Por ejemplo le contaba don José, siendo muy joven se enteró que en el chira necesitaban bastantes peones. Estos peones deberían hacer un canal grande de irrigación a inicios del siglo XX, en base aun proyecto adormitado en el estado por la considerable inversión, además de la inestabilidad del país. Siendo el Señor Miguel Checa, conocido luego como "El colón del Chira" por su propia iniciativa y peculio, empezar esta justa misión de construir este legendario canal. En aquellos tiempos no existía la tecnología de la maquinaria, que todo lo hace más fácil.
El canal lo hicimos a fuerza de pico y palana – sostenía don José
Nos habían marcado el terreno y empezamos a cavar desde la bocatoma, que partía de la hacienda Poechos, a tajo libre y sin represa alguna, por estar el canal, construido un metro setenta y cinco centímetros más bajo que el nivel del rio, en su mayor estiaje – argumentaba.
Así, primero se construyó el canal para las haciendas Chocan y San Francisco, como construcción piloto, al notarse lo muy factible y exitoso del proyecto se pidió al gobierno la concesión respectiva para seguir la construcción, como empresa. Reafirmaba esto, el Ing. Melo en 1906, en su informe dado al Prefecto del Departamento Dr. Germán Leguia Martinez, para que lo eleve al Ministerio de Fomento, diciendo que la construcción de este canal reunía ventajas muy favorables, capaz de generar una recompensa económica muy segura por la inversión de capitales y el empleo del trabajo; porque este suelo es fértil, y más que todo por estar la bocatoma de este canal que salía de la Hacienda de Poechos mucho más bajo que el nivel del Rio Chira, por esta causa de ley natural no podría agotarse el agua jamás. Después de estas sabias frases, el Ing. Melo las complementó con lo siguiente: "Para que el valle del Chira sea el primero del Perú y uno de los primeros del mundo no se necesita sino irrigación amplia, sistematizada y segura, como la que en un tiempo instauraron los incas". Afirmaba el anciano que este beneficioso canal lo cavaron con nueve metros de anchura en sus primeros veinte kilómetros y los cincuenta y dos kilómetros restantes eran de cinco a seis metros; porque en los primeros veinte kilómetros posee mayor declive y podía en menor latitud mayor cantidad de agua. Después de Chocan y San Francisco, recuerda perfectamente que los fundos beneficiados con la bondad del agua para irrigación por gravedad fueron: Santa Victoria, La Peña, La Horca, Empreñadero (hoy Santa Cruz), Gallo, Pueblo Nuevo, Cucho, Mambré, Pampas de Querecotillo y Salitral, Garabato, Samán, algunas propiedades pequeñas pertenecientes a más de cincuenta dueños, y, por último a la gran hacienda de Mallares. En todo ello don Miguel Checa para convertir estas millares de hectáreas de terrenos secos, yermos y sin ningún valor, en… productivos y más ricos de la región… Para consolidar todo ello, formó una compañía denominada: "Empresa de Irrigación del Chira" con los Señores Duncan Fox y la Peruvian Corporation.
Don José, proseguía – que al empezar la obra, cada vez se notaba el éxito, que hasta sus jornales eran buenos, y en poco tiempo les aumentaron el ciento por ciento, el pago era por tarea y no faltaban peones esforzados, que sacaban tarea y media o dos tareas diarias, pero tal aumento recargó enormemente el presupuesto de la obra y trajo dificultades, necesitando labrar con urgencia estas tierras, para no perder el beneficio del agua; aún así mucho peones provocaron dos huelgas, solucionando la empresa pacifica y favorablemente. Por ello siempre se suspendían los trabajos, postergando la irrigación a su término, las tres secciones en que se dividió la obra son: de Poechos a Marcavelica – 34 km. finalizó en Noviembre de 1903, de Marcavelica a Tamarindo terminó en 1905, y desde Tamarindo a Colán a fines de 1907, cristalizándose todo el recorrido del canal en 1908, con 72 km. en total, en aquellos tiempos. Su fuente principal: el Rio Chira. Los altos costos de mantenimiento del canal, vulnerable a las quebradas y sujeto a frecuentes rupturas, indujeron a la Peruvian Corporation a transferir sus derechos al estado Peruano en 1925. El canal destruido por el Fenómeno de El Niño de 1925, fue reconstruido y ampliado, construyéndose trabajos de ingeniería, pasos de agua especiales para hacer frente a las quebradas en zonas críticas, utilizándose cemento en 1927. Reiniciándose su funcionamiento en 1930. Los daños causados por los atronadores Fenómenos de El Niño de 1983 y 1998, fueron superados con más aligerancia, ahora sí con la ayuda de maquinaria. Llegando a una expansión de riego de 14,481 hectáreas de terrenos cultivables, y así pasó el tiempo donde aquel joven llamado José, conjuntamente con otros jornaleros, después de venir a esta zona como peones, se convierte en agricultores, justamente como propietarios de sus actuales chacras, don José lo hizo en este, el distrito del territorio mas pequeño del Valle del Chira: Salitral.
TRES
Don José: agricultor del canal Miguel Checa, cultivando su chacra y su mente
Siempre Wililingo se dirigió a la chacra, en busca de don José, lo hacia por los siempre originales callejones con grandes hojas flameantes de plantaciones de plátano, que empezaban a promocionarse en producto bandera ¡orgánico!, cuyos racimos pendían enguantados en trasparentes bolsas, dentro de estas, se notan cada uno de los plátanos, como dedos delicados y hermosos de muchedumbre ordenada de hadas, que dulcemente le daban la bienvenida. Aquí don José le contó sobre toda su vida.
La mirada desgastada del anciano, se perdía, como queriendo aferrarse en las ramas y altura de sus queridas plantas. Le contaba que el maestro Pascual Castro le enseñó a leer y escribir cuando tenia 15 años. Después toma gran amistad con los maestros Montenegro y Montero, los cuales le brindaban información, sobre el desarrollo de la explotación agropecuaria, sabía que el agua empezaba a ser cara y escasa en la mayoría del planeta.
Por ello este "Padre de las Plantas" siempre se imaginaba un Valle del Chira con agrotecnología. Después de sus conocimientos agrícolas le interesaba y discernía silenciosamente la realidad del país, con mucha objetividad, para ello siempre le gustaba mantenerse informado ¡al tanto de todo! leía libros, revistas y periódicos ¡No importaba pasados, pero se mantenía informado! Además escuchaba las noticias de la mañana para actualizarse. Tenía básicos y plenos conocimientos, de la evolución histórica del Perú, con lucidez enmarca el contexto de la "Republica Aristocrática" a inicios del pasado siglo XX cuyos escogidos y elegidos, solo desde Lima, mantenían su dominio absoluto de la sociedad Peruana, excluyendo a los lugares mas lejanos de la aglutinante capital. De los gobiernos civilistas de Pierola, López de Romaña, Pardo y Leguía. Mucho mas dominaba la época o tiempo en que tuvo su libreta electoral, empezó a votar, desde los tiempos de Bustamente y Rivero. Pero igual, desde que gobernó Pizarro, extrayendo y exportando aquellas materias primas de intereses y necesarias para el largo proceso de industrialización de los países centrales – todo unilateral – sin articularse en nada con el consumo y la producción nacional, hace que continúen los desequilibrios regionales por la desigual distribución del ingreso y tecnología.
El lúcido y conocedor agricultor, tenía la paciente costumbre de anotar en un cuaderno, con sus respectivas fechas todo invento tecnológico que propagandísticamente llegaba por el Callao, para que una vez pomposamente lo inaugure el presidente de la república, sea estrenado y quedarse en uso en la capital, "Al servicio de todo el Perú". El anciano mostraba a su amigo páginas amarillentas de una amplia relación tecnológica, desde tiempos que empezaron a utilizarse los rayos X en los hospitales capitalinos, los láser, la quimioterapia, los inicios de la automatización en los edificios, y todo instrumento específico y novedoso, sea industrial, público o domestico.
El desarrollo científico-tecnológico, progresaba en el mundo y luego repercutía en esta aglutinante zona, motivo por el cual… los hombres de provincias empezaron a invadirla en silencio – algunos del Valle del Chira, tenían que embarcarse por el puerto de Paita, con una travesía de varios días, hasta llegar a la ansiada capital – Pero cuando se abrieron las carreteras, tomó formas de invasión precipitada, dejando a sus pueblos más vacíos e inactivos, desangrándose. Lo mismo ocurrió con algunos hijos, nietos y amigos de don José, dejaron la abandonada y soslayada agricultura para emigrar. Pero don José jamás quiso tomar esta decisión, era un "Padre de las Plantas" que las entendía muy bien, ¡era su mundo!, pensaba que: "La vida consigue ser buena, si es fecunda". Este hombre de entorno rural pero inteligente tomaba las cosas con cautela y sin resentimientos, las cosas tienen que cambiar para las demás generaciones, mientras tanto sus pulmones a diario recibían aire puro, todo muy natural e interiormente contento, porque se encontraba viviendo a más de mil kilómetros de la atosigante capital.
Bajo su algarrobo, siempre pensaba en lo que había sostenido el Ing. Melo en su informe de 1906 para que se apruebe la total construcción del Canal Miguel Checa: "Que el suelo del Chira es fértil y la bocatoma que salía de la hacienda Poechos, es mucho más baja que el nivel del rio chira. ¡Por ley natural el agua aquí no podría agotarse jamás!".
CUATRO
El agricultor del canal Miguel Checa y las nuevas generaciones
Al ver que la tarde empezaba agonizar, ambos tenían que abandonar la sombra del algarrobo, que empezaba a confundirse con la naciente noche, y luego paso tras paso dejar la chacra. En el angosto callejón, los cercos compuestos por plantas de piñones, cuyas ramas se negreaban por la penumbra naciente; daban la sensación de vísceras apretadas conjuntamente con las enredaderas. Tal era la lentitud del anciano, que en cada paso recurría a su poder del alma para llegar al acceso principal de todas las chacras del sector, allí se apego a un árbol de tamarindo y poniendo nostálgicamente su mano derecha sobre su frente le dijo al joven:
Siempre que podía recorría a pie a alquilaba movilidad para observar al Canal Miguel Checa, conocía su alturado comportamiento y siempre rebosante de agua, pero al mirar esta carretera, recuerdo como a fines de 1976, cantidades inmensas de todo tipo de vehículos con mucha gente acudían efusivamente a poechos a mirar al presidente de la junta militar Morales Bermúdez a inaugurar la represa. Mas lo sentía por los crédulos sullaneros que allí acudían, pensaban en una distribución justa del agua, ansiosos de las fronteras agrícolas prometidas, ¡para los pobres!, ¡para quienes trabajan la tierra! Arenga aún fresca en ese año dejaba por el bien piuranísimo ¡Chino Velasco!. A lo que el Gral. Bermúdez venía era sólo a cumplir un rito. Ya todo estaba previsto, el preferido Canal Daniel Escobar contaba con una estructura solida y moderna en base a dos inmensas tuberías gemelas que suman 4.80 metros de diámetro, una capacidad de salida de 53 m3/s de agua. Mientras que para el soslayado Canal Miguel Checa, su salida era mucho menor con solo 14 m3/s y en la práctica no llega ni siquiera a los 7 m3/s.
¡Don José! ¿Y cómo conocía usted eso?
Logre conseguir el proyecto, un documento analíticamente extraño con falacias, solapado por una fuerte junta militar con unos consabidos tecnócratas yugoslavos, vistos acá como semidioses, dando la sensación de que los tataranietos de Colón llegaban al Chira. Era una construcción con efecto psicosocial, para algunos sullaneros que pudiesen reclamar, dando la forma de "Carácter Militar" por el problema habido con el Ecuador. El proyecto empezaba con palabras aliviadoras, así: Las aguas del Chira serán embalsadas en Poechos y de lo que de esa agua exceda después de la demanda del Valle del Chira, será evacuada por una Canal de derivación, naciendo así el avasallador Daniel Escobar con rumbo a horizontes ya previstos.
¿Don José y la tercera etapa?
De ello quería tratar de informarme en este extraño papel, porque me preocupaban tres cosas: Primero en mantener un caudal normal del río, Segundo, que se mantenga el suministro adecuado de riego para el Miguel Checa y Tercero, que se cumpla con la cantidad de hectáreas de riego ofrecidas a 25 000 hectáreas solamente por gravedad, aparte agregando las de bombeo.
Disculpe Don José ¿la tercera etapa en relación al Miguel Checa?
Aquí el proyecto emplea una palabra ambigua: mejoramiento en lugar de revestimiento, luego estos zamarros nos entusiasmaban para lo del canal miguel checa con 7 200 hectáreas de frontera agrícola y luego otro canal paralelo al Chira llamado Canal Alto Margen Derecha, al nivel más alto que el Canal Miguel Checa.
¿Qué no te acuerdas de la propaganda Poechos Miramar?
Aquí ellos, más usan de las desventajas que las ventajas para buscar su razón. Es por ello que el Miguel Checa se ve siempre falto de agua, y solo se acuerdan de usar los aliviaderos de compuertas y de emergencia solo para eliminar aguas en exceso cuando existen fenómenos del niño. Pero las compuertas mecánicas más se usan para aminorarle agua al Miguel Checa y al pequeño Canal Huaypirá.
Así algo agitado al llegar a los linderos, entre las chacras y el poblado; el experimentado chacarero notaba claramente cierto cambio de hábitat, la tranquilidad meditativa que brindan la quietud de los vegetales, ante el bullicio de los miembros de la familia, en especial los niños, porque sus hijos habían formado sus hogares compartiendo su casa, algunos habían regresado de la emigración con sus esposas "alimeñadas" pero de origen provinciano también emigrantes; no habían podido soportar los cada vez difíciles desafíos que deparaba la capital.
Wililingo, durante todo el camino, pensaba que la vida de don José, no ha sido un simple discurrir cronológico, sino también un devenir saturado de experiencias de las más variables, sentía sus estancamientos y descuellos, sus despegues intensos y retrocesos forzados, virtudes y negaciones ¡pero jamás abdico!. Ya muy cerca a la ancha y añeja puerta de su corral:
Lentamente, sacó de su alforja un despastado libro de etnohistoria, donde con su lápiz había encerrado el siguiente fragmento, mostrándoselo al joven:
"Todos los seres humanos, agrupados en América, Europa, África, Oceanía y Asia, no han seguido, la misma ruta de una manera sincrónica. Empezando por distintos caminos. Así existimos grupos que carecemos de desarrollo integral. Es por ello que la trayectoria del género humano es desigual".
Y… el pueblo grande trata de explotar al chico.
CINCO
Comunidad rural del Chira y tecnología
Pasado cierto tiempo Wililingo se enteró que don José estaba enfermo, de inmediato lo fue a visitar. Acostado en su cama, reaccionó positivamente, ¡con este amigo si da ganas de conversar! El muchacho tenía que acondicionar temas gratos o deleitantes.
¿Don José, que tal si me habla de la evolución tecnológica en el poblado de nuestra comunidad, empezando por el primer receptor de radio que llegó al pueblo?
Sí, fue durante la Alcaldía, en 1953 por lo menos, de un peculiar señor conocido por "periquito", allí recuerdo que yo tenia 67 años de edad.
Y yo, estaba justo por nacer acotó el joven.
¡Que diferencia de edades! bueno… recuerdo que los pobladores formamos un ¡comité pro radio! con actividades lo conseguimos, era un aparato grande, cuya armazón moldeada de madera media 60 cm. de largo por 40 cm. de ancho, con batería grande; lo bendecimos y muchos pobladores nos ubicábamos frente al local municipal para escuchar el nuevo aparato sonoro, cuyo luminoso dial sintonizaba nítidamente Radio Nacional de Perú y Radio Caracol de Colombia.
Desde allí todo en la comunidad se movía alrededor del radio a pilas, uno de los primeros, fue un personaje llamado "coralota", quien teniendo por el asa un receptor de radio marca "niviko" prendido a todo volumen, se paseaba por las anchas calles del pueblo, seguido de infinidad de churres.
Al despedirse de don José, algo llevó a Wililingo, en ese momento a los umbrales de su infancia, justo a los inicios de la década del sesenta. Conjuntamente con los recuerdos de sus primeros años, cuando llegaba de visita al pueblo, el conocido: Emiliano, todos estaban precavidos, a la hora que desembarcaba, en casa de sus padres, el gentío gritaba: ¡llegó Emiliano! ¿Qué habrá traído de nuevo?. La sala estaba repleta de familiares y afuera los curiosos, todos a la expectativa para conocer el nuevo invento que llegaba ¡a ojos del pueblo!. El exitoso emigrante, cual mago del suspenso… Emiliano saca una pequeña radio a pilas y lo mostraba prendido, izando un cordel blanco, decía "inyecto esto… y la voz… se va… aquí" a este pequeñito aparatito blanco. Entonces a cada uno de los asombrados asistentes, les iba pasando el artefacto por los oídos, todos maravillados decían ¡sí, se oye clarito! ¡Bendito sea Dios, todo lo que sacan!… era el primer audífono que llegaba al pueblo.
La alargada, encanutada y portentosa "caña de guayaquil", era y aún es uno de los inmediatos recursos, provenientes directamente de la chacra, que bien sirven para instalar la antena aérea de televisión. A mediados de los sesenta llegó el primer receptor en blanco y negro, al local municipal, muchos vecinos apoyaron al técnico a ubicar la antena sobre el techo. Desde aquellos lejanos días, ver televisión se constituyó en una rutina diaria, luego la televisión a color, como la máquina que puede alterar las relaciones con los demás y con nosotros mismos. Cuando la comunidad rural estaba repleta de antenas aéreas de TV se notó una transformación social y de consumo, percibiéndose menos horas de labores en las chacras por los jóvenes. Entonces la llamada globalización se refleja en la innovación tecnológica y en el ocio.
Después del Puerto del Callao, el Aeropuerto Internacional "Jorge Chávez" fue "la segunda puerta de plenipotencia" al Perú, fortaleciendo el ingreso de las importaciones, consolidando la dependencia financiera y tecnológica, iniciándose luego un dominio más fuerte del mundo urbano industrial, sobre la agricultura del mundo rural. La "olla a presión" por salir del país, era inexorable, que el aeropuerto y hasta el puerto se convierten en masivos exportadores de emigrantes.
Tiempo después, la información que tenia don José, era más diversa y fresca. A su cama le llegaba mucha correspondencia, gozaba de suscripciones. Cuando la muerte le acechaba, con más de cien años de vida, empezó a delirar diciendo claramente:
"Comenzarán a llegar por el puerto y aeropuerto del callao, inmensas cantidades de computadoras, habrá una invasión tecnológica nunca ocurrida".
Mientras le ponían paños tibios seguía delirando:
"En nuestro país se importarán millones de celulares, aparatos cada vez más diminutos, reinventados a diario para los empresarios, amas de casa, adultos, jóvenes y niños", propios y extraños.
Antes que llegara el párroco a su unción, proseguía:
"Todos entramos en los contenidos online, recurrirán a la Web, se apropiarán del Internet a diario".
Apenas se retiró el párroco, manifestó parcamente:
"Me preocupan los jóvenes del pueblo, deben mejorar su nivel de comprensión, su capacidad de usar las herramientas tecnológicas. Ellos creen que lo pueden hacer con naturalidad, pero lo importante es su formación. Como se puede afectar su percepción ante el mundo y que jueguen un papel activo en esta cambiante sociedad, incentivemos la creatividad".
Al sentir que su último aliento, se iba de su cuerpo, ¡exclamó!:
"Y… mi chacra, mi querida chacra, mis plantas, el canal: ya cien años y casi en la misma situación, la carretera Sullana – Alamor, las tierras secas y lastimeras que aún esperan las aguas del Canal Poechos – Miramar ¡todo esto nos hace falta, para poder desarrollar y competir!, espero que ustedes las futuras generaciones puedan hacerlo"; y… expiró.
El viejo algarrobo, lloraba la ausencia de don José, y allí… Wililingo solo, meditaba sobre los retos que enfrentaría, el y su comunidad rural; tantos problemas como el revestimiento adecuado de todo el Canal Miguel Checa, y entre otros, apoyado de nuevos sistemas de riego, la agrotecnología.
El joven solo, se aleja del triste árbol, llegó al pueblo y observa a todos profundamente distraídos e imbuidos en lo nuevo que trae con rapidez la tecnología, más no en lo nuevo que podamos generar, para evitar el estancamiento ante la anunciada globalización, pensando que el problema debería ser compartido por todos, bajo el siguiente pensamiento: "los agricultores, así como cultivamos la tierra, cultivemos nuestra mente, para buscar la personalidad de una provincia respetada".
Tal como lo hacía… Don José.
FIN
WILFREDO ATOCHE RAMIREZ
(1954 – …)
Salitral -Sullana
Ha participado en varios concursos, empezando por COPE de Cuento en 1987 y Concursos Regionales de Radio Cutivalú con buenos resultados. Dibuja, Pinta, promueve el Teatro Costumbrista y Escribe. Labora en la Jefatura de la Biblioteca Municipal de Salitral. Sufre de discapacidad física y tiene a cargo OMAPED y lo mismo la coordinación del Proyecto de Control Biológico de la Malaria que promueve la Universidad Cayetano Heredia de Lima. Admira a García Márquez por su narrativa social.
Autor:
Wilfredo Atoche Ramirez
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