Problemas en torno a la Bioetica. Un enfoque filosofico (página 2)
Enviado por Salvador Krsnaly Romero
El progreso científico, no es un progreso de las ciencias teórico-practicas sin mas, sino además (o debería serlo) el progreso de la conciencia de los hombres, en el reconocimiento real de la vida como realidad hacia la cual todas las otras confluyen. Y deben por lo tanto reconocer que la vida de los hombres les confiere de un sentido real. Desde los albores de la humanidad, el desarrollo del conocimiento técnico-científico ha sido la garantía de supervivencia de la especie, puesto que con el no solo asistimos a una adaptación del mundo a nuestras necesidades ( a diferencia de los otros organismos que para sobrevivir se tienen que adaptar al mundo), sino que el mismo conocimiento técnico-científico nos hace ser participes de la obligatoriedad de desarrollar la conciencia moral que nos constituye en animales éticos, gracias al progreso que hacemos en el conocimiento, fuente este de libertad y autonomía. Para Habermas, este aprendizaje en las sociedades responde a un aprendizaje que es además de técnico, moral lo que nos dice que "las sociedades aprenden técnicamente y también moralmente", por lo tanto el aprendizaje moral va de la mano del desarrollo del conocimiento útil y operativo con el cual nuestra especie resuelve sus problemas de supervivencia y de calidad de vida, y accede a formular y responder preguntas ultimas de sentido con las cuales se juega su realización existencial.
Es sin embargo, necesario afirmar que el discurso que subyace a las tecnociencias convence intelectivamente a las ansias de conocimiento con las que el hombre se enfrenta a la realidad, acerca de cómo esta hecho el mundo y cual es su estructura, a la vez que nos enseña a servirnos de el, mientras nos va dando señorío también sobre la naturaleza humana. Es como afirma, Francis Bacón en su "Nouvelle Atlantique" (1627) que "el fin de nuestra fundación es el conocimiento de las causas y los movimientos secretos de las cosas; extender los limites del imperio humano con el fin de ejecutar todas las cosas posibles" . esta consigna se ha vuelto el "imperativo técnico" que persigue la ilusión de poder y autonomía, la lógica que la técnica introduce en el modo de vivir y de pensarse recibe el nombre de "Razón Instrumental" en palabras de M. Heidegger.
En síntesis, la alianza entre ciencia y tecnología ha resultado ser un discurso sumamente convincente por su eficiencia frente al discurso de las ciencias humanísticas y sus modos éticos de articular la conducta humana en búsqueda de imaginarios colectivos de bienestar. Se ha visto en la tecno-ciencia la panacea capaz de resolver todas las necesidades y curiosidades inmediatas de la conciencia humana. Una conciencia que, a la luz de sus ropajes aparece desnuda y desprovista de todo ápice de humanismo, pareciera como si la tecnociencia le hubiese "mutilado" su razón de ser.
Lo que se intenta postular, y partiendo de las orientaciones de potter, es la necesidad de construir un humanismo en las ciencias para cerrar la brecha entre estas dos áreas del conocimiento y asegurar éticamente el futuro de la humanidad y el de nuestra casa terrenal. El termino Bioética, nace justamente en esta coyuntura de dialogo interdisciplinario, proponiendo la defensa de la vida como quehacer ético fundamental y sirviendo como nexo para que la sociedad del conocimiento apunte hacia los valores morales que dignifican al ser humano y le armonizan con su entorno. Es en palabras de Gilbert Hottois, el postulado de la sociedad tecno científica de crear un nuevo tipo especial de ética que recibe el nombre de Bioética.
La sociedad de la tecno ciencia, reclama la creación de una trama ética acorde a las necesidades de supervivencia de la especie, junto con la garantía de que no se perderá el control ético de las actitudes humanas implícitas en cada uno de los actos de la conciencia. La sociedad del riesgo, confluye vertiginosa hacia una perdida de la seguridad y confianza en el manejo de los logros científicos, se le escapa de las manos el mundo y la incertidumbre le cubre cual túnica de neso. Esta sociedad (usando el sentido global del termino) reclama una ética que la comprenda y que le ayude a salvaguardar la vida (todo tipo de vida en el sentido somático no solamente la humana ) a favor de un imperativo ético para lo cual la ética contemporánea tiene que volverse experta en las ciencias de la vida. Desafortunadamente, tardíamente despierta el ser humano de un letargo cultural que ha considerado sin importancia ética las relaciones del hombre con la naturaleza, convencido este de que es dueño y señor absoluto de todas las criaturas, de las cuales se sirve a su antojo y sin medida hasta el punto de modificar sus genomas arbitrariamente.
El fundamento de la Bioética, ora como sigue: "Obra de tal manera que preveas las consecuencias de tu acción como un servicio a la vida en todas sus manifestaciones y dimensionalidades, desarrollando mejores condiciones para el crecimiento de una vida digna de los seres humanos actuales y de las futuras generaciones". Desde el punto de vista de la bioética global, podemos decir de entrada que a las tecnociencias, no hay que temerles, no hay que huir de ellas, ni "entronizarlas" sino acompañarlas con discernimiento bioético para que dinamicen eficazmente el proceso de humanización, al cual toda la especie y sus formas volitivas esta convocada.
La humanidad debe hacer un discernimiento que se ocupe de emitir juicios de valor moral que se comprometan a salvaguardar la vida humana en todas sus manifestaciones, en asocio con la vida natural y el respeto de la biodiversidad del planeta. El respeto profundo a la vida, es la lupa que utiliza la bioética Global, para magnificar su voz ética ante la incertidumbre cultural que pone en riesgo la vida humana y la del planeta. Dice Potter : "la humanidad tiene la necesidad urgente de una nueva sabiduría que provea el conocimiento de cómo usar el conocimiento para la supervivencia etológica de la especie humana y para el mejoramiento de su calidad de vida.
Este concepto de sabiduría como una guía para la acción –el conocimiento de cómo usar este conocimiento para un bien común en la humanidad- podría llamarse la ciencia de la supervivencia, sin lugar a dudas el prerrequisito para el mejoramiento de la calidad de vida. Una ciencia de la supervivencia debe ser mas que una ciencia individual y por ello se debe enfatizar el termino Bioética para poder traer a la luz los dos componentes esenciales para lograr la nueva sabiduría que tan desesperadamente necesitamos: conocimiento biológico y valores humanos.
A la bioética, le interesa también el aspecto crucial de la manipulación genética con fines terapéuticos u otros , la cual tendrá un papel crucial dentro de su reflexión con miras a desentrañar el papel real que la ciencia medica juega en el manejo de la información genética.
Pues como afirma Romero Casabona (en su obra "Del gen al derecho" e introductor del termino ) : " La manipulación de la vida con fines de investigación medica e incluso terapéuticos requiere de una profunda reflexión sobre la identificación de posibles nuevos Derechos Humanos, individuales y talvez colectivos (sobre todo aquellos que se refieren de manera expresa a la especie humana) y a partir de ahí debatir que acciones deberían ser permitidas, limitadas o prohibidas para garantizar una adecuada protección de tales derechos nuevos. Es por ello que la postura que nos invita a incorporar Derechos humanos nuevos que recojan los recientes avances biotecnológicos, lo cierto, es que esto lleva aparejada la necesidad de formular textos mas específicos sobre los problemas éticos que plantea la Ingeniería Genética a lo largo de las ultimas décadas ha forzado a juristas y científicos a elaborar, una legislación acorde a las nuevas necesidades, una legislación que se comprometa a proteger la vida no solo en el ámbito teórico sino y con mayor importancia en el ámbito fáctico.
La proliferación de tratados y convenios ha sido considerable desde los textos de referencia obligada en este sentido son: El convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina del consejo de Europa (1996) y La declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos de la persona Humana, de la UNESCO (1998), adoptada también el 9 de diciembre de 1998 por Naciones Unidas.
En torno al concepto "Bioética"
Como ya se ha mencionado, el bioquímico del cáncer Van Rensselaer Potter, de la Universidad de Wisconsin USA, es reconocido como el autor de la palabra Bioética. Su primer trabajo, fue un articulo titulado "Bioética, la ciencia de la supervivencia".
En 1971 , desarrollo su intuición anterior, en el libro "La bioética, un puente hacia el futuro". Siete años después, reacciono el Dr. Potter ante la restrictiva aplicación que se le dio a la bioética en las ciencias medicas, a modo de tabla de salvación de una deontología medica en crisis; entonces escribe su tratado "Bioética Global", con el propósito de recuperar la herencia intelectual del ecólogo Aldo Leopold y reivindicar para la Bioética una pretensión de conocimiento holistico sapiencial, interdisciplinario de profunda raigambre ecológica, orientadora del quehacer de los científicos e iluminadora de la opinión publica.
Además de Potter, el Dr. Andre Hellegers introduce el mismo termino, con un matiz inédito, el 1 de julio de 1971, al fundar el instituto Joseph Rose Kennedy para el estudio de la Reproducción humana y bioética en la Universidad George Town, en Washington. Hellegers, restringió el termino a una ética de las ciencias de la vida, consideradas particularmente a nivel de lo humano (ética biomédica). La proliferación de normas deontológicas desde los albores de la humanidad ha sido considerable, comenzando con el Código de Hammurabi (En el siglo XVIII a.C), es por ello, que el estudio de la conciencia ética aplicada al quehacer humano y científico, es tan viejo como la humanidad misma.
Para Potter, la Bioética puede definirse así: "Como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias humanas y de la atención sanitaria en cuanto se examina esta conducta a la luz de los valores y principios morales. Además, como afirma Maria Casado: "El aspecto central de la Bioética esta precisamente en el reconocimiento de la pluralidad de opciones morales que caracteriza a las sociedades actuales, y en propugnar la necesidad de establecer un mínimo marco de acuerdo por medio del cual individuos pertenecientes a diversas puedan considerarse ligados por una estructura común que permita la resolución de los conflictos con el suficiente grado de acuerdo".
El diccionario de la Real Academia Española, en su edición XXI, se refiere a la Bioética como una "Disciplina científica que estudia los aspectos éticos de la medicina y la biología en general, así como las relaciones del hombre con los restantes seres vivos". Reich director de la "Encyclopedia of Bioethics", tanto en la primera como en la segunda edición, define por Bioética : "El estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias biológicas y la atención de la salud, en la medida en que esta conducta se examina a la luz de valores y principios morales". Para Malherbe, la Bioética, "Es el estudio de las normas que deben regir nuestra acción en el dominio de la intervención técnica del hombre sobre su vida".
Para D. Roy, "La Bioética es el estudio interdisciplinario del conjunto de condiciones que exige una gestión responsable de la vida humana en el marco de los rápidos y complejos progresos del saber y de las tecnologías biológicas" Para el medico Jesuita Francesc Abel, Fundador y director del Instituto Borja de Bioética es: "El estudio interdisciplinario de los problemas creados por el progreso biológico y biomédico, tanto a nivel micro como macro social, y su repercusión en la sociedad y en su sistema de valores, tanto en el momento presente como futuro". Para Gilberto Cely Galindo, la bioética es un saber Inter Disciplinario e histórico-hermenéutico, en permanente construcción que de un modo holistico se ocupa del cuidado responsable y solidario del ethos vital , lo cual implica correr cada vez mas las fronteras del conocimiento y de la justa valoración sapiencial acerca de tres aspectos fundamentales: saber que es la vida, cual es el tipo de calidad de vida que deseamos y cual es el sentido de la vida que podemos compartir los seres humanos actuales sin detrimento del hábitat y de las futuras generaciones.
En tanto saber interdisciplinario y hermenéutico, la bioética se esfuerza por construir un ethos vital ; vale decir por desarrollar un medio ambiente propicio para que la vida viva con todas sus dimensionalidades; para desde la vida cultural asumir responsablemente el conocimiento y cuidado de todas las formas de vida que pueblan la casa terrenal.
– Origen etimológico del termino
Dos palabras griegas conforman el neologismo propuesto por el Dr. Van Rensselaer Potter, estas son: Bios: Vida como totalidad, no solo la somática y Ethos: medio ambiente y las condiciones que de allí surgen para que el ser humano construya un comportamiento coherente con la lógica de la vida, una ética que favorezca el cultivo virtuoso y agatistico de la vida en todas sus manifestaciones, los Griegos presocráticos escribían con eta (???la palabra ethos (??????y sin tilde, cuyo significado era medio ambiente o entorno en el cual vive el ser humano, vocablo que paso a ser escrito con epsilón (?????????y tildado, cuando llego a significar un modo de ser, un carácter, un comportamiento humano correcto y virtuoso, lo cual llamamos hoy ética. Para Aristóteles, ser virtuoso es la manera habitual de vivir "éticamente" y la "virtud" en la cultura griega, definía el "estar en forma" del atleta para poder ser exitoso en las competencias deportivas.
Es innegable, que el termino adquiere una riqueza conceptual valida, a partir de la sugestión de Potter. Una de las formas mas simples de abordar el concepto encerrado en la concepción etimológica es decir que se trata de una "ética de la vida", de un "ethos vital", "de un medio ambiente de la vida" de un modo ético, correcto y benéfico de cultivar la vida, como responsabilidad que radica en la moralidad y se fundamenta cuando el ser humano adquiere al acceder evolutivamente al don de la conciencia que la vida tiene de si.
Según, J. Ladriere en "El reto de la racionalidad", "los valores éticos tienen un papel verdaderamente central en el sistema de valores de una cultura, porque son los que prescriben las normas de acción y, por lo tanto, determinan en definitiva los moldes de comportamiento, los principios de elección, los criterios de apreciación, y las motivaciones a partir de las cuales se fijan los objetivos concretos a corto o largo plazo".
Desde aquí, concluimos que el concepto de cultura como racionalidad que guía los pasos éticos de la especie humana, nos lleva a la perspectiva del ethos vital es una actitud etológica, la cultura es una perspectiva que nos sumerge en el medio y desde este punto, visualiza las esperanzas, sueños, anhelos y visiones del hombre como "Homo sapiens sapiens" . la cultura construye simbólicamente la realidad y mediante la capacidad humana de transformación el individuo se re-interpreta a través de la realidad que pretende alterar. A través de la cultura, el individuo se re-liga al medio con una relación que no es estática, sino dinámica, absorbente y formadora. La cultura, es una de esas emergencias de la naturaleza, lo que en la terminología de Xavier Zubiri, seria un "dar de si" de la naturaleza en virtud de la respectividad con que las partes se relacionan dinámicamente con el todo.
– Principios de la Bioética
al ser la bioética, un saber en construcción y multidisciplinar no debe de extrañar que sus constructores ofrezcan múltiples definiciones de que es Bioética y que aparentemente nos confunda la polisemia del caso. Esto manifiesta mas bien su dinamismo y vitalidad y su quehacer interdisciplinario. La bioética propone problemas nuevos, a los cuales hay que enfrentarse con herramientas teóricas nuevas y que tengan la capacidad de convocar una amplia confrontación de disciplinas sobre temas típicos de la sociedad tecnocratica a la cual pertenecemos para resolver creativamente los problemas morales contemporáneos. Por estas razones, la Bioética se expresa como una Inter Disciplina que busca una síntesis de relación ética en torno al cuidado de la vida, frente a una antitesis de fragmentación de las disciplinas científicas.
Los principios que proporcionan cierta estructura canónica a la bioética y que provienen del llamado "Informe Belmont" elaborado por la "National Comisión of Human subjects of biomedical and Behavioral Research", se resumen en los cuatro siguientes:
– Principio de no-maleficencia
– Principio de beneficencia
– Principio de autonomía
– Principio de justicia
los dos primeros, entroncan muy bien, con el mas antiguo código de ética medica El Juramento Hipocrático : la seriedad con la que contemplaba el ejercicio de su profesión, le llevo a exigir una especie de voto de lealtad a todo aquel que se propusiera ejercerla. El juramento Hipocrático se ha considerado durante siglos un código de deontología medica que rige el ejercicio de la profesión. Ora así: >>Prescribiré el régimen de los enfermos atendiendo a su beneficio y me abstendré de todo mal y de toda injusticia. A nadie daré veneno, aunque me lo pida, ni aceptare ninguna sugestión en este sentido; tampoco daré abortivos a una mujer>> , >> Considerare sagrados mi vida y mi arte. Cuando entre en la morada de un enfermo, lo haré siempre en beneficio suyo….>> . la capacidad de decisión del paciente es lo que viene a reconocer el tercer principio el de autonomía, se trata de suministrar información completa y veraz al paciente para que en el ejercicio de su responsabilidad y autonomía personal decida en ultima instancia las medidas pertinentes.
Según L. Buysan Espeleta, los dos modelos de responsabilidad bioética tienen un objetivo común, procurar los mejores intereses del paciente, pero tanto uno como el otro se diferencian en que uno entiende los mejores intereses del paciente exclusivamente desde el punto de vista de la medicina y el otro los entiende desde el punto de vista exclusivo del paciente (su criterio como responsabilidad deontológico y eugenesica). Finalmente el principio de justicia fija la necesidad de no establecer discriminaciones en el cuidado sanitario originado por motivos de naturaleza social, religiosa, económica o de otra índole.
También se define como .
El carácter de la Bioética, tal y como es frecuentemente citado por el Prof. Carlos Maria Romero Casabona, es multidisciplinar y tiene su núcleo en la dialéctica entre ética y derecho proyectada en las ciencias biomédicas. Según el, la bioética se sostiene sobre cuatro premisas irrenunciables:
1. La imposición de regulaciones o limitantes no le corresponde de modo exclusivo a los investigadores. Es la sociedad en su conjunto quien ha de participar en el debate de los temas bioéticos y no ha de quedar circunscrito este a los especialistas.
2. En la discusión social, es preciso que este representado el pluralismo: ideológico, de creencias o de cualquier otro tipo. De este modo, todos los puntos de vista e intereses quedaran representados en la toma de decisiones.
3. Los comités nacionales de Bioética, han de ser el foro prioritario en la canalización de los objetivos para la creación de opinión y para la orientación de la administración publica.
4. Se han de armonizar las legislaciones internacionales tanto cuanto sea posible. Se trata de evitar o de experimentación para .
La declaración Universal de los Derechos Humanos ha sido considerada punto de partida ineludible para la fundamentación de la Bioética. Los principios y derechos recogidos en la declaración sirven de inspiración para el desarrollo posterior de los posicionamientos en uno u otro sentido a que la reflexión bioética obliga.
Para M. Casado, los Derechos Humanos están llamados a ser el criterio regulador de las nuevas formas de control y de las posibilidades científicas y tecnológicas emergentes, propugnando, propiciando y garantizando el respeto a la libertad, a la igualdad y a la dignidad de todos y cada uno de los seres humanos. Por ello, los Derechos Humanos, constituyen el primer criterio inspirador y el limite estricto de cualquier normativa, tanto jurídica como ética. Y recordando el discurso general de la UNESCO, sobre la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, como protocolo que introduce estos principios, decimos que : .
Tomando por ello, la Declaración universal como punto de partida necesario, buena parte del trabajo reciente de orientación plasmado en declaraciones y convenios internacionales sobre bioética pueden considerarse un desarrollo de los contenidos de la declaración universal que la sociedad en su conjunto ha debido formular para dar respuesta ética y política al desafío tecnológico. Un aspecto esencial, radica además en el hecho de no olvidarse al enjuiciar los es que los Derechos Humanos son expresión directa de la dignidad de la persona humana, y por ende al delimitar cuales son las acciones que pueden poner en cuestión los fundamentos de la dignidad humana, se establece directamente un vinculo expreso con la declaración universal, la obligación de los estados, por lo tanto es la de asegurar su respeto y reconocer esa dignidad como el punto hacia el cual todas las acciones están obligadas a repercutir de una manera positiva.
Los Derechos Humanos a que estas nuevas declaraciones y convenios hacen referencia quedan enmarcados en el conjunto de derechos denominados .
Revisando rápidamente, decimos que:
– Derechos de primera generación son los Derechos Civiles y políticos; el origen propiamente de toda formulación posterior sobre derechos del hombre.
– Derechos de segunda generación son los Derechos económicos, sociales y culturales.
– Derechos de tercera generación son los nuevos derechos que la sociedad y la humanidad entera reclaman como resultado de la propia evolución de las sociedades: derechos culturales, medio ambientales, derivados del avance de la tecnología y las ciencias, etc.
Para Roca Trias, lo prioritario dentro de esta diversidad de derechos afectados por la investigación biotecnológica es el principio de protección a la persona.
Se afirma: el principio de protección a la persona humana y el consiguiente reconocimiento de los derechos fundamentales que le son inherentes como tal persona, constituyen el campo de juego en el que puede funcionar toda la aplicación de tecnologías relacionadas con la denominada manipulación genética, se trata, en cualquier caso de establecer una tutela del individuo contra todas aquellas actuaciones que puedan degradarlo a la categoría de objeto. No obstante, las libertades de investigación científica y tecnológica, y en consecuencia la biotecnología, no son absolutas dado que ningún avance tecnológico que provoque una invasión lesiva de algún derecho fundamental (…) puede ser amparado por un sistema basado en esta dignidad de la persona y el reconocimiento de los derechos que le son inherentes. La interrelación cada vez mas evidente entre la protección de los derechos fundamentales de la persona y las cuestiones que la bioética suscita desde hace ya unos años ha obligado progresivamente a una evolución del derecho internacional que intenta dar cobertura y satisfacción a los problemas planteados. Para Gross Espiell: el tema bioético con sus enormes y trascendentes proyecciones humanas, sociales, individuales y colectivos requiere hoy estar vinculado a un tratamiento normativo que como el constitucional, sea un símbolo político y ético del estado democrático y social de derecho en el que la persona humana encuentra la garantía y la protección de su vida, de su dignidad y de los derechos y libertades que de ella emanan .
Además, es preciso plantearse la siguiente cuestión, ¿Tiene el hombre, en cuanto sujeto jurídico, un derecho fundamental e irrenunciable a disponer de su propio cuerpo?, la respuesta a esta pregunta, provocaría una reafirmación del principio de que hay un derecho del hombre en cuanto sujeto jurídico, sobre su propio cuerpo; toda la cultura jurídica moderna afirma que si, en contraposición con la antigua, que admitía la entrega del propio cuerpo en esclavitud y los actos de disposición de su propio cuerpo, como en el famoso contrato de una onza de carne establecido por el mercader de Venecia. Por lo tanto, el derecho sobre el propio cuerpo se considera hoy como un derecho originario y natural, si bien no lo ha llegado a ser, sino en tiempos recientes, y ha llegado a ser con el progreso de la civilización, mas bien un derecho deber.
Son numerosos los foros en que de un modo u otro, los problemas traídos a la luz por la y la deontología medica han sido debatidos con el animo de dar directrices, orientaciones o simplemente opinión, a manera de ejemplo podemos citar:
– La convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y de la Dignidad del Ser humano frente a las aplicaciones de la biología y de la medicina, del consejo de Europa (1996).
– La declaración universal sobre el Genoma Humano y los derechos de la persona humana, de la UNESCO (1998).
– Las resoluciones 1993/91 y 1995/82 de la comisión de derechos humanos de la ONU (1995)
– La resolución sobre la bioética, de la conferencia de jefes de estado y de gobierno de la organización para la unidad africana (1996)
– La declaración Programa y acción, parte I, p. 11 de la conferencia Mundial de derechos humanos de Viena (1995)
– La declaración sobre los principios de actuación en la investigación genética, del consejo de la organización del Genoma Humano (1996)
– La declaración Universal de los Derechos Humanos de las generaciones futuras (1994)
Algunos casos de aplicación de la Bioética
Ya antes de la Era cristiana, en Pergamo, era conocida la practica de experimentar con esclavos y condenados a muerte los efectos de venenos y de posibles antídotos; y en nuestros tiempos, la prensa se ha hecho eco reciente de frecuentes noticias referidas análogamente a la experimentación con seres humanos, como por ejemplo los casos del Jewish Hospital On medical Cancer de Brooklyn donde se experimentaba con ancianos inyectándoles células tumorales para estudiar su capacidad de respuesta inmunológica. No obstante, no ha existido parangón en la historia con la experiencia sistemática llevada a cabo por el III Reich durante la II Guerra Mundial. El primero procede de la correspondencia cruzada entre personal de la empresa Bayer y del comandante de campos de concentración de judíos de Auschwitz :
>> le agradeceremos mucho señor ponga a nuestra disposición un cierto numero de Mujeres para una serie de experiencias que nos disponemos a realizar con un nuevo narcótico (…) Acusamos recibo de su respuesta. Sin embargo, consideramos exagerado el precio de 200 marcos por una mujer. No podemos ofrecerle mas de 170 marcos por cabeza. Si esta usted de acuerdo, iremos a buscarlas. Necesitamos aproximadamente 150 mujeres (…)
>> Hemos realizado las experiencias. Todas las personas enviadas han muerto. Próximamente nos dirigiremos a usted para un próximo envío (Archivo del proceso de Nuremberg NO 71 84)
A raíz del juicio de Nuremberg, y a fin de erradicar practicas similares en el futuro, se elaboro y aprobó en 1947 el que consta de 10 artículos :
– El consentimiento voluntario del sujeto es esencial
– El experimento debe ser tal que de resultados fructíferos para el bien de la sociedad
-El requerimiento debe ser proyectado de tal manera que los resultados anticipados justifiquen la realización del mismo
-El experimento debe ser dirigido de tal modo que evite todo sufrimiento y lesiones, físicas o mentales, innecesarias
– No se debe realizar experimento alguno cuando haya una razón a priori para creer que ocurrirá la muerte o una lesión incapacitante
– El grado de riesgo que se afronte nunca debe exceder al determinado por la importancia humanitaria del problema que se va a resolver con el experimento.
-Se deben hacer las preparaciones apropiadas y se darán las facilidades adecuadas para proteger al sujeto sobre el que se experimenta aun de las mas remotas posibilidades de lesión, incapacidad o muerte.
– El experimento debe ser dirigido solo por personas científicamente competentes.
– Durante el curso del experimento, el sujeto debe quedar en libertad para ponerle fin, si el ha llegado al estado físico o mental en que la continuación del experimento le parezca imposible.
– Durante el curso del experimento, el científico a cargo de el sujeto, debe estar preparado para terminarlo en cualquier etapa, si tiene una razón para creer, en el ejercicio de la buena fe, de la habilidad superior y del juicio sensato, exigidos de el, que es verosímil que la continuación del experimento pueda dar resultado alguna lesión, incapacidad o muerte.
Bibliografía
Gilberto Cely Galindo,
"El horizonte bioético de las ciencias". Págs. 11-47
Miguel Osset,
"Ingeniería genética y Derechos Humanos".Págs. 15-37
Vittorio, Frossini,
"Bioética y Derechos Humanos". Págs. 33
Articulos de Referencia de: Bioética.org
Autor:
Salvador Krsnaly Romero Ayala
* Cátedra: Filosofía del Derecho
* Docente : Lic. Hugo Figueroa
*Contenido : Bioética y Derechos humanos. Una perspectiva en pro de la vida
* Ciclo: I/2004
*Fecha de entrega : Martes 29 de junio de 2004
Universidad de El Salvador
Facultad de Ciencias y humanidades
Departamento de Filosofía
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