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América latina entre sombras y luces (Alfredo Vergara) (página 2)


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El libro del desarrollo

En este libro vimos que afirman las diversas teorías que hasta hoy han liderado el pensamiento económico, pero esto trata del esfuerzo que realicen todos y cada uno de sus habitantes. La Riqueza de las Naciones habla de una frase que se refiere que el trabajo de una nación es el capital que sustentas todas aquellas cosas necesarias y útiles para la vida que se gastan anualmente. Esta pequeño resumen de esa frase confirma las riquezas de una nación depende de varios factores importantes, entre ellos   eficiente uso de sus recursos naturales y humanos, de un amplio intercambio de sus productos y de una equitativa distribución del ingreso.

Smith trascendió los límites del siglo en que vivió. Así, aunque entre nosotros aún sea ignorado, su filosofía tiene plena vigencia para el desarrollo de la América Latina del Siglo XXI.

Un mundo globalizado

La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Es por ello q la economía podríamos decir que es una masa amorfa que es alterada por todos los factores antes mencionados en la cual todo país que quiera desarrollarse debe de tener en cuenta, así como también considerar el principio de Adan Smith que dice:

"Trata del principio universal de toda riqueza, que es el

trabajo productivo del hombre, de las rentas de la tierra

y de las ganancias de los fondos que se emplean en

todas las negociaciones de una sociedad, habla de las

producciones rudas del campo, de las manufacturadas,

de sus comparaciones y valores intrínsecos y extrínsecos,

de la relación y proporción que tienen con el signo,

o moneda que constituye la riqueza nominal, de los

progresos de las Naciones, de sus causas y de las de su

decadencia, de los sistemas mercantil y agricultor, de

las obras y establecimientos públicos, de los gastos del

Estado, de las expensas del Soberano y de los fondos

que deben sufragar a todas ellas."

Esto se puede interpretar de una simple forma, las políticas del desarrollo económico en cualquier país deben tratar de alcanzar tres objetivos: una tasa de crecimiento del producto superior al crecimiento de la población; un adecuado índice de rentabilidad y estabilidad financiera; y, un reparto eficiente y equitativo del ingreso entre los diversos sectores de la población.

Históricamente el tema económico fue evolucionando y en donde podemos ver un mayor cambio fue a finales de la Segunda Guerra Mundial donde una economía golpeada por largos años de guerra busca surgir debajo de los escombros con gran fuerza liberadora terminado así con la era colonial, las grandes colonias se liberaron de sus opresores para buscar su independencia económica, social y cultural y este movimiento liberador ocurrió en todo el mundo, como ejemplo tenemos a India de Inglaterra; Filipinas de los Estados Unidos; Indonesia de Holanda; Corea del Japón; Vietnam de Francia; el norte de África de Italia y Francia; otras partes de África de España y Bélgica; y el Oriente Medio de Inglaterra y Francia. Este gran cambio actuó como un detonador ya que el movimiento económico se iba tornando cada vez más rápido las antiguas colonias explotaban sus recursos naturales y a su vez los países del primer mundo iban perfeccionando sus industrias.

Con el gran auge mundial donde todos los países estaban una carrera para el dominio económico del mercado surgen estudios y teorías que nacieron del seno de nuevas sociedades como eran los estructuralistas y monetaristas al igual de grandes economistas, estas nuevas teorías trataban de explicar los fenómenos socio-económicos como es el desempleo y la inflación que para aquel entonces y para la fecha actual son los grandes monstruos que todo país teme y debe enfrentar.

Desempleo y crecimiento

Durante la Gran depresión de la década de los 30 que azoto a la población mundial, se desarrollaron recetas económicas basadas en las experiencias vividas en esos días, llegaron a la conclusión que la economía era un ciclo que se repetía constantemente, en donde en épocas de abundancia las personas gastaban más y las épocas difíciles las personas ahorraban más de lo que podían, el mejor ejemplo fue el de Argentina que bajo la asesoría de Estados Unidos en visto de la crisis económica por la que estaban pasando, decidieron implementar una receta económica denominada "Consenso de Washington" y se podría resumir con la siguiente frase:

Privatice tan rápido como pueda, liberalice tanto como

sea posible y sea inflexible en los ajustes monetarios y

fiscales

Esa receta fue puesta en práctica por el presidente argentino Carlos Menem y su ministro Domingo Cavallo, quienes habían llegado al poder el 6 de julio de 1989. La aplicación simultanea de las 10 propuestas desencadenó casi de inmediato varias y agradables secuelas: la inflación empezó a bajar y el consumo a subir; las tasas de interés se reducían mientras las inversiones se expandían; la demanda se ampliaba y las importaciones también; el gobierno gastaba más pero también recibía más.

Lamentablemente, en el transcurso de la década de los años 90 y en forma paralela a la digestión de las recetas del Consenso, la capacidad de la economía argentina para crear fuentes de trabajo se había hundido de manera vertical y constante. Para el 2001 la tasa de desempleo ya superaba el 25 por ciento. Ningún país del primero, segundo o tercer mundo, podría mantener desempleados a la cuarta parte de sus trabajadores sin entrar en una profunda crisis económica. Y así lo comprobó Argentina en el último mes del año 2001.

Entre el fisco y la moneda

La teoría de los Ciclos se mantuvo en las sombras por varias décadas hasta que, ya en el Siglo XX y debido a la gran crisis de los años 30, comenzó a ser revisada por varios economistas que acogieron la conclusión de que los Ciclos son inevitables. Sin embargo, la mayoría creía que era factible evitar que los Ciclos se transformen en Crisis, siempre y cuando se lograse obtener un equilibrio dinámico entre lo fiscal y lo monetario

Desde entonces se busca descubrir ese estado de equilibrio dinámico, Pero ninguna se aplica con éxito en países latinoamericanos debido a que las políticas no son productivas al tener ambas que subordinarse íntegramente a la necesidad de generar divisas para pagar la deuda.

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La dolarización y el peso latino

En primer lugar el autor define y marca diferencia entre el significado de la moneda y el dinero, y concluye afirmando "nuestro dinero nos interesa porque somos miembros de una familia, mientras que nuestra moneda nos interesa porque somos miembros de una nación", quedando el dinero como la fuerza motriz de un país, y la moneda una fuerza fuera de las fronteras. Aunque se mantiene este mismo principio ahora existe una variante, la inflación, por ello el dinero se ha convertido en un medio de supervivencia dentro de la mayoría de los países latinoamericanos y la moneda una sobrevaloración dentro del mismo país, es por ello que ahora los inmuebles, los vehículos de último modelo, entre otras cosas, se cotizan en dólares "la moneda" como si fuera un recordatorio de que la moneda vale más que el dinero, pero es tan necesario como obligatorio, porque a pesar de ser un continente con culturas y dialectos similares, no existe un acuerdo donde se acepten dinero de diferentes denominaciones, nunca se ha visto que en Perú se acepten bolívares o en Venezuela soles por ejemplo, o algún otro medio de pago que no sea el petróleo como últimamente ha optado Venezuela por utilizar, como si fuera una moneda y no un recurso.

"Los países latinoamericanos tienen dinero pero no tienen moneda" dice el autor, y yo le agregaría una cosa más: tampoco tienen intenciones de tener moneda, quizás el subdesarrollo, quizás los desacuerdos políticos o quizás aun necesitan estar más cerca del abismo económico para buscar la unión. Y aunque la mayoría hemos llegado la siguiente conclusión que es tan fácil decirle mas no hacerla, Vergara plantea y plasma una especie de guía llamada "el Sendero" que no es más que una serie de alternativas que deberían seguir los países latinoamericanos para que su dinero tenga valor para el resto del mundo, o en otras palabras convertir su dinero en moneda.

Alternativa numero 1: "Que la producción del país cubra en totalidad el dinero emitido por el país", como en el caso de Estados Unidos (en sus inicios), pero ¿qué pasa con los países asiáticos que tienen una mejor economía? ¿Por qué no usamos el yen en vez del dólar? De todas formas esta alternativa queda descartada inmediatamente para países latinoamericanos, en la actualidad ninguno posee una economía tan grande como para respaldar transacciones fuera de sus fronteras, incluso hasta Estados Unidos está en crisis económica actualmente, pero lo salva el poder de la costumbre, la gente acepta dólares porque todos los demás también lo harán y así ha sido siempre.

Alternativa numero 2: "Que dos o más países se asocien y acuerden recibir la moneda de cualquiera de los países asociados". Y aquí entran muchas siglas, muchos nombres, muchas asociaciones que nunca llegaron a nada, nuevamente el desacuerdo político en Latinoamérica si pudiera convertirse en "moneda" seria lo único que tendrían en común.

Alternativa numero 3: "Que dos o más países decidan crear y compartir una misma moneda", como el euro. Esta última opción es la única esperanza por ahora para América latina, pero para lograrlo (y en eso estoy de acuerdo con el autor), necesitan derribar muchas barreras legales, convencionales y hasta artificiales.

Enseñanzas

En Latinoamérica, en su mayoría: Hablamos el mismo idioma, Tenemos Semejante Cultura, Historia y Rasgos y Compartimos un mismo continente.

Estas son notables ventajas para la unión, solo hace falta que las naciones tomen la decisión, al igual que la unión europea, de formar una moneda en común que ayude a estabilizar la economía del continente.

Equidad económica y desarrollo

Para alcanzar el desarrollo económico de una nación, es imprescindible: el crecimiento, que depende de las fuentes de trabajo que pueda crear el país; la estabilidad económica y financiera, que puede lograrse mediante una moneda en común entre los países de América y la Equidad que no es más que lograr eficazmente la satisfacción plena de las necesidades materiales de la nación.

Economía de la Demanda

La economía de la demanda hace resonar el nombre del economista Keynes, quien atinó a un antídoto contra la depresión económica en los años 30, el cual trataron de implementar en América latina; este antídoto consistía en que los gobiernos debían reactivar la demanda nacional incrementando sus gastos y proporcionando viviendas, hospitales, escuelas y todo aquello que beneficiara al país, esto generaría empleos y repondría la demanda del sector privado. En Latinoamérica no funciono este antídoto porque en vez de utilizar los gastos fiscales para construir obras públicas se utilizo para subsidiar a la demanda, por ello se vio en la necesidad de sustituir la economía e la demanda por la economía de la oferta.

Economía de la Oferta

"la oferta crea su propia demanda" este principio sugería que mientras mayor sea la oferta mayor seria la demanda, y que el gobierno debía incentivar y subsidiar al productor, ya que si este producía mas el mercado demandaría mas. Este modelo fue utilizado en Latinoamérica para justificar que el Estado continúe asumiendo el riesgo y el pago de las deudas que habían sido libremente adquiridas por algunos individuos y empresas del sector privado.

Luego se descubrió un nuevo uso para la Economía de la Oferta: el dinero puede ser transferido directamente desde los bolsillos del consumidor a los bolsillos del productor, sin necesidad de tener que utilizar las estructuras del mercado, haciendo reformas nacionales e implementando tres simples decretos se logra que la perdida de los ahorristas por la devaluación de sus ahorros, se trasforme en la ganancia de los deudores por la devaluación de sus deudas. Así se procedió en México, Brasil, Ecuador y Argentina en sus épocas de crisis. Estos decretos consistían en lo siguiente:

Primer decreto: se devalúa la moneda sin avisar previamente a quienes no pertenezcan al círculo íntimo.

Segundo decreto: se ordena que los depósitos bancarios queden confiscados hasta un próximo aviso.

Tercer decreto: se dictamina que cuando ese aviso llegue a los depositantes se les entregará ya devaluadas la misma cantidad de monedas que tenían antes de la devaluación.

Y esto es nada más y nada menos que la ausencia de la equidad económica en Latinoamérica, dicho por el autor, un oportunismo del gobierno al confiscar dinero de inversionistas y consumidores, y dicho por nosotros, no es más que la satisfacción de la necesidades materiales no de la nación sino para sus gobernantes.

Equilibrio

Desde la perspectiva de Smith, los subsidios requeridos por la Economía de la Demanda y los donativos exigidos por la Economía de la Oferta son una artimaña del poder del Estado para despojar de sus recursos a un sector de la población y gratuitamente obsequiarlos a otro, en ambos casos se desprecia a la equidad y al desarrollo económico es por ello que ha sido políticamente censurado por quienes creen estar a la izquierda por creer que defiende un "capitalismo salvaje" y también por quienes son de la derecha porque consideran que el pensamiento de Smith pertenece al pasado y que ya no aplica en la actualidad.

Sin embargo a pesar de las críticas que pueda tener Smith, para Vergara sus pensamientos son en favor de una economía libre pertinentes al desarrollo económico de Latinoamérica.

Aquí y ahora

En este capítulo el autor rebela el significado de su titulo, según Vergara Latinoamérica esta emergida entre sombras y luces; la sombra representa el constante y aparentemente inútil esfuerzo de los países por cancelar la deuda externa y las luces no es más que una esperanza de encaminar a una América latina por "el sendero" de una economía estable y democrática.

Sombras

En la América Latina actual, la primera plaga es la formación de fondos perpetuos para pagar intereses por deudas nacionales, se puede visualizar observando cualquiera de las cifras en dólares destinadas al pago de la deuda externa. A principios del siglo XXI la deuda superaba los 852 mil millones de dólares y el pago de intereses superaba los 134 mil millones al año, quiere decir que más de la mitad de los ingresos del gobierno por impuestos y pagos de servicios básicos iban directamente servidos como bocadillos al monstruo de la deuda externa, pero incluso esto no es suficiente, aunque se renegocie la deuda de la manera que sea el superávit comercial aun no llega cubrir la cuarta parte de la deuda en 20 años y así la deuda seguirá y seguirá creciendo convirtiéndose en un monstruo impagable.

La segunda plaga que señala el autor es el monopolio conspirativo entre los Clubes de Paris, Londres y Washington para prohibir que un país deudor pueda negociar directamente con un banco acreedor y, además, imponer que los países deudores tampoco puedan participar en el mercado secundario.

Ante la notoria imposibilidad de cancelar la deuda externa han surgido distintas sugerencias para que algún día América latina logre cancelar su deuda.

Sugerencia nº1: ampliar y profundizar el proceso de ajuste al consumo de la población impuesto desde 1983 y cuya vigilancia ha sido encomendada por los acreedores a los funcionarios del FMI. El problema de reducir el consumo es el evidente tendencia al fracaso en lo social y en lo económico que ya han demostrado los países que se han ido por esta opción.

Sugerencia nº2: crear un Cartel de Deudores que pueda buscar una solución global y negociar en un mismo plano jerárquico con el sindicato formado por el Club de Paris, Londres y Washington. Pero esta sugerencia llega con veinte años de retraso, cuando todos los rincones del mercado de capitales y todas sus herramientas, ya pertenecen en propiedad exclusiva a los acreedores.

Sugerencia nº3: establecer un límite máximo para el pago de la deuda, que se basaría en un porcentaje fijo anual de las exportaciones que logren vender los países deudores a los países acreedores. Pero esta propuesta ya fue ensayada en 1985 por el presidente peruano Alan García sin éxito a pesar de que entonces el poder de los acreedores no era tan grande como lo es ahora.Sugerencia nº4: desmantelar el FMI, deshacer los monopolios de acreedores y dejar la solución del proceso exclusivamente al mercado libre, pero no se puede porque su ejecución depende de los propios acreedores, para quienes el FMI sí ha cumplido con el único objetivo que hoy justifica su existencia: lograr consolidar las ganancias de los acreedores; objetivo en el cual el FMI sí ha sido muy exitoso.

Sugerencia nº5: y la más acertada pero más difícil mencionada hasta ahora es crear una moneda común: el Peso Latino. Aunque no es un proceso sencillo, esa moneda común podría ser fácilmente creada si adoptamos temporalmente al dólar como moneda propia, para en un corto plazo remplazarlo por el Peso Latino, el cual integraría y ampliaría el comercio regional, reduciría la dependencia en la deuda externa y marcaría el sendero para lograr la unidad de América Latina, y su creación solo depende de nuestra voluntad y no de la voluntad de los acreedores.

Luces

Según el Autor la filosofía de Smith podría ser la clave del levantamiento de América Latina, y se fundamenta en tres fuentes de riqueza: "el producto del campo, la producción manufacturada, el comercio y las negociaciones del hombre forman la primera fuente, la segunda nace de las rentas y ganancias de los fondos, y la tercera fuente de la distribución de los fondos entre los gastos del soberano, la obra pública y el trabajo del hombre. Cada una de estas fuentes seria el antídoto contra el mal del subdesarrollo que aqueja a América latina.

Economía Democrática

La economía democrática tiene como pilar y principios fundamentales los trazados por Adam Smith, para quien la riqueza de las naciones depende en lo básico del nivel del crecimiento, de la estabilidad y de la equidad que la gente y la sociedad alcancen. Según el autor el desarrollo económico requiere necesariamente de la existencia de tres columnas.

Primera Columna: la economía solo puede crecer si es que también crece el número de compatriotas que tienen trabajo. Así, el éxito o no de la política económica debe juzgarse mes a mes y en base a las estadísticas del empleo.

Segunda Columna: la estabilidad financiera, requiere crear el peso latino. Y para crear el peso latino el camino más corto es la dolarización.

Tercera columna: la equidad económica.

 

 

Autor:

Bastardo, Thairis

Coll, Jessica

Fonseca, Marianna

Onofrietti, Lucciano

Enviado por:

Profesor:

MSc. Ing. Iván Turmero

Puerto Ordaz, noviembre de 2014

Partes: 1, 2
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