Además de formarse con la interacción social, un líder presenta una serie de características psicológicas que lo hacen distintivo con respecto de las personas que le rodean.
1. Autodominio: El líder sabe controlarse, maneja sus reacciones ante los demás y ante sí mismo, cuidando su imagen e ideas; antes de dar una opinión, la piensa detenidamente.
2. Comprensión de los demás: El líder se interesa por todo lo que le ocurre a los miembros del grupo, así como los motiva para que puedan aportar un trabajo óptimo al equipo.
3. Búsqueda de la unanimidad: Para tomar una decisión, el líder busca consensarla entre todos los miembros, tomando en cuenta sus opiniones y señalamientos.
4. Dar el ejemplo: Ante todo, el líder debe ser el primero del grupo en poner el ejemplo a los demás de cómo debe de comportarse.
5. Actitud de respeto humano: El líder, antes que nada, debe basar sus relaciones e incitar las de grupo en el respeto a la persona.
Ejemplos de Líder
Este apartado se refiere a la manera en que el líder da ordenes, cómo maneja su grupo y el desempeño que ello trae como consecuencia.
1. Maquiavélico: El líder conspira, hace intrigas.
2. Orgulloso y ambicioso: El líder llega a esa posición gracias a un poder externo (títulos, dinero. etc.) y en cuanto éstos pierdan valor, así se irá el liderazgo. Es evanescente.
3. Inestable: El líder cambia a cada momento de opinión en concordancia a su estado de ánimo, el cual resulta por lo general voluble; ello provoca caos entre sus subordinados.
4. Paternalista: desea dirigir como lo hace en su familia o como percibió que se ejercía en su círculo social.
5. Autoritario: Ordena a los miembros como si fueran robots.
6. Laissez-Faire: Deja hacer al antojo de los miembros del grupo, las cosas según deseen.
7. Democrático: no ordena, pregunta; consensa y toma en cuenta todos los puntos de vista.
El presidente americano John Fitzgerald Kennedy, encarna la figura del liderazgo democrático, al poner en escrutinio de sus colaboradores la toma de decisiones importantes, tales como la defensa de los Estados Unidos ante la crisis de los misiles acontecida a principios de la década de los 60´s con Cuba y la Unión Soviética, decisión en la cual se inclinó, usando el peso de su investidura, por una salida pacífica al conflicto, fallo el cual le trajo la animadversión del sector más duro y conservador del Ejército de su país, que ejercía presión para dar una respuesta armada al problema, aspecto el cual, señalan reportes políticos y periodísticos, a la postre, le causaría la muerte años más tarde al ser víctima de un atentado cuando circulaba en su coche por el centro de la ciudad de Dallas, Texas, en 1963.
En la imagen, se aprecia una de las escenas de la película que inmortalizara el suceso de los misiles, 13 días.
Persuasión y poder indirecto
En términos prácticos, el liderazgo es un ejercicio que se despliega en medio de la realidad social circundante, afectando la vida de las personas que se desenvuelven en dicho medio; es decir, se alcanza el nivel político de la convivencia.
En primer término, se aprecia la fuente primigenia que funge como carta de presentación del líder hacia sus subordinados: el prestigio.
Tomás Hobbes, decano de la ciencia Política, comenta en su obra Leviatán, que las personas que desean desempeñar puestos de supremacía en la comunidad, juntando las propiedades del liderazgo, un poder "real" en términos de afectación hacia otros individuos, con el "formal", aquél del cual se reviste con un cargo socialmente reconocido –gobernante, administrador público, senador– deben convertir sus caracteres animales en cualidades morales; esto es, que la fuerza física, la pasión, la ira, el temor, e incluso, la violencia que en dado caso sean capaces de largar, los llamados poderes directos ya que dependen de la voluntad exclusiva del sujeto que las confecciona, tienen necesariamente que reconvertirse en dotes púdicos: crear artificios que permitan enfrentar a los "otros" de tal manera que queden persuadidos de la propia eficacia personal para ejercer el cargo de su líder.
En otras palabras, los rasgos primitivos se transmutan en los llamados poderes indirectos, instrucciones de carácter simbólico relacionadas con una adecuada reputación, la cual, posibilita la interacción con el resto de los individuos, pero que además, revisten elementos de autoridad que pueden incidir en su comportamiento.
Por ejemplo, la ira transformarla en ardor por el trabajo, erigiéndose la imagen de ser un individuo entusiasta por los deberes que se están desempeñando o desean ejercitar, como sucedió con el actual mandatario Vicente Fox, quien en su época de candidato, durante una reunión con sus adversarios políticos, Francisco Labastida y Cuauhtémoc Cárdenas, desplegó una conducta política inadecuada al insistir en la confrontación mediante un debate cuando no existían las condiciones necesarias para llevarse éste a cabo, aspecto que su entonces jefa de Campaña, Martha Sahagún, reconvertió en interés por México, señalando que los demás mostraban apatía por resolver los problemas colectivos en tanto que su representado no, aspecto acuñado con la frase "Hoy, Hoy, Hoy."
Esta forma de practicar el prestigio, de crearlo y dirigirlo como fundamento de autoridad hacia los demás, cobra jerarquía cuando ello se junta con la premisa "Cómo hacer que los demás hagan lo que yo quiero", es decir, se intersecta con el utilidad de la persuasión.
Para persuadir a los demás, se debe hablar en su lenguaje, esto es, ubicarse en los términos de sus intereses: qué desean, qué piensan, a qué aspiran. Con ello, se asegura su atención hacia el discurso enunciado, y en consecuencia, es más factible a que adopten como propias las posiciones que se les vierten, presentando un grado "0" de resistencia a las acciones que se les presentan como idóneas para alcanzar las metas estacionadas en la mente colectiva.
Empoderamiento
Al detentarse gran cantidad de poder sobre los otros, de determinar su posicionamiento colectivo, así como incidirse en el proyecto de vida y de nación a seguir, se puede caer en la alteración del empoderamiento: ese sueño de creer que se es dueño de todo y de todos.
Desde la perspectiva freudiana, la sociedad es un ente psíquico, que a semejanza del aparato psicológico asentado en la mente del individuo, se compone de tres estratos básicos y de tres entes de conciencia, bajo los cuales se mueve la vida humana de las personas: el SuperYo, las reglas que hay que cumplir, los parámetros que diferencian el bien del mal; el Ello, los deseos e ilusiones –primitivas y simbólicas– que se poseen dentro del ser; el Yo, la conducta resultante de la lucha del Ello y del SuperYo; los entes de conciencia: Inconsciente, las cosas "dormidas" en el entendimiento del ser; Consciente, la capacidad de percibir el mundo interno y externo que reviste al individuo social; Subconsciente, el espacio existente entre el Inconsciente la Conciencia.
Como la colectividad posee deseos –superación, justicia, amor, odio, ira, desesperanza–, conserva un código de conducta estricto a seguir –reglas que indican que se debe y no se debe hacer–, una conducta compartida resultante de la lucha de los estratos ante mencionados, el Yo social, pero además, de una atención fluctuante entre lo que se aprecia de inmediato y lo que se tiene "dormido", el líder debe lidiar con dichos esquemas para mantener el orden, manejando las emociones compartidas, tocando inclusive el temor para evitar se traspasen límites éticos (el respeto a la vida de los miembros), manteniendo el equilibrio del sistema en un nivel mínimamente aceptable.
Además, como tales esquemas se asentan alrededor del líder investido con poderes reales y formales, el peso de la sociedad literalmente se le viene encima, por lo que puede llegar el momento en que, si le falta preparación o capacidad para enfrentar el mando comunitario, se puede desestructurar su propio aparato psíquico, cayendo en el círculo de la enfermedad, afectando al entorno que maneja, y contaminando con sus vicios el esquema social de trabajo que se le ha encargado manejar.
Al llegar a este punto, se cae en la simulación, en el engaño, en la creación de enemigos imaginarios enfrentados a la generalidad, con el objeto de tapar las dificultades existentes con relatos míticos, y hacer más eficaz el uso de poder, el cual pasa a una estructura vertical: la toma de decisiones recae en el mismo líder, quien toma una posición autoritaria, misma que raya en la ordenación totalitaria de la realidad, donde la alteridad a las decisiones adoptadas se considera falta grave por ser tomada en cuenta como delitos contra el estado.
Escena de la película germana La Caída,
que cuenta la historia de los últimos días de Hitler frente al poder,
resaltando un poco el aspecto humano de este personaje, tan satanizado pos sus acciones
cometidas en contra de las minorías durante la Segunda Guerra Mundial, y donde se retratan aspectos poco conocidos como el amor por Eva Braun, la relación que mantenía con sus cercanos colaboradores, así como la fisonomía que mostraba el Estado Alemán con relación a su liderazgo.
Ejemplo de liderazgo: San José maría Escrivá de Balaguer
Si se abandona la oración,
primero se vive de las reservas espirituales.
y después, de la trampa.
Surco, 445
San Josemaría Escrivá de Balaguer, nació en Barbastro, España, el 9 de enero de 1902, en el seno de una familia católica tradicional ibérica, donde su padre era comerciante y su madre, ama de casa; viviendo dentro de un país donde los militares empezaban a ganar terreno dentro de la política, su infancia transcurre como la de cualquier otro niño, hasta que una noche, estando gravemente enfermo, el médico de la familia le dice a su madre que Josemaría iba a morir en cuando durmiera, por lo que ella lo encomienda a la Virgen de Torreciudad –población situada a 50 minutos de Barcelona– que hace el milagro de curarlo: a la mañana siguiente, cuando el doctor fue a la casa del ahora santo para preguntar a su madre qué hora había fallecido Josemaría, ella le dijo que se encontraba en perfecto estado de salud.
A los 16 años, Josemaría decide entrar al Seminario cuando ve en la nieve las huellas de un monje franciscano, lo que interpreta como una señal de Dios, ya que piensa: ¿Si este monje que está descalzo hace muchas cosas, yo porqué no voy a poder[1]
Se destaca que en la época que le tocó vivir a Josemaría, de 1902 a 1921, en España se vive una gran incertidumbre política: se destrona a la Casa reinante de los Borbón y se instaura la II República, lo que genera una gran inestabilidad en el aparato financiero, por lo que era precario el nivel de vida del grueso de la población; en el terreno espiritual, en el auto descubrimiento interior, en el compromiso y práctica con los valores de solidaridad, trabajo, y paz con el prójimo, pero sobre todo, en el terreno religioso, donde la plática con Dios estaba en el descuido –lo que se traducía en pocos sacerdotes– porque la gente se preocupaba más sobre como iba a vivir en la Tierra más que en el Cielo, lo pone a reflexionar sobre su quehacer religioso, apuntando el pensamiento, Señor, que yo vea, con referencia al esclarecimiento de su verdadera misión en la vida, dentro de la vocación que había elegido.
Josemaría se ordena sacerdote el 28 de marzo de 1925.
Órdenes y tradiciones dentro de la Iglesia Católica
Para cumplir con la misión que Cristo le había encomendado a la Iglesia, ésta empezó a divulgar Su Palabra por medio de la misa; además, se empezó a invocar a gente notable, destacada dentro de la misma Iglesia, con una vida excepcional –rectitud, amor al prójimo, caridad, ayuda a los demás–, como ejemplos a seguir, ya que ese personaje había seguido a Dios, y por tanto, si se imitaban sus acciones, se podía conseguir ese diálogo espiritual con el Creador. A estas personas, adjudicadas con el nombre de Santos, poseen un lugar en los altares, con el objeto de que funjan como intercesores entre las personas y Dios.
Cada Santo erige una forma de hacer las cosas, una Orden religiosa, en la cual, sus miembros ejercen el modo de vida que la persona notable instituyó, con el fin de inspirar a los demás a vivir y a encontrase con Dios siguiendo esa propuesta de vida, pero que aún siendo una entidad independiente en la forma en que practican sus "hábitos", al mismo tiempo forman parte de la Iglesia.
Ejemplo de ello son los Franciscanos, orden fundada por San Francisco de Asís, que pugnan por el desprendimiento de las cosas materiales, y el acercamiento a la pobreza como medios para lograr la santidad; otro práctica es la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, que tienen por misión la educación del mundo, por lo que poseen cientos de escuelas y Universidades ubicadas en los cinco continentes.
Cabe señalar que cada orden difiere una de otra en los hábitos que se practican en su interior, los cuales pueden resultar en un momento dado, inclusive contradictorios unas de otras, pero que, bajo la premisa bíblica de "Que en mi casa hay muchas mansiones[2]se considera que hay muchos caminos para acercarse a Dios.
En este orden de ideas, esta tradición establecida por Santos, y por la supremacía de la enseñanza de La Palabra por la Iglesia, marca que solamente pueden aspirar a la santidad, a la perfección religiosa aquellos que sean clérigos.
Franquismo
En la década de los 30´s, cuando Franco asume el poder español mediante golpe de Estado, decreta la nulidad de la religión, persiguiendo a todo aquél que escuche o haga misas, ya que considera que la Iglesia es enemiga del pueblo, al distraerlo de su único objetivo en la vida: tener orden en el país y para ello, servir al gobierno.
En medio de este escenario de persecución, Josemaría y sus allegados religiosos deben esconderse, usar trajes de obrero para evitar se apresados y fusilados, para finalmente, huir a Francia, país en el cual permanecen un tiempo divulgando la misión de la Iglesia.
Fundación del Opus Dei
Josemaría ora para encontrar el trabajo, aquella misión que pueda en verdad ser útil a los hombres, siendo el 2 de octubre de 1928, la fecha en que Dios oye sus rezos y en medio de la meditación, le indica que arregle su Iglesia, ayude a encontrar el camino a las ovejas perdidas, asentando una nueva forma de acercarse a Dios y de cara a los hombres en el mundo, con el objeto de vivir bien y como el Creador quiere que la gente viva: se funda la Obra de Dios, el Opus Dei.
¿Qué es el Opus Dei?
A diferencia de las órdenes religiosas, y de la dinámica eclesiástica imperante durante los primeros 50 años del siglo XX, época en que le tocó vivir a Josemaría, el Opus Dei es una Prelatura personal que tiene como misión ayudar a la gente de toda condición a buscar la santidad en y a través de sus actividades diarias, en especial santificando su propio trabajo.
La Iglesia, para poder atender a sus fieles, o para favorecer determinadas actividades pastorales, tiene su propia organización y sus propias divisiones jurisdiccionales, que pueden ser territoriales –si corresponden a una zona geográfica concreta– o personales –si corresponden a un determinado conjunto de personas–. La Prelatura del Opus Dei es una organización de la Iglesia Católica de tipo personal: la forman laicos y clérigos que tienen encomendada una misión pastoral peculiar –promover la santidad en el mundo a través del trabajo– y están gobernados (dirigidos) por un Prelado (sacerdote máximo encargado).
Es decir, a diferencia de las Órdenes y tradiciones religiosas, donde la gente debe adoptar los hábitos para poder pertenecer a ella, y alcanzar a Dios siguiendo el ejemplo del Santo Patrono, inclusive encerrándose en un monasterio en muchos de los casos, el Opus Dei –que es la aceptación a nivel personal de la idea de que Dios está en todas partes, en el trabajo diario, y que se puede alcanzar la santidad haciendo las cosas bien, sin que para ello medie un superior como en las órdenes, que vigile a las personas para que hagan lo que debe hacer– señala que todo mundo, todos los seres humanos, no importando raza, sexo, condición social o económica, e inclusive, no importando si son o no católicos, puede llegar a ser Santo si en verdad hace las cosas que le tocan hacer bien, y estando bajo la orientación de un sacerdote de la obra.
Cualquier persona puede pertenecer a Opus Dei; el único requisito es la aceptación de las ideas ya descritas. Por ello, cualquier persona puede ser de la Obra haciendo la vida normal: no se imponen votos o cualquier otra cosa que implique la vida monástica.
Orden sacerdotal de la Santa Cruz
El 14 de febrero de 1930, Josemaría Escrivá de Balaguer funda la Orden Sacerdotal de la Santa Cruz, que es la agrupación de clérigos y gente laica al servicio del Opus Dei, es decir, de todos aquellos que asisten a las personas que aceptan ser de la Obra, orientándolos, y además, en la actualidad, administrando y trabajando en las escuelas en que las ideas del Opus Dei son enseñadas.
Organización de los colaboradores en el Opus Dei
Las personas normales que apoyan a la Obra, auxiliando a los sacerdotes y orientando a la gente, se dividen en dos estamentos: numerarios, aquellos que siendo personas normales, deciden consagrar todo su tiempo a la Obra ayudando a los clérigos y a las causas que patrocina la entidad, como las escuelas, viviendo en las casas que el Opus Dei construye para ellos, y dándoles una retribución a cambio de su trabajo. Como deciden consagrar toda su vida a esta tarea, se mantienen solteros; supernumerarios, las personas normales que apoyan al Opus Dei, que están casados, y que hacen su vida normal.
¿Qué sucedió cuando se difunde la institución del Opus Dei?
Al principio, durante los años subsiguientes a la divulgación y encauzación (reconocimiento jurídico en el Derecho Canónico de la Obra ante la Iglesia, como si se tratara de una Orden, aunque no lo es) muchos sacerdotes, e inclusive, varias órdenes católicas señalaron a Josemaría como satanás, ya que se escandalizaron de que dijera que cualquier persona puede ser Santo, y más aún, haciéndolo por medio de su trabajo, y no por la tradición ya establecida.
La intención es elevar la moral, la calidad de la vida de la gente, acercándose a Dios, consagrando su trabajo, con el objeto de revertir la pesadumbre que con los regímenes totalitarios, apareció entre la gente en el mundo, tal y como le pasó a él en la España franquista.
Visita a México
En la década de los 60´s, Josemaría visita México, invitado por personas que conocieron en España su predicación; en su gira por el país, estimuló a esas persona a que trabajaran por el bien de los niños y jóvenes, para lo cual, se fundaron muchas escuelas, como el Centro Escolar del Paseo, colegio para niñas ubicado en Echegaray, Estado de México.
Josemaría fallece el 26 de junio de 1975, en su habitación de trabajo.
En 1978, después de que Josemaría falleciera, el Vaticano reconoce a la Prelatura, otorgándole jurídicamente ese status dentro de sus leyes, con lo que puede propagarse la Obra por todo el mundo con mayor disposición.
Elevación a los altares del fundador del Opus Dei
Se introduce su causa de canonización en 1981, el cual sanciona el Papa Juan Pablo II, y Pontífice que lo beatifica el 17 de mayo de 1992, para después canonizarlo (eleva a los altares como Santo) el 6 de octubre del 2002.
Porqué es líder
San Josemaría Escrivá de Balaguer es un líder porque reúne los rasgos psicológicos que los caracterizan:
Autodominio: en las circunstancias más difíciles –ascensión de Franco al poder español, prohibición de los cultos, oposición de los sectores más conservadores de la Iglesia para el Opus Dei– San Josemaría siempre mostró aplomo en todas sus acciones, ya que a pesar de tener a todo el mundo en contra, nunca fue motivo para que abandonara el motivo que le daba el sentido a su vida –mejorar la espiritualidad de los demás mediante el Opus Dei– además de que tales reveses no fueron pretexto jamás para que se atacara a los demás, a lo que pensaban diferente de él.
Comprensión de los demás: las acciones y la vida propia nunca transcurren en solitario, siempre se dan en contraposición con los demás, por lo que el pensamiento Vivir frente a Dios y de cara a los hombres, el cual se encuentra en sus libros Surco y Camino, donde señala que el respeto y aprecio de los otros aún cuando ellos no lo hagan con uno, es un ingrediente que debe obrar a favor propio, y no en contra, ya que aunque existan diferendos, siempre hay formas de tratar a los demás.
Búsqueda de una unanimidad: la conciliación, el consenso y el respeto mutuo, fueron los ejes de trabajo que siguió el ahora santo, para lograr lo que se obtuviera en la década de los 70´s, el reconocimiento jurídico para el Opus Dei; la confrontación, las rencillas y las peleas, predicó, nunca son el medio para obtener lo que se desea, solo el trabajo constante y el consenso pueden obrar a favor de uno.
Dar el ejemplo: ante todo, siempre da la congruencia entre lo que piensa, dice y hace; considera que hay que darle un nuevo sentido a la vida y a la religión, lo habla y traza planes para lograr tal cometido.
Actitud de respecto humano: dentro del trabajo social que desempeña, la ética ocupa el móvil central de sus acciones, ya que lucha, inclusive a contracorriente para lograr lo que busca, pero en esa búsqueda, no hiere a sus adversarios, ni los insulta, solamente trata de persuadirlos de que lo que se trabaja es una buena opción de vida, aunque los enemigos no la compartan.
Asimismo, el liderazgo que ejerció fue de tipo democrático, ya que:
1. Logró que se aprobara el Opus Dei como un órgano oficial y reconocido por la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, con lo que goza del favor del Papa.
2. Dicha aprobación se obtuvo siempre gracias al consenso, al diálogo, y al trato digno con los opositores, ya que con ese trato, se permitió no caracterizarse con los rasgos que los enemigos buscaban que se le etiquetara a la Obra: como un camino equivocado para llegar a Dios, por no apegarse a la tradición de más de 2,000 años de erigir órdenes, monasterios y hábitos, como lo hacen el resto de las entidades eclesiásticas que siguen y preservan el ejemplo de un Santo.
3. Su ejemplo de vida logró que en el siglo XXI, fuera elevado a los altares.
4. La oposición sigue, ya que cuando fue canonizado, varios sectores dijeron que la Obra es un club exclusivo, con la intención de desprestigiar a la Prelatura al decirse que ésta no es el camino para llegar al Cielo; es decir, el empoderamiento de varias órdenes que tienen intereses en conflicto con el Opus Dei, por ejemplo, de aquellas que ven como buena a la pobreza en tanto que la Obra señala que el trabajo digno, bien hecho y bien retribuido, es uno de los dones de Dios, y más aún, la calma con que se enfrentan a dichas presunciones, no es obstáculo para que el trabajo iniciado en 1928, tenga futuro y proyección hacia los años por venir.
Pero lo más importante, es que fue un líder ya que logró atraer y coordinar a las personas que le rodeaban para que lograran obtener el objetivo de tener una mejor calidad de vida mediante el efectivo ejercicio de los valores y virtudes cristianas (teoría del gran hombre).
San Josemaría Escrivá de Balaguer,
sacerdote español beatificado en 1992 y canonizado en 2002, fue el fundador de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, con sede central en Roma y que en la actualidad cuenta con más de 80.000 miembros en todo el mundo, pertenecientes a todas las clases sociales.
Conclusiones
Según la perspectiva psico-social, la sociedad necesita de una persona que lo lleve a la realización de los objetivos planteados, a alcanzar los satisfactores sociales con el fin de llenar sus necesidades.
El individuo que desempeña este puesto recibe el nombre de líder; el liderazgo, por su parte, es la interacción entre este y los miembros que conforman el grupo social.
El líder se forma y tiene a su vez características que lo distinguen del resto de la gente; por eso se dice que es ambivalente.
Desde el punto de vista personal, cada quien es líder de sí mismo, pues tiene sobre sí la responsabilidad de llevar a buen término la propia existencia en acuerdo a los valores y objetivos propios.
Fuentes de Información
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www.eluniversal.com.mx
www.monografías.com
Bibliografía
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Escrivá de Balaguer, Josemaría. Surco. Patmos-Minos. México, 1987.
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Videografía
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Autor:
Ernesto Vera
[1] Salvador Canals, Ascética meditada, 6.
[2] Evangelio según San Lucas, Biblia Latinoamericana, 217.
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