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La Muerte de Jesús. Salvación o simple acontecimiento histórico (página 2)


Partes: 1, 2

El Bautizo de Jesús.

Del relato bíblico de Juan sobre el Bautizo de Jesús se desprenden muchas inquietudes, sobre las cuales los eruditos en las prácticas religiosas de los judíos nos pueden aclarar de mejor manera. Siendo un simple creyente de la Salvación del hombre, me pongo a meditar en base de lo que está relatado en los evangelios, con la firme convicción que los escritos (llegados a nuestras manos de una traducción española del griego originario de los manuscritos más antiguos que se tiene de los Evangelios) son dignos de credibilidad y son fieles a los escritos originales.

Los padres terrenales de Jesús, como eran las costumbres y tradiciones religiosas judías, a los ochos días de nacido es llevado al templo para ser circuncidado. Este acto lo hacía "santo al Señor", de acuerdo con la ley Mosaica. La presentación del niño en el templo es causa de admiración de Simeón al considerarle el Enviado del Señor.

Debemos recordar que los profetas del Antiguo Testamento predecían la venida del Mesías salvador del pueblo de Israel, y debemos anotar que el pueblo judío se encontraba bajo el dominio del Imperio Romano. No sé si es fácil colegir, pero al menos así pienso, la salvación que esperaba el pueblo judío era de la esclavitud romana; Jesús con sus mensajes deja corto la esperanza terrenal del pueblo judío y, más bien, predica el amor entre los hermanos, realiza todo tipo de manifestación divina (milagros) para el bien del hombre; deja un mensaje del Reino de Dios, etc. (Ya reflexionaremos sobre lo que Jesús realizó en la Tierra y el mensaje profundo de sus prédicas y acciones). Luego, Lucas recoge la "historia" de Jesús a los doce años cuando es llevado por sus padres terrenales al templo en Jerusalén para la fiesta de la Pascua; Jesús, dice el relato, se queda en el templo discutiendo con los sabios de la época; cuando es hallado es reprendido por sus "progenitores", más Jesús les dice: "¿Por qué me buscan? ¿No saben que en los negocios de mi Padre me conviene estar?"

Las palabras que siguen en el Evangelio, no dejan de sorprenderme, analicemos: Lucas, al parecer, pone los pensamientos y la actitud en los padres de Jesús, pues ¿Sabían que Jesús era el Mesías enviado por Dios para la Salvación del Mundo? O simplemente, ¿Lucas escribe porque supone que esa fue la actitud y pensamiento de los padres?, fue: ¿Creación literaria? ¿Forma expresiva de un acontecimiento no sucedido? ¿Buscaba un propósito religioso? Sin embargo, de acuerdo con mi criterio, deja al manifiesto que Jesús no era ningún niño especial, como tampoco era considerado un "Mesías", ni aún por su propia familia, contradiciendo lo declarado por Simeón cuando es llevado al Templo en su nacimiento.

Contradiciendo las mismas palabras que Jesús acaba de decirles. ¿Por qué lo digo? Lucas manifiesta la actitud que adoptaron los padres de Jesús: "Mas ellos no entendieron las palabras que les habló". Entonces, como dije, Jesús fue un niño normal, nada especial que denotara una actitud de "Elegido"; su infancia, su niñez, y parte de la vida adulta pasó desapercibido, ya que no realizó nada "especial" que denotara su condición de Enviado de Dios. ¿Es cierto lo que estoy diciendo? Parece que no, púes de otra manera no se explica porque María, su madre, en la bodas de Caná le pide que ayude en la fiesta "convirtiendo el agua en vino". (Estas bodas me tienen intrigado, hablaré de esto en otra ocasión). Decía que María conocía a su hijo, razón más que suficiente para pedirle que colaborara con la fiesta. María sabía que Jesús "podía" realizar "milagros". La última frase la puedo hacer pregunta, que me parece lo correcto. Dejo planteada las inquietudes en estos hechos.

Jesús aparece en la escena pública cuando está preparado realmente para llevar adelante la campaña de amor al prójimo, pero no lo hace de improviso, sino que lo hace mediante un anunciador previo: Juan el Bautista (su primo). (En este momento el diablo entra en mis pensamientos -¿siempre lo ha estado?- y me saltan ideas locas, como: ¿No fue un complot familiar que en conjunto entre su primo y Jesús prepararon toda la comedia?). Decía que, Juan el Bautista, predicaba el arrepentimiento de pecados y anunciaba la llegada del Mesías; decía que él bautizaba con agua pero el que Fue, Es y Será nos bautizaría con el Espíritu; que él no era merecedor ni de desatarle las sandalias. Pero, ¿qué significaba el bautizo de Juan? ¿Ya se estaba fraguando una nueva creencia religiosa? ¿Juan bautizaba para convertirse a la religión judía?

En todo caso, Jesús entra en escena y le pide a Juan también ser bautizado, Juan, a regañadientes acepta, y procede a bautizarle a Jesús. Sea como fuere que haya sido, solo el Evangelio de Juan recoge las siguientes palabras. "…el cordero de Dios que quita el pecado del mundo", pero no son palabras dichas por Jesús, sino, supuestamente, pronunciadas por Juan; tampoco indica que la muerte de Jesús limpia el pecado de los hombres. Por supuesto que Jesús quita el pecado del mundo, porque El es el único que puede perdonarnos de todo nuestro mal. Pero, ¿El es el Único? ¿El perdón que puede, si quiere, otorgarme mi prójimo no me limpia del mal cometido hacia él? En la principal oración cristiana rezamos: "Perdona nuestras ofensas (deudas) como también nosotros perdonamos (a nuestros deudores) a los que nos ofenden", entonces ¿tenemos o no la capacidad de perdonar?

Se lee en los Evangelios que un enfermo se acerca hacia Jesús para ser curado, Jesús, en primer lugar, le dice: "Tus pecados te son perdonados", y al ver la reacción de los que le rodean, procede a sanarle. Esta escena pone de manifiesto que Jesús no necesitó morir para perdonarnos los pecados. El muere para decirnos que El puede vencer la muerte. Que después de la muerte existe la vida. La interpretación de la muerte del Hijo de Hombre como la muerte de los pecados del hombre, nace con Pablo.

Sin embargo, Pablo mismo indica que quién no cree que la resurrección de Jesús, vana es nuestra fe. Entonces, en que debemos tener fe. ¿En la muerte de Jesús? ¿Qué su muerte me limpio de la maldad de mi pecado? ¿Nos basta con la muerte de Jesús para ser salvo? Jesús, de acuerdo con la religión cristiana, nace sin pecado y vive sin pecado, pero Pablo dice que: "la paga del pecado es la muerte", entonces su muerte sirve para limpiar nuestro pecado, pero ¿si Jesús murió por nosotros? Entonces, ¿porque nosotros tenemos que morir? Hay más preguntas y reflexiones que se pueden hacer, pero…

La muerte de Jesús debe ser tomada alegóricamente de morir al pecado, de salir de nuestra condición pecaminosa, de nacer de nuevo (Nicodemo) para una nueva vida en ésta tierra con la esperanza (fe) de tener una vida (Jesús lo demostró) después de esta vida o luego de la muerte. ¿Cierto?

Los primeros cristianos.

En el libro: "Los Hechos de los Apóstoles" se relata que los primeros cristianos vivían en comunidad, vendían sus propiedades, y el fruto de la venta era repartido entre todos los fieles. … <<Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos>>. (Hechos 2. 44-46).

A través de los tiempos esta costumbre, o manera de vivir, se ha modificado. Dentro de los cambios dialécticos que ha tenido la sociedad, hoy estamos avocados a sujetarnos al libre mercado de la oferta y la demanda. Lo que ha pretexto de una tan mentada "libertad" se hayan cometido y se cometan muchas y diversas injusticias, lo que ha generado la lucha de clases. La sociedad ha tenido que cruzar por varias formas de producción: Desde la esclavista hasta el capitalismo, pasando por el feudalismo. La sociedad en la que vivieron los primeros cristianos si bien no fue netamente esclavista, sin embargo, el pueblo judío estaba bajo el dominio del imperio romano.

El pueblo judío no gozaba de ningún derecho civil; los derechos solamente se otorgaban a los romanos (nacidos en Roma) o se compraba la nacionalidad romana a un alto precio (los pobres no accedían a estos privilegios).

A pesar de eso, los romanos (autoridades y ciudadanos) respetaban la religión del pueblo judío y éstos no fueron impedidos de realizar ceremonias o ritos de acuerdo con sus costumbres; al perecer, el pueblo romano respetaba la libertad de culto. En fin, con la evolución del pensamiento de los seres humanos nace Marx, quién realiza estudios y formula que la sociedad y la lucha de clases se debe a que los medios de producción están en manos de la clase dominante, y manifiesta que para terminar con la desigualdad social  los medios de producción pasen a la clase proletaria. Lenin, en Rusia, siguiendo este pensamiento revolucionario, promueve esta forma de vivir y el pueblo Ruso se levanta en armas contra los Zares y se conforma, en su tiempo la gran nación rusa, luego la historia nos dice que, movidos o no por el imperialismo yanqui, se derrumba esta nación y se divide en los quince estados que la conformaban.

Los primeros cristianos dentro de la sociedad que les tocó vivir, tuvieron que alejarse del mundo y del dominio de los romanos, y sobrevivir de la manera que nos relata la Biblia. Es decir, en un sistema "comunista"; claro que ellos no tenían un medio de producción (no producían nada) ya que la forma de producir sus bienes de consumo, fue mediante la venta de sus pertenencias y la repartición de los mismos entre todos los fieles; su forma de vivir era una sociedad de consumo en base de la venta de las cosas que poseían.

En este sistema sobrevivían los primeros cristianos, que fue necesario que el Señor "dotara" de más fieles (con bienes y propiedades) cada día. Y los nuevos creyentes estaban obligados ha entregar todas sus propiedades, caso contrario, el "Señor" les castigaba o les mataba, tal como les sucede a Ananías y Safira. En este punto, detengámonos a reflexionar sobre lo que les acontece a esta pareja de casados que se comportaron, según los primeros apóstoles, como no muy fieles cristianos.

Como se conoce de la lectura bíblica, todos los nuevos integrantes de esta nueva creencia debían vender todas sus pertenencias y entregar todo el producto de la venta para ser parte de ellos. Dentro de la sociedad judía existían los diezmos y primicias, pero esta nueva creencia demandaba todo. ¿Dios se adelanto en la "idea" de la sociedad comunitaria? ¿Este sistema de convivencia es la más justa? ¿Este sistema de vida está señalado por Dios y por lo tanto es divina? Tal parece que así es la idea ya que, el mismo Dios no permite que exista egoísmo dentro de los creyentes y nadie ni nada debe quedar en posesión propia, so pena de algún castigo.

Muchos me pueden decir que Dios quiere que nuestra entrega sea total; es cierto, pero no puedo pensar que se refiera a los bienes materiales, sino ante todo, a las cuestiones espirituales. Es celoso y nos mandó que no tuviéramos dioses ajenos delante de Él (Dios no necesita de nuestros bienes y aún, creo, que tampoco de nosotros). Los bienes materiales que poseamos deben ser bien administrados (parábola de mayordomo), pero también que seamos generosos con ellos. Sin embargo ¿Por qué se da la muerte de Ananías y Safira? ¿Por la deshonestidad de los esposos? ¿Por la mentira? ¿Por el corazón mezquino de la pareja? Sin embargo, ¿Dios castiga solo a sus hijos? Parece que es así, porque de otra manera no se explica que siendo tan corrompido el sistema de ese entonces, muy pocos o nadie fue castigado en vida por Dios. Pero  vamos un poco adelante de la muerte: ¿Ananías y Safira están en la otra vida? ¿En qué lado: de Dios o de la Muerte Eterna? Si es de lado de Dios, fueron bendecidos; su "obra" y su manera de comportamiento en la tierra estuvo o fue aceptada por Dios aunque fue rechazada por los Apóstoles, entonces ¿Por qué su muerte temprana? Digo muerte temprana, porque todos, algún día, debemos morir. Si luego de la muerte temprana de Ananías y Safira fueron a la Muerte Eterna ¿el egoísmo o lo que sea que cometieron de falta, merece castigo tan grande? ¿Dios no es amor?

Con el paso del tiempo y la degeneración de las creencias religiosas, el hombre fue aprovechándose de las riquezas del hombre. Cuando Jesús fue ungido con aceite en la casa de María y Marta, Judas reprende no a María sino ante todo a Jesús por permitir que se gaste una gran cantidad dinero en El antes que se emplee ese dinero en los pobres. Entonces Jesús les dice que, a Mi me tendrán por poco tiempo y a los pobres los tendrán siempre. Muchas preguntas surgen de la lectura de cualquier pasaje de las Escrituras (¿Por qué empleamos éste término que se utilizaba para señalar el libro principal de los judíos?) Pero no quiero alejarme de ésta reflexión. No quiero llegar a ninguna conclusión, tampoco dejar sentado ninguna filosofía, peor crear algún credo o fundar cualquier cosa que se les ocurra. Pienso porque quiero pensar, y además, no me cuesta nada; tampoco quiero ganar nada. Lo hago porque si.

Decía que, con el devenir del tiempo el hombre quiso tener las riquezas materiales de los otros hombres, por lo que realizó y realiza todo tipo de cosas para obtenerlo. Dios lo puede todo, ¿necesita del hombre para cumplir su propósito? En todo caso, parece que Dios envía, cada cierto tiempo, a algunas personas para que nos guiaran por el verdadero camino ¿podemos los seres humanos reconocer cuando un hombre es un enviado de Dios o no?, uno de estos enviados, considero, que fue Lutero, veamos lo que dice en la Tesis N° 27: "Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando". Con este pensamiento se resquebraja el sistema establecido y poco a poco se va perdiendo esa falsa doctrina, aunque aún no se ha perdido del todo. Mala acción que la Iglesia cristiana medieval haya cometido oficialmente este tipo de actos; es decir, engañar a la gente haciéndoles creer que mediante el dinero se podía sacar almas del purgatorio (Pero ¿Qué es el purgatorio?); pero ésta acción ¿no es menos cruel que la que la hicieron a Ananías y Safira? ¿Por qué lo digo? Veamos: Si Ananías y Safira por su acción fueron reprobados en tierra mucho más lo serán en la eternidad; es decir, su comportamiento no solo los condenó a la muerte carnal sino a la muerte de su espíritu.

La Biblia no dice que los esposos fueron castigados en la eternidad, pero la doctrina cristiana si asegura que seremos juzgados por nuestras acciones en el día postrero. Entonces me salta otra pregunta humana ¿Puede o debe un hombre ser condenado o juzgado dos veces por un mismo "pecado"? Si fueron reprobados por los apóstoles en vida y su castigo fue la muerte, ¿deben recibir también el castigo de Dios con la muerte eterna?. Pero nadie sabe los propósitos de Dios. No puedo ponerme en la posición de El, El lo sabe todo…Yo soy solamente un pobre ser humano. Sin embargo, qué es menos humanitario: ¿dar la muerte por no ser generoso con su dinero o recibir dinero a cambio de algún engaño? Repito, nadie sabe los propósitos de Dios.

La vida después de la vida.

Muchas personas hemos tenido que cumplir obligatoriamente ciertos requisitos para ingresar en un centro educativo o en alguna empresa de trabajo; cumplir ya sea con algunas pruebas de aptitudes intelectuales, físicas, de salud, mentales e incluso presentar certificados que acrediten que somos portadores o no, o transmisores de ciertas enfermedades, especialmente del virus VIH (Sida); claro que en caso de encontrarse un portador positivo, dicha persona muy difícilmente logrará ingresar dentro del campo laboral; no digo que no exista personas que acepten a éstas personas, pero siempre estará presente la discriminación, y no solo en estos casos, también existe discriminación por el color de la piel, por la religión, por el dinero, por el vestido que se usa, por el sexo, por la edad, por…bueno, al fin y al cabo, somos seres humanos, sin embargo, no es pretexto para ser como somos.

El ser humano desde que nace hasta que muere debe pasar ciertas etapas de desarrollo, alcanzar una para proyectarse a otra. Si no se ha realizado bien una etapa, en la siguiente puede tener dificultades para lograr salir avante. El progreso del ser humano nunca se termina, se alcanza una meta y se busca otra más lejos. Siempre tendemos a cambiar; en mentes normales estará fijada siempre en hacer el bien, aunque hay quienes deseen ir por otro camino; pero ese no es nuestro caso ni nuestro punto de reflexión. Lo que tratamos en este tema es de aquellas personas que buscan ir hacia un punto más alto del bien. Ya pensaremos lo que puede significar "hacer el bien".

Decíamos, una persona para alcanzar un nivel más alto en cualquier ámbito debe realizar algún esfuerzo o cumplir ciertos requisitos para que sea merecedor de ese nuevo nivel. Al alcanzar un nuevo nivel, luego de haber cumplido los requerimientos necesarios, se hace poseedor de nuevas obligaciones, responsabilidades; y en recompensa, de nuevos privilegios. No todos podemos alcanzar un nuevo nivel debido a que las aptitudes que poseemos o las actitudes que tomamos no son las adecuadas para merecer otra categoría; por lo que, o realizamos los esfuerzos necesarios para avanzar o nos resignamos a mantenernos en el mismo nivel. Pero me estoy alejando mucho del tema, volvamos a centrarnos en lo que estamos pensando, continuemos con la reflexión de la vida después de ésta vida…

En primer lugar, depende de la religión en que nos hayamos formado para tener una concepción de nuestra vida luego de la vida terrenal. Si nos hemos formado dentro de la Religión Católica Apostólica Romana, nuestra salvación estará sujeta a nuestras acciones realizadas en la Tierra. Dentro de este concepto son nuestras actuaciones la que nos hacen merecedores de la vida eterna. En éste ámbito muy poco aporta Dios para la salvación del ser humano, aunque se pregone que su Hijo murió en una cruz para la Salvación de los hombres.

Existen otros pensamientos o corrientes religiosas (Evangelistas, Protestantes, etc.) que afirman que la Salvación del ser humano se debe a una gracia de Dios, y que luego de haber recibido el regalo de la Salvación, la vida del ser humano, en la Tierra, no puede ser la misma y, por lo tanto, las actuaciones deben ser acordes con la nueva categoría adquirida, es decir, de "hijos de Dios".

Dentro de las creencias nacidas luego de Martín Lutero, no se acepta la idea del Purgatorio luego de nuestra muerte. Podemos decir que solamente la Religión Católica Apostólica Romana enseña, dentro de sus doctrinas, la existencia del Purgatorio.

En segundo lugar, tenemos que analizar el concepto del espíritu o alma en el cual nos desdoblamos luego de nuestra muerte. No espero realizar un análisis de este concepto en las diferentes religiones del mundo, es demasiado profundo y extenso, y no estoy a esa altura; pero al menos espero alcanzar un modesto concepto en la religión cristiana. Mi forma de concebir el espíritu o alma es muy limitada. Intentaré realizar un bosquejo del mismo. Veamos:

¿Cuándo nace mi alma?

Empezaré mi reflexión con una pregunta: ¿Desde cuándo existe nuestra propia alma? Este problema ya se ha discutido desde muchos siglos atrás, pero por ser un tema que sobrepasa el entendimiento humano nadie sabe, a ciencia cierta, cuándo se origina.

Puede haber muchas respuestas, pero todas ellas serían solamente conjeturas. Se puede pensar que nuestro ser interior existe desde que el ser comienza su existencia; es decir, desde su concepción o sea desde que el primer espermatozoide fecunda al óvulo de nuestra madre, o desde que un cierto grupo de células se las considere como a un ser humano.

Otros pueden considerar que nuestro ser interior se origina desde el alumbramiento; es decir desde el momento de nacimiento del niño; otros pueden decirme que nuestra alma nace cuando nuestro cuerpo muere o deja de vivir; es decir vive desde que nuestro cuerpo muere. La última posibilidad es recogida o aceptada por Pablo en su carta a los Corintios, cuando dice: "…lo que tú siembras no se vivifica, si no muriere antes" Corintios 15.36.

Aunque en otras partes de sus epístolas parece contradecirse cuando asegura que los llamados "hijos de Dios" hemos sido escogidos antes de la formación del mundo. Muchos aceptan la predestinación de nuestras vidas (de nuestras almas) lo que traducido a la existencia del ser humano -o al menos de los "escogidos"- nos señala que sus almas ya existieron aún antes de la creación del mundo o coexistieron con Dios; es decir fueron parte de Dios y por lo tanto ¿son también dioses? Puede ser, por esa razón son llamados: hijos de Dios, es decir nacieron -literalmente- de Dios; y, por lo tanto, coexistieron con Dios, siendo parte del Todo antes de la Creación.  

Desconocemos lo que vaya a suceder luego de la muerte; puede suceder, al menos, las tres situaciones siguientes: 1) Que nuestro espíritu alcance inmortalidad o 2) Que muramos en espíritu al morir nuestro cuerpo o 3)  Que muera el espíritu luego de transcurrido cierto tiempo de nuestra muerte corporal. Pero ¿existe "tiempo" luego de ésta vida terrenal?

El destino de nuestra alma.

El destino que le depara a nuestra alma estará sujeto a las creencias que hayamos adquirido en nuestra formación religiosa, o al menos, le daremos el destino según nuestra creencia, es decir, estará sujeto a nuestros prejuicios. No sé la verdad, nunca he ido para allá, son solo conceptos los que estoy reflexionando, no realidades.

Considerar que mí creencia es una realidad o una verdad es pretencioso, además, puedo estar completamente errado; cuando muera y sepa la verdad tal vez no la pueda resistir y puedo perecer eternamente por no querer aceptarla. La verdad puede ser distinta a mis creencias, y ésta puede estar presente solamente si esta conciente mi ser interno luego de muerto.    

La esencia del Alma.

¿La esencia de nuestra alma es diferente a la de nuestro cuerpo? Analicemos desde los siguientes aspectos: 1) Forma física 2) Capacidad Intelectual (El yo) 3) Características Morales (El pecado).

Dentro del primer aspecto, no me referiré solamente a su apariencia física o de si tiene o no una configuración corporal, sino ante todo a lo que la o las religiones nos han prejuiciado con sus doctrinas. La religión cristiana nos ha enseñado que luego de ésta vida tendremos, ya sea una recompensa o un castigo de acuerdo con nuestro comportamiento en vida. Esa recompensa o ese castigo para que sea efectivo debe, al menos así lo pienso, ser susceptible de gozo o rechazo de "ciertos sentidos", pero ¿Cuáles son los sentidos del alma?

No considero que el alma tenga los mismos sentidos que nuestro cuerpo terrenal, claro que ciertas doctrinas así lo consideran, pero eso sería limitar la capacidad de nuestra alma, en todo caso, para que nuestra alma sienta el gozo o el sufrimiento debe contar con un "centro nervioso" que detecte el castigo o la recompensa de nuestros actos terrenales. Caso contrario, si nuestra alma no cuenta con su centro de sentidos de nada sirve recibir cualquier merecido por nuestros actos mundanos.

Siendo lo último cierto, es decir, que luego de ésta vida terrenal no vamos a "sentir nada" en nuestra alma, entonces  ha sido falsa la doctrina que nos han enseñado nuestros padres (Iglesia). Pienso como humano con las limitaciones propias de nuestro ser y pensamiento.

No estoy muy convencido de que estoy en la verdad, pero ¿a que se refieren cuando Jesús nos dijo: "allá será el llanto y crujir de dientes" y cuando rechazaba a los fariseos diciéndoles: "ellos tendrán mayor condenación"? Es evidente que Jesús conoce el más allá y, por tanto, sabe como es la "otra vida". El ha sido el único ser humano que ha regresado del más allá, pero, lamentablemente, no nos ha dejado su testimonio, seguramente porque ¿le importó más ésta vida que la vida luego de la muerte? No lo sé. Pero en su vida aquí en la Tierra se preocupó mucho de la gente pobre, humillada y desvalida a quienes sanaba de sus dolencias y enfermedades. Entonces, de acuerdo con la religión cristiana, luego de la muerte corporal de nuestro ser a nuestra alma le espera un castigo o una recompensa por las actitudes tomadas en la vida terrenal, y nuestra alma debe sentir la satisfacción de la recompensa y el dolor por el castigo, por ende el alma debe estar dotada de sentidos que hagan placentera o llena de tormentos la próxima vida.

Bien, aquí me surgen algunas situaciones: 1) El tipo de recompensas 2) La clase de castigos y 3) El ser que nos somete a los premios o recompensas (¿Quién nos somete a las gratificaciones o penas?).

En un inicio parecería que los castigos deberían ser lo contrario u opuesto a los premios; sin embargo, considero que son dos cosas totalmente diferentes y no solamente antagónicas. Recibimos recompensas luego del cumplimiento de obligaciones y deberes. No se puede obtener una recompensa por algo que no se ha realizado.

En cierto modo la recompensa es la paga por algún acto o servicio realizado a la persona de quién esperamos una retribución. Una recompensa, por lo general, se considera dentro del ambiente o hechos realizados para bien de otro; nunca como pago por algo que hemos realizado para mal. ¿Podemos obtener algo sin haber dado nada a cambio? Parece que si, ya que dentro del pensamiento de Pablo, en sus epístolas, nos indica que Jesús nos dio la gracia de formar parte del reino de Dios si creemos en Él, y dicha fe nos es dada por Dios. Ahora bien, en el caso de que mi vida merezca una recompensa, solo se deberá a que realmente haya efectuado las cosas que mi prejuicio religioso me dictó que haga. Si mi prejuicio me indica que comer mucho es malo, entonces en mi pensamiento estará presente que por realizar esos actos no recibiré una recompensa, sino más bien un castigo.

Sin embargo cuales serían las recompensas por no cometer los actos que me han dicho que no cometa. ¿Será que me dejarán comer mucho en la otra vida? Siendo el alma intangible, con proyección al infinito, para llenarla de satisfacción será necesario de recompensas infinitas. ¿Qué tipo de sentimientos o estímulos pueden lograr una satisfacción plena de nuestra alma? La religión me ha dicho que puedo tener una vida eterna si cumplo a pie juntillas con lo que me dicen que cumpla. La vida eterna, dentro del pensamiento humano, quiere decir que mi ser no morirá jamás. Otros me dicen que tendré la Salvación, que en definitiva es lo mismo que decir que no moriré jamás. Sin embargo cuáles son las satisfacciones que encontrara mi alma. Porque no puede ser una vida por vivir, una existencia infinita sin conciencia de existir ¿Cómo concebimos mentalmente una vida plena en la presencia de Dios? Si podemos ver y sentir a Dios en la verdadera magnitud que Él representa, entonces seremos dioses y partes integrantes de ÉL; y por lo tanto, con la misma capacidad creadora ¿Crearemos nuevos mundos para que nos adoren y nos sirvan?        

Ahora bien, en caso de no ser merecedor de una recompensa, la religión me indica que seré sujeto de castigo; en los evangelios se recogen palabras supuestamente dichas por Jesús, como: "Allá será el llanto y crujir de dientes". Al entendimiento humano significa que esa existencia será de sufrimiento y dolor. Con igual razonamiento mencionado anteriormente en la recompensa, quiere decir que mi alma tendrá sentidos que puedan sufrir dicho castigo. Sin embargo, muchos se han preguntado, es "justo" que por no dar todos mis bienes a la comunidad (Caso de Ananías y Safira) tengo que ser condenado a un sufrimiento eterno. Creo que no, ya que si Dios es Amor e Infinito no puede caber en su "espacio" el dolor. Por tanto, no nos queda lugar para los que no hemos recibido la gracia de Dios y nuestro destino es la muerte eterna: La perdida de mi Yo eternamente y de mi conciencia de vivir. Simplemente ya no seré jamás.

Por último ¿quién será el verdugo que cumpla los designios de Dios? No puedo pensar que sea Dios, ya que si dependiera de Él, pienso como humano, nadie debería ser juzgado peor condenado sino más bien todos seríamos parte de Él. Entonces, si no es Dios, debe ser otra fuerza ajena a Dios quién juzgue con imparcialidad los actos cometidos por el hombre. Un Ser que dictamine con justicia lo que ha sido mi vida, pero que conozca mi existencia real e intelectual, que haya vivido al lado, fuera y dentro de mi Yo. Esa Persona o Ser no puede ser otra que mi Conciencia. Mi conciencia dictará lo que ha sido mi vida. ¿Pero solamente lo que ha sido? No, también la que es.

Conclusión.

En conclusión, será mi Conciencia, quién me condene o me dé la salvación para ser parte de un Dios eterno. Gozaré de las cualidades eternas que tiene El Creador, siendo parte integrante de Él, fundiéndonos en una solo Espíritu por toda la eternidad. ¿Para qué? No lo sé, pero no quiero ser parte de los que no merecemos su gracia y, por lo tanto, ser condenado a morir eternamente.

Respecto del Purgatorio, me preguntarán; pues, simplemente no existe ya que nuestra alma tiende al infinito y no puede caber en la eternidad espacios temporales.

L. Miguel Torres Encalada

Ingeniero Civil

Lo escribí este año (2007) en la ciudad de Cuenca, en mi querido País, Ecuador.

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