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Estrategias utilizadas por los directores para la integración escuela comunidad (página 2)

Enviado por magaly castillo


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Ahora bien, según Hernández y Rodríguez (2006) refieren:

Las estrategias son planes de acción a gran escala para interactuar con el medio a fin de alcanzar los objetivos y metas. Es la acción de proyectar un futuro deseado y los medios efectivos para conseguirlo y hacer que el futuro de la empresa se comporte como se planeó (p.458).

La definición anterior, al extrapolarla al ámbito educativo, que la educación es un servicio de carácter estratégico, además de interés colectivo, por lo cual el director debe planificar y ejecutar estrategias de mejoramiento de la calidad, las cuales permitan la realización de las actividades con eficiencia y eficacia.

Sin duda, para operar una gerencia de manera estratégica, el directivo debe planificar en función de los objetivos trazados, pues de esta manera podrá cumplir los proyectos orientados a la eficacia y eficiencia de su gestión. Esto conduce a una definición de gerencia estratégica, referida al proceso de selección de políticas, estrategias de acción administrativa, que permitan la maximización de los resultados mediante la utilización apropiada de los recursos organizacionales.

Al respecto, Thompson y Strickland (2009) definen la gerencia estratégica como "el proceso administrativo de crear una visión estratégica, así como implantar y ejecutar dicha estrategia y después, con el transcurso del tiempo, iniciar cualquier ajuste correctivo en la visión, los objetivos, la estrategia, o su ejecución que parezcan adecuados" (p.6)

Por tanto, el director-gerente debe tener como función indispensable la elaboración de planes estratégicos, para proporcionar a la organización, una información adecuada y útil para evaluar en forma conveniente las posibilidades de obtener utilidades en el futuro y que la escuela ofrezca un servicio de calidad.

En otras palabras, la gerencia estratégica es el mecanismo por el cual la escuela clarifica sus objetivos y establece la prioridad de las acciones que se necesitan para lograrlos. Ello permite a los directores determinar cómo deben ser invertidos los recursos que generalmente son limitados, mediante el diseño y aplicación de diversos tipos de estrategias, los cuales para efectos de esta investigación son: institucionales, escolares, gerenciales.

2.3.1 Estrategias institucionales

Según Balotta (2008) señala que éstas representan "el conjunto de acciones deliberadas con sentido formativo con la intención de desarrollar las técnicas instruccionales en correspondencia con la organización, secuencia, trabajo en grupos, distribución del tiempo e involucramiento de la comunidad educativa" (p.43)

Asimismo, el autor mencionado (ob. cit.) define las estrategias institucionales como "el conjunto de estrategias educativas, métodos, técnicas, dinámicas, destrezas, entre otros, cuyo empleo es de elección directiva para explicar, hacer comprender, motivar, estimular y mejorar los procesos de convivencialidad institucional" (p.55)

Se infiere que estas estrategias son procesos ejecutivos mediante los cuales se eligen, coordinan aplican las habilidades gerenciales. Su vinculación tiene relación con el aprendizaje organizacional consciente, el cual permite alcanzar los objetivos planteados por la acción gerencial, en conjunto con los padres y representantes. Dentro de estas, se ubican: las disposicionales o de apoyo, gestión, integración.

1. Estrategias disposicionales o de apoyo; según Dansereau (2005) las estrategias de apoyo "son aquéllas que en lugar de dirigirse directamente al aprendizaje de los materiales, tiene como misión incrementar la eficacia de ese aprendizaje mejorando las condiciones en que se produce" (p.67).

Entre estas estrategias se suelen referir aquellas dirigidas a incrementar la motivación, atención, concentración y, en general, el aprovechamiento de los propios recursos cognitivos. Vienen a ser autoinstrucciones para mantener unas condiciones óptimas para la aplicación de las mismas.

Este tipo de estrategias es responsable de una serie de funciones primordiales dentro de un proceso de dirección, facilitando la asimilación, de la información lo cual supone gerenciar y monitorear las diferentes áreas de la institución; en lo que respecta a los aspectos motivacionales y afectivos, siendo éstos parte esencial para resolver problemas determinados dentro del plano de la participación de los padres/representantes.

2. Estrategias de gestión; una estrategia es una secuencia general y flexible de acciones a implementar para conseguir un conjunto de objetivos. Al respecto, Uranga (2007) señala: "las estrategias de gestión deben ser diseñadas, en cada caso, en función de los objetivos, los medios con los que se cuenta y los obstáculos que van surgiendo" (p.76).

Se infiere que las estrategias de gestión son diseñadas por los gerentes educativos partiendo de las metas y recursos con los que dispone para superar los problemas que se le presenten. En ese sentido, Medina (2008) considera las estrategias de gestión como "el manejo de recursos, bien sea económicos, materiales o humanos, con el fin de obtener el beneficio que se traduce en el logro de los objetivos planteados" (p.39).

Visto de esa forma, el gerente educativo debe estar en capacidad de planificar actividades, organizar acciones, ejecutar acciones y evaluarlas adecuando las estrategias, así como el uso de los recursos a los avances de esta sociedad. Desde esa perspectiva, Mora (2005) argumenta que:

Para el éxito de un proceso de integración con propósitos claros, seguros y definidos es preciso utilizar una serie de estrategias que permitan el desarrollo eficiente, entre éstas se pueden enumerar: charlas, talleres, seminarios, círculos de calidad y la utilización de la tecnología (p.26)

De acuerdo con el planteamiento anterior, las estrategias de gestión pueden considerarse como las diferentes vías para alcanzar los propósitos de construcción de la grandeza de la institución. En ese sentido, son herramientas que abarcan y permiten los aspectos fundamentales de cómo se consigue la grandeza de la institución, considerando primordialmente la realidad del medio educativo y su integración en el entorno, así como los contenidos conceptuales de su formación/capacitación, para promover dentro de los planteles educativos, la educación requerida, demandada por las innovaciones actuales.

3. Estrategias de integración; para Esté (2004) la integración se define como "un principio cohesionador que vincula a los diferentes miembros (directivos, docentes, alumnos, padres y representantes, comunidades locales, entre otros) para lograr los objetivos institucionales" (p.56).

Igualmente, Blake y Mouton (2006) señalan que las estrategias de integración puede ayudar a resolver problemas, al mismo tiempo puede ser un antídoto poderoso contra la complacencia, despertar sentido de pertenencia, exhortar a las personas que se comprometan a obtener los objetivos de la organización, tan esenciales para lograr la excelencia, promover la creatividad, la innovación y ampliar la flexibilidad de los directores para solucionar problemas.

Al analizar la opinión de los autores citados, se infiere que la estrategia de integración determina la pertinencia de las instituciones permitiendo a los individuos desarrollar su potencial y ponerlos a trabajar en forma más creativa. En tal sentido, la integración de los padres/representantes a la escuela determina un proceso continuo, sistemático de análisis, discusión para seleccionar una dirección, la cual guie el cambio situacional hacia acciones que le construyan viabilidad, venciendo la resistencia de los oponentes.

Por su parte, Sallenave (2006) sostiene que la integración es "el arte de reunir a todos los factores del manejo de la organización en busca de la competitividad" (p.144). Esos factores son las estrategias, la organización y la cultura. Por ello, las estrategias son necesarias para saber dónde va la organización y cómo lograrlo.

Se acostumbra expresar la estrategia en función de la visión, misión y valores de la institución como componentes de la cultura. Así mismo, es necesario el factor organización para llevar a cabo las estrategias eficientes, pues ella representa por último, el factor cultura es necesario para dinamizar la organización, así como animar el recurso humano.

2.3.2 Estrategia Escolar

La esencia de toda estrategia es propiciar el cambio, dar lugar a un proceso de toma de decisiones para la movilización de los recursos con que cuenta la organización para pasar de un estado actual a otro superior y deseado. En ese sentido, Ortiz (2005) señala que la estrategia escolar, es llamada también Proyecto Educativo Institucional y consiste en un programa general el cual permite impulsar la organización hacia el futuro deseado; encaminado a facilitar una dirección unificada.

Se hace necesario, por tanto, que la estrategia se convierta en un proyecto dinámico, flexible, integrador de todas las acciones, abierto a la realidad de la escuela y que se concrete bajo los principios que rigen los diferentes sistemas educacionales, tomando en consideración la realidad actual del país, para cada subsistema y escuela.

Al respecto, el MINED (2008) plantea que en el diseño de la estrategia escolar se debe plasmar, de manera coherente, la proyección de trabajo de la escuela donde quede explícito el qué, cómo, dónde, cuándo, quién, con qué recursos se cuentan para cumplirla con calidad. Esta estrategia tiene como fin la transformación institucional, así como del entorno, involucrar a todos para ayudar a enfrentar la democratización del proceso, la descentralización, la autonomía, la apertura de la escuela a la comunidad, la concepción prospectiva del proceso, así como los procesos de cambio que en el orden económico, social, en especial enfrentan los países latinoamericanos y caribeños.

Asimismo, Ortiz (ob.cit.) explica que para la elaboración de la estrategia escolar deben tomarse en consideración los criterios que brinda la planeación. Estos son los siguientes:

– Debe ser ejecutada con la activa participación de todos los miembros de la comunidad educativa, es decir, no sólo de la escuela, en especial de la familia, sino de otras escuelas que reciben y envían estudiantes, de instituciones, entre otros.

– Es una forma de dirección participativa que, esencialmente involucra a todos en la planificación, ejecución y control de las transformaciones necesarias en la escuela para adaptarse a las exigencias del medio y lograr el compromiso colectivo de asumir determinados signos de identidad, de comprometer, definir objetivos educativos y pedagógicos, así como contribuir en la dirección escolar de cada centro.

– Su concepción sistémica permite concebir, ejecutar las estrategias viendo la escuela en su interacción con la comunidad en que se desenvuelve, transformándose ella y su entorno, este es el nuevo rol que le corresponde jugar en el momento actual.

– La estrategia que se elabore en cada escuela debe proyectarse de forma prospectiva, anticipadora, es decir, de futuro a presente, teniendo como base para su concepción partir del modelo u objetivos que cada nivel de enseñanza debe cumplir como institución educacional y de ella derivar los objetivos a niveles o grados, a los departamentos docentes y de ellos a cada uno de los educadores.

2.3.3 Estrategias Gerenciales

Las estrategias gerenciales abarcan las actividades que el director realiza en el ejercicio de sus funciones, siendo concebidas por Gairic (2003) como "los procedimientos lógicos, psicológicos y estructurados de los que se vale el director para facilitar las acciones" (p.18). En otras palabras, son los elementos que facilitan el logro de los objetivos institucionales.

Asimismo, Guerra (2003) considera las estrategias gerenciales como el conjunto de acciones o guías para orientar al personal sobre qué es lo que deben hacer y conseguir de acuerdo a las metas, objetivos planteados por la institución, basándose en la ejecución, control, trabajo en equipo integrando e interactuando con su personal, a fin de lograr el éxito en los parámetros de eficacia y eficiencia.

Ahora bien, dado que la escuela es concebida como un proceso sistémico donde convergen una serie de factores o variables estrechamente interrelacionadas, las cuales determinan favorable o desfavorablemente su operatividad, es indispensable implementar estrategias gerenciales de carácter global donde se involucren además a los grupos representativos que ejecutan el diseño en cuestión, docentes, alumnos, comunidades como agentes promotores del cambio por ser la educación inicial el más importante de los niveles educativos, al concebirse como la base del proceso.

Al respecto, Glueck (2006) plantea las estrategias gerenciales como un plan unificado, comprensible e integral, diseñado para asegurar que los objetivos básicos de la institución sean alcanzados. De igual forma, continúa el autor, estas pueden ser generales o específicas y responden a un plan que puede ser una pauta de acción, una maniobra para ganar la partida al contrincante o competidor, las cuales pueden ser intencionales, ya que como planes generales o maniobras específicas también puede ser elaborados con un fin determinado.

Las estrategias gerenciales, también son concebidas por Quinn (2006) como aquellas que consisten en obtener unos resultados logrados con otros colaboradores, para ello, se conforman de tres aspectos: necesidad de establecer objetivos de trabajo, organización con dirección participativa y juicio por resultados sin posible delegación de responsabilidades, enfocándose especialmente en los objetivos, asignación de tareas al personal de acuerdo a sus competencias y valoración de los resultados alcanzados, tipificando la función directiva.

De esta manera, los autores mencionados, consideran que las estrategias a ejecutar por el director son: conocimiento de hechos, fijación de metas, ordenación y valoración de medios.

– Conocimiento de hechos; está referido al proceso para la toma de decisiones, se inicia con el conocimiento de los hechos que pueden condicionar de alguna manera la eficacia de las acciones o decisiones abarcando dos aspectos: investigación de hechos externos con previsión de su evolución (amenaza y oportunidad). El segundo, análisis de hechos internos con diagnóstico de la situación (puntos fuertes y débiles)

– Fijación de metas, ordenación y valoración de medios; la existencia de una política general actualizada de la institución, resulta imprescindible para seleccionar las acciones y técnicas más idóneas para asegurar la viabilidad, permanencia y el desarrollo de la misma. Esta última se concreta en formulación de políticas con la elaboración de estrategias de progreso, concreción de metas cualitativas, así como de principios, acciones, pautas de comportamiento. La segunda, consiste en la determinación de objetivos, con la fijación de metas cuantitativas y concreción de fines operativos, la ordenación y valoración de medios, para alcanzar las metas propuestas.

2.3.4 Funciones Gerenciales

Las líneas estratégicas del proceso administrativo, como política educativa para las escuelas básicas, según el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007), se orientan al logro de la planificación, organización, control, supervisión y evaluación de actividades educativas, materias sobre las cuales el directivo de la escuela básica deberá formarse para demostrar sus conocimientos.

Esas líneas estratégicas responden al expreso compromiso de ese organismo, con la necesaria reorientación de la educación básica venezolana, para enfrentar los retos del desarrollo nacional en el marco del compromiso gubernamental con las comunidades venezolanas. En ese sentido, la función gerencial es un proceso determinante, por cuanto se orienta al uso racional de los recursos para el logro de los objetivos sin descuidar los indicadores de calidad.

Al respecto, Piña 2002 (citado en Briceño, 2012) expresa que el directivo es la persona encargada de llevar a cabo las funciones gerenciales dentro de una institución, con la finalidad de enfrentar las diferentes situaciones que se presentan, en busca de la eficiencia y la eficacia, las cuales conduzcan al logro de los objetivos.

En ese caso, el director como gerente debe ejercer ciertas funciones dentro del contexto escolar, a fin de conocer de qué manera sus actuaciones influyen sobre el logro de las metas organizacionales y cómo establecer el equilibrio, así como la productividad en la institución. Para ello, señalan Bateman y Snell (2004), el director requiere desarrollar "los cuatro procesos administrativos que consisten en la planificación, organización, dirección y control" (p.7)

1. Planificación: Es una de las responsabilidades que el gerente educativo debe cumplir para procesar las políticas educativas de instancias superiores, formular diagnósticos reales de la institución, establecer prioridades para definir objetivos, metas, estrategias que orienten el plan anual de la escuela, realizado por un equipo técnico-docente, previa presentación de los lineamientos para su elaboración.

Una vez que se tienen los objetivos, la labor administrativa pasa a planear los medios de alcanzarlos; decidir de antemano qué se va hacer y cómo. Esto implica el desarrollo de estrategias globales y políticas generales, más programas específicos y procedimientos.

La planeación ofrece a los directivos un medio para efectuar los cambios en su medio ambiente. Por lo cual se infiere que los resultados de la planeación son planes operativos para la realización de las tareas y así el logro de los objetivos planteados. Al respecto, Jones y George (2006), exponen que: "planear es el acto de identificar y seleccionar las metas y actividades apropiadas; es una de las cuatro funciones gerenciales principales" (p.261).

No queda duda, la importancia de esta función directiva para el logro de los propósitos en las instituciones, puesto que sin planificación no hay objetivos que lograr, y sin estos últimos el directivo no sabe para qué planear.

Por esta razón, debe poseer suficientes competencias en planificación; pero sobre todo, en el caso de planear para desarrollar estrategias. Por su parte, Hernández y Rodríguez (2006), refieren:

La planeación estratégica, como corriente y enfoque administrativo, trata sobre las decisiones de efectos duraderos e invariables de la administración y dirección de una empresa o institución en una planeación de largo plazo, previo análisis de los contextos externos, económicos, de mercado, social, político, nacional e internacional, donde se desenvuelve (p. 309).

En consecuencia, ésta permitirá comprender que la planificación estratégica es una técnica muy útil para el crecimiento sano, sustentable y duradero de una organización. En el caso de las instituciones escolares, los errores pueden distorsionar los efectos y efectividad del funcionamiento de la organización.

Por tanto, el directivo debe consultar constantemente este concepto para poder aplicarlo de manera eficaz en su institución, por cuanto las estrategias orientan la acción y decisiones cotidianas de los niveles directivos. Según Bateman y Snell (2004), "La planeación estratégica implica tomar decisiones acerca de las metas y estrategias de largo plazo en la organización" (p. 133).

De hecho, las metas estratégicas son los fines principales o resultados finales que se relacionan con la supervivencia, valor y crecimiento de largo plazo para la organización. Entre las metas estratégicas, se cuentan diversas medidas de rendimiento, calidad, participación, productividad y contribución a la sociedad. Las estrategias son un patrón de acciones y asignaciones de recursos que se diseñan para alcanzar las metas de la organización.

Dentro de este marco, Münch y García (2006), mencionan cuatro aspectos importantes dentro de la planeación:

– Los objetivos: El aspecto primordial, al idearlos se establecen los resultados deseados.

– Cursos alternos de acción: Es necesario establecer diversos caminos, formas de acción o estrategias, para obtener los objetivos.

– Elección: Envuelve la determinación, el análisis y la selección de las decisiones más adecuadas. Futuro: Prever situaciones futuras y pronosticar hecho inseguros, disponerse para contingencias y trazar actividades futuras.

De acuerdo a lo anterior, la planificación se hace necesaria o esencial para el funcionamiento de cualquier institución, debido a que advierte las contingencias y cambios que puedan mostrarse en un futuro y se establecen las medidas precisas para controlarlas, sirve de base para realizar todas las actividades que conduzcan al logro de los objetivos, con lo cual se puede prever acciones y corregirlas, establecer metas y estrategias que orienten a los docentes.

Los principios de planeación de acuerdo a Münch y García (2006) son:

Factibilidad: Lo que se conciba debe ser viable, se debe acomodar a la realidad y a las condiciones objetivas a que actúen en el medio ambiente.

– Objetividad y cuantificación: Se debe basar en datos reales, juicios puntuales y exactos.

– Flexibilidad: Es útil crear márgenes de amplitud que consientan afrontar contextos inesperados y que faciliten nuevos cursos de acciones que se adecuen fácilmente a las condiciones.

– Unidad: Todo debe estar integrado a un plan general, y dirigirse al logro de los propósitos y objetivos generales.

– Cambio de estrategias: Si el plan se extiende a largo plazo, se deberán rehacer los planes completamente, pero no quiere decir que se dejarán los propósitos ya establecidos.

La planificación constituye el proceso esencial para el gerente, pues todos sus actos están dirigidos a la acción educativa y deben ser el producto de las actividades previamente concebidas, las cuales atienden a la administración y al diseño curricular de la institución donde se desenvuelve; consiste, según Chiavenato (2008) "en la unidad, continuidad, flexibilidad y valoración, considerados los aspectos principales de un buen plan de acción" (p.105). Es evidente que la planificación en las instituciones educativas es un proceso que está regido por una serie de principios que sirven de eje central para direccionar los cambios o intervenir los problemas a resolver.

En el mismo orden de ideas, la planificación constituye el factor ser el producto de un proceso sistemático que determine la manera, como se deben desarrollar las actividades en la escuela, el cual debe estar orientado a utilizar nuevos y apropiados medios de acuerdo a las necesidades de los docentes, alumnos, representantes, entre otros.

De acuerdo con Daft (2004) "la planificación es la acción que indica donde quiere estar la organización en el futuro y la manera de llegar allí, significa definir metas de desempeño futuro, seleccionar actividades y los recursos necesarios para alcanzarlas" (p.6).

En relación a lo expresado, la planificación es la primera función administrativa porque sirve de base a las demás funciones; determina por anticipado cuales son los objetivos a cumplir y que debe hacerse para alcanzarlos. Por lo tanto, la planificación es un modelo teórico para actuar en el futuro, previene acciones para alcanzar objetivos a fin de responder a las necesidades organizacionales, a la luz de cambios que requiere la Educación Venezolana, pues las nuevas y exigentes demandas de eficacia y responsabilidad, es utilizada como palanca del desarrollo y bienestar social.

2. Organización: Es una función de la administración y de la gerencia que consiste en ordenar en forma coherente y sistemática los recursos, actividades y medios. En ese contexto, Sánchez, Ruíz y Marcano (2003), afirmaron que "todo director ejecuta el proceso de organizar, decide el trabajo en competencias manejables, determina acción, elimina obstáculos y les dirige al logro de las metas" (p.113); en consecuencia, se puede inferir que la organización es el complemento de la planificación, donde el director es la máxima autoridad del plantel a quien compete organizarlo o estructurarlo, asignando competencias al personal.

La organización, de acuerdo con Chiavenato (2008), puede ser formal e informal. La organización formal se basa en una división racional del trabajo, la informal surge de manera natural y espontánea. La organización, como función administrativa y parte del proceso administrativo, se refiere al acto de integrar y estructurar los recursos y tareas

La función de organización, en opinión de Ruíz (2007), se subdivide en tareas, personas, órganos y relaciones. Las personas son los sujetos designados para ocupar un cargo; los órganos, unidades dispuestas en niveles de jerarquía y áreas de actividades; y las relaciones, las vinculaciones existentes.

Estas conexiones, en el caso del personal directivo educativo, están delineadas por la jerarquía, dentro de una estructura, unidades y canales de comunicación. Específicamente, esta estructura en las escuelas básicas otorga o indica las líneas de responsabilidad.

La organización es el proceso de agrupar actividades con el fin de alcanzar los objetivos y asignar responsabilidades. Se basa en el supuesto de que la eficiencia se subordina a la libertad individual, tiene que ver con la distribución de tareas, tal como lo afirma Arias (2004):

La organización es el proceso de agrupar las actividades necesarias para alcanzar ciertos objetivos, asignar a cada grupo un administrador con la autoridad necesaria para supervisarlo y coordinar, tanto en sentido horizontal como vertical, toda la estructura de la empresa (p. 65).

Lo antes expuesto sobre la organización permite aseverar que las personas que trabajan juntas con efectividad, ejecutan tareas lo mejor que pueden y alcanzan los resultados más satisfactorios posibles, se convierten en entes básicos de la institución y, con frecuencia, emprenden la tarea de unificar los esfuerzos conjuntos.

El fin primordial de la organización consiste en ordenar esos esfuerzos y concebir la estructura adecuada de acuerdo con los objetivos de una unidad administrativa. Asimismo, la importancia para la institución radica en que crea los mecanismos para poner los planes en acción. Con esa finalidad, los individuos que forman parte de la organización reciben asignaciones de trabajo con las que contribuyen al logro de las metas.

3. Dirección: Es la tercera de las funciones gerenciales que se dan cita en cualquier empresa, y su relevancia radica en que es en este, donde se pone en marcha todos los lineamientos establecidos durante la planeación y la organización, a fin de lograr formas de conductas más deseables entre sus miembros, influir en su moral y establecer la comunicación necesaria para que quienes la gerencien, puedan alcanzar los objetivos planeados.

De allí, que de acuerdo a Van Den Berghe, (2005), la dirección es el proceso de influir en las personas para que contribuyan con su trabajo a lograr las metas del equipo y, por ende, de la organización; lo que deja ver que esta es un proceso gerencial que le permite a quienes dirigen la organización impulsar y poner en movimiento las acciones pertinentes para que los miembros del grupo efectúen las tareas asignadas; es decir, dirigir para que se haga lo que se pautó.

De igual forma, Koontz y Weihrich (2004), refieren que la dirección tiene que ver con el hecho de influir en los individuos para que contribuyan a favor del cumplimiento de las metas organizacionales; por lo que es claro, que a través de este proceso gerencial se logra la realización efectiva de lo planeado.

En ese sentido, dirigir implica mandar, influir y motivar a los empleados para que realicen tareas esenciales para la organización; las cuales no se reducen solo a dar órdenes, sino también a inducir la conducta y las acciones de sus miembros hacia el logro de los objetivos establecidos.

En consecuencia, es menester de todo gerente que se precie de ser eficiente, efectivo y eficaz, el implementar en su organización el proceso gerencial de dirección, toda vez, que le corresponde a quienes las dirigen llevarlo a cabo; por lo que es adecuado referir a Silva (2005), quien afirma que "la dirección es responsabilidad, en primer lugar, del principal ejecutivo de la empresa, pero este la comparte con todos los demás directores y gerentes." (p.108).

Desde esa perspectiva, se infiere que el proceso de dirección debe ser impulsado por el gerente pero es una responsabilidad compartida con el resto del equipo gerencial, por cuanto, estos dirigen tratando de convencer a los demás para que se les unan, a fin de lograr las metas deseadas, ya que al establecer el ambiente adecuado, ayudan a sus empleados a hacer su mejor esfuerzo.

En virtud de lo anterior, en el ámbito educativo, es relevante referir que la escuela debe ser entendida como una organización social, por lo que se debe ser manejada bajo un enfoque gerencial, en el cual la dirección constituye uno de los procesos gerenciales que no puede faltar dentro de la gerencia de cualquier organización educativa, toda vez, que es a través de ella que los directores y su personal directivo podrán guiar el comportamiento y las acciones de todos los miembros de la comunidad educativa; propiciando así la creación de un ambiente laboral adecuado en las escuelas; a fin de alcanzar los objetivos trazados y dar respuesta a las necesidades de la comunidad escolar que atienden.

Ahora bien, en la práctica suelen presentarse ciertas debilidades en torno a este proceso gerencial en muchas organizaciones educativas del nivel medio técnico; lo cual se evidencia en el hecho de que muchos directores pocas veces adoptan un liderazgo efectivo que les permita guiar al resto de los miembros de la comunidad educativa, hacia el logro de los objetivos trazados; raramente cuentan con programas de reconocimiento y motivación permanentes, que les permitan estimular e incentivar al personal y en muchos casos tampoco tienen la capacidad de lograr una comunicación efectiva.

Tal situación, obliga a los directivos a tratar con las complejidades cotidianas de las organizaciones educativas; para generar un cambio positivos en el entorno laboral, que les permita mantener a los demás miembros de la comunidad educativa enfocados en impulsar la institución hacia el futuro, superando cualquier obstáculo y rompiendo los modelos tradicionales educativos a fin de adaptarse a un entorno cada vez más dinámico.

De manera, que en torno al proceso de dirección se observan tres elementos claves, implícitos en él, como lo son el liderazgo, la motivación y la comunicación; los cuales podrían entenderse como subprocesos que están inmersos en lo que debe ser la dirección de cualquier organización educativa por lo que a continuación se describen:

– Liderazgo: Por todos, es bien sabido que para que en una organización de cualquier índole, se obtengan resultados satisfactorios, el gerente debe implementar ciertos procesos activadores, entre los cuales sobresale el liderazgo; pues quien dirige una empresa debe saber conducir a las personal bajo su responsabilidad hacia el logro de las metas trazadas; para lo cual se requiere la comprensión básica de las necesidades humanas para poder influir en ellas.

En tal sentido, es adecuado citar a Oltra y otros (2005), quienes afirman que el liderazgo es el proceso de influir en las actividades laborales de los demás miembros de un grupo, lo que implica que es a

través de este, que se influye en los miembros de una organización para inducirlos al logro de un objetivo común; siendo evidente que este debe estar presente en todos los niveles y grupos de trabajo, pero principalmente entre aquellos que la dirigen.

En este sentido, quien dirige la organización debe ser capaz de ejercer un liderazgo que le permita lograr que sus miembros trabajen en conjunto y con entusiasmo hacia el logro de las metas organizacionales trazadas; siendo este un proceso implícito dentro de lo que es la dirección de una empresa de cualquier índole.

A este respecto, Bateman, T. y Snell, S. (2004), expresan "las organizaciones triunfan o fracasan no solo por qué tan bien son dirigidas sino por qué tan bien son seguidas" (p.437). Las ideas antes expresadas permiten señalar que el liderazgo va a incidir en el éxito de una organización, por lo que los gerentes deben ser líderes.

Entendiendo, que el liderazgo, no implica control pues, no se trata de controlar lo que pasa dentro de una organización, sino más bien, de sugerir o apuntar hacia un destino concreto los esfuerzos del colectivo, imaginando o tratando de prever el futuro y haciendo uso de la capacidad para incidir y entusiasmar a los demás a alcanzar un objetivo común. De allí, que el liderazgo puede ser ejercido por cualquier persona que tenga la habilidad de influir a otros, para trabajar en forma entusiasta para alcanzar una misma meta; no obstante dentro de cualquier organización; quien tiene la responsabilidad de dirigirla debe ser un líder.

No obstante, existen algunos factores que de acuerdo a Silva (2005), influyen en la capacidad de un líder de influir a otros; pues cuanto mayor son la posición jerárquica y la competencia profesional; mayor es entonces el compromiso que tendrá un gerente de ser líder en su organización; sin embargo la personalidad también constituye un factor clave, pues si carece de ciertos elementos que la adecuen como temperamento, carácter, capacidad para relacionarse, inteligencia y comprensión, entre otros, tendrá la batalla perdida y de valdrán de nada las otras dos.

De manera, que a menudo las cualidades personales del gerente determinarán el proceso de liderazgo y por ende el tipo de dirección que se siga dentro de cualquier organización; toda vez que el comportamiento del líder influye en las actividades y en rendimiento de las personas. Ahora bien, en el contexto educativo, es de hacer notar, que en sus organizaciones, los docentes que cumplen funciones directivas deben estar conscientes también de esta situación a fin de que puedan ser manejadas gerencialmente.

– Motivación: Dentro de cualquier organización, para comprender el comportamiento humano, es fundamental conocer la motivación humana; que surge del motivo o impulso que lleva a la persona a actuar de determinada manera; es decir de generar un comportamiento específico que puede ser provocado por un estímulo externo, si es generado por el ambiente o interno, que es el producido a partir de sus procesos mentales; por lo tanto en el entorno laboral de cualquier empresa, esta no debe entenderse como una característica de personalidad (algo que unos tiene y otros no), sino, como el resultado de la influencia reciproca del empleado y una situación determinada para alcanzar una meta organizacional.

Por lo tanto, es imprescindible en una organización implementar el proceso de motivación, en todas las áreas de su estructura para mantener motivado a su personal y centrados en lo que se quiere lograr como organización; reuniendo y uniendo los esfuerzos de todos sus miembros en la concreción de los objetivos previamente establecidos, donde el nivel de compromiso destaque; pues este, determinará la magnitud de los esfuerzos, que orientados sobre la cooperación, se traducirán en fortalezas de acciones; las cuales a su vez, basadas en una eficaz estrategia, brindarán los resultados esperados en ella.

De allí, que dentro de este proceso gerencial, el motivar a los empleados para que logren niveles altos de desempeño se ha convertido en un reto organizacional importante, por lo que, se han propuesto muchas ideas para ayudar a los gerentes a estimular a las personas a participar de forma activa y constructiva en los diferentes procesos y actividades que se llevan a cabo dentro de las organizaciones.

Algunas de las estrategias motivacionales propuestas son delegar labores con mayor jerarquía y enriquecer el trabajo, lo cual no debe significa incrementar las tareas, signo asignar a los miembros de la organización responsabilidad por labores cuyo desempeño requiera un mayor nivel de competencias; proporcionar metas que se relacionen con el trabajo, reforzar el desempeño, comprensión de las necesidades de las personas, entre otras.

4. Control: Es la función encargada de comparar los resultados que se producen con las actividades planificadas, a objeto de aplicar los ajustes necesarios cuando se detecten diferencias entre lo planificado y lo obtenido. El control se aplica a todo el proceso administrativo y en todos los niveles de la organización.

De hecho, es un sistema diseñado y planificado por la gerencia para protegerla. En el caso de la educación, las ciencias administrativas le proporcionan los conceptos, elementos y herramientas para introducir puntos de control en todo el sistema educativo. El control constituye, también, un proceso de la administración que evita comportamientos inadecuados.

En la educación inicial, el control de actividades debe funcionar como un sistema de regulación, usado para mantener cierto grado constante de flujo de normas, con el fin de que se den los correctivos necesarios. Sobre los beneficios de los controles administrativos, se pronuncia Redondo (2007) seguidamente:

Se utilizan para estandarizar el desempeño laboral, mediante supervisiones y procedimientos escritos. El control permite evitar el desperdicio de tiempo y materiales a través del registro escrito y auditoría de responsabilidades. El control limita la cantidad de autoridad ejercida, mediante la descripción de cargos, políticas y normas establecidas. También guía el desempeño laboral por sistemas de evaluación y permite el logro de los objetivos institucionales (p. 93).

En ese contexto, el control asume varias formas y contenidos que representan características diferentes en cada organización y nivel jerárquico, porque su finalidad radica en garantizar que los resultados de la administración se ajusten a los objetivos preestablecidos. Esto implica establecimiento de normas, observación del desempeño, comparación de éste con las normas y acción correctiva.

Ya se ha dicho que el control administrativo garantiza que las actividades desarrolladas en una organización se ajusten a las planificadas. Por lo tanto, sirve, a los directivos de las escuelas básicas, para estos efectos y para monitorear la eficiencia en el desarrollo de las tareas.

Además, se reconoce que la aplicación del control, por parte del director de la escuela básica, significa un esfuerzo para establecer normas de desempeño a partir de los objetivos preestablecidos, diseñar sistemas de retroalimentación, comparar resultados y detectar la existencia de desvíos en la acción administrativa.

Sus pasos, según Bozo (2003), siguen la siguiente secuencia: establecer normas y métodos para medir el desempeño, medir el desempeño, ajustar las normas y aplicar los correctivos. Al respecto, Peláez (2005) acota: "Las normas son pautas que regularizan el funcionamiento institucional".

Establecer métodos para medir el desempeño equivale a determinar un conjunto de procedimientos y técnicas para evaluar el hacer laboral del personal adscrito; medir la actuación de éste se refiere a la aplicación de instrumentos al recurso humano; y los correctivos se implementan para evitar desvíos.

En este contexto, el control se vincula con la planeación, pues las acciones están guiadas por las metas preestablecidas durante el proceso de planeación, en las instituciones educativas el director debe controlar lo planificado, todo debe llevarse en el tiempo previsto y bajo condiciones determinadas, esto demanda un juicio de valor y retroalimentación.

El control consiste, primordialmente, en el proceso que guía toda actividad, hacia una meta planeada. Al respecto, Para Peñate y Santiago (2008), plantea que el control es una de las actividades más importantes durante todo el proceso de la gestión administrativa, ejercido a través de la observación directa y la supervisión misma del desarrollo de las tareas.

Por ello, el directivo establece mecanismos necesarios para desarrollar en una organización, comparando resultados con objetivos y metas propuestas en el plan institucional, ajustando la programación según los resultados. Al respecto, Amarante (2008: 20) plantea que:

El control sirve para asegurar la ejecución de la programación de acuerdo al esquema de responsabilidades y distribución del trabajo que se diseñó, para lograr los objetivos y metas asignadas a los diferentes actores o unidades del centro escolar; e introducir ajustes a la programación y a la asignación de recursos (p.20).

Los directivos eficaces y competentes deben prestar atención a lo que ocurre dentro y fuera de sus organizaciones, por tanto, una muestra de ello es la acción estratégica para el control, lo cual, según lo anterior, este es el proceso mediante el cual una persona, un grupo o una organización vigila el desempeño y emprende acciones correctivas.

De acuerdo con lo referido por estos autores, se comprende que el sistema de control transmite mensajes a los directores sobre cuánto las cosas marchan de acuerdo con lo planeado, al mismo tiempo le proporcionan advertencias sobre la necesidad de que se adopten medidas correctivas, por tanto el director debe recurrir a estrategias tales como:

– Establecer normas de desempeño.

– Medir el desempeño logrado sobre las bases de las normas.

– Ajustar las normas en caso de que sea necesario.

Así mismo puede hacer responsable a otros miembros de la organización sobre el cumplimiento de las metas de producción, aunado a esto, otra estrategia de control podría ser establecer con el personal un compromiso de congruencia entre el desempeño y la calidad.

Según Brunet y Belzunegui, (2005:50) "esta dimensión se refiere a los reglamentos y a las presiones que puede utilizar la dirección para controlar a sus empleados". (p.50). Es decir, para quien está ocupando un cargo directivo le bastará mirar lo que hace el personal para saber si el docente, además de tener la responsabilidad para desempeñar el cargo cumple con la misión y visión para la cual fue creada la escuela.

Por otra parte, gracias al control se puede reorientar las estrategias, agregar o disminuir recursos, o simplemente desechar antiguas fórmulas para el establecimiento de nuevas ideas que conlleven al desarrollo de una gerencia eficaz y una productividad organizacional adecuada. En relación con estas implicaciones, Jones y George (2006) refieren: "el control estratégico es un sistema formal de establecimientos, supervisión, evaluación y retroalimentación de metas, que proporcionan información a los administradores sobre qué también están funcionando la estrategia y la estructura de la organización" (p.379).

Cabe considerar, que la institución escolar como sistema complejo, está formado por un gran número de elementos simples que interactúan. Esto significa que los comportamientos resultantes son consecuencia de la acción cooperadora de todos ellos, por lo tanto, el directivo debe controlar la compatibilidad de los objetivos logrados con la proyección ideal para emitir juicios sobre métodos y procedimientos en lo institucional y en la tarea pedagógica.

Lo referido por estos autores, permite considerar que en ellos hay criterios convergentes que ayudan a mantener la autonomía institucional, puesto que, a través del control el directivo puede determinar, no sólo la eficacia y eficiencia en el funcionamiento de la institución, sino también la actuación del personal docente y aún más puede incluso si lo desea autoevaluarse como directivo, por cuanto esto le permitirá conocer como ejerce sus funciones administrativas y cuáles son sus rasgos de personalidad de acuerdo con el cargo que desempeña.

Visto de esa forma, el control constituye una de las funciones gerenciales más importantes, pues ya sea por la falta de controles o por utilizar los tipos equivocados, un sistema de control ineficiente puede ocasionar serios problemas y por ende un daño irreparable en las organizaciones; lo cual implica que para mejorar es necesario controlar.

Lo anterior, deja ver que los gerentes educativos eficaces, son aquellos conscientes de la necesidad de efectuar un seguimiento al desempeño de los docentes para verificar que, todo se está llevando a cabo de acuerdo a lo planeado; por cuanto este proceso le permite a quienes dirigen una organización educativa, detectar las fallas en las que se está incurriendo, si los objetivos organizacionales se están cumpliendo, y si no, las razones por las cuales no se están logrando a fin de tomar los correctivos necesarios.

2.4 Elementos que propician la Integración escuela-comunidad en las instituciones de educación inicial

El ser humano, como ser social, convive en una sociedad compuesto por variados grupos, identificados por culturas, ideologías, razas, creencias, elementos que forman parte de su esencia y su futuro. La diversidad conforma las aportaciones de cada pueblo. Por esa razón, se concibe la integración como la consecuencia de la participación de los individuos en todos los ámbitos de la sociedad; se trata de un proceso dinámico que debe además estar basado en la igualdad, el respeto, y los valores mínimos para la convivencia.

Compenetrando este concepto a la integración social, se establece que éste proceso dinámico y multifactorial, posibilita a las personas que se encuentran en una situación social de desventaja económica, profesional, política o de dificultad (marginación), a participar del nivel mínimo de bienestar socio-vital alcanzado en un determinado país.

Llevando la integración al campo comunitario, esta propicia una apertura al trabajo desde la comunidad, trascendiendo la escuela para fomentar espacios de reflexión permanente, en la búsqueda de una compenetración escuela – comunidad – individuo completa. Ésta no sólo remite a procesos formativos de orden pedagógico y didáctico, sino que abarca aspectos sociológicos comunitarios fundamentales, tales como la organización para la salud, el desarrollo social y cultural, y el desarrollo local sostenible.

Lo anterior, señala Bohórquez (2006), permite reconfigurar el sistema escolar como una red social, generando interacciones a distintos niveles. En principio, debe desarrollarse la cultura de la comunicación, las relaciones y la participación que permita el flujo de recursos e intercambios dentro de la comunidad educativa y el entorno inmediato. Para buscar este intercambio de experiencias y recursos, se establecen puntos de encuentro entre docentes, redes institucionales de apoyo, y autoridades comunitarias.

En ese sentido, la educación es un proceso que se define como un reflexionar dinámico y comunitario sobre la realidad. Visto desde esta perspectiva, la función educativa en relación con los problemas reales, se agranda y fortalece en el campo de la comunidad humana. En esta comunidad, el proceso educativo se cultiva y se enriquece, se perpetúa su avance, y supera sus limitaciones.

Se entiende pues, que la educación no puede existir para sí misma; ella no puede ni debe transformarse independientemente de los cambios de la estructura social. Así, la comunidad en la que se desarrolla el proceso educativo, constituye un valioso recurso educativo a ser empleado como vía para fomentar en los individuos el cuidado y protección de su entorno, así como para fortalecer sentimientos de pertenencia hacia el lugar de origen.

Esta integración, señala Bermúdez (2009), se funde a un conjunto de políticas dirigidas a atender las necesidades y requerimientos, tanto de la escuela como de la comunidad que le rodea, lo cual corresponde a una nueva concepción y visión, en donde se articulan las competencias cognitivas intelectuales, cognitivas motrices, y afectivas, a objeto de lograr una formación integral en el educando Sin embargo, no es función exclusiva de los docentes ni de la escuela misma; es una tarea colectiva: el hogar, los padres, la comunidad educativa en general.

En ese marco de ideas, la integración escuela-comunidad es un tema de gran relevancia por la participación de cada uno de los involucrados en el desarrollo del sistema educativo, vinculando ambos sectores, los cuales se necesitan mutuamente para salir adelante, sobre todo, la escuela necesita el apoyo constante de los padres/representantes para garantizar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. Al respecto, Otano (2004), plantea que:

Cuando hablamos de comunidad escolar nos tenemos que referir a un modelo de relaciones interpersonales, a un modelo de organización para la gestión escolar y a un modelo de relaciones de la escuela con la comunidad social. Y todo ello en función de unos objetivos democratizados e integradores de la escuela, que debe alcanzar su primera realización con la comunidad educativa (p.69)

Desde esa perspectiva, se concibe la integración escuela-comunidad como un modelo de relaciones interpersonales, ratificando que ambos sectores se necesitan por cuestiones de convivencia, donde las comunidades pueden beneficiarse ampliamente de la relación con su escuela, ya que la misma puede proveer otras relaciones con organismos y organizaciones sociales que prestan diversos servicios a las mismas.

Dentro de ese contexto, Esté (2004) define la integración escuela-comunidad como "principios cohesionados que vinculan a los diferentes miembros (directivos, docentes, alumnos, padres y/o representantes, comunidades locales, entre otros), para lograr los objetivos organizacionales" (p.56). Estos principios se entienden como una amplia autoridad compartida, pertinente al participante, regido por normas para la realización del trabajo.

En esa línea de pensamiento, la integración es la concepción a través de la cual se concibe el sector educativo como un hecho democrático y participativo, en donde todos los miembros son los polos de una misma relación. Desde esa perspectiva, permite la unificación de esfuerzos para introducir cambios, determinar los recursos de acción y direccional para la toma de decisiones. Dentro de los mecanismos de integración que puede implementar la dirección escolar, cabe mencionar los elementos y programas.

Asimismo, la integración, según Gadotti (2003), consiste en "el fortalecimiento de aquellos procesos humanos dentro de la organización, el cual mejora el sistema orgánico para alcanzar sus objetivos" (p.30). Ahora bien, en el contexto de la integración escuela-comunidad, Lanz (2004) señala tres elementos fundamentales: participación, trabajo en equipo, delegación de responsabilidad.

2.4.1 Participación

La participación se entiende como la intervención del individuo o grupo de personas en la discusión y toma de decisiones que les afectan para la consecución de objetivos comunes, compartiendo para ello métodos de trabajo específico. Al respecto, Gento (2004), señala: "la participación es la autonomía institucional de una escuela que debe entenderse como la toma de decisión y no sólo como el establecimiento de canales multidireccionales de comunicación y consulta" (p.102).

En otras palabras, la participación implica la posibilidad de incidir, decidir, opinar, aportar y disentir. Por ello, al hablar de participación, es necesario remitirse al tema del poder, pues para participar se debe contar con el poder para que la voz de quien habla tenga un status que le permita ser escuchada, cuyas ideas, opiniones, acciones tengan la posibilidad de influir.

En ese sentido, la OREALC (2004), plantea que la participación significa, hacerse parte de los problemas y desafíos que enfrenta la institución educativa, actuando proactivamente para su solución. Es decir, la participación plena solo se da cuando las personas participan en la escuela en la toma de decisiones y se permite ponerlas en acción, lo cual en definitiva significa tomar parte activa, asumiendo la responsabilidad en cada fase que afecte la situación.

En otro marco de ideas , Gordon (2004) señala que "la participación de un individuo en una organización está relacionada por las funciones y características de la misma" (p.22), transferida esta definición a las instituciones de educación inicial, es determinante aplicar diversas acciones para integrar a los padres/representantes a las mismas, pues en la medida en la cual un individuo se siente tomado en cuenta en las decisiones en esa misma medida participará y se entregará comprometiendo su yo en las acciones que conducirán al éxito.

Cabe señalar que la participación es una actividad que se desarrolla en las organizaciones educativas con el propósito de estrechar las relaciones intergrupales, aumentar la cohesión y estimular el interés para escuchar y enfrentar los problemas que confrontan tanto la escuela como la comunidad.

2.4.2 Trabajo en Equipo

En una organización, la persona no trabaja por sí solo o aislado, pues no existe una actividad humana donde no pueda ser considerada como el acuerdo de un conjunto de procesos. Por ello, las instituciones tienden a organizarse por la interacción de los individuos, mediante la conformación de trabajos en equipos responsables de planear, ejecutar, controlar, mejorar las actividades necesarias para crear o transformar productos y/o servicios con la calidad requerida por el cliente.

En ese marco de pensamiento, el trabajo en equipo está referido al grupo conformado por personas, quienes bajo metas comunes y trabajo colectivos logran los objetivos. En ese contexto, Lanz (2004) lo define como "la concepción a través de la cual se concibe el sector educativo como un hecho democrático y participativo, en todos los miembros son polos de una misma relación" (p.134).

Desde la perspectiva anterior, los integrantes del grupo unificarán sus esfuerzos lográndose un trabajo colectivo. Visto de esa forma, el trabajo en equipo está referido a la ejecución y actuación de las funciones asignadas, para lo cual requiere de un ambiente armónico, organizacional, que genere responsabilidad, libertad en la búsqueda de la excelencia, la eficiencia en función al logro, resolver muchos problemas que afectan y obstaculizan la eficiencia educativa.

Dentro de ese contexto, Rodríguez (2003), señala que el trabajo en equipo "debe estar basado en la participación del proceso de toma de decisiones, donde todos los participantes en igualdad de condiciones participan y opinan en las elecciones de alternativas, para imponer en forma democrática alternativas aceptadas por la mayoría" (p.32), de esta manera los logros obtenidos por el grupo se traducen en satisfacción de necesidades.

Cabe señalar que en las instituciones educativas es necesario que todo el personal tenga un objetivo común, conozcan sus competencias, habilidades, pero sobre todo, reconozcan la importancia de ellas, para conformar equipos de trabajo, pues a través de éstos, se aunarán los esfuerzos en función del logro de metas específicas, por lo tanto, se solicita la participación de cada uno de sus miembros, no es responsabilidad única del gerente, por consiguiente, es necesario, fomentar el trabajo en equipo dentro de los centros de educación inicial.

Atendiendo a esas consideraciones, Carias (2004) define trabajo en equipo como un "conjunto de personas generalmente diferentes en cuanto a la formación previa, destreza y conocimiento que se relacionan en forma de colaboración interdependiente, con el fin de obtener resultados óptimos" (p.444).

Dicho de otro modo, para lograr el trabajo en equipo en los centros de educación inicial, todos los miembros que los conforman deben definir un objetivo común, donde comparten las responsabilidades, buenas relaciones, comunicación, flexibilidad, óptimos resultados, reconocimientos y sin duda, la parte gerencial como líder de la unidad, hace posible los procesos en términos de productividad, calidad de servicios, aunado a la habilidad de conducir su equipo de trabajo con una orientación positiva.

Cabe destacar que los gerentes educativos deben trabar en equipo con todos los actores de las comunidades, pues a la hora de crear vínculos estratégicos, las relaciones ideales deben basarse en el talento para comunicar de forma convincente, así como una capacidad para alcanzar y demostrar comprensión hacia las necesidades de la otra parte.

2.4.3 Delegación de Responsabilidad

Las actividades que se realizan con respecto a quienes conforman la sociedad le confieren responsabilidad al emprendedor, por cuanto ese protagonismo lo coloca en el lugar donde se tomarán las decisiones que cambiarán el rumbo social de los beneficiarios.

En el caso de los centros de educación inicial, los gerentes deben intuir las necesidades humanas, organizar el trabajo, promocionar y ofrecer servicios educativos a los miembros de las comunidades. Por tanto, si se toman en cuenta la multiplicidad de funciones que les corresponde desempeñar, los directivos deben estar dispuestos a delegar responsabilidades, para cumplir con éxito los objetivos organizacionales.

Tomando en cuenta lo anterior, Lussier y Achua (2004) expresan "la delegación es un proceso que consiste en asignar responsabilidad y autoridad a alguien para la consecución del objetivo" (p.221). De esta definición se deduce que la gerencia educativa no es independiente, sino que está inserta en la sociedad, beneficiándose o afectándose de acuerdo con el cumplimiento de las tareas, lo cual hace indispensable para el directivo asumir la disposición para delegar responsabilidad.

Por esa razón, la delegación de responsabilidad en la integración escuela-comunidad se constituye en un reto para la gerencia, así como una oportunidad para aprovechar todas las ventajas que genera la incorporación de los actores sociales vinculados al proceso educativo.

2.5 Programas propuestos por el Ministerio del Poder Popular de la Educación para promover integración escuela-comunidad

La interacción de los miembros de la comunidad entre sí y con su entorno físico, hace surgir un marco de normas, pautas, creencias, significados que canalizan y dan sentido tanto a los modos como a las maneras con las cuales éstos construyen su forma de vida, creando así un marco cultural propio.

De esa interacción nacen las instituciones, entre ellas las educativas, las cuales son un espacio donde convergen un conjunto de individuos con intereses comunes; unos con el interés de enseñar, otros con el de aprender, algunos desean que sus hijos aprendan, mientras están quienes piensan en el desarrollo de la educación.

En ese sentido, la escuela es una comunidad donde se desarrollan procesos internos con la participación de todos sus miembros, con un modo de vida propio en la forma de comunidad educativa, pues ésta no es sólo para educar, es también para convivir, compartir y cooperar, donde prevalezca la democracia.

Visto de esa forma, todos los miembros de la comunidad educativa deben escuchar, vivir, construir, sobre una base democrática el aprendizaje, el trabajo y la vida; comprender que cada miembro debe asumir sus responsabilidades, tareas, obligaciones, asumiendo que es parte de un equipo, esforzándose por dar lo mejor de sí.

En efecto, Díaz (2006) señala: "la escuela es ante todo una institución social en la que puede desarrollarse una vida comunitaria que constituye el soporte de la educación "(p.3). Por esa razón, la aplicación de acciones o programas que propicien la integración escuela-comunidad representan realidades institucionales requeridas para el logro de una escuela adaptada a los nuevos paradigmas educativos.

Dentro de ese contexto, puede decirse que es en la escuela donde el gerente y la comunidad construyen modelos de relación conformados por estructuras específicas de organización en las cuales se definen tanto el perfil como los roles a desempeñar por cada uno de sus miembros, generándose un proceso de integración de carácter endógeno, es decir, desarrollado en el interior de la misma.

En ese sentido, la apuesta no puede ser otra que la instauración de programas de desarrollo comunitario, considerando la educación como una dimensión más de la vida social integrada, por lo tanto, se comprende que la integración escuela-comunidad debe basarse en la implementación de herramientas que propicien la participación social activa en las instituciones escolares. Dentro de ellas, el Ministerio de Educación Cultura y Deportes (2005) propuso dos programas específicos: los proyectos educativos integrales comunitarios y la escuela de padres.

2.5.1 Proyecto Educativo Integral Comunitario (PEIC)

Según Pachano (2004) es un plan de trabajo de relativa importancia que busca dar solución a una problemática o las necesidades con el fin de favorecer el proceso de enseñanza aprendizaje, en cuya planificación y ejecución, deben participar e involucrarse el mayor número de personas de la comunidad en la cual se encuentra ubicada una institución educativa determinada.

En otras palabras, el PEIC es un proceso de construcción, que parte de la realidad del entorno social, orientado hacia la búsqueda de un nuevo modelo de sociedad, en el cual se otorga un papel protagónico a la institución escolar, la familia y la comunidad como factores fundamentales.

En esa línea de pensamiento, la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas (AVEC, 2005) señala que el PEIC permite lograr mejores resultados académicos y resolver directamente problemáticas ligadas con el aprendizaje; contribuye a cualificar la organización institucional, en aspectos, tales como las formas de comunicación, los procedimientos, las tomas de decisión, la aplicación de las normas de convivencia; exige de la educación una tarea protagónica en la formación de valores para avanzar hacia un nuevo hombre, comprometido con la transformación social del entorno donde se desenvuelve.

Ahora bien, El PEIC surge para dar respuesta a lo expresado en la Carta Magna, la cual sustenta una política de Estado donde se plantea la formación de un (a) ciudadano (a) con principios, virtudes, valores de cooperación, solidaridad, convivencia, unidad e integración, que garanticen la dignidad y el bienestar, tanto individual como colectivo, así como orientar, consolidar el proceso de transformación de los diferentes sectores involucrados en el desarrollo económico, social de la nación.

Por tanto, el PEIC se constituye en el escenario de la institución educativa, el cual tiene como fundamento la formación integral del sujeto-ciudadano, como artífice de su propio desarrollo, en el contexto de una democracia participativa, protagónica con equidad social. En ese sentido, plantea una nueva escuela comunitaria, donde trasciende la participación, como consenso hacia la humanización de la corresponsabilidad y solidaridad de todos los actores involucrados en el quehacer educativo para lograr el bienestar social, mediante la discusión, la reflexión y el diálogo.

Desde esa perspectiva, el PEIC, es esencial para el desarrollo de la planificación educativa en el Sistema Educativo Bolivariano, la cual es definida por el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE, 2007) como:

…un proceso continuo y sistémico de construcción colectiva, en el cual participan e involucionan todas las personas que interactúan y hacen vida en la escuela (miembros de la comunidad educativa: directivo, docentes, estudiantes, administrativos, obreros, miembros del Consejo Comunal) para determinar los fines de la escuela y su concreción pedagógica (…), con el propósito de organizar, diseñar, implementar, direccionar, coordinar, evaluar y sistematizar acciones y actividades que permitan el desarrollo del proceso de aprendizaje garantizando la transformación y la apertura de la comunidad en el quehacer de la escuela al proyectar su acción social y pedagógica en el proceso de formación de la ciudadanía, así como la consolidación de una educación liberadora y emancipadora. (p.1)

De acuerdo a lo antes señalado, el PEIC es la base de la nueva planificación educativa donde deben involucrarse todos los actores educativos, por cuanto éstos son los beneficiarios del proceso educativo escolarizado, al ser sus hijos o representados sujetos del derecho a la educación. Por tanto, es indispensable considerar a los padres/representantes como actores comprometidos en la vida escolar, así como en las gestiones de apoyo al desarrollo de actividades que coadyuven pertinentemente al logro de una educación de calidad. En ese contexto, señala el MPPE (ob. cit.):

La escuela se erige en un centro del quehacer teórico-práctico, integrado a las características sociales, culturales y reales del entorno; en el cual los actores sociales inherentes al hecho educativo dialogan, reflexionan y discuten sobre el sentir, el hacer y los saberes acumulados para construir conocimientos más elaborados que den respuesta a la comunidad y su desarrollo (p.11)

En relación a lo anterior, puede inferirse que para la implementación del PEIC, la comunidad de padres y representantes es esencial, pues su participación se convierte en elemento fundamental para la promoción y gestión de soluciones a problemas de su competencia, por cuanto en la escuela debe converger toda la actividad de la comunidad, convirtiéndola en centro de su quehacer.

El PEIC se plantea con un enfoque humanista social, a ser desarrollado en los diferentes subsistemas educativos venezolanos, asumido como un proceso en permanente construcción colectiva, donde la institución escolar adquiere un papel protagónico al considerarla como núcleo organizacional que responde, desde sus fortalezas como agente de cambio en los procesos sociales quienes condicionan su desarrollo.

Dentro de ese contexto, el nuevo modelo educativo parte de la convicción de que las transformaciones en materia educativa se inscriben en la participación de todos los actores del proceso, fundamentalmente en la materialización de esfuerzos de articulación entre voluntades plurales que requieren del debate siempre abierto, sin verdades absolutas ni respuestas categóricas, en continua reflexión sobre las cuestiones sociales, políticas, culturales, institucionales y conceptuales que se ponen en juego.

De allí que el Sistema Educativo Venezolano, asuma el PEIC como experiencia investigativa, lo cual se traduce de manera operativa en la construcción del saber como un proceso colectivo que busca identificar las limitaciones y fortalezas de la institución, así como de la comunidad. Por tanto, implica superar las dificultades, lograr la integración escuela-comunidad y propiciar espacios de aprendizaje donde el estudiante logre el desarrollo pleno de la conciencia humana, en correspondencia crítica con las exigencias del mundo globalizado, dentro de los ideales de paz, justicia social, libertad, autonomía, soberanía, que son los grandes ideales de la educación actual.

2.5.2 Escuela de Padres

Para Fresnillo y otros (2009), la escuela de padres es un espacio de información, formación, reflexión dirigido a padres/madres, sobre aspectos relacionados con las funciones parentales. Es un recurso de apoyo a las familias con menores para que puedan desarrollar adecuadamente sus funciones educativas y socializadoras, superando situaciones de necesidad, así como de riesgo social.

La escuela de padres, señalan los autores pretende afrontar, un objetivo fundamental:

– El desarrollo personal de los hijos mediante el ofrecimiento a los padres de información y conocimientos básicos sobre diferentes temas, con el propósito de proporcionarles una mayor capacitación para ejercer su función, facilitándoles además, más recursos educativos y formativos para promover en sus hijos actitudes, valores, habilidades personales y sociales sanas las cuales les permitan afrontar, de manera responsable, la realidad de su vida.

Ahora bien, según González (2007), la Escuela de Padres es:

Una estrategia activa y dinámica, donde se incorporan a los padres o representantes a todo el quehacer educativo de sus representados, para cumplir objetivos legales, educativos, así como formativos de las partes comprometidas dentro de la dialéctica: institución-niños-jóvenes-padres-comunidad. (p. 8)

De la definición anterior, se concibe la escuela de padres como un proceso de aprendizaje de conocimientos y actitudes importantes para complementar la formación sociocultural de los padres, la cual les permita responder en una situación determinada.

En esa línea de pensamiento, Ramos (2009), le asigna a la Escuela de Padres los siguientes objetivos:

Objetivos generales: la Escuela de Padres presenta tres objetivos generales fundamentales: a) académicos, pues se basa en la adquisición de conocimientos; b) grupales, al permitir la comunicación de experiencias propias y sentimientos: c) crecimiento grupal como medio para la obtención del aprendizaje; d) proselitista, propicia la defensa de ideas e instituciones.

Objetivos específicos: los cuales se basan en: a) campo de conocimientos, para saber más, tener relación con los hijos; b) campo de actividades, permiten analizas las propias actitudes para mejorarlas, cambiarlas, ayudando de esta manera a los hijos; c) aprendizaje en grupo, donde se intercambian ideas, sentimientos con otros padres, aprender de los demás, analizar la utilidad personal; d) cambio personal, en el cual se analizan relaciones positivas con los hijos; e) acciones paralelas, conformadas por grupos participativos, así como el desarrollo para dirigir la escuela de padres. (p.33)

De acuerdo con los objetivos antes presentados, se infiere que la escuela de padres es un programa esencial para promover la integración escuela-comunidad en los centros de educación inicial, pues propicia la incorporación de padres y madres al proceso de aprendizaje de los y las infantes, además de posibilitar su participación en la solución de los problemas relacionados con el mismo.

En ese marco de ideas, Uzcátegui y Quiva (2005) definen la escuela de padres como un proceso sistemático, progresivo de educación continua, que ofrece a la familia elementos, medios, los cuales le permiten asumir, en forma consciente, responsable, su vocación, así como su misión de educar integralmente a los hijos.

Desde otra perspectiva, Durán y otros (2004) plantean que la escuela de padres pretende los siguientes objetivos:

– Ofrecer a los padres la información y conocimientos básicos sobre diferentes temas, con el objetivo de proporcionarles una mayor capacitación para ejercer su función.

– Facilitar más recursos educativos y formativos para promover en los alumnos actitudes, valores, habilidades personales y sociales sanas que les permitan afrontar de manera responsable la realidad de su vida.

– Promover el intercambio de experiencias entre los padres asistentes.

– Propiciar espacios de reflexión sobre situaciones cotidianas y sobre criterios básicos de funcionamiento del grupo familiar.

– Favorecer la comunicación en el grupo familiar y con el entorno comunitario, facilitando la creación de redes sociales.

– Promover la participación consciente y activa de los miembros del grupo en el proceso de enseñanza-aprendizaje desde los distintos roles.

Por lo antes expuesto, se considera la Escuela de Padres como un factor fundamental en la promoción de la integración escuela-comunidad, por cuanto incorpora a la familia al proceso de enseñanza aprendizaje de sus representados, además de brindarle orientación acerca de diferentes temas referidos a la formación de sus hijos, los cuales pueden contribuir en su desarrollo biopsicosocial.

CAPÍTULO III

Marco metodológico

En este capítulo se detallan los aspectos relacionados con la metodología que se utilizó en el desarrollo de la investigación, conformada por tipo y diseño de la investigación, así como el procedimiento seguido durante su desarrollo.

3.1 Tipo y Diseño de la Investigación

La presente investigación fue de tipo documental, por cuanto se basa en una revisión crítica del estado del conocimiento referido a las estrategias aplicadas por el director para la integración escuela-comunidad, sustentándose en lo expresado por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2011) quien señala: "Se entiende por Investigación Documental, el estudio de problemas con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su naturaleza, con apoyo, principalmente, en trabajos previos, información y datos divulgados por medios impresos, audiovisuales o electrónicos" (p.20).

Para ello se sustentó en un diseño bibliográfico el cual se fundamenta en una revisión profunda del material documental para llegar a un análisis del fenómeno referido a las estrategias aplicadas por el director para la integración escuela-comunidad. Al respecto, Balestrini (2006) expresa: "en los diseños bibliográficos, los datos se obtienen a partir de la aplicación de las técnicas documentales, en los informes de otras investigaciones donde se recolectaron esos datos, y/o a través de las diversas fuentes documentales".

Para la presente investigación se utilizó el método analítico, el cual según el Manual USM (2012) sirvió como guía para la ejecución del trabajo. Es decir, son aquellos métodos que se emplean cuando los datos han sido recolectados en otras investigaciones y son conocidos mediante los informes correspondientes a datos secundarios obtenidos por otros, elaborados y procesados de acuerdo con los fines de quienes los manejaron.

En ese sentido, Palella y Martins (2006) define el método analítico como aquel que "se emplea para definir las clases y tipos de medición u observaciones para analizar los datos de una investigación" (p.90). Es decir, se utilizó el método analítico, pues se seleccionaron los aportes teóricos obtenidos de diversos autores e investigaciones previas, y, con base en ellos, se elaboró el marco teórico del estudio.

Desde esa perspectiva, Balestrini (2006) señala con relación al método analítico:

Son los que centran su atención en…el análisis de la diversidad de fuentes documentales existentes, donde los hechos han dejado huellas; y demandan la incorporación de una serie de técnicas y protocolos instrumentales muy específicos… es un área básica donde se ha de coincidir, independientemente del tipo de investigación que se realice y de la implicación que ésta tenga con una rama de conocimiento específica. (p.146)

De acuerdo con la definición anterior, esta investigación se consideró analítica porque constituyó un análisis de diversas fuentes secundarias existentes sobre la temática de la misma, al cual la autora aportó su percepción personal sobre la misma, conformando un corpus teórico que ofreció elementos teóricos ubicados dentro del campo de la gerencia educativa.

Asimismo, Méndez (2009) señala que el método analítico consiste en obtener el conocimiento de la realidad a partir de la identificación de las partes de las partes que conforman un todo o como resultado de ir aumentando el conocimiento de la realidad.

Ahora bien, para el desarrollo de la investigación se consideró el uso de fuentes secundarias, definidas por Bellorín y Rivas (2004) como "aquellas que contienen datos que han sido reelaborados, analizados, sintetizados por otros, proporcionando indirectamente información sobre los hechos, tales como las obras de referencia, compendios, revistas de resúmenes, traducciones, etc." (p.126)

Estas fuentes también se denominan de segunda mano, dado que la información ha pasado por un proceso de reelaboración a través de intermediarios. Al respecto, Arias (2006) las fuentes o datos secundarios son "los obtenidos y registrados por otros investigadores en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas". (p.27)

De acuerdo con lo anterior, puede decirse que las fuentes utilizadas para el desarrollo de esta investigación se ubican dentro de las secundarias impresas, por cuanto se consultaron investigaciones, libros, compendios referidos tanto a la gerencia educativa como a las variables propuestas.

De igual forma, Méndez (2009) define las fuentes secundarias como toda "información escrita que ha sido recopilada y transcrita por personas que han recibido tal información a través de otras fuentes escritas o por un participante en un suceso o acontecimiento" (p.248)

En ese sentido, la presente investigación se sustentó en fuentes secundarias tomadas de textos, revistas, documentos y otras investigaciones relacionadas con las variables propuestas. Dentro de ese contexto, se utilizó la técnica del fichaje definida por Bellorín y Rivas (2004) como aquella que "consiste en un conjunto de procedimientos metodológicos para la recolección, de manera organizada, de los materiales necesarios para el desarrollo del tema que nos hemos planteado". (p.140)

De acuerdo con la definición anterior, la técnica del fichaje consiste en un procedimiento basado en la toma de notas a través de la elaboración de fichas de investigación. Al respecto, Montero y Hochman (s/f) explican: "El fichaje constituye una técnica que permite acumular datos, recoger ideas y organizarlo todo en un fichero" (p.22)

En otras palabras, la técnica del fichaje se utiliza en todas las investigaciones como elemento fundamental para la recolección y organización de los elementos teóricos que posteriormente permitirán el desarrollo del tema planteado en la investigación.

3.2 Procedimiento

El procedimiento constituye una fase complementaria, mecánica, la cual puede llevarse a cabo en forma manual o computarizada. Iniciándose con la revisión de fuentes de información del material bibliográfico relacionado con la investigación y estudios anteriores. Luego de realizar la identificación y descripción del objeto de estudio seleccionado para desarrollar la presente investigación, la cual por ser documental estuvo conformada por una (1) etapa, desglosada en tres (3) fases:

1. Ubicación, Selección y Extracción de la Información: Se ubicó, discriminó, seleccionó las fuentes de información, tanto documentales como bibliográficas.

2. Procesamiento de datos: Las fuentes de información fueron consultadas, analizadas, para obtener el marco teórico que fundamentó el estudio, así como obtener los indicadores de las variables de estudio.

3. Estructuración y elaboración del marco teórico: Las fuentes de información, luego se su análisis, fueron organizadas de acuerdo con lo planteado en el Manual USM (2012), conformado por los Antecedentes relacionados con la Investigación y el Esquema General de las Variables.

Partes: 1, 2, 3
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