Actividad de correos en Cuba: La historia de una empresa vista desde su estructura
Enviado por Ana I. Ramirez Reyes
Introducción
Una invitación a recorrer cualquier tema o autor dedicado, total o parcialmente, a las ciencias de la administración, puede servir para iniciar una atrayente aventura en bibliotecas reales o virtuales, personales o colectivas, generales o específicas, de teorías y prácticas conocidas en busca de la eficiencia.
Por eso, muchos son los procesos a disposición de las organizaciones para buscar mejoras en su productividad y cada día se produce un mayor acercamiento, en las teorías modernas de la dirección, a la cultura organizacional en apoyo a las propuestas de estrategias y a las reformas en las estructuras organizacionales.
Inquiriendo en la evolución histórica de las teorías que fundamentan los procesos anteriormente mencionados, no es difícil encontrar el impacto que, el desarrollo de la Psicología y la Sociología, proporcionó a la administración al difundir un valioso arsenal de técnicas e instrumentos para evaluar y mejorar el comportamiento humano en las organizaciones, por eso es vital para cualquier administrador, acercarse lo más posible a las características culturales e irlas descubriendo poco a poco, máxime cuando se trata de "separar" y después "unir" a las personas que han de trabajar en pos de un objetivo común.
Buscando entonces, nuevas propuestas metodológicas para hacer interactuar las estrategias, la cultura y la estructura organizativa, a partir de fundamentos teóricos seleccionados, se han de aplicar técnicas y evaluar sus resultados de forma sistemática, sobre todo en las organizaciones donde sus directivos han venido padeciendo de múltiples dificultades, porque las decisiones tomadas no han propiciado los resultados esperados, al mantenerse de espaldas a las corrientes culturales que, cada día, se vuelven más fuertes.
Un caso a mencionar lo constituye la División Territorial en Granma de la Empresa Correos de Cuba (ECC) que, en diagnóstico realizado en octubre de 2010, identifica entre otras, las problemáticas que aparecen a continuación:
Demora excesiva en la gestión de la información y la toma de decisiones.
Insuficientes e inadecuados medios e insumos para la ejecución de los servicios y de los procesos postales.
Incumplimiento parcial de los procedimientos, funciones y tareas de los cargos.
Inadecuada selección y poca capacitación del personal.
Notable deterioro de la infraestructura existente.
Innumerables quejas por maltrato, demoras y pérdidas de bultos y efectivo.
Una evaluación de los problemas anteriormente señalados permite afirmar que insuficiencias en la estructuración de la División Territorial Granma de la ECC, marcan una visible disfuncionalidad de un sistema abierto y racional, donde el trabajo asignado a las personas que lo integran, no ha sido diseñado de forma tal, que puedan cumplir roles concebidos para alcanzar los objetivos organizacionales ni de las unidades organizativas que los agrupan por cargos, o en otras unidades menores articuladas o interconectadas en procesos, limitando el avance sostenido hacia resultados superiores.
Por lo tanto cabe preguntarse ¿qué cambios han de realizarse en la estructura de la División Territorial Granma de la ECC para que sea más funcional y eficiente? Y responderse: rediseñarla para mejorar la funcionalidad y eficiencia.
Pero ante esta pregunta y su respuesta es ineludible la necesidad de rediseñar la estrategia, que hasta el momento venían siguiendo en la División Territorial Granma, la cual va a ser soportada por la estructura y a su vez, estudiar otras variables, con las que tiene una determinada relación de dependencia: Uno de ellos, los valores, importantes para cualquier empresa, porque establecen las bases para la comprensión de las actitudes y la motivación, ya que influyen en las percepciones, (clima) y además en las actitudes y el comportamiento (cultura).
La cultura de una organización no surge del viento, una vez creada se fortalece o debilita, pero nunca desaparece. Se transmite a los empleados en diversas formas, siendo las más poderosas: historias, rituales, símbolos materiales y lenguaje.
Y he aquí donde es necesario detenerse. Si no se conocen los acontecimientos en la historia de las estructuras de la actividad de correos en Cuba ¿es posible tener fortalezas culturales para enfrentar su rediseño?
Entonces queda definido como un problema la necesidad de conocer los antecedentes históricos de la estructuración del correo en Cuba para identificar los cambios en las diferentes etapas que marcaron saltos en el desarrollo de tecnologías afines y acontecimiento políticos y sociales, a partir de los resultados que se fueron alcanzando defendiendo la idea de que conocer estos antecedentes permite saber quiénes fuimos, cómo llegamos hasta aquí y cómo podemos alcanzar lo que aspiramos para el futuro.
Síntesis histórica de la actividad de Correos en Cuba
Para desarrollar este acápite se torna necesario, por las peculiaridades que se observan en el transcurso de los años, que se realice la descripción por etapas o períodos de forma tal que permite distinguir el propio avance y los cambios estructurales introducidos en la actividad de correos, es así que se distinguen: El Correo en la Cuba colonial (hasta 1900), el Correo en la Cuba neocolonial (desde 1901 hasta 1958) y el Correo en Cuba después del triunfo de la Revolución.
1.2.1.- El correo en la Cuba colonial
El correo está considerado como uno de los servicios más antiguos y populares, debido a la importancia que tiene para las personas, satisfacer algunas necesidades identificadas dentro del sector de las comunicaciones.
En el siglo XVIII los servicios de correos eran realizados inicialmente por carteros particulares creándose, en el año 1744, la primera oficina postal en La Habana con un servicio regular de un recorrido semanal, según aparece descrito en el anexo No. 1. En 1754, para una población cercana a los 140 000 habitantes, se fueron desarrollado necesidades postales, las que dieron lugar a que por Real Orden, el 26 de agosto se formalizara el servicio de Correo Interior por cuenta y riesgo de la Hacienda Pública, la que adquiere la responsabilidad de su conducción y reglamentación. Dos años más tarde, el 1ro de marzo de 1756, se autoriza la implantación y desarrollo de la actividad de correos con la puesta en funcionamiento de la primera ruta postal entre La Habana y Santiago de Cuba, estableciéndose un reglamento innovador para la época que incluía:
a) Unidades organizativas: Dirección General de Correos, Estaciones de Correos, un departamento para cartas no reclamadas (rezagos) y otras.
b) Cargos como el de Oficiales y Tenientes de la Real Hacienda que percibían como comisión un 8% de los ingresos.
c) Formalización de actividades y procesos, fundamentalmente del sistema informativo (cartas expedidas y recibidas, sencillas y dobles, peso, etc.
d) Otras como conducción de correos a caballo, fijación del importe de franqueo, clasificación y multas.
Las crecientes necesidades de comunicación, tanto privadas como del gobierno, incidieron sobre los presupuestos y al no obtenerse sustanciales utilidades, como se aprecia en el anexo No. 1, apremiaba un cambio y, el 30 de septiembre de 1757, se estipula que estas actividades dejaran de realizarse por el gobierno, sacándose a subasta pública, como oficio vendible de Correo Mayor y cargo de Regidor del Cabildo Habanero como incentivo anexo, adjudicándose por 18 000 pesos, el 7 de diciembre a Don José Cipriano de la Luz Meireles, produciéndose por primera vez un cambio de propiedad de conformidad con las formas vigentes de organización de la producción y los servicios.
Ya desde estos años comenzaron a acumularse expedientes sobre conductas cuestionables con relación al personal de Correos como resultado de supervisiones y otras acciones de control realizadas por enviados de la metrópolis española.
El 6 de agosto de 1764 el Rey Carlos III expide una Real Cédula creando "Correos Marítimos del Estado" y el 24 del mismo mes, se promulga el Reglamento Provisional del Correo Marítimo de España a sus Indias Occidentales, para formalizar su funcionamiento hasta la publicación de la Real Ordenanza. En dicho reglamento se estableció que: la organización encargada de estos servicios en la Isla de Cuba, se denominara Administración Principal de Correos de La Habana, ahora regida y supervisada nuevamente por el Gobierno; cargos públicos de carteros para ejercer en las ciudades; generalización del uso de marcas postales en las cartas; inicio del servicio de transporte de valores y efectos en dinero por la posta (giros postales) y consolida el papel de Cuba como centro distribuidor del tráfico marítimo en las Américas. Comienza este año una etapa de crecimiento al utilizar las vías de comunicación existentes: marítimas y terrestres, para extender los servicios postales, estrategia que se ha mantenido hasta la fecha.
Con la creación de Correos Marítimos del Estado se dispuso y comienza a funcionar una ruta postal entre el puerto de La Coruña y San Cristóbal de la Habana. Para evitar los ataques y saqueos de piratas y corsarios, los barcos que transportaban la correspondencia eran escoltados por galeones de guerra. Por Real Orden del 14 de abril de 1802, la Marina Real se encarga del correo postal. Los barcos correos fueron reemplazados por buques de guerra, pero la comunicación por correo marítimo se fue deteriorando, y para 1822 entre España y Cuba había casi una total incomunicación, y no se contaba con una institución que financiara estos servicios, en una década en que Cuba se convierte en un puesto militar estratégico y una importante zona de recepción de capitales ante la alta demanda de azúcar y café en el mercado internacional, dando comienzo a una etapa de auge económico momentáneo, sin un servicio permanente de correos con España.
En tanto el 24 de mayo de 1819, el coronel Don Juan de O"Farril por Real Orden obtiene los privilegios para introducir e implementar los servicios de cabotaje y transporte de correspondencia, estableciéndose el 15 de febrero de 1820, una ruta marítima entre los puertos de La Habana y Matanzas incrementándose la participación privada en el sector.
El 4 de agosto de 1827 por Real Orden se crea y establece con un reglamento para su funcionamiento, la Empresa de Correos Marítimos de La Habana, una sociedad con participación privada (75% de las acciones) y estatal (25% de las acciones en poder del Ministerio de Hacienda) y dirigida por Joaquín de Arrieta, la que fue objeto de críticas por la Administración de Correos pero sin posibilidades, por parte del gobierno, de asumir nuevamente esta actividad.
La Empresa de Correos Marítimos de La Habana atraviesa por serias dificultades financieras en la década de 1830, y no pudo realizar las inversiones para adquirir los barcos de vapor que necesitaba, por lo que desaparece definitivamente en 1947 y en febrero de ese mismo año por Real Orden se concede a Manuel Villota y Lavín, el monopolio del comercio trasatlántico, el que lo trasfirió a su vez, a la Sociedad Anónima Banco Español de Ultramar, que recibió los servicios de correos por escritura pública en marzo de 1847 y sucumbió en 1851, por los avatares de la crisis financiera de esos años, siendo concedida de nuevo por Real Orden en abril, a la Armada Nacional, concluyendo el traspaso de los activos en 1856.
La sustitución de los buques por vapores en 1850, por Real Decreto del 4 de mayo, fue un cambio tecnológico que permite a la Armada Nacional, asumir estos servicios y mejorar las comunicaciones postales marítimas entre Cuba y las principales ciudades de Europa y América, para ser sometidos nuevamente a subasta pública en 1858, etapa en que el estado y los privados compiten por liderar en este negocio, sin lograrlo.
Debido a la colaboración prestada por la compañía fundada en 1859 por Antonio López al gobierno español, éste obtiene la concesión del correo entre España, Cuba y Puerto Rico, que se extiende a Santo Domingo en 1861.
La Administración Principal de Correos de la Habana creada oficialmente el 17 de octubre de 1764, con la misión de desarrollar la actividad de correos, nombra como Administrador a Don José Antonio de Armona y Murga, el que asumió el cargo el 17 de febrero de 1765, no pudiendo hacer frente a los importantes gastos ocasionados por el correo marítimo, el que se estanca y decae para 1780. En contraposición, entre 1764 y 1792 se desarrolló el Correo Interior al crearse administraciones postales en Guanabacoa, Matanzas, Villa Clara, Sanctí Spiritus, Trinidad, Puerto Príncipe, Bayamo, Santiago de Cuba, San Juan de los Remedios, Santa María del Rosario y Jaruco, marcando una etapa de crecimiento en sus unidades u oficinas de correos, ubicadas de acuerdo con una posición geográfica.
El 19 de noviembre de 1837 se pone a funcionar el primer tramo de línea del ferrocarril entre La Habana y Bejucal y en 1839 la Administración Principal de Correos de la Habana, aprovechando esta oportunidad, utiliza el ferrocarril para trasladar la correspondencia. A la par de las inversiones que se fueron realizando para la expansión del servicio ferroviario, fue creando una extensa red de rutas postales en todo el país.
Por otra parte, un avance importante en el desarrollo de la actividad de correos en Cuba se ubica en el año 1851, cuando se le concede al señor Samuel Kennedy la autorización para establecer una línea telegráfica en La Habana, en el tramo comprendido entre el teatro Villanueva y la plaza Monserrate, inversiones que continúa en 1853 cuando se establece la línea La Habana – Bejucal.
A partir de ese mismo año, una amplia red de líneas telegráficas se extendió a todo lo largo y ancho del país y, con España y Estados Unidos, desde el 10 de septiembre de 1867.
El auge alcanzado por los servicios postales y telegráficos no llega a su fin, por Real Decreto del 18 de diciembre de 1854 se establece que, toda la correspondencia entre España y Ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) sea pagada por medio de sellos de correo. El 15 de febrero de 1855 por Real Decreto se declara el uso obligatorio de los sellos para el franqueo previo de toda correspondencia. Para finales de abril del propio año, se anuncia la venta de la primera emisión cubana y toda la correspondencia originada en Cuba comienza a circular con sellos de correo, lo que dio apertura a nuevos servicios.
El desarrollo alcanzado por la actividad económica y comercial en San Cristóbal de la Habana genera demandas insatisfechas, y el 15 de noviembre de 1855 se anuncia, en la Gaceta Oficial, la inauguración de una organización denominada Correo Interior de La Habana, lo que traería aparejado un notable desarrollo de las comunicaciones postales con el diseño de nuevos productos, en particular para el sector comercial habanero, estableciéndose en 1858 los servicios de certificados y valores declarados. En 1860 se aprueba e implanta el reglamento para el servicio de carteros, así como muchas mejoras en el servicio postal que se complementan con el tendido, en 1867, del cable marítimo entre Cuba y la Florida y en 1868 a Puerto Rico, México, Panamá y la costa norte de América del Sur.
Muchas de estas mejoras e inversiones se vieron interrumpidas como consecuencia de las guerras por la independencia de Cuba acontecidas a partir de 1868, durante las cuales se crea un sistema de comunicaciones por parte de las tropas insurrectas cubanas conocido como Correo de la República de Cuba en Armas, iniciado en 1874 en Camagüey siendo Vicente Mora Pena su organizador y primer director y extendiéndose desde Santiago de Cuba hasta Colón.
El 1ro de mayo de 1877, Cuba ingresa a la Unión Postal Universal (UPU) ejecutándose considerables mejoras y estableciéndose regularizaciones en las comunicaciones postales con el extranjero, que incidieron en la estructura de la actividad y las organizaciones encargadas de realizarlas. Para 1879 habían 172 estaciones telegráficas con cinco oficinas principales: La Habana, Santa Clara, Puerto Príncipe, Victoria de las Tunas y Santiago de Cuba por lo que el Real Decreto del 29 de mayo de 1884, publicado en la Gaceta Oficial de La Habana el 24 de junio del mismo año, disponía que los servicios de correos y telégrafos se unieran en uno sólo, y que ambos, con la denominación de Cuerpo de Comunicaciones, estuvieran bajo la dirección de un Administrador General.
El gobierno militar establecido en 1898, acomete de inmediato importantes cambios en los servicios postales y de comunicación, bajo la influencia del auge en los Estados Unidos, de la Administración Postal. Las principales transformaciones estuvieron dirigidas a la reestructuración de estos servicios, como son:
a) La separación nuevamente de los servicios de correos y telégrafos para abarcar actividades menos voluminosas y mejores de coordinar.
b) La apertura de Oficinas Postales Ambulantes a partir de las líneas marítimas y ferroviarias en operación y en estrecha relación con otras organizaciones.
c) La instalación de nuevos número de apartados postales buscando una mayor apertura en el mercado.
d) La modificación de las tarifas de franqueo del servicio interior ajustándolas a las nuevas condiciones y calidad de los servicios.
e) La promulgación del Código Postal para segmentar el mercado.
f) La creación de los servicios de Rezagos buscando la satisfacción de los clientes.
g) Mejoras en los servicios de Correos Certificados a partir de deficiencias detectadas.
A modo de resumen es prudente destacar que, al igual que el resto de las organizaciones en el mundo, la actividad de correos en la Cuba colonial siguió los patrones característicos imperantes en la distante Metrópolis, pero bajo la influencia de los cambios que se produjeron en la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, que exportaron a Cuba a finales del siglo XIX, las ventajas de una administración capitalista más eficiente a tenor de las teorías que en esos años ya se iban perfilando.
La actividad de correos se fue moviendo entre el sector privado y estatal en correspondencia con la disposición de recursos financieros para su sostenimiento y transitó desde una estructura simple, mantenida por muchos años, hasta una burocracia maquinal adquirida por la influencia de Estados Unidos en la vida económica y social de Cuba y las tendencias administrativas de la época.
1.2.2.- El Correo en la Cuba neocolonial.
Las mejoras en los servicios postales introducidas durante la ocupación militar norteamericana fueron aprovechadas y continuadas por las autoridades cubanas. Con la instauración de la República el 20 de mayo de 1902, y por Decreto Ejecutivo Nacional, se dispuso la creación de la Dirección de Comunicaciones dentro de la Secretaría de Gobernación, la cual asume la dirección ejecutiva y administrativa de los servicios de Correos y Telégrafos, un cambio importante de jerarquía, responsabilidad y agrupación.
El 9 de diciembre de este mismo año, el Ferrocarril Central inaugura el servicio directo entre La Habana y Santiago de Cuba, y esta ruta ferroviaria y todos los ramales que la conectaban fueron utilizados, en su inmensa mayoría para el transporte, clasificación, distribución y entrega de toda la correspondencia interior, así como la destinada al extranjero. La Carretera Central, construida en la década del 30, completó la infraestructura terrestre para el servicio postal cubano.
El 16 de enero de 1921 por la Compañía Aérea Cubana (CAC) y el 8 de octubre de 1928 por la Compañía Nacional Cubana de Aviación Curtiss SA, se realizaron vuelos experimentales de correo aéreo y el 30 de octubre de 1930 esta última compañía efectúa el vuelo regular inaugural de la Ruta # 1 La Habana – Santiago de Cuba con escala en Santa Clara, Morón, Camagüey, Victoria de las Tunas y Holguín, ampliándose en abril de 1931 con la Ruta # 2 La Habana, Antillas y Baracoa, logrando con ello la expansión de la actividad por todos los medios existentes en la época, aprovechando la introducción de nuevas tecnologías. Esto posibilita que durante la depresión de los años 30, la aviación lograra subsistir, por los ingresos derivados de las comisiones recibidas del servicio postal de Cuba. En 1948 se crea Cuba Aeropostal SA junto a otras pequeñas compañías que desaparecen en 1959.
En una marcada estrategia de diversificación, en 1931 fue creada y operada por Correos y Telégrafos, la Banca Postal de Cuba que había jugado un importe papel en la concesión de créditos públicos. En 1961 esa función pasó al Banco Nacional de Cuba, hasta que en mayo de 1983 se constituyó el Banco Popular de Ahorro.
Entre los años 1940 a 1960 se insertan nuevos sistemas postales, no sólo en los procedimientos nacionales, sino también en los internacionales, de los cuales se recibe la influencia como un sector poderoso y lucrativo que en muchos países del mundo, se va reestructurando en busca de dimensiones internacionales y que bajo el abandono de los gobiernos de turno en Cuba, se encaminó a la transferencia de la mayoría de estos servicios a las grandes trasnacionales extranjeras. El 26 de julio de 1953 se crea el Ministerio de Comunicaciones, para atender solamente los Servicios de Correos y Telégrafos, los que habían sufrido un notorio estancamiento, al irse incrementando las características de una burocracia maquinal ante las eficientes estructuras divisionales de las empresas internacionales.
En esta etapa neocolonial la estructuración de la actividad de correos en Cuba también estuvo condicionada por los intereses foráneos, ahora de los Estados Unidos, donde la eficiencia y la productividad se manifiestan en correspondencia con la forma de propiedad, ya que utilizan diferentes mecanismos de coordinación y parámetros para su diseño.
1.2.3.-El Correo en Cuba después del triunfo de la Revolución.
El triunfo de la Revolución proporciona a la actividad de correos, una oportunidad más para su desarrollo, pero ahora a favor de la Sociedad Cubana, pues a partir de ese momento el Estado asume la responsabilidad de legitimar, como único dueño al pueblo y fusiona la Empresa de Correos y Telégrafos con pequeñas empresas, que hasta la fecha operaban en el ramo.
La Empresa de Correos y Telégrafos, con una estructura que abarcaba todo el territorio nacional heredó un correo organizado y estructurado, en correspondencia con el bajo nivel de desarrollo en sus redes de atención a clientes y en la gestión de entrega. Entre 1960 y 1961 se crea el Plan de Vinculación Postal de cada una de las localidades y del país, para implementar y desarrollar una extensa red de cartería rural, dando inicio, a un proyecto con la extinta República Democrática Alemana para la modernización del Sistema Telegráfico Nacional.
En 1962, bajo la influencia del reconocido efecto de la tecnología en la eficiencia y la calidad de los servicios, comienza una etapa identificada como la Primera Revolución Tecnológica del Correo, con el inicio de un proceso para la ampliación las redes de cables y la sustitución de las ya existente, de hierro y en mal estado, por otras de cobre; además de la introducción de Teletipos Simples y Duplex, los cuales enlazaban a la Habana, con las seis cabeceras provinciales e Isla de Pinos, además de otras ciudades como Bayamo, Holguín, Ciego de Ávila, Santi Spíritus y Cienfuegos.
En noviembre de 1963 se inaugura la Central Telegráfica Automática Telex, en la Habana, con 110 líneas de abonados, comenzando así una segunda etapa de modernización del Sistema Telegráfico Cubano que se extiende hasta 1964, con la inauguración de la Oficina de Cambio Internacional y el Centro de Clasificación Nacional, en el edificio del Ministerio de Comunicaciones y se instalan los primeros 200 abonados TGX en Ciudad La Habana, para la modernización de las Oficinas de Correos de la capital, en la operación de su servicio telegráfico.
En el año 1968 se emplea por primera vez la Aviación Agrícola, para "bombardear" la prensa escrita y la correspondencia, en lugares de difícil acceso en los territorios de Guantánamo, la Sierra Maestra y en Pinar del Río en un genuino interés del Gobierno Revolucionario de continuar ampliando los servicios a la población en cualquier lugar de la geografía cubana.
En el año 1971 se establece nacionalmente el Servicio Telegráfico automático TGX, con modernos teletipos que comunicaban en forma automática y directa a más de 460 Oficinas de Correos, consolidándose así, en ese año, el cambio tecnológico más importante en el correo hasta ese momento. También la Empresa de Correos y Telégrafos asimiló la actividad de distribución y circulación de la prensa escrita, servicios que se complementaron, lográndose niveles nunca antes alcanzados de organización y cobertura en la distribución.
Como consecuencia de las limitaciones objetivas, a las que estuvo sometido el país, durante las dos últimas décadas del siglo XX, se debilita notablemente el servicio de correos. Baste sólo señalar que de 1 200 rutas motorizadas existentes en el año 1989, sólo se mantienen 122 en el año 1998 y la cartería rural estuvo prácticamente paralizada en todo el territorio nacional.
Para de una forma darle continuidad a las transferidas funciones de la Banca Postal, y como consecuencia de la introducción en el país de las ciencias informáticas, con la consabida pérdida de mercado para algunos servicios postales, la Empresa de Correos ha crecido con otros productos dirigidos al mismo mercado en que opera con la prestación de diversos servicios de cobros y pagos por cuenta de terceros como: cobro de la vivienda, círculos infantiles, electricidad y el teléfono, la venta de sellos del Impuesto sobre Documentos, periódicos y revistas, así como el pago de la Seguridad y la Asistencia Social por las posibilidades que ofrecen sus capacidades instaladas.
Desde el año 1970 hasta el 2000 se producen, en el antiguo Ministerio de Comunicaciones diferentes cambios estructurales y organizativos, en especial la creación en 1970 de Empresas Provinciales Integrales, que repercutieron negativamente en la organización y calidad del servicio.
Entre 1994 y 1995 se producen nuevos cambios estructurales y organizativos en toda la actividad de las comunicaciones, creándose 3 grandes empresas de carácter nacional: ETECSA, RADIOCUBA y Correos de Cuba (ECC).
La ECC, se crea por Resolución del Ministerio de las Comunicaciones No. 227 de fecha 26 de septiembre de 1995, también con una extensión a nivel nacional por lo que cada empresa provincial pasó a ser una División Territorial.
El 11 enero del año 2000, a partir de las valoraciones realizadas por el Consejo de Estado, sobre la relación entre las telecomunicaciones y la informática, y la necesidad de una mejor coordinación para impulsar el desarrollo de las tecnologías de la información, se fusiona el Ministerio de las Comunicaciones con el de la Industria Sideromecánica y la Electrónica, adquiriendo como denominación Ministerio de la Informática y las Comunicaciones el que asume las funciones de ambos ministerios.
A pesar de todos los esfuerzos realizados por el Gobierno Revolucionario Cubano enunciados con anterioridad, de las decisiones estructurales tomadas en la macroeconomía hay más información que de los criterios seguidos para el diseño estructural de las organizaciones, decisiones centralizadas en el ahora Ministerio de Economía y Planificación y sus antecesores, por lo que, a pesar de las indagaciones realizadas no se puede referir aquí, el vínculo de los factores ya analizados con la estructura y los resultados.
1.2.4.- La Empresa Correos de Cuba. Posición actual
La ECC es la entidad estatal perteneciente al MIC, encargada de garantizar fundamentalmente los Servicios Postales Universales, la distribución y comercialización de la prensa y otras publicaciones, la Mensajería y la Paquetería Expresa.
Desde su creación ha hecho varios cambios a su objeto social, y el que tiene aprobado por la Resolución No. 123 de 2010 del Ministerio de Economía y Planificación, abarca un total de 35 actividades, difíciles de implicar en una misión y visión útiles solo para mostrar.
En diciembre de 2009 se elaboró un plan estratégico hasta el 2015 como resultado de cambios importantes en el entorno y dentro de la ECC, identificando cinco valores compartidos y diez factores claves para el éxito. Las diez políticas generales y diecisiete corporativas aprobadas en el Balance del año 2010, recorren las funciones de todas las unidades organizativas, aunque algo distantes de la actualización de los objetivos estratégicos por áreas de resultados claves.
En el balance anual efectuado el 4 de marzo de 2010 se aprueban los lineamientos siguientes:
a) Constitución del Grupo Empresarial, de ser aprobado por las autoridades competentes, lo que permitirá acercar la toma de decisiones a la base e iniciar el proceso de tránsito al Perfeccionamiento Empresarial, acorde con el programa gradual que se apruebe.
b) Rediseño estratégico corporativo acorde con los lineamientos gubernamentales para el quinquenio 2010-2015.
El 13 de abril del 2010 la Comisión Económica del Buró Político del Comité Central del PCC, acuerda crear el Grupo Empresarial y el MIC, da las indicaciones para iniciar este proceso y además, reordenar sus empresas bajo los principios del Proceso de Perfeccionamiento del Sistema de Gestión y Dirección Empresarial.
La estructura aprobada para la implementación de la estrategia se aprueba por la Resolución 011 del 23 de abril de 2010 y es derogada por la Res. No. 019 de junio 1ro. de ese mismo año, extinguiendo 5 y creando 4 unidades organizativas, más o menos similares en funciones y tamaño, la que refiere como anexo varios organigramas donde consta que, a la Oficina Central se le subordinan 28 divisiones y 3 gerencias independientes; a la Presidencia: 8 Vicepresidencias, 29 Direcciones Nacionales, 28 Divisiones entre Nacionales y Territoriales y 3 gerencias independientes.
Todo este andamiaje estructural no ha podido impedir que sobre la ECC se hayan ido amontonando insatisfacciones internas y externas, que la coloca en la imperiosa necesidad de iniciar el Proceso para el Perfeccionamiento de su Sistema de Dirección y Gestión, dirigiendo la mirada nuevamente, hacia empresas provinciales, pero sin que aún se hayan tomado decisiones efectivas para materializar este cambio.
El largo periodo de preparación para la creación de empresas provinciales se ha caracterizado por la promulgación de una cantidad importante de disposiciones que:
Mutilan una estrategia de crecimiento.
Incrementan la normalización, fundamentalmente, de los procesos y los resultados descuidando la normalización de habilidades sobre todo en el núcleo de operaciones.
Intensifican la agrupación funcional a punto tal que se generan interfaces en los procesos que afectan la coordinación.
Se hace imprescindible por tanto que el redimensionamiento, de esta importante empresa, no sufra de nuevo las consecuencias de un cambio, que en la búsqueda de una fundamentación para su realización, no tenga en cuenta lo que nos cuenta la historia del correo en Cuba.
Conclusiones
Con relación a los aspectos abordados es necesario concluir señalando que estudiosos y teóricos de la administración aportan, a la forma de estructurar las organizaciones, una amplísima gama de posiciones válida para cualquier administrador, que pretenda diseñarla o rediseñarla en función de implementar una estrategia. Sin lugar a dudas las obras de Mintzberg marcan una etapa de consolidación de teorías y enfoques anteriores y el punto de partida para otras aplicaciones contemporáneas, que no han sido debidamente consultadas por la ECC.
La historia de la actividad de correos en Cuba, muestra desde épocas muy tempranas, prácticas administrativas cercanas a las teorías y enfoques contemporáneos del diseño organizacional. Como elemento común antes de 1959, la prevalencia o coexistencia de la propiedad estatal y privada, y desde sus inicios hasta la fecha, el seguimiento de estrategias de crecimiento, el impacto de la tecnología en los resultados como un factor clave, la formalización como mecanismo de coordinación, la agrupación de unidades con base en funciones y zonas geográficas, el acoplamiento con terceros a la salida de los procesos y la burocracia simple como configuración predominante, que va perdiendo terreno ante la burocracia maquinal, fundamentalmente, después de 1959.
Evidentemente una investigación minuciosa de la historia de la actividad de correos en Cuba, en función de describir su estructura y resultados, no ha sido una tarea a tener en cuenta para acometer su rediseño, ni abrazar el pasado una conducta que marca la cultura organizacional.
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28. Mejías, M. (2005). Estructuras y Cargos por Procesos, orientados a Resultados. (s.l.):(s.e.).
29. Menguzzato, M. y Renau, J.J. (1991). La Dirección Estratégica de la Empresa. Barcelona: Editorial Ariel.
30. Mintzberg, H y Brian, J. (1993). El proceso estratégico. Conceptos, contextos y casos. México: Editorial Prentice Hall.
31. Mintzberg, H. (1979). La estructuración de las organizaciones: Una síntesis de la investigación. México: Editorial Prentice Hall.
32. Mintzberg, H. (1983). La naturaleza del trabajo directivo. España: Editorial Ariel S. A.
33. Mintzberg, H. (1991). La estructuración de las organizaciones (Tercera edición). Barcelona: Ariel Economía.
34. Mintzberg, H. (1999). Diseño de organizaciones eficientes. Buenos Aires: El Ateneo.
35. Mintzberg, H. (2001). Mintzberg y la Dirección. España: Editorial Díaz de Santos S. A.
36. Miró, J. (2005). Psicología de la Organización. (Primera y Segunda Partes). La Habana: Editorial Félix Varela.
37. Unión Postal Universal. Plan Nacional de Desarrollo de la Calidad.
Anexos
Anexo No. 1
Correo Interior. Servicio Regular
Establecido por el Gobernador Cagigal de la Vega
CORREO MARÍTIMO DE CUBA
RESULTADOS ECONÓMICOS
Fuente: "Cuadernos del Museo Postal Cubano"
Autor:
MSc. Ana Isabel Ramírez Reyes[1]
[1] Ana Isabel Ramírez Reyes, Licenciada en Economía y Máster en Dirección y profesora auxiliar de la Universidad de Granma.