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El lenguaje simbólico en la celebración eucarística

Enviado por jesusrangel


    1. Abreviaturas y siglas
    2. Justificación
    3. Objetivo general
    4. Objetivos específicos
    5. Conceptos
    6. La Eucaristía símbolo del banquete del Reino
    7. El símbolo en el interior del culto litúrgico
    8. Conclusión
    9. Bibliografía

    ABREVIATURAS Y SIGLAS

    CD Christus Dominis

    CIC Catesismo de la Iglesia Católica

    DP. Documento de Puebla

    DSD Documento de Santo Domingo.

    1. Dei Verbum

    MEDELLÍN Documento de Medellín.

    IGM Introducción General al Misal Romano.

    LG Lumen Gentium

    MR Misal Romano

    OGMR Ordenacion General del Misal Romano

    OT Otatam Totuis

    Ph Revista Phase

    SC Sacrosanctum Concilium.

    INTRODUCCION

    Durante mis siete años de formación en el Seminario San Buenaventura de Mérida, Venezuela, contaba la Sagrada Escritura, la cristología y la Liturgia como mis materias preferidas. En ellas encontraba la base de mi formación para lo que en adelante iba a ser mi vida y donde la Eucaristía sería el centro de la misma. Combiné mis últimos semestres de Teología con una participación activa en los Medios de Comunicación de la Arquidiócesis, un periódico y una televisora regional, Pueblo había lanzado el desafío y se preparaba Santo Domingo donde se llevaría la experiencia para asumir nuevos retos. Consideraba entonces la importancia de la imagen en la misión de evangelizar; los medios estaban, había que aprovecharlos,

    En un momento de mi vida, que aun no llego a comprender, quise tomar como un tiempo para reflexionar o tal vez para "estar seguro de mi vocación". Me aparte del Seminario. Enrumbé mi vida por la Comunicación, sin apartarme de los principios y de toda mi formación que ocuparon la mayor parte de mi adolescencia y juventud.

    Pasaron mas de diez años. Pocas veces deje de cumplir con el precepto dominical de "oír misa" no siempre en una misma parroquia, no siempre comulgando, pero si tratando de vivir cada celebración como el mas grande Misterio de nuestra vida cristiana donde se nos da Cristo como el mas preciado regalo.

    En cada celebración, encontraba diferentes formas, "métodos" "dinámicas" aun cuando el rito era el mismo. Un día decidí, como el hijo pródigo del Evangelio regresar y encontré la mano amiga y paterna de Monseñor Baltazar Porras. Inicio un proceso de adaptación y de retomar mis estudios teológicos y varios meses después me envía al ITEPAl a cursar estudios. Cosas de Dios, inicio el Diplomado con el tema de Pastoral Litúrgica, mi tema, y con profesores muy bien preparados en todo lo que tiene que ver con simbologia, mistagogia…., lo que interprete como un signo providencial. De allí, él por qué este tema: EL LENGUAJE SIMBÓLICO EN LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.

    JUSTIFICACION.

    A cuarenta años del Concilio Vaticano II, centro de la gran reforma litúrgica donde se pasa de una celebración estática a una mas dinámica, de unos ritos mas bien preocupados de lo riguroso a unos de signos, donde la vida misma debe ser sacrificio espiritual, alimentado y expresado con los signos de la fe con participación positiva de los fieles como expresión del sentido mismo de su vida, donde pasamos a una liturgia de asamblea Eucarística, centrada en su celebración como culmen y fuente de toda la vida cristiana. Donde considero la liturgia como como "la fuente primera y necesaria del genuino espíritu del cristiano"(O.T. 16)…en la que han de beber los fieles el espíritu(…)y por lo mismo los pastores de almas deben aspirar a ella con diligencia en toda su actuación pastoral por medio de una educación adecuada"( S.C. 14=, encontramos en nuestro alrededor y en reiteradas ocasiones expresiones de católicos, al referirse a las celebraciones litúrgicas, tales como ": fui a misa", "voy a escuchar misa". O "la misa estuvo Chevere", "estuvo aburrida la misa". Ignorando por completo el sentido de la palabra CELEBRAR que nos hace participes, no solo de la Eucaristía, sino de todos y cada uno de los sacramentos de nuestra vida de cristianos. Surge entonces una interrogante: Es que acaso nuestros pastores no cumplieron o no están cumpliendo con lo dispuesto por la reforma conciliar "formen con diligencia y paciencia la educación litúrgica y la participación activa de los fieles, interna y externa(…)cumpliendo así una de las funciones principales del fiel dispensador de los ministerios de Dios" (S.C. 19). O es que se ha descuidado en los últimos años esta labor, reduciendo las celebraciones a meramente verbalistas, donde la riqueza simbólica y gestual esta perdiendo su verdadero sentido, corriendo entonces el peligro de caer en unas celebraciones "aburridas" donde el sacerdote las toma por deber y el fiel por obligación.

    Medellín, Puebla y Santo Domingo, estas ultimas tres Conferencias del Episcopado Latinoamericano, desarrolladas después de la reforma conciliar han continuado la línea de acción, en el sentido de realzar el valor de la liturgia "como acción de Cristo Cabeza y su cuerpo que es la Iglesia (Medellín 9(4) y dando una serie de fundamentos partiendo desde un Jesús liturgo M. 11(13). En Puebla los Obispos presentan la liturgia como "el ejercicio del sacerdocio de Cristo, es cumbre y punto de la vida eclesial, encuentro con Dios y con los hermanos…"(DP 918) resalta al hombre como ser sacramental que a nivel religioso "expresa sus relaciones con Dios en un conjunto de signos y símbolos, Dios igualmente los utiliza cuando se comunica con los hombres" (D.P.918).

    En las Conclusiones de Santo Domingo, la celebración litúrgica "es acción de Cristo Total cabeza y miembros y como tal debe expresarse el sentido mas profundo de su oblación al Padre (DSD.34) Hace hincapié en promover "una liturgia que en total fidelidad al espíritu que el Concilio Vaticano II quiso recuperar en toda su pureza busque dentro de las normas dadas por la Iglesia, la adopción de las formas propias de las culturas de América Latina y del Caribe(DSD53), mas explícito aun en las Líneas Pastorales: Evangelización Inculturada, ofrece la promoción y acogida en la liturgia, de los símbolos, ritos y expresiones religiosas de las culturas indígenas, compatibles con el claro sentido de la fe, manteniendo el valor de los símbolos universales en armonía con la disciplina general de la Iglesia(Cf. DSD. 248)

    El Papa Juan Pablo II en discursos, cartas y encíclicas ha resaltado el valor de la inculturacion en la liturgia y sobre todo el valor y vitalidad que "puede despertar la celebración eucarística en contacto con las formas, los estilos y las sensibilidades de las diversas culturas" (Ecclesia de Eucharistia 52)

    Darían estos documentos, respuesta a las exigencias del Magisterio post conciliar puesto que abre nuevas perspectivas, siempre y cuando se adapten a las reglas establecidas que de por sí contienen una riqueza simbólica y gestual que hacen de una celebración una realidad amena, gustosa y sobre todo evangelizadora donde la riqueza de la Palabra que lleva a una buena utilización de los símbolos, puede producir mas frutos, teniendo siempre como guía a Jesús el gran Maestro de la pedagogía simbólica.

    OBJETIVO GENERAL

    Presentar algunas reflexiones, a la luz de los documentos de la Iglesia, la tradición, los Manuales de Liturgia, las obras escritas sobre el tema, pero teniendo como fuente primordial la Sagrada Escritura, sobre la importancia de la utilización del lenguaje simbólico que puedan llevar a la celebración a alcanzar aquel sentido sagrado propio de la dimensión de los Santos Misterios que son el núcleo de toda acción litúrgica, con énfasis en la Celebración Eucarística, como centro y cumbre de la vida de la Iglesia y de nosotros como cristianos.

    OBJETIVOS ESPECIFICOS

    1.-Presentar la Eucaristía como el centro sacramental donde el lenguaje simbólico nos permite entrar en contacto con lo inaccesible.

    2.- Resaltar el contenido y la riqueza de los signos y símbolos eficaces en la celebración y adentrarnos en la comprensión del papel que juegan en el universo litúrgico

    I .-CONCEPTOS:

    En esta parte del trabajo, tratare de conceptualizar los principales terminos que desarrollare. No se trata de profundizar ni entrar en pormenores sobre la evolución del concepto, simplemente teniendo como fuente los diccionarios de Liturgia y Teología al igual que el Magisterio, en algunos casos, nos darán la luz para la interpretación de los mismos.

    1.1.-SIGNO

    El diccionario de Liturgia lo define "como una realidad sensible que revela en si misma una carencia y remite a otra realidad ausente o no presente de la misma manera"

    Se puede concebir el signo como todo aquello que, con una base histórica, permite el conocimiento del misterio creando las condiciones para la relación interpersonal. El signo y el lenguaje expresivo son fuentes de comunicación, pero, por su naturaleza ambigua, requiere la intervención de la palabra para explicarlo.

    Tradicionalmente los sacramentos se han definido como signos eficaces de la gracia. Tal vez el concepto mas tradicional eclesiásticamente es el de San Agustín: "El signo es una realidad que, mas allá de la imagen de si mismo, que imprime en los sentidos, lleva al conocimiento de otra cosa" Entendido así, diríamos que el signo hace presente esa otra cosa.

    Cuando se usa en un sentido mas especifico (y sobre todo en relacion a símbolo), con él normalmente se entiende una realidad sensible que se remite a un significado preciso pero de carácter convencional: mas determinado pero mas limitado; y por tanto entre el significante y el significado no hay una relacion de comunión y presencia; otros hablan de una relacion inmotivada (no fundada naturalmente) y por tanto no necesaria (Como convención). Pero hay muchos estudiosos que prefieren conservar para el termino signo una acepción general, e introducen, para indicar el sentido mas especifico de la palabra, otros términos de significados no siempre unívoco, como señal, índice, icono, imagen, emblema, etc.

    El mismo diccionario citado, trata de igual manera el signo que el símbolo. Sin embargo en la Biblia apenas se usa el termino símbolo en Os. 4,12; Sap. 2,9; 16,6. Mientras que signo se emplea 80 veces en el Antiguo Testamento y 70 veces en el Nuevo Testamento. Pero, al margen de los terminos, el lenguaje simbólico, profundamente connatural a la mentalidad semita, es una de las características de la Sagrada Escritura, por lo demás la pedagogía de los signos es una constante en la acción del Dios vivo en medio de su pueblo.

    Para el evangelio de San Juan, signo es lo que una vez visto, mueve a creer. Por eso los que desconfían de Jesús dicen: "¡Que signos haces para que los veamos y creamos en ti?" (Jn. 6.30) El signo permite ver y creer porque es la intersección de la intervención divina en la visibilidad humana. El signo indica un lugar y un momento de la intervención de Dios por medio de Cristo, en el mundo de los humanos. Diríamos entonces que signo es la dimension visible de la intervención libre de Dios para curar, rehacer y santificar a las criaturas humanas.

    San Juan presenta en su evangelio siete signos prodigiosos:

    El agua cambiada en vino (Jn. 2,11)

    -La curación del hijo del oficial real "Si no veis señales y prodigios no creéis" Jn. 4,48)

    -La curación del Paralítico de la Piscina (Jn 5,1-18)

    -La Multiplicación de los panes, cuando la gente al ver el signo que había hecho Jesús dice "Este es el profeta que había de venir al mundo" (Jn. 6,14)

    -Jesús camina sobre las aguas (Jn. 6,16-21)

    -La curación del ciego de Nacimiento (Jn. 9)

    -La Resurrección de Lázaro (Jn 11). Este milagro mueve a decir a quienes no creen "Este hombre realiza muchos signos prodigiosos"

    Estos signos por el hecho de causar admiración en quienes los contemplan llevan el pensamiento mas allá del hecho puntual producido por la intervención divina.

    1.2 SIMBOLO

    Es poca la diferencia que hace el diccionario de Liturgia entre signo y símbolo. Otros diccionarios lo toman desde diferentes aspectos. Como lo dije al principio de este capitulo, tratare de tomar su etimología para una aproximación conceptual.

    Como toda realidad fundamental y envolvente del hombre, parece escapar a cualquier intento de definición. Etimológicamente "symbolom" es un objeto cortado en dos trozos cada uno de los cuales queda en posesión de una persona. Dos personas que se quieren, dos huéspedes, dos peregrinos, dos compañeros que tienen que separarse, se quedan cada uno con una parte, mas tarde al juntar las dos partes reconocerán los lazos que les une. De esta manera el símbolo es el operador de un reconocimiento mutuo, es mediador de identidad. En este sentido primigenio, la Iglesia se reconoce a si misma en el credo o símbolo de los Apóstoles

    En la Introducción al Diccionario de los símbolos se reconoce con claridad " "El estudio general de los símbolos no esta aun lo bastante avanzado, como para permitir una teoría capaz de dar cuenta satisfactoriamente de todos los hechos acumulados"

    A partir de la etimología ya señalada, el símbolo puede calificarse como una realidad- puente. Tiene, en efecto, la propiedad de juntar, de sintetizar en una misma expresión un componente preracional, con sus raíces en el estrato síquico del inconsciente cargado de resonancias cósmicas, y otro componente racional, perteneciente al estrato de la conciencia, del "logos", de la palabra.

    Podríamos agregar algo mas. El símbolo es el lazo que une el ser del hombre con el ser total. El símbolo permite al hombre "la libre circulación en todos los planos de lo real"

    En definitiva, la función del conocimiento simbólico, será revelar la realidad total, inaccesible a los demás medios del conocimiento; descubrir las modalidades mas secretas del ser mismo del hombre y la vertiente "cualitativa" del Cosmos en su conjunto; en una palabra, la función de los símbolos será ampliar los limites de lo real para el hombre.

    De aquí que la presencia de los símbolos resulte indispensable en el universo religioso, cuando se trate de expresar lo inexpresable, y de comulgar" con lo absolutamente otro". De esta manera, queda patente la pertinencia, o mejor dicho, la necesidad de los signos para la vida litúrgica.

    1.3.- CELEBRACIÓN:

    El termino celebración (del latín celebratio) puede significar, de acuerdo al diccionario, gentío, afluencia numerosa de personas, solemnidad, etc. En el contexto litúrgico, usamos el termino celebración para indicar el cumplimiento ritual del sacrificio eucarístico, o bien la celebración solemne de uno de los misterios de la salvación, mediante la eucaristía que es el rito eclesial por excelencia.

    Celebrar es siempre realizar una "acción publica" ligada a una comunidad y hecha con cierta solemnidad. Se asocia celebración con fiesta o solemnizacion. El objeto de la fiesta de la Iglesia es, desde el principio el acontecimiento Cristo; y de la celebración de su memorial nacen y se desarrollan las fiestas cristianas.

    El Concilio Vaticano II recuerda que cada vez que los ritos suponen una celebración comunitaria, caracterizada por la presencia y la participación activa de los fieles, ésta debe preferirise a la celebración individual y casi privada. Esto vale sobre todo para la misa y para los sacramentos.

    1.4.-EUCARISTIA

    Es el sacramento central de la Iglesia. Centro de culto y de la vida Cristiana. En su etimología griega, significa acción de gracias, agradecimiento, el Nuevo Testamento lo utilizara para traducir el termino hebreo berakah (bendición) que se basa en el recuerdo de los beneficios extraordinarios recibidos de Dios.

    La Eucaristía es el sacramento central del septenario sacramental que hace presente al mismo Cristo.

    "La celebración de la Misa como acción de Cristo y del Pueblo de Dios ordenado jerárquicamente es el centro de toda la vida cristiana para la Iglesia Universal y Local y para todos los fieles individualmente" Es esta la afirmación clara y solemne con que se inicia el primer capitulo del nuevo Misal (OGMR, 1) haciéndose eco de tantas tomas de posición del Vaticano II. No es difícil de justificar si en la celebración de la Misa se toma la presencia dinámica e irradiante del misterio de Cristo en singular, esto es la globalidad del acto en su redención, o en plural, como presencia de los misterios de Cristo o sea de los aspectos o momentos del único acontecimiento salvífico.

    Es así la Eucaristía un sacramento complejo, ya que la cena del Señor es ante todo el memorial eficaz de su único sacrificio el rito sacramental que actualiza la Pascua. Pero ha sido instituida para la Iglesia para permitirle recibir, mediante la comunión el fruto del sacrificio del Señor, uniéndose a él en la ofrenda al Padre.

    II.- LA EUCARISTIA SIMBOLO DEL BANQUETE DEL REINO.

    Coinciden, muchos autores, al hablar de la Eucaristía en que es el sacramento por excelencia pues en ella de manera eminente se cumple todo aquello que se puede decir sobre los sacramentos y la sacramentalidad. Comenta el Papa Juan Pablo II que en este sacramento volvemos a vivir el Misterio de la Redención Culminante en el Sacrificio del Señor.

    2.1.-LA EUCARISTÍA CIMA Y FUENTE DE LA VIDA CRISTIANA

    La Eucaristía, es fuente y centro de la vida de Dios ofrecida a los hombres ya que ella hace la Iglesia: constituye el pueblo como Iglesia de Dios ungido por el Espíritu Santo. Es el manantial del amor que Dios nos tiene para que ejercitemos el amor fraterno. Es el eje vertebrador de la Pastoral de la Iglesia y de su misión evangelizadora, ya que es el eje de toda la comunidad eclesial. Es la cima de la vida cristiana porque es la comunión mas plena con Cristo Nuestra Vida.

    La Eucaristía esta situada en nuestra tierra, en nuestro tiempo : es el pan amasado por la gente d nuestro pueblo, el vino procedente de los racimos estrujados por los pies de nuestros campesinos. Pero, mas que signos de la tierra, están apuntando a Cristo glorificado, eterno e invisible y Cristo glorioso se sirve de este pan y de este vino para comunicarnos realmente su presencia entre nosotros.

    En esta parte del trabajo queremos que los contenidos queden claros y se encuentren dentro de la perspectiva simbólica de la sacramentalidad y de la Iglesia. El Orden del tiempo, como lo presentan muchos autores, se da comenzando por el futuro, porque desde esta perspectiva se entiende lo que es la Eucaristía como prenda, pregustacion y símbolo real de los bienes futuros, centrados en Cristo. Si rememoramos la Pasión del Señor, ocurrida en el pasado y contemplamos y agradecemos en el presente la gracia de Cristo, es precisamente para alcanzar los bienes futuros que esperamos, su venida gloriosa.

    2.2.- ANTICIPACION DE FUTURO

    El Cristianismo es la religión que anticipa simbólicamente las realidades divinas en las cuales creemos y confiadamente esperamos de Dios mismo.. La fuerza de la Eucaristía consiste en anticipar la presencia de Cristo, termino final de toda historia humana. Si Cristo es el Señor del tiempo, la Eucaristía es la anticipación de la plenitud divina, que nos ha prometido y que esperamos con fe. Es él, en su infinita bondad que ha querido anticipar entre sus amigos su presencia y su gracia. Sintetizamos que la Eucaristía es la presencia anticipada de Jesús glorioso que se entrega a la comunidad reunida y a cada uno de los comensales en el banquete del pan y del vino. La comunidad cristiana se hace signo de la presencia de Dios en el mundo, pues con el sacrificio Eucarístico pasa con Cristo al Padre.

    2.3.-MEMORIAL DEL PASADO

    ¿Cómo puede ser anticipación y al mismo tiempo memorial que asume y rememora la pasión de Cristo? Un tema profundamente teológico que trataremos de expresar en cortas líneas. Tanto el Principio como el Fin son divinos, presididos por el Verbo encarnado, crucificado y resucitado de entre los muertos. El es quien culmina y sostiene todas las intervenciones de Dios en la historia. El Verbo hecho carne, muerto y glorificado como el Cordero del Apocalipsis, es el principio y el término, el primero y él ultimo que permanece eternamente.. Puede hacerse memoria, porque Cristo mismo ha asumido personalmente una historia pasada de Pasión, Muerte y apertura a la vida divina para él y para nosotros. Las lecturas inherentes de manera intrínseca a la celebración de la Eucaristía rememoran con fe y con gozo una historia que, en la persona del glorificado, se ha hecho eterna, por eso el sacramento memoriza y anticipa, porque todo lo centra en la persona de Jesucristo, "el mismo ayer, hoy y por los siglos" (Hb 13,8). La Eucaristía es memorial porque es lo que permanece de Jesús y nos hace recordar su pasión. En una sola palabra tradicional y expresiva: Cristo nos ha dado su cuerpo glorificado por el Espíritu, con su sangre derramada y gloriosa, símbolo de la vida divina

    2.4.- PRESENTE DE GRACIA

    El Señor del tiempo es el mismo, ayer, hoy y siempre. El memorial nos arraiga en el pasado. La prenda del futuro nos lanza hacia el Reino de Dios. ¿Qué tenemos en el Presente, en el hoy de la Eucaristía?. En primer lugar tenemos el pan vivo que nos baja del cielo, como anticipación del banquete celestial, en sintesis la mente llena de gracia que nos viene de la presencia pascual del Señor.. A la Eucaristía la hemos de contemplar como signo y como realidad al mismo tiempo, es decir como Cristo en la gloria del Espíritu, entregado a la comunidad eclesial y oculto bajo el velo del pan y del vino como signos. En el Antiguo Testamento encontramos como una preparacion de Cristo entregado por el Padre a los hombres.

    "La sabiduría ha edificado una casa

    Ha labrado siete columnas, ha hecho su sacrificio, ha mezclado su vino, ha preparado su mesa, ha enviado a sus criados

    Y anuncia en la cima de los montes de la ciudad:

    "Si alguno es sencillo que venga aquí"…

    y al que es sabio le dice:

    "Venid y Comed de mi Pan,

    Bebed de mi vino que he mezclado;

    dejas de necedades y viviréis

    y dirigidos por los caminos de la inteligencia" (Prov. 8,1-6)

    2.4. "PALABRA Y PRESENCIA" SEGÚN LA ENCICLICA MYSTERIUM FIDEI DEl PAPA PABLO VI.

    Esta encíclica es una buena síntesis de la enseñanza del Magisterio sobre el Misterio Eucarístico. Se presta a una actualización que, lejos de adulterar los contenidos los pone con el relieve debido. Tomamos algunos puntos de la parte teologica de la encíclica:

    1. La Eucaristía es un Don otorgado por Cristo a la Iglesia (n.1)

    2 En la vida de la Iglesia, la Eucaristía ocupa el primer lugar: el centro y el Corazón (n 2)

    3 El sacrificio Eucarístico representa el Sacrificio d Cristo en La Cruz; es la esencia de la Eucaristía (nn 5 y 27) y es la ofrenda de la Iglesia (n. 6)…El sacrificio no se puede separar del sacramento, por el cual Cristo se hace presente de manera especial en la Eucaristía ( n 34)

    4 El fruto de la devoción eucarística es la unidad de la Iglesia (n.6). El Misterio de la fe es el misterio de la unidad. En efecto, Cristo dejo la Eucaristía a su Iglesia "como símbolo de su unidad y caridad por medio de la cual él quiere ver a todos los cristianos, unidos entre ellos"

    5 La iglesia se ofrece ella misma. Con Cristo Sacerdote, a Dios, el Padre (n 31). En este ofrecimiento se encuentra la raíz de la santidad humana. El encuentro del hombre con Dios siempre supone el dinamismo de la ofrenda. Después que el Padre ha entregado (ofrecido) su hijo a la Iglesia y a la humanidad, ahora, en la Eucaristía, se realiza la ofrenda de afecto y de servicio de toda la Iglesia, Cuerpo de Cristo y d sus miembros al Padre y a todos los seres humanos.

    6 La Eucaristía es la acción de Cristo y de la Iglesia (n32) Es la acción Publica y social de la Iglesia entregada al Padre y a todos los humanos. Quiere decir que la presencia publica de la Iglesia en la sociedad tiene su centro y culminación en la Eucaristía.

    7 Los sacramentos son acción de Cristo porque suponen su presencia. En la Eucaristía, "Cristo está presente como alimento espiritual de los fieles bajo las especies del pan y el vino" (34 .38)

    La presencia de Cristo en la Iglesia que ora y en la Iglesia que predica la Palabra de Dios es subrayada por la encíclica que sigue fielmente Sacrosanctum Concilium n 7, sobre las diversas maneras de estar presente Cristo en los distintos elementos y momentos de la celebración..

    III.- EL SIMBOLO EN EL INTERIOR DEL CULTO LIRURGICO

    La Liturgia es la expresión del hombre total, en su dimensión natural y cultural, en su vertiente cósmica y social. El hombre es radicalmente cuerpo y como ser corporal es propio del hombre expresarse tanto con el lenguaje oral, como con el lenguaje gestual. La palabra habita la liturgia en su múltiple variedad de registros: clamor, lamentación, ruego, narración. Proclamación…; pero la acción cultural utiliza también gestos y acciones corporales: la marcha, la posición de pie, la inclinación y la genuflexión, el beso del libro o del altar, la elevación de las manos, de los ojos, el apretón de manos, el abrazo fraterno, el comer…. El canto, síntesis original de palabra y gesto corporal, puede ser considerado como el corazón mismo de la liturgia.

    A la liturgia se ha incorporado una serie de símbolos cósmicos fundamentales, profundamente arraigados en el inconsciente colectivo y en la memoria histórica de la humanidad: la luz, el agua, la tierra o la ceniza, el pan…símbolos que no han perdido su poder de evocación y resonancia tampoco para el hombre de nuestro tiempo a pesar de los adelantos de la informática; se convierten así, en la liturgia, en parte de nuestra corporeidad cósmica, y nos remiten, quizá a un nivel no consciente pero real.

    Toda la Biblia de la que se nutre directamente la liturgia y de forma particular el libro de los Salmos, evocan constantemente estos símbolos cósmicos a un nivel literario: así la luz, arquetipo universal de la alegría, de la verdad y de la felicidad; las tinieblas, su realidad antagónica, que simboliza la tristeza, la mentira y la opresión; el cielo que evoca la morada divina, la nube que señala la manifestación ocasional de Dios, el monte, el lugar de la presencia y eventual actividad divina dentro de la esfera humana, etc. así como también las alteraciones de dia y de la noche, el paso regular de las estaciones, que se prestan a tantas evocaciones en el plano de la experiencia humana, individual y colectiva.

    3.1.NOVEDAD CRISTIANA

    En régimen cristiano los símbolos no son meramente cósmicos, son portadores de un nuevo proyecto de existencia, ligado a la Palabra reveladora de Dios en la historia. Ya Israel había efectuado esa transposición de los ritos cósmicos a un nivel histórico. Con la llegada del Nuevo Testamento, se traspasa un nuevo umbral y se verifica una cristologizacion total del culto. En consecuencia, todos los símbolos cristianos asumen un sentido nuevo. La Pascua, símbolo cósmico del nacimiento de la primavera, fiesta de la liberación del pueblo de Dios, será ahora, celebración, presencia y comunión con la muerte y resurrección de Cristo.

    A la luz de la investigación neotestamentaria actual vemos que la eucaristía cristiana encuentra su suelo primigenio en la comensalidad de Jesús. Varios autores, partiendo de allí, hablan de una triple raíz constituyente de la eucaristía en el Nuevo testamento, formado por las comidas comunitarias del Jesús historico, la ultima cena y las comidas pospascuales de Cristo ya resucitado. Ahora bien, si Cristo eligio el Pan y el Vino para simbolizar el don de la vida, podríamos arriesgarnos a decir que cualquier ser humano es capaz de ver simbolizado en el alimento diario lo que le fortifica y sustenta su vida.

    3.2.-EL LENGUAJE DE LOS SIMBOLOS

    Para nosotros la historia de la salvacion tal como ha quedado plasmada en la Biblia, y sobre todo en Cristo Jesús y su evangelio es toda una enciclopedia del símbolo; Dios nos ha alcanzado con su salvacion por medio de la Palabra y la Acción. En la Vigilia Pascual damos gracias a Dios porque tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo nos ha hecho conocer y nos ha comunicado su salvacion con acciones simbólicas, por ejemplo a través del agua.

    Como lo decía anteriormente, en nuestra liturgia las acciones simbólicas tienen una base antropológica( comer y beber juntos, bañarse en agua, ungirse con perfumes), que reciben su pleno contexto cuando las entendemos desde la Biblia y las resonancias que de ella reciben. En Vaticano II ya decía que los signos de la liturgia reciben su significado de la Biblia .

    Sobre todo es el mismo Cristo el que se ha manifestado como el gran sacramento, icono y símbolo del Padre. Él es el signo eficaz por excelencia de la cercanía de Dios, de su amor y de su perdón. Además el mismo modo de actuar de Cristo, para transmitirnos los valores de su reino, ha sido siempre de genero simbólico:

    Quiere comunicarnos la luz; le devuelve la vista a un ciego.

    Quiere ser alimento para el camino; y da de comer a una multitud.

    Quiere asegurarnos la vida y resucita a Lázaro.

    Convierte el agua en vino.

    Se deja bautizar en el Jordán

    Lava los pies a sus discípulos

    La Palabra y la acción simbólica, complementariamente, son su modo de realizar el Reino.

    Pues bien este lenguaje tiene en la liturgia una realización privilegiada. La liturgia es una acción simbólica continuada, además de anuncio verbal, oración y alabanza. Celebramos con la palabra, el canto y el silencio, ya que son en rigor lenguaje simbólico. Pero además lo hacemos con ritos simbólicos no- verbales, que llegan muchas veces mas lejos que las palabras. Son precisamente a estos ritos no verbales a los que tenemos que rescatar y realzar pues constituye parte del objetivo de este trabajo.

    3.3.— ENTRAR EN EL MISTERIO POR LOS SIMBOLOS

    El titulo del trabajo me remite a esta parte del Misterio. Pero quisiera hacerlo desde la perspectiva de sintonizar lo sagrado en el misterio que celebramos, que es la actuación salvadora de Cristo y de su Espíritu. Como lo dije anteriormente, siguiendo las leyes de la Historia de la salvación y de la Liturgia, es precisamente el símbolo, el que nos facilita este acceso y este encuentro con el misterio de Dios.

    A través de los símbolos cósmicos, basados en lo mas primario de nuestra humanidad corpórea –el agua, la luz, el pan, el vino, el aceite, el incienso, etc.- Dios se expresa y nosotros nos expresamos y se produce el encuentro. El Símbolo nos ayuda a salvar el abismo de lo visible a lo invisible.

    Se trata entonces, desde esta perspectiva de que por medio de los símbolos sacramentales consiga el Pueblo de Dios un acceso más eficaz al misterio que celebra. O sea, que el símbolo sea mediador del misterio, facilitando una celebración profunda, que es la finalidad de toda la liturgia bien entendida.

    El símbolo no apunta solo o primariamente a la notificación de un concepto, sino a la comunicación de un sentimiento y a la dinámica del encuentro. No afecta solo a la mente sino a la totalidad de la persona humana: nos introduce y nos pone en relacion con un orden de cosas que ya el mismo símbolo contiene de alguna manera.

    En el concepto de símbolo decíamos que significa precisamente unir dos partes de una misma realidad. Es decir, une, agrega, reúne. Tomándolo desde la liturgia podríamos afirmar que el hombre queda integrado con su historia, con sus orígenes. El símbolo da sentido y unidad al pasado, al futuro y al presente. Hace presente lo que pasó, adelanta lo que será y todo lo concentra en el "hoy". El símbolo, al modo también del"memorial", nos ayuda a encontrarle el sentido a la existencia y al tiempo.

    La EUCARISTIA, nuestra acción simbólica principal, es condensación del ayer pascual del éxodo de Cristo, el mañana definitivo de su reino y el hoy de su comunicación a nosotros como alimento y bebida.

    Del mismo modo el domingo, nuestro sacramento en el tiempo semanal, símbolo hecho tiempo de nuestra salvacion es convergencia y confluencia del día primero, la Pascua del Señor, pero también del día octavo, el día definitivo de su aparición gloriosa , y todo ello en el día que adquiere sentido pleno la reunión eucarística de la comunidad del Señor Resucitado

    3.4.-EL ACTUAR DE LOS SÍMBOLOS

    En los símbolos litúrgicos hay una continuidad con la vida y su lenguaje, pero hay también una discontinuidad, y debe hacerse un esfuerzo para que en la celebración cristiana se dé el salto a lo trascendente, sin quedarse solo en lo humano. Por eso la dinámica del símbolo litúrgico requiere una iniciación y en ella se debe tomar en cuenta toda la serie de resonancias y connotaciones bíblicas, históricas, eclesiales, que de alguna manera hay que aproximar con una catequesis mistagógica.

    Si a una acción simbólica le falta la fe interior puede quedar vacía. Los símbolos litúrgicos, sobre todo los centrales, están pensados para que sirvan de puente al misterio, pero esto sucede dentro de un contexto de fe. Podemos ver como otro peligro del símbolo que nos quedemos en su materialidad externa, sin llegar a la realidad profunda que comporta. Los judíos se quedaron con el becerro de oro, y a el le dedicaron sus cantos y su fiesta: el simbolo no les llevo al Dios que les había salvado.

    En este adentrarse al lenguaje de los simbolos se pueden caer en exageraciones a veces demasiado extremistas, pero la solucion esta en el simbolo bien entendido. Se debe entender que es algo nuestro, expresión nuestra, lenguaje humano. Pero a la vez es accion de Cristo y participacion de su misterio.

    3.5.-ALGUNOS SIMBOLOS EN LA CELEBRACION

    Hemos tratado de presentar el sentido de los signos partiendo de que el conocimiento del significado concreto de los diferentes gestos, ritos y símbolos liturgicos es fundamental para que los misterios que la Iglesia celebra puedan ser plenamente comprendidos y vividos por todos los que participamos en ellos. ElCatecismo de la Iglesia, resalta el significado de los signos desde la Antigua Alianza. En el concepto de signo, resalte la visión del evangelista Juan sobre los signos prodigiosos de Jesús y el CIC resalta que desde Pentecostes, el Espíritu realiza la santificacion a traves de los signos sacramentales de su Iglesia. "Los Sacramentos de la Iglesia no anulan, sino purifican e integran toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos y de la vida social. Aun mas, cumplen los tipos y las figuras de la Antigua Alianza, santifican y realizan la salvación obrada por Cristo y prefiguran y anticipan la la gloria del cielo (CIC 1145-1152)

    En el siguiente cuadro trato de presentar algunos de los símbolos mas usados con su referencia bíblica mas importante. Algunos, tienen mas citas e interpretaciones.

     ELEMENTOS Y

    SIMBOLOS

    LOS SIGNIFICADOS

    REFERENCIAS

    BIBLICAS

    USOS

    LITURGICOS

    PAN Y VINO

    ALIMENTO OFRENDA

    UNIDAD- CUERPO

    MUERTE- RESURECCION

    Gn.14,18;Sal 104,14-15

    1Co. 10,16-17

    Jn. 12,24

    EUCARISTIA

    LUZ

    PRESENCIA DIVINA

    CRISTO LUZ ETERNA

    FIESTA

    Ex.27,20; Ap. 4,5

    Lc. 2,32; Jn.8,28

    Hch 20,8

    LA LUZ ESTA PRESENTE EN TODAS LAS CELEBRACIONES.

    INCIENSO

    ORACION

    SACRIFICIO DE ALABANZA

    HONOR

    Sal 141,2

    Lc. 1,10-11

    Ap. 8,3-5

    EUCARISTÍA, PROCESIONES, DEDICACION DE UN ALTAR,

    EXCEQUIAS.

    AGUA

    MUERTE VIDA

    NUEVO NACIMIENTO

    ESPÍRITU SANTO

    Rom. 6,3 ss

    Jn. 3,5

    Jn. 7,37-38

    EN EL BAUTISMO, LA EUCARISTÍA, ASPERSIONES, BENDICIONES, EXCEQUIAS.

    FUEGO

    RESUREECION

    ESPÍRITU SANTO

    Mt 3,11

    Hch 2,3

    VIGILIA PASCUAL, DEDICACION DE UN ALTAR.

    Para la elaboracion del cuadro, he tomado algunos de los símbolos resaltados por el Padre Aldazabal, y de otros autores lo refernte a las citas biblicas. Es de hacer notar que el Pan y El Vino, que se convierten en el Cuerpo yla Sangre delSeñor Ewsucitado, es el gesto simbólico que mas ayuda a entender la Eucaristía, que ademas de signo de unidad fraterna reconciliada y festicva, en ella se nos da el mismo Cristo como comida y bebida para el camino.

    Si el Antiguo Testamento comienza con el "no comais", en el Nuevo Testamento se escucha el encargo de "tomad y comed".Si entonces la consecuencia seria "el día que comieras de el, moriras", ahora la promesa es lo contrario: "el que come este pan vivira para siempre". El Catecismo de la Iglesia expresa: "Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunion lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunion con la carne de Cristo Resucitado, conserva acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el bautismo" (CIC N. 1392)

    3.6.-COLORES LITÚRGICOS

    Tratare de señalar en esta parte los colores mas usados en la celebración de la Eucaristía a lo largo del año litúrgico. El Misal Romano resalta su importancia: "La diversidad de colores en las vestiduras sagradas tiene su sentido, pues por un lado tratan de expresar lo caracteristico de los misterios de la fe que se celebra, y por otro lado, exteriorizan con mas eficacia externa el sentido progresivo de la vida cristiana a lo largo del año litúrgico" (MISAL ROMANO- IGMR 307)

    COLOR LITÚRGICO SIGNIFICADO USO

    BLANCO

    PUREZA- INOCENCIA

    CELEBRACIÓN DE PASCUA , NAVIDAD,del SEÑOR (EXEPTO LA PASION),DE LA VIRGEN,LOS ANGELES Y DE LOS SANTOS NO MARTIRES

    ROJO

    SANGRE Y FUEGO

    (ESPÍRITU SANTO)

    DOMINGO DE LA PASION (RAMOS), VIERNES SANTO, PENTECOSTES, FIESTA DE LOS APOSTOLES, EVANGELISTAS Y MARTIRES.

    VERDE

    ESPERANZA

    CELEBRACIÓN del TIEMPO ORDINARIO

    MORADO

    PENITENCIA

    CELEBRACIÓN DE ADVIENTO,CUARESMA.

    3.7.- GESTOS EN LA LITURGIA.

    En esta parte del trabajo, desarrollare algunos de los gestos que realizamos en nuestra s celebraciones eucarísticas. Muchos de estos se utilizan también en los demás sacramentos. El conocer el sentido de los mismos y su adecuada utilización, serian elementos para hacer cada celebración mas participativa, mas interactiva, manteniendo siempre el sentido de lo sagrado. Fuente principal es el Misal Romano en sus notas prenoctandas y el Instructivo General del Misal Romano del Padre Roberto Russo.

    3.7.1.- LA SEÑAL DE LA CRUZ

    El primero que hizo la "Señal de la Cruz" fue el mismo Jesús. "Extendió sus brazos en la Cruz" (Plegaria Eucarística segunda", y " sus brazos extendidos, dibujaron entre el Cielo y la Tierra, el signo imborrable de tu Alianza" (Plegaria Eucarística primera de la Reconciliación) De allí la Señal de la Cruz es parte de nuestra vida.

    Cuando damos inicio a la celebración Eucarística, cuando vamos a escuchar la lectura del Santo Evangelio, cuando recibimos la bendición final, nos signamos con la cruz. Es un movimiento sencillo y expresivo, por una parte hacemos con nuestras manos un gesto que recuerda la cruz, signo mas característico de los cristianos. Y, por otra, la trazamos sobre nuestro cuerpo, deseando que la salvación de Cristo nos envuelva completamente.

    Empezar la Eucaristía con la señal de la Cruz grande, es como un recuerdo simbólico del bautismo. Vamos a celebrar en cuanto somos bautizados, pertenecemos al pueblo de los seguidores de Cristo y la Eucaristía, apunta precisamente a la cruz: es memorial de la muerte salvadora de Cristo y quiere hacernos participar de toda la fuerza que de esa cruz emana.

    Al momento de la lectura del Evangelio, hacemos la Señal de la Cruz en forma triple, sobre la frente, la boca y el pecho. En rigor del Misal (IGMR 95) parece indicarlo solo al lector ya sea el diácono o el sacerdote, pero es costumbre que toda la comunidad lo haga en ese momento. El sentido es bastante claro, queremos expresar nuestra acogida a la Palabra que se va a proclamar.

    En la bendición final,, el sacerdote la envía a todos en forma de Cruz y cada uno de nosotros nos la apropiamos con una cruz grande.

    3.7.2.- GOLPES DE PECHO

    Es uno de los gestos penitenciales mas clásicos. Nos golpeamos el pecho con nuestra mano abierta o cerrada indica humildad. Es lo que hacia aquel publicano humilde que cuando oraba en el templo "se golpeaba el pecho diciendo: oh Dios, ten compasión de mi que soy un pobre pecador" (Lc. 18,9-14). Cuando rezamos "yo confieso" hacemos nosotros lo mismo mientras decimos "Por mi culpa…" Golpearse el pecho, desde el evangelio es entonces reconocerse débil y pecador, apuntando a nuestro mundo interior, que es donde sucede el mal.

    3.7.3.-LA GENUFLEXION

    El Sacerdote que preside la Eucaristía hace tres genuflexiones: Después de la Consagración del Pan, del Vino y antes de comulgar. Si hay sagrario hace también una genuflexión antes de llegar al altar y al retirarse, finalizada la celebración. Es uno de los gestos también mas clásicos para expresar la adoración y el reconocimiento de la Grandeza de Cristo, también la actitud de humildad y penitencia.

    3.7.4-‘BESAR EL ALTAR.

    Es un gesto de reverencia. Al iniciar la celebración y al finalizarla. Se hace en silencio. Reverencia a Cristo.

    3.7.5 BESAR EL LIBRO DE LOS EVANGELIOS.

    Al hacerlo, el Sacerdote o el diácono dice en voz baja, "Las Palabras del evangelio borren nuestros pecados" Esta frase expresa el deseo de que la palabra evangélica ejerza su fuerza salvadora perdonando nuestras culpas. Es un gesto de fe en la presencia de Cristo que se nos comunica como Palabra Verdadera.

    3.7.6.-IMPONER LAS MANOS

    Hay dos momentos en la Celebración Eucarística en que este gesto simbólico tiene particular énfasis: Ante todo cuando el presidente en la Plegaria Eucarística, invoca por primera vez al Espíritu (epiclesis), extendiendo sus manos sobre el pan y el vino "santifica estos dones sobre la efusión de tu espíritu"

    El segundo momento es la bendición final. Este gesto nos habla también del Don de Dios y la mediación eclesial: Unas manos extendidas hacia una persona o una cosa y unas palabras que oran o declaran. Las manos elevadas apuntando al don divino y a la vez mantenidas sobre estas personas o cosas, expresando la aplicación o atribución del mismo don divino a estas criaturas.

    3.7.7.-LAS GOTAS DE AGUA EN EL VINO

    Con este signo el sacerdote le pide a Dios que una nuestras vidas a la suya. Al momento de preparar sobre el altar el pan y el vino, el sacerdote dice en secreto estas palabras "el agua unida al vino, sean signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido participar nuestra condición humana"

    3.7.8.-LAVARSE LAS MANOS ANTES DE LA CONSAGRACION

    Lo hace como un gesto de purificación. El presidente se lava las manos para pedirle a Dios que lo purifique de sus pecados.

    3.7.9.-PARTIR EL PAN

    El origen de este gesto en la Eucaristía lo conocemos todos. La cena judía, sobre todo la pascual, comenzaba con un pequeño rito; el padre de familia partía el pan, para repartirlo a todos, mientras pronunciaba una oración de bendición a Dios.

    Cristo también lo hizo en su ultima cena: "Tomó el Pan, dijo la bendición, lo partió y lo dio…" Es mas, fue este el gesto que mas impresiono a los discípulos de Emaus en su encuentro con Jesús Resucitado y fue este rito simbólico que vino a dar nombre a toda la celebración Eucarística en la primera generación.

    El Misal Romano explica "por la fracción de un solo pan se manifiesta la unidad de los Fieles" (IGMR 48) "El gesto de la fracción del pan que era el que servia en los tiempos apostólicos para denominar la misma Eucaristía, manifestara mejor la fuerza y la importancia del signo de la unidad de todos en un solo pan y de la caridad por el hecho de que un solo pan se distribuye entre los hermanos (IGMR 283)

    3.7.10.-COMER EL PAN

    Al comer el pan estamos convencidos de que nos alimentamos con el Cuerpo de Cristo. Su palabra ("Esto es mi Cuerpo") sigue eficaz y su espíritu es el que ha dado a este pan que hemos depositado sobre el altar su nueva realidad: ser el cuerpo del Señor glorificado que ha querido ser nuestro alimento. Este es el primer sentido que Cristo ha querido dar a la comida Eucarística: " mi carne es verdadera comida"

    También hay otros valores y gracias que Cristo expresa en el Evangelio con este simbolismo de la comida: el perdón, la alegría del reencuentro, la fiesta, la plenitud y la felicidad del reino futuro. Basta ver: El Hijo Pródigo, la multiplicación de los Panes y peces, etc.

    Pablo, mas tarde entenderá la "comida" como símbolo de fraternidad eclesial..

    3.8.-A MANERA DE CONCLUSION DEL CAPITULO

    En el desarrollo de esta parte, hemos resaltado la importancia de conocer el símbolo, el signo, el gesto. En la celebración el símbolo no se explica, no se habla de el, es él que nos habla. En que nos sirve de puente para conocer lo trascendente. Es esencial que los gestos que hacemos o la forma con que disponemos nuestros cuerpos en el espacio hablen por si mismos, Si en cada una de las celebraciones Eucarísticas se trataran de explicar los símbolos o gestos, se volverían interminables. No obstante al participar en la celebración hay que vivir el símbolo. Que el símbolo pueda hablar por si mismo, en el corazón mismo de la acción simbólica, antes de que intentemos hablar de él.

    Así es como, en los primeros siglos de la Iglesia, entendían las cosas nuestros padres en la fe. En el camino de Emaus, no fue por la narración de la historia de la salvación por lo que los discípulos reconocieron al Maestro.(Cfr. Lc. 24,25-27), Si no al partir el pan (Lc.24, 31) pues el símbolo les recordó el obrar de Jesús en la ultima Cena.

    IV.- CONCLUSION

    El símbolo no lo es todo en la celebración, claro esta. Por una parte esta la invisible acción de Cristo y de su Espíritu, y por la otra nuestras invisibles actitudes interiores de fe, de alabanza o de conversión. Y en medio, la palabra, el canto, el silencio. Y también, como lenguaje muy característico de la celebración litúrgica, la acción simbólica. Todo resulta complementario para expresar globalmente el encuentro entre lo trascendente y lo humano. Si el símbolo da corporeidad a la palabra, la palabra ilumina y quita equívocos al símbolo.

    En la celebración los símbolos tienen una función muy densa. No solo representan una realidad invisible sino que la contienen. Tienen capacidad de mediación. Cuando realizamos los gestos simbólicos, no son solo los otros los que llegan a conocer lo que queremos decir. Somos nosotros mismos los primeros que tomamos conciencia de algo, y con la acción simbólica nos realizamos, ahondando en la actitud que sentimos en ese momento.

    En el cristianismo es muy importante la palabra. El Evangelio es Buena Noticia. Pero la acción simbólica, a partir de la misma persona de Cristo, símbolo denso del Padre, da fuerza a la palabra y hace accesible la realidad misterica de la presencia de Cristo en nuestra existencia.

    En la liturgia lo fundamental es la acción invisible de Dios y la respuesta también invisible de nuestra fe y nuestra sintonía interna. Pero la acción simbólica, lenguaje característico de la liturgia nos ayuda a expresar y comprender vivencialmente este encuentro intimo con Dios.

    Jesús, fue un gran maestro de la pedagogía simbólica. También en el A.T. muchos profetas lo fueron. Nuestros presidentes de celebración deben renovarse cada día en la liturgia. No se puede caer en el mero simbolismo sin sentido o para decirlo de otra forma en el ritualismo, cumplir rito por rito olvidándose de todo aquello por lo que esta hecho y sobre todo de aquellos para los que esta hecho.

    Tampoco se puede caer en la observancia escrupulosa, pero superficial, de las rubricas, esas pequeñas notas escritas en rojo que indican en los libros litúrgicos lo que hay que hacer y como hay que hacerlo. Es decir, ejecutar materialmente las prescripciones sin espíritu, sin comprometer en ellas, no ya la propia fe o la propia piedad, sino ni siquiera el cuerpo. Extender los brazos, porque lo dice el ritual, pero no es ese verdaderamente mi intención gestual.

    Tanto el que preside la celebración como el que participa en ella debe vivirla a cada momento, si no la misa podría ser, como la toma un humorista venezolano, una especie de clase de aeróbicos, pararse, sentarse, arrodillarse….

    Sobre este tema del simbolismo litúrgico, podríamos trabajar muchisimo. Sobre cada gesto, cada símbolo se podrían realizar innumerables tesis. En este trabajo, por ejemplo he obviado el canto, elemento muy importante en la celebración y tal vez muchos otros. La misma preparación del lugar, en los evangelios sinópticos, en los relatos previos a la cena a la Cena Jesús encarga a sus discípulos, la necesidad de preparar cuidadosamente, la sala grande, necesaria para celebrar la Cena Pascual (cf Mc. 14,15; Lc. 22,12).

    Desde la justificación del trabajo, hacia ver la insistencia de las ultimas Conferencias del Episcopado Latinoamericano y los documentos del Papa Juan Pablo II, en la necesidad de enriquecer la liturgia, de tomar parte de ritos de las culturas de nuestro continente que puedan introducirse en la liturgia, sin alterar las normas pero enriqueciéndola cada vez mas. Los símbolos serán los mismos pero junto a sus connotaciones de tradición y de raíces, necesita también llegar a la personalidad cultural y subjetiva de la comunidad que celebra, y por tanto necesita un instinto de adaptación continuamente despierto,

    Sentido de lo sagrado. Sentido del símbolo. Dos direcciones interesantes de reflexión para que las celebraciones litúrgicas vayan teniendo mayor profundidad y verdad y sean por tanto mas eficaces para alimentar nuestra sintonía con la salvación que Dios nos ofrece en ellas.

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