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El poder y las emanaciones

Enviado por jose mejia


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    Una mirada al poder y a las emanaciones – Monografias.com

    Una mirada al poder y a las emanaciones

    "Paseaba Agustín por la playa pensando sobre el Misterio de la Santísima Trinidad; ¿cómo era eso que: El Padre es El Hijo, El Hijo es El Padre, EL Padre y El Hijo son El Espíritu Santo, y que El Espíritu Santo es el Padre y El Hijo, etc.

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    Por supuesto que su cerebro mortal no concebía la idea, más bien, se enredaba cada vez más. En eso vio a un niño que estaba, con una pequeña conchita, sacando el agua del mar y echándola en un pocito en la arena.¿Qué haces niño? – preguntó Agustín.¿No lo ves?, estoy sacando toda el agua del mar para vaciarla en este pocito – dijo el niño.Pero… ¿no te das cuenta que eso es imposible? – replicó Agustín.Agustín – le dijo el niño – es mucho más fácil que yo logre hacer esto, que tú comprendas el Misterio de la Santísima Trinidad."

    Esta historia, extraída de elementos anecdóticos de la iglesia católica y su conclusión mistérica es dogma en ella. Empero, su explicación es elucidada con un lenguaje muy comprensible para la gente occidental y con inigualable sabiduría por las enseñanzas de la Filosofía Rosacruz de Max Heindel, Fraternidad que se conoce como una Asociación de Cristianos Místicos, no sectaria, cuya sede central se encuentra en Oceanside, California e imparte su obra silente y simpar desde allí y otros países del mundo desde hace cien años (1). Y este dogma se convierte en exégesis prístina llena de una luz tan concluyente gracias a la hermenéutica heindeliana que, según mi modesto criterio, supera cualquier otra explicación y arroja una luz más esclarecida que ninguna otra conocida y a la que se puede acceder siempre que se anhele estudiar a profundidad y entender sus razones con la mente abierta y el corazón ardiente y fresco los secretos del Universo, por ejemplo, en este caso la tan manida insolubilidad del misterio de la Santísima Trinidad, declaración cuyo esclarecimiento fue dado como imposible.

    La musa de la inspiración creativa se hace presente en cualquier momento y según sea necesario, y ciertas disquisiciones recientes sobre el concepto del Poder y su capacidad corruptora entre las personas que lo ostentan perentoriamente, entendido aquel como la facultad para realizar un acto o para dominar, me han llevado a compilar estos escritos que pretenden iluminar algunos puntos que seguramente siguen oscuros para algunas mentes de los queridos lectores, basándome en las enseñanzas profundas de los rosacruces y de otras fuentes calificadas. Y lo hacemos con el único y supremo objeto de tratar de buscar la verdad por encima de todas las cosas, sin ánimos de pretender figuración de ninguna naturaleza. Se dice que los escritores navegan en las falsedades y en los engaños para resaltar la verdad, mientras que ciertos profesionales de la política, muchos gobernantes inescrupulosos y otros adalides de artes non sanctas, lo hacen para encubrirla. Este es el primer caso.

    Podemos decir que cuando miramos el firmamento estamos viendo el pasado; eso lo sabemos todos hoy gracias a la ciencia astronómica moderna. Sin embargo, si esto alguien afirmaba hace apenas un par de siglos, de que se podía ver el pasado a simple vista, a esa persona le hubieran tildado de demente. Afirmáse en el libro Humano_Omega que análogamente ahora se clasifica como adefesiosos a un colectivo de personas, entre los que bullen verdaderos farsantes, en efecto, pero que también acoge a seres que poseen las capacidades conjeturadas, es decir, clarividentes, personas con una sensibilidad adquirida por mérito propio que les hace capaces de conectar con arquetipos de la estructura de su cerebro, formado por capas neuronales de creciente antigüedad cuanto más profundas, que la evolución ha ido modelando y transmitiendo genéticamente y que solemos llamar instinto, pero que en realidad son moldes neuronales, redes tejidas por muchos millones de años, y que tienen mucho que hacer y que imponer al cuerpo en que se desarrollan. Estos clarividentes preclaros son capaces de captar radiaciones del Universo de una dimensión muy sutil, y cuyos impulsos se traducen en su cerebro como información que reside en el seno del Cosmos, al igual que la denominada radiación de fondo, de la que hablaremos someramente al final de este ensayo. Así como un haz luminoso es capaz de calentar o iluminar, también puede generar un fuego, en función de que el testigo sea un ciego o sea una lupa, respectivamente, también el cerebro de algunas personas puede ser como una especie de lente, por medio de la mente, preparada para convertir lo que resulta inadvertido en algo extraordinario. Creo que aunque nos merezcan desconfianza, vale la pena escuchar a aquellos que cuando hablan, se acercan a lo razonable y rozan con lo que hoy la Ciencia ya está empezando a teorizar. No creemos que debamos hacer oídos sordos a nada de esto desperdiciando posibles oportunidades de progreso, sólo porque no comprendemos que sean personas más sensibles que nosotros. Escuchémosles, con ponderación, y hagamos nuestro lo que de ellos nos resulte indeliberadamente posible.

    Se dice que el Poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Si el Poder corrompe o no, es un asunto de semántica y de apreciación de lo que nuestra limitada mente concibe como tal. La disolución o putrefacción, para el hombre, aparece a primera vista muchas veces como dañina. Pero sabemos que es necesaria, sin embargo, pues en lo corrupto, en la lixiviación orgánica, bulle la Vida y es caldo anticipado de mejores organizaciones, todo ello, en base al concurso de fuerzas espirituales encargadas de las precipitaciones y que el hombre llama leyes de la naturaleza. Y paralelamente, el error y lo negativo, lo dañino, pueden fortalecer el objeto final, que es la evolución del Espíritu. Veamos cómo, por ejemplo, el Poder como tal, es impersonal, como lo es la Luz, como es el Sonido, como es el Movimiento. Es el hombre, el todopoderoso hombre, el que lo malquista y mal usa, a sabiendas de que no estamos solos en la Creación. Ni siquiera somos importantes, opinan muchos, desde el punto de vista de los Multiversos. Más bien somos periféricos (tal como lo es nuestro sistema solar en la galaxia) y debemos olvidar aquello de que somos los protagonistas del Cosmos. Para la Creación somos un eslabón necesario, pero no imprescindible, y de nuestra actitud y aptitud depende que sigamos dentro de la cadena evolutiva o pasemos a ser desechos y regresemos para siempre, como especie, al polvo solar del que surgimos. La Providencia abre los senderos, pero nosotros debemos recorrerlos en la dirección adecuada. Los famosos y desprestigiados portales que se encuentran ahora de moda por los agoreros del facilismo y la cercanía inminente a uno de ellos, el tan manido y muy mal comprendido 21,12,12, nos hacen creer que los milagros ocurren, pero también las catástrofes.

    Para permitirnos continuar en el sistema evolutivo, cuando éramos espíritus inmersos absolutamente en la involución e inconscientes de nuestra conciencia y realeza espiritual, se nos otorgó un "órgano", el cual nos puede hacer ser más conscientes y servir de brújula en este océano, sin límites ni señales que nos orienten. Es nuestra mente, que nos permite experimentar el mundo; pero ella se autoexcluye de esa percepción y nos hace sentirnos con los pies en el mundo pero "enganchados" fuera de él. Probablemente esto sea así porque la mente une el mundo exterior material con el mundo interior o inmaterial, formado este último por la misma base de que se forma la consciencia: la interacción de unas partículas, exteriores y desconocidas, con nuestros átomos, partículas que pueden ser fotones, radiaciones beta o incluso antimateria. Y estas partículas y sus interacciones no pertenecen a nuestro mundo tridimensional, sino que proceden de un multiverso que nos vapulea y que traslada nuestra consciencia, sin que nos demos cuenta realmente de ello, de una dimensión a otros billones de veces por segundo. ES LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU.

    De aquel caos de la interacción de las partículas con nuestros átomos, y por la teoría estadística de los grandes números, se establece en nosotros una consciencia secuencial que nos hace ser lo que somos, realidad que a pesar de ser un torbellino caótico, nos parece aburrida a veces y por lo que buscamos, paradójica y azarosamente, continuados escenarios menos "estáticos", que nos sumerjan en mundo del hedonismo. Pero evidentemente no somos los controladores de la situación, sino que nos mueven a su antojo los infinitos golpeteos de las olas de este mar de partículas energéticas que llamamos Cosmos, la expresión del Altísimo Universal. De hecho, ese océano de partículas ha sido desde eones el encargado de dar forma primero a nuestras consciencias y luego a nuestros cuerpos físicos, modelando en las células su capacidad de formar grupos en función de necesidades de supervivencia. En el ámbito físico, somos la estela que dejan las partículas a su paso por el campo gravitatorio de nuestro planeta, y resultamos cuerpos físicos bajo el empuje de la presión de las mismas, como las yemas o brotes nuevos surgen de una rama empujadas por la savia y la acción solar.

    Pero no somos conscientes objetivamente de la realidad, como decía Max Heindel y vivimos dormidos, a pesar de nuestra supuesta actividad febril y lucidez cotidiana…; deambulamos en un estado de vigilia limitado sensorialmente, creado por nuestra imaginación "a la carta", de modo que nos procura un estado de consciencia que nos resulte cómodo y placentero, evitándonos en lo posible los sufrimientos que la realidad cotidiana nos depara, para lo cual la mente crea artificios llamados "personalidad", la ortodoxa, formados por múltiples auto engaños para sobrellevar la existencia social. Para ser totalmente conscientes debemos vernos como si fuéramos el observador de otra persona, transpuestamente, como piden los Hermanos Rosacruces y otros educadores verdaderos del alma y observar a los demás como si fuéramos ellos mismos. De este modo cambia la perspectiva que tenemos de nosotros mismos, manteniendo el "recuerdo de sí", pero sin perder el detalle de lo que nos rodea. Pero esto puede resultar poco placentero en la mayoría de los casos, y la voluntad cede ante la necesidad de sentirse seguro y con autoconfianza. Es necesario un gran equilibrio mental para sobrellevar esta dura tarea de la voluntad; pero por otro lado, cuanto más conscientes nos hacemos, más nos damos cuenta de que es necesario aceptar la realidad tal cual se presenta, pues es la única manera de salir del engaño, a pesar del duro golpe que representa para el ego.

    Científicamente hablando, la consciencia individual está basada en alguna función de las neuronas del cerebro… El cerebro es un órgano que entrega a la consciencia información promediada, y por tanto, falsa y mediatizada, aunque sirva para atender sobradamente a las necesidades cotidianas.

    …También la educación colabora en el engaño. El cerebro se auto educa cuando se habitúa a las impresiones repetitivas (como reconocer las letras del alfabeto, hablar un idioma, comer, etc.) De modo que si no se producen variaciones en las impresiones, dejan de hacerse conscientemente. De este modo somos máquinas mecánicas muy sofisticadas. Y al decir máquinas nos referimos a herramientas, vehículos del verdadero dominador: el espíritu. Es el espíritu el encargado de que seamos lo que somos, pero para él somos más que un sueño, un escape para sus propias tensiones evolutivas; somos como una marioneta en la que se sumerge el alma para liberar sus oníricos deseos.

    Tendemos, como personas, a una vida muy individual (aún a costa de perder la opción de la vida en familia e incluso la descendencia), pero basada en un concepto mundial de la individualidad, aumentando el respeto por la humanidad y el planeta (desarrollo sostenible), visionando a este como un ente cada vez más vivo. Pero como individuos no somos capaces de poner en práctica estas ideas tan ecológicas,  así que dependemos de los gobiernos y la sociedad para luchar por el nicho ecológico. No podemos evolucionar individualmente sin un gran esfuerzo personal.

    .. Sri Aurobindo y Madre, (Mirra Alfassa), anuncian que su experiencia personal les ha mostrado que hay una nueva humanidad en desarrollo, y que se está desarrollando a escala celular dentro de cada uno de nosotros. Y que es una capacidad de todos y cada uno de nosotros… si perdemos el miedo al dolor y la muerte, a la disgregación corporal, el miedo a dejar que cada una de nuestras células sea individual dentro de la globalización corpórea. Tal vez la humanidad evoluciona tan despacio porque nuestro Adam Kadmon también siente miedo de que nos individualicemos y seamos células libres en su cuerpo cósmico. La Mente universal no quiere perder el control, o en realidad es nuestra mente la que se aferra a la vida física, porque nuestra conexión con la Mente universal no nos permite entender; es una conexión velada y estrecha como el filo de una navaja, y sólo vemos distorsiones y aberraciones de la realidad. Una realidad multiversal, no universal, ya que está compuesta de múltiples dimensiones y nosotros sólo conocemos las cuatro más superficiales, permaneciendo fuera de nuestro alcance aquellas que más nos definen como entidades y que más información nos proporcionarían de nuestra verdadera posición entre lo creado.

    ¿Cómo acceder a esas desconocidas dimensiones del multiverso? Para los científicos no hay un objetivo claro, ya que entre ellos no hay hipótesis predominantemente aceptadas y se han convertido en políticos que se establecen en sus dogmas defendiéndolos de la competencia de las nuevas teorías. Por tanto, no contemos con una alianza científica. Ya vemos que la solución vendrá por la ciencia privatizada: Proyecto Genoma (mirando hacia el interior), Conquista de Marte (mirando hacia el exterior), etc… Tal vez Aurobindo tenía razón cuando nos proponía ser simples, y Madre nos hacía dirigir la atención a lo que acontece en nuestro interior. Porque si las tres dimensiones espaciales afectan a escala cósmica, y el tiempo sólo nos afecta a los seres vivos conscientes, es probable que el resto de dimensiones pertenezcan a niveles moleculares, celulares o incluso atómicos. Si así resulta está claro qué tan lejos de nuestro conocimiento está la infinitud de las tres dimensiones espaciales como la infinitud de las dimensiones atómicas. Necesitamos, en cualquier caso, nuevos medios para ampliar nuestro conocimiento.

    ¿Cómo deben ser estos medios? Si escuchamos a la sociedad científica, el avance de la tecnología nos acercará a mundos inexplorados dentro y fuera del ser humano, y por la tendencia de los últimos cien años parece que podemos esperar que así sea. Pero si escuchamos a la sabiduría ancestral, los nuevos medios surgirán cuando el humano esté preparado para usarlos benéficamente, y no consistirán en nuevas máquinas, sino en primigenias posibilidades, POTENCIALES ocultos y dormidos en el interior de cada ser, que se harán realidad desde nuestro interior SI SOMOS MERECEDORES DE SU DESPERTAR.

    ¿Qué podemos hacer, pues, ante estas dos alternativas? Lo primero para pasar a la acción es creer en lo que se va a hacer. La sociedad actual no cree en ninguna de las dos propuestas. La primera, inaccesible por lo complejo de la cultura y los mecanismos científicos, accionados por las manos de unos pocos cuya preparación intelectual les permite estar a la altura de tal complejidad ¿Podrá alguna vez toda la humanidad estar a la misma altura en ciencia o en intelecto? La segunda opción… increíble por lo fantasioso y lo distorsionado del mensaje. Una guerra entre buenos y malos, en la que ser bueno es renunciar a uno mismo, y en una sociedad donde ser malo está premiado con placeres y PODER. ¿Podrá alguna vez la humanidad entera mirarse con amor, misericordia y desapego personal? Sea cual sea la opción que elijamos, nos aguarda un gran sacrificio y hasta cabe la posibilidad del fracaso. ¿Vale la pena ocupar nuestra existencia en ello siendo que lo cotidiano nos brinda oportunidades de satisfacer nuestros deseos egoístas y de alcanzar triunfos de placer a corto plazo? He allí la lucha que puede marcar la diferencia, en base a las dos potencias confrontadas: la del desapego que hace que el Poder se dé para el bien común y la externa que incita al egoísmo y utilitarismo a ultranza.

    Miremos en nuestro interior con detenimiento y parémonos a pensar por un momento cual es el motivo de nuestro paso por la existencia: nacer, alimentarse, crecer, desear, experimentar, reproducirse, sufrir y morir. ¿Se acabó…? Si esa es nuestra misión, somos un utensilio que la Naturaleza ha generado para producir y ser producto, como monedas de cambio para algún tipo de juego cósmico: sólo tenemos el valor que representamos y nada más. Pero seguro que somos capaces de intuir que no somos sólo eso, que tenemos algo profundo dentro de nosotros que incluso rodeado de todos los placeres imaginables nos hace sentir insatisfechos. Tenemos marcada profundamente la tendencia a luchar y a sacrificarnos, y cuando no escogemos ese camino no alcanzamos el sosiego de la total satisfacción. Como diría Gurdjieff, es en los súper esfuerzos donde de verdad se produce la mejora, la evolución. Pero al igual que la vaca se contenta con rumiar rodeada de pastos, así el humano rumia sus propias circunstancias para sentirse feliz entre ellas y se contenta con salir indemne cada día. Nos ofrece la existencia premios y castigos en lo cotidiano… AFORTUNADO AQUÉL QUE SABE APRENDER DE LOS CASTIGOS Y QUE NO SE AFERRA A LOS PREMIOS.

    Para la Ciencia Oculta existe una substancia-raíz cósmica de la cual procede todo cuanto existe en el Universo visible e invisible. Esta substancia-raíz se la conoce con multitud de nombres y se la considera como un Gran Ser, al cual se suele llamar Dios. Este compenetra con su propia aura a cada partícula de la substancia material. Esta ciencia llama Espíritu Universal Absoluto a la energía que irradia por todo el Universo, y la cualifica con dos polaridades: positiva y negativa. De ambos polos de esta energía, el espíritu del Padre es la expresión del polo positivo (del cual formamos parte espiritualmente), y la substancia-raíz cósmica, es la expresión del polo negativo (del cual formamos parte materialmente), de modo que el Universo completo es el resultado de la interacción de ambos polos de la energía o Espíritu Universal Absoluto. Todas las formas son cristalizaciones en torno al polo negativo del Espíritu: desde la partículas sin masa hasta la Vía Láctea, pasando por cada ser vivo del Cosmos. Es de análogo modo que la concha del caracol, dura y silícea, es causada por los jugos solidificados de su cuerpo blando. Igualmente, de la sutilidad espiritual surge la dura materia. Debido a dicha interacción entre ambos polos surgen los mundos, la vida y la conciencia. Cada parte del Cosmos queda así compenetrada de conciencia y materia, con un grado diferente en cada parte, influenciado por el grado de vibración de la substancia-raíz. En armonía con el axioma hermético "como es arriba es abajo" y viceversa, los sistemas solares nacen, mueren y vuelven a nacer nuevamente, al igual que las diminutas células, siguiendo ciclos de actividad y reposo, y cada mundo está ajustado a un propósito de acuerdo con la intensidad de la vibración que sobre tal mundo actúa desde la substancia-raíz. Es como un flujo creciente y decreciente, como lo es el día y la noche, o las estaciones del año. Son los diferentes periodos de manifestación del Cosmos. En cada periodo de manifestación, el Cosmos nace, crece, se reproduce y muere. Según los Rosacruces, Dios incluye en su propio Ser huestes de gloriosas Jerarquías de inconmensurable poder y esplendor espiritual, fruto de las pasadas manifestaciones de ese mismo Ser, en ese flujo oscilante y periódico. También incluye dentro de su propio Ser otras Inteligencias, de decreciente grado de desarrollo hasta descender, en grado, hasta las que aún no han adquirido un estado de conciencia tan elevado como el de nuestra humanidad actual, es decir, desde la omnisciencia hasta la inconsciencia. Los seres que poblamos el Cosmos no procedemos de Dios, sino que somos Dios, somos parte de Él, como cada chispa del fuego sigue siendo fuego, como si de células de una macro entidad se tratara. Células con consciencia, con capacidad de experimentar y evolucionar. Y existen grupos de estas "células" de la macro entidad que son capaces de ayudar a evolucionar a las otras menos desarrolladas, al igual que la mitocondria ayuda a vivir y morir a nuestras células. En el periodo de manifestación en el que se desarrolla nuestra evolución actual, esos seres de varios grados están trabajando para adquirir más conciencia de la que poseían al principio de este periodo de existencia. Aquellos que, en manifestaciones anteriores, habían alcanzado el grado más alto de desarrollo, obran sobre los que aún no han desarrollado conciencia alguna. Por ello, no es difícil que alguien piense que somos para esos seres lo que los minerales son para nosotros: materia prima para cubrir sus necesidades y experiencias Para influir sobre los seres inferiores, los seres superiores inducen en aquellos un estado de conciencia propia, con la cual pueden seguir trabajando en lo sucesivo. Aquellos que ya habían comenzado su evolución en un Día de Manifestación anterior, pero que no han progresado hasta un grado superior determinado cuando aquél periodo terminó, prosiguen ahora su tarea nuevamente, en un desarrollo extraordinariamente lento pero absolutamente seguro que alcanzará una perfección suprema. 0995632074 09839947277

    En el principio, los seres más elevados obran sobre los que tienen mayor grado de inconsciencia. Más tarde los ponen bajo tutela de algunas entidades superiores que pueden llevar el trabajo de ayudar a los inconscientes. Mediante este progreso llega un momento que se despierta la conciencia del YO. La vida evolucionante se convierte entonces en humana. Desde el punto en que la propia conciencia individual del Ego se manifiesta, debe seguir adelante en su trabajo de expansionar su propia conciencia sin ayuda exterior alguna. La experiencia y el pensamiento tienen que tomar entonces el lugar de los instructores externos. El periodo de tiempo dedicado a la adquisición de la conciencia de sí, y a la construcción de los vehículos por cuyo intermedio se manifiesta el espíritu del ser humano, se denomina INVOLUCIÓN. El periodo siguiente de existencia, durante el cual el ser humano desarrolla su conciencia propia hasta convertirla en divina omnisciencia, se llama EVOLUCIÓN. Dentro de cada ser existe una fuente de energía que hace que la evolución no sea un simple desenvolvimiento de posibilidades latentes, haciendo también que la evolución de cada ser sea diferente de la de los demás. La manifestación de esa fuerza, tan marcadamente personal, se conoce como EPIGÉNESIS. Esta fuerza manifiesta es fruto de la percepción particular de cada individuo frente al universo, y su fruto imprime en el humano desde la más oscura ignorancia a la más sensible locura. En esencia, La involución significa la cristalización del espíritu en distintos cuerpos, pero la evolución depende de la disolución de los cuerpos, la extracción de la sustancia del alma de ellos, y la amalgama alquímica de este alma con el espíritu, como enseña el místico Max Heindel.

    Para la antigua sabiduría existen siete mundos o dimensiones que se interpenetran, igual que el agua interpenetra a una esponja, entre sí compartiendo el espacio, debido a que están compuestos de materia de distinta densidad e intensidad vibratoria. Son mundos o dimensiones que no están separados por el espacio o la distancia. Están compuestos por energía-materia de distinta densidad y vibración. Las vibraciones son superiores en cada dimensión a medida que ese mundo es más sutil, de modo que las vibraciones en el Mundo Físico tienen una intensidad ínfima (incluidas las ondas luminosas, con frecuencias de centenares de millones de hertzios) comparadas con las vibraciones del Mundo del Deseo, de la emociones y sentimientos, que es el más próximo al Físico. Los siete mundos o dimensiones no han aparecido simultáneamente, ni desaparecerán a la vez, sino que se han ido diferenciando según las necesidades de la involución y la evolución, por lo que cabe pensar que pueden generarse nuevas dimensiones.

    Las dimensiones más sutiles (se considera que son los Mundos superiores) son las primeras en ser creadas, y a partir de ellas se produce la creciente materialización, condensándose y diferenciándose otros mundos nuevos desde Dios, de modo que Él pueda infundir la vida en aquellos mundos donde las condiciones lo permitan. Durante el proceso de involución llega un tiempo en que se alcanza el nadir de la materialidad, comenzando el proceso de evolución en que la vida asciende a dimensiones superiores dejando despoblados los mundos más densos, hasta alcanzar por último el Mundo Espiritual, el más sutil de todos. CUANDO UN MUNDO HA REALIZADO EL OBJETIVO POR EL QUE FUE CREADO, SU EXISTENCIA SE HACE INÚTIL Y TAL MUNDO QUEDA DESTRUIDO, EN UNA MUERTE APROPIADA A SU ESTADO FINAL. Actualmente nuestra fase de evolución se encuentra en las tres dimensiones más densas de las siete existentes, ocupando una existencia fugaz en comparación con la existencia espiritual.

    ¿Quiénes se ocupan de la destrucción o disolución de lo que ya ha cumplido con el objetivo par lo que fue creado?: Los Señores de la Mente, que es la humanidad del Periodo de Saturno. Especialistas en la construcción de cuerpos de materia mental, análogamente a como nosotros nos estamos especializando en construir cuerpos de materia química y estamos adiestrándonos y enseñoreándonos poco a poco en las otras manifestaciones más complejas de la materia como las de los reinos vegetal, animal y finalmente el humano. Ellos usan materia mental porque cuando ellos eran humanidad, la Región del Pensamiento Concreto, donde operan las fuerzas arquetípicas de la forma, la vitalidad y del deseo y la emoción, era el estado de materia más denso de que disponían, mientras que para nosotros el estado más denso disponible para crear cuerpos actualmente es la Región Química. En el Periodo Terrestre, los Señores de la Mente alcanzaron la capacidad de ser Creadores, y nos suministraron el núcleo de materia mental del cual estamos tratando de construir una mente organizada. No han hecho tal cosa con los tres reinos naturales inferiores. San Pablo los denominó "PODERES DE LAS TINIEBLAS" por haber surgido del oscuro Periodo de Saturno y por su influencia separatista, en contraste con las fuerzas unificadoras del Mundo del Espíritu de Vida: el Reino del Amor. El Liberador Planetario, el Espíritu Solar y ahora a cargo de la evolución de nuestra Tierra, es el adalid de ese Mundo, como el Padre es el más alto Iniciado de entre los Seres de ese tenebroso Periodo.

    No podemos dejar esta parte de lo mencionado sin trasladar aquí una rápida descripción de los grandes seres más cercanos presentes de este periodo evolutivo en que tenemos conciencia:

    Arcángeles, es la humanidad avanzada del Periodo Solar. Especialistas en construir el cuerpo de deseos, por ser la materia más densa de su Periodo como humanidad. Se dedican a construir, y suministrar el núcleo de materia para un cuerpo de deseos a los humanos y animales, además de conocimiento para modelar y usar tal cuerpo. Su más alto Iniciado es el Cristo Solar.

    Ángeles, humanidad avanzada del Periodo Lunar. Como era el éter el material más denso para ellos, se especializaron en construir el cuerpo vital, instruyendo a los humanos, animales y vegetales en lo referente a sus funciones vitales. La Luna tiene el control de todos los líquidos de la Tierra, y fue la anterior encarnación del espíritu de la Tierra. Los Ángeles son los antepasados de la humanidad y tienen ahora el control de los poderes generativos del hombre y del animal. En el Periodo Lunar, las dos razas de Ángeles se enfrentaron entre sí. El regente de la Luna (Jehová), responsable de la evolución de los seres de la Tierra, decidió que el espíritu de vida entrara dentro de cuerpos con forma (humanos, animales, vegetales y minerales). Estas formas se construirían basadas mayormente en el agua, por su plasticidad para acoger al espíritu de vida, por lo que los Ángeles afines al agua se volcaron en esta tarea, pero la raza de Ángeles afines con el fuego no pudieron formar parte de esta labor, quedando por ello rezagados en su propia evolución, de donde surge el mito de Lucifer y su desobediencia al plan divino. Lucifer es una palabra que significa PORTADOR DE LUZ. Los Ángeles del tipo de Lucifer quedaron evolucionando en un término medio entre la humanidad y los Ángeles, por lo que se vieron en la necesidad de utilizar al ser humano como soporte para su propia evolución. Para ello infundieron en la humanidad la capacidad de expresar a través de su organismo (concretamente el cerebro humano) el conocimiento y expresión de los Ángeles Lucifer, cosa que era imposible para los Ángeles afines con el agua, por estar mucho más evolucionados. De este modo, los Lucifer modelaron el cerebro humano para que les sirviera como foco de expresión propia, incorporando un desarrollo libre de la conciencia que incluiría el bien y el mal, el acierto y el error, las pasiones y deseos y la capacidad de atisbar senderos que de otro modo nos estarían prohibidos. La fuerza generadora fue utilizada para tal efecto. Esta intervención hizo que el ser humano perdiera la oportunidad de vivir en un mundo de inocencia y felicidad a cambio de su libertad e independencia, de su individualidad. Pero adquirió PODER autónomo. Cuando nos preguntamos si Dios está ciego ante los problemas de la humanidad, la respuesta es que la propia humanidad es la que impide a Dios que intervenga, pues no basta con desear ser feliz… hay que entregar a Dios nuestra individualidad a cambio de la felicidad. Y NINGÚN SER HUMANO ESTÁ DISPUESTO A LLEGAR A ESTE EXTREMO. En boca de Jesús el Cristo quedó la parábola: "Mirar las aves del cielo, ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante el Padre Celestial les alimenta ¿Acaso no sois vosotros más valiosos que las aves? … no debéis inquietaros por el qué comer o el qué beber… Buscad el Reino y su Justicia y todas estas cosas vendrán por añadidura…" POR ESTE MOTIVO, A TRAVÉS DE LA FUNCIÓN MENTAL SOMOS EL ALIMENTO DE ÁNGELES LUCIFER. En nuestra capacidad de libre albedrío reside la elección de seguir así o entregarnos con fe ciega a los designios del Padre Celestial … opción esta última que daría un vuelco a la humanidad, un cambio tan grande como el que producen los grandes cataclismos que hunden civilizaciones completas. Tal vez, cada cataclismo que acontece es una oportunidad que se nos da de elegir empezar desde cero con la confianza puesta en Dios… pero todo son conjeturas. Evidentemente hay muchas más criaturas evolucionando junto a la humanidad, y si la humanidad hace una elección incorrecta, sus efectos y el paso del tiempo nos haría desaparecer para dar opción a otras especies.

    Espíritus Virginales, Los Espíritus Virginales fueron enviados al desierto del mundo como chispas de la Llama Divina, la cual es nuestro Padre Celestial y primero sufrieron un proceso de involución en la materia, cada chispa cristalizándose en un triple cuerpo. Luego les fue dada la mente, y llegó a ser el punto de apoyo sobre el cual la involución se vuelve evolución, y la Epigénesis o habilidad creadora divina inherente al Espíritu interno, es la palanca por medio de la cual el triple cuerpo se espiritualiza en forma de la triple alma y se amalgama al triple Espíritu, siendo el alma el extracto de la experiencia mediante la cual el Espíritu evoluciona de la ignorancia a la omnisciencia, de la impotencia a la omnipotencia, y así, finalmente, se hace semejante a su Padre Celestial, mediante la forja del carácter que cincelará su espíritu, gracias a la Voluntad, Su Primer Aspecto.

    Francisco Nieto nos dice sobre este asunto tan fundamental del carácter que: "Aunque hoy estamos influenciados por los rayos de casi todos los planetas en sentido moral, intelectual, y emocional, el desarrollo espiritual se obtiene como resultado de nuestro libre albedrío, de nuestra voluntad, del razonamiento que hagamos y, como es lógico, de las experiencias de la vida. Lo mismo que Marte y Saturno fueron imprescindibles para la obtención y desarrollo de la mente, hoy siguen teniendo un papel importante en nuestro estado evolutivo puesto que el hombre sigue dejándose dominar por el cuerpo de deseos (Marte). Aunque tengamos un horóscopo individual y un reparto equilibrado de los planetas, de donde podemos intuir cuál es nuestro desarrollo actual, Marte sigue haciendo que el hombre sea impulsivo, guerrero, apasionado, violento… Así es que, mientras no sepamos utilizar la razón de una forma sostenida y concentrada, nos veremos dominados por los sentimientos y los deseos y evolucionaremos más lentamente. Es aquí donde también debemos utilizar la ayuda de los otros planetas para purificar los sentimientos y deseos inferiores de Marte, pero esto, sin un motivo, no se puede conseguir porque el motivo está detrás de la voluntad y de la acción. Esto es Saturno, un sentido de justicia dentro de lo bueno y lo moral que se mueve de acuerdo a la conciencia y no dependiendo de los deseos y los sentimientos.

    Esto no significa que el temperamento de Marte sea menos importante que el de Saturno, las personas de carácter marciano conseguirán más objetivos por la devoción o el coraje que por el carácter calmado o la justicia fría de Saturno, sin embargo, en otra persona, Saturno le hará alcanzar otras metas más importantes. Saturno lleva a hacer más buenas acciones que Marte, un marciano puede ser un héroe por su valentía y audacia pero un saturnino puede hacerse un mártir por su falta de audacia y su razonamiento frío y calculador. El héroe lo es por dar la vida por un impulso irrazonado o por una emoción procedente de un propósito pero el mártir se hace por medio de una causa elevada y justa o por un principio. Marte se exterioriza en la personalidad y Saturno se interioriza, el héroe se hace casi sin pensarlo y con rapidez pero el mártir se hace lentamente y actuando en conciencia desde el interior. El marciano es valiente y fuerte en su expresión pero dejándose llevar por los deseos y los sentimientos; el saturnino se interioriza y es tímido pero cuando el destino le golpea saca fuerzas de la flaqueza y se muestra audaz en sus determinaciones razonadas."

    Esta simbiosis entre el micro y el macro cosmos se explica mediante la doctrina de los rayos o influencias astrales que ejercen su influjo sobre los seres humanos, la humanidad del actual Periodo Terrestre. Las siete jerarquías que se mencionan en los Rishis Vedas, como los Siete Constructores o Fuentes de Vida, son tratadas como radiaciones energéticas cualificadas con aspectos divinos, que al infundirse sobre la humanidad provoca cambios y tendencias en la evolución de esta, a modo de influjo modelador de las formas y sus características fundamentales, ejerciendo poderosas influencias, pero no inapelables, sobre el carácter. Nos han dicho que estos denominados Siete Espíritus ante el Trono o sus representantes, en merito a su enorme evolución obtenida en pasados Días de Manifestación, rigen la totalidad de nuestros siete mundos mediante una miríada de formas en incesante evolución que tienen como meta la formación de dioses creadores. Esta concepción henoteista es el pilar de las filosofías esotéricas como la Rosacruz, la que reconoce muchos seres deíficos en el Universo, como nuestro Dios del Sistema Planetario al que la tierra pertenece, pero un solo Ser o Espíritu Universal Triuno, el que procede del Absoluto. Su inmanencia se muestra mediante rayos, fulminaciones vibrantes que son septenarios, las cuales brevemente los describiremos respecto a su influencia o poder en los seres humanos y la vida en el Sistema Solar:

    RAYO DE PODER O VOLUNTAD, vitalidad que se manifiesta a través del Sol y no lo hace directamente en nuestra Tierra aún. Es tan poderoso que también es denominado RAYO DESTRUCTOR Y ANTICRISTO, porque causa fin a los ciclos, provoca el envejecimiento y la muerte en todos los reinos, poniendo fin a las formas creadas por los otros seis rayos, tras cumplir su propósito, liberando así su poder. Este trabajo lo lleva a cabo interpenetrando los cuerpos con SU PODER, lo cual los hace retornar al centro del cual procede el impulso inicial. Su principal poder se acumula en los minerales y la clave del misterio de este rayo se halla en la radioactividad. ES BENÉFICO COMO CUALQUIER OTRO RAYO, SÓLO NUESTRO TERROR FRENTE A LA MUERTE HACE QUE LO VEAMOS COMO CONTRARIO AL PROPÓSITO DIVINO. No existen tipos puros de este rayo en el planeta, pues sería un desastre hoy en día. No hay suficiente amor e inteligencia en el mundo como para equilibrar la voluntad dinámica de un ego que pertenezca al rayo destructor.

    RAYO DE AMOR Y SABIDURÍA, amor puro en contacto con el núcleo de la deidad, infunde la Ley de la Atracción y todas aquellas cualidades derivadas del amor divino, hasta las deformadas, como el deseo animal. Es el principio de atracción que activa todo trabajo creador de formas para satisfacer el deseo. Por ello trabaja en la creación y desarrollo de todas las formas del universo. Fundamentalmente se entrega a la formación de sistemas capaces de desarrollar la percepción, la sensibilidad al entorno, y que tengan capacidad de respuesta, en un proceso de satisfacer el deseo con progresiva satisfacción. Se encuentra especialmente activo en el reino vegetal, en el que destaca su producción en la atracción de las flores por medio del color y el perfume. El efecto de la Vida (que desea satisfacción) y de la Forma (proporciona el campo de la experimentación) hace que LA HUMANIDAD SEA COMO UN GRAN ÓRGANO SENSITIVO DEL PLANETA EN EL SISTEMA SOLAR, PRODUCIENDO UNA CONCIENCIA CON TENDENCIA A AMAR AQUELLO QUE NO TIENE FORMA, Y A APLICAR INTELIGENTEMENTE LA EXPERIENCIA AL PROCESO DE TRANSMUTAR EL DESEO EN AMOR. Se expresa a través del planeta Júpiter. Como órgano sensitivo del planeta que somos, tenemos la obligación de guiarlo hacia su destino verdadero, y sentir en nosotros sus enfermedades y sus bondades.

    RAYO DE LA INTELIGENCIA ACTIVA, es el impulso motivador en el trabajo inicial de la Creación. Se relaciona principalmente con el reino animal y produce en él la tendencia a incorporar actividad inteligente, y como ejemplo tenemos a los animales domésticos. Se incorpora a las cualidades de las formas que surgen, predisponiendo a toda la creación para valorar con inteligencia el verdadero objetivo del deseo y la técnica de construir la forma. Emplea sus energías en la manifestación de la civilización moderna, con su materialismo, su Ciencia, y el desarrollo mental, gloria y destino de nuestra raza. Estos tres primeros rayos garantizan la continuidad del progreso, utilizando inteligentemente las experiencias para producir formas más sensibles y hermosas capaces de expresar plenamente la cualidad de la vida. Se manifiesta a través del planeta Saturno en nuestro sistema solar. Valiéndose de la materia ofrece a la humanidad un campo para la experimentación.

    RAYO DE ARMONÍA, tiene como misión la expresión de la Verdad, creando perfección y belleza al interactuar con la vida y la forma, siendo inspirador de las ideas más elevadas, destacando el campo artístico entre la humanidad. Se manifiesta escasamente en la Tierra y confiemos que empiece a hacerlo con asiduidad muy entrados en el siglo XXI, ya que no puede emerger hasta que la conciencia haya alcanzado tal grado que permita al alma mayor actividad sobre la personalidad.

    RAYO DE CONOCIMIENTO CONCRETO Y CIENCIA, en contacto profundo con la Mente Creadora, está en plena influencia actualmente, e incluso aumentará todavía más en el futuro, sobre todo en el desenvolvimiento psicológico del humano. Produce la individualización, y su efecto más conocido es la Ciencia, que fuerza a los científicos a trabajar en niveles mentales, lo cual los sitúa muy cerca del alma, en contra del hombre religioso, que trabaja con niveles astrales o emocionales. La función de la personalidad es ser una vía del plan divino y un medio de la expresión del alma, y este rayo es un canal puro para la divina voluntad, revelando el camino tanto de ascenso como el descenso, el camino a la muerte o a la encarnación, el camino de la oscuridad a la luz pura de Dios.

    RAYO DE DEVOCIÓN E IDEALISMO, presenta la expresión de la cualidad del Logos Solar, como la defensa de un ideal elevado, devoción al impulso de vida y a la sinceridad divina. Es responsable de la aparición de las ideas que han hecho avanzar al hombre, y de aplicar adecuadamente el deseo y la inteligencia con el fin de expresar tales ideas. Tiene la tarea de diferenciar la apariencia de la cualidad, trabajando desde el plano astral. Pero los ideales presentidos no son correctamente interpretados por la mente todavía, ni aplicados en la forma correcta en general. Es necesario que la humanidad comience a desarrollar el orden en los planos subjetivos de la vida. Al espíritu no le preocupan los problemas subjetivos de la personalidad, lo cual la hace despiadada con este.

    Partes: 1, 2
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