante sus necesidades asistenciales. El médico puede mejor que nadie darle información sobre la FM y la relación que existe entre ésta y cualquier otro malestar que padezca; puede darle información y consejos sobre diferentes actuaciones para mejorar su estado general de salud, como ejercicios físicos, cambios posturales, control de alimentación o control de sueño.
Conozca Su Dolor Una postura de "no aceptación" provoca con el tiempo mayor frustración. Debe saber qué es la FM, que síntomas provoca, qué actuaciones le perjudican y cuáles pueden beneficiar su estado general. Evalúe su dolor en el tiempo y equilibre sus esfuerzos. Para ello es interesante que lleve durante un tiempo un diario del dolor, donde indique las variaciones que siente, el tipo de dolor que padece, ante que circunstancias se agrava, que cosas hace que disminuya el dolor, etc. Esto le permitirá ir sabiendo cómo debe actuar, cuándo debe parar y cuándo debe cuidarse, que puede tomar o cuándo puede esforzarse más, etc. Maneje su dolor conociendo cómo funciona su cuerpo. Pudiendo pasar de un dolor máximo a un dolor leve, volver a subir o mantenerse durante un tiempo. Lo importante es que sepa que el dolor que siente como máximo e incapacitante termina pasando y seguir adelante con sus objetivos de calidad de vida. Aprenda a cuidar de sí mismo procurando un equilibrio entre esfuerzo y descanso. Cuando no pueda más descanse, y después haga todo lo que pueda, aunque tenga que esforzarse un poco. Es importante que piense que puede ayudarse a sí mismo a conseguir una mejor calidad de vida a pesar de su enfermedad.
Controle Su Tiempo Adapte sus metas. Una vez conocida la situación real debe comenzar a actuar para controlar el dolor, Adaptando su funcionamiento y sus metas, mirando lo que puede y podrá hacer, y no lo que solía hacer. Mirar hacia el pasado no va ha ayudarle a manejarse mejor en el presente, y hay muchas cosas que puede seguir haciendo. Establezca objetivos tanto a corto como a largo plazo. Para afrontar su situación de forma óptima es importante que organice sus objetivos, descomponiendo sus metas en elementos que le sean manejables y accesibles. Puede empezar por cosas pequeñas como pedir una vez por semana a algún compañero que le ayude en una acción que le resulte muy costosa. Valore siempre lo que consigue y no se desanime por lo que queda. Lo que vaya consiguiendo por pequeño que sea supone un verdadero avance, no lo compare con lo que falta sino con lo que anteriormente no podía hacer. Esto le ayudara a activar sus recursos y ponerlos al servicio de un fin concreto y podrá evaluar lo que va consiguiendo adquiriendo una sensación de mayor control.
Controle Su Tensión Mantener el cuerpo a punto es la mejor medicina. Hacer ejercicio físico es muy beneficioso ya que permite que el cuerpo responda mejor a las exigencias del medio. Si una persona no hace nada de ejercicio, tiene más dolor. En cambio mantener un ejercicio físico diario, tono muscular y fuerza adecuada, no le costara tanto realizar esfuerzos y probablemente disminuirá su dolor, ya que su cuerpo no acumulará tensión y no tendrá que combatir el "óxido". La buena forma física puede ayudarle a disminuir el cansancio. Relaje su cuerpo. Un control adecuado de la respiración le servirá para aliviar la sensación de cansancio y controlar emociones tales como la ansiedad, angustia, ira, etc. Dos ejercicios muy sencillos que podrá realizar en cualquier momento y que le ayudarán a relajarse y distraerse de su dolor.
Ejercicio 1 Siéntese cómodamente con las manos apoyadas en las piernas y con los ojos abiertos. Tome aire lentamente por la nariz. A medida que lo hace, golpee suavemente con la palma de la mano el busto, toda la zona que va desde la parte baja del cuello hasta el pecho. Comience por ejemplo por la zona del hombro derecho y vaya hacia la zona izquierda pasando por todo el busto. Cuando haya cogido todo el aire posible, deje de darse golpecitos, repose los brazos sobre las piernas y comience a soltar el aire lentamente por la boca. A medida que suelte el aire note como va relajándose, sintiéndose cada vez más tranquilo y a gusto. Puede realizar cuatro o cinco respiraciones de este tipo, y le ayudará a activar su circulación, a respirar profundamente y a distraerse de su dolor.
Ejercicio 2 Siéntese en una posición cómoda, con los ojos abiertos. Apoye los dedos índice y corazón de la mano derecha sobre la frente para utilizarlos de apoyo en el movimiento que se va a realizar con los otros dedos. Cierre su ventana nasal derecha ayudándose con el dedo pulgar y tome aire lentamente por su fosa nasal izquierda (la que queda abierta). Mantenga unos instantes la respiración. A continuación cierre su ventana nasal izquierda con el dedo anular y abra a la vez la ventana derecha quitando de ella el dedo pulgar. Suelte el aire lentamente por su fosa nasal derecha (la que ahora queda abierta). Comience realizando el ejercicio cinco veces y vaya aumentando lentamente hasta alcanzar entre diez y veinticinco ciclos. Este es un adecuado ejercicio de relajación general que le puede resultar muy beneficioso. Puede realizar estos ejercicios siempre que quiera y especialmente en aquellos momentos en los que se siente intranquilo. Relaje su mente. Piense por ejemplo en un lugar agradable e imagínese disfrutando de una situación relajante, como por ejemplo estar tumbado en la playa, tomar un baño de burbujas o recibir un masaje por todo el cuerpo. Las emociones, los pensamientos positivos y las sensaciones también pueden evocarse con la imaginación. En momentos concretos puede distraerse del dolor centrando deliberadamente la atención en algo para evitar estar pendiente del dolor, como por ejemplo fijarse en detalles de su entorno. También puede centrar la atención en actividades que le supongan un esfuerzo con el pensamiento o alguna actividad de memorización recordando letras de canciones, de cuentos o de historias, puede mentalmente resolver cuentas numéricas, etc. En definitiva, distraerse.
Preste Atención A Los Pensamientos Aprenda a generar pensamientos positivos y a ser más tolerante consigo mismo. La mente tiene un poder infinito que puede ayudarle o perjudicarle. Es importante que todos los días se levante pensando que todas las situaciones tienen algún aspecto positivo que puede encontrar, de forma que vaya aprendiendo a ver las cosas en su justa medida, sin pensamientos catastrofistas. Cuide se autoestima. Aprenda a darse valor a sí mismo, de una forma sincera aunque tenga mucho dolor, porque el hecho de tener dolor no quiere decir que no sea una persona valiosa. No olvide que a pesar de tener dolor, es una persona útil, necesaria, con una vida propia, que tiene valor por si misma como persona, padre/madre, amigo/a, hijo/a, trabajador/a, etc.
Preste Atención A Sus Emociones El verdadero conocimiento de sí mismo comienza por saber identificar todos y cada uno de sus sentimientos. Algunas veces puede renegar de un sentimiento porque lo considere impropio o doloroso, o porque tema no poder controlarlo. Pero recuerde que mientras persista la postura de no admitirlos seguirá sufriendo.
Comuníquese Aprenda a dar información. En muchas ocasiones lo que quiere, necesita o expresa no es lo mismo que entienden las personas cercanas. Esto puede provocarle un fuerte sentimiento de desesperanza. Si da información de lo que le ocurre de forma clara, aquellas personas que le rodean podrán entenderle mejor lo que le sucede, Pida claramente lo que necesita. Es importante que aprenda que solo tiene la capacidad de cambiarse a sí mismo, e intentar que sea el otro el que cambie es un motivo más de frustración. Recuerde que todos estos consejos puede ponerlos en práctica en cualquier momento, y que usted es quien mejor puede ayudarse, con esperanza, con tesón y con una adecuada orientación. Su principal objetivo debe ser usted mismo, su bienestar y su calidad de vida. Si considera que los problemas que tiene no puede abordarlos solo de una forma adecuada, puede acudir a un especialista de la psicología, a su médico de atención primaria, a su especialista en reumatología o una asociación de ayuda mutua, y podrán orientarle y ayudarle en lo que necesite.
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Autor:
Mariano Rodríguez Barroso (25 años).
Quiromasajista y masajista deportivo. Hecho en junio del 2003 (España – Madrid). Categoría del trabajo: salud – enfermedades