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Miradas al fenómeno de la desnutrición en escolares en Bahía Honda


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Referencias Bibliográficas

Introducción

En los países subdesarrollados nacen al año alrededor de 22 millones de niños, de los cuales 12 millones mueren antes de cumplir el primer año de edad, la inmensa mayoría por afecciones de algún modo vinculadas a una nutrición deficiente. En 1998, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estimó que al menos 4 de cada 10 menores de10 años en todo el planeta presentaban alguna alteración relacionada con la desnutrición, la cual es causa de morbilidad y mortalidad en los menores de 10 años. (1) Cuba cuenta desde 1977 con un Sistema de Vigilancia Nutricional implementado (2), y los niños son un grupo priorizado, no obstante la desnutrición preoteicoenergética sigue siendo un importante problema de salud con consecuencias desalentadoras para quien lo padece. En nuestro municipio la mayor incidencia de desnutridos se observa en los menores de 10 años, donde llega a afectar al 10 % de este grupo.

La desnutrición proteicoenergética se vincula con fenómenos sociales, culturales, medio ambientales, económicos, políticos y Éticos.

Las manifestaciones sociales y culturales caracterizan a una nación, a una colectividad y a una familia, dentro de las que cabe citar: la migración a grandes centros urbanos con el consiguiente asentamiento en barrios marginales con serios problemas de insalubridad y alto riesgo de enfermar y la presencia de hábitos inadecuados de alimentación producto de tabúes alimentarios que dan al traste con el equilibrio nutricional de nuestros niños. La desnutrición proteicoenergética está relacionada con ellas. (3)

Dentro de los factores relacionados con el medio ambiente en general se encuentran: los geográficoclimáticos, medico sanitarios, inmunológicos, infecciosos e higiénico-comunitarios. Cada uno de ellos actúa de manera individual sobre la desnutrición, así por ejemplo la abundancia de terrenos improductivos, los climas extremos y las sequías, influyen de un modo negativo sobre la producción de alimentos y se manifiesta por un incremento de la población infantil afectada por esta entidad. La ausencia o la marcada deficiencia del Sistema Nacional de Salud, la dedicación de pocos recursos a esta actividad, asociado al bajo nivel inmunológico de la población y la alta prevalencia de infecciones e infestaciones parasitarias por el suministro de agua inadecuado y contaminada debido a la deficiente disposición de excretas y desechos, como ocurre en los países en vías de desarrollo, hace que se perpetúe el fenómeno de la desnutrición infantil. (4)

Otro factor que influye considerablemente en el desarrollo de este fenómeno es el económico, determinado por un producto interno bruto bajo y una deficiente productividad laboral. De él se derivan un grupo de consecuencias de vital importancia para mantener la salud nutricional de los niños, pues el subdesarrollo trae como resultados; una tecnología agrícola atrasada, una producción deficiente de alimentos, así como un insuficiente desarrollo de la industria de transformación, elaboración y conservación de víveres. La distribución de recursos se hace también irregular y las zonas rurales se ven afectadas por una deprivación que incluye alimentos básicos. Las economías en bancarrota llevan a la inflación y al alza de los precios de los productos de la canasta básica, lo que origina que determinados sectores de la población sean privados de obtenerlos. (4, 5)

El factor político es otro elemento que influye de manera directa en el problema de la desnutrición infantil en cualquier país, aunque en Cuba la situación difiere con respecto a los países del Orbe. El proyecto político estructurado en nuestro país durante los últimos 50 años descansa sobre estrategias tendientes a lograr un desarrollo social sostenible.

Desde una visión Ética, la desnutrición proteicoenergética atañe no solo al personal de salud, sino a toda la sociedad, máxime cuando el estado nutricional de un niño es considerado hoy como un signo vital. Enfrentarlo desde una perspectiva humanista constituye un reto, pues se trata por lo general de niños que viven en situación de pobreza y según la autora mexicana Martha Kaufer-Horwitz "tanto la riqueza como la pobreza tienen efectos profundos en la dieta, la nutrición y la salud". (1)

La desnutrición proteícoenergética es, por tanto, el resultado de una privación, no solo alimentaria sino social, donde interactúan factores psicológicos y sociales que repercuten sobre el desarrollo normal del individuo al impedir la plena manifestación de sus potencialidades genéticas.

Desarrollo

La sociedad contemporánea está notablemente influida por el desarrollo científico y tecnológico. Todo el poder político y militar, la gestión empresarial, los medios de comunicación masiva, así como la vida del ciudadano común descansan sobre bases científicas y tecnológicas. (6)

Según John D. Bernal: "En nuestros días es cada vez mayor el número de científicos que son capaces de apreciar inteligentemente el lugar de la ciencia en la sociedad. Sólo ese conocimiento puede evitar que los científicos, pese a todo el prestigio de que gozan, se cieguen y queden atrapados sin remedio en el gran drama contemporáneo del uso y del abuso de la ciencia". (7)

La ciencia y la tecnología son procesos sociales profundamente marcados por la civilización donde han crecido; el desarrollo científico y tecnológico requiere de una estimación cuidadosa de sus fuerzas motrices e impactos y de un conocimiento profundo de sus interrelaciones con la sociedad. (6)

En nuestro país el desarrollo de la cultura, la educación y la ciencia ha constituido una prioridad fundamental del Estado cubano. Esto se ha expresado no sólo en avances significativos en estos campos sino también en una cierta mentalidad y estructura de valores entre los profesionales, en particular los vinculados al campo científico-técnico, donde el sentido de responsabilidad social se haya ampliamente extendido. En Cuba no sólo hay conciencia del enorme desafío científico y tecnológico que enfrenta el mundo subdesarrollado, sino que se vienen promoviendo estrategias en los campos de la economía, la educación y la política científica-tecnológica que intentan ofrecer respuestas efectivas a ese desafío, ello requiere de marcos conceptuales renovados dentro de los cuales los enfoques CTS pueden ser de utilidad. Nuestro proyecto político y de desarrollo social se contrapone a las prácticas neoliberales extendidas en el planeta. El pensamiento político de Fidel Castro ha sido importante en este enfoque. (6)

A continuación analizaremos, el comportamiento de algunos de los principales parámetros involucrados en la génesis biopsicosocial de la desnutrición proteícoenergética en el municipio de Bahía Honda y lo realizaremos según el enfoque CTS.

En Bahía Honda, existen 250 desnutridos en edad pediátrica, de los cuales 174 son escolares, representando el 69.6 %, con un ligero predominio del sexo masculino.

Al estudiar las características nutricionales de la población preescolar en nuestro municipio, se puede apreciar que aunque la mayoría de los niños se ubican en la categoría eutrófico, el 19.98 % son delgados y el 11. 5 % desnutridos, cifra que es considerablemente inferior a la que exiben el resto de los países en vías de desarrollo, pero que aún constituye un problema de salud significativo en esta etapa de la infancia, caracterizada por una interacción más abierta de los niños a un medio ambiente hostil, debido al desequilibrio ecológico de la época en que se vive, donde se necesita de un organismo preparado desde el punto de vista biopsicosocial para enfrentarlo. La desnutrición es una desventaja funcional para enfrentar este desafío. (12, 13)

El nivel educacional materno es inversamente proporcional al desarrollo de la desnutrición proteicoenergética en escolares, solo el 5,74 % de las madres culminó el duodécimo grado y un 2, 29 % la universidad. El nivel educacional es un elemento importante a la hora del manejo nutricional de los niños, pues los patrones alimentarios son un determinante directo del estado nutricional. Hoy gracias a los avances que se han alcanzado en el campo de la nutrición se conocen las características bioquímicas de los alimentos que resultan imprescindibles introducir acorde a la edad pediátrica, tomando en consideración las características del clima, los ciclos de los cultivos, la fuentes de proteínas de origen animal y vegetal disponible, para orientar a la familia cubana las mejores opciones alimentarias y de esta forma lograr una dieta que cubra las demandas infantiles.

El lugar de residencia está relacionado con la desnutrición protreicoenergética en este grupo etario, pues el 70.11 % de ellos vive en zona rural y solo el 29.88 % en zona urbana. Son múltiples las causas que podrían explicar este resultado, pues aunque el panorama del campo cubano de hoy difiere bastante del que prevalecía en épocas anteriores, no es menos cierto que aún las poblaciones rurales de Cuba continúan siendo más atrasadas desde cualquier punto de vista, así por ejemplo las investigaciones realizadas han demostrado que en el campo continúa siendo más alto el índice de parasitismo intestinal cuando se compara con las ciudades, también la calidad del agua potable es menor, los patrones alimentarios de las familias campesinas difieren respecto a las ciudades, específicamente en lo referente a la composición nutritiva de la dieta que consumen, que va a ser menor en las primeras. Otro factor que podría influir es la percepción que la familia posee hacia el estado nutricional del niño, que a su vez está determinado por el nivel cultural general de los progenitores, nos referimos al hecho de interpretar a la desnutrición como una entidad que atenta contra el desarrollo futuro del niño y lo pone en riesgo de padecer complicaciones inmediatas, mediatas y tardías, y sea motor impulsor para buscar asistencia médica calificada. Algunos indicadores de naturaleza sociológica (vivienda con piso de tierra, agua entubada dentro de la vivienda, excusado con agua corriente, etcétera) pueden ayudar a esclarecer el porqué de la distribución desigual de este fenómeno entre campo y ciudad. (16, 17, 18)

El índice de hacinamiento influyó de modo adverso en el desarrollo de la desnutrición proteicoenergética según peso/talla en preescolares, pues 111 de estos niños viven en condiciones de hacinamiento, constituyendo el 63.7 %. A la luz de los conocimientos científicos actuales se conoce que el hecho de vivir en estas condiciones incrementa notablemente el riesgo de que un niño enferme, sobre todo por enfermedades infectocontagiosas, lo que trae como consecuencia que se establezca un ciclo conocido como infección-enfermedad-desnutrición, y que se perpetúa en el tiempo. También el hacinamiento es indicador de situación socioeconómica desfavorable lo que se conoce repercute negativamente sobre el equilibrio nutricional de los niños. (19, 20, 21)

Al analizar el percápita familiar en relación con los escolares desnutridos vemos que 131 niños del estudio (78.1 %) viven con un percápita familiar bajo, y solo 38 de ellos (21.8 %) tienen buen percápita familiar. La economía doméstica es un factor determinante del estado nutricional de un niño, pues de ella depende la disponibilidad de alimentos de adecuada calidad biológica, y es fuente además de otros recursos necesarios para el mejor cuidado de los niños. Pobreza y desnutrición van de la mano, y aunque esa no es la situación exacta de nuestro país gracias al proyecto social emprendido a partir de 1959, la solvencia económica nacional, regional y doméstica, es decisiva para garantizar una nutrición de calidad a los niños.

La higiene doméstica también incidió negativamente en el desarrollo de la desnutrición proteicoenergética en niños entre 5 y 10 años, apreciándose que solo el 24.1 % de estos niños viven bajo condiciones de buena higiene doméstica, en el resto las condiciones son regulares o malas. De acuerdo a las investigaciones realizadas en este campo, hoy se conoce que la proporción de viviendas con piso de tierra, carentes de baños con agua corriente y refrigerador, se relaciona en forma indirecta con la frecuencia de desnutrición. El fecalismo al aire libre y la descomposición de alimentos perecederos son responsables, en gran medida, de la alta prevalencia de diarreas en estos niños, lo que puede establecer el ciclo diarrea-deshidratación-desnutrición en ellos. Más que un simple problema de disponibilidad de alimentos, la desnutrición proteico-energética con frecuencia es un asunto de insalubridad y de malas condiciones de vida en general. Aunque nuestro personal técnico está calificado para trabajar sobre estos aspectos y modificarlos. (24, 25, 26).

Después de concluida la investigación podemos definir los principales factores sociales que inciden en el fenómeno de la desnutrición proteicoenergética en niños en etapa escolar en el municipio de Bahía Honda, dentro de los que se destacan: bajo nivel educacional de las madres, vivir en zona rural, convivir bajo condiciones de hacinamiento, bajo percápita familiar y deficiente higiene doméstica. Esto a su vez será analizado desde diferentes aristas, ya que existen elementos que fallan y perpetúan el problema.

Desde el punto de vista económico vale citar que el producto interno bruto bajo de una nación influye de modo significativo en la economía nacional, regional y doméstica, y por ende en la alimentación de la población sobre todo la infantil con sus características especiales y finalmente se refleja en el estado de nutrición.(4, 27, 28)En Cuba se ha venido experimentando un incremento del producto interno bruto anual, a pesar de la situación de Bloqueo económico que vive hoy. evidentemente la situación de crisis vivida en estos últimos años repercutió desfavorablemente en nuestro pueblo y en el caso singular de Bahía Honda, municipio netamente agrícola donde el impacto de la crisis fue colosal.

El desarrollo económico se relaciona también con la productividad laboral (4), afectada fundamentalmente por dos factores: el humano, pues aunque en los últimos años se ha venido trabajando por su mejoramiento, aún somos ineficientes en muchos sectores especialmente en el productivo, y el tecnológico, ya que la tecnología que circula hoy en el mundo, es inaccesible y está en manos de las transnacionales quienes las comercializan a altos precios para los países en vías de desarrollo. Nuestro municipio no se aparta de esta realidad, ya que son dos los principales renglones productivos del territorio: la caña de azúcar y el café, los cuales necesitan de fertilizantes, combustible, piezas de repuesto, etc., incentivo laboral para incrementar la eficiencia y la productividad, y de esta manera incrementar el desarrollo territorial, mejorar la oferta de productos y facilitar el aporte nutricional que requiere la población en general y los niños en particular. El estímulo tanto moral como salarial, unido a la mayor efectividad de las estructuras administrativas podrían mejorar la productividad de modo individual y el Proyecto de Integración Latinoamericana, al cual se han incorporado otros países del cono sur del continente, también sería una alternativa para contrarrestar la crisis económica mundial, que repercute sobre la nación, y sobre el territorio en particular, en lo referente a la adquisición de tecnología y asesoramiento a precios justos. Estas podrían figurar entre las principales alternativas para resolver el fenómeno de la desnutrición infantil.

Desde el punto de vista social se pueden señalar un grupo de factores que repercuten sobre la incidencia de la desnutrición proteiconergética en los niños mayores de cinco años, dentro de los que se destacan: la migración a los grandes centros urbanos, lo que trae consigo el asentamiento en barrios marginales, donde predominan determinados patrones tales como: el desempleo, la delincuencia, la prostitución, la drogadicción y el alcoholismo. Este aspecto en el caso específico de Bahía Honda se aplica específicamente al grupo de niños que en la zona urbana padecen de desnutrición, y que por lo general provienen de zonas rurales y al emigrar hacia la ciudad lo hacen hacia zonas periféricas (suburbanas), donde prevalecen las condiciones descritas de marginalidad (4, 29, 30) En Bahía Honda al igual que en el resto del país existe un amplio programa de asistencia social, que trata de resolver la mayor cantidad de problemas solubles. Aunque se realizó el estudio de peso y talla a la totalidad de los niños y se tiene por parte de este grupo el diagnostico nutricional infantil se debe de continuar trabajando en la modificación de hábitos y estilos de vida en la población que los lleve a una alimentación saludable para erradicar el problema de la desnutrición en los preescolares. Según Nuñez (6)"la sociedad es un continuo pluridimensional donde cada fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos, cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. El conocimiento aparece como una función de la existencia humana, como una dimensión de la actividad social desenvuelta por hombres que contraen relaciones objetivamente condicionadas. Sólo dentro del entramado que constituyen esas relaciones es posible comprender y explicar el movimiento histórico de la ciencia". Por lo tanto, si contamos con el conocimiento que nos ha llevado a la génesis social del problema que tratamos, solo nos queda enfilar nuestra tecnología sanitaria y social en función de una solución adecuada al mismo.

Nuestra sociedad está influenciada por múltiples factores culturales los cuales difieren de acuerdo al medio en que se desarrolle el individuo, así podemos plantear que en las familias que viven en medio rural el ritmo de vida es lento, existiendo acomodo de las actividades a los ciclos naturales (las estaciones del año determinan los modos de actuar, los horarios de trabajo dependen del horario del sol), existe aislamiento cultural como resultado del aislamiento geográfico y una evolución sociocultural en general más lenta. En el caso de las familias que viven en medios urbanos, el ritmo de vida es más rápido, las actividades se acomodan a las necesidades de la producción, los contactos con otras culturas y formas de vida son muy frecuentes, la evolución sociocultural es muy rápida (se admiten comportamientos originales y se adoptan o imitan otros), los horizontes sociales son amplios y la movilidad social es muy acusada. Todo esto influye en el enfoque del fenómeno de la desnutrición proteicoenergética por parte de la familia y la comunidad, haciendo que las áreas rurales sean más proclives a sufrirla, y se tarden más en recuperarla que las áreas urbanas. (31, 32) Formando parte de nuestra cultura debemos hacer mención especial a los factores alimentarios, muy arraigados en la cultura popular cubana y que dan al traste en muchas ocasiones con una buena nutrición. Conocer, interpretar y modificar estos tabúes es una de las vías para lograr una nutrición saludable. Para ello es preciso valerse de argumentos sólidos y científicamente probados que nos permita incidir de manera favorable sobre el fenómeno que tratamos y modificarlos a favor de la recuperación nutricional de los niños. Es probable que lo que esté fallando sea el discernir entre lo que es útil y lo que es agradable. Lo planteado se ajusta al comportamiento que presenta el problema de la desnutrición infantil en Bahía Honda, donde el fenómeno se concentra fundamentalmente en el área rural. La tecnología sanitaria actual cuenta con las herramientas adecuadas para la solución de este problema, accionarla de un modo coherente es nuestra labor, y se deben de buscar estrategias de intervención comunitarias capaces de producir cambios en los estilos de vida de nuestros pacientes.

Desde el punto de vista asistencial el problema se vuelve más complejo, porque depende de varios factores: en primer lugar del grado de conocimiento que sobre tan polifacético y complejo tema tengan los equipos sanitarios de la Atención Primaria de salud, en segundo lugar del nivel de aplicabilidad que hagan de este conocimiento sobre los pacientes, en tercer lugar del enfoque social y comunitario que se le dé, en cuarto lugar de la correcta aplicación de la tecnología para realizar mediciones precisas, en quinto lugar del seguimiento individualizado que se le ofrezca a cada caso y a la familia y en sexto lugar de la modificación de los factores ambientales que rodean al pequeño paciente. Analizar cada caso como un todo pero sin obviar cada uno de estos elementos puede ser la clave del éxito en el diagnostico, el tratamiento y la rehabilitación de los niños menores de 5 años con desnutrición proteicoenergética. Baste con que falle uno solo de los eslabones de esta cadena asistencial para que nos perdamos en la ruta crítica del fenómeno. (2, 4, 33) Es importante trabajar en la labor preventiva, lo que se logra realizando las consultas de puericulturas preestablecidas por nuestro Sistema Nacional de Salud Pública y que varían en frecuencia de acuerdo a la edad de nuestros infantes y también al grupo dispensarial al cual pertenezcan. Con el funcionamiento de estas consultas a niños sanos se puede lograr un diagnóstico precoz de los casos, lo que resultaría en un tratamiento oportuno, también se lograría detectar a los niños que bajen hacia canales nutricionales de riesgo y se podría trabajar con ellos para evitar que lleguen al estado de desnutrición aguda. Al analizar el porqué el fenómeno incide más en los niños que se encuentran en el grupo entre 5 a 10 años en Bahía Honda, una de las deficiencias que más inciden es, que al cumplir el año, se pierde la sistematicidad en el seguimiento a los mismos por parte del nivel primario de Atención, ya sea por inestabilidad en el servicio médico o por dificultades inherentes a la formación académica del personal existente, entonces el caso es diagnosticado de forma casuística por lo general en la atención secundaria cuando acuden por otra causa. La familia también debe tener conciencia y conocimiento acerca del seguimiento que normalmente se establece para sus hijos, por demás un derecho que brinda el sistema de salud cubano en favor de la infancia, y que debe constituir una obligación para los responsables en el cuidado del niño. Estos aspectos fallan y por ende, este grupo de niños de por sí vulnerable, sufre con mayor frecuencia este trastorno.

El medio ambiente constituye el lugar donde el hombre vive, trabaja y se desarrolla. Es un sistema compuesto por dos hemisistemas interrelacionados e independientes: por un lado, el hombre viviendo en sociedades o formaciones socioeconómicas con características diferentes y por el otro, los elementos de la naturaleza o los transformados por los hombres, en los cuales estos viven inmersos. Estos elementos están constituidos, generalmente, por el aire, los fenómenos climatológicos, el agua, el relieve y el medio artificial o social creado por la acción humana, que en conjunto conforman el hábitat. Se sabe que entre los elementos del medio ambiente natural y el hombre se producen cadenas de causa-efecto. (32) Entre los factores de riesgo nutricional relacionados con el medio ambiente se encuentran los geográfico-climáticos, los educacionales, los socioculturales, los económicos, los agronómicos, los industriales, los medicosanitarios, los inmunológicos y los relacionados con las infecciones. (34) El estudio sobre Cambio Climático del 2004 confirmó que la subida de alrededor de 1ºC en el Ártico tendrá enormes repercusiones a escala planetaria, como: mayores inundaciones y sequías en todo el mundo; el deshielo de los glaciares polares y alpinos, que provocará la subida del nivel del mar y el anegamiento de zonas costeras; el aumento de la temperatura media de los océanos, o el empobrecimiento de la biodiversidad, este cambio se expresa en una reducción global de la producción de alimentos, lo cual como se sabe, influye de forma directa sobre el estado de nutrición de los niños.

Aunque nuestro municipio es eminentemente agrícola, el medio ambiente se agrede de diversas formas: la tala indiscriminada de árboles, la quema de bosques, la contaminación de los envases artificiales y naturales de agua, la gran cantidad de vertederos y microvertederos que existen, etc. Estamos precisados de desarrollar en la población una cultura ecológica que contribuya a preservar el patrimonio medioambiental que nos rodea para no comprometer las fuentes alimentarias que disponemos hoy, así como la calidad del agua y del aire, elementos que influyen notoriamente en el fenómeno que analizamos. (32)

Desde el punto de vista ético el problema de la desnutrición adquiere otra dimensión, si consideramos a la bioética como un nuevo paradigma cultural en proceso de conformación, de carácter humanista y proyección global, orientado hacia el redimensionamiento ético de la actividad y correspondientes relaciones sociales que afectan la vida en el planeta y, consecuentemente la vida y el bienestar del hombre. La ética médica aborda los nuevos dilemas y conflictos que la tecnología médica y las políticas de salud en evolución introducen en la función del médico y en la gestión de salud, la cual debe de enmarcarse en el momento histórico que vivimos con nuevos enfoques y estructuras, dentro del marco teórico del marxismo-leninismo, y dentro de la sociedad socialista, donde se pone fin a las contradicciones antagónicas entre los valores científicos y morales, sin perder los principios humanísticos.

Actualmente, la ética médica aborda múltiples temas relacionados con la práctica médica, con el ejercicio profesional, con la gestión de salud, con los avances de la ciencia y la tecnología médica, y con la regulación de la vida. El juicio ético, como componente obligado de la práctica médica, está inmerso en cada tema de la ética médica. Interpretar el fenómeno de la malnutrición proteicoenergética desde una perspectiva ética ayudará al personal de salud a poner en función del problema todo el arsenal científico y tecnológico disponible para darle solución, si tomamos en cuenta que este trastorno tiene una raíz social importante. En nuestro municipio el problema ético se circunscribe fundamentalmente a un problema de autopreparación científica individual de cada profesional y en la toma de conciencia de que el fenómeno existe y que merece ser seguido y prevenido como se establece por la metodología, para enfrentar esta situación, pues por principio nuestro sistema social no escatima esfuerzos en la superación de todo el personal científico técnico del sector de la salud, ni recursos en la compra de tecnología sanitaria sofisticada, que ya hoy es accesible para toda la población hasta en los lugares más distantes. (29)

Para finalizar este trabajo quisiera proponer un grupo de soluciones que podrían ayudar a disminuir la incidencia del mismo. Entre ellas proponemos:

Elevar el nivel educacional general de las madres de estos niños, insertándolas en los programas educacionales de la revolución.

Trabajar con el objetivo de modificar los estilos de vida de las familias que viven en zonas rurales.

Continuar insistiendo en el mejoramiento de las condiciones de vivienda para evitar el hacinamiento.

Incentivar la incorporación al trabajo renumerado de los miembros de la familia para elevar el percápita, esta medida debe de ser apoyada además, por el esfuerzo que realiza el estado con el objetivo de mejorar la política de estimulación salarial.

Trabajar en el mejoramiento de la higiene doméstica, lo que implica una mejor calidad de los servicios de salud, específicamente en la aplicación del enfoque de riesgo para este trastorno.

Como podemos apreciar la solución no está solamente en una institución, sino en la participación coordinada de todos los actores sociales. Según Nuñez Jover "Esa capacidad de cooperación centrada en objetivos comunes expresa claramente la influencia del capital social (valores compartidos, comunicación, confianza) sobre el desarrollo científico-tecnológico y su impacto social".

Conclusiones

  • 1. El fenómeno de la desnutrición proteicoenergética en niños escolares en Bahía Honda se estudia y se trabaja desde una visión multisectorial, multiinstitucional y multipropósito lo que hace que a pesar de que existe incidencia aislada no se haya presentado una situación crítica en los últimos años.

  • 2. A pesar de que existe una voluntad política y el gobierno prioriza los sectores de la salud y la educación, y brinda los recursos básicos indispensables para prevenir la desnutrición en niños escolares, aún existen algunos casos por resolver, fundamentalmente vinculados a factores como: el bajo nivel educacional de las madres, vivir en zona rural, alto índice de hacinamiento, bajo percápita familiar y deficiente higiene doméstica.

  • 3. La desnutrición en Bahía Honda es expresión del contexto social en que se desarrolla, y aunque el acceso a la salud, la educación y la asistencia social es para todos por igual, esta se desarrolla en sectores específicos de nuestra sociedad, en los que se debe trabajar de forma diferenciada y con carácter preventivo.

Referencias Bibliográficas

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Autor:

Dra. Yaridis Vieyto Vigoa

Especialista de I Grado en Psiquiatría Infantil

Profesor Instructor de Psiquiatría Infantil

Universidad Médica de Pinar del Río.

Dr. Joan Manuel Rivero Calzadilla

Especialista de I Grado en Pediatría

Profesor Instructor de Pediatría

Universidad Médica de Pinar del Río

MsC: Reinel Ustariz Castillo

Master en Desarrollo Social.

Profesor Asistente de Psicología

Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca

" Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnología".

2011

Pinar del Río, Cuba.