- Introducción
- Situación socio-ambiental global
- Panorama ambiental cubano
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
"La cultura – sentenció Marx en el siglo pasado – si se desarrolla espontáneamente y no se dirige de manera consciente (…) deja tras de sí un desierto". Esta advertencia cobra gran actualidad hoy día cuando, a consecuencia del creciente y en muchas ocasiones arbitrario dominio del hombre sobre el medio natural, se ha generado un conjunto de problemas globales íntimamente vinculados con la relación sociedad – naturaleza.
La interacción del hombre con la naturaleza es una condición básica e indispensable para la existencia y desarrollo de la sociedad. Sin embargo, en dependencia de cómo sea el nexo, planificado o arbitrario, racional o irracional, consciente o espontáneo, así será también el futuro del medio natural en que habita el hombre y, por consiguiente, el de la propia humanidad.
En efecto, si inicialmente en los albores del desarrollo de la sociedad la relación hombre-naturaleza transitó por una etapa caracterizada por el dominio de la naturaleza sobre el hombre, más tarde , con el progreso científico-técnico y social en general , dicha relación entró en un nuevo estadio de paulatino dominio del hombre sobre la naturaleza, el cual se extiende hasta nuestros días y ha proporcionado al hombre moderno un poderío de tal magnitud que de no emplearse de modo responsable y racional, puede aniquilar a la humanidad varias veces, o en el mejor de los casos alterar de forma esencial e irreversible el equilibrio natural del planeta.
La interacción de la sociedad y la naturaleza, del hombre con el medio en que vive, representa un momento esencial de la problemática ecológica, el cual ha sido y es en la actualidad objeto de las más diversas interpretaciones, optimistas y pesimistas, científicas y religiosas, en consonancia con los presupuestos y principios filosóficos, socioéticos e ideológicos que descansen en su base.
La ecología científica, al superar la inconsecuencia de tales concepciones, parte del principio de que la interacción del hombre con la naturaleza es una condición indispensable para la existencia de la sociedad al tiempo que reconoce que se puede alcanzar la unidad orgánica del hombre con el medio en que vive mediante la actividad creadora, consciente y científicamente organizada de la sociedad en relación con ese medio.
La humanidad necesita modificar el medio en que habita, precisa crear la segunda naturaleza, más ¿cuándo y cómo lo debe hacer?. Resulta lamentable que aún se encuentren en pañales las investigaciones conducentes a revelar las leyes y principios que enseñen al hombre a interaccionar de forma científica con la naturaleza, es decir, garantizando una verdadera armonía entre la sociedad y el medio natural.
Gracias a las investigaciones en el terreno de la ecología y otras ciencias particulares, se han propuesto y llevado a vías de hecho un significativo número de proyectos y medidas encaminadas a subsanar y prever en el futuro algunos de los daños que la sociedad ha ocasionado a la naturaleza, lo cual ya es , sin lugar a dudas, un logro.
En tal sentido, en el presente trabajo pretendemos abordar la aplicación de la Ciencia y la Tecnología a la problemática medioambiental, partiendo para ello desde un contexto internacional global hasta llegar a su comportamiento en Cuba. Definiremos los principales conceptos a dominar para así entender dicha problemática, de igual manera tendremos en cuenta la dimensión ambiental global, la legislación vigente y los principales problemas ambientales que hoy afectan a la humanidad, proponiendo vías y alternativas par solucionar o mitigar estos problemas.
PROBLEMA CIENTIFICO
¿Cómo contribuir a elevar el conocimiento y la cultura ambiental en nuestros profesionales, a fin de lograr una conciencia ecológica sostenible?
HIPOTESIS.
Con un profundo conocimiento de la problemática ambiental, así como la legislación vigente al respecto, se contribuye al incremento de la conciencia ambiental sostenible en nuestros profesionales.
OBJETIVOS:
Abordar el tratamiento dado a la problemática ambiental desde el contexto internacional, así como la legislación vigente y los principales problemas ambientales globales que hoy afectan a la humanidad.
Valorar el panorama ambiental cubano teniendo en cuenta las políticas trazadas, los principales problemas y las vías y estrategias que lleva a cabo el país para su solución.
DESARROLLO
Situación socio-ambiental global
Los cuestionamientos teóricos acerca de la relación medio ambiente-desarrollo se comenzaron a manifestar al difundirse internacionalmente, a partir de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972.
Hasta ese momento y con antecedentes en el pensamiento de los economistas clásicos ingleses, había primado una concepción desarrollista y optimista acerca del futuro de la humanidad, aun cuando en la primera mitad del siglo las naciones a nivel mundial se habían visto afectadas por acontecimientos bélicos de envergadura ( primera y segunda guerra mundial), así como la gran dependencia del capitalismo de los años 1929-1930, que los afectó indudablemente desde el punto de vista económico y social.
En el contexto internacional, en el seno de las Naciones Unidas, se crea en 1948 la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que bajo una visión desarrollista y tratando de calcar el modelo de desarrollo de los países avanzados para llevarlo hacia América Latina, pretendía eliminar los obstáculos sociopolíticos y culturales al desarrollo que estaban incrustados en las llamadas sociedades tradicionales.
El esquema desarrollista prometió un crecimiento con bienestar y generó un desarrollo desigual, crecieron las actividades económicas, sin embargo, no se lograron las expectativas del modelo respecto a la satisfacción global de las necesidades de la población, se creó una abrupta deuda externa, así como una mayor dependencia económica y tecnológica entre los países; la naturaleza , a su vez, se deterioró.
Posteriormente, aun cuando continuó estableciendo la relación medio ambiente-desarrollo como relación ecología-economía, el espectro del ecodesarrollo se extendió a dimensiones poblacionales más amplias, teniendo en cuenta formas de organización y educación, formas de desarrollo endógenas, etcétera, y se prolongó también a la comprensión de integración de una serie de procesos sociales y ambientales que derivó en el llamado desarrollo integrado. El cual aporta una amplitud a la visión de los teóricos hacia el reconocimiento de los elementos culturales mediadores en la relación medio ambiente-desarrollo, y por tanto, una concepción que se presenta como contraria a la idea de la homogeneización política, económica, tecnológica y cultural del mundo.
En la actualidad la interacción entre la sociedad y la naturaleza transcurre en dimensiones tales que ha creado, en calidad de uno de los problemas globales, la denominada crisis ecológica.
Entre los factores que se encuentran vinculados con la crisis ecológica contemporánea podemos señalar los siguientes:
Empeoramiento de la calidad del Medio Ambiente Humano, como resultado de la industrialización y urbanización desordenada.
Agotamiento de los recursos energéticos y materias primas.
Crecimiento global de la población, especialmente en el Sur, y las tensiones adicionales que provoca este proceso sobre la naturaleza.
Destrucción de los mecanismos de autorregulación de la biosfera por efectos negativos de la contaminación con residuales de la actividad productiva del hombre.
Desaparición de especies animales y vegetales.
Agotamiento de los recursos pesqueros con estancamiento de las capturas y hasta caídas dramáticas en áreas pesqueras importantes.
Ritmos decrecientes de apertura de nuevas áreas de producción agrícola, aumento de la desertificación y altos costos de regeneración de áreas afectadas.
Efectos nocivos de fertilizantes inorgánicos, que causan serios daños a la salud y a la fauna.
Contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, de los mares y zonas costeras.
Posibilidades de cambios climáticos y de daños a la salud debido a la contaminación de la atmósfera por el dióxido de carbono producido por la quema de combustibles fósiles y por productos químicos como los usados en aerosoles.
Destrucción de los bosques, etcétera.
El indetenible progreso científico-técnico ha posibilitado que el poder del hombre sobre la naturaleza se incremente y cree una situación explosiva en la interacción entre el hombre, la sociedad y la naturaleza.
A pesar de los esfuerzos realizados por cambiar la lógica del estilo ascendente o trasnacional, que provoca concentración de poder y la riqueza, el empobrecimiento, así como la marginalización de sectores importantes de la población, la dinámica del estilo dominante es de tal fuerza que limita la capacidad de muchos gobiernos para elegir otros estilos.
Los rasgos fundamentales de este estilo de desarrollo trasnacional pueden resumirse de la siguiente manera:
La expansión del capitalismo y el efecto de sus leyes económicas, por medio del lugar dominante de las trasnacionales, las leyes del mercado e instituciones financieras mundiales capitalistas.
Internacionalización del capital–dinero, capital-mercancía y de capital productivo gracias a los avances de la Revolución Científica, así como al perfeccionamiento del transporte y las comunicaciones.
Internacionalización del modelo de consumo masivo o modelo americano, orientado hacia aun crecimiento ilimitado de la producción y del consumo gracias a la homogeneización de los patrones de producción y comercialización.
Intensificación de la explotación de los recursos naturales y la dependencia creciente a una sola fuente de energía, el petróleo.
La generación de desechos y materiales contaminantes, sin precedentes, que afectan el aire, el agua y la tierra.
La formación de una elite trasnacional identificada con la ideología justificativa del estilo, con sus patrones de consumo y cultura.
Los efectos de este estilo o modelo de desarrollo, que tiene como base la industrialización, son perversos: la destrucción del medio ambiente y el agotamiento de los recursos no renovables.
El crecimiento económico, dentro de los parámetros del liberalismo puesto en marcha en una parte significativa del mundo subdesarrollado no solo destruye el medio natural, sino que constituye una agresión física y social a millones de seres humanos despojados de los más elementales derechos.
La deforestación, la urbanización incontrolada, la producción de dióxido de carbono por la intensificación del cultivo de arroz, la desertificación, la explotación demográfica y las migraciones masivas, el agravamiento de la pobreza bajo la presión de los factores antes mencionados, provocan una intensificación de la explotación de los recursos naturales, sobre todo las tierras de pastoreo y cultivo, al utilizar prácticas agrícolas inadecuadas que provocan disminución de los rendimientos y pérdidas de terrenos agrícolas.
Por si esto no fuera suficiente, muchas regiones del Sur se encuentran bajo serias amenazas por la difusión del SIDA, las violaciones de los derechos humanos, los integrismos religiosos y los genocidios.
El subdesarrollo y la pobreza, que se manifiestan en cada una de las esferas de la vida social, son los causantes de muchos de los males anteriores y provocan tensiones adicionales sobre un espacio vital bastante frágil y deteriorado.
El modelo de desarrollo adoptado por los países del Norte, que se apoya en el uso intensivo de recursos tiene una enorme responsabilidad en la situación ecológica global. La globalización de este modelo de desarrollo hará imposible la vida en el planeta.
Es importante entender la gravedad de la situación y encontrar soluciones capaces de superar la lógica económica existente. No es posible el desarrollo sostenible en el Sur sin un cuestionamiento de las prácticas y el pensamiento socioeconómico del Norte.
El programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo establece siete requerimientos mínimos para lograr el desarrollo sustentable:
Eliminar la pobreza.
Reducir el crecimiento demográfico.
Distribuir más equitativamente los recursos.
Contar con personas más saludables, instruidas y capacitadas.
Procurar que haya gobiernos descentralizados más participativos.
Existencia de sistemas de comercio más equitativos y abiertos, incluyendo aumentos de la producción para el consumo local.
Procurar una mejor comprensión de la diversidad de los ecosistemas, instrumentar soluciones localmente adaptadas a problemas ambientales y contar con un mejor monitoreo del impacto ambiental producido por las actividades del desarrollo.
Los problemas del desarrollo sustentable han dividido a la comunidad científica en dos campos: los pesimistas y los optimistas.
Los pesimistas consideran los daños que se han provocado en la naturaleza como irreversibles. Loa optimistas piensan que las luchas sociales continúan y la conciencia ecológica progresa, que los progresos en el campo de la ciencia y la tecnología ponen a disposición de la humanidad medios técnicos capaces de resolver los problemas.
Cada día es más evidente que sin un cambio en las condiciones globales y en las reglas de juego por las que se rigen los centros del poder económico, es imposible solucionar ninguno de los problemas más urgentes de la actualidad: la conservación de los recursos naturales, el establecimiento de formas de vida compatibles con la naturaleza, así como la creación y mantenimiento del necesario equilibrio económico, social, cultural y político tanto entre los individuos, como entre las naciones.
Panorama ambiental cubano
La situación ambiental de Cuba debe enmarcarse dentro del contexto histórico, económico y social por el que se ha transitado. Al triunfar la Revolución en 1959 predominaba en el país una estructura económica basada en el desarrollo agropecuario, con escaso desarrollo industrial, concentrado en su aspecto fundamental la industria azucarera, y un medio ambiente negativamente impactado. Por otro lado en el plano social, existían altos niveles de pobreza, desempleo, analfabetismo, bajos niveles de salud, entre otros.
Antes de 1970 no existía en el mundo una concepción definida acerca de la evaluación de impacto ambiental y los proyectos consideraban muy limitadamente las consecuencias ambientales. No es hasta la década de los 80 que comienza a incluirse la dimensión ambiental por parte de los países desarrollados. Ya en los 90 se inicia la introducción de políticas, estrategias, programas y proyectos con el objetivo de garantizar un desarrollo sustentable.
Cuba no escapó a la influencia de estas tendencias mundiales, solo que con un desarrollo menor al logrado en estos países más avanzados. Hasta principios de los 80 la problemática ambiental en el país prácticamente no tenía espacio. Los conceptos relacionados con el medio ambiente no se empleaban en el lenguaje oficial, ni popular. El interés por la problemática ambiental no trascendía la esfera de algunos especialistas y era muy reducido el nivel de conocimiento y concientización del tema. A pesar de esto en ese período se acometen acciones de institucionalización referidas al medio ambiente, tales como: incorporación en la Constitución de la República en 1975 de la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente y el Uso Racional de los Recursos Naturales (COMARNA); promulgación de la Ley No.33 del 10 de Marzo de 1981 de protección del medio ambiente y del uso racional de los recursos naturales, la cual fue considerada avanzada por especialistas internacionales con respecto a lo imperante en esa época.
En los 90 la situación ha ido cambiando y la temática medioambiental ha pasado a caracterizar la discusión académica actual. En 1990 se aprueba el Decreto-Ley No.118 que define la organización, estructura y funcionamiento del sistema ambiental cubano. En 1993 se aprueba el Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo, adecuación cubana de la Agenda 21. Posteriormente en 1994 se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, además en 1995 se aprobó la Resolución No.168 relativa a las Evaluaciones de Impacto Ambiental, al tenerse en cuenta que la Ley No.33 de 1981 resultaba insuficiente en las condiciones actuales. Posteriormente se aprueba oficialmente en la Asamblea Nacional del Poder Popular la Ley No.81: "Ley del Medio Ambiente", la cual tiene como objeto establecer los principios que rigen la política ambiental y las normas básicas para regular la gestión ambiental del Estado y las acciones de los ciudadanos y la sociedad en general, a fin de proteger el medio ambiente y contribuir a alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible del país.
Cuba presta especial atención a la protección del medio ambiente en el contexto de una política de desarrollo consagrada en la obra revolucionaria, como expresión de lo cual, el Artículo 27 de la Constitución de la República postula que:
"El Estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del país. Reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo económico y social sostenible para hacer más racional la vida humana y asegurar la supervivencia, el bienestar y la seguridad de las generaciones actuales y futuras. Corresponde a los órganos competentes aplicar esta política. Es deber de los ciudadanos contribuir a la protección del agua, la atmósfera, la conservación del suelo, la flora, la fauna y todo el rico potencial de la naturaleza"
Las acciones ambientales en Cuba se sustentan en las concepciones martianas acerca de las relaciones del hombre con la naturaleza y en las ricas tradiciones que asocian nuestra historia con una cultura de la naturaleza. A decir del maestro:
"La Tierra es la gran madre de la fortuna, salvarla es ir directamente a ella".
Es necesario consagrar, como un derecho elemental de la sociedad y los ciudadanos, el derecho a un medio ambiente sano y a disfrutar de una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza, en tanto los seres humanos constituyen el objetivo esencial del desarrollo sostenible.
La protección del medio ambiente constituye un factor relevante a los fines de la defensa nacional y una garantía para nuestra soberanía, en tanto contribuye a asegurar la disponibilidad de los recursos naturales indispensables para la satisfacción de las necesidades básicas de la población y facilitan la existencia de hábitat temporales para grandes núcleos poblacionales, lo que puede devenir factor relevante ante situaciones excepcionales.
Se requiere asimismo actualizar los principios, objetivos y conceptos básicos de la política ambiental cubana, el marco institucional y los instrumentos para su materialización, las atribuciones, funciones y deberes de los órganos y organismos estatales y en general, los derechos y obligaciones de las personas naturales y jurídicas.
El medio ambiente es patrimonio e interés fundamental de la nación. El Estado ejerce su soberanía sobre el medio ambiente en todo el territorio nacional y en tal sentido tiene el derecho de aprovechar los recursos que lo componen según su política ambiental y de desarrollo.
Es deber del Estado, los ciudadanos y la sociedad en general proteger el medio ambiente mediante:
Su conservación y uso racional;
La lucha sistemática contra las causas que originan su deterioro;
Las acciones de rehabilitación correspondientes;
El constante incremento de los conocimientos de los ciudadanos acerca de las interrelaciones del ser humano, la naturaleza y la sociedad.
La reducción y eliminación de las modalidades de producción y consumo ambientalmente insostenibles;
El fomento de políticas demográficas adecuadas a las condiciones territoriales.
Las acciones ambientales para un desarrollo sostenible se basan en los requerimientos del desarrollo económico y social del país y están fundadas en los principios siguientes:
El Estado establece y facilita los medios y garantías necesarias para que sea protegido de manera adecuada y oportuna el derecho a un medio ambiente sano es un derecho fundamental de todos los ciudadanos;
La protección del medio ambiente es un deber ciudadano.
Los recursos naturales deben aprovecharse de manera racional, previniendo la generación de impactos negativos sobre el medio ambiente.
La prioridad de la prevención mediante la adopción de medidas sobre una base científica y con los estudios técnicos y socioeconómicos que correspondan. En caso de peligro de daño grave o irreversible al medio ambiente, la falta de una certeza científica absoluta no podrá alegarse como razón para dejar de adoptar medidas preventivas.
Toda persona debe tener acceso adecuado, conforme a lo legalmente establecido al respecto, a la información sobre medio ambiente que posean por los órganos y organismos estatales.
Las obligaciones del Estado relativas a la protección del medio ambiente constituyen una responsabilidad, dentro de la esfera de sus respectivas competencias, de todos los órganos y organismos estatales, tanto nacionales como locales.
Los requerimientos de la protección del medio ambiente deben ser introducidos en todos los programas, proyectos y planes de desarrollo.
La educación ambiental se organiza y desarrolla mediante un enfoque interdisciplinario y transdisciplinario, propiciando en los individuos y grupos sociales el desarrollo de un pensamiento analítico, que permita la formación de una visión sistémica e integral del medio ambiente, dirigiendo en particular sus acciones a niños, adolescentes y jóvenes y a la familia en general.
La gestión ambiental es integral y transectorial y en ella participan de modo coordinado, los órganos y organismos estatales, otras entidades e instituciones, la sociedad y los ciudadanos en general, de acuerdo con sus respectivas competencias y capacidades.
La realización de actividades económicas y sociales por las personas naturales o jurídicas está condicionada por el interés social de que no se ejerza en perjuicio del medio ambiente.
El conocimiento público de las actuaciones y decisiones ambientales y la consulta de la opinión de la ciudadanía, se asegurará de la mejor manera posible; pero en todo caso con carácter ineludible.
Toda persona natural o jurídica, conforme las atribuciones que la Ley le franquee, debe contar con los medios adecuados y suficientes que le permitan accionar en la vía administrativa o judicial, según proceda, para demandar el cumplimiento de lo establecido en la presente Ley y en sus disposiciones complementarias.
El papel de la comunidad es esencial para el logro de los fines de la presente Ley, mediante su participación efectiva en la toma de decisiones y el desarrollo de procesos de autogestión orientados a la protección del medio ambiente y la elevación de la calidad de vida de los seres humanos.
El Estado promoverá y será partícipe en acuerdos y acciones internacionales para la protección del medio ambiente, en particular en aquellos que incluyan la región de América Latina y el Caribe, cooperando con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer el medio ambiente mundial y garantizar la instrumentación nacional de dichas decisiones.
Es deber del Estado, y de las personas naturales y jurídicas en general, participar en la prevención, mitigación y atención de los desastres naturales u otros tipos de catástrofes, en la solución de los problemas producidos por estos y en la rehabilitación de las zonas afectadas.
En otro sentido el Estado fijará en su presupuesto las asignaciones financieras para atender los requerimientos de los programas relativos al medio ambiente que resulten pertinentes, sin perjuicio de las responsabilidades que al respecto correspondan a otros órganos, organismos y entidades.
Entre algunos de los logros más significativos en la actividad ambiental de nuestro país se encuentran:
Erradicación de la pobreza extrema y elevación de los niveles de salud y educación.
Mejora de las condiciones ambientales y de calidad de vida en un marco de equidad.
Aumento de la superficie boscosa nacional.
Trabajo de ordenamiento territorial y de evaluación ambiental en las inversiones priorizadas.
Uso de las capacidades científicas en el diagnóstico y solución de los problemas del medio ambiente.
Fortalecimiento de la gestión ambiental.
Introducción paulatina de la dimensión ambiental en el sistema nacional de educación.
No obstante aún persisten insuficiencias en este sentido, tales como:
No se ha desarrollado plenamente la conciencia, los conocimientos y la educación ambiental.
No se ha logrado incorporar en plenitud la dimensión ambiental en las políticas, planes y programas de desarrollo.
El sistema jurídico existente aún no es completamente integrador y coherente.
Han existido algunas limitaciones en la protección ambiental asociadas con la carencia de recursos materiales y financieros, lo que se ha agudizado en los últimos años.
Por las razones anteriormente expuestas es que el CITMA se ha trazado una Estrategia Nacional Ambiental, que tiene como objetivos principales: indicar las vías idóneas para preservar y desarrollar los logros ambientales alcanzados por la Revolución, superar los errores e insuficiencias detectadas e identificar los problemas del medio ambiente en el país, que requieren de mayor atención en las condiciones actuales, sentando las bases para un trabajo más efectivo, en aras de alcanzar las metas de un desarrollo económico y social sostenible.
Conclusiones
La relación sociedad-medioambiente, en la cual el individuo constituye el mediador por excelencia, requiere para su estudio de un basamento dialéctico y en particular de una posición en la que el hombre sea considerado parte de la propia naturaleza.
La preocupación por lo ambiental nace como una necesidad histórica, ante la evidencia de los fenómenos particulares que lo caracterizan, y pone en tela de juicio las prácticas productivas dominantes, desde que surge hasta hoy día.
Se impone la necesidad de dar un salto cualitativo en los discursos teóricos acerca de la relación medio ambiente-desarrollo.
El principio de la interdisciplinaridad es la forma sistémica de alcanzar la educación ambiental que la humanidad requiere para lograr una amplia y sostenida conciencia ambientalista del entorno.
Cuba ha entrado en un proceso profundo de desarrollo de su política y estrategia para la protección del Medio Ambiente, que incorpora elementos necesarios para ello, los cuales deben ser utilizados cada vez más como verdaderos instrumentos de gestión empresarial.
A pesar de los logros obtenidos en la concepción y desarrollo de la legislación ambiental en Cuba, existen aún insuficiencias, sobre todo en lo que a mecanismos de control y sanción se refiere, aspectos que deben perfeccionarse y están contemplados en la actual Estrategia Nacional Ambiental, trazada por el CITMA.
La participación de profesores universitarios en estos procesos evidencia las potencialidades de la Universidad para la solución de problemas prácticos de gran relevancia.
Desde el punto de vista práctico, la solución estará en una racionalidad productiva alternativa, la cual significaría más que una solución tecnológica o cultural, una propuesta que se fundamentaría en una percepción ideológica, teórica, científica y tecnológica deferente, sobre una nueva escala de valores.
Recomendaciones
Están dirigidas, fundamentalmente, no hacia qué pueden y deben hacer otros, sino sobre qué podemos y debemos hacer nosotros en el marco profesional e institucional en que no desenvolvemos como profesionales.
Para ello tengamos en cuenta:
La promoción de la preparación de estos temas en aquellos profesores universitarios que de alguna manera estén relacionados con la temática abordada en el trabajo, así como otras afines.
Incorporar paulatinamente estos y otros conocimientos afines al MA a la enseñanza de pre y postgrado de manera que la formación de nuestros profesionales sea cada vez mejor en la problemática medioambiental y, por ende, se vaya elevando la conciencia ambiental
Bibliografía
Colectivo de Autores, "Tecnología y Sociedad", Editorial Félix Varela, La Haban, 2006.
Castro Ruz Fidel, "El Diálogo de Civilizaciones", Oficina de publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2007.
Caner Roman Acela, "La Amazonia en Peligro: Acciones geopolíticas de EEUU en el pulmón verde del planeta", Revista Cuba Socialista No.33/04.
Material de Estudio: "La Educación Ambiental", Curso de Trabajadores Sociales. TIC.
Ley 81 de Medio Ambiente, Gaceta Oficial de la República.
Estrategia Nacional Ambiental en Cuba.
Granma: 26/12/07 y 5/1/08.
Anexos
GLOSARIO DE TERMINOS.
Ciencia: Todo tipo de conocimiento sistemático y articulado que aspira a formular, mediante lenguajes apropiados y rigurosos, las leyes que rigen los fenómenos relativos a un determinado sector de la realidad.
Dilema: Argumento formado de dos proposiciones contrarias que conducen necesariamente a la misma conclusión. Duda o disyuntiva entre dos cosas.
Tecnología: Es el conjunto de conocimientos científicos y empíricos, habilidades, experiencias y organización requeridos para producir, distribuir y utilizar bienes y servicios. Incluye, por tanto, conocimientos teóricos, prácticos, medios físicos, métodos y procedimientos productivos, gerenciales y organizativos, entre otros; identificación y asimilación de éxitos y fracasos anteriores, capacidades y destrezas de los recursos humanos, etc.
Es un fenómeno social muy complejo y contradictorio. No existe por sí sola sin un estrecho nexo con el hombre y del hombre; es un valor. Además de ser un valor, crea ella misma nuevos valores en el hombre y modifica de manera sustancial los ya existentes. Los avatares tecnológicos no son sólo fenómenos científico-técnicos sino que tienen una inmediata e intima dimensión axiológica.
Medio ambiente: Sistema de elementos abióticos, bióticos y socioeconómicos con que interactúa el hombre, a la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para satisfacer sus necesidades.
Este concepto ha ido evolucionando. En sus inicios se identificaba con el medio natural, lo cual evidencia una posición reduccionista, en tanto se concebía al MA como una relación entre el organismo y el medio biótico/abiótico que le servía de base existencial.
En la actualidad existe las opinión generalizada de que el MA es algo mucho más amplio y complicado. Se enfatiza la relación entre la sociedad y la naturaleza, ya que esta última le sirve de base a la primera para su actividad existencial. Se aprecia al MA no solo desde una posición puramente natural, sino más integral, al tenerse en cuenta la actividad social y su entorno.
Aunque existen muchas definiciones sobre el MA, todos los autores coinciden en que el mismo se encuentra conformado por dos medios: el físico y el socioeconómico.
Desarrollo sostenible: proceso de elevación sostenida y equitativa de la calidad de vida de las personas, mediante el cual se procura el crecimiento económico y el mejoramiento social, en una combinación armónica con la protección del medio ambiente, de modo que se satisfacen las necesidades de las actuales generaciones, sin poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras.
Ecosistema: sistema complejo con una determinada extensión territorial, dentro del cual existen interacciones de los seres vivos entre sí y de estos con el medio físico o químico.
Entorno: es la realidad física, biológica y sociocultural sistémica en la que viven y se desarrollan los individuos como parte integrante del mismo y que como resultado de la interacción dialéctica que se produce entre ellos, se refleja subjetivamente por los individuos, conformándose una imagen sobre el mismo que llamamos MA. Esta imagen varia, como se podrá apreciar en dependencia de la edad y de las experiencias diversas de los sujetos.
Recursos naturales: todos los componentes del medio ambiente, renovable o no renovable, que satisfacen necesidades económicas, sociales, espirituales, culturales y de la defensa nacional, garantizando el equilibrio de los ecosistemas y la continuidad de la vida en la tierra.); la palabra "ecología" alude a problemas, desastres, crisis ambiental; "socialismo" quiere significar a una sociedad capaz de superar los problemas (sociales y ambientales) que el capitalismo no puede solucionar.
El ecosocialismo quiere plantearse como una propuesta de solución global de los problemas ambientales y como una alternativa al capitalismo. Educación ambiental: proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.
Proceso orientado a desarrollar una población mundial conciente e interesada en el ambiente en su totalidad y en sus problemas respectivos y que tenga conocimientos, actitudes, compromisos, motivación y habilidades para trabajar individual, colectiva y concientemente hacia la solución de los problemas actuales y la prevención de los problemas futuros.
Es el proceso de reconocer valores y aclarar conceptos para crear habilidades y actitudes necesarias tendientes a comprender y apreciar la relación mutua entre el hombre, su cultura y el medio biofísico circundante.
Incluye la práctica de tomar decisiones y formular un código de comportamiento respecto a cuestiones que conciernen a la calidad ambiental.
La EA en un sentido amplio, incluyendo la concientización y el entrenamiento, provee el complemento indispensable de otros instrumentos del manejo ambiental.
Proceso tendiente a desarrollar una población mundial que sea conciente de un ambiente total y sus problemas, que se preocupe por ellos y que tenga el conocimiento, las habilidades, las actitudes, la motivación y el compromiso para trabajar individual y colectivamente hacia la solución de problemas actuales y la prevención de problemas futuros.
Educación para el Desarrollo Sostenible. Modelo teórico, metodológico y práctico, que trasciende el sistema educativo tradicional y abarca la concepción del MA y Desarrollo, expresándose y planificándose a través de la dimensión ambiental en los procesos educativos.
Intenta proponer una nueva información que aumente los conocimientos sobre el MA y que de esta ampliación surja una reflexión que nos permita mejorar la calidad de vida, mejorando la calidad ambiental y que nos lleve necesariamente a una acción a favor del medio.
Conciencia Ambiental: Es el sistema de vivencias, conocimientos y experiencias que el individuo utiliza activamente en su relación con el MA social, y que lleva a su desarrollo íntegro. Puede ser armónica o disarmónica, en dependencia del tipo de relación que el individuo posee con el medio, del grado de compromiso que tiene con el medio y del comportamiento de determinados procesos que se desarrollan a la par de la conciencia ambiental y sus dimensiones.
Estrategia Ambiental Nacional: expresión de la política ambiental cubana en la cual se plasman sus proyecciones y directrices principales
Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo: proyección concreta de la política ambiental de Cuba, que contiene lineamientos para la acción de los que intervienen en la protección del medio ambiente y para el logro del desarrollo sostenible. Constituye la adecuación nacional de la Agenda 21.
Enviado por:
Delvis Pérez Díaz
"IV ENCUENTRO TEORICO UNIVERSALIZACION Y SOCIEDAD"
Santa Clara 2008.
SUM "ABEL SANTAMRIA"
Municipio Encrucijada
Noviembre-2008.