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Adaptaciones en cine, teatro y ballet de "El señor presidente" (página 2)

Enviado por Ariel Batres V.


Partes: 1, 2
deshizo en la boca amarga, entre cosquilla y lágrima” —XXIX Consejo de Guerra

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20 “Al concluir la ceremonia, el Tícher exclamó: —Make thee another self for love of me!…” — XXX Matrimonio in extremis 20

“El peso de los muertos hace girar la tierra de noche y de día el peso de los vivos… Cuando sean más los muertos que los vivos, la noche será eterna, no tendrá fin, faltará para que vuelva el día el peso de los vivos…” —XXXI Centinelas de hielo

“No estaba de luto y ya tenía tacto de murciélago…” —XXXI Centinelas de hielo

“La marimba sacudía sus miembros entablillados atada a la resonancia de sus cajones de muerto” —XXXV Canción de canciones

“—Si el azar no nos hubiera juntado… —solían decirse” XXXV Canción de canciones

“unidos se encontraban tan claros, tan dichosos, que caían en una transparente falta de memoria, en feliz concierto con los árboles recién inflados de aire vegetal verde, y con los pedacitos de carne envueltos en plumas de colores que volaban más ligero que el eco” — XXXV Canción de canciones

“No se veía nada delante. Detrás avanzaban los reptiles silenciosos, largos, escaramuzas de veredas que desdoblaban ondulaciones fluidas, lisas, heladas. A la tierra se le contaban las costillas en los aguazales secos, flaca, sin invierno. Los árboles subían a respirar a lo alto de los ramajes densos, lechosos. Los fogarines alumbraban los ojos de los caballos cansados. Un soldado orinaba de espaldas. No se le veían las piernas. Era necesario explicárselo, pero no se lo explicaban, atareados como estaban sus compañeros en limpiar las armas con sebo y pedazos de fustanes que todavía olían a mujer. La muerte se los iba llevando, los secaba en sus camas uno por uno, sin mejoría para los hijos ni para nadie. Mejor era exponer el pellejo a ver qué se sacaba. Las balas no sienten cuando atraviesan el cuerpo de un hombre; creen que la carne es aire tibio, dulce, aire un poco gordito. Y pían como pajarracos. Era necesario explicárselo, pero no se lo explicaban” —XXXVI La Revolución (resaltado propio)

El texto en inglés corresponde al dístico pareado con el que concluye el Soneto 10 (1609) de William Shakespeare, cuya traducción es: “Haz de ti otra persona, por amor hacia mí,” y finaliza –aunque Asturias no lo transcribe– con: “/porque en ti la belleza, sobreviva a los tuyos.”

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? “esas cegueras de odio, en esos entierros en los que para ser el bueno, como en todos los entierros, habría que ser el muerto” —XXXVII El baile de Tohil

“Poeta quiere decir el que inventó el cielo” —XXXVII El baile de Tohil

“una hijita de la gran flauta malinformándome con el Señor Presidente…” —XXXIX El puerto 21

“¡Por lo menos que mi mujer sepa que me pegaron dos tiros, me enterraron y parte sin novedad!” —XXXIX El puerto

“¡No quedaron vivos más que la fe y los muertos!” —XXXIX El puerto

“en el recuerdo de los pueblecitos que acababa de recorrer, en el lodo de sus tinieblas, en el polvo cegador de sus días de sol, cebado por el terror de la iglesia y el cementerio, la iglesia y el cementerio, la iglesia y el cementerio. ¡No quedaron vivos más que la fe y los muertos!” —XXXIX El puerto

“—El Tus-Tep… —repitió el mayor haciendo memoria. —Era una fonda que quedaba en la mera, mera esquina. Adiós, pues, donde había dos muñecos pintados en la pared, uno de cada lado de la puerta, una mujer y un hombre; la mujer con el brazo en gancho diciéndole al hombre —yo todavía me acuerdo de los letreros: —«¡Ven a bailar el tustepito!», y el hombre con una botella respondiéndole: «¡No, porque estoy bailando el tustepón!»” —XXXIX El puerto

“Los presos seguían pasando… Ser ellos y no ser los que a su paso se alegraban en el fondo de no ser ellos…” — Epílogo

3. Laguna resuelta sobre El Señor Presidente

En página 26 del trabajo intitulado El Señor Presidente en opinión de contemporáneos de Asturias, se insertó en Capítulo I el numeral “4. Una laguna en la presente investigación”, donde quedó anotado: 22 21 La gran flauta: Exclamación popular que sustituye a «La gran p…». Vocabulario.

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«En su encomiable artículo sobre la novela de Asturias, el guatemalteco Jaime Quiroga (seudónimo de José Manuel Arce y Valladares) desde la ciudad de San Salvador, El Salvador (donde residía el 27 de junio de 1947), hace alusión y analiza la ilustración a lápiz o carboncillo que “según él” se encuentra en la edición de 1946 de El Señor Presidente. Arce explica que: “En la sobrecubierta aparece la sumisa y misérrima estampa de un hombre de pueblo, con el imprescindible sombrero de petate entre las manos callosas, en actitud de reverencia con que desde el más humilde campesino hasta el empingorotado señor de campanillas, oían la anunciación de esas palabras mágicas: El Señor Presidente… Actitud de supersticiosa reverencia al sólo oír mentar al Señor todopoderoso. En esa figura cargada de greñas, surcada de arrugas profundas como infamantes latigazos, ojos que revelan la endemoniada fórmula del dolor, el miedo y el hambre en partes proporcionales, para apagar los restos de ímpetus bravíos, está sintetizada toda una época; todo un estado de alma en el alma de un pueblo irredento. El ambiente que nos rodea con sólo haber visto la sobrecubierta se nos va haciendo espeso y pesado; trasciende a humedad de mazmorra, a sangre coagulada que se pudre sobre las desgarraduras de la espalda durante días y días, meses y años.”» 23

El 19 de agosto de 2016 la socióloga guatemalteca Beatriz Barrera, quien desde hace varios años radica en Buenos Aires donde imparte cátedras en dos universidades y es miembro fundadora de la Comisión Centenario “Jacobo Arbenz Guzmán” (filial de su similar en Guatemala), envió a este aprendiz de ensayista un agradable y feliz mensaje de correo electrónico, en el cual adjunta ¡la cubierta perdida!; extraviada por lo menos para el que esto escribe. Fue emocionante ver dicha cubierta e interpretar que se trataba precisamente de la que el poeta Arce describió en su artículo de 1947. Ergo: ya no cabe decir que “según él” la “misérrima estampa de un hombre de pueblo” estaba ahí, sino que en dicho lugar continúa, 22 Batres Villagrán, Ariel; El Señor Presidente en opinión de contemporáneos de Asturias. Ensayo publicado en el portal de Academia.edu 31 de julio de 2016. EL SEÑOR PRESIDENTE EN OPINIÓN DE CONTEMPORÁNEOS DE ASTURIAS https://www.academia.edu/27403639/EL_SE%C3%91OR_PRESIDENTE_EN_OPINI%C3%93N_DE_CON TEMPOR%C3%81NEOS_DE_ASTURIAS 23 Quiroga, Jaime; Una novela guatemalteca. El Señor Presidente. Guatemala : El Imparcial, viernes 27 de junio de 1947. Página 3. El nombre es seudónimo del poeta José Manuel Arce y Valladares.

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34 aunque no todos tengan el privilegio de tener un ejemplar de la primera edición. La imagen es…

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35 Siempre en página 26 del ensayo en mención, se comentó: “En la primera edición de 1946 que se tiene a la vista, no se incluye ninguna sobrecubierta, solo la portada que se muestra en páginas atrás.” Vanidad de vanidades, este amanuense se considera dichoso de tener un ejemplar de dicha edición, solo que sin cubierta y aunque la buscó en varias bibliotecas y por internet, no la encontró; de ahí lo que escribió en el numeral 4. de dicho ensayo. A lo anterior se agrega una “nota editorial” que se consideraba “desaparecida”; solamente se supuso que estaba en las solapas de la cubierta del libro. Tal nota dice: “Pocas veces logramos encontrar en la novelística hispanoamericana una obra de la fuerza de esta novela terrible. Miguel Ángel Asturias uno de los más conocidos escritores guatemaltecos, poeta de altos quilates, cuenta una historia, terradora, ocurrida durante la dictadura de Estrada Cabrera, en su patria. El libro, según nos dice una bella nota editorial, debió llamarse Malebolge, 24 nombre dantesco sustituido luego por Tohil, el dios devorador del hombre de la mitología indígena. Y eso es, en definitiva, El Señor Presidente.” 25

Por tal razón, este amanuense concluyó en página 28: «Esa “nota editorial”, al igual que la “sobrecubierta” del libro a que hace referencia Jaime Quiroga, son las que este investigador no encontró. De que los autores de los comentarios en junio y julio de 1947 tuvieron a la vista tales documentos, no se duda; pero lo cierto es que buscando y buscando 70 años después, y aún teniendo a la mano la novela original de 1946, la “laguna” continúa, lamentablemente. Ojalá que el tiempo, lugar y circunstancias permitan hallar tan especiales documentos, para completar los datos sobre la fabulosa novela.»

El apoyo de la socióloga Beatriz Barrera ocurrió en corto tiempo con respecto a la fecha de publicación del ensayo descrito, y no se quedó solo con el envío de la sobrecubierta del libro, sino también incluyó las solapas, lomo y contracubierta. La imagen completa de las partes que integran la sobrecubierta se inserta a continuación: 24 25 Se corrige como se muestra. En el original dice “Malevolge”. Letras del Ecuador; El Señor Presidente. Juicio ecuatoriano. Guatemala : El Imparcial, sábado 5 de julio de 1947. Página 3.

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Como dato “curioso” para este siglo XXI, en la contracubierta del libro dice que el precio del mismo era de “$ 1.50 dls.”; hace 70 años la paridad del quetzal con el dólar tenía una igualdad por tipo de cambio del 1×1, pero los salarios promedio de apenas US$ 9.00 mensuales como máximo y en el campo…, con lo cual adquirir la novela por ese valor monetario quizá fue inalcanzable para muchos estudiantes, empleados de oficina, obreros y campesinos. En abril de 1949 el anuncio comercial de una librería lo ofrecía al público con precios especiales en quetzales (Q): 26 26 La “nota editorial” colocada en las solapas se copia textualmente a continuación.

«EL SEÑOR PRESIDENTE es una novela que formará época en la literatura americana y mejor si dijéramos en la humanidad americana, por ser más humana que literaria, y americana, porque circunscrita al país del autor, Guatemala, y a un período histórico determinado, rebasa los límites de geografía y tiempo, como todas las obras representativas y se convierte en un libro cuyas páginas traducen, no sólo la angustia de un pueblo, sino de todos los pueblos que han llorado sal bajo la maldición de la tiranía; es una novela en que resuenan, como en un caracol de sacrificios, las voces desgarradas de pueblos tribales, sometidos a dictaduras de carácter telúrico, ilimitadamente perversas; una novela que ha de arrancar a todos los que la lean, un grito de indignación. En este libro de Miguel Ángel Asturias, a quien Paul Valéry consagró como a uno de los escritores más substancialmente americanos, más alejados de los europeos,27 no encontrará el lector el dulce y amoroso encaje de los seres y las cosas y los sueños que nos ofrece el friso de sus famosas “Leyendas de Guatemala”; el caprichoso juego de sus fantomimas jitanjafóricas “Rayito de Estrella”, “Emulo Lipolidón” y “Alclasán”

El Imparcial; Anuncio comercial de La Librería Guatemala de Tuncho Granados. Guatemala : sábado 9 de abril de 1949. Página 3. 27 De hecho lo hizo así, aunque no con tales palabras, en una carta que dirigió a Francis de Miomandre como traductor al francés, la que se utilizó como “Carta prólogo” a partir de la segunda edición de: Asturias, Miguel Ángel; Leyendas de Guatemala. Segunda edición. Aumentada con “Brujos de la tormenta primaveral” y “Cuculcán”. Carta de Paul Valéry a Francis de Miomandre. Dibujos de Toño Salazar. Buenos Aires : Editorial Pleamar, 1948 [1930]. Páginas 9 y 10.

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ni la “hazaña de investigación poética”, como llama Alfonso Reyes a su poesía, en el prólogo de “Sien de la Alondra», que está por publicarse. 28 EL SEÑOR PRESIDENTE, es un libro desolado, cruel, demasiado cruel; gruesa mar de hechos en la que no se alcanza a ver más allá del horizonte del desconsuelo. Como en las puertas del Infierno, en este libro se acaba toda esperanza. Por algo el escritor-poeta le llamó al principio “Malebolge”, 29 nombre dantesco que después sustituyó por “Tohil”, dios indígena exigente en sacrificios humanos, para bautizarlo en definitiva con un título que sintetiza la esencia del despotismo: EL SEÑOR PRESIDENTE. Sólo cuando los personajes sueñan o se enamoran, el texto es gracioso y lírico; en todo lo demás el lenguaje está abierto de par en par a las más broncas expresiones. La puntuación es arbitraria, irregular, restringida, imitando así el habla de gente que apenas mueve los labios para pronunciar las palabras y que no separa los elementos de las frases por ningún signo o pausa, que apenas se adivina si interroga o exclama; y entrelaza los miembros de la oración en cadena seguida, bisbiseante, 30 como si sus labios no hablaran, sino parpadearan. EL SEÑOR PRESIDENTE, un libro sin cobardías ni contemporizaciones, amargo como la cuasia, en esta hora crucial de la desesperación del mundo. 31 EL EDITOR»

En consecuencia, ahora se puede decir felizmente que la laguna está resuelta, gracias al valioso y generoso obsequio de las imágenes de “sobrecubierta” remitidas por la socióloga Beatriz Barrera, a quien públicamente se le manifiesta el permanente agradecimiento por tan noble y desinteresado gesto. 28 El título correcto es Sien de Alondra. Fue editado en 1948 por editorial Argos de Argentina. Véase: Batres Villagrán, Ariel; Miguel Ángel Asturias con la magia de los tiempos. Publicado el 19 de octubre de 2015 en https://www.academia.edu/16999878/Miguel_%C3%81ngel_Asturias_con_la_magia_de_los_tiempos. 29 30 31 Se corrige como se muestra. En el original dice “Malevolge”. En el original dice “bisbiceante”. Se refiere a la recién concluida segunda guerra mundial (oficialmente terminó el 2 de septiembre de 1945) y cuyos efectos en 1946 traían al mundo en vilo, pues el reparto de territorios por los países aliados incluía intereses en toda América Latina.

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II. EL SEÑOR PRESIDENTE EN ADAPTACIONES DE TEATRO “En el momento que aceptamos los riesgos de responder a una vocación—especialmente la del teatro—no tenemos más remedio que soltar amarras y dejarnos llevar por el sueño.” 32

1. El teatro según Asturias

En el periódico El Nacional, de Caracas, Miguel Ángel Asturias publicó el 20 de mayo de 1970 el artículo intitulado ¿La crisis del teatro es total?, en donde examina las posibles razones sobre las dificultades en los teatros para atraer al público: económicas, estéticas, de calidad de las obras, aptitud de las actores, y hasta la sustitución de obras clásicas por aquellas consideradas como teatro político o bien teatro erótico, que pasaban por las tablas sin mayor pena ni gloria. En su artículo, el maestro expone: “Todos hablan de la crisis del teatro. La crisis, la crisis del teatro. Y cada quien, desde ángulos distintos, da las razones de esta crisis, de esta situación angustiosa de la escena en nuestros días. Cual apunta, enfáticamente, que el teatro se halla al borde de la desesperación por falta de medios económicos. Mientras alcanza precios estelares la inversión que debe hacerse para la presentación de una obra, el público asistente disminuye más y más, parte porque no le es posible a la mayoría pagar lo que cuestan las localidades, y parte porque la radio, la televisión y el cine son rivales absolutos del espectáculo teatral. Este, por las mismas circunstancias económicas, pierde su esplendor y se va reduciendo al mínimo de actores. Entre menos personajes tiene una pieza teatral, es más barato representarla. Las obras de gran aparato desaparecen o se presentan en los teatros que gozan de subvenciones estatales. De otra manera, imposible. Es, pues, el cerco económico, la falta de medios, lo que determina, para muchos, la crisis actual del teatro. Para otros esta decadencia tiene origen en la ausencia de obras dignas de ser llevadas a la escena. No hay, sostienen, creadores de obras 33 que hagan época, que 32 Citado por: Dreyer, Kevin; “Hugo Carrillo: 1928-1994”. Latin American Theatre Review. Vol. 28, No. 1: Fall 1994. Página 185. Nota: al padre de Kevin Dreyer, Carrillo le dedicó El ruedo de la mortaja (1972), que al igual que otras, lamentablemente no aparece en la valiosa selección: Carrillo, Hugo; Teatro escogido. Op. Cit. 33 Según el escritor, político y profesor universitario venezolano Guillermo Yepes (1942), en 1968 Asturias dijo: “No soy creador yo solo, sino vehículo por medio del cual se han dicho estas cosas. Pero no soy dueño de eso, puedo en algún momento dado enmudecer.” Yepes Boscán, Guillermo; Dones y miseria de la poesía. Ensayos. Caracas : Monte Ávila Editores, 1973. Página 143.

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apasionen al público. Se carece de un repertorio moderno, válido. Y por eso las salas se ven desiertas. Los espectadores rehúyen estos estrenos, pues la mayor parte de las veces salen decepcionados y curadísimos de teatro. En cuanto a las temporadas. En las temporadas se refrescan obras antiguas presentadas con decorados y trajes novedosos, lo que pocas veces satisface a quienes las han visto antes mejor representadas. Obras teatrales que fueron de gran cartel en otras épocas, que atrajeron multitudes a los teatros, pasan ahora sin honra ni gloria. ¿Dónde encontrar entonces obras teatrales que despierten el interés del público actual? ¿El teatro político? ¿El teatro erótico o sexual? […] es aquí a donde queríamos llegar: la verdadera crisis del teatro arranca del hecho de que ya no cumple ningún papel en nuestra vida, en nuestras ciudades, en nuestro mundo. 34 Ahora se va al teatro por curiosidad, por compromiso, por excepción, por todo, menos por la necesidad de ir al teatro, de sentirnos obligados a participar del espectáculo. Esa necesidad que fue religiosa, patriótica, tradicional, parte de un existir, de un vivir de la ciudad, se perdió. […] Teatro fueron las grandes funciones del enigma y el sacrificio de la palabra dicha, pronunciada, para el encantamiento; teatro fue la representación de gestas heroicas en fechas de evocación gloriosa; teatro las loas, autos sacramentales, danzas sagradas y otros espectáculos ofrecidos en los atrios de las iglesias; teatro que reunía gente que sentía la necesidad de asistir a estas funciones magnas, no solamente como espectador, sino como actor, como alguien que con su presencia participaba del misterio que reunía allí a los habitantes de una ciudad o región. […] La crisis del teatro, volviendo a nuestro punto de partida, no debe buscarse en lo económico, en la ausencia de obras teatrales, en todo lo que apuntamos antes. Hay que investigar en la no exigencia, para nuestro tiempo, de asistir a los espectáculos teatrales.” 35

Si así cavilaba de la crisis del teatro en 1970, qué pensamientos pasarían por la mente de Asturias en cuanto al teatro en Guatemala, sobre todo cuando un dramaturgo le envió el guion inspirado en su novela El Señor Presidente, para llevar la obra a las tablas…, dejándose llevar por sus propios sueños de ver convertida la novela en la primera adaptación teatral que se conoce de la misma. 34 Si así era la crisis del teatro en 1970, cómo lo será ahora que los posibles espectadores no se interesan, siendo que están muy ocupados leyendo y enviando mensajes por las redes sociales del internet, creyendo que se trata de una sana entretención. 35 Asturias, Miguel Ángel; América, fábula de fábulas. Op. Cit., páginas 110 a 112.

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41 No se trataba del teatro político que discute el novelista en su artículo de 1970, pero así fue interpretado por la mente de los círculos oficiales y especialmente militares de la época, donde la contrainsurgencia dominaba el espectro social y político del país, imponiendo su particular punto de vista –cual en los mejores tiempos de las dictaduras– por medio del terror como cuestión de Estado, a costa de miles de vidas masacradas. Miguel Ángel Asturias, siempre fiel observador y crítico de su tiempo, advirtió el 1 de enero de 1932 en su columna “En la jaula de la Torre Eiffel” –publicada en el periódico El Imparcial–, que había terminado de escribir una obra teatral, “Kukulkán”, muy diferente en su contenido a las que por esos días eran presentadas en París, que “[…] más que teatro en el sentido que los burgueses —teatro de digestión— dan al vocablo, tiene de juego de niños.” 36 La preparación previa y posterior de su trabajo dio lugar a que reflexionara sobre las posibilidades americanas –lugar geográfico visto y llamado despectivamente desde Europa como la selva– donde los autores pudieran preparar libretos de teatro no necesariamente digestivos sino que interpretaran y plantearan problemas sociales e incluso temas indígenas, como lo que él se proponía con “Kukulkán”; por tal razón, el 18 de junio de 1932 publicó un nuevo artículo, “Las posibilidades de un teatro americano”, especificando: “En el teatro maya- quiché que nos proponemos, teatro para representar al aire libre, sin escenario, a la altura del público, la decoración quedará reducida a lo más simple”, donde “Tratándose de un teatro primitivo, debe ser repetido y no recitado. El que recita, interpreta; el que repite, dice simplemente.” 37 Y no se quedó solo en eso, sino se preocupó porque “el respetable” (el público) fuera capaz de comprender la obra, o por lo menos de hacer el tonto como los niños, aspecto que en sí tenía sus bemoles precisamente porque muchos van al teatro solo para divertirse y no necesariamente para preocuparse por problemas sociales. Y es que, de acuerdo con Asturias: “El teatro es una diversión seria (¡y cara!), piensan los que han hecho de las salas de espectáculos el sitio para hacer la digestión. El burgués que mientras hace la digestión de la cena (garbanzos, judías, puchero y dulce de leche), quiere que le sirvan en serio —y esto es lo trágico— una obra que no contradiga sus convicciones, para no interrumpirle «su» digestión, jamás se prestaría a hacer el tonto. De ahí que las obras de teatro, a fuerza de estar sometidas a este ambiente de estómagos llenos, sean en la actualidad un puchero de palabras entre bambalinas, intestinos que de puro viejos ya se 36 Asturias, Miguel Ángel; París 1924-1933 : periodismo y creación literaria. Miguel Ángel Asturias; edición crítica Amos Segala. Madrid : ALLCA XX, Colección Archivos, No. 1, 1997. Página 465. 37 Ídem., página 477.

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están cayendo. El teatro de digestión o indigestión, asquea, para eso mejor se queda uno viendo las estrellas en la calle.” 38

De lo que Asturias hablaba en 1932 –según sus observaciones de teatro en París– es precisamente a lo que se refirió el escritor Mario Alberto Carrera Galindo (1945) cuando explicó –en 1982–que mientras duró la dictadura de Jorge Ubico no había posibilidades de hacer teatro político o social: “[…] El teatro guatemalteco que se hizo en Guatemala durante las tres primeras décadas de este siglo fue principalmente de entretención y recreo o de formación cultural clásica. Sobre todo durante la época de Ubico, que se inaugura en 1931, el teatro evitó tocar lo político o la crítica social porque para el dictador lo teatral —como para la Inquisición— estaba preñado de diabolicidad. El diablo era todo aquello que atentara contra su gobierno y esa amenaza la veía por todas partes…” 39

En forma parecida expuso el dramaturgo Manuel Galich López (1913-1984), “el verbo de la Revolución” de octubre de 1944, en una conferencia que dictara en 1977 en Caracas, Venezuela, con el título “Papel del teatro en un proceso revolucionario”, explicando que muchas veces la producción teatral se supedita a los intereses de la sociedad clasista, proponiendo: “Cuando abandonemos la concepción de un teatro pensado, construido, hecho como parte de la industria del espectáculo, para la satisfacción espiritual —si se quiere— o la culturización —en el mejor de los casos— de una minoría que es la clase dominante que es la que puede disponer de todos los elementos que hacen a lo teatral desde el punto de vista del público, entonces podemos empezar a hablar de liberación de la tara colonialista del teatro en América Latina.” 40 38 39 Ídem., páginas 478 a 479. Carrera Galindo, Mario Alberto; Ideas políticas en el teatro de Manuel Galich. Guatemala : Talleres de Impresos Industriales, 1982. Página 22. 40 Galich López, Manuel; Ideología de Manuel Galich a través de sus discursos. Víctor Hugo Cruz, compilador. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2013. Página 33.

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2. El teatro de Hugo Carrillo y “El Señor Presidente de Asturias”, Guatemala 1974

El dramaturgo guatemalteco Hugo Francisco Carrillo Meza (9 de agosto de 1928-19 de octubre de 1994), 41 nunca presentó una obra de teatro digestivo, de simple entretención o como un espectáculo cultural para cierto grupo “acomodado”, sino de reflexión sobre problemas sociales, a pesar que en algunas juega con las palabras, bromas, dichos y hasta malas palabras que hace decir a los actores provocando a veces hilaridad en el público. Los meros títulos de su producción de libretos así lo demuestran, ya no se diga el contenido de cada uno. Cómo se sumergió en la enorme tarea de convertir la novela de Asturias El Señor Presidente en adaptación para las tablas, dándole el título de “El Señor Presidente de Asturias”, es algo que él cuenta de manera simple: en diciembre de 1956 estando en París, un pintor francés le pidió que le explicara de qué trataba la novela. Tuvo que reconocer que ni siquiera la conocía; inmediatamente consiguió un ejemplar que le prestó un escultor guatemalteco que vivía en dicha ciudad, leyéndola en una noche, y ahí descubrió la magia del novelista al exponer mediante la ficción hechos que de suyo Carrillo conocía no solo por la historia sino porque después de 1954 la situación política seguía siendo dominada por una dictadura militar con fachada democrática. Pasó buen tiempo redactando el guion, le envió a Asturias la primera escena, quien la aprobó, y de ahí continuó motivado por el espaldarazo del novelista. Al terminar, a quien primero lo mostró fue a la señora Clemencia Amado Aparicio (16 de septiembre de 1915-25 de enero de 1979), primera esposa de Asturias. Después… 2.1 Hugo Carrillo fue el autor con seudónimo de “Franz Mez”

«En 1974 una obra teatral causó conmoción en Guatemala, se trataba de la adaptación de El Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias. Franz Mez, quien decía ser el creador de la pieza daba entrevistas a la prensa y recibía las felicitaciones de todos. 42 La noche del estreno Hugo Carrillo se encontraba entre el público, algunas personas 41 Debe aclararse que nació en 1928, tal como se indica. En otras biografías erróneamente se anota 1929. El dato exacto proviene de la “Entrevista” que se incluye en el Apéndice de: Padilla Gálvez, Norma; Lo grotesco en el teatro de Hugo Carrillo. Guatemala : Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), 1983. Tesis (Licenciada en Letras). Página 111. 42 Ver en el presente trabajo la transcripción de la entrevista en: Flaquer, Irma; “El Señor Presidente”; una obra inesperada. Guatemala : diario La Nación, sábado 9 de noviembre de 1974. Página 10. Véase también una Supuesta Carta de “Franz Mez” dirigida a alguien en Guatemala desde Honduras, en: La Hora Dominical; El Señor Presidente (obra de teatro). Guatemala : Revista editada por la empresa Impacto- La Hora Dominical. Época I, número 1366, 24 de noviembre de 1974. Páginas 13 a 15.

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que estaban cerca le decían: “aprenda a escribir teatro, aprenda de Franz Mez”. Él sólo reía para sus adentros. Días más tarde Carrillo confesó que en realidad él había adaptado la pieza e inventado a Franz Mez a partir de las iniciales de su nombre. Para jugarle una broma a todo el mundo, se había puesto de acuerdo con un antropólogo estadounidense, 43 amigo suyo, que fingió ser el dramaturgo y atendió a la prensa. Para Hugo Carrillo todo era teatro y lograba montajes fuera y dentro del escenario, éste fue, probablemente uno de los primeros “happenings” que se hicieron en Guatemala.» 44

Hugo Francisco Carrillo Meza al presentar la obra asignando su autoría a “Franz Mez”, se inventó este alias cual si fuera un seudónimo, ya que constituye la apócope de su segundo nombre y segundo apellido. En entrevista concedida a la periodista Irma Flaquer por el supuesto “Mez”, de carne y hueso y hasta con foto incluida, este le “confiesa”: Mi madre era franco española. Yo adopté su nombre Mez como nombre literario. 45 Es para reírse hoy en día de la ocurrencia de Carrillo, pero en 1974 todos tomaban al extranjero como autor de la obra teatral y creían que era cierto –ya que así lo dijo en la entrevista–, sobre todo porque aseguró: Mi padre vivió en el altiplano guatemalteco después de la primera guerra mundial. Vino en un viaje de aventuras, y se quedó dos años aquí. Después se trasladó a las Islas Canarias, donde se casó con mi madre y nací yo. Lo “extraño” es que directamente nunca aclaró o comentó públicamente lo de la broma e invento del seudónimo, ni siquiera en “Rasgar nubes para ver los astros”, 46 donde cuenta el proceso de creación del libreto teatral. Empero, lo del seudónimo no se quedó solamente en cambiar un nombre por otro sino hasta presentar al segundo vivito y coleando, cual si se tratara de otra persona. Por tal razón, al explicar la anécdota Marta Sandoval está recordando una de las facetas del dramaturgo Hugo Carrillo. Él era bromista, alegre y jovial, aunque exigente en sus labores de dirección teatral. Con admiración y respeto le llamaban “el monstruo”. Un ejemplo: En 1987 43 Según quien describa al supuesto “Franz Mez”, de quien hasta se publicó su foto dando una entrevista a Irma Flaquer, no hay acuerdo respecto a su posible nacionalidad: norteamericana, alemán, franco-alemán. Como que todo cupo dentro de la ficción de Hugo Carrillo al inventarse a Franz. 44 Sandoval, Marta; El hombre que habitaba en la Calle del Sexo Verde. albedrío.org. Revista electrónica de discusión y propuesta social. Publicado el 31 de octubre de 2004, en el portal digital de la revista http://www.albedrio.org/htm/articulos/m/ms-001.htm 45 Flaquer, Irma; “El Señor Presidente”; una obra inesperada. Guatemala : diario La Nación, sábado 9 de noviembre de 1974. Página 10. 46 Carrillo, Hugo; El Señor Presidente : ritual bufo en dos jornadas. Guatemala : Segunda edición. Editado con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deportes. Delgado Impresos & Cía. Ltda., 1989. NOTA: Primera edición: Revista Conjunto No. 33, Casa de las Américas, Cuba, 1977. Páginas I a VII. Véase también en: Carrillo, Hugo; Teatro escogido. Op. Cit., páginas 127 a 135.

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Carrillo fue jurado calificador en el festival de teatro realizado en Alta Verapaz; uno de los actores de la obra ganadora –Daniel Ramírez– al final de la actuación se acercó a él y, según cuenta: “Le pregunté al maestro acerca de su experiencia con su obra homóloga de la novela de Miguel Ángel Asturias y él me corrigió: ¡QUERRÁS SABER DE MI OBRA CON LA NOVELA QUE ASTURIAS ME PLAGIÓ¡” 47 Tan a pie juntillas se creyó la gente esa guasa, que cuando se presentó “El Señor Presidente de Asturias” el periódico El Imparcial atribuyó su autoría precisamente al gringo “Franz Mez” (en otros periódicos se decía que era franco-alemán o solamente alemán, y algunos lo creían canadiense), destacando que el director era el maestro Rubén Morales Monroy (1933–1998): “En el teatro de la Universidad Popular, a las 21 horas de mañana se hará el estreno mundial de la adaptación teatral de la novela «El señor presidente», del literato guatemalteco Miguel Ángel Asturias, ganador del Premio Nobel de Literatura de 1967. La versión dramática de la celebrada novela fue hecha por Franz Mez y será representada por más de cuarenta actores pertenecientes a la Compañía de teatro UP y estudiantes de la academia de arte dramático de la Universidad Popular, bajo la dirección del maestro Rubén Morales Monroy. Según el criterio de miembros del comité organizador del XII festival de teatro guatemalteco, 48 «el estreno de «El Señor Presidente de Asturias» marca definitivamente el comienzo de una nueva era en nuestro teatro nacional, razón por la cual los integrantes de la Compañía de teatro UP, identificados con la importancia de este trabajo, no han escatimado esfuerzo alguno para llevar a feliz término los ensayos de esta difícil pieza teatral». Forman parte del grupo de actores Carmen Solís Gallardo, Eva Ninfa Mejía, Gloria Vásquez Mata, Amanda Ramírez, Rodolfo Mejía Morales, Juan Luis Donis, Carlos Peña y Carlos Izquierdo.” 49 47 48 Véase el comentario en http://teatristaschapines.blogspot.com/2007/07/hugo-carrillo.html. Presidido por Luis Domingo Valladares e integrado por, entre otros: el dramaturgo Rubén Morales Monroy, el poeta y filósofo Eloy Amado Herrera, el director teatral Alfredo Porras Smith y el dramaturgo Víctor Hugo Cruz (en 2015 presentó el tercer tomo de Obra dramática de Manuel Galich). 49 El Imparcial; Arte y Cultura. Estreno de versión teatral de El Señor Presidente. Guatemala : lunes 11 de noviembre de 1974. Página 2. Una versión similar fue publicada en los diarios: Impacto: “El Señor Presidente” se estrenará el 12 de noviembre. Guatemala : viernes 8 de noviembre de 1974. Página 5. La Hora; “El Señor Presidente” se estrenará el 12 de noviembre. Guatemala : sábado 9 de noviembre de 1974. Página 8.

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En la noche del estreno mundial de la obra de teatro “El Señor Presidente de Asturias”, fue develada la siguiente placa conmemorativa: “El presidente del Comité del Festival, Luis Domingo Valladares, invitó a develar una placa afuera del teatro. La señora 50

La placa está colocada en una de las paredes del área de ingreso al edificio de la Universidad Popular, 51 cuya imagen fue tomada directamente de la misma. Obsérvese que 50 Flaquer, Irma; Magnífico estreno de “El Señor Presidente”. Guatemala : diario La Nación, Suplemento Magazine; domingo 17 de noviembre de 1974. Páginas 20 a 21. 51 La Universidad Popular (entidad privada no lucrativa, Patrimonio Cultural de la Nación) fue creada el 20 de agosto de 1922. El acta No. 1 de fundación está firmada –entre otros– por Miguel Ángel Asturias, el escultor Rafael Pérez de León, el poeta Alfonso Orantes, el poeta Ricardo Arenales (Porfirio Barba Jacob), el periodista J. Rufino Guerra Cortave, el poeta Alfredo Valle Calvo, y el periodista y escritor David Vela. Principia sus funciones el 1 de marzo de 1923. El acto de inauguración fue presidido por el rector de la

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47 lleva por fecha “octubre de 1974”, aunque la primera función fue el 12 de noviembre. Nótese también que se le da un nombre propio: “El Señor Presidente de Asturias” y para risa de Hugo Carrillo, pues seguramente él así lo quiso, se agrega: “Obra teatral de Franz Mez” y por supuesto el reconocimiento: “Inspirada en la novela El Señor Presidente” Para reivindicar la autoría, sería conveniente que abajo de dicha placa se colocara otra con una nota aclaratoria, para que la historia registre y haga honor público, que:

«Franz Mez es seudónimo del dramaturgo Hugo Carrrillo Meza (1928- 1994), verdadero autor de “El Señor Presidente de Asturias”».

En la publicidad invitando al público para asistir a la presentación del 1 de enero de 1975, se utilizó la foto tomada el día de la develación de la placa, cuya recaudación en taquilla se utilizaría para beneficiar a los actores y personal técnico que participó en la obra. 52 En la fotografía aparecen a la izquierda la amiga de Asturias, Sra. Elvira Linares v. de Aldana y a la derecha el Presidente del Festival, Luis Domingo Valladares Molina, a quien solo gustaba llamarse Luis Domingo. Dos semanas después del estreno, ocurrido el 12 de noviembre de 1974 y no el 14 como erróneamente se indica en algunos textos, El Imparcial relató lo que sigue, creyendo todavía que el autor de la obra de teatro era un tal “Franz Mez”:

Universidad Nacional (desde 1945 Universidad de San Carlos de Guatemala); el maestro de ceremonias fue Miguel Ángel Asturias. Dentro de sus instalaciones se ubica el Teatro “Manuel Galich” y la Academia de Arte Dramático “Rubén Morales Monroy”. En el área de ingreso al edificio se encuentra un busto de Asturias. 52 Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : lunes 30 de diciembre de 1974. Página 39.

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“La Compañía de teatro UP, que dirige el maestro Rubén Morales Monroy, prosigue con buen éxito su serie de representaciones de la obra «El Señor Presidente de Asturias», del autor Franz Mez, en el teatro de la Universidad Popular. La obra fue estrenada el 14 de noviembre 53 y desde esa fecha dicha compañía ofrece la representación, en funciones nocturnas, de martes a sábado, y los sábados y domingos, en funciones vespertinas, que se inician a las 16:30. La pieza teatral es una versión o adaptación de la novela «El Señor Presidente», de Miguel Ángel Asturias, Premio Nobel de literatura de 1967.” 54

Fue un serio atrevimiento de Hugo Carrillo, por los riesgos que corría su vida y la de los actores, en ese aciago año donde el gobierno del general Kjell Eugenio Laugerud García (1930-2009) libraba una fuerte y sangrienta guerra contra los guerrilleros insurgentes y los movimientos populares y estudiantiles, por lo que cualquier voz disidente o de la que se tenía sospecha de que era comunista o tan solo simpatizante de la guerrilla, era capturado, torturado, asesinado y desaparecido; en caso estuviera muerto hasta preguntaban por su dirección domiciliar, ya que el servicio de inteligencia no siempre va de la mano con la capacidad de los policías al momento de inquirir por alguien. Como reportan dos fuentes que analizan la obra del dramaturgo: “La obra desafió al régimen político de la época (el Partido Institucional Democrático estaba en el poder) y en un primer momento Carrillo consideró necesario atribuir el guion al seudónimo «Franz Metz», 55 y mandó tomar fotos del director con alguien que supuestamente representaba a «Metz»; en la noche del estreno, la policía secreta vino preguntando por la dirección de Asturias (que había fallecido a principios de ese año), 56 y el gobierno comenzó a prestar atención a las vistas previas de las obras de teatro en el siguiente año.” 57 53 No fue el 14 sino el 12. Así lo reflejan varios anuncios, como por ejemplo: Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : domingo 10 de noviembre de 1974. Página 30. 54 El Imparcial; Arte y Cultura. Prosigue temporada de Compañía UP. [versión teatral de El Señor Presidente]. Guatemala : martes 26 de noviembre de 1974. Página 2. 55 56 57 El nombre correcto –aunque inventado– es “Franz Mez”. No fue a principios sino el 9 de junio de 1974. Wikipedia, la enciclopedia libre; El señor Presidente. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=El_señor_Presidente&oldid=91487490. Para sustentar sus afirmaciones, Wikipedia cita dos fuentes documentales de información: ? Dreyer, Kevin (Fall de 1994). «Hugo Carrillo: 1928-1994». Latin American Theatre Review 28 (1): 185- 186. Consultado el 26 de marzo de 2008.

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Como señala la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), refiriéndose a esos años de represión y citando al propio Hugo Carrillo: «Al respecto, el teatro en la década de los sesentas era una isla rodeada de terror colectivo, persecuciones, desaparecidos, exiliados o muertos. En los años setenta resurge con una propuesta de vanguardia en sus presentaciones estilísticas y de contenido, pero obtiene como consecuencia una serie de golpes por parte del gobierno de general Kjell Laugerud García. Hugo Carrillo describe el contexto de la época: “Se suscitaron llamadas telefónicas anónimas al Teatro de la U.P. con amenazas de muerte para el director y el elenco si no cancelaban inmediatamente la temporada. Se me consultó por teléfono a México donde me encontraba en esos días y decidimos cerrarla. Y después de eso, vino la debacle. Al poco tiempo el Teatro de la U.P. se incendió misteriosamente; un actor fue acribillado a balazos al entrar al mismo; la policía allanó las instalaciones del Teatro La Galera; ametrallaron las instalaciones del Centro Cultural Universitario (C.C.U.); comenzó la desbandada general de teatristas. Cundió el pánico, se replegaron los grupos… Arce se fue al exilio a Francia y falleció a los 50 años en Albi. Galich desapareció de las carteleras teatrales por muchos años y falleció exiliado en Cuba. Asturias no volvió a presentarse en escena. Se callaron también las voces de Víctor Hugo Cruz, Augusto Medina, Ligia Bernal, y otros autores”.8 8 Carrillo, Hugo. El teatro de los ochenta en Guatemala. Pág. 98.» 58

Para que no quede margen de duda respecto a lo explicado por Hugo Carrillo en El teatro de los ochenta en Guatemala, conviene transcribir un par de páginas de su relato histórico: «Mientras el país entero sufría las consecuencias de la brutales medidas de represión de diversos gobiernos incapaces de contener la ola de violencia que se desatara en Guatemala por treinta años a partir de 1954, el teatro era una isla rodeada de terror colectivo, persecuciones, desaparecidos, exiliados o muertos a millares, que mantenía su voz y su expresión incólume. En 1962 hubo un pequeño revuelo con el estreno de mi obra El corazón de espantapájaros, de corte eminentemente político-social. Pero no trascendió a consecuencias mayores. Se siguieron representando obras de Manuel José Arce, Víctor Hugo Cruz, Augusto Medina, Manuel Galich ?

58 Shillington, John Wesley (enero de de 2002). Grappling with Atrocity: Guatemalan Theater in the 1990s (en inglés). Fairleigh Dickinson University Press. pp. 55-57. ISBN 0-8386-3930-5. Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG); Por reflejar el alma de un pueblo. El arte guatemalteco en la historia reciente del país. Guatemala : Impreso por ASI -Asesorías Internacionales, 2012. Página 21.

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59 constantemente, Ligia Bernal, Enrique Campag, René García Mejía, Miguel Ángel Asturias muy de vez en cuando, María del Carmen Escobar y mías, que en su gran mayoría cuestionaban la realidad nacional, pero sin lograr un impacto que permeara todas la capas sociales del país y se convirtiera en un elemento vital, eficaz y trascendente dentro de la vida cultural guatemalteca. Hasta que se presentó en 1974 dentro del XII Festival de Teatro Guatemalteco, en homenaje póstumo a Miguel Ángel Asturias, mi versión dramática de su novela, El señor presidente. La Compañía de Teatro de la Universidad Popular programó para este homenaje una temporada extraordinaria de ocho semanas de jueves a domingo. Rompiendo con los esquemas de escenificaciones realistas que caracterizaba a la Cía. U.P., El señor presidente cambió no sólo ese concepto de realizaciones escénicas que privaba en la Compañía, sino todo el rumbo y proyecciones del teatro guatemalteco hasta ese momento. Se puede decir que existe un movimiento teatral antes de El señor presidente y otro después del estreno de esta obra. La temporada duró de martes a domingo diez meses consecutivos a teatro lleno. Rompió record de crítica y taquilla en Centro América. Recibió todos los premios que se conceden en Guatemala para el teatro y los de diversas asociaciones culturales. Se proyectó a todos los niveles sociales. En los departamentos del interior, el público se aglomeraba y rompía las puertas para entrar a las salas donde estaba programada. En los foros que se llevaban a cabo después de cada función, 59 los planteamientos trascendían lo artístico para cubrir y replantear a varios niveles la situación que atravesaba el país en sus diversos aspectos históricos, políticos, sociales y económicos. Todo Guatemala hablaba de la adaptación teatral de El señor presidente. Y el gobierno de turno prestó oídos. Se percató de lo que estaba sucediendo en el teatro guatemalteco. Y poco a poco tomó cartas y decisiones al respecto. Se comenzó a poner atención a todo lo que se presentaba tanto en la capital como en las Primeras Muestras departamentales de Teatro que se iniciaron en el año 1975 y que se desbordaron en años subsiguientes en innumerables trabajos de creación colectiva eminentemente críticos y casi hasta desafiantes frente al sistema y la represión que se enseñoreaban impunemente en el país. Las más significativas obras de entonces fueron Un niño llamado Paz de Enrique Campag; ¡La Chalana! (inspirada en Viernes de dolores de M. A. Asturias) de mi creación; Delito, condena y ejecución de una gallina de Manuel José Arce; Lo que el viento nos dejó, creación colectiva del grupo universitario Nalga y Pantorrilla; Es mi

Este amanuense da fe de que así era, pues vio la obra en una de sus funciones en mayo de 1975 y al finalizar Rubén Morales Monroy invitó al público a exponer sus ideas sobre el contenido de la obra.

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51 bella Guatemala un gran país, Colectivo de Teatro- Centro y finalmente la reposición de El corazón del espantapájaros, que suscitó llamadas telefónicas anónimas al Teatro de la U.P. con amenazas de muerte para el director y el elenco si no cancelaban inmediatamente la temporada. Se me consultó por teléfono a México donde [me] encontraba en esos días y decidimos cerrarla. Y después de ella, vino la debacle. Al poco tiempo el Teatro de la U.P. se incendió “misteriosamente”. Un actor fue acribillado a balazos al entrar al mismo. La policía allanó las instalaciones del Teatro La Galera. Ametrallaron las instalaciones del Centro Cultural Universitario (C.C.U.). Comenzó la desbandada general de teatristas. Cundió el pánico. Se replegaron los grupos. Las Muestras de Teatro Departamental patrocinadas por el Departamento de Teatro de la Dirección de Bellas Artes programaron rápidamente temporadas de teatro para niños y trabajos colectivos sin ningún contenido social o político. Tácitamente y por consenso general los teatristas se impusieron una autocensura que aún está vigente hasta el momento. El viraje fue radical. De la noche a la mañana todos los grupos teatrales se dedicaron a presentar a un público cada vez mayor, a raíz de El señor presidente, vodeviles o comedias sin ningún contenido que despertara la menor sospecha de las autoridades. La época de oro del teatro guatemalteco de autores precipitadamente se acabó. Arce se fue al exilio a Francia y falleció a los 50 años en Albi. Galich desapareció de las carteleras teatrales por muchos años y falleció exiliado en Cuba. Asturias no volvió a presentarse en escena. Se callaron también las voces de Víctor Hugo Cruz, Augusto Medina, Ligia Bernal, y otros autores. Yo me dediqué a trabajar en el extranjero o recrear para la escena en versiones dramáticas algunas novelas clásicas de la literatura nacional y de otros autores latinoamericanos.» 60

No obstante los riesgos que corrieron Hugo Carrillo, Rubén Morales Monroy y los cuarenta miembros del grupo de teatro de la Universidad Popular, el 12 de noviembre se estrenó la obra y continuó en cartelera durante diez meses más. Algunas imágenes del recuerdo se insertan seguidamente, tomadas de Carrillo, Hugo; El Señor Presidente : ritual bufo en dos jornadas. Guatemala : Segunda edición. Editado con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deportes. Delgado Impresos & Cía. Ltda., 1989. NOTA: Primera edición: Revista Conjunto No. 33, Casa de las Américas, Cuba, 1977. 60 Carrillo, Hugo. El teatro de los ochenta en Guatemala. Latin American Theatre Review, Spring 1992. Páginas 96 a 98.

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¿Quién mató al Coronel Parrales Sonriente? La tortura de Fedina

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Rapto de Camila El cumpleaños de El Señor Presidente

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El burdel El Dulce Encanto Vásquez y Farfán en el burdel El Dulce Encanto

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Burdel “El Dulce Encanto” 55

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Las noticias vuelan La paz reina en todo el país Fin de “El Señor Presidente de Asturias”

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2.2 Publicidad para asistir al teatro En noviembre de 1974 la publicidad para que el público asistiera a ver la obra de teatro indicaba que era un homenaje a Miguel Ángel Asturias, y no obstante que su estreno fue el 12 de noviembre, 61 para ese día y los dos siguientes las localidades estaban agotadas, al precio de un quetzal equivalente a un dólar. Todavía no se daba a conocer que el nombre de su verdadero autor, y en cartelera se le seguía atribuyendo a “Franz Mez”. Cuando Marta Sandoval explica que “Días más tarde Carrillo confesó que en realidad él había adaptado la pieza e inventado a Franz Mez”, 62 seguramente quiere decir que la confidencia se la hizo a un estrecho círculo de amigos e intelectuales y algunos escribieron críticas y elogios sobre la obra en los periódicos de fines de 1974, mencionando a Carrillo por su nombre, como por ejemplo:

«“… la miseria, el atraso, las delaciones, el crimen político, la sociedad narcotizada por el temor al sátrapa, la libertad castrada, flotan en la artificial atmósfera de toda la versión ejecutada magistralmente por Hugo Carrillo…” Mauricio Menéndez. Prensa Libre, 28 de Noviembre de 1974» 63

«“… Como Presidente del XII Festival de Teatro guatemalteco, teatrista y admirador de Miguel Ángel Asturias, corroboro la generalizada opinión que tu obra debería presentarse en todo el mundo…” Luis Domingo Valladares. Director y Promotor Teatral, en Carta al autor del 12 de Dic. de 1974.» 64

Nótese que dos fueron quienes “supuesta” y públicamente indicaron el nombre de Carrillo como autor del libreto: Mauricio Menéndez y Luis Domingo Valladares Molina. Sin embargo… no se duda de lo que escribió Menéndez, pero el caso es que este no se refirió a Hugo Carrillo por su nombre sino a “Franz Mez”, al decir: 61 La reseña publicada el 18 indica que fue “el martes pasado”, día que corresponde al 12 de noviembre. Prensa Libre; Teatro. El Señor Presidente fue un gran acontecimiento. Guatemala : lunes 18 de noviembre de 1974. Página 64. 62 Sandoval, Marta; El hombre que habitaba en la Calle del Sexo Verde. albedrío.org. Revista electrónica de discusión y propuesta social. Publicado el 31 de octubre de 2004, en el portal digital de la revista http://www.albedrio.org/htm/articulos/m/ms-001.htm 63 64 Carrillo, Hugo; El Señor Presidente : ritual bufo en dos jornadas. Op. Cit., página IX. Ídem., página XII.

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58 «“… la miseria, el atraso, las delaciones, el crimen político, la sociedad narcotizada por el temor al sátrapa, la libertad castrada, flotan en la artificial atmósfera de toda la versión ejecutada magistralmente por Franz Mez, que supo captar la idea y el mensaje de Asturias, plasmado en el libro. Una amalgama de esfuerzos para trasladar al espectador a la cruda verdad de los 22 años del cabrerismo.” 65

En el caso de Luis Domingo Valladares Molina, se trata de una carta privada y por ende no es factible constatar si habló de Mez o de Carrillo, que para el caso es lo mismo dado el seudónimo. El 3 de marzo de 1977, cuando se realiza el estreno de la interpretación del Grupo teatral Rajatabla para El Señor Presidente, en los créditos respectivos se indica: Versión dramática: Hugo Carrillo. Adaptación libre: Rajatabla. Esto es: poco más de dos años después, públicamente se reconoce que el autor es Carrillo y no “Franz Mez”. En el anuncio publicitario correspondiente al 26 de noviembre de 1974, y que salió por varios días en las páginas de Diario El Gráfico, se anota una frase dicha por Asturias en favor del guion de la obra: “… Su sueño es como una gran zarabanda… Miguel Ángel Asturias, al leer en París la versión teatral de esta obra.” 66

La cita no se encuentra en libro alguno. Aparece en una supuesta Carta de “Franz Mez”, donde indica que así se lo dijo el propio Asturias cuando le dio a leer el guion, el que por cierto no estaba completo, solo el primer acto. Véase: La Hora Dominical; El Señor Presidente (obra de teatro). Guatemala : Revista editada por la empresa Impacto-La Hora Dominical. Época I, número 1366, 24 de noviembre de 1974. Página 14. 65 Menéndez V., Mauricio; Asturias, Mez y Morales Monroy [Columna Vox Populi]. Guatemala : Prensa Libre, jueves 28 de noviembre de 1974. Página 11. 66 Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : martes 26 de noviembre de 1974. Página 45.

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Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : domingo 10 de noviembre de 1974. Página 30. 68 Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : miércoles 20 de noviembre de 1974.

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60 69 69 Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : martes 26 de noviembre de 1974. Página 45.

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Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Señor Presidente. Guatemala : martes 10 de diciembre de 1974. Página 45. En la misma fecha se promocionó también: Diario El Gráfico; Publicidad de la obra de teatro El Rey de la Altanería. De Miguel Ángel Asturias. Guatemala : martes 10 de diciembre de 1974. Página 45.

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Extraño que en la publicidad del 10 de diciembre Hugo Carrillo haya utilizado un fragmento de lo escrito por Mario Alberto Carrera Galindo; seguramente por error el anuncio lo refiere como Mario Alberto Carrera W. En la misma dice: “… otra escena de la buena cosecha de Mez es la final…”

Sin embargo, Carrera lo que hizo fue una mordaz crítica al contenido de la obra teatral y aunque escribió “Metz”, como otros articulistas también equivocados, ya se sabe que se refería a “Mez”. El párrafo completo e irónico dice, sin los errados puntos suspensivos: “Otra escena de la buena cosecha de Metz es la final. Completamente inventada y que más parece estar dedicada a Somoza o alguno de nuestros gobernantes actuales de Centroamérica. Las muertes no eran tantas en la época de Estrada Cabrera mi querido don Franz. En ese tiempo era más bien abuso y uso de fuerza ¡Las muertes prodigiosas y múltiples! son ahora. No había derecho para llevar cierta agua al molino con la obra de Asturias. Si lo que quería era acusar a otros ¡pues a hacerle la acusación a esos otros con una nueva obra!” 71

No obstante, Carrera no protestó porque un extracto de su cáustica diatriba contra la obra y “Mez” se haya utilizado pero en sentido contrario, anotándola en calidad de elogio, lo que sí hizo el poeta y periodista Carlos Alfredo Chamier (1916-1982), muy molesto porque en otro anuncio publicitario se manipuló lo que otrora escribió sobre la obra, todo un mamarracho dice él, y por ello reclamó: “Al retornar a Guatemala después de breve ausencia, una persona amiga puso en nuestras manos el recorte de un anuncio publicado el 19 de diciembre en un matutino de esta capital, en el cual, de forma inmoral y despreciable, se reprodujo un breve trozo de mi “Cántaro Polimorfo” correspondiente al domingo 25 de diciembre: “Un Miguel Ángel Profanado” y publicado en este mismo espacio. 72 Buen cuidado tuvo el Teatro de la Universidad Popular de no reproducir la frase completa de la crítica aludida que dice textualmente: “Afortunadamente coincidimos con la opinión generalizada de muchas personas que fueron sorprendidas por el mal uso o por el uso interesado que se hizo de la obra y del nombre de Miguel Ángel Asturias, ya que ahí no se nos dirá que somos inconformes ni amargados ni que decimos de “El Señor 71 Carrera Galindo, Mario Alberto; ¿El Señor Presidente de Asturias o de Mez? Guatemala : diario La Hora, Suplemento Cultural; sábado 16 de noviembre de 1974. Página 2. 72 No fue el 25 de diciembre sino el domingo 15 de diciembre. Véase más adelante: Chamier, Carlos Alfredo; Un Miguel Ángel profanado. Columna Cántaro Polimorfo. Guatemala : Impacto, domingo 15 de diciembre de 1974. Páginas 5 y 21.

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Presidente” lo anterior tan solo por el afán de criticar”, para sorprender al público de la misma manera que trató de sorprenderlo con la pésima adaptación de la obra de Asturias. Como esta acción nos parece cochina, inmoral e indecente por parte de quienes dieron a publicidad las frases malintencionadamente reproducidas, hacemos a los pacientes lectores la aclaración del caso […].” 73

Del anuncio publicado el 10 de diciembre de 1974, donde se anota una frase tomada de cierto artículo de José Barnoya publicado en El Imparcial, debe aclararse que no se encontró en las ediciones de noviembre y diciembre de ese año. Por lo que respecta a la opinión de Mauricio Menéndez, que según dice la mención en el periódico que este escribió: “… una magnífica actuación de conjunto, y una sobresaliente dirección…”, debe anotarse que el párrafo completo dice: “A nuestro juicio las más sobresalientes escenas por actuación y montaje, son: la del portal con la tendalada de mendigos, por la perfecta actuación de los actores impresionando por las desfiguraciones orgánicas que presentan algunos. La actuación de ciega de Eva Ninfa Mejía, no deja nada que desear. Lo mismo la escena de la casa de citas ofrece una magnífica actuación de conjunto, y una sobresaliente dirección para dar el ambiente necesario. El fugaz «strip tease» termina de completar la adecuada construcción del cuadro. No sabemos si lo exige el libreto del adaptador, o es ocurrencia del director. Y la escena final del entierro, muy bien lograda por todo el conjunto.” 74 2.3 Las noticias de prensa en noviembre de 1974 Por esos días de noviembre de 1974, las noticias de prensa reportaban sobre asuntos culturales, de violencia, a veces de represión institucional, y políticos. Hugo Carrillo debió haber sopesado la situación antes de decidirse a llevar su obra a las tablas; seguramente igual hizo el Comité que tenía a su cargo la realización del XII Festival de Teatro Guatemalteco en homenaje a Miguel Ángel Asturias, dentro del cual se inscribió el montaje de “El Señor Presidente de Asturias”. Quizá pensaron que por tratarse de un reconocimiento al Premio 73 Chamier, Carlos Alfredo; No vale la pena. Columna Cántaro Polimorfo. Guatemala : Impacto, lunes 23 de diciembre de 1974. Página 6. 74 Menéndez V., Mauricio; Asturias, Mez y Morales Monroy [Columna Vox Populi]. Guatemala : Prensa Libre, jueves 28 de noviembre de 1974. Página 11. Véase texto completo más adelante.

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Nobel, fallecido el 9 de junio de ese año, el gobierno fascistoide no interferiría ni los perseguiría. Entre otros temas, la prensa reportó los siguientes: ?

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75 Sobre Miguel Ángel Asturias El Premio Nobel concedido a los suecos Eyvind Johnson y Harry Martinson no fue del agrado de algunos. La Fundación Universidad Central de Bogotá y el Liceo León de Greiff habían propuesto para al poeta León de Greiff, “señalándolo como valor destacado dentro del área continental americana”. Sin embargo, después del anuncio en Colombia “algunos sectores observaron que una del novelista también colombiano Gabriel García Márquez hubiera tenido más fuerzas, ya que, muerto Miguel Ángel Asturias, el autor de Cien años de Soledad resulta el escritor latinoamericano más traducido a diferentes idiomas.” 75 “«Colonia Miguel Ángel Asturias» se llamará de hoy en adelante la colonia Primero de Julio, por decisión de sus vecinos. Los habitantes de aquel sector citadino se reunieron en la escuela local con el fin de encontrar solución al problema de falta de agua que afrontan. Tras conocerse, intercambiar opiniones y organizarse, los vecinos coincidieron en que no estaban de acuerdo con el nombre de la colonia, «Primero de Julio», sin ninguna significación para ellos. En vista de lo anterior, los residentes de la colonia dispusieron declararla «Colonia Miguel Ángel Asturias», resolviendo que no necesitan pedir autorización a nadie para el cambio de nombre, pues «el verdadero poder soberano radica en el pueblo».” 76 Empero, por no haber pedido permiso, hasta la fecha la colonia se sigue llamando “Primero de Julio”, en recuerdo a que el 1 de julio de 1823 Guatemala se declaró completamente independiente, al separarse de México al cual había sido anexado el 22 de enero de 1822. En octubre se anunció en México la publicación de la edición en idioma italiano de la novela Las lanzas coloradas (1931) de Arturo Uslar-Pietri. El periódico reseña que “«Las lanzas coloradas», en su versión en italiano, cuentan con un prefacio muy válido del premio Nobel de literatura guatemalteco Miguel Ángel Asturias, recientemente fallecido. Asturias afirma entre otras cosas: «el tema de Uslar Pietri es una realidad anterior y presente que otorga a la novela profundidad histórica y sabor actual… una realidad… una novela que

La Nación; La cultura en América Latina. Guatemala : Suplemento Magazine, domingo 17 de noviembre de 1974. Página 4. 76 El Imparcial; [Colonia] 1º de Julio. Miguel Ángel Asturias la nominan. Guatemala : jueves 21 de noviembre de 1974. Páginas 1 y 6. Diario El Gráfico; Proyectan cambiarle el nombre. A la colonia Primero de Julio. Guatemala : jueves 21 de noviembre de 1974. Página 3.

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77 posee la clave para una interpretación de nuestra realidad americana… una narración de ensueño con ojos abiertos».” 77 En su columna de opinión “Correo del tiempo”, el periodista, literato y miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, José Luis Cifuentes, reproduce el discurso que pronunció al inaugurarse la Exposición de la artista Margot Urréjola, como homenaje a Asturias, en el Instituto Italiano de Cultura. Entre otros comentarios indicó: “Confieso con la mayor satisfacción que estoy totalmente solidario con este homenaje que se rinde a Miguel Ángel Asturias y con los otros homenajes parciales que se han venido sucediendo y que se sucederán durante mucho tiempo por parte de lo más conciente y ecuánime de Guatemala. Miguel Ángel Asturias es el literato, internacionalmente hablando, que más lustre le ha dado a Guatemala. E injustos tendrán que ser por no decir necios, aquellos que traten de regatear los méritos de quien ha sido doblemente galardonado con dos preseas de dimensión mundial, el Premio Lenin de la Paz y el Premio Nobel de Literatura. […] ¿Qué mayor prueba para los ciegos, para los envidiosos, para los fanáticos, que el Premio Lenin y el Premio Nobel? Para las tendencias sectarias, el Premio Lenin es exclusivamente para las izquierdas y el Premio Nobel para las derechas. Cabe preguntar en consecuencia ¿por qué motivo la Academia de Suecia otorgó el Premio Nobel a un izquierdista y por qué motivo la Unión Soviética le dio el Premio Lenin de la Paz a un supuestamente derechista? En este punto recuerdo uno de los slogans que Miguel Ángel Asturias difundía con frecuencia en su recordado periódico: «Todos escuchan el Diario del Aire, por algo será». En el caso de los dos Premios para un solo escritor, Miguel Ángel Asturias en este caso, yo también puedo decir: por algo será. […] Y digo esto, porque en Guatemala existe una resaca mental que discute los méritos de Miguel Ángel Asturias, como quien dijo ante mí y ante otras personas durante un banquete, que le extrañaba que se le hubiese otorgado el Premio Nobel a Miguel Ángel Asturias, cuando en Guatemala hay poetas mejores como José Batres Montúfar, en la creencia que el autor de Las Falsas Apariencias todavía anda por el Valle de la Asunción.” 78

El Imparcial; Las Lanzas Coloradas. Un libro de Arturo Uslar-Pietri en italiano, prólogo de [Miguel Ángel] Asturias. Guatemala : lunes 11 de noviembre de 1974. Página 3. 78 Cifuentes, José Luis; Homenaje a Miguel Ángel Asturias. Exposición de la artista Margot Urréjola. Guatemala : Diario El Gráfico, jueves 5 de noviembre de 1974. Página 7.

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79 Sobre el ambiente cultural Se inició el mes con la crónica del acto realizado por el Sindicato Central de Artistas y Similares (SCATS), quien “rindió un homenaje a artistas guatemaltecos del espectáculo, el 27 de octubre por reconmemorarse el vigésimo tercer aniversario del trágico accidente aéreo de El Petén, en el que perdieron la vida connotados valores del arte guatemalteco.” Durante la actividad participaron dos de los sobrevivientes: el actor José Antonio Almorza y la cantante Zoila Luz Estrada. 79 Debe recordarse que Miguel Ángel Asturias dedicó a las víctimas de la tragedia el poema «Elegía de la muerte de virtuosos bohemios y anhelantes» (publicado en 1951); el título podría dar la impresión de que estaba pensando en los artistas bohemios, pero su contenido está apartado de toda especie laudatoria o acusación contra la bohemia de que prejuiciosamente se sindica a los artistas. 80 Sus versos son de profundo significado y fueron escritos en homenaje a los 22 artistas (y 5 miembros de la tripulación), víctimas del accidente aéreo el 27 de octubre de 1951 cuando recién la nave se había elevado del aeropuerto de Santa Elena, departamento de Petén, cayendo e incendiándose a 1500 metros de la pista; los artistas regresaban a la capital del país después de exitosa presentación. Entre los fallecidos figuran Paco Pérez, autor de “Luna de Xelajú”, y el filarmónico Salomón Argueta. Solo hubo dos sobrevivientes: Antonio Almorza y Zoila Luz Estrada. En octubre de 1953 Asturias se encontraba en Guatemala y participó en el acto de homenaje realizado en el Cementerio General donde los asistentes colocaron “ofrendas florales en cada una de las tumbas y frente al monumento. Hablaron allí los señores Carlos Alvarado Jerez, José Flamenco Cotero, Miguel Ángel Asturias y Antonio Almorza”. 81 La prensa resalta la actuación del niño de tan solo once años, Enrique “Henry” Raudales, quien dio varios conciertos de violín en Estados Unidos, lo cual hacía desde que tenía 7

Prensa Libre; SCATS rindió homenaje a los artistas guatemaltecos. Guatemala : viernes 1 de noviembre de 1974. Página 4. 80 Asturias, Miguel Ángel; Elegía de la muerte de virtuosos bohemios y anhelantes. Guatemala : El Imparcial, martes 27 de noviembre de 1951. Página 3. Asturias, Miguel Ángel; “Poesía : Sien de alondra”. En: Obras completas. Tomo I. Prólogo de José María Souviron. España : Aguilar, S.A. de Ediciones. Tercera edición 1968 (primera en esta colección). Primera reimpresión, 1969 [1955]. Página 984. 81 El Imparcial; Recordatorio de víctimas del Petén. Misa y peregrinación al cementerio; radiodifusoras suspenden programas. Guatemala : martes 27 de octubre de 1953. Páginas 1 y 2.

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82 años. 82 Actualmente es un destacado miembro de la Orquesta Sinfónica Nacional de Guatemala. Se informa que en Costa Rica fue desarrollado un seminario de seis días de duración, y como resultado del mismo fue creada la Cámara Centroamericana del Libro Educativo. Asistieron editores, libreros y bibliotecarios de los seis países de la región. Los participantes acordaron crear una comisión que se encargara de elaborar los estatutos y reglamentos; en representación de Guatemala participaron el poeta Manuel José Arce y el historiador Severo Martínez Peláez. 83 El Patronato de Bellas Artes, “una entidad no lucrativa del sector privado que desea promover y ayudar las artes teatrales en Guatemala” cuyo Presidente era el inolvidable Tasso Hadjidodou y el Director del Comité del Patronato, Dick Smith, convocaron a directores y actores “a participar en una serie de 12 obras de teatro que serán presentadas una cada mes empezando desde marzo de 1975 y que estarán subvencionadas por el Comité a través de un fondo proveniente de las ventas que se harán durante los próximos tres meses de abonos y anuncios para la temporada completa. / Las personas que quieran participar como directores de las obras deberán mandar al Comité 1.) el libreto de cualquier obra u obras que propongan; 2.) los nombres de las personas que consideran que pueden contratar para los papeles principales; 3.) e indiciar el mes que prefieren montar su obra.” 84 Como en 1973 fue propuesta como candidata al Premio Nobel de Literatura la escritora hondureña radicada en Guatemala desde enero de 1945, Argentina Díaz Lozano, y en noviembre de 1974 la Academia Sueca resolvió asignárselo a los escritores Harry Martinson y Eyvind Johnson, ambos suecos, el articulista Guillermo Perezcanto se lamentó de tal decisión y señaló que mantenía la esperanza de que quizá al año siguiente –algo que nunca ocurrió–, porque por ejemplo, Miguel Ángel Asturias fue candidato durante varios años y que en tanto que este fue propuesto por organizaciones europeas, en el caso de Díaz Lozano su candidatura provenía de grupos literarios de Honduras y Guatemala. 85

Prensa Libre; Enrique Raudales hijo con éxitos en EE.UU. Guatemala : lunes 4 de noviembre de 1974. Página 12. 83 Prensa Libre; Cámara Centroamericana del Libro queda fundada. Guatemala : miércoles 13 de noviembre de 1974. Página 6. 84 Diario El Gráfico; El Comité de Teatro del Patronato de Bellas Artes invita […] a participar en una serie de 12 obras de teatro. Guatemala : viernes 6 de noviembre de 1974. Página 38. 85 Perezcanto Cáceres, Guillermo; Apuntes sobre el Premio Nobel y Argentina Díaz Lozano. Parte I. Guatemala : El Imparcial, martes 19 de noviembre de 1974. Página 3. Las partes II y III del artículo fueron publicadas en el mismo diario y número de página, en fechas 20 y 25 de noviembre de 1974.

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? La Universidad Mariano Gálvez (UMG) anuncia que para el lunes 10 de noviembre realizarán un homenaje al poeta Rafael Arévalo Martínez (1884-1975), porque “después de vivir casi un siglo, nos inspira su ejemplo de verdadero maestro y que en el fondo de su expresión poética se nota sobre todo la búsqueda del espíritu absoluto que algunos materialistas científicos niegan dogmáticamente.” El acto se efectuó en la propia casa del poeta, lugar al que asistió el rector de la Universidad, doctor Adalberto Santizo. 86 Un grupo de trabajadores denuncia que su jefe –no proporcionaron nombre– a cargo de la construcción del Teatro Nacional –hoy Centro Cultural Miguel Ángel Asturias– efectuó “compras de materiales y equipos de construcción sin llenarse previamente los requisitos de licitación que establece sin equívoco alguno la constitución y leyes secundarias”. La denuncia la presentaron ante dos diputados del Partido Revolucionario –porque los demás se encontraban ausentes del Congreso de la República– José Luis Cruz Salazar y Gonzalo Yurrita Cuesta (actualmente tiene una columna de opinión en un periódico guatemalteco), quienes ofrecieron investigar y de ser necesario interpelar de nuevo al ministro de Comunicaciones, arquitecto Gustavo Anzueto Vielman, 87 algo que se había hecho meses atrás por la denuncia de corrupción en la compra de una termoeléctrica sin llenar los requisitos de licitación. En la misma fecha, corrió la bola de que el ministro había renunciado, pero la prensa siempre curiosa dijo que no se encontraba en su despacho, por motivo de viaje al interior del país para inspeccionar obras y porque estaba en preparativos de su próxima boda. De todos modos, el ministro declaró que “si se le llamaba de nuevo al congreso concurriría gustoso, pues no tiene nada qué ocultar, según lo dijo y sus actos están a la vista de todos. / Diputados del PR dijeron que pedirían una nueva interpelación al ministro de comunicaciones, sobre presuntas anomalías en el proyecto de construcción del teatro

Véase datos biográficos de la citada candidata en: Batres Villagrán, Ariel; La política en las novelas de Argentina Díaz Lozano. Publicado el 7 de octubre de 2013 en https://www.academia.edu/5004366/La_politica_en_las_novelas_de_Argentina_Diaz_Lozano_Ensayo_por_ Ariel_Batres_Villagran 86 Prensa Libre; Rendirán homenaje al poeta [Rafael] Arévalo Martínez. Guatemala : sábado 9 de noviembre de 1974. Página 38. La Nación; Homenaje a Arévalo Martínez. Guatemala : martes 19 de noviembre de 1974. Página 2. 87 Diario El Gráfico; Denuncias anomalías en la construcción del Teatro Nacional. Diputados del PR ofrecieron a los trabajadores investigar los cargos formulados. Guatemala : lunes 11 de noviembre de 1974. Página 4.

 

 

 

 

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