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Educación física y psicomotricidad: un binomio interesante


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

RESUMEN

Las constataciones teóricas denotan que la Educación Preescolar es el pilar de la educación y que la Educación Física es un componente históricamente fundamentado con una importancia trascendental para el desarrollo motor y la adquisición de las habilidades motrices básicas, parte imprescindible del ser humano por su influencia en el desarrollo integral de la personalidad.

INTRODUCCIÓN

La educación ha constituido una de las principales tareas de la revolución cubana, desde sus inicios se ha empeñado en este importante frente de la construcción socialista, caracterizado por un constante y creciente esfuerzo dirigido a borrar las huellas que la dominación imperialista dejó en esta esfera de la sociedad; en la actualidad se ha logrado un altísimo nivel de desarrollo en la atención a los menores de seis años, que, sin ser aún el óptimo al que se aspira, puede considerarse como uno de los países más avanzado en este sentido, exhibiendo con orgullo el lugar que ocupa la niñez en los esfuerzos constructivos del pueblo y del estado. No hay comparación posible con el pasado colonial y neocolonial de la isla; puede decirse con absoluta propiedad que la Educación Preescolar comenzó en Cuba a partir del primero de enero del año 1959, con el glorioso triunfo de la Revolución y que se hizo cada vez más sólida y científica con la ayuda del campo socialista.

En Cuba se ha garantizado el derecho de todos los ciudadanos a la educación desde la más temprana infancia. Precisamente, uno de los logros más significativos del sistema educacional es la atención que se le brinda a la niña y el niño de cero a seis años, que hoy garantiza una cobertura de atención desde el momento de la concepción a casi el 100% de la población infantil, mediante el programa "Educa a tu Hijo", cuyos resultados, son reconocidos en la arena internacional. Este programa se ha diseñado teniendo en cuenta los períodos sensitivos y las características pedagógicas y psicológicas de las niñas y los niños en cada una de las edades, por lo que en su elaboración se ha tomado en consideración los logros que deben alcanzar los pequeños en cada año de vida, y el papel insustituible de la familia en la estimulación del desarrollo, de manera que su propósito fundamental radica en la preparación de la familia, para que el proceso educativo que transcurre en las condiciones del hogar, adquiera un carácter consciente en función de las principales adquisiciones para cada período del desarrollo ontogenético.

De esta manera, la situación de Cuba con respecto a otros países de América Latina, es ventajosa pues las propias condiciones económicas del neoliberalismo limitan la atención educativa a las niñas y niños comprendidos en la edad preescolar, puede incluso decirse, que cada niña y niño que nace está endeudado, ello determina que el presupuesto que se pueda dedicar a este propósito siempre se vea limitado.

En el segundo congreso del PCC se destacó en el acápite relacionado con la política educacional, lo siguiente; "la educación de las edades tempranas y preescolar constituyen un período decisivo en la formación de las nuevas generaciones a la cual se ha dedicado especial atención con resultados satisfactorios" (1980 p. 20)

Debemos pensar en las niñas y niños de hoy, que son el pueblo de mañana, hay que cuidarlos y velar por ellos como pilares con que se funde otra obra verdaderamente útil. Hay que pensar en ellos más que en nosotros, la tarea de esta generación, es crear para el futuro. (Castro, Fidel, 1992).

Justamente, cuando cultura, desarrollo y sociedad asumen un papel rector en el desarrollo del concepto Revolución, son las niñas, los niños y jóvenes los que, por encargo social, tienen la responsabilidad de materializar los hechos que marcan la historia del país.

La introducción en nuestras instituciones del programa de Educación Física, permite el desarrollo de cualidades y valores morales como las emociones, sentimientos, relaciones interpersonales y normas de comportamiento; también permite el conocimiento del mundo de los objetos, las relaciones espaciales, la expresión corporal, oral y el juego, además, la práctica sistemática de los ejercicios físicos efectuados correctamente contribuye favorablemente a la creación de hábitos y habilidades motrices, al fortalecimiento de la salud, a elevar la capacidad de rendimiento y al mismo tiempo al desarrollo multilateral, armónico de la personalidad; le proporciona al pequeño alegría, satisfacción al relacionarse con otras niñas, niños y adultos, a regular la conducta, a sentirse útil, cooperar con los demás, planificando y organizando juegos.

Por eso expresamos que el mismo se caracteriza por la realización sistemática de acciones motrices variadas, enriquecidas por la propia iniciativa, un mayor nivel de independencia y la participación activa de la niña y el niño en la organización de la actividad, en armonía con la acción colectiva, mediante los ejercicios físicos.

La etapa preescolar del desarrollo (cero a seis años) se caracteriza por grandes cambios en el desarrollo motor. Es la etapa de la adquisición de las habilidades motrices básicas: caminar, correr, saltar, escalar, trepar, cuadrupedia, reptación, lanzar y capturar. Estas habilidades motrices no solo aparecen por efectos de la maduración biológica, sino también de la actividad práctica con el medio que lo rodea. La motricidad de la niña y el niño, refleja todos sus movimientos y determina el comportamiento motor, manifestada por medio de las habilidades motrices básicas señaladas anteriormente. Algunos autores plantean que la motricidad no es la simple descripción de conductas motrices y la forma en que los movimientos evolucionan, sino también los procesos que sustentan los cambios que se producen en el desarrollo de la conducta. Según (R. Rigal; Paoletti y Pottman).

Al ingresar la niña y el niño en alguna institución educacional, entra en contacto con sus primeras experiencias educativas fuera del hogar, las que junto a las recibidas en la familia, desempeñarán un papel trascendental en su vida, pues irán configurándolo como una personalidad equilibrada, segura de sí misma, creativa, auto controlada; siempre que las relaciones entre la educación que recibe en el hogar y las que recibe en la escuela no estén afectadas. El perfeccionamiento del proceso de integración del trabajo en la comunidad, ha potenciado que jueguen un rol significativo, como guías o protagonistas de este proceso. De modo que se hace necesario perfeccionar las formas de enseñar y aprender elementos relacionados con la actividad física.

DESARROLLO

FUNDAMENTOS TEÓRICOS RELACIONADOS CON LA PSICOMOTRICIDAD Y SUS PARTICULARIDADES EN LA MOTRICIDAD FINA.

La Educación Física contemporánea tiene un carácter primordialmente humanista dirigida a la satisfacción de las necesidades de los educandos y acorde con sus posibilidades reales y como una tendencia o corriente pedagógica, en su contexto, surge la psicomotricidad.

Para llegar a conocer y comprender cuales son los elementos básicos de la psicomotricidad, se debe comenzar analizando que es la psicomotricidad. Llegar a entender el cuerpo humano de una manera global, ya que la psicomotricidad es un planteamiento global de la persona, que puede ser entendida como una función del ser humano que sintetiza psiquismo y motricidad con el fin de permitir al individuo adaptarse de manera flexible y armoniosa al medio que lo rodea. A lo largo del desarrollo de esta investigación se analizarán algunos de los elementos básicos de la psicomotricidad y sus particularidades en la motricidad fina, debido a que su conocimiento y su práctica pueden ayudarnos a comprender y mejorar nuestras relaciones con nosotros mismos, con los objetos y con las personas que nos rodean. Además las similitudes y diferencias que existen entre la psicomotricidad y la Educación Física.

El concepto de psicomotricidad surge, a principios de siglo XVIII, vinculado a la patología para destacar la estrecha relación entre lo psicológico (psico) y la forma de manifestarse (motricidad). En los años setenta la psicomotricidad accede al ámbito educativo y por sus orígenes, vinculada a la Educación Especial, para luego generalizarse hacia la Educación Preescolar y Primaria, ya que en estas etapas las niñas y los niños parten de la globalidad hacia el descubrimiento propio para, a través del mundo que los rodea, llegar a la etapa de la operatividad con la adquisición de los conceptos externos a él. Diferentes investigadores han contribuido a conformar una definición, entre los que se destacan.

La psicomotricidad: es la técnica o conjunto de técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo, para estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y su expresión simbólica. El objetivo, por consiguiente, de la psicomotricidad es aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno. Según (Gabriela Núñez y Fernández Vidal 1994)

La psicomotricidad: es un enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etcétera. Según (Bervezo 1995).

La psicomotricidad: es una disciplina, educativa/reeducativa/terapéutica concebida como diálogo, que considera al ser humano como una unidad psicosomática y que actúa sobre su totalidad por medio del cuerpo y del movimiento, en el ámbito de una relación cálida y descentrada, mediante métodos activos de mediación principalmente corporal, con el fin de contribuir a su desarrollo integral. Según (Muniáin 1997).

La psicomotricidad: indica interacción entre las funciones neuromotrices y las funciones psíquicas en el ser humano, por lo que el movimiento no es sólo una actividad motriz, sino también una "actividad psíquica consciente provocada por determinadas situaciones motrices". Según (García Núñez y Fernández 1996).

La psicomotricidad: puede ser definida como el pensamiento hecho acto (…) el pensar llevado a la acción, este término integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices en la capacidad de ser y expresarse en un contexto psicosocial. Según (Contardo C, 1998).

Compartimos el criterio de este autor, ya que tiene en cuenta, además de lo cognitivo y emocional, el medio social en que se desarrolla el individuo.

La psicomotricidad: es la disciplina que estudia al hombre basado en una visión integradora de la persona, desde su articulación ínter sistemática, y descodificando el campo de significaciones que el cuerpo y el movimiento generan y que va en su capacidad de ser y expresarse en un contexto psicosocial. http://teleline.terra.es

Se puede decir que en la actualidad, la labor práctica de esta disciplina se centra en la construcción de la personalidad con un enfoque ecológico-sistémico, sobre la base de una visión humana integral. En la práctica, esto se traduce, en crear situaciones con vivencias significativas, que estimulen a adaptarse activamente al entono. En otras palabras, hay que preparar situaciones de movimiento atractivas para la niña y el niño. Según (S. Hernández Arma. 2003, p 14).

La psicomotricidad tiene su reflejo en la actividad programada de Educación Física a través de una acción educativa que tiene en cuenta el desarrollo psicobiológico de la niña y el niño, considerándolo como una unidad que pretende lograr objetivos como: la normalización y mejora del comportamiento general para facilitar el aprendizaje de los preescolares y la participación activa en el proceso de readaptación no terapéutica. Según (K. Miedzinski. 2000, p 25).

Componentes de la Psicomotricidad.

La tonicidad: tiene un papel fundamental en el desarrollo motor e igualmente en el desarrollo psicológico como aseguraron los trabajos de (H. Wallon, 1996).

Toda la motricidad necesita del soporte de la tonicidad, es decir de un estado de tensión activa y permanente; el estudio del tono supone múltiples problemas, en la medida en que es extremadamente difícil distinguir a partir de que movimiento el desplazamiento de un segmento corporal, sobre el que actúan los músculos, corresponde a una simple variación tónica o a un movimiento real. Según (Ajuria Guerra, 1978)

El equilibrio: es la capacidad de asumir y sostener cualquier posición del cuerpo contra la ley de gravedad; es uno de los componentes perceptivos específicos de la motricidad y se va desarrollando a medida que evolucionamos.

Se puede decir que el equilibrio constituye un paso esencial del desarrollo psiconeurológico de la niña y el niño, luego un paso clave para todas las acciones coordinadas e intencionadas, que en el fondo son los apoyos de los procesos humanos del aprendizaje. (Da Fonseca V. 1998, p154)

Las actividades posturales y motoras preceden a las actividades mentales, después actúan conjuntamente, hasta que mas tarde la actividad motora se subordina a la actividad mental. De la motricidad a la psicomotricidad y finalmente de la psicomotricidad a la motricidad. (Da Fonseca V. 1998, p 173)

La lateralidad: es el predominio motriz de los segmentos derecho o izquierdo del cuerpo. Preferencia espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o izquierdo del cuerpo, como los brazos, las piernas. Analizada por (Le Boulch, 1998)

La lateralidad es encargada de otorgar el primer parámetro referencial para tener conciencia de nuestro cuerpo en el espacio. La misma va a estar determinada por la dominancia hemisférica del cerebro.

La lateralidad es dominio funcional de un lado del cuerpo sobre otro y se manifiesta en la preferencia de servirnos selectivamente de un miembro determinado (mano, pie, ojo, oído) para realizar actividades concretas.

Para conocer de manera más específica el significado de la psicomotricidad, resulta necesario conocer que es el esquema corporal. Este puede entenderse como una organización de todas las sensaciones relativas al propio cuerpo, en relación con los datos del mundo exterior, consiste en una representación del propio cuerpo, de sus segmentos, de sus límites y posibilidades de acción.

El esquema corporal constituye pues, un patrón al cual se refieren las percepciones de posición y colocación (información espacial del propio cuerpo) y las intenciones motrices (realización del gesto) poniéndolas en correspondencia. La conciencia del cuerpo permite elaborar voluntariamente el gesto antes de su ejecución, pudiendo controlar y corregir los movimientos. Es importante destacar que el esquema corporal se enriquece con nuevas experiencias, y que incluye el conocimiento y conciencia que se tiene de sí mismo, es decir:

  • Los límites en el espacio (morfología).

  • Las posibilidades motrices (rapidez y agilidad.).

  • Las posibilidades de expresión a través del cuerpo (actitudes y mímicas).

  • Las percepciones de las diferentes partes de nuestro cuerpo.

  • El conocimiento verbal de los diferentes elementos corporales.

  • Las posibilidades de representación que tenemos de nuestro cuerpo (desde el punto de vista mental o desde el punto de vista gráfico).

Los elementos fundamentales y necesarios para una correcta elaboración del esquema corporal son: la actividad tónica, el equilibrio y conciencia corporal.

Actividad tónica: la actividad tónica consiste en un estado permanente de ligera contracción en el cual se encuentran los músculos estriados. La finalidad de esta situación es la de servir de telón de fondo a las actividades motrices y posturales. Según (Stamback, 1979).

Para la realización de cualquier movimiento o acción corporal, es preciso la participación de los músculos del cuerpo, hace falta que unos se activen o aumenten su tensión y otros se inhiban o relajen su tensión. La ejecución de un acto motor voluntario, es imposible si no se tiene control sobre la tensión de los músculos que intervienen en los movimientos.

La actividad tónica es necesaria para realizar cualquier movimiento y está regulada por el sistema nervioso. Se necesita un aprendizaje para adaptar los movimientos voluntarios al objetivo que se pretende. Sin esta adaptación no se podría actuar sobre el mundo exterior y el desarrollo psíquico se vería seriamente afectado, debido a que, en gran medida, depende de la actividad que se realiza sobre el entorno y la manipulación de los objetos como punto de partida para la aparición de procesos superiores.

La actividad tónica proporciona sensaciones que inciden fundamentalmente en la construcción del esquema corporal. La conciencia del cuerpo y de su control depende de un correcto funcionamiento y dominio de la tonicidad.

La actividad tónica está estrechamente unida con los procesos de atención, de tal manera que existe una estrecha interrelación entre la actividad tónica muscular y la actividad tónica cerebral. Por tanto, al intervenir sobre el control de la tonicidad se interviene también sobre el control de los procesos de atención, imprescindibles para cualquier aprendizaje. Así mismo, a través de la formación reticular, y dada la relación entre ésta y los sistemas de reactividad emocional, la tonicidad muscular está muy relacionada con el campo de las emociones y de la personalidad, con la forma característica de reaccionar del individuo. Existe una regulación recíproca en el campo tónico-emocional y afectivo-situacional. Por ello, las tensiones psíquicas se expresan siempre en tensiones musculares. Para la psicomotricidad resulta interesante la posibilidad de hacer reversible la equivalencia y poder trabajar con la tensión/relajación muscular para provocar aumento/disminución de la tensión emocional de las personas.

Para desarrollar el control de la tonicidad se pueden realizar actividades que tiendan a proporcionar a la niña y el niño el máximo de sensaciones posibles de su propio cuerpo, en diversas posiciones (de pie, sentado, reptando, a gatas), en actitudes estáticas o dinámicas (desplazamientos) y con diversos grados de dificultad que le exijan adoptar diversos niveles de tensión muscular.

Se debe tener en cuenta que el desarrollo del control tónico está íntimamente ligado al desarrollo del control postural, por lo que ambos aspectos se deben trabajar paralelamente.

Equilibrio: referirse al equilibrio del ser humano remite a la concepción global de las relaciones ser-mundo. El equilibrio-postural-humano es el resultado de distintas integraciones sensorio-perceptivo-motrices que (al menos en una buena medida) conducen al aprendizaje en general y al aprendizaje propio de la especie humana en particular, y que, a su vez, puede convertirse, si existen fallos, en obstáculo más o menos importante, más o menos significativo, para esos logros.

El sentido del equilibrio o capacidad de orientar correctamente el cuerpo en el espacio, se consigue a través de una ordenada relación entre el esquema corporal y el mundo exterior. El equilibrio es un estado por el cual una persona, puede mantener una actividad o un gesto, quedar inmóvil o lanzar su cuerpo en el espacio, utilizando la gravedad o resistiéndola.

El equilibrio requiere de la integración de dos estructuras complejas:

El propio cuerpo y su relación espacial.

Estructura espacial y temporal, que facilita el acceso al mundo de los objetos y las relaciones.

Conciencia corporal: la conciencia corporal es el medio fundamental para cambiar y modificar las respuestas emocionales y motoras. Aunque se debe tener en cuenta que se entra en un proceso de retroalimentación, puesto que el movimiento consciente ayuda a incrementar a su vez la conciencia corporal y la relajación.

Para llegar a tener un desarrollo óptimo de la conciencia corporal se deben de tener en cuenta los siguientes aspectos: tomar conciencia del cuerpo como elemento expresivo y vivenciado. Conocer, desarrollar y experimentar los elementos de la expresión: espacio, tiempo y movimiento y todas sus combinaciones.

De manera general se puede decir que con un adecuado desarrollo de estos tres importantes elementos de la psicomotricidad no sólo se logrará un buen control del cuerpo, sino que también brindará la oportunidad de desarrollar diversos aspectos en el ser humano, tales como las emociones, el aprendizaje, sentimientos y miedos.

El desarrollo físico en estos tiempos ha tenido connotación en todas las esferas de acción de la sociedad, actualmente la Educación Física lleva el papel fundamental en la educación de capacidades, hábitos y habilidades motrices para los preescolares.Algunos autores como Wallón, Ajuriaguerra, Le Boulch, Vigotsky, Piaget y Froebel expresan en sus teorías el significado de la motricidad y la importancia que esta tiene en el desarrollo de la personalidad de la niña y el niño.

El papel que las acciones motrices tienen en el desarrollo cognitivo, al plantear que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de la niña y el niño, demostró que las actividades sensoriomotrices de los primeros años de la evolución infantil son la base y el punto de partida de las elaboraciones posteriores del desarrollo cognoscitivo; encuentra que la fuente de todo progreso radica en la acción y señaló, que, para que la inteligencia de una niña o un niño se desarrolle, este debe mantenerse activo en un medio propicio para ello. (Jean Piaget).

Expresa que la motricidad participa en los primeros años en la elaboración de todas las funciones psicológicas, sus trabajos demuestran la importancia del movimiento en el desarrollo evolutivo de la niña y el niño, por medio de su enfoque de "unidad funcional de la persona", encuentra el íntimo entrelazamiento existente entre las funciones motrices y las psíquicas. (Henry Wallon)

La motricidad, se define de diversas maneras: no es la simple descripción de conductas motrices y la forma en que los movimientos se modifican, sino también los procesos que sustentan los cambios que se producen en dicha conducta. (Rigal, Paolette y Pottman, Internet) (Pentón Hernández, Belkis. 2008, Internet).

La motricidad: refleja todos los movimientos del ser humano. Estos movimientos determinan el comportamiento motor de las niñas y niños de cero a seis años que se manifiesta por medio de habilidades motrices básicas que expresan a su vez los movimientos naturales del hombre. (Catalina González 1998) op. cit (Belkis Pentón Internet).

La autora comparte el concepto dado por Catalina González ya que tiene en cuenta el comportamiento motor de las niñas y los niños de cero a seis años en estrecha correspondencia con la muestra objeto de estudio. En los diferentes conceptos de motricidad se considera de importancia la modificación de los movimientos del ser humano y el comportamiento motor. El desarrollo de la motricidad en los infantes depende por una parte del conjunto de experiencias perceptivas cognoscitivas y socio afectivas alcanzados por el desarrollo y madurez física de los músculos que intervienen. Pero al hablar de motricidad se hace necesario abordar además la motricidad fina.

La motricidad fina: es el tipo de motricidad que permite hacer movimientos pequeños y muy precisos. Se ubica en la Tercera Unidad funcional del cerebro, donde se interpretan emociones y sentimientos (unidad efectora por excelencia, siendo la unidad de programación, regulación y verificación de la actividad mental) localizada en el lóbulo frontal y en la región pre-central. Es compleja y exige la participación de muchas áreas corticales, hace referencia a la coordinación de las funciones neurológicas, esqueléticas y musculares utilizadas para producir movimientos precisos. El desarrollo del control de la motricidad fina es el proceso de refinamiento del control de la motricidad gruesa y se desarrolla a medida que el sistema neurológico madura. La motricidad fina, implica precisión, eficacia, economía, armonía y acción, lo que podemos llamar movimientos dotados de sentido útil, y es lo que hace la gran diferencia entre el hombre y los animales. También puede definirse como las acciones del ser humano en cuya realización se relaciona la intervención del ojo, la mano, los dedos en interacción con el medio, aunque no es exclusiva de la mano, donde además se incluyen los pies y los dedos, la cara con referencia a la lengua y los labios.

La evolución y desarrollo de la motricidad fina va manifestando un subyacente control motor más refinado y una mayor capacidad de procesar la información visual. Estos niveles en el desarrollo de la motricidad fina se alcanzan en íntima relación con el desarrollo del pensamiento que van desde las acciones de orientación externa (agarre, manipulación), hasta el lenguaje escrito: momento cualitativamente superior en el desarrollo de la psiquis que sólo se alcanza para la edad escolar.

La exposición que se realiza se centra en la motricidad fina de la pinza digital. Desde esta motricidad fina, se tratará lo referente a la ejecución de movimientos relacionados con el movimiento de las manos.

La motricidad fina, micro-motricidad o motricidad de la pinza digital tiene relación con la habilidad motriz de las manos y los dedos. Es la movilidad de las manos centrada en tareas como el manejo de las cosas; orientada a la capacidad motora para la manipulación de los objetos, para la creación de nuevas figuras y formas, y el perfeccionamiento de la habilidad manual.

La motricidad fina: es la acción de pequeños grupos musculares de la cara y los pies. Movimientos precisos de las manos, cara y los pies. (Pentón Hernández, 1998)

La motricidad fina: se refiere a los movimientos de la pinza digital y pequeños movimientos de la mano y muñeca. La adquisición de la pinza digital así como de una mejor coordinación óculo manual (la coordinación de la mano y el ojo) constituyen uno de los objetivos principales para la adquisición de habilidades de la motricidad fina. (Da Fonseca, Víctor, 1998)

La autora comparte el anterior criterio ya que tiene en cuenta la coordinación óculo-manual para el desarrollo de habilidades en el movimiento de las manos.

Es el desarrollo de la motricidad fina, el resultado de los logros alcanzados por la niñas y el niño en el dominio de los movimientos finos de la mano, de los pies, la coordinación óculo-manual, óculo pedal, la orientación espacial y la lateralidad, bajo la influencia del adulto, quien de manera intencionada o no, le va mostrando los modos de conducta motriz socialmente establecidos, que le permiten a la niña y al niño desarrollar su independencia, realizar acciones cada vez más complejas y perfeccionarlas. Se considera la edad preescolar el momento en el cual la estimulación constituye un determinante del desarrollo por una serie de factores que lo proporcionan: el acelerado crecimiento, el desarrollo de los sistemas sensoriales, del sistema osteomioarticular (la flexibilidad de los músculos y tendones, calcificación de los huesos, presentándose en la mano, en el pie, en la musculatura de la cara diferentes etapas de maduración), la facultad de establecer innumerables conexiones nerviosas temporales, así como el proceso de mielogénesis, que constituyen la base fisiológica que permiten configurar las condiciones para el aprendizaje de las diferentes acciones.

Asociados a estos están los períodos críticos o sensitivos del desarrollo, la infinita capacidad de asimilar la experiencia social trasmitida por el adulto y no menos importante es la propia experiencia individual de la niña y el niño. Como parte del perfeccionamiento del currículo del preescolar cubano en la dimensión del desarrollo de la motricidad, se incluyen contenidos relacionados con el desarrollo de la motricidad fina la cual está dirigida a la necesaria ejercitación y desarrollo de los pequeños grupos musculares de la cara las manos dedos y los pies-dedos, ya que generalmente no reciben la intención directa cuando se realizan el resto de los ejercicios relacionados con la motricidad gruesa, considerando importante el trabajo de los mismos como parte del desarrollo integral de la niña y el niño en esta etapa, lo cual contribuirá a la realización de movimientos cada vez más precisos, en su evolución futura. Los contenidos relacionados con la motricidad fina comienzan a realizarse a partir del tercer mes de nacido teniendo en cuenta el desarrollo y evolución de estos movimientos descritos anteriormente. Estos contenidos se pueden realizar en los horarios de vigilia en el primer año de vida por indicación del adulto o de ser necesario recurrir a la imitación como procedimiento eficaz para lograr el propósito deseado.

CONCLUSIONES

La conceptualización y tratamiento teórico de la psicomotricidad y sus particularidades en la motricidad fina evidentemente permiten sustentar la necesidad de aplicar las actividades programadas propuestas, lo que demuestra la estrecha relación entre la psicomotricidad y las tareas y actividades de la Educación Física y que a fin de cuentas favorecen el aprendizaje exitoso de la lectura y la escritura en los grados iniciales de la Enseñanza Primaria..

BIBLIOGRAFÍA

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Autor:

Lic. Dagmara Góngora Álvarez

Profesora Asistente de la Facultad de Cultura Física y el Deporte "Manuel Fajardo"

Camagüey, Cuba

Enviado por:

Cristian Omar Espinosa