Las nuevas relaciones
A lo largo de los últimos veinte años Washington ha celebrado una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica, ya que los mercados libres y elecciones libres han transformado a la región en un "mercado que emerge" donde los inversionistas y hombres de negocios pueden tener éxito y los ciudadanos ejercer la democracia, y es una tribuna abierta donde la prosperidad debe ser compartida.
A comienzos de los 80 hasta finales del siglo, una nueva regla de juego fue introducida en Latinoamérica, la misma ha sido denominada Libre Mercado o "régimen neoliberal". Los componentes esenciales del sistema de libre mercado incluyen la eliminación de todas las barreras al comercio, el fin de todos los subsidios estatales a la industria y a los consumidores de baja renta, la privatización de toda empresa de propiedad pública, bruscas reducciones en los gastos sociales del estado, libre convertibilidad de monedas, ilimitada remisión de beneficios, ilimitada explotación de aquellos recursos naturales escasos en el país de origen de los inversores, desregulación de las inversiones y una nueva reglamentación del trabajo que facilita la concentración de poder para contratar y despedir en los gerentes (Consenso de Washington).
Sin desafíos revolucionarios en América Central y asegurando regímenes políticos favorables a las políticas de libre mercado, Washington ha procedido a cosechar los beneficios de esa nueva era sin gran publicidad ni mucha preocupación por las consecuencias para la región. En tanto que Latinoamérica funcione como una máquina estable de producir dinero para los banqueros y multinacionales de Estados Unidos, sin que se afecten sus intereses por crisis graves o por protestas populares, Latinoamérica estará relegada pues no representa un gran valor para su estabilidad internacional, su hegemonía o sus relaciones comerciales importantes. La idea de Latinoamérica como un "mercado emergente" ha excluido del caldero de las discusiones a la población, a la diplomacia, a la cultura y a la sociedad latina en general. La política económica estadounidense hacia Latinoamérica es casi exclusivamente definida por los intereses de las 500 empresas que aparecen en la revista "Forbes", los mayores bancos y empresas multinacionales estadounidenses que junto al cartel "globalizador" imponen e intervienen en los mercados y sistemas políticos y económicos del mundo.
Libre Mercado
A pesar de existir un comercio de doble vía, y que se obtienen ingentes recurso de ambos lados, los importadores e inversores estadounidenses de materias primas estratégicas, vía deuda externa o privatizaciones han obtenido los ingresos más rentables en la producción minera, petróleo, telecomunicaciónes y compañías internacionales de alimentación. El resultado neto es que los importadores son capaces de reducir los costes de producción y aumentar los beneficios por la venta final de los productos terminados que son vendidos de vuelta a los países que facilitaron la materia prima original.
El sistema de Libre Mercado ha permitido que la industria manufacturera exportadora de Estados Unidos haya sido capaz de desplazar y/o comprar las industrias nacionales aumentando su participación en el mercado Latinoamericano en áreas de alto crecimiento (tales como computadores, telefonía celular, etc.). Asimismo, las empresas agroalimentarias han llevado a la quiebra a los productores locales de cereales (trigo, maíz y arroz) en México por ejemplo, mientras que por otra parte captan o acaparan los medios de producción (maquinaria agrícola, fertilizantes, etc.) y elaboran los alimentos agrícolas. Resultados similares se han producido en el mercado de los "bienes culturales de masas" (Petras, 2001): el libre mercado ha dado lugar a la proliferación e inundación de películas, tiendas de distribución de vídeos, discos compactos y espectáculos de entretenimiento que provienen de los Estados Unidos.
Royalties
Una de las fuentes más grandes y más rápidas de extracción de beneficios y de enriquecimiento de las empresas de Estados Unidos en Latinoamérica son los acuerdos sobre royalties y licencias de patentes. Grandes empresas estadounidenses prefieren alquilar tecnologías y patentes por un porcentaje de ventas garantizado, evitando los conflictos nacionalistas y laborales, así como los problemas de comercialización. Sin añadir un solo dólar de inversión, software, biotecnología y productos farmacéuticos, películas, vídeos, y otro tipo de tecnología, se comercializan y usan a través de empresas latinoamericanas que tienen que asumir pagos perpetuos por uso de licencias.
El cobro de royalties es una fuente en alza de ingresos ganados por parte de las multinacionales estadounidenses, que se adhieren en gran parte al respeto y a la protección que no muchos gobiernos dan a la "propiedad intelectual" de origen norteamericano. Es por esto que para los acuerdos de libre comercio que busca firmar Estados Unidos con Latinoamérica es una parte importantísima la protección de la propiedad intelectual de creaciones de sus empresas multinacionales. Es un hecho que lo que apuntan es patentar conocimientos ancestrales de productos medicinales y plantas siempre usados por la gente en Latinoamérica, buscando su producción y uso por parte de sus descubridores y usuarios originales.
Relaciones Comerciales Actuales
Dejando a un lado las negociaciones bilaterales que los países andinos han realizado cada cual por su cuenta, un tema preocupa sobremanera al gobierno de Estados Unidos. Este se basa esencialmente en la posesión y el comercio de combustibles. Por una parte Venezuela y Ecuador han dado muestras de querer unir recursos para el mejoramiento por parte de Ecuador de su relación comercial, y la mejora de su cadena de producción petrolera con la ayuda del gobierno de Venezuela, del otro lado Bolivia con la estatización del gas busca obtener nuevos y mejores mercados formando uniones comerciales con el MERCOSUR. Está demás considerar que el libre comercio que se da en la práctica entre Venezuela Y Estados Unidos a pesar de los roces diplomáticos y la constante crítica por parte del presidente Chávez no ha impedido que el petróleo siga fluyendo hacia las reservas petroleras de los estadounidenses.
En el tema de los TLC que se estaban negociando, en principio se esperaba obtener mejores resultados al tratar de obtener una propuesta regional pero no se logro una propuesta en común. A pesar de la oposición que tuvo por parte del sector exportador en Colombia se alcanzó a suscribir el tratado, Perú por su parte logró la aprobación por parte del Congreso con un amplio rechazo al mismo y Ecuador a la ascensión al poder del presidente Correa dejó a un lado las negociaciones realizadas con las promesa de "Jamás firmar un TLC con Estados Unidos bajo esas condiciones". Ecuador sin embargo se encontraba ya en un proceso de suspensión de las negociaciones a raíz de los incidentes provocados por la ejecución de una cláusula del contrato que mantenía la petrolera Occidental (USA) con la estatal ecuatoriana Petroecuador.
Venezuela a pesar de los constantes ataques y deslices diplomáticos con Estados Unidos sigue manteniendo el lazo comercial que lo ata fijamente a la necesidad del país del norte de depender del crudo venezolano. En enero pasado el mercado mundial dio cuenta de la estrategia de Estados Unidos de aumentar sus reservas petroleras en 700.000 barriles que ocasionó un descenso en el precio del petróleo lo que produjo un descenso en el precio del barril de USD 0.57 en promedio.
Colombia sigue en aparente apego al nuevo gobierno del Ecuador, pero sin descuidar su ya tradicional alianza con Estados Unidos que le provee ingentes recursos para la lucha contra la erradicación de las plantaciones de coca, la producción de cocaína y el centro de agrupaciones terroristas y paramilitares.
Perú por su parte luego de haber aprobado el TLC con los Estados Unidos y de haberse opuesto a dicha firma varias agrupaciones gremiales y empresarios aparenta un letargo interno.
Bolivia muy distante en sus relaciones con Estados Unidos no parece darle el golpe de confianza que necesitarían sus relaciones y está tras la búsqueda de alianzas energéticas con los países del MERCOSUR, tras un panorama interno que no tiene buenos visos de solución de brechas de insatisfacción generacionales que podrían llevar la gestión del gobierno hacia enfrentamientos con los mismos grupos indígenas que llevaron al poder a Morales y el descontento general de la población y los grupos de poder dominantes por largos años. Todo esto se da en un marco de quemeimportismo general sobre lo que le suceda al país vecino, mientras que la CAN no aporta con ideas ni soluciones que den una verdadera estrategia regional.
La CAN tuvo su última reunión en la ciudad de Quito, y los principales acuerdos tomados por la Conferencia de presidentes andinos realizada el 13 de Junio del 2006 fueron:
- Evo Morales, nuevo Presidente pro – tempore de la Comunidad Andina.
- Reestructuración del Tribunal Andino de Justicia.
- Apoyo a negociaciones con la Unión Europea.
- Solicitud a Estados Unidos para prorrogar el ATPDEA, en tanto se formalizan los TLC.
Se ha logrado la prórroga del ATPDEA, que fue ratificado por el Senado de Estados Unidos y que otorga a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú preferencias arancelarias hasta Junio del 2007. La ampliación ocurrió en la sesión final del 109º Congreso, en que Estados Unidos dio beneficios comerciales a unos 100 países en desarrollo. En el mismo sentido, el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores aprobó una Decisión que equipara el número de magistrados del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina con los países miembros de la CAN.
El proceso andino de integración ha superado una crisis grave luego de la salida de Venezuela y los presidentes de los cuatro países miembros reafirmaron su vocación integracionista y la decisión de avanzar en el fortalecimiento y consolidación de la Comunidad Andina.
Los Presidentes andinos se comprometieron a impulsar el proceso acordado en la Cumbre de Viena para el inicio de las negociaciones de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, el que debe concluir antes del 20 de julio próximo.
Luego de esta reunión el gobierno peruano dejó constancia explícita luego de la reunión presidencial andina en Quito que solicitud de extensión de plazo del ATPDEA la realizó por solidaridad andina, y que esto no constituye impedimento para la aprobación de su Tratado de Libre Comercio el mismo que fue suscrito recientemente por ambos países, por los congresos del Perú y de los Estados Unidos, quizás esta asimetría se podría solucionar con una participación más imponente y destacada de las naciones andinas luchando por objetivos en común y con un norte claro. Estando en desventaja el Ecuador que sin un TLC con Estados Unidos vería muy seriamente afectada su economía sin un acceso preferencial de productos hacia los mercados estadounidenses.
Ante la mayoría lograda en el mes de Enero por el Partido Demócrata en las elecciones parlamentarias de USA las relaciones entre los dos países se han manejado de Estado a Estado buscando que desde el Congreso de Washington haya una política bipartidista frente a Colombia. La administración demócrata del presidente Clinton puso en marcha el Plan Colombia y lo ha continuado la administración republicana del presidente Bush.
Tras la firma del TLC con el Estados Unidos luego de la propuesta de Clinton de incorporar a Chile al NAFTA, Estados Unidos ha buscado una vía de limitar la supremacía económica de la Unión Europea en el continente, y ha tratado de bloquear la entrada de Chile al MERCOSUR. Lo que busca es obtener un beneficio político en la región dando a entender que tiene un socio de lujo, tratando que otros países más pequeños también se vean atraídos.
En el caso de las negociaciones del TLC y luego del fracaso del ALCA bajo el lema de que "nada está negociado hasta que todo esté negociado", se oculta deliberadamente información, como por ejemplo el texto oficial de las negociaciones. Los informes se caracterizan por las imprecisiones, lo sobre entendido y hasta diríamos por lo intencionalmente omitido. Se habla de paquetes de negociación (trade off) que son intercambiados, y en los temas más cruciales en donde no se alcanza un acuerdo y los argumentos técnicos se estacan, se deja claro que el problema será resuelto políticamente.
El uso del término "globalización" podría describir en forma más directa la relación latinoamericana-estadounidense, aunque están emergiendo nuevos actores dentro del contexto internacional que permiten que empresas brasileñas, mexicanas, chilenas y argentinas compitan en el escenario global dándole mayor valor, importancia y respeto por parte de Estados Unidos a sus relaciones con Latinoamérica, pues al tratar de formar frentes de negociaciones comunes, o de fortalecer el MERCOSUR, o crear el Banco del Sur, el poder aumentará y la dependencia podría verse reducida.
Relaciones comerciales Estados Unidos/ Latinoamérica: Año 2006
País | % Export. | B. Com. | Importaciones | Exportaciones | T. Crecim. |
México | 84.8 | 81,478 | 130,832 | 212,311 | 4.8 |
Venezuela | 56.4 | 27,485 | 8,637 | 36,122 | |
Brasil | 18.0 | 9,828 | 14,850 | 24,679 | 2.8 |
Chile | 16.0 | 3,372 | 5,574 | 8,947 | |
Colombia | 42.0 | 3,090 | 4,360 | 7,450 | |
Ecuador | 53.9 | 3,953 | 2,721 | 6,674 | |
Perú | 23.5 | 2,981 | 2,517 | 5,498 | |
Argentina | 8.8 | (191) | 4,298 | 4,106 | 8.5 |
Bolivia | 9.8 | 72 | 340 | 413 | |
Paraguay | 3.5 | (271) | 338 | 66 | |
Uruguay | 14.4 | 171 | 249 | 421 | |
USA | 2 | (79,580) | 204,460 | 124,880 | 3.3 |
Fuente: ALADI, BCE, EXIMBANK. Año 2006 / Elaboración: El autor
Conclusiones
El sistema de "Free Trade" que busca Estados Unidos implantar en Latinoamérica se va consolidando de a poco. La aplicación de determinadas políticas económicas y financieras, junto a gobiernos que a través de coyunturas han logrado la aprobación y firma de los tratados de libre comercio, dejó a un lado la idea original de un tratado igualitario para toda América (ALCA), y se ha ido constituyendo en acuerdos bilaterales de comercio.
La transformación de los estados ha sido crucial para la introducción del capitalismo de libre mercado, gobiernos con ideologías "socialistas del siglo 21", están buscando la equidad social con una estructura basada en el libre mercado, dejando atrás las viejas recetas neoliberales o las terapias de choque aplicadas antaño.
México continuará dependiendo de la transferencia directa de recursos (monetarios y humanos) que intercambia con Estados Unidos ya que para ellos representa casi el 85% de sus exportaciones lo que lo vuelve completamente dependiente de la economía norteamericana.
Para Venezuela que mantiene una política de constante confrontación con los Estados Unidos le ha resultado relativamente sencillo, seguir un discurso conflictivo por parte del presidente Chávez. A pesar de exportar el 56% de sus bienes hacia el país del norte el valor que tiene el crudo y sus derivados parece importarle más al presidente Bush que una relación amistosa con su colega llanero, aunque su propio dinero le sirva al primero para financiar campañas políticas extensas a lo largo de Latinoamérica o para sembrar el sentimiento anti norteamericano.
Chile que ha transformado su economía y su sociedad, tratando de acortar las brechas entre ricos y pobres está cambiando el modelo de sus exportaciones. No dependiendo tanto del cobre, sino incrementando la exportación del molibdeno, salmón y variedades nuevas de vinos que han incrementando y vuelto más preciados sus bienes en el exterior.
Brasil y Argentina están consolidando sus relaciones comerciales, dejando a un lado la dependencia que antaño mantenían hacia los productos de Estados Unidos, y porque su industria está emergiendo con valor agregado suficiente que le permite competir en los mercados mundiales. Con la reciente firma de un acuerdo de producción e intercambio de tecnología en combustibles bio con Estados Unidos, Brasil da un gran salto de dependiente a manejador de decisiones y de negociaciones a nivel mundial. Además con la firma del documento denominado "Consenso de Buenos Aires", los presidentes Kirchner y "Lula" Da Silva dan un paso importante en alianzas regionales que permiten enfrentar de mejor manera, y desde el sur, las crecientes presiones norteamericanas para que los países de la región suscriban el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Las palabras de Lula, en su intervención en el Congreso Nacional argentino son elocuentes: "Descubrimos que somos pobres, descubrimos que divididos no llegaremos a ninguna parte y que unidos seremos una potencia". Luego agregó que "no podemos esperar de brazos cruzados que los demás descubran que tenemos chicos con hambre. Es un problema nuestro. Un día próximo, nuestros chicos verán cómo se terminó con el hambre", señaló el mandatario.
También fue claro el asesor especial del Presidente Lula y responsable del programa "Hambre Cero", quien se reunió con organizaciones de la sociedad civil argentina. "Yo tengo la impresión, por venir muchas veces a este país, que hace 20 años no había chicos en la calle, no había mendigos, y ahora hay. Argentina, que era un país proporcionalmente mucho más rico que Brasil, que no se veía gente con hambre por las calles, ha sido víctima del neoliberalismo, que es la molestia que ataca a toda América Latina. Por eso yo estoy muy esperanzado que el Consenso de Buenos Aires pueda ser una especie de antídoto al Consenso de Washington", sostuvo el personero.
Bolivia debe bajar las convulsiones de carácter interno, tratando de mejorar las tensiones históricas entre la rica Santa Cruz y la convulsionada y pobre La Paz; el cambio del sistema político y las revueltas internas que no ayudan a mantener y propender hacia un sistema social en el que los ricos comprendan que la actitud del presidente Morales busca la equidad social después de largos años de tener clases sociales dominantes y oprimidas viviendo en conjunto.
El desafío que tienen los países andinos es el de buscar consolidar una alianza real que permita a sus naciones encontrar el norte necesario para buscar enfrentar a la política exterior de los Estados Unidos con una propuesta en conjunto. Que guíe con extremada soberanía sus pasos y que mantenga alejada la posición predominante que siempre ha tenido Estados Unidos en la política de las Naciones Andinas. Quizás el Ecuador tenga un panorama más complicado pues además del discurso desafiante del presidente Correa se suma el que quizás la base de Manta deje de operar con lo que las tensiones en nuestras relaciones se profundizarían, dejando un sinsabor en relación a quién gana o quién pierde con el término de ésta concesión.
La cuestión de si los estados persiguen ganancias absolutas o relativas ha sido reformulada, según Keohane, en la pregunta: "¿Bajo qué condiciones los estados emprenden una cooperación mutuamente beneficiosa para preservar su poder y estatus relativos?" (Keohane, 1998). Actualmente la controversia neorrealismo-neoliberalismo se centra en la capacidad de las instituciones internacionales de afectar los resultados de las negociaciones multilaterales de los estados (Fearon, 1998).
Bibliografía.-
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Moreano Urigüen Hernán. Colombia y sus vecinos frente al conflicto armado. Abya Yala. 2004.
Viotti Paul y Kauppi Mark. International Relations Theory: Realism, Pluralism, Globalism and Beyond. Allyn and Bacon. 1999.
Huayamave Xavier
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