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El liderazgo en el grupo – Notas para la elaboración de una psicología grupal

Enviado por Rodolfo Valentini


Partes: 1, 2, 3

  1. El liderazgo como rasgo de la personalidad del líder – La concepción estática
  2. El liderazgo como función del grupo y de la situación – La concepción dinámica
  3. Conclusiones acerca de la concepción dinámica del liderazgo
  4. Secuencia de la aparición del fenómeno del liderazgo
  5. Las teorías y los enfoques acerca de los estilos de liderazgo
  6. Los tipos y los estilos de liderazgo
  7. El liderazgo en las organizaciones
  8. Bibliografía

Notas para la elaboración de una psicología grupal

I.- El concepto de liderazgo

La palabra "liderazgo" ha sido utilizada ampliamente.. Se la cita en estudios, escritos y discursos. Sin embargo existe un desacuerdo general de su significado. Entre los científicos sociales, las formulaciones del concepto de liderazgo han seguido oscilando, concentrándose primero en un aspecto y luego en otro.

Si se abre un diccionario y se busca líder", sustantivo masculino, se encontrará que su significado es el de "jefe", "conductor", "tipo representativo, de una sociedad". Se trata de la españolización de la palabra inglesa "leader", originaria del antiguo celta y cuyo significado es el mismo que en nuestra lengua: "Persona que va al frente para guiar o mostrar el camino; persona que precede o dirige cualquier acción o movimiento".

Liderazgo es pues, la función del líder, forma de denominación basada en el prestigio personal

y aceptada por los dirigidos. Para algunos autores "liderazgo" y "líder" son términos sinónimos.

Para otros, entre ellos Jenning E:E. (69), son fenómenos diferenciables aunque incluyan algunas características similares para el desempeño de la función o del rol.

Pare Arthur Jones (72) , el liderazgo "es el estadio más avanzado en las etapas progresiva de la misón de dirigir y el líder se destaca por la preeminencia que lo hace sobresalir en el grupo y por la influencia ejercida sobre sus subordinados". Como se ve, no basta que el líder se destaque del grupo, es necesario que influya sobre el. grupo para que se de el liderazgo.

Como fenómeno social el liderazgo es extremadamente complejo y se constituye en un apasionante estudio para los modernos sociólogos y psicólogos sociales. Es necesario distinguir en el liderazgo, la persona que llega a la situación de preeminencia debido a cualidades únicas de superioridad y aquella que se destaca del grupo por el hecho de presentar patrones normales (también superiores) de comportamiento.

El fenómeno del liderazgo que nos interesa, no tiene ningún punto de contacto con la genialidad. Apenas se trata de una persona que en el ejercicio de sus ocupaciones normales o en la convivencia de los grupos humanos, "se destaca por la preeminencia y por la influencia."

Como punto de partida el liderazgo posee un denominador común: exige seguidores. Esta afirmación a primera vista obvia por tan evidente, expresa un aspecto muy importante para la correcta conceptualización del liderazgo: la interdependencia entre el líder y los liderados.

El liderazgo es un rol que satisface fundamentales necesidades grupales y esta tarea puede estar a cargo de distintas personas. Toda vez que dos o más personas se desempeñen coordinadamente para alcanzar una meta en común, se desarrolla una estructura grupal. El liderazgo como influencia orientada hacia la consecución de metas grupales, es el aspecto central de esa estructura.

El liderazgo implica la existencia de una particular relación de influencia entre dos o más personas aunque generalmente se refiere a grupos de más de dos personas. Stogdill, R. (128) señala que el liderazgo es un proceso en virtud del cual se influye sobre las actividades de un grupo organizado con respecto a la fijación y consecución de metas.

Un líder es una persona cuyas características le permiten ejercer una influencia acorde con la consecución de metas grupales, por consiguiente puede ser considerado como un individuo cuyo rol constituye un recurso grupal fundamental en la medida en que su influencia está encaminada a facilitar el logro de los objetivos comunes.

Homans, G. (59) ha observado que "se adquiere influencia sobre otros al precio de permitir que otros influyan sobre nosotros". Bychoski en su libro "Dictadores y discípulos" (15) estudió profundamente la personalidad de Hitler, ahondando científicamente en sus motivaciones y en sus complejos. No obstante ninguno podrá explicar el éxito político de Hitler en Alemania, sin tener en consideración las esperanzas, las aspiraciones y las frustraciones del pueblo alemán. En consecuencia, Hitler no hubiera tenido la menor importancia, si ninguno lo hubiera aceptado como líder. En este orden de consideraciones, se comprende mejor porqué todavía muchos psicólogos consideran al liderazgo en términos de cualidad, siendo por encima de todo, una relación.

Los individuos participan en grupos porque los grupos anticipan medios para satisfacer sus necesi- dades. Básicamente la dinámica de los grupos se da a través de los procesos de locomoción y mantenimiento. La interacción de los miembros entre si, va gestando una diferenciación interna, de acuerdo a la cual los miembros van a ocupar distintas posiciones. Una de esas posiciones diferencia-das, es la del liderazgo.

Los miembros de un grupo aceptan ser dirigidos por una o más personas (lideres) porque perciben a la conducta de ésta o éstas, como el medio más adecuado para consecución de los objetivos grupales que a su vez satisfacen necesidades de los mismos miembros.

Al líder se lo percibe, adecuada o inadecuadamente como el poseedor de los mejores instrumentos para la consecución de la satisfacción de las necesidades compartidas que ha hecho que los individuos se agrupen. Esas características que se perciben como mejores instrumentos que posee el líder para alcanzar la satisfacción de las necesidades grupales, van a ser en realidad, cualidades asociadas a las características propias del grupo. Es decir, que si el líder posee ciertas condiciones o cualidades definidas, estas van a ser percibidas como significativas y de relevante importancia solo en función de las necesidades y objetivos del grupo.

Este punto de vista señala un aspecto funcional del liderazgo y pone el énfasis en lo que el líder hace y no tanto en lo que el líder es ó sabe. Los miembros del grupo van a ver, en consecuencia, al líder como alguien que los ayuda a resolver sus dificultades.

En ultima instancia también se puede inferir que todos y cada uno de los miembros del grupo pueden realizar actos, funciones o roles específicos de liderazgo. El liderazgo como función del grupo es móvil. El líder va a emerger de la interacción dentro del mismo grupo y al variar los objetivos grupales, van a variar consecuentemente las características significativas requeridas para ocupar la posición del liderazgo y ejecutar esas funciones.

A medida que el grupo va alcanzando sus objetivos va variando la situación del "aquí y ahora" grupal, van a variar las necesidades y las metas apareciendo otras nuevas y en consecuencia, se va a necesitar quizás un nuevo tipo de líder si es que el anterior líder no posee los mejores instrumentos para consecución de la satisfacción de las nuevas necesidades.

La efectividad del grupo y el liderazgo están íntimamente relacionados. Es imposible aislar el con- cepto de liderazgo del de actuación del grupo.

Muchas discusiones teóricas sobre la naturaleza del liderazgo confunden los que el líder debería hacer con lo que realmente hace. Casi todas las concepciones de liderazgo sostienen que el líder ejerce mayor influencia sobre el grupo y sus actividades, que cada uno de los otros miembros. No hay acuerdo sin embargo sobre cual es la influencia específica que ejerce el líder.

El poder suele considerarse como parte integrante del rol del líder. Respecto al poder de influencia dentro del fenómeno del liderazgo, French,J. y Raven, B. (46) señalaron los elementos en que se basa este poder, clasificándolo en categorías complementarias. A estos elementos los denominaron "bases sociales" o "fuentes de poder". De esta manera un cierto tipo de líder puede basar su poder de influencia en estos principios o fuentes de poder, pero va a predominar, generalmente uno de ellos. Aquel que predomine va a determinar el tipo de liderazgo.

El poder de recompensa y castigo puede ser utilizado para influir sobre los seguidores o continuar ocupando la posición del liderazgo. El poder de coerción está relacionado con la posibilidad de recurrir a la obligatoriedad de la acción. El poder legitimo, no esta relacionado con una legalidad jurídica sino con una legalidad psicológica. Esta originado en la internalización de una figura paterna. Es decir, que aquella persona de entre los miembros de un grupo que tenga la posibili-

dad de representar una figura paterna para los miembros, va a tener posibilidades a acceder al liderazgo y viceversa, todo líder va a representar un figura paterna. El poder de referencia va a estar basado en el afecto, la amistad o el prestigio, con predominancia del mecanismo de identificación proyectiva. Por ultimo, el poder experto, se basa en el conocimiento y en la información.

Un ejemplo concreto de estos elementos en que se basa el poder de influencia, clasificados por French, J. y Raven, B. (46) puede ser el de un maestro que está en condiciones de usar un poder de recompensas y castigos, un cierto poder de coerción, un poder psicológicamente legitimo en cuanto que es el representante de la figura paterna o materna en el colegio; poseer una cierta imagen en la comunidad capaz de fundamentar un liderazgo de referencia, siendo depositario de proyecciones y finalmente, sus conocimientos, su información, le pueden dar la base para utilizar un poder de experto.

II.- El liderazgo como rasgo de la personalidad del líder – La concepción estática

La historia del concepto de liderazgo pone de relieve el enfoque cambiante en la orientación teórica. La primitiva investigación sobre el liderazgo se concentro en la consideración del líder como perso-na, excluyendo virtualmente las restantes variables.

La sociedad antigua con sus rígidos patrones de jerarquía y con la concepción arraigada del derecho divino, solo podía considerar al liderazgo como alguna cosa heredada de padres a hijos. Los líderes nacían hechos. No se hacían. El hijo del rey debía reinar como su padre y conforme lo había hecho su abuelo y las generaciones antes que él. La distinción entre nobleza y pobreza no podía admitir concesiones capaces de hacer cambiar a la propia sociedad en sus más sólidos fundamentos. Era la época por lo tanto en la cual el liderazgo constituía el monopolio de los aristócratas, de los bien nacidos.

Las conmociones sociales del siglo XVIII, corolario de la caída del feudalismo, establecieron nuevos patrones de igualdad entre los hombres. Como resultado de la Revolución Francesa y la liberación de los Estados Unidos, surgieron hijos de pobres que alcanzaron la cima del poder. Se hizo forzoso admitir que los líderes, no siempre nacían hechos: Podían ser hechos.

Las cualidades fundamentales del liderazgo podían estar en cualquier individuo, mientras no le faltasen las cualidades esenciales. Surgió entonces la teoría de los Grandes Hombres, pasión de psicólogos ilustres, que perduraría a través de un siglo, llegando vigorosa hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

Esta teoría procuraba establecer una característica dominante entre los grandes hombres, la "piedra filosofal" del liderazgo. Fue la época de oro de las investigaciones biográficas, de desmenuzar la vida y obras de todos las grandes figuras, de la historia desde Homero hasta . Einstein o de Ramsés II a Franklin Roosevelt.

Entre los psicólogos modernos que se han preocupado de este asunto, se destaca el alemán Fritz Redl (114) y su "teoría de las personas centrales". En lugar de esforzarse por encontrar características comunes entre los líderes, Redl seleccionó e indico ciertos tipos de personas las cuales por fuerza de su individualidad, se destacaban en los grupos humanos.

Fritz Redl (114) vino a dar un nuevo aliento a la teoría del liderazgo como emanación personal. Realmente no tuvo duda de que el liderazgo es, "alguna cosa que pertenece al individuo" algo que el aplica al grupo y que es capaz de producir siempre con los mismos resultados en las más diversas situaciones. Como escriben Ross, M y Hendry, CH. (116) "no hay duda sobre el hecho de que para ejercer funciones de liderazgo, una persona debe llevar con ella como parte de su personalidad y de la estructura de su carácter, una cualidad de ser y una capacidad de hacer que lo ligue y lo destaque en el grupo o en la situación".

Con esta concepción también están emparentadas las teorías que permanecen atadas a la noción popular de liderazgo y restringen el término a la ejecución de funciones grupales, tales como, planificación, toma de decisiones, coordinación, etc. Si bien no considerara al liderazgo como un mosaico de aptitudes, patrimonio de una sola persona, trasladan el acento a un conjunto de funciones muy delimitadas que se atribuyen al líder.

Krech, D. y Crutchfield, R.S. (79) han hecho una lista de 14 funciones que el líder debe cumplir; así, por ejemplo, afirmaron que el líder es la persona que actúa en alguna medida como ejecutivo, planificador, símbolo grupal, otorgador de premios, etc. por otro lado, que todo grupo de trabajo necesita un objeto, un jefe, enfrentar riesgos, alcanzar algún éxito y al analizar la misión del jefe, que es órgano de mando, juez, animador y educador.

La ausencia de resultados positivos en la indicación de las cualidades básicas del líder y la imposibilidad cada vez más evidente de encontrar la virtud por excelencia del liderazgo, se hicieron patentes en el año 1940, cuando Charles Bird (23) publicó su libro "Psicología Social". Tratando de identificar los rasgos fundamentales de la personalidad de los grandes hombres, Bird individualizó nada menos que sesenta y nueve cualidades encontradas en veinte diferentes investigaciones. De este impresionante total, apenas un 5% se mostró común en grupos de cuatro investigaciones. En 1948, el "Journal of Psychology" publico un nuevo estudio sobre el mismo asunto, identificando grupos de cualidades de liderazgo más comunes. En esa lista de simples generalidades se revela el fracaso de ese esfuerzo de encontrar cualquier forma de relación entre personalidad y liderazgo.

Hoy se acepta la inexistencia de un tipo patrón de personalidad de líder, a pesar de que algunos admiten que la imposibilidad de establecer una relación segura entre el individuo y la función, se debe más a la inexistencia de aparatos adecuados en los laboratorios de psicología, que las bases propiamente falsas de la teoría.

Esta concepción estática del liderazgo, considera que éste resulta de la posesión de un conjunto de características individuales. El procedimiento usual en este tipo de investigaciones era el buscar los atributos personales que poseían las figuras de líderes indiscutidos. Se daba por sentado que era posible explicar la eficacia del liderazgo mediante el aislamiento de las características o rasgos psicológicos y físicos que se suponía que diferenciaban al líder de los otros miembros del grupo.

En los trabajos de Le Bon, G. (85) se ve cómo este autor tomó como modelo a destacados lideres políticos, religiosos y militares. La finalidad de esta investigación era tratar de seleccionar e identificar cuáles eran los factores básicos de la personalidad que condicionaba al líder exitoso.

La creencia implícita de estos trabajos era que existían factores invariables que investían a ciertos individuos con un poder especial de conducir a los demás. El líder era un superdotado que al imponer su ideología, aglutinaba y creaba un grupo en torno suyo.

En su forma rígida, esta concepción corresponde a un marco referencial que incluye en su contexto socio-cultural, una especie de mito de la predestinación y polivalencia del líder y que lleva como correlato la imagen de todo un ceremonial en las relaciones de autoridad.

Este enfoque se queda en la superficie del problema pues no tiene en cuenta que el liderazgo es una función sumamente compleja en la que participan múltiples variables. Considera al líder como un ente abstracto, sin referirlo a un tipo de grupo en particular o al momento determinado que está viviendo. Fija la situación con mentalidad geométrica, estableciendo un abismo entre el líder y grupo.

Los estudios guiados por esta suposición generalmente no resultaron muy fecundos. Casi sin excepción, las características generales resultaron ambiguas y había poco consenso en cuanto a los rasgos más útiles.

Gouldner, A.W. (55) repasa parte de las pruebas empíricas y conservadoramente interpretadas respecto a las características generales concluyendo que "en este momento no hay pruebas dignas de confianza sobre la existencia de características generales del liderazgo".

No parece sorprendente que este enfoque resultara estéril. Los líderes no funcionan en el aislamiento. Deben entenderse con seguidores dentro de un contexto cultural, social y físico.

"Visto con perspectiva histórica, señala Newcomb, (108) muchos de los primeros estudios sobre el liderazgo parecen ahora ejemplos de aquellos casos en los que "se pregunta lo quo no hay que preguntar", por ejemplo: ¿cuáles son las cualidades de los lideres que los hacen aceptables o eficaces?. Y sin embargo si no se hubieran hecho esos estudios no tendriamos forma de saber que el liderazgo se entiende mejor en terminos de exigencias de rol relativamente especificas que deben ser satisfechas, que en terminas de cualidades que todos los lideres poseen".

Durante centurias los dirigentes efectivos han sido descriptos y a veces medidos en términos de una lista de cualidades personales o rasgos que se suponía que poseían todos directivos efectivos Esta lista incluida frecuentemente atributos como juicio, integridad y energía. La debilidad del enfoque de los rasgos es que no hay acuerdo con respecto a los mejores conjuntos de rasgos que se ajustan a todas las situaciones; en que no existe evidencia que un conjunto de tributos predice en forma general la efectividad y en que hay en la actualidad más de mil diferentes atributos para analizar

III.- El liderazgo como función del grupo y de la situación – La concepción dinámica

Después de haber comprobado la inutilidad del enfoque de los rasgos, el enfasis se apartó del lider como una entidad completa en si misma. En su lugar, el enfoque situacional ocupó la atención de los investigadores. Los situacionistas no abandonaron necesariamente la búsqueda de las características significativas del líder sino que procuraron buscarlas en situaciones que contuvieran elementos comunes.

Stogdill, R. (133) después de examinar un gran numero de estudios destinados a aislar los rasgos de lideres indiscutidos, arribo a la siguiente conclusión: "Las cualidades caracteristicas y habilidades requeridas en un líder, están determinadas en gran medida por las exigencias de la situación en la que se ejerce el liderazgo".

Lo fundamental del enfoque situacional es la atención que presta a las diversas demandas impuestas al liderazgo por la situación. Estas demandas pueden originarse en la tarea o función del grupo, en su estructura y en otros factores del contexto.

Tanto el punto de vista situacional como el funcional, constituyen la concepción dinámica del liderazgo que considera a éste como una propiedad que surge del propio dinamismo del grupo. Estos enfoques son analitico dinámicos.

El proceso social mediante el cuál una persona intenta influir sobre una o más personas aparece en una diversidad muy grande de relaciones interpersonales. Estas relaciones siempre tienen lugar y se ven afectadas por un contexto de grupos, organizaciones y culturas y a su vez lo afectan. De este modo una comprensión más adecuada del liderazgo ha de depender de un conocimiento cada vez mayor de multiples variables y su interrelación en un sistema de influencia.

En la obra de Gouldner, A.W. (55) "Studies in Leadership", se cita una experiencia de psicología social que llego a la siguiente demostración: la autoconfianza. De esa manera el líder por más dominador que sea, puede volverse irreconocible delante de una determinada situación, en la cuál sus cualidades no pueden seas usadas. Por lo tanto, no solo deben ser considerados la personalidad y el grupo en los estudios sobre el liderazgo, sino también la situación.

La situación para Gib, C. (51) comprende los siguientes elementos: 1) Las relaciones entre los miembros del grupo 2) Las características peculiares del grupo 3) El medio ambiente y su influencia sobre el grupo y sus miembros 4) El tipo de tarea que debe ser realizada.

Estos elementos constituyen en conjunto o aisladamente, la situación en la cual el liderazgo debe ser ejercido ya sea por un individuo o por un grupo. La fluidez natural de las situaciones determina- rá luego, ya sea la distribución del liderazgo o bien la aparición de nuevos lideres. El liderazgo asi considerado, sería algo que emerge, crece y se completa como función de la situación y de la cultura de un grupo. La conducta del líder, como la señala Klein, J. (76) ocurre en una variedad de situaciones y está determinada en gran parte por el medio en que el líder percibe su propia función además de las características personales del individuo.

Dufrenne, M. (39) afirma que el liderazgo es especifico de la situación particular que se considera, la elección del líder y las características del liderazgo requeridas son funciones de la situación propia del grupo y de la acción en la cuál está comprometido; de donde resultan grandes diferencias entre las características de los lideres y entre sus conductas,.

La naturaleza del liderazgo y los rasgos del líder dependerán de las características de cada grupo. Los aspectos situacionales, tales como los objetivos del grupo, su estructura, las actitudes o necesidades de los miembros y sus aspiraciones, así como las presiones ambientales externas, ayudan a determinar que funciones se requieran y cual de los miembros podrá cumplirlas en cada caso.

Hay cierta coincidencia entre las diversas posiciones respecto a los objetivos principales del grupos en clasificarlos en dos categorías: a) Logro del objetivo y b) Mantenimiento del grupo (cohesión) Para cada una de estas metas generales se han clasificado dos tipos de conducta que responden más adecuadamente:

1°) Contribuyen al logro del objetivo: clarificar la información, iniciar la acción, mantener la atención de los miembros sobre el objetivo, desarrollar un plan de acción, evaluar la calidad de la actuación, etc.

2°) Sirven el mantenimiento del grupo: guardar relaciones amistosas, arbitrar disputas, animar, estimular, dar a la minoría oportunidad de ser oída, estimular el autocontrol, incrementar las relaciones, etc.

Sobre la base de extensas investigaciones se demostró que los líderes tendían a dar y pedir más .información y analizar más frecuentemente la situación que el resto de los miembros.

Así como en los grupos más eficientes los líderes mantenían una "distancia psicológica" mayor que en los menos eficientes, en grupos operativos aparecía una intima relación entre el líder y la efectividad del grupo. Se observó también que los lideres más efectivos lograban crear un buen equipo de trabajo en el que se establecia una atmósfera más amistosa cooperativa con elevada lealtad grupal, la cual se debía a la participación y a otras técnicas de liderazgo, jugaban un rol más diferenciado y desarrollaban más cohesión en el grupo.

En esta línea de investigaciones son importantes los trabajos de Lippit, R. (95) referentes a la influencia de los tipos de liderazgo sobre el clima y la conducta. de los grupos.

Frente a lo expuesto se puede concluir con Fillmore H. Sanford, (121) que el liderazgo es la combinación de tres elementos dinámicos que necesitan ser considerados por igual: "Parece ahora, dice Sandford, que cualquier teoría del liderazgo tendrá que hallar una manera de ocuparse de acuerdo con un conjunto coherente de rubros, de las tres facetas delineables del fenómeno del liderazgo: 1) El líder y sus atributos 2) El seguidor con sus problemas y necesidades, y 3) La situación del grupo en que sus seguidores y sus lideres se relacionan entre si."

De acuerdo con la teoría del liderazgo como funci6n del grupo, este puede ser definido más como estructura que como finalidad. Interesa más estudiar el grupo como un todo que a los individuos dentro del grupo.

Posiblemente las raíces de esta teoría nacieron de las observaciones hechas por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde se procuraba establecer el motivo porque ciertos pilotos preferían volar con determinados comandantes de grupo. Por otro lado en las Universidades de Ohio e Illinois, los profesores Hemphill, J.K. (61) y Cattell, R.B. (29) realizaran interesantes experiencias sobre el comportamiento de los grupos respecto al liderazgo.

El profesor Hemphill hizo notar que el liderazgo también podría ser considerado como función del grupo y no solamente como función de la personalidad individual. Debidamente estructurado, el propio grupo se encarga de funciones de liderazgo las cuales se reparten entre sus miembros, algo así como estamos acostumbrados a ver en el fútbol, cuando se presenta un cuadro sin "astros" donde todos juegan armónicamente en todos los sectores: espíritu de equipo.

Así el profesor Hemphill, J.K. (61) señala que "el liderazgo es comprometerse en una acción que inicia una estructura de interacción como parte del proceso de resolver un problema común." Dentro de estas mismas líneas de pensamiento, Cartwright, D. y Zander , A. (30) concluyen: "Las investigaciones conducidas dentro de esta orientación, no procuran encontrar ciertos rasgos invariables en los líderes; procuran descubrir que acciones son exigidas por el grupo bajo circunstancias diversas, si quiere alcanzar sus objetivos y de qué manera los miembros del grupo participan en esas actividades grupales. El liderazgo es así considerado como la ejecución de actos que ayudan al grupo a alcanzar su finalidad y puede ser ejercido por uno o más miembros del grupo indistintamente."

El concepto del líder como recurso grupal es una de las generalizaciones más recientes del enfoque situacional. Este concepto se funda en dos consideraciones: Una de ellas es la evidente necesidad que un grupo funcional tiene de actuar organizadamente para alcanzar sus objetivos. La segunda consiste en que los seguidores definen la situación al responder al liderazgo. No son meros receptores pasivos de la influencia del líder, sino que, por el contrario, relacionan frente a ella.

El enfoque funcional concibe el liderazgo en una situación como una propiedad de la estructura grupal antes que como un atributo individual. En este enfoque se hallan implícitas dos ideas: primero, que cualquier miembro de un grupo puede ser líder, en el sentido de que puede encarar acciones que este fin al servicio de las funciones grupales; segundo, que muchas conductas diferentes adoptadas por distintas personas, pueden cumplir una misma función. Si la situación grupal cambia, se requieren diferentes formas de comportamiento y la misma persona puede o no ser capaz de ejecutarlas en la misma situación.

Cattell propone una concepción más amplia cuando afirma que cada miembro del grupo ejerce el liderazgo en la proporción en que las características del grupo resultan modificadas por su presencia en el mismo. De acuerdo con esto todas las funciones en el grupo son de liderazgo. Así se aprecia el máximo de unidad entre actuación del grupo y liderazgo y se concibe a éste como una especie de cantidad que una persona puede desplegar en distintos niveles de intensidad, más bien que como algo que se posee completamente o de lo que se carece.

Cartwright, D. y Zander, A. (30) concluyen que por ahora no es posible ofrecer una descripción exhaustiva de las funciones que son propias exclusivamente del lider y proponen como lo mas aceptable por ahora: 1) Identificar las funciones del grupo, sin definir si son o no, funciones especificas del liderazgo; 2) Determinar empíricamente cómo emergen las funciones en el grupo 3) Averiguar que determina su asignación a ciertos individuos, y 4) Qué consecuencias surgen de la ejecución de tales funciones bajo diferentes condiciones en el grupo.

Gouldner, A.W. (55) recomienda que cuando se estudia la personalidad del líder, no se deje de estudiar la personalidad de todos los líderes del grupo, los cuales deben ser considerados en conjunto como entidad individual. Por lo tanto, el liderazgo sería el promedio de los rasgos individuales de todos los líderes existentes en un determinado grupo.

Para Bales, R. y Slater, P. (4) el liderazgo es un rol generalizado. Cuándo los miembros de un grupo designan a un individuo particular como líder, sienten probablemente que esta persona posee las cualidades más útiles para resolver los problemas que plantean las tareas y los problemas socio emocionales del grupo (interrelación dinámica).

Ya que cada grupo pone énfasis sobre los problemas propios de la tarea o sobre los que se relacionan con la esfera socio emocional, se deduce que la atribución de liderazgo no solo dependerá de las cualidades de una u otra persona, sino también del valor que el grupo mismo da a sus problemas colectivos. Los problemas pueden concebirse entonces, como factores en función de los cuales variarán las características del liderazgo.

Basch, Ch. (3) se basa en la dinámica grupal para considerar al liderazgo como una función de la vida del grupo que puede ser cumplida por todos los miembros y no por una personalidad de líder. El liderazgo es un conjunto de funciones no investidas por una sola persona sino que más bien debe ser desempeñadas por el grupo para que éste pueda resolver problemas adaptarse y desarrollar sus potencialidades, según lo define Thomas Gordon. (54)

La conducta adaptativa requerida será más adecuada cuándo cada miembro tenga la libertad de asumir en cualquier momento las funciones de liderazgo. Esta situación es muy ideal, puesto que es poco probable que se pueda decir que el liderazgo de un grupo está distribuido. La presencia del líder, real o percibida , puede impedir la distribución del liderazgo en todo el grupo.

Es inherente a todo grupo humano la existencia de líderes y seguidores; cualquier individuo puede ser tanto líder como seguidor. Se puede entender al liderazgo, tal como lo hace Bonner, H. (18) como un producto de la interacción entre la personalidad del líder y la dinámica social de la situación en la cuál el liderazgo se da. El liderazgo forma parte esencial del funcionamiento del grupo y la naturaleza de dicho liderazgo es consecuencia de la situación por la que el grupo atraviesa.

En esta concepción se recalca la interrelación edu.red

Un "buen líder" no significa necesariamente un buen funcionamiento del grupo, ya que este depende tanto del grupo y de su moral, como del liderazgo. Frecuentemente se valora el significado del concepto "buen líder" en función de algunas características tales como "alta moral", productividad, popularidad, autoritarismo, etc.

Sin embargo Jennings H.H. (69) insiste en su concepción dinámica del grupo, señalando que "lo mas importante es que cada grupo necesita un determinado tipo de líder".

Todos los investigadores que siguen esta corriente están de acuerdo en no definir al líder por sus características caracterológicas como si fuera un rol abstracto, sino que lo describen en función de la vida grupal. Señalan que como determinantes de la elección de uno u otro tipo de líder, según el momento evolutivo, son fundamentales tanto la situación especifica, como la finalidad perseguida, la estructura del grupo las actitudes y necesidades de sus miembros y lo que esperan de él.

El enfoque del liderazgo como asunción de roles, ha sido especialmente tratado por diversos autores. En todos los grupos, señala Newcomb, T. (108) tiene lugar algún tipo de diferenciación de roles. Un líder es alguien cuyo rol está diferenciado de una manera especial. Las conductas requeridas por diferentes roles de líderes varían mucho, el factor común a todos ellos es que otros roles dependen particularmente de ellos. Esto no significa necesariamente que la relación de rol sea de dominación y sumisión a la autoridad, existen otros tipos de dependencia.

El rol del líder es particularmente indispensable. Un líder eficaz es aquel que asume su rol de tal manera que otros miembros se encuentran motivados con máxima intensidad a asumir sus roles en el grupo. En la medida que esto ocurre, tenemos una cohesión elevada. Todas las funciones de liderazgo en el grupo no recaen en una persona que asume el rol de "líder". El rol de líder se define en términos de relaciones con otros miembros del grupo, por lo tanto cualquier persona está asumiendo un rol de líder en la medida que mantiene las relacionadas con los demás.

Los factores comunes a los diferentes roles de líder ha de hallárselos en el rol del liderazgo, no en las personas que asumen esos roles, ya que un rol no es un asunto de una sola persona, sino de la interacción entre quien asume el rol y otros personas en relación con las cuales está definido el rol aquel. Donde ha de buscarse factores comunes a diferentes roles de líder, es en la relación de líder con sus socios de rol, no en sus rasgos o motivos personales. En términos psicológicos, esto quiere decir, que las personas que asumen los otros roles, dependen más de la persona que asume el rol de líder, que ésta de ellas.

Ni el rol de líder, ni ningún otro rol, concluye Newcomb, T. (108) pueden ser asumidos por una sola persona aislada; sin otros individuos que le respondan y a los cuales responder, un líder no podría asumir su rol. En este sentido un líder depende tanto del no-líder, como éstos de él. Un rol de líder, como todo rol, está intervinculado con otros del sistema de roles; fuera del sistema de roles, simplemente no existe. De este modo, el rol del líder depende enteramente de otros roles.

IV.- Conclusiones acerca de la concepción dinámica del liderazgo

La concepción dinámica del liderazgo surge desde la posibilidad de pensar al grupo como una unidad de estudio e investigación. Tradicionalmente la psicología no había tomado en cuenta este enfoque por el persistente empeño en estudiar solo al individuo. Cuando aparece la oportunidad de estudiar al grupo como una totalidad es cuando el liderazgo cobra singular relevancia. El enfoque individualista que percibía al grupo como un conglomerado informe de individualidades, impedía considerar al grupo como una entidad diferenciada.

El modelo socioeconómico imperante después de dos guerras mundiales estaba urgido por la problemática de la eficiencia y la efectividad referidas a la productividad, por lo cual influyó en las primeras investigaciones que se realizaron en ámbitos industriales y empresariales sobre las vinculaciones interpersonales en dichos espacios, sobre todo considerado bajo el punto de vista de la productividad

Esta posición dista mucho de enfocar el liderazgo como una cualidad o atributo personal, estas son útiles sólo en la medida en que son funcionales a los requerimientos grupales y como estos van cambiando a cada momento, las cualidades necesarias para cumplir el rol, también son diferentes. Esto posibilita la actuación de cada uno de los participantes del grupo en algún momento haciendo del liderazgo una función compartida una propiedad del grupo.

No se nace líder de una vez y para siempre. Se es líder de una determinada situación y circunstancia en función de las necesidades del grupo. Desde este punto de vista, el líder emerge en el grupo que por sus cualidades personales le confieren una eficacia social y lo hacen ser aceptado como un medio adecuado para el crecimiento grupal.

La función primordial del líder es contribuir al progreso del grupo en la dirección que éste lo requiere. Para lograr esto el líder debe asumir los objetivos, sentimientos y expectativas del grupo y expresarlas adecuadamente, de tal forma que su actitud en un momento determinado sea una manifestación de las fuerzas presentes en el grupo.

El fenómeno del liderazgo:

  • Es un fenómeno que se da solo en una situación grupal

  • Es un rol ejercido dentro de un grupo.

  • No es una cualidad sino un vínculo de mutua influencia

  • Las cualidades son útiles si sirven a los requerimientos del grupo

  • Así como los requerimientos cambian, también cambian las cualidades. Esto permite que todos los miembros puedan ejercer el liderazgo

  • "No existe liderazgo sin un grupo, no hay líder sin seguidores"

El fenómeno del liderazgo está compuesto por cinco elementos inseparables sin los cuales no existe el liderazgo . El primer elemento que aparece es el grupo (no hay un líder sin seguidores), cantidad de personas que se reúnen para realizar algo, llegar a algo, tener aspiraciones, o una meta, (segundo elemento) El grupo tiene la necesidad de que alguien dirija, sea una o varias personas, esto se hace dentro del grupo o sea que el grupo designa a un líder (tercer elemento) La relación que se genera entre el grupo y líder se llama vinculo (cuarto elemento) el cual es mutuo, es una influencia del grupo al líder y del líder al grupo, (rol de influencia). El quinto elemento se denomina situación (tiempo, lugar, circunstancias, interrelación entre los miembros, características del grupo etc.) y es la que determinará el tipo de vínculo, estilo de conducción, perdurabilidad del fenómeno, etc.

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V.- Orígenes a aparición del fenómeno del liderazgo

Durante mucho tiempo se pensó que el liderazgo era un atributo personal, un rasgo que adornaba la personalidad de algunos privilegiados. De ahí la frase: "el líder nace, no se hace". Como se ha señalado antes , estas ideas corresponden a una concepción estática que no considera el origen, la aparición y la estructura del liderazgo como fenómeno social.

A través de profundas investigaciones hoy se sostiene que el liderazgo es una cualidad de la estructura grupal. Los objetivos y las situaciones del grupo, más las aspiraciones de sus componentes, dan lugar a necesidades. Estas, a su vez, determinan cualidades las que, en último termino, confieren el status de líder. Pero, y aquí está al rasgo dinámico de esta concepción, el grupo decidirá cuáles entre sus miembros poseen estas cualidades. Esas personas asumirán el rol de líder de ese grupo en ese momento.

Los individuos constituyen grupos como una forma de responder a requerimientos que son difícilmente satisfechos en forma individual. En el grupo se acepta la dirección de una persona determinada, porque ella provee los medios para que éste alcance ciertas metas, o, inversamente ella impide que los medios existentes sean quitados al grupo.

El líder posee ciertas influencias determinantes en el grupo, posee control sobre él, esta influencia puede ser de diversos orígenes:

a) La posesión de una cierta ventaja que los otros quieren compartir.

b) El control de ciertos medios de presión o de castigo que amenazan al grupo.

c) Su atractivo personal que lo hace convertirse en un modelo de identificación para el grupo.

d) Sus conocimientos relevantes o su competencia en algún tema importante para el grupo.

Surgimiento del líder: El líder surge de dos posibles formas:

a) Como resultado de un consenso grupal se determina que individuo cumple con los requisitos necesarios para conducir al grupo al logro de sus objetivos. El consenso puede expresarse a través de una decisión y puede ser tácito.

b) Como producto de objetivos que requieran de un grupo personas para su logro. En este caso es una persona con fines determinados quien busca a un grupo que acepte su dirección.

La aceptación por parte del grupo está condicionada por la percepción por parte de aquellos, que siguiendo al líder logren satisfacer ciertas necesidades.

En estas dos situaciones la motivación del líder en su actuación es diferente, en el primer caso su aceptación del rol puede deberse a un compromiso con el grupo, a una necesidad de reconocí -miento o de prestigio, en el segundo, se trata generalmente de un impulso a manipular, a controlar, a utilizar al grupo para el logro de fines personales.

VI.- Secuencia de la aparición del fenómeno del liderazgo

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