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Salud sexual y reproductiva de los Desplazados (Colombia) (página 2)


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La magnitud del problema

El Sistema Único de Registro de la Presidencia de la Republica en su "Registro Nacional de Población desplazada por la Violencia" informó que desde el 1º de Enero de 2000 hasta el 14 de Junio de 2002 se habían desplazado en Colombia 165.838 Hogares y 740.079 personas.

Según la editorial del 31 de enero de 2003 del periódico El Tiempo, "Ya suman dos millones los colombianos desterrados por el conflicto armado… Cada día, entre quinientas y mil personas son desplazadas violentamente en Colombia. Las cifras varían enormemente, según las fuentes, pero la magnitud de lo que está sucediendo, en las narices de una sociedad entre indiferente e impotente, es inocultable. Y lo es hace varios años… CODHES, la ONG más importante en este campo, habla de 2,7 millones de desplazados. El Gobierno tiene registrados más de 800.000 y el director de la Red de Solidaridad Social, el organismo encargado, reconoció en el foro que son cerca de dos millones… Los indígenas, pese a ser solo el 2 por ciento de la población nacional, representan el 8 por ciento de los desplazados; las comunidades afrocolombianas ponen, como mínimo, casi 11 de cada 100 desplazados. La mitad de los desplazados son mujeres y una alta proporción, jefas de hogar. Casi el 50 por ciento de la población desplazada es menor de edad."

La situación es de tal dimensión que el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud declaró como evento catastrófico el desplazamiento masivo de población por causa de la violencia. Sin embargo, no se sabe y no se conoce el número exacto de las personas desplazadas por la violencia en este país, entre otras razones porque muchos de los desplazamientos ocurren en horas de la noche, las personas prefieren pasar de incógnitas en el municipio receptor o en la ciudad que los recibe para evitar ser identificadas por grupos de limpieza social como también por temor al estigma que pesa sobre ellos.

Los campesinos huyen de sus veredas buscando otros horizontes, llegan a los municipios cercanos y ciudades buscando el apoyo y seguridad estatal. Barrios como el Nelson Mandela, de Cartagena; Aguablanca, de Cali, o Ciudad Bolívar, de Bogotá, o municipios como Soacha cerca de ésta ciudad, ven aumentar su población en una magnitud que nunca tuvo la migración del campo a la ciudad. La inasistencia social es frecuente y las grandes ciudades tienen la urgente necesidad de plantearse el reto de revisar sus metas de cubrimiento en materia de salud, educación y servicios públicos básicos.

La atención de los desplazados

Como parte de la estrategia nacional destinada a la atención (alimentación, aseo personal, manejo de abastecimientos, utensilios de cocina, transporte de emergencia, alojamiento, seguridad y protección y organización comunitaria) a la población desplazada se incluye la atención en salud. El Ministerio de Salud hace parte del Sistema y del Consejo Nacional de Atención Integral a la población desplazada por la violencia política y de quienes evalúan y hacen seguimiento del plan.

El desplazamiento"es una oportunidad para realizar acciones de protección específica, detección temprana y atención integral de enfermedades de interés en salud pública, tales como la aplicación de vacunas, el control prenatal y la detección oportuna de enfermedades transmisibles" (OPS, 2001); este documento informa, además, que la salud sexual y reproductiva se puede promover apoyando la difusión de información y derechos en esta materia y facilitando información sobre la aplicación de métodos de planificación familiar y las actividades de control prenatal, prevención del cáncer cérvico-uterino, control de ETS y en especial del VIHSIDA.

Son las administraciones locales las encargadas de garantizar la atención en salud a los desplazados. La asistencia debe ser coordinada por el director local de Salud, el director del hospital o el gerente de la Empresa Social del Estado y su costo se asume con cargo a recursos del situado fiscal para el subsidio a la oferta, y recursos de la subcuenta de promoción y eventos catastróficos del FOSIGA (Fondo de Solidaridad y Garantía). Las personas tienen derecho al acceso gratuito a la salud y, entre otros, a atención de urgencias, detección oportuna de enfermedades transmisibles, hospitalización médico-quirúrgica, atención prenatal y del parto, y a servicios de ayuda diagnóstica.

En 1999, "las ayudas de emergencia fueron recibidas por el 60% de los hogares desplazados… lo que indica una importante intervención gubernamental y no-gubernamental… Las principales ayudas fueron en alimentación, salud y alojamiento"; sin embargo, una investigación de dicha entidad informaba que en ese momento "las principales necesidades de los desplazados con relación a salud tienen relación con los servicios médicos (82%), atención psicológica (14%) y rehabilitación física (4%)" (CODHES, 1999, Pág. 125-126).

La salud sexual y reproductiva de las desplazadas

Los resultados que se presentan a continuación hacen parte de los obtenidos en la primera gran Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva de Mujeres entre los 13 y 49 años de edad que viven en condiciones marginales y de desplazamiento forzado en Colombia, fue Realizada por la Asociación PROFAMILIA, entre octubre del año 2000 y mayo del 2001, en sectores que registran los mayores índices de marginalidad en el país:

  • Se manifiestan variaciones notables en el tamaño de las familias que viven en condiciones de marginalidad. Por ejemplo, en 17 de cada 100 hogares se presentaron nacimientos, y en el 16% de los casos llegaron nuevas personas a las viviendas, provenientes de otras localidades. En síntesis, 33 de cada 100 familias incrementaron en una persona el número de sus miembros.
  • Con respecto a seguridad social, 44 de cada 100 personas se encuentran desprotegidas en caso de enfermedad o de urgencia. De quienes se hallan protegidas, un 28% pertenece a Administradoras de Régimen Subsidiado (ARS), y un 20% está vinculado al mismo régimen subsidiado. Sólo 8 de cada 100 personas pertenecen al régimen contributivo.
  • Entre las 2.072 mujeres entrevistadas, el 37% (766), ha sido desplazada por causa del conflicto armado que vive el país. En Colombia, la región Oriental tiene el mayor número de desplazadas provenientes del campo por causa del conflicto (70%), le sigue Bogotá con un 68%.
  • Predominan las mujeres en condiciones de marginalidad que viven en unión libre (47%), le siguen las separadas (14.1%), después las solteras (22.4%), luego las casadas (13.5%) y finalmente las viudas (3.2%).
  • Las mujeres marginadas, víctimas de los desplazamientos armados y provenientes de zonas rurales son las que más hijos tienen. Actualmente, el promedio de hijos vivos que tuvieron las mujeres desplazadas que hoy cuentan entre 40 y 49 años de edad es: 5.3 hijos. La cifra es la más alta de todo el país, que indica que las mujeres de comunidades marginales aunque habiten en zonas urbanas, han mantenido un comportamiento reproductivo equiparable al de la zona rural.
  • El ocho por ciento de las mujeres entre los 15 y 49 años de edad, se encontraba embarazada al momento de la entrevista. Esta cifra dobla el porcentaje de mujeres del país (no desplazadas) que para el momento de la encuesta se encontraban gestando 4.7%).
  • Por cada 2 mujeres en unión que se encontraban en estado de embarazo al momento de la encuesta, una soltera también estaba en gestación. En las regiones Atlántica y Oriental se encontró el mayor número de mujeres embarazadas (9.2% y 8.2% respectivamente). Aquellas que han sido desplazadas por causa del conflicto armado tienen más embarazos a lo largo de su vida.
  • Dos de cada 5 mujeres de las que se encontraban en gestación al momento de la encuesta no deseaban ese embarazo.
  • Las proporciones de embarazos no deseados aumentan con la edad de las mujeres, la cifra es más elevada para aquellas que no están en unión, y entre quienes tienen menor nivel educativo. Se presenta con mayor frecuencia en la región Pacífica y con menor en la Oriental.
  • Del total de mujeres embarazadas al momento de la Encuesta, 47% no ha recibido control prenatal, un 49% recibió atención prenatal de un médico y un 4% de enfermeras.
  • A los 16 años, en promedio, las mujeres víctimas del desplazamiento forzado y aquellas residentes en sectores marginales, ya han iniciado su vida sexual. Edad mucho más temprana que la registrada en la Encuesta nacional de sexualidad para el promedio de las mujeres del país (Profamilia, 2000).
  • Las mujeres desplazadas por causa del conflicto armado son las que en menor proporción planifican sin tener hijos, y las que en mayor proporción iniciaron el uso de métodos después del cuarto nacimiento.
  • El 19% de las mujeres entre los 13 y 49 años de edad migrantes que huyen del conflicto armado, no sabe cómo evitar la infección con el virus del SIDA. Las que menos saben de protección son las adolescentes, las mujeres mayores de 40 años, las solteras con o sin relaciones sexuales y aquellas con menores niveles de escolaridad.
  • Pese a que el conocimiento de las ETS es alto, un 28% de las mujeres entrevistadas no sabe identificar ningún síntoma. Un 14% reconoce un síntoma, un 37% identifica dos o más. El 19% de las mujeres de zonas marginales no sabe qué es una citología, un 24% jamás se ha practicado el examen y un poco más del 10% ha dejado pasar más de 4 años desde la última citología.
  • Una de cada 2 mujeres entrevistadas es golpeada por su cónyuge. Entre las mujeres alguna vez embarazadas, el 20% ha sido objeto de violencia física durante el embarazo. Cerca del 80% de las mujeres padece situaciones extremas de control por parte de sus cónyuges. Normalmente las acusan de infidelidad, las ignoran, ejercen sobre ellas algún tipo de castigo cuando han desobedecido una orden, y les limitan el contacto con los amigos y los familiares. En su orden, después del cónyuge, el principal agresor sexual de las mujeres residentes en zonas marginadas, es: un desconocido, un amigo, el ex marido, un pariente del esposo y el padrastro.

La Investigación

Con el interés de conocer cómo orientar una mejor prestación de los servicios en salud sexual y reproductiva SSR, EngenderHealth de Colombia y el Hospital Mario Gaitán Yanguas de Soacha/ Secretaría de Salud de Cundinamarca se preguntaron por qué razón, si éstas personas tienen esta necesidad, no acceden a los servicios de SSR que el hospital oferta. Para obtener respuestas a esta y otras preguntas similares, y partiendo de que "para comprender algo de "verdad" tenemos que conocer solo los hechos sino también la experiencia humana relativa a esos hechos" (Network en español, 2002) se decide realizar la investigación denominada: "Investigación cualitativa etnográfica sobre necesidades en salud sexual y reproductiva de las mujeres y hombres con edades entre los 23 Y 45 años, personas desplazadas por la violencia, quienes actualmente están viviendo en la localidad de La Florida del municipio de Soacha, Cundinamarca".

El propósito y objetivo de la Investigación fue realizar un diagnóstico participativo de conocimientos, actitudes, necesidades y prácticas en salud sexual y reproductiva en hombres y mujeres de los diferentes grupos etáreos y la percepción de los servicios de la población de Soacha, que permitiera orientar una mejor prestación de los servicios de SSR . La investigación se llevó a cabo entre el 4 de febrero y el 4 de marzo de 2002.

La investigación se fundamenta epistemológicamente en el mapa del pensamiento sistémico, ontológicamente en el mapa de la ontología constitutiva y socio-antropológicamente en las emociones como dispositivos para la acción. Los Instrumentos utilizados fueron Grupos Focales y Entrevistas no estructuradas e informales.

Se hace necesario evidenciar que "la utilización del grupo focal como instrumento no permite conducir el diálogo con los participantes de tal forma que se les presione para hablar de un tema determinado, sino que crea las condiciones para posibilitar el flujo normal de la conversación, con tal carácter, que la formación de sentido sea producto de dicha fluidez y sustentada en el propio interés de los participantes… El facilitador del grupo orienta el diálogo grupal a partir de los contenidos determinados como importantes para ser tratados al interior de los distintos grupos focales. Basados en su importancia se establecen los temas considerados pertinentes, haciéndolos parte substancial de las guías de trabajo implementadas en los grupos focales" (Velandia, 1998).

Las preguntas de investigación utilizadas tanto en las entrevistas como en los grupos focales y en el análisis de la información se sustentan en el modelo de Teoría de Sistemas y en especial en la propuesta de Cibernética Social de De Gregory, en lo que respecta a subsistemas y componentes operacionales.

Para este autor (De Gregori, 1992), el todo o sistema (en este caso el tema de la salud sexual y reproductiva) se puede analizar en su interior como constituido por catorce subsistemas o canales de energía; a su vez cada subsistema puede tomarse como sistema total en donde aparecen nuevamente de manera holográfica los catorce subsistemas, y así repetitivamente. Los subsistemas son 14 categorías o áreas en las que se subdivide al sistema; con ellas se puede clasificar globalmente una realidad, revelando la constitución interna de cualquier sistema o comunidad en interacción. Se concibe que todo sistema responde a dos necesidades básicas: reproducción y sobrevivencia. El desempeño de un subsistema se puede medir por vectores entrópicos y neguentrópicos, y por sus juegos internos (movilización de energías) en la búsqueda de la homeostasis. Los 14 subsistemas son: S01 Parentesco; S02 Salubridad; S03 Manutención; S04 Lealtad; S05 Recreación; S06 Comunicación; S07 Educación; S08 Patrimonial; S09 Producción; S10 Trascendencia; S11 Seguridad; S12 Político-administrativo; S13 Jurídico; y S14 Precedencia. (Muller, 1958; De Gregori, 1992). En esta investigación se focalizó como eje investigativo el subsistema S02 o de salubridad (salud sexual y reproductiva), puntualizando en tema acceso a servicios en este campo.

Los componentes operacionales, es decir los que le permiten a un sistema o un subsistema operar confluyen para la consecución de las metas del mismo. Estos componentes operacionales son: 1º, el espacio, que responde a la pregunta dónde; 2º, la cronología, que da respuesta a la pregunta cuando; 3º, los personajes, que hace referencia al quienes; y 4º, los procedimientos, que determinan las respuestas a las preguntas sobre las acciones (qué), razones (por qué), metas (para qué), instrumentos (con qué), procesos (cómo) y evaluaciones (De Gregori, 1992; 2002).

En la investigación con respecto a desarrollos previos que respondan a la pregunta de investigación no se encontró que ésta se realizara frecuentemente y menos aun con referencia al tema de personas desplazadas y SSR. Se consideró conveniente realizar algunas entrevistas semiestructuradas focalizadas puntuales, dado que en la conversación individual que se plantea en este tipo de entrevistas los participantes tienen la libertad de abordar cuestiones que el investigador no plantea, lo que pudiera dar luces con respecto a posibles preguntas que pudieran tenerse en cuenta al desarrollar las guías para implementar los grupos focales. Realizar entrevistas fue un acierto en la medida en que de las respuestas se obtuvo una serie de informaciones que se retomaron en el diseño de las guías para los grupos focales.

El espacio y los sujetos de investigación

Soacha es el municipio del país que alberga la mayor cantidad de desplazados en su territorio. Limita con Bogotá y hace parte de su área de influencia urbana. Quienes están interesados en llegar a Bogotá y desconocen su geografía, consideran que este municipio y la capital del país son la misma cosa, ya que no hay una evidente demarcación de fronteras y Soacha es la puerta de entrada a Bogotá para las personas provenientes de las regiones centro y sur del país.

La localidad de La Florida, en el municipio de Soacha, es el espacio en el que últimamente se ha producido el mayor asentamiento de desplazados victimas de la violencia generada por el conflicto armado. La Alcaldía Municipal de Soacha considera que el municipio cuenta con un millón cien mil habitantes y que el 65% de ellos son desplazados. "Las familias de desplazados tienden a ser numerosas… en promedio tienen de seis a ocho hijos y tienen a una mujer como cabeza de familia" (CODHES, 2001). "El hecho del desplazamiento afecta de manera particular a las mujeres con acciones particulares como el abuso sexual sin distinción de edades… admitiendo ellas mismas que es un hecho que no desean recordar" (CODHES, 1999).

El paisaje de La Florida es árido por ser una zona arenera. Constantemente entran y salen camiones de sus canteras. Allí se siente una temperatura mucho menor a la promedia de de Bogotá; es de difícil acceso, sus caminos son pendientes polvorientas y sin pavimentar, las calles son minúsculas, y en la zona se observan abismos que ponen en riesgo la vida de los menores. A pesar de la elevada densidad poblacional se observan pocas personas en las calles. Las edificaciones se levantan a lo largo de la montaña en desorden y sin planeación; el comercio es informal y se ha establecido sin control. El lugar en donde se llevaron a cabo las entrevistas y grupos focales fue un aula al interior de un Jardín infantil (Manos Unidas); el espacio se halla aislado de los ruidos externos; las condiciones son humildes y la decoración del recinto es realizada manualmente.

Entre las personas entrevistadas, es evidente la recurrencia en las respuestas con relación a: la adaptación a un nuevo lugar de vivienda; el entorno social; la salud; la comunicación con el equipo de salud y; la coherencia entre práctica y teoría.

Uno de los comentarios que aparece frecuentemente en las entrevistas no estructuradas realizadas utilizando el mismo espacio de los grupos focales y en los tiempos en que las personas esperaban el inicio del grupo focal fue la añoranza hacia la finca y el campo; particularmente, a cocinar con leña y el anhelo de volver a comer "lo que da la tierra". Siendo esta actitud, de algún modo, un referente para comparar su situación actual con la que anteriormente vivían en sus lugares de origen.

  • Perfiles de las personas participantes en los grupos focales

Aspectos que se tuvieron en cuenta:

Sexo: Hombres y mujeres.

Edad: 23 a 45 años. Clasificados así: 23 a 27 años; 28 a 32; 33 a 37; 38 a 42; y 43 a 45 años.

Tiempo que han vivido en la zona: Clasificados así: Menos de seis meses; de seis meses a menos de tres años; de más de tres años a menos de cinco años.

Pertenencia a la Red de Solidaridad. Clasificados así: Pertenecen o no pertenecen a la Red.

Contenidos de los grupos focales

  • Oferta de servicios

En este apartado se clasifica la experiencia y el conocimiento que tienen las personas en el uso de los servicios en salud.

  1. Instituciones que ofertan programas y uso que se hace de ellos.
  2. ¿Cómo se sienten tratados por el personal que brinda la asistencia?
  3. ¿Se aplica el consentimiento informado en la toma de decisiones?
  4. Razones para tomar la decisión de acceder a los servicios.
  5. Importancia de un centro de servicios en salud.
  6. Perfil de los proveedores de salud.
  • Demanda de Servicios

Supuesto investigativo: Las personas parten de una serie de necesidades. Desde ellas, constituyen sus imaginarios acerca de los que desean y lo que entienden por servicios de salud. Para tener acceso a ellos, buscan obtener servicios que les permitan la satisfacción de las necesidades que han determinado como problemáticas.

  1. ¿Cómo se debe hacer la promoción?
  2. ¿Se considera que debe haber diferencias en la promoción según sexo?
  3. ¿Cuál es el espacio para ofrecer el servicio?
  4. ¿Cuál es el horario para ofrecer el servicio?
  5. ¿Cómo esperan ser atendidos?
  6. ¿Cuál debe ser la modalidades de atención? (individual, grupal, mixto)
  7. ¿Cuál es la preferencia que tienen los demandantes sobre el sexo de otras personas con quienes reciben información simultáneamente?
  8. ¿Quiénes demandarían el servicio? (hombres, mujeres, ambos, menores)
  • Abordaje de las temáticas

Supuesto investigativo: La salud sexual y reproductiva es asumida por los y las miembros de la comunidad de formas eminentemente particulares, que se determinan no de manera racional sino emocional. Conocer las prácticas, creencias, actitudes, conocimientos y mitos acerca de la sexualidad nos permite aproximarnos a los imaginarios de dichas personas y las explicaciones que dan para actuar o no frente al tema.

  1. ¿Se habla de sexualidad con la pareja?
  2. ¿De qué aspectos se habla al abordar el tema de la sexualidad?
  3. ¿Cuándo se planifica?
  4. ¿Cuándo no se planifica?
  5. ¿Quién tiene la responsabilidad de planificar?
  6. ¿Cómo se sienten planificando con los diferentes métodos?
  7. ¿Se experimentan cambios en la relación afectiva o genital al estar planificando?
  8. ¿Cómo es la vida sexual en pareja?
  9. ¿Se habla de sexualidad con los hijos e hijas?
  10. ¿Qué se habla de sexualidad con los hijos e hijas?
  11. ¿Cómo se preparan padres y madres para hablar?
  12. ¿En que momento de la vida se habla con los hijos e hijas?
  13. ¿Quién debe hablar?
  14. ¿De quién recibe información los niños, niñas y adolescentes? ¿Recibieron información sobre sexualidad de sus padres?
  15. ¿Han recibido información acerca de planificación familiar?

    Creencias en torno a

  16. ¿Cuáles son semánticas de la sexualidad de más frecuente uso?
  17. La sexualidad y la planificación.
  18. Sexualidad y género.

    • Consentimiento para tener relaciones genitales
    • Consentimiento frente al uso de métodos anticonceptivos
  19. Ética de la sexualidad

Propuestas para la acción extraídas de la investigación

Una vez estudiada la información obtenida de los grupos focales se presentaron al personal científico del hospital laborando en el Programa de SSR las siguientes estrategias, buscando con ello optimizar el programa de SSR:

Tener en cuenta que las personas:

  • Pueden tener el temor a ser identificadas como desplazadas.
  • Están atravesando con problemas por su adaptación a un nuevo lugar de vivienda, a un entorno social, a cambios en su salud, a nuevas formas de comunicación con el equipo de salud.
  • Insisten en mantener su legado cultural, la "sabiduría" obtenida de sus experiencias de vida.
  • Suelen sentirse mejor cuando asumen que quienes las atienden las escuchan, esto crea en las personas disposiciones para la acción y actitud positiva para su tratamiento.
  • Les agrada la acogida, por tanto está actitud debería asumirse como parte de la relación permanente con los usuarios.
  • Buscan espacios en los que puedan dialogar franca y tranquilamente con las parejas, en tal sentido la consejería de pareja puede crear las condiciones para que ello se haga posible.
  • Carecen de constancia en los temas de planificación en cuanto al seguimiento médico para el control.

El equipo de salud debe:

  • Prepararse para asumir que en sus usuarios no hay coherencia entre práctica y saberes.
  • Recordar que padres y madres suelen diferenciar las actitudes hacia hombres y mujeres.
  • Comprender que la recurrencia a creencias para acceder o no a una consulta, a tratamiento o a utilizar un método anticonceptivo puede ser un punto que altere las relaciones de los equipos de salud con los usuarios.
  • No olvidar que las historias personales de los individuos afectan su escucha.
  • Aproximarse a la comunidad conociendo acerca de sus semánticas particulares, apropiándose de ellas, dándoles uso en la consulta y en los materiales de soporte.
  • Preguntar las expectativas frente a los temas que se van a abordar y responderlas.
  • Evitar crear estilos de comunicación con los que los usuarios se sientan regañados o burlados por razón de sus creencias, ya que esto deteriora las relaciones con los pacientes y genera resistencia al uso de servicios.
  • Reconocer falsas creencias sobre el uso de los métodos de planificación en general.
  • Identificar creencias sobre efectos colaterales de métodos anticonceptivos hormonales.
  • Insistir en la importancia del diálogo con quien consulta y de esta persona con su pareja en la toma de decisiones para la implementación de cualquier método anticonceptivo.
  • Recordar que el estado de ánimo da forma y textura a la manera en que vemos el mundo, el pasado y el futuro, y también matiza lo que escuchamos.
  • Identificar y manejar en los clientes las emociones producidas por el temor a la infidelidad por parte de la pareja, cuando esta sugiere el uso de métodos anticonceptivos.
  • Buscar que las charlas sean lo más didácticas posibles y visualmente muy dinámicas como estrategia para atrapar y cautivar la audiencia.
  • Trabajar con base en casos de la vida real o en reflexiones a partir de testimonios de los asistentes.
  • Utilizar materiales que las personas puedan rayar, romper, doblar, guardar.
  • Diseñar materiales informativos y preventivos más visuales, tener en cuenta en el diseño que algunas personas no saben leer y escribir, pues estas se pueden sentir indiferentes o agredidas ante materiales escritos. Las personas temen ser aisladas si informan de sus falencias lecto-escriturales.
  • Recordar que la persona usuaria del programa debe salir de la consulta en mejores condiciones emocionales de cómo llegó a ella.
  • Establecer antes de cualquier charla unas normas mínimas de convivencia y tener mente abierta a lo que los demás tengan que decir.
  • Abrirse mental y emocionalmente para comprender los términos con los que las personas se comunican con respecto a la sexualidad y los métodos anticonceptivos.
  • Apropiarse de las semánticas cotidianas de los usuarios de su servicio para así lograr "hablar un mismo idioma"; situación que posibilita el vínculo.
  • Crear las condiciones para que los usuarios se sientan escuchados.
  • Comprender que el lenguajear cotidiano no puede ni debe ser una barrera en la asistencia, tal y como los participantes expresaron suele suceder cotidiana y frecuentemente.
  • Asumirse puente de comunicación hacia el sentir genuino de la población, y complementar dicha actitud con el saber científico posibilita una aproximación más certera a las personas.
  • Evidenciar que existe aún la concepción romántica de la fidelidad razón por la que consideran que "carga condones es fácil, pero no hay necesidad de hacerlo, si se tiene una pareja considerada "conocida".
  • No olvidar que alrededor de los métodos de planificación, al igual que con las enfermedades, se manifiestan creencias que intimidan a las personas al punto de no querer usarlos.
  • Recordar que la pena es un factor que en muchos casos se interpone entre los padres y los hijos; se hace conveniente crear condiciones para expresar y ventilar dichas emociones.
  • Hacer siempre presente que: algunos hombres asumen que la responsabilidad de la no procreación recae en la mujer y no en ellos; hay aceptación de las mujeres hacia el hecho de que el hombre le proponga a la mujer el uso de métodos de planificación, e inclusive que dicha actitud se considera por ellas como una forma de respeto y valoración; sin embargo, los hombres no se sienten muy cómodo haciéndolo, más aún cuando consideran que el uso de anticonceptivos aumenta las posibilidades de infidelidad en la mujer.
  • Promover acciones orientadas a los hombres, para que éstos se aproximen a los programas, y crear un ambiente donde ellos puedan expresar con tranquilidad sus inquietudes y temores, de tal manera que a partir del darse cuenta tomen un papel más activo en la prevención de ETS y la anticoncepción.
  • Resaltar la relevancia del papel activo de los hombres en la anticoncepción.
  • Tener en cuenta que el silencio de los hombres suele contrastar diametralmente con la capacidad de verbalizar de las mujeres.
  • Recordar que la planificación es un tema que surge en la familia no como medida de prevención sino como solución ante un número grande de hijos, por tanto se deben crear espacios para plantearse las emociones que se producen al darse cuenta de esta situación.
  • Tener presente que el espacio de trabajo debe estar en un lugar ubicado dentro del área de influencia de la comunidad, de tal manera que no implique grandes desplazamientos, pues algunas personas manifiestan que no pueden acceder a servicios que impliquen incrementos en sus gastos, ya que su economía es muy deficiente.

La salud y las creencias populares

Aquí hacemos una breve anotación de algunos términos utilizados por los entrevistados en las entrevistas no estructuradas e informales para referirse a enfermedades:

  • Frío en la sangre: Infección que se caracteriza por el mal olor en la deposición. Se cura al introducir y retirar rápidamente un carbón caliente en el café.
  • Cuajo: cuando los niños están ojerosos, decaídos, se presume que están "descuajados", fruto, la mayoría de las veces, de un golpe.
  • Pujo, ombligo sangrante: Se produce cuando una mujer que no pertenece a la familia alza a un niño a sabiendas de que tiene la menstruación.
  • Estar ojeado (mal de ojo): Referido a personas que tienen un "ojo muy bravo" y con solo mirar pueden afectar a algunos niños.
  • Algunas actividades se consideran perjudiciales para la salud de un niño, como que este se acerca a una mujer que asiste a un funeral y tiene la menstruación.
  • "En el campo, si algo sirve (para tratar una dolencia), entonces se crea el mito" señalaba una de las asistentes a uno de los grupos focales, al explicar cómo nacían algunas de las creencias relacionadas con tratamientos, como en el caso de algunos remedios como el asar alas de paloma para tratar los "sapos" (aftas).

Nota: Obviamente, definir ciertas enfermedades o síntomas no fue el tema de la investigación como tampoco indagar sobre estas creencias, pero consideramos que la recurrencia en el uso de dichas denominaciones para las enfermedades y en la descripción de los síntomas que las acompañan, puede ser un punto que altere las relaciones de los equipos de salud con los usuarios en el sentido de que algunas de las personas entrevistadas (generalmente mujeres) consideran que los médicos no las oyen, no las entienden o no las comprenden, y en consecuencia, no saben tratar ese tipo de dolencias; adicionalmente, algunas manifestaron sentir una barrera de comunicación con los médicos, al ver que ellos las regañan, las hacen sentir poco inteligentes o se burlan de sus creencias.

Fecha de ejecución: Colombia, 4 de febrero a 4 de marzo de 2002

Bibliografía.

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  • De Gregori, Waldemar, 1992. Cibernética Social I: Un método interdisciplinario de las ciencias sociales y humanas. Bogotá. ISCA Editores.
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  • Velandia Mora, Manuel Antonio, 1998. La investigación cualitativa: Grupos focales. Bogotá. Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Facultad de Educación Continuada, Fundación para la Salud, la Bioética y el Medio Ambiente, Diplomado en Infección por VIH/sida.

Velandia Mora, Manuel Antonio: Sociólogo, Filósofo, Sexólogo, Especialista en Gerencia de Proyectos Educativos, Magíster en Educación, Doctorante en Enfermería y Cultura de los cuidados Universidad de Alicante, Doctorante en Psicopedagogía Universidad del País Vasco. Miembro Titular Sociedad colombiana de sexología. Consultor Internacional. Investigador Social. Maestro Universitario. Victima de un atentado contra su vida, actualmente busca asilo político en España. Salió de Colombia, su país de origen, huyendo de las amenazas de muerte de los paramilitares. Cofundador del Movimiento Homosexual Colombiano, defensor de los derechos humanos y sexuales. Investigador-docente universitario. Ha realizado investigación cualitativa, consultorías y asesorías para agencias nacionales e internacionales en los temas de mi interés: educación, sida/ITS, sexualidades, minorías sexuales, derechos humanos, trabajo sexual y la comunicación efectiva en salud. Ha sido investigador principal y gestor de un amplio número de investigaciones cualitativas siendo mi campo de acción la conducción y análisis de grupos focales, grupos de discusión y sesiones de grupo. Le agrada al trabajo comunitario, y la relación directa con las personas. Soy defensor de los derechos Humanos y los derechos sexuales. Trabaja en el tema del sida desde hace 24 años y en el de las sexualidades desde hace 30. Ha publicado libros, capítulos en libros de otros autores y artículos en medios masivos de comunicación, sobre temas tan diversos como sus áreas de estudio y trabajo.

 

Manuel Antonio Velandia Mora

Consultor e Investigador Principal. Sociólogo, Filósofo, Sexólogo, Especialista en Gerencia de Proyectos Educativos, Magíster en Educación, Doctorante en Enfermería y Cultura de los cuidados Universidad de Alicante, Doctorante en Psicopedagogía Universidad del País Vasco. Miembro Titular Sociedad colombiana de sexología. Consultor Internacional.

Entidad Patrocinadora de la investigación: EngenderHealth Colombia

Instituciones Involucradas: Hospital Mario Gaitán Yanguas, de Soacha. Colombia; Empresa Social del Estado adscrita a la Secretaría de Salud de Cundinamarca; Fundación Apoyémonos: Fundación Colombiana de Apoyo en Sida, Hepatitis y ETS.

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