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Ciencia politica: Libertad de los antiguos y modernos

Enviado por roger cornejo


  1. Resumen
  2. Libertad
  3. Democracia
  4. Libertad de los antiguos y de los modernos
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Resumen

El liberalismo "es una concepción del Estado, según la cual el Estado tiene poderes y funciones limitadas, mientras que la" democracia "es una de las muchas formas de gobierno en que el poder está en manos de uno o de unos cuantos, sino de todos o mejor dicho de la mayoría.

Benjamin Constant, abordó el tema: Libertad de los antiguos y modernos; para los antiguos libertad significaba la participación, directa en los asuntos de la república y alrededor de ella el derecho a ser considerado un ciudadano.

La libertad de los modernos, sin embargo, consistía en la independencia individual, garantizada por leyes que protegían el desarrollo autónomo de un sector privado en torno a los derechos individuales, básicos e innegociables.

Uno de los opositores a la posición de Constant, fue Jean-Jacques Rousseau en su libro "El Contrato Social" – "El hombre nace libre pero en todas partes se encuentra encadenado"

ABSTRACT

Liberalism "is a conception of the state, according to which the state has limited powers and functions, while" democracy "is one of the many forms of government in which power is held by one or a few, but all or rather most. Benjamin Constant, addressed the theme: Freedom of ancient and modern; for the former freedom meant participation directly in the affairs of the republic and around it the right to be considered a citizen.

The liberty of the moderns, however, consisted of individual independence, guaranteed by laws protecting the autonomous development of a private sector on the individual, basic and non-negotiable rights.

One of the opponents position Constant, was Jean-Jacques Rousseau in his book "The Social Contract" – "Man is born free but everywhere he is in chains"

PALABRAS CLAVE :

Libertad, Democracia, Antiguos, Modernos

Para tener un concepto claro sobre el tema a desarrollar, primero debo referirme a lo que quiere decir libertad y democracia y seguidamente abordar el tema central que trata sobre la libertad de los antiguos comparada con la libertad de los modernos.

Libertad

Se entiende por libertad a la facultad que tiene una persona para actuar según su propio deseo en el seno de una sociedad organizada y dentro de los límites de reglas definidas, del mismo modo la real academia de la lengua dice que la libertad es una facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.

En otras palabras, aquello que permite al ser humano decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. Pues la libertad implica una clara opción por el bien y el mal, solo desde esta opción se estaría actuando desde la concepción de la Teología.

También la real academia de la lengua, en una quinta definición de libertad, lo define como la facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.

Edmund Burke[1]dijo: "El hombre está capacitado para disfrutar de las libertades civiles en la misma medida en que esté dispuesto a contener sus apetitos, sometiéndolos a algún condicionamiento moral; lo está en la medida en que su amor por la justicia prevalece sobre su rapacidad".

Sobre la libertad se ha dicho y se seguirá diciendo mucho. Se argumenta, por ejemplo, en algunas concepciones, que siendo el hombre libre no lo es del todo pues tiene toda actividad regulada por pautas de conducta que le dicen lo que debe y lo que no debe hacer. A estas se suma la contradicción que sostiene que aun teniendo la conducta regulada por normas existe la disyuntiva de lo que el individuo decide o no decide hacer, otorgándole otra acepción a la palabra libertad, libre albedrío.

Por otro lado, Guillermo Cabanellas de Torres en su Diccionario Jurídico, define a la Libertad, en diferentes aspectos:

Libertad:

"Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos". Justiniano la definía como "la facultad natural de hacer cada uno lo que quiere, salvo impedírselo la fuerza o el Derecho". Las Partidas, inspiradas en el concepto anterior, decían que libertad era "poderío que ha todo hombre naturalmente de hacer lo que quisiese, sólo que fuerza o derecho de ley o de fuero se lo embargue".

Libertad bajo palabra:

La libertad provisional concedida a un procesado sin otra garantía que el compromiso de comparecer cuando sea citado por el juez o tribunal correspondiente.

Libertad en Derecho Civil:

El conjunto de derechos y facultades que, garantizados legalmente, permiten al individuo, como miembro del cuerpo social de un Estado, hacer o no hacer todo lo compatible con el ordenamiento jurídico respectivo.

Libertad Condicional:

Beneficio penitenciario consistente en dejar en libertad a los penados que hayan observado comportamiento adecuado durante los diversos períodos de su condena y cuando ya se encuentren en la última parte del tratamiento penal, siempre que se sometan a las condiciones de buena conducta y demás disposiciones que se les señalen.

Libertad de Conciencia:

Derecho de profesar cualquiera de las religiones existentes o que puedan fundarse, o de no admitir ni practicar ninguna de ellas, siempre que no se ofenda a la moral pública, se respete igual facultad en los demás y no se perturbe el orden público.

Libertad en Política:

Conjunto de derechos reconocidos al ciudadano para regir su propia persona, elegir sus representantes en la vida pública y ejercer las facultades establecidas en la Constitución de su patria.

Libertad Provisional:

Liberación transitoria que, con fianza o sin ella, se concede al procesado cuando sus antecedentes no hacen temer su ocultación y siempre que el delito imputado no sea de extrema gravedad.

En realidad el antecedente de la libertad se remonta a los tiempos primeros de la existencia del hombre, como nos dice Juan Monroy: –la única posibilidad que tuvo el animal humano para subsistir dependió de la formación de grupos (clanes o tribus). Lo que explica un rasgo del hombre tan antiguo como su existencia: su sociabilidad"–. Si a esto le sumamos lo venido después, desde las viejas Concepciones Estatales, Platónicas como Aristotélicas, Rousseau con el Contrato Social, el nacimiento del Constitucionalismo, Montesquieu y la Teoría de la Separación de Poderes y el reconocimiento de los Derecho Fundamentales de las Personas, se concluye que la libertad forma parte de la evolución del hombre y que ha sido tema de discusión y polémica durante toda nuestra existencia y que además se denota una gran dependencia, o necesidad, del hombre a vivir con otros en sociedad para facilitar la respuesta a sus necesidades. Siendo así y dando cuenta que al fin el hombre es libre y que en medio de tanta libertad depende de otros para poder aplacar su necesidad de bienes que le aseguren la subsistencia; la misma relación de dependencia, que al parecer constriñe la verdadera libertad.

Hay tantas respuestas de libertad como hombres en el mundo. Para unos, libertad significa la ausencia de ataduras humanas; otros encuentran la libertad en la democracia; para muchos, la libertad es poder decir y hacer lo que mejor les parece; para otros es no estar esclavizado.

El concepto de libertad lo clarificamos ampliamente partiendo de lo que dicen los diccionarios, principalmente el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española que dice: "la libertad es la facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo; es el estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro; es la falta de coacción y subordinación; es la facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres". En fin, de libertad encontraremos infinidades de acepciones y conceptos; pero para enfocarnos en los aspectos más resaltantes de éste significado tendríamos que penetrar en los puntos de vista histórico, religioso y ético.

Desde el punto de vista histórico, al igual que toda especie viviente procede por evolución de toda una cadena de especies sin que se produzcan nunca saltos espectaculares, así también toda conducta humana procede por evolución de toda una cadena continua de conductas anteriores, sin saltos espectaculares (y si los hay es preciso buscar los eslabones perdidos en vez de diseñar modernas mitologías). De lo cual es preciso inferir que lo que hoy denominamos LIBERTAD procede por evolución de la ESCLAVITUD, es decir que la realidad que hoy llamamos libertad es una forma evolucionada de una realidad antigua, ya extinguida, que denominamos esclavitud.

Para muchos, libertad es el contrario de esclavitud (y no a la inversa). De manera que si no hubiese existido la esclavitud, ni siquiera se hubiera percibido ni definido la libertad, de la misma manera que si no hubiese oscuridad, nunca hubiéramos percibido y definido la luz, tan esquiva por lo demás a ser definida.

Esclava es la persona que no es dueña de sí misma, sino que es propiedad de otra persona, física o jurídicamente. Por consiguiente, libre sería la persona sobre la cual nadie ejerce derecho de dominio, es decir de amo.

Ahora bien, encontramos también que desde la perspectiva religiosa, la libertad es simplemente la verdad de Jesús. Para los religiosos, él es el modelo y el ejemplo de lo que realmente significa ser libre. Sobre todo, Jesús estaba libre del pecado Su vida entera era una expresión perfecta de la justicia de Dios en todos los sentidos. Este hecho es tan conocido que no es necesario entrar en más detalles. También estaba libre de Satanás y de los poderes de las tinieblas. Podía decir de Satanás, "Nada tiene en mí" (Juan 14:30). Estaba libre del temor. Podía denunciar el pecado en los líderes religiosos. No temía a las multitudes que le querían matar. Podía fijar su rostro hacia Jerusalén e ir al encuentro de su muerte. Estaba libre de toda enfermedad. No hay testimonio escrito que indique que su salud fuera menos que perfecta en ningún momento. Estaba libre de la tradición religiosa. No tenía ningún respeto para nada por la religión que no procediera de Dios. Estaba libre para hacer la voluntad de su Padre en todo y todos los días. Estaba libre para ser la perfecta expresión de su padre celestial en todo lo que decía y hacía. Estaba libre para dar su vida por nosotros.

Desde un punto de vista ético la libertad humana se puede definir como la "autodeterminación axiológica." Esto significa que una persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de su conducta, pues él mismo la determina en función de los valores que previamente ha asimilado.

Cuando no se da la libertad o se da en forma disminuida, entonces el sujeto actúa impedido por otros factores, circunstancias y personas, de modo que ya no puede decirse que es el verdadero autor de su propia conducta. De acuerdo con esto se dice que la condición previa de la libertad en un individuo es la captación y asimilación de los valores. En la medida en que un individuo amplía su horizonte axiológico podrá ampliar paralelamente el campo de su propia libertad. Y en la medida en que una persona permanezca ciega a ciertos valores, se puede decir que posee una limitación en su libertad.

La libertad humana tiene que ir paralela con el sentido axiológico y el sentido de responsabilidad, de no ser así se convierte en libertinaje.

Uno de los aspectos más importantes en la vida de una persona es su proceso de liberación. La libertad puede aumentar o disminuir a lo largo de la vida. Los primeros factores que limitan la libertad del hombre son los condicionamientos, el Súper Yo, las manipulaciones ajenas, las emociones sofocantes y las ataduras de una filosofía pesimista.

El tipo de libertad del que estamos hablando es la libertad interior, ésta se rige por valores captados, también es llamada libertad axiológica una vez que se asimilan los valores. El hombre elige realizar algún valor o rechazarlo. La Libertad no existe cuando una persona es ciega para los valores. Actuar libremente significa inclinarse, adoptar y realizar un valor, o rechazarlo. Cuando no existe uno o varios valores en la mente del individuo, su conducta va a estar orientada, no por valores, sino por instintos, reflejos, condicionamientos, hábitos, inclinaciones surgidas del inconsciente, presiones externas, etc.

Para Benjamín CONSTANT: la teoría de la libertad se basaba en la posesión y disfrute de los derechos civiles, del imperio de la ley y de la libertad en un sentido amplio, confrontada en este sentido a la actividad del Estado. Abogaba por una serie de principios (entre ellos la responsabilidad individual) sin los cuales la sociedad sería un caos y la libertad, inconcebible.

"La independencia individual es la primera necesidad de los modernos, por lo tanto no hay que exigir nunca su sacrificio para establecer la libertad política. En consecuencia, ninguna de las numerosas y muy alabadas instituciones que perjudicaban la libertad individual en las antiguas repúblicas, resulta admisible en los tiempos modernos.".

Democracia

Para tener un concepto claro y preciso de la democracia, partiré de lo que refiere Giovanni Sartori (1993), quién dice que la democracia es importante porque establece qué cosa esperamos de la democracia. Si se va a definir la democracia de manera "irreal", no se encontrará nunca "realidades democráticas". Y cuando de vez en cuando se declare "esto es democracia" o "esto no lo es", queda en claro que el juicio depende de la definición o de nuestra idea sobre qué es la democracia, qué puede ser o qué debe ser.

De conformidad a Jhon Stuart Mill (1994), la idea pura de la democracia, según su definición, es el gobierno de todo el pueblo por todo el pueblo igualmente representado: La democracia tal como se concibe y practica actualmente, es el gobierno de todo el pueblo por una simple mayoría del pueblo, exclusivamente representada.

Si definir la democracia es explicar qué significa el vocablo, el problema se resuelve rápido; basta saber un poco de griego. La palabra significa, literalmente, poder (kratos) del pueblo (demos). De esta manera se habrá resuelto sólo un problema de etimología: únicamente se ha explicado el nombre. Y el problema de definir la democracia es mucho más complejo. El término democracia está para algo. ¿Para qué?, el que la palabra democracia tenga un preciso significado literal o etimológico, no ayuda para nada a entender a cuál realidad corresponde ni cómo están construidas y funcionan las democracias posibles. No nos ayuda porque entre la palabra y su referencia, entre el nombre y la cosa, el paso es larguísimo, ya que el significado literal del término corresponde poco y mal a su referencia, ¿cómo remediar esto? A primera vista puede parecer que la solución es fácil. Si es verdad que la dicción nos desvía, ¿por qué denominar las cosas con etiquetas que no corresponden?. Se ha constatado que las democracias son de hecho "poliarquías"[2]. Admitida la afirmación como exacta, ¿por qué no llamarlas así? La respuesta es que aun cuando el término democracia no nos sirve para fines descriptivos, es necesario para efectos normativos. Un sistema democrático es ubicado por una deontología[3]democrática y ello porque la democracia es y no puede ser desligada de aquello que la democracia debería ser. Una experiencia democrática se desarrolla a horcajadas sobre el desnivel entre el deber ser y el ser, a lo largo de la trayectoria signada por las aspiraciones ideales, que siempre van más allá de las condiciones reales.

De ello deriva que el problema de definir a la democracia se desdobla, porque, si por un lado la democracia requiere de una definición prescriptiva, por el otro, no se puede ignorar la definición descriptiva. Sin la verificación, la prescripción es "irreal"; pero sin el ideal una democracia "no es tal". Detengamos nuestra atención sobre este punto: la democracia tiene, en primer lugar, una definición normativa; pero de ello no se concluye que el deber ser de la democracia sea la democracia y que el ideal democrático defina la realidad democrática. Es un grave error cambiar una prescripción por una verificación; y tanto más frecuente sea el error, tanto más las democracias quedan expuestas a malentendidos y trampas.

Por otro lado, Sartori, también al tratar la democracia, se refiere, a la existencia de democracia social y económica, por eso dice en su obra ¿Qué es la Democracia?. El término democracia desde siempre ha indicado una entidad política, una forma de Estado y de gobierno, y así ha permanecido como la acepción primaria del término. Sin embargo, si hoy hablamos también de democracia social y democracia económica, sería oportuno establecer qué entendemos por ello.

La noción de democracia social surge con Tocqueville en su obra Democracia en América. Al visitar Estados Unidos en 1831, Tocqueville quedó impresionado, sobre todo por el estado de la sociedad que Europa no conocía. Se recuerda que, en cuanto a su sistema político, Estados Unidos declaraba ser entonces una república y no, todavía, una democracia. Fue entonces que Tocqueville, con criterio sociológico, percibió la democracia estadunidense como una sociedad caracterizada por una igualdad de condiciones y guiada, preponderantemente, por un "espíritu igualitario". Aquel espíritu igualitario, en parte, reflejaba la ausencia de un pasado feudal; pero expresaba, también, una profunda característica del espíritu estadunidense.

Así pues, democracia no es aquí lo contrario de régimen opresor, de tiranía, sino de "aristocracia": una estructura social horizontal en lugar de una estructura social vertical. Después de Tocqueville es Bryce quien mejor representa a la democracia como ethos, como un modo de vivir y convivir y, en consecuencia, como una condición general de la sociedad. Para Bryce (1888) democracia es, prioritariamente, un concepto político; pero también para él la democracia estadunidense se caracterizaba por una "igualdad de estima", por un ethos igualitario que se resuelve en el valor igual con el que las personas se reconocen las unas a las otras. Entonces, en la acepción original del término, "democracia social" revela una sociedad cuyo ethos exige a sus propios miembros, verse y tratarse socialmente como iguales.

De la acepción original se puede deducir en forma fácil otro significado de "democracia social": el conjunto de las democracias primarias, pequeñas comunidades y asociaciones voluntarias concretas que vigorizan y alimentan a la democracia desde la base, a partir de la sociedad civil. En este sentido, un término amplio y extenso es el de "sociedad multigrupal", o sea aquella estructurada en grupos que se autogobiernan. En consecuencia, aquí democracia social está en la infraestructura de las microdemocracias, las cuales sirven de base a la macrodemocracia de conjunto, a la superestructura política.

Democracia económica es, a primera vista, una expresión que se explica por sí misma. Pero sólo en principio, porque desde el momento en que la democracia política se apoya sobre la igualdad jurídico-política, y la democracia social se apoya primariamente sobre la igualdad de estatus, en esa secuencia la democracia económica está por la igualdad económica, por la eliminación de los extremos de pobreza y riqueza y, en consecuencia, por una redistribución que persigue el bienestar generalizado. Esta es la interpretación que se puede llamar intuitiva de la expresión; pero la "democracia económica" adquiere un significado preciso y caracterizador de subespecie de la "democracia industrial".

Democracia económica, es la democracia en el lugar de trabajo y dentro de la organización y la gestión del trabajo. En la sociedad industrial el trabajo se concreta en las fábricas y, entonces, es en la fábrica donde se hace necesario situar a la democracia. De esta manera, al miembro de la ciudad política, al polítes, lo sustituye el miembro de una comunidad económica concreta, el trabajador, de tal modo que se reconstituye la microdemocracia o, mejor dicho, se instaura una miríada de microdemocracias en las que se da, conjuntamente, la titularidad y el ejercicio del poder. En su forma acabada, la democracia industrial se representa, entonces, como el autogobierno del trabajador en la propia sede del trabajo, del obrero en la propia fábrica; un autogobierno local que debería estar integrado a nivel nacional por una democracia funcional, es decir, por un sistema político.

Por otro lado, también, N. Bobbio, en sus diferentes trabajos realizados se refiere a la democracia, entendida esta como democracia mínima, refiriéndose a lo siguiente: "democracia" se refiere a varias cosas: a) un régimen político; b) a un tipo particular de régimen político, caracterizado por la presencia de reglas para la adopción de decisiones y sometido a la ley; c) a un tipo de régimen político cuyas reglas de procedimiento gubernamental establecen quién y cómo se adoptan decisiones políticas, sin establecer qué se debe decidir.

Cuando Bobbio habla de mínima se está moviendo en el terreno analítico de la democracia y ello no constituye propiamente una reducción. Es solamente una manera de llegar a la noción de democracia y desbrozarla de sus usos corrientes, y buscar que tal definición pueda ser compartida por quienes la invocan y prefieren como forma de gobierno. La finalidad bobbiana con su definición mínima de democracia es posibilitar un común entendimiento sobre ella, y tomarla como algo que se contrapone a toda forma de gobierno autocrático.

Libertad de los antiguos y de los modernos

Norberto Bobbio (1996), en su obra Franja Morada, donde trata diversos aspectos de política, democracia, formas de gobierno, entre otros, se refiere al tema de Libertad de los antiguos versus Libertad de los modernos, pero en forma específica a los regímenes del liberalismo y la democracia.

Por "liberalismo" se entiende una determinada concepción del Estado, la concepción según la cual el Estado tiene poderes y funciones limitados, y como tal se contrapone tanto al Estado absoluto como al Estado que hoy llamamos social.

Por "democracia", una de las tantas formas de gobierno, en particular aquella en la cual el poder no está en manos de uno o de unos cuantos sino de todos, o mejor dicho de la mayor parte, y como tal se contrapone a las formas autocráticas, como la monarquía y la oligarquía. Un Estado liberal no es por fuerza democrático: más aún, históricamente se realiza en sociedades en las cuales la participación en el gobierno está muy restringida, limitada a las clases pudientes. Un gobierno democrático no genera forzosamente un Estado liberal: incluso, el Estado liberal clásico hoy está en crisis por el avance progresivo de la democratización, producto de la ampliación gradual del sufragio hasta llegar al sufragio universal.

Pero, es en verdad, que el artífice del tratamiento del tema Libertad de los antiguos y libertad de los modernos, es el francés Henri-Benjamín Constant de Rebecque, que en 1819, en su flamante discurso en Paris, pronunció una conferencia que llegó a ser el manifiesto fundacional del liberalismo decimonónico. Se titulaba De la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos. Para los antiguos, la libertad consistía en la participación directa en los asuntos de la república y en torno a ella se definía el (exclusivo) derecho a ser considerado ciudadano. Aquella libertad tenía como contrapunto la sumisión del individuo a la autoridad de la comunidad y la aceptación de la intromisión de ésta en sus actividades privadas[4]

La libertad de los modernos, por el contrario, consistía, en la independencia individual, garantizada por leyes que amparasen el desenvolvimiento autónomo de un ámbito privado construido en torno a derechos individuales, básicos e innegociables. Era el derecho de todos los individuos a su propia seguridad e intimidad; a no estar sometidos más que a las leyes; a poder ir y venir, opinar y reunirse sin pedir permiso; a elegir un oficio, ejercerlo y disfrutar de sus réditos; a observar el culto que cada uno prefiriese. El derecho, en suma, a "no tener que rendir cuentas a nadie de sus motivos y objetivos, a llenar sus días y sus horas de la manera más acorde con sus inclinaciones y fantasías".

Buena parte de la historia contemporánea se entiende por la pugna entre esas dos concepciones de la libertad. La positiva, entendida como participación activa en la cosa pública, y la negativa, empeñada en definir un espacio de independencia individual ante la comunidad o incluso ante el Gobierno legítimo. Desde esta última, la participación en los negocios públicos, así como la libertad de expresión o la propiedad, sólo pueden desarrollarse y florecer ancladas en la construcción (legal) de un espacio privado, inviolable por definición, frente a "la voluntad arbitraria de uno o de varios individuos". El elitismo del liberalismo decimonónico reconoce a los hombres la plenitud de los derechos civiles mientras reserva sólo a unos pocos los derechos políticos; el peligro de nuestras democracias es que el repliegue hacia lo privado se haga a costa de una letal falta de atención, vigilante y activa, hacia los asuntos colectivos, que la ciudadanía olvide que para conseguir la independencia individual es necesaria una actividad constante y vigilante en el ámbito público.

La libertad de los modernos se construyó sobre una idea de privacidad que no siempre había estado ahí, que no procedía del orden natural de las cosas (aunque así fuese presentada), sino de un largo proceso que requirió altas dosis de actividad política y la elaboración de un entramado legal capaz de crear ese espacio privado que hoy nos es tan caro y nos parece tan natural.

Constant, en una parte de su discurso, dijo: El peligro de la libertad antigua consistía en que los hombres, atentos únicamente a asegurarse la participación en el poder social, despreciaran los derechos y los placeres individuales.

El peligro de la libertad moderna consiste en que, absorbidos por el disfrute de nuestra independencia privada y por la búsqueda de nuestros intereses particulares, renunciemos con demasiada facilidad a nuestro derecho de participación en el poder político.

Los depositarios de la autoridad nos animan a ello continuamente. ¡Están completamente dispuestos a ahorrarnos cualquier preocupación, excepto la de obedecer y la de pagar! Nos dirán: ¿Cuál es en definitiva el objetivo de vuestro esfuerzo, de vuestro trabajo, de todas vuestras esperanzas? ¿No es acaso la felicidad? Pues bien, dejadnos hacer y os daremos esa felicidad. No, señores, no les dejemos hacer por muy conmovedor que resulte tan entrañable interés; roguemos a la autoridad que permanezca en sus límites, que se limite a ser justa. Nosotros nos encargaremos de ser felices.

¿Lo seríamos gracias a los placeres privados, si éstos estuvieran separados de su garantía? ¿Y dónde encontraríamos esta garantía si renunciáramos a la libertad política? Renunciar a ella, señores, sería una locura similar a la de un hombre que pretendiera edificar en la arena un edificio sin cimientos, con la excusa de que sólo iba a habitar el primer piso.

Por otra parte, señores, ¿es realmente cierto que la felicidad, de cualquier tipo que sea, es el único fin de la especie humana? En ese caso nuestra carrera seria bien estrecha y nuestro destino bien poco relevante. Cualquiera que esté dispuesto a hundirse, a restringir sus facultades morales, a rebajar sus deseos, a renunciar a la actividad, a la gloria, a las emociones generosas y profundas, puede embrutecerse y ser feliz.

Posteriormente, las teorías del derecho natural defendieron la idea de que, con anterioridad a la formación de las comunidades políticas, es decir "por naturaleza", cada persona tiene unos derechos que la sociedad debe respetar. Esos derechos se entendieron también como "libertades", porque representan, por ejemplo, el derecho a expresar la propia opinión o libertad de expresión, a profesar el culto que se desee o libertad religiosa o a reunirse con otros o libertad de asociación. La afirmación de que todo ser humano en cuanto tal tiene la capacidad de ser libre y el derecho de ejercer la libertad, desembocará en el concepto de libertad de los modernos.

De esta manera, la libertad no consiste solamente en participar en la vida pública: una persona es libre cuando se respetan sus derechos, entre ellos, el de elegir a quienes se han de encargar de gestionar los asuntos públicas, permitiéndole disfrutar con independencia de su vida privada. Constant apuesta, pues, por una democracia representativa como la mejor forma de hacer compatible la independencia individual con la participación política, sin que esto suponga una renuncia a ninguna de sus libertades. Por eso, "el objetivo de los modernos es la seguridad en los disfrutes privados, y llaman libertad a las garantías concedidas por las instituciones a esos disfrutes".

Esta distinción entre la libertad de los antiguos y la de los modernos es la que nos ha servido de base para clasificar la libertad en externa (política), negativa (libertad "de") o positiva (libertad "para") e interior (libre albedrío), como independencia o como autonomía.

Uno de los oponentes a la posición de Constant, fue nada menos que Jean-Jacques Rousseau con su famosa obra "El contrato social" – "El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado", quién bajo una fuerte influencia de los autores clásicos decía, que una república en la que el poder soberano, una vez constituido por la voluntad de todos, es infalible y "no tiene necesidad de proporcionar garantías a los súbditos, porque es imposible que el cuerpo quiera perjudicar a todos sus miembros". No es que Rousseau haya llevado el principio de la voluntad general basta el punto de desconocer la necesidad de límites al poder del Estado; atribuirle la paternidad de la "democracia totalitaria" es una polémica tan trillada como incorrecta. Aunque sostiene que el pacto social proporciona al cuerpo político un poder absoluto, afirma que "el cuerpo soberano, por su parte, no puede cargar a los súbditos de ninguna cadena que sea inútil a la comunidad". Pero es cierto que estos límites no son anteriores a la aparición del Estado, como lo propone la teoría de los derechos naturales, que representa el núcleo doctrinal fuerte del Estado liberal. En efecto, aun admitiendo que todo lo que cada individuo enajena de su poder… es solamente la parte cuyo uso es trascendente para la comunidad -concluye que-, el cuerpo soberano es el único juez de esta importancia.

Rousseau produjo uno de los trabajos más importantes de la época de la Ilustración; a través de su Contrato Social, hizo surgir una nueva política. Esta nueva política está basada en la voluntad general, y en el pueblo como soberano. Expone que la única forma de gobierno legal será aquella de un Estado republicano, donde todo el pueblo legisle; independientemente de la forma de gobierno, ya sea una monarquía o una aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado. Rousseau da gran importancia al tamaño del Estado, debido que una vez la población del Estado crece, entonces la voluntad de cada individuo es menos representada en la voluntad general, de modo que mientras mayor sea el Estado, su gobierno debe ser más eficaz para evitar la desobediencia a esa voluntad general.

En sus estudios políticos y sociales Rousseau desarrolló un esquema social, en el cual el poder recae sobre el pueblo, argumentando que es posible vivir y sobrevivir como conjunto sin necesidad de un último líder que fuese la autoridad. Es una propuesta que se fundamenta en la libertad natural, con la cual, Rousseau explica, ha nacido el hombre. En El Contrato Social, Rousseau argumenta que el poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien común de todos los ciudadanos. Este poder sólo toma vigencia cuando cada uno de los miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición, según expone Rousseau, de que "Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro es considerado como parte indivisible del todo". En fin, Rousseau plantea que la asociación asumida por los ciudadanos debe ser "capaz de defender y proteger, con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los asociados, pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, sólo obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes."

La obra rousseauniana argumenta que esta asociación de los hombres no es algo natural. El hombre sale de su estado natural de libertad porque le surgen necesidades de supervivencia que le imponen la creación de algo artificial, ya que el hombre no es sociable por naturaleza y no nació para estar asociado con otros. Es voluntariamente que se unen los unos a los otros y fundamentan este vínculo con el desarrollo de la moralidad y la racionalidad para satisfacer las necesidades que la naturaleza le ha impuesto. La moral y la razón se hacen evidentes en la sociedad al establecer un modelo normativo capaz de crear un orden social que evite la dominación de unos sobre otros y que involucre una representación participativa de todos los miembros de la sociedad.

Mediante El Contrato Social, Rousseau le abre paso a la democracia, de modo tal que todos los miembros reconocen la autoridad de la razón para unirse por una ley común en un mismo cuerpo político, ya que la ley que obedecen nace de ellos mismos. Esta sociedad recibe el nombre de república y cada ciudadano vive de acuerdo con todos. En este Estado social son necesarias las reglas de la conducta creadas mediante la razón y reflexión de la voluntad general que se encarga de desarrollar las leyes que regirán a los hombres en la vida civil. Según Rousseau, es el pueblo, mediante la ratificación de la voluntad general, el único calificado para establecer las leyes que condicionan la asociación civil. De acuerdo con la obra de Rousseau, todo gobierno legítimo es republicano, es decir, una república emplea un gobierno designado a tener como finalidad el interés público guiado por la voluntad general. Es por esta razón que Rousseau no descarta la posibilidad de la monarquía como un gobierno democrático, ya que si los asociados a la voluntad general pueden convenir, bajo ciertas circunstancias, la implementación de un gobierno monárquico o aristocrático, entonces tal es el bien común[5]

DIFERENCIAS ENTRE ANTIGUOS Y MODERNOS:

1. Antiguos

La libertad consistía en ejercer colectiva pero directamente muchas partes de la soberanía entera; en deliberar en la plaza pública sobre la guerra y la paz; en votar las leyes; pronunciar las sentencias , examinar las cuentas, los actos, las gestiones de los magistrados, hacerlos comparecer ante todo el pueblo, acusarlos, y condenarlos o absolverlos.

Se da la sujeción completa del individuo a la autoridad de la multitud reunida. No se concedían libertades individuales. Hay libertad colectiva más no individual

2. Modernos

La Libertad no es otra cosa que el derecho de no estar sometido sino a las leyes, no poder ser detenido, ni preso, ni muerto, ni maltratado de manera alguna por el efecto de la voluntad arbitraria de uno o muchos individuos: es el derecho de opinar, de escoger su industria, de ejercerla, de disponer de su propiedad, de movilizarse por donde desee hacerlo, de deliberar de política o no. Además se ve como el derecho de influir o en la administración del gobierno, o en el nombramiento de algunos o de todos los funcionarios, sea por representaciones, por peticiones o por consultas.

Conclusiones

1. La libertad es la facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo; es el estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro; es la falta de coacción y subordinación; es la facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.

2. La democracia como forma de gobierno es la participación del pueblo en la acción gubernativa por medio del sufragio y del control que ejerce sobre lo actuado por el estado.

3. Con el paso de la historia se ha ido produciendo un cambio en los valores e intereses de los individuos, el individuo apenas percibe la influencia que ejerce su voluntad en las decisiones del conjunto y su colaboración es nula, los derechos políticos que tanto valoraban los antiguos se ha vuelto solo una parte de las satisfacciones del individuo, el progreso de la civilización principalmente la tendencia comercial y la comunicación entre pueblos ha diversificado los medios de felicidad particular.

4. Hoy día los modernos ya no pueden disfrutar de la libertad de los antiguos que consistía en la participación activa y continúa en el poder colectivo, con el surgimiento y predominio del comercio, para los modernos la libertad consiste en el disfrute apacible de la independencia privada.

5. Según el pensamiento de Rousseau la libertad debe estar sometida a la soberanía popular, según el contrato social de Rousseau a cambio de los beneficios de la cooperación la libertad se pierde en cierta medida cuando se entra en sociedad, la libertad debe enajenarse a la comunidad, la voluntad individual sometida a favor de la voluntad general, es decir, no existe libertad de conciencia puesto que el individuo se somete a la voluntad de la mayoría.

Bibliografía

  • 1. BURKE, Edmund, "Citas Célebres".

  • 2. Bobbio, Norberto, Franja Morada, Mesa Nacional, Fondo de Cultura Económica, Cuarta reimpresión, 1996.

  • 3. CABANELLAS TORRES, Guillermo, Enciclopedia jurídica.

  • 4. SARTORI, Giovanni, ¿Qué es la Democracia?, Título original Democrazia Cosa é, traducido al español por Miguel Angel Gonzáles Rodriguez en 1993, Méjico.

  • 5. STUART MILL, John, Del Gobierno Representativo, 2da, edición, traducido por M arta C.C. de Iturbe, 1994.

  • 6. http://www.estudiantesdefsoc.com.ar/sociologia/50-sociologia-politica-sociologia/591-benjamin-constant-resumen.html

  • 7. http://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Jacques_Rousseau

 

 

Autor:

Blas Roger Cornejo Castilla

Lima-Perú

Octubre 1914

[1] Escritor y político, es considerado el padre del liberalismo-conservadurismo británico, tendencia que él llamaba old whigs (viejos liberales), en contraposición con los new whigs (liberales progresistas), quienes, al contrario de los old whigs, apoyaban la Revolución francesa.

[2] Gobierno en el que el poder es ejercido por varias personas. En sentido etimológico significa "muchos gobernantes" y por lo tanto, se opone a oligarquía. En la Ciencia Política contemporánea el término tiene un uso más frecuente y aceptado que remite esencialmente al politólogo norteamericano Robert Dahl, autor de una teoría empírica de la democracia que se enmarca dentro de las corrientes pluralistas. En 1.953, R. DAHL y C.E. LINDBLOM utilizan el término para designar el conjunto de procesos sociales existentes en los sistemas políticos democráticos.

[3] Deontología quiere decir literalmente "planteamiento sobre lo que es debido". El término ha sido introducido por Bentham, que ha usado la deontología como sinónimo de "ciencia de la moralidad". En cambio, en este contexto se usa sin ninguna referencia ética específica, para aludir, en general, a aquella dimensión de nuestra existencia que se hace, lingüísticamente, con un debe o un debería.

[4] http://www.estudiantesdefsoc.com.ar/sociologia/50-sociologia-politica-sociologia/591-benjamin-constant-resumen.html

[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Jacques_Rousseau