El Estado: una mirada desde la teoría marxista-leninista
Engels, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, expresó: "[…] el Estado no ha existido eternamente. Ha habido sociedades que se las arreglaron sin él". Por otro lado, Lenin, en la conferencia pronunciada en la Universidad de Sverdlov en 1919, señalaba que: "[…] no siempre ha existido el Estado. Hubo un tiempo en que el Estado no existía. Este aparece en el lugar y en la época en que surge la división de la sociedad en clases, cuando aparecen los explotadores y los explotados".
A modo de solidificar las ideas expuestas anteriormente, se puede decir que el Estado aparece en el lugar y el momento en que en la antigua comunidad gentilicia surgen las primeras desigualdades sociales, a su vez, provocadas por la existencia del plus-producto, originado este por el continuo desarrollo de las fuerzas productivas a lo cual contribuyó la división natural y social del trabajo. Estas desigualdades sociales dan lugar, en su desenvolvimiento ulterior, a la aparición de clases antagónicas y, con ellas, a la necesidad de que una clase social subyugue al resto de la sociedad, la someta a su voluntad e intereses y, por tanto, tenga que hacer desaparecer la vieja estructura igualitaria anterior, sustituyéndola por un conjunto de mecanismos y aparatos mediante los cuales pueda ejercer ese poder político sobre la sociedad. Ese conjunto de aparatos y mecanismos es el Estado, que nace absolutamente vinculado al Derecho como componente de legitimación de sus decisiones.
Si se toma como postulado lo citado por los clásicos del marxismo, se puede afirmar categóricamente que el Estado es el resultado de las condiciones económicas y, es el que consagra los intereses políticos y económicos de las clases dominantes: tiene una esencia meramente clasista. La organización política surge cuando se escindió la sociedad en clases antagónicas con intereses irreconciliables, por tanto, es un fenómeno social, producto de la lucha de clases.
Pero, ¿qué es el Estado? El Estado no es más que una forma de organización social soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado y, para el logro de ese fin se vale de métodos y procedimientos que cimentan su eficaz ejercicio dentro del ámbito no solo social, sino también político.
Según José Zafra Valverde, ex catedrático de Derecho Político de la Universidad de Navarra, el Estado se definiría como: "Grupo territorial duradero, radicalmente comunitario, estrictamente delimitado, moderadamente soberano frente a otros, que se manifiesta como un aparato comprensivo en el plano temporal y en cuyo seno, sobre una población, con creciente homogeneidad y sentido de autopertenencia, una organización institucional eminentemente burocrática, coherente y jerarquizada, desarrolla una compleja gobernación guiada conjuntamente por las ideas de seguridad y prosperidad". Si se toma como punto de partida esta expresión del letrado universitario, enseguida salta a la vista el hecho de que el Estado es acreedor de una serie de atributos que lo distinguen de otras instituciones contenidas en el sistema político, tales como:
Funcionarios estables y Burocracia: vital para su funcionamiento administrativo y manejo eficaz de su Nación. Es necesario que exista un cuerpo de funcionarios públicos que esté abocado de lleno a la tarea.
Tomando como punto de partida la conceptualización anterior, ¿es lo mismo Estado, Nación y Gobierno? Evidentemente, no. El gobierno es la parte generalmente encargada de llevar a cabo las funciones del Estado delegando en otras instituciones sus capacidades; puede ser considerado como el conjunto de gobernantes que, temporalmente, ejercen sus cargos durante un periodo de tiempo limitado dentro del conjunto del Estado. Se considera posible la existencia de naciones sin Estados y la posibilidad de que diferentes naciones o nacionalidades se agrupen en torno a un solo Estado. Comúnmente, los Estados forman entes denominados "Estado Nación" que aúnan ambos conceptos, siendo habitual que cada nación posea o reivindique su propio Estado.
Monopolio fiscal: es necesario que posea el completo control de los tributos y demás ingresos. Utiliza su burocracia para este fin.
Ejército permanente: precisa de una institución armada que lo proteja ante amenaza extranjera, interna y se dedique a formar defensa para él.
Monopolio de la fuerza legal o Poder: para preservar un Estado es necesario que Estados modernos y contemporáneos desarrollen el uso exclusivo y legítimo del poder para asegurar el orden interno. Es por ello que el Poder Legislativo crea leyes que son obligatorias, el Poder Ejecutivo controla con el uso de mecanismos coactivos su cumplimiento y, el Poder Judicial las aplica y ejecuta con el uso de la fuerza, que es legítima. El poder es el signo de la existencia de una organización política; es la facultad que autoriza y posibilita la imposición de las voluntades predominantes, la cual se ejerce a través de un aparato especialmente creado para ello, en correspondencia con las funciones generales y las que cada órgano particularmente asume. Para viabilizar el ejercicio de poder, se estructura territorialmente y a cada nivel del eslabón de la división territorial se crean los aparatos de la estructura de poder (político, administrativo, judicial, de defensa, y otros). El poder muestra dos facetas distintas en sentido estricto y legítimo. En el primero, es conocido como poder estricto cuando es aludido como en sentido de fuerza coactiva, o sea, aplicación pura de la fuerza legítima. Mientras que en el segundo, se le concibe cuando es fruto del reconocimiento de los dominados. De este modo, el pueblo reconoce como autoridad a una institución por excelencia y, a ella, delega su autoridad.
Respecto a lo antes expuesto y a modo de interpretación, se hace preciso hacer cita de una expresión de Vladímir Ilich Lenin cuando expresó: "La dictadura de clase es violencia organizada; es una manera de imponer ciertos intereses políticos, sociales y económicos dentro de una determinada forma organizativa". Por otra parte, el extraordinario politólogo italiano Gramsci, definió la dictadura como las relaciones de enfrentamiento entre dirigentes y conjunto de clases aliadas que es necesario destruir; además, conceptúa el Estado como el complejo de actividades práctico-teóricas con que la clase dirigente no solo justifica y mantiene su dominio, sino también logra mantener el consenso activo de los gobernantes. Si se fusionan ambos conceptos: se compenetran, se intercomunican y se relacionan dialécticamente. Estos dos términos constituyen dos momentos reales y activos de un mismo fenómeno general. Expresan ambos, en última instancia, el hecho de que en la supremacía de una clase social se manifiesten dos aspectos diferentes: como dominio y, como dirección intelectual y moral; de ahí que estos aspectos no sean contradictorios o excluyentes. Para alcanzar este fin es necesario disponer del consenso social, que implica dominar en el plano de las conciencias, dominar espiritual y culturalmente. He ahí el propósito del Estado en el atributo antes analizado.
Soberanía: es el derecho de toda organización política independiente (Estado soberano) para decidir sus acciones en los diferentes órdenes de la vida social, tanto en lo interno, hacia el interior del territorio, como en lo externo, respecto a sus relaciones con otros Estados y organizaciones, sin la interferencia de otros y sin violar las normas de terceros Estados ni las acordadas internacionalmente. Su principal titular: el pueblo y, a su nombre, también el Estado.
El Estado, poseedor de este atributo, es un aparato de coerción estatal autónomo y, por ende, se caracteriza por tener: capacidad de externalizar su poder, es decir, obtener el reconocimiento de otros Estados; capacidad de institucionalizar su autoridad, significa la creación de organismos para imponer o condicionar el comportamiento del ciudadano, por ejemplo, las fuerzas armadas, la policía, los tribunales, las escuelas, entre otros; capacidad de diferenciar su control, esto es, contar con un conjunto de instituciones profesionalizadas para aplicaciones especificas, como aquellas que se encargan de la recaudación de impuestos y otros recursos de forma controlada; capacidad de internalizar una identidad colectiva, consiste en crear símbolos generadores de pertenencia e identificación común que lo hacen diferente de otros Estados, por ejemplo, el himno, la bandera, la flor nacional: son muestras de la idiosincrasia de una Nación que se mantuvo firme por su ideal y cuyo producto fue la adquisición de este atributo.
Territorio: determina el límite geográfico sobre el cual se desenvuelve el Estado. Es uno de los factores que lo distingue de Nación. Este debe estar delimitado claramente puesto que constituye el signo físico de la existencia del Estado, su base tangible, donde habita su pueblo y donde se desarrolla toda la vida social.
Población: es el elemento humano, heterogéneo, formado por diversas clases y grupos sociales, sujetos de poder que son los activos o pasivos participantes en la diversidad de relaciones que en una sociedad política pueden establecerse, cuyos derechos, deberes y garantías fundamentales se regulan en la Constitución.
Si el Estado es una forma de organización de la sociedad, ¿de qué rasgos o características es acreedor? Al igual que los seres humanos tiene facciones y formas que lo caracterizan. Antes de enunciar sus rasgos, sería provechoso preguntarse, ¿qué es el poder? ¿Qué relaciona al Estado con la sociedad civil? Para proporcionar una respuesta con el mayor grado de análisis posible, se hace necesaria la definición de los términos a relacionar. Según el filósofo francés, Michel Foucault, "El poder se encuentra en todos los sitios… porque no proviene de ningún sitio". Entonces, se puede afirmar que el poder es la suprema potestad rectora y coactiva del Estado; es la facultad, dominio y jurisdicción del aparato estatal sobre el conglomerado social. Aquí se hace evidente el hecho de que la relación Estado-sociedad civil está dada por la política, que no es más que la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir las acciones del Estado en beneficio de la sociedad en todo su conjunto. El poder político sería, entonces, la consecuencia lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro del sistema de gobierno de un país en concreto. De ahí que su primer rasgo sea:
Poder político público: es universal y obligatorio, coactivo. Se impone sobre toda la sociedad sin alternativa de cambio. Lleva implícito la soberanía como un elemento que lo condiciona, es decir, le es indispensable. El poder político es también poder social puesto que se ejerce siempre dentro de la sociedad, por todos los Estados.
Resumiendo en gran medida y de forma muy valiosa el contenido político del Estado, Jordán Quiroga nos dice que: "El poder del Estado tiene propósitos diferentes a los otros poderes de la sociedad; los propósitos del Poder estatal, de manera general, son la construcción, consolidación y conservación de la comunidad para lograr como fin último un sistema que se considere justo, ideal o deseado".
Territorialidad: es un principio estructural y funcional del Estado. Cada individuo se integra dentro de un determinado territorio porque el Estado fija sus límites territoriales, y con ello se establecen los límites espaciales del poder estatal y se integra incluso el concepto de Estado como organización política de un país en concreto. Es a través de este principio que el Estado hace valer su poder político, que se limita o se reduce a su asiento territorial o espacio físico.
Principios jurídicos de la territorialidad del Estado:
A- Principio de la determinación del territorio.
B- Principio de la unidad e indestructibilidad del territorio.
C- Principio de la inviolabilidad del territorio.
Cobro de tributos: el Estado depende de la contribución económica de la sociedad dada su naturaleza de aparato no productivo. Según Marx, "en los impuestos se materializa la expresión económica de la existencia del Estado".
Creador del Derecho: según el monismo jurídico, el Estado es el único ente capaz de crear el derecho (teoría occidental) y, según el pluralismo jurídico, se alude a nuevos protagonistas sociales que reivindican sus formas particulares de establecer la normatividad jurídica y sus valores legales, totalmente valederos aunque sean diferentes a los contenidos en la normativa estatal, oficial.
Todo Estado ejecuta ingentes funciones de diverso tipo con el objetivo de garantizar un mayor nivel de consenso entre el sistema político y la sociedad civil de forma tal que el régimen estatal no sea quebrantado y desate una revolución social. Algunas de ellas son:
Legislativa: establece de manera general y obligatoria las normas por las que deben conducirse los integrantes del grupo social y la propia organización que esa sociedad adopta. El estado a través de esta función establece los preceptos jurídicos, las reglas abstractas que juzgan a una determinada relación social que la norma ha de regir. Esta función carece de límites ya que el órgano legislativo puede siempre atraer hacia sí y apropiarse de cualquier materia sobre la que desee legislar.
Política: se caracteriza por conducir a la comunidad política al logro de sus fines y satisfacer sus exigencias; determina los fines de la actividad estatal; implica un programa, un plan de vida colectiva; se manifiesta en actos del gobierno. El gobierno no sólo tiene que ejercer la ley, sino que también tiene que dotarla de contenido hasta cierto grado. Fansthoff expresó que "gobierno es aquella instancia determinada esencialmente desde el campo político hallado al frente de la administración".
Ejecutiva: se caracteriza por obtener de manera inmediata el resultado a aplicar y ejecutar la norma. La administración tiene entre sus funciones ejecutar leyes dentro del Estado, su papel es mucho más relevante ya que deviene centro de gravedad de las tareas del estado y desenvuelve primordialmente otro tipo de función que tipifica su naturaleza.
Administrativa: sus actividades van más allá del simple hecho de aplicar la ley, constituye la acción y actividad encargada a cumplir finalidades estatales y en esencia es la médula del obrar de la administración. Es la función que en su concepción integra el medio que le permite intervenir intensamente en la vida social.
Jurisdiccional: consiste en pronunciar el derecho respecto a cada uno de los casos que se somete a su conocimiento, deduciendo de la ley o creando en ausencia de las normas el derecho que se aplica al caso; se caracteriza por fijar el sentido de la ley y el alcance de su aplicación, si lo requiere el caso, sometido a ese fin. Dicha función impone a los tribunales el deber de resolver y conocer sobre las cuestiones a tratar y se traduce en la posibilidad de que las decisiones jurisdiccionales sean creadoras de derecho.
El Estado es un sistema que está integrado por órganos de diversos tipos, subordinados unos a otros y relacionados entre sí para conformar los órganos del gobierno como subsistema de órganos, valga la redundancia, que tienen la misión de administrar y ejecutar las decisiones de los organismos del poder estatal y, en otras circunstancias, también de aquellos de la administración de justicia. Se pueden citar, por ejemplo, los encargados de la toma de las decisiones estatales esenciales, conocidos como órganos de poder estatal; están además los órganos represivos o puramente represivos, entre los que se encuentran los órganos policiacos, el ejército, los servicios secretos, entre otros; dentro de esta amplia gama se encuentran también los órganos de administración de justicia o conocidos también como órganos judiciales, los cuales se desempeñan junto a los órganos de control como son las fiscalías, las procuradurías, las aduanas, y así sucesivamente. Para estos órganos desplegar sus acciones se rigen por el principio de la territorialidad. El Estado es un fenómeno mutable y sus funciones varían según el contexto o marco histórico en que se desarrolle. La organización política ejerce el poder político público soberano sobre todo el conglomerado social y lo hace de manera obligatoria, universal y coactiva: nadie escapa de este rasgo estatal.
Todos los órganos estatales se interrelacionan y conforman como sistema sobre una estructura previamente establecida sobre la base de principios que cimentan su funcionamiento, y al mismo tiempo, permiten el alcance de sus metas y el cumplimiento de sus intereses nacionales. Poseen una jerarquía y organización que se encuentra en estrecha relación con la forma de gobierno de que se vale para ejercer el poder político y la legislación que utiliza para validar sus decisiones. Sus relaciones se rigen bajo el principio de la territorialidad dado que estos órganos se encuentran dentro de un mismo territorio, la legalidad dado el carácter transparente y de respeto que los contratos, resoluciones y acuerdos deben poseer y, la soberanía dada por la autonomía o poder decisorio de que disponen. Sus principales líneas de funcionamiento son disímiles y matizan las prioridades de los ciudadanos que constituyen la clase políticamente dominante, entre las que se puede destacar: a) rechazar y aplastar la resistencia de las clases desplazadas del poder y sus aliados, b) defender y consolidar la propiedad y la legislación, c) organizar la producción y demás actividades económicas.
Las relaciones son de diferente naturaleza: económica, política, cultural, social, entre otras y se manifiestan externa e internamente y condicionadas por las competencias y atribuciones que a cada órgano corresponde, así por ejemplo, como el proceso de la construcción de la sociedad socialista no se limita a la creación de una economía nueva, sino que precisa además de la elevación de la conciencia y cultura de las masas trabajadoras, el Estado Socialista tiene que desarrollar directa y masivamente las funciones educacionales y culturales a través del Ministerio de Cultura y Educación respectivamente, dirigidas a la erradicación de las supervivencias del capitalismo en esos órdenes, en la conciencia de los trabajadores.
La primera función de todo Estado es reconstruir constantemente los consensos y su principal objetivo, al llevar adelante sus funciones, es esencialmente preservarse, asegurarse y reproducirse.
El Estado constituye el eslabón principal del sistema político y es el encargado de encauzar a la sociedad en el logro de sus más altas metas bajo el principio de la unidad y la democracia. Es, ante todo, un fenómeno mutable, variable, que se encuentra en constante cambio como producto de los procesos gestados en su seno. Lenin señalaba "[…] es lo más estable y permanente en un fenómeno; por tanto, Estado es un fenómeno histórico, concreto, mutable, de naturaleza clasista que tiene como esencia ser instrumento de dominación política de la clase dueña de los medios fundamentales de producción; es decir, es la organización política de la clase dominante para proteger el régimen económico existente".
Después de haber realizado un recorrido general por cada uno de los aspectos esenciales de la organización política, se puede culminar con una expresión de Oscar Georg Fisbach donde señala: "La esencia jurídica del Estado puede cifrarse en el hecho de constituir una organización que aspira a la regulación de la convivencia en un pueblo determinado, asentado sobre un cierto territorio, mediante la creación de una voluntad dominante sobre la totalidad de los ciudadanos. Este Estado, así constituido, con sus elementos concretos: pueblo, territorio, dominio (poder), no es mera abstracción jurídica, sino una realidad efectiva, que solo se inicia por la concurrencia de los tres factores (…)".
Autor:
Carlos Franco Castellanos