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Consumo de drogas aplicado con adolescentes, maesrtas, maestros y madres (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

  • 5. Los programas de prevención deberían incluir a padres, madres o responsables, que refuercen lo que l@s niñ@s están aprendiendo, y que se generen oportunidades de discutir en la familia sobre el uso de sustancias legales e ilegales.

  • 6. Los programas de prevención deberían ser a largo plazo, durante la etapa escolar con repetidas intervenciones para reforzar con objetivos iniciales.

  • 7. Los esfuerzos de prevención centrados en la familia tienen un mayor impacto que las estrategias que se centran únicamente en los padres o solo en l@s chic@s.

  • 8. Los programas comunitarios que incluyan campañas en los medios de comunicación de masas y cambios en la política, tales como nuevas regulaciones que restringen el acceso al alcohol, tabaco u otras drogas, son más efectivas cuando se aplican junto con intervenciones en la escuela y en la familia.

  • 9. Los programas de la comunidad, necesitan reforzar las normas contra el uso de drogas en todos los marcos de prevención, incluyendo familia, escuela y la comunidad.

  • 10. La escuela ofrece la oportunidad de alcanzar a todas las poblaciones y también sirve como importante escenario para sub-poblaciones específicas en riesgo de abuso de drogas, tales como chicos con problemas de conducta o dificultades de aprendizaje y los que son posiblemente marginados.

  • 11. La programación de la prevención debería ser adaptada para tratar la naturaleza específica del problema de abuso de drogas en cada comunidad.

  • 12. A mayor nivel de la población el esfuerzo preventivo debería ser más intensivo y comenzar antes.

  • 13. Los programas de prevención deberían ser específicos para la edad de los individuos a los que se dirige, apropiados al nivel de desarrollo y ser sensibles culturalmente.18

Otro aspecto, previamente abordado antes del planteamiento de cada modelo y teoría existente sobre prevención, de suma importancia, es el conceptuar de forma clara y concreta la caracterización y diferencia que existe entre los conceptos de teoría, modelo y programa preventivo. Según Rudner (1966) el concepto de Teoría se define como: "Un conjunto de principios relacionados sistemáticamente entre sí, que incluye algunas generalizaciones en forma de ley natural y este conjunto de principios son empíricamente comprobables". Tal planteamiento conceptual, intenta especificar que una teoría resume u ordena sintéticamente un grupo de evidencias empíricas que pueden ser derivados de hipótesis para construir modelos o leyes de ésta. Es decir, esta sirve para hacer una "representación abstracta del mundo, habitualmente complejo, a través de una estructura simple en el marco teórico". Flay y Petraitis (1995).

Por otra parte, el concepto de Modelo se resumen, según Mitchell y Selley, 1992 en: "Es una teoría o grupo de teorías aplicadas a un área o situación específica, con el fin de describir la relación exacta entre variables en una particular situación". Partiendo de éstos conceptos, es necesario precisar que los modelos por lo general son más limitados por su misma característica de especificidad en una situación que la teoría en general. En el campo de la prevención, un programa de este tipo como estrategia de reducción o erradicación de consumo u oferta de Droga, se puede resumir que: "Un programa de prevención es toda acción o conjunto de actividades que tiene como objeto reducir la demanda, oferta y promoción de sustancias lícitas o ilícitas; así como también reducción de otros elementos de riesgo asociados al consumo". Estos tres planteamientos, previamente retomados permiten hacer una reflexión sobre la importancia y la necesidad de que exista una concordancia y coordinación entre los principios que rigen la prevención, los modelos teóricos o teorías que subyacen al planteamiento de la misma y los programas diseñados a partir de ésta; debido a que un programa preventivo basado en la teoría tiene ventaja a nivel de su estructuración, como aplicación así como también para su evaluación en desarrollo y producto de finalizar su aplicación. Dinaldson, Grahan y Hansen (1994)19 expresa como ventajas de los programas que se basan en la teoría, los siguientes elementos:

  • a- Ayuda a identificar las variables cómo, cuándo y quién debe evaluarlas.

  • b- Permite identificar fuentes de varianza extraña.

  • c- Alerta al investigador sobre lo potencialmente importante a las interacciones inesperadas.

  • d- Ayuda a distinguir entre la validez de la implementación del programa y la validez de la teoría en que se basa el programa.

  • e- Dicta el modelo estadístico adecuado para el análisis de datos y la validez de las asunciones requeridas en ese modelo.

  • f- Ayuda a desarrollar una base de conocimientos acumulativos sobre como y cuanto funciona el programa.

Al hablar específicamente de modelos preventivos, es de interés el retomar como antecedente a los enfoques que las diferentes posiciones teóricas han dado origen a distintos modelos preventivos. Y que cada modelo ha sido de utilidad para fundamentar una variedad de estrategias; además, también es de importancia el recalcar que los avances recorridos en el campo de la prevención de la drogodependencia ha permitido a autores y teóricos proponer clasificaciones de los modelos en términos de ser clásicos e iniciadores como de ser contemporáneos en función de los avances y necesidades que este campo de la prevención ha ido explorando. Hellen Nowlis (19975)20, en su libro "La Verdad Sobre las Drogas" publicado por la UNESCO, propone los cuatro primeros modelos de abordaje preventivos, los que posteriormente fueron retomándose, explorando y reestructurando para dar apertura al planteamiento de otros modelos, tal clasificación es expuesta en este apartado, sin mayor detalle únicamente con el fin de permitir hacer un recuento alternativo al lector de las transformaciones en la terminología y estructura de los modelos clásicos y modernos de prevención en la drogodependencia, siendo la propuesta por Nowlis (1975) la siguiente: a- Modelo Ético – jurídico b- Modelo Médico – Sanitario c- Modelo Psicosocial d- Modelo Socio – Cultural Posteriormente como se explica en los párrafos anteriores, la aplicación y estudio de los cuatro modelos así como los resultados obtenidos con éstos, permite proponer nuevos modelos; siendo éstos: 1- Modelo Ecológico 2- Modelo Holístico 3- Modelo Geopolítico Estructural En años más recientes, en relación a los avances y necesidades reales contemplados en investigaciones a nivel diagnóstico y de análisis sobre los resultados de los programas preventivos aplicados se plantea, que los modelos que subyacen a éstos programas se clasifican en relación al consumo de sustancias y por otra parte a su evolución. En ese sentido el modelo de consumo de sustancias se basa en la información que debe brindar sobre las sustancias, las consecuencias de su consumo y las creencias sobre las mismas. Para efectos del desarrollo sobre el proceso de investigación a realizar se tomará como base los modelos evolutivos, entre los cuales se encuentran:

  • a) El modelo de Habilidades Generales, el cual parte del supuesto que l@s adolescentes no solo se les debe preparar para la presión que va a recibir respecto al consumo, sino en habilidades más generales hacia la vida.

Los objetivos globales que persigue este modelo son: El desarrollo personal y las habilidades sociales (autoestima, comunicación eficaz, relaciones interpersonales, resistencia a la presión, manejo de ansiedad, conflictos y asertividad adecuada).

  • b) Teoría de la Conducta Problema Yessor y Jessor, está toma en cuenta tres sistemas explicativos:

La personalidad, el ambiente y la conducta.

En el aspecto de la personalidad los autores retoman: Valorar creencias, actitudes, orientación hacia uno mismo y hacia otros. Dentro del aspecto de ambiente consideran: Modelos, influencias cercanas y expectativas del entorno. Por conducta se toma en cuenta las funciones o significados, propósitos socialmente aprendidas.

  • c) Teoría de la Conducta de Riesgo de los Adolescentes de Yessor y Jessor.

Este planteamiento concede especial importancia a la interacción persona-contexto; dividiendo el riesgo en factores, conductas y resultados de riesgo. El modelo considera cinco grandes factores de riesgo: Biológico – Genético, Medio Social, Medio Percibido, Personalidad y Conducta.

  • d) Teoría de la Influencia Triádica de Flay y Petraitis (1994)

Esta integra, relevantes teorías en el campo de la drogodependencia, postula tres niveles de influencia, los cuales son: Culturales, Contextuales (los aprendizajes, actitudes y valores) y los interpersonales (recursos personales y auto conceptos).

  • PREVENCIÓN EN LA ESCUELA, FAMILIA Y COMUNIDAD

  • PREVENCIÓN EN LA ESCUELA

Las instituciones educativas juegan un papel importante en la sociedad, ya que se vuelven entes socializadores a medida que los individuos interactúan con su medio, inmersos en todo un proceso de aprendizaje. El papel de la escuela ha adquirido gran relevancia en los últimos años tanto como transmisora de conocimientos como en su función socializadora. La escuela es además uno de los lugares donde se transmiten los valores aceptados socialmente. Esta ejerce influencias directas como indirectas sobre el rendimiento académico, el comportamiento social, normativo, etc. (Sylva, 1994). Es por eso que la escuela es considerada un ente activo que permite el desarrollo de habilidades que l@s escolares asimilan para afrontar los cambios sociales que plantea el medio. LA EDUCACIÓN COMO MEDIO DE PREVENCIÓN Se dice que la vida es un continuo proceso de aprendizaje, en la cual hay diversos factores, que en lugar de reflejarse en mejores actitudes individuales y colectivas, generan aumento de problemas psicosociales, repercutiendo en diferentes aspectos de la vida de los individuos y en la estabilidad de las instituciones sociales. Por ello es necesario destacar que a la influencia que el factor "educación" ejerce en el comportamiento del ser humano y en la sociedad, se le atribuye una importante función "preventiva" de éstos problemas. Por lo que su acción incide en:

  • a) – El Autoconcepto de cada sujeto y en su capacidad para afrontar frustraciones y promover cambios encaminados al mejoramiento de su condición física, mental y social.

  • b) – La comprensión del entorno en el que busca actuar y suscitar las modificaciones necesarias de acuerdo a las necesidades y exigencias del mismo.

  • c) – La criticidad y la capacidad para discernir en el que la persona desarrolla la habilidad de seleccionar entre lo que conviene o no, de acuerdo con los valores reconocidos.

  • d) – La creatividad y responsabilidad, la cual viene a ser como legítima y necesaria proyección del ser humano hacia sí mismo, hacia la sociedad y hacia el medio ambiente en el que se ha desarrollado.

Tomando en consideración los elementos antes planteados se aclara que: "La educación preventiva es, sin duda, el componente más importante de cualquier política de prevención, puesto que concierne al sujeto afectado por estos problemas, o sea, al ser humano, con sus necesidades, capacidades, motivaciones y limitaciones (Massün, 1987). Sin embargo, a pesar de ello, aún dicho factor no ha recibido la atención necesaria para comprobar estadísticamente su validez; y esto se añade la imposibilidad de medir, con precisión científica, las modificaciones de las actitudes y comportamientos, sobre todo lo relativo a la salud psicosocial. Es necesario aclarar que la educación preventiva, para cumplir adecuadamente su valiosa función de evitar el aumento de problemas psicosociales, debe tomar en consideración elementos como: Debe ser una estrategia bien planificada, con objetivos claros a corto, mediano y largo plazo, basada en los resultados de la investigación científica que aporten luz sobre incidencia y causalidad, sobre características de los destinatarios y sobre las condiciones del medio social en el que se va a desarrollar. Por ello, la prevención debe orientarse a todos los factores de la comunidad educativo (padres- maestr@s y alumn@s, para unificar esfuerzos y obtener resultados favorables.

  • PREVENCIÓN EN LA FAMILIA

No cabe duda que la estructura familiar y el modo de orientación contribuyen de forma importante en el desarrollo del niño, en su aprendizaje respecto al mundo que lo rodea y de sí mismo. Es así, que aunque las características de la familia han cambiado mucho y hay diferentes tipos de familia, las necesidades de l@s niñ@s y de l@s adolescentes siguen siendo las mismas. A ello se atribuye que los padres tienen la responsabilidad de ocuparse del cuidado y educación de sus hij@s, siendo parte, a la vez, del proceso educativo – formativo de l@s mism@s en la escuela.

  • FACTORES DE RIESGO Y EDUCACIÓN FAMILIAR

Siguiendo con la importante función y papel fundamental de los adultos, es preciso decir que en el ámbito familiar se puede realizar, desde los primeros años de vida de los hij@s, una importante labor para reducir la influencia de los posibles factores de riesgo del consumo de cualquier sustancia que atenta contra su integridad física y mental; lo cual contribuirá a que, éstos tengan los recursos personales y sociales para ello. Así mismo, cuando se trata de dar en el hogar, a los hij@s, una educación que haga menos probable el consumo de drogas, normalmente no se plantean la realización de acciones individualizadas para cada factor de riesgo; todo se produce de forma natural, globalizada en el contexto de la convivencia cotidiana. Debido a ello, nace la idea de la importancia en la reflexión acerca de cómo la acción de los padres puede reducir la influencia de los factores de riesgo, lo cual se plantea a continuación en tres grandes temas generales que hay que tener en consideración para la prevención del consumo de drogas en el contexto familiar: "Unas normas adecuadas", "una buena relación con los hijos", "un buen uso del ocio".

  • a) Unas normas adecuadas: A través de ellas, que deben existir en el hogar, se les enseña a asumir la existencia de normas sociales y a ejecutar su comportamiento a ellas. Factor que contribuirá a que los jóvenes las asimilen, las lleven a la práctica y al ser conciente de ello, también sean partícipes para su modificación o ajustes; y de esa forma jugar un papel activo en tal núcleo de intervención.

Es importante considerar al mismo tiempo, que "las normas domésticas dejan siempre un espacio de libertad a través del cual se puede enseñar a mantener sus propias conductas y opiniones, independientemente de la presión que los demás miembros de la familia puedan ejercer para que asuman determinados gustos, comportamientos, actitudes, etc.".

  • b) "Una buena relación con los hijos": Factor que contribuirá de acuerdo a su calidad y magnitud en la prevención de importantes factores de riesgo.21

En el contexto de la relación familiar no es difícil aumentar la autoestima de l@s hij@s, logrando que aprendan a valorarse adecuadamente como personas, tratando de incidir en sus actitudes, haciéndoles concientes de que todos tenemos cualidades y limitaciones, orientándoles en la forma de potenciar las primeras y superar las segundas, y así proporcionarles el clima de seguridad y afecto incondicional necesario para que se originen sentimientos de aceptación y valoración hacia sí mismos. Es importante destacar que las relaciones familiares son un marco muy adecuado para enseñar a l@s hij@s a ser más asertivos, es decir, a tener la libertad o apertura de expresar sus opiniones y sus sentimientos, tanto positivos como negativos, con sinceridad pero sin herir a los demás. En cuanto a la influencia de las situaciones vitales críticas como factores de riesgo, se debe tener en cuenta que también los hij@s, sobre todo "los adolescentes", se ven obligados a afrontar situaciones críticas en sus quehaceres escolares o en sus relaciones interpersonales. Para superarlas, la familia debe valorar adecuadamente la importancia que esas situaciones tienen para sus hij@s y plantean claramente su papel de apoyo incondicional.

  • c) Un buen uso del ocio, el cual se enfoca en la influencia del tiempo libre sobre los factores de riesgo.

Es importante destacar que la familia es un ente educativo especialmente útil para ofrecer a los hij@s formas adecuadas de satisfacer su posible necesidad a aumentar sensaciones nuevas; así mismo contribuye a aumentar la cohesión familiar en la medida que se realicen actividades en conjunto, de acuerdo a la edad, intereses, etc. de los hij@s. A lo largo de la vida los jóvenes tendrán que relacionarse con muchas personas que consumen algún tipo de drogas. Y a través de alternativas variadas de tiempo libre, se puede favorecer que tengan grupos de amigos, con intereses variados, con el fin de que la dependencia de cualquiera de esos grupos sea la menos intensa posible.

  • PREVENCION COMUNITARIA

"El ambiente es el lugar físico en el que la persona reside y vive como su lugar social, tal como su edificio, barrio y ciudad. Claramente el ambiente se enmarca dentro de un medio socio – cultural, aunque el individuo vivencia el ambiente como su mundo real".22 Es decir que el ambiente juega un papel importante porque es el lugar físico en donde todo ser humano lleva a cabo su vida cotidiana. La predisposición socio – cultural, biológica en un ambiente determinado va a permitir a lo largo del tiempo que una persona tenga características propias que lo van a diferenciar de otras personas. Es por eso que la interacción del ambiente con el aprendizaje, el proceso de socialización y las expectativas, en interacción mutua, va a ser importante en cada uno de los momentos de la vida del individuo. Es el ambiente el que influye positiva o negativamente en la transformación de los esquemas mentales de las personas; es una variable real que hay que considerar al evaluar las condiciones de vida del mism@. ¿QUÉ ES LA INTERVENCIÓN COMUNITARIA? "Es cualquier intervención pública que tiene como referente ó destinatario de su acción una determinada comunidad social".23 Como es conocido, en el ambiente social se experimentan una serie de situaciones problemáticas que atentan contra la integridad física y mental de las personas, ejemplo de ello: "Las Drogas", problemas que si se aborda a nivel preventivo podría disminuir su incidencia en la población comunitaria. Por ello se vuelve necesario tomar en cuenta: Para que los programas de prevención sean efectivos es importante incidir en el entorno social en el que se van a desarrollar y cuenten con la aceptación y participación de la población, como el modelo idóneo, receptor de sus contenidos. La prevención comunitaria, parte de una concepción participativa y de una actuación orientada al conjunto de la población, exponiendo que todos deben asumir su responsabilidad en la prevención de drogodependencia, dado que es una problemática que acosa a la comunidad en general. Se considera a la comunidad como unidad base de población y territorio, con unas características comunes de orden social, cultural, económico, político o administrativo, que favorecen la proximidad y un alto nivel de relación interna que la diferencian de otras comunidades. Tomando en consideración los elementos antes planteados, la comunidad se convierte en el ámbito clave para el desarrollo de las actuaciones preventivas, dirigidas con el objetivo de la reducción de los problemas derivados del consumo de drogas. Existen algunos elementos claves dentro de la prevención comunitaria, para el caso: la comunidad tiene un alto nivel de responsabilidad en cuanto al bienestar personal y social de los ciudadanos; así también dentro de ella existen recursos (personas, organización e infraestructuras, servicios materiales, etc.) útiles y utilizables para actuaciones de prevención que además son cercanos, disponibles y con un alto nivel de adecuación a las características de la misma. Ella no sólo es responsable si no también capaz de dar los pasos adecuados para la puesta en marcha de actuaciones preventivas, analizar la situación, definir los problemas, diseñar las estrategias, disponer los recursos y llevar a cabo las actuaciones, que permitan buscar soluciones conjuntas aportando cada uno su esfuerzo. En relación a ello, no se puede desligar el objetivo que se pretende trabajar como es el tratar que un programa preventivo a nivel comunitario responda a la realidad y las circunstancias de la comunidad, a sus intereses y necesidades con respecto al problema planteado, dado que de ello dependerá en gran parte los resultados cualitativos y cuantitativos que se obtengan en la medida de su aplicación. "La práctica de los programas comunitarios y la necesidad de colaboración y de incorporar a grupos, organizaciones e instituciones y al entorno social en su conjunto, obliga a contar con los núcleos organizativos y con los agentes naturales que tienen capacidad de mediar entre los programas sociales y la población: los mediadores sociales".24 De hecho que la función de los mediadores comunitarios o sociales es fundamental, ya que son personas que por su papel social activo en la comunidad y su contacto directo con los pobladores, conocen sus características, necesidades y problemas, tienen capacidad para llegar a la población y son aceptados por ella. Es decir que cada integrante de la comunidad se convierte en influyente pasivo o activo en el progreso o desarrollo de su comunidad.

  • ¿POR QUÉ ES MEJOR PREVENIR?

En el devenir de los años, la humanidad ha enfrentado una diversidad de situaciones problemáticas que han sido el encauce de la detención de su desarrollo integral, en vista de ello, se ha procurado la búsqueda de mejoras, delimitando las dificultades que le han ocasionado pérdidas a nivel material, financiero y humano. En vista de ello, hoy en día se ha considerado trabajar bajo la dirección preventiva, cuya acción ha sido reconocida como la estrategia más eficaz y de menor costo en el abordaje de problemas sociales; para el caso, contra la oferta y demanda de la droga. Es sabido que la complejidad del uso frecuente de drogas requiere del establecimiento de múltiples servicios para su tratamiento como: Infraestructura para el abordaje en la desintoxicación, lugar para tratamiento posterior, instituciones terapéuticas, talleres y/o centros de rehabilitación, y programas de seguimiento; los cuales no aseguran la total y rápida recuperación de las personas involucradas en tal problema. Las situaciones antes planteadas justifican, en gran parte, que adquiere mayor importancia la prevención, que la intervención; vale la pena aclarar que ésta no es tarea fácil, ya que requiere de elementos científicos como un enfoque teórico con el cual abordarla; unas medidas congruentes con ese enfoque y un modelo de evaluación que permita medir acertadamente sus resultados, que no son tan tangibles como en el caso de la rehabilitación. Los programas de prevención requieren de un conocimiento, lo más preciso posible, de la realidad social a la que van dirigidos y de las características y reacciones de los destinatarios y de la comunidad en general.

"Las preocupaciones éticas de los que participan en una acción de prevención deben ser consideradas primordiales".25 Es preciso decir que la función preventiva es mucho más enriquecedora y de menor costo en plano social, ya que los receptores a su vez se convierten en emisores con una función productiva hacia sí mismos y para su entorno. "Por otra parte, es preciso destacar que "la prevención" debe ser integral y estar dirigida a todos los miembros de una comunidad y no sólo a los que se consideren vulnerables. Es indispensable la participación de todas las personas que forman parte de ese medio ambiente afectivo y social".26

  • DATOS ESTADÍSTICOS SOBRE EL CONOCIMIENTO Y CONSUMO DE DROGAS EN ADOLESCENTES DE LA ZONA METROPOLITANA DE SAN SALVADOR.

El tema sobre Drogas, actualmente se ha considerado como uno de los temas de mayor relevancia a nivel mundial, debido al aumento alarmante de la población que afecta y/o demanda, siendo l@s adolescentes y jóvenes el sector de la población más vulnerable o en riesgo. En ese sentido, para comprender la complejidad del fenómeno, se debe retomar múltiples factores que intervienen en el mismo, a saber: socio-culturales, demográficos, laboral, político, económico y educativo, los cuales varían de país en país. El Salvador, no es la excepción, siendo sus características similares respecto a otros países latinoamericanos en condiciones de pobreza, delincuencia, marginación, desempleo y falta de acceso a la educación para el sector menos favorecido de la población. El país ha experimentado un crecimiento poblacional acelerado a partir de 1950, y que actualmente cuenta con una población de más de seis millones y medio de habitantes; considerándose como una proyección del 2.2% de crecimiento anual, que para el año 2030 significará 12 millones de habitantes, ca. Asimismo, "el 56% de la población posee menos de 24 años de edad, considerando a El Salvador un país de jóvenes; con un porcentaje poblacional de adolescentes y jóvenes como uno de los más elevados de Latinoamérica".27 La relación que existe entre drogas – adolescentes cada vez es mayor, tal es el caso de instituciones como la Policía Nacional Civil (PNC, La DAN) y la Fundación Salvadoreña Antidrogas (FUNDASALVA) que realizan investigaciones importantes en el campo, proporcionando un parámetro aproximado de datos estadísticos sobre la oferta y demanda:

De acuerdo a la PNC para el año 2001 y 2002, la población adolescente entre 15 – 19 años detenida por tráfico y posesión de drogas se ubica en el tercer lugar; confirmándose este dato con el estudio que FUNDASALVA (1992) realizó con estudiantes de la zona metropolitana de San Salvador, indicando que los jóvenes entre 19 y 20 años de la clase media y baja son los grupos de mayor riesgo, siendo más vulnerables l@s niñ@s que viven en la calle. Esto refleja, en cierta medida, que el interés y apoyo institucional, educativo, familiar y político – ocupacional hacia el sector niñez y juventud no ha sido el suficiente para lograr su desarrollo humano y el de sus familias, conllevando esto a que el joven recurra a actividades de "vagancia", delictivas, tráfico y consumo de drogas lícitas e ilícitas, y que por sus características psicológicas, sociales, algunos se incorporan a grupos de "pandillas o maras" profundizando aún más las acciones antes citadas. Asimismo, la investigación de la DAN, refleja que la ocupación de l@s estudiantes detenidos se caracteriza por ser desempleados (36%), ocupados con un 21%. Revelando la relación que existe entre el desempleo, pobreza, facilidad de lucro inmediato y el factor educación con la droga. De acuerdo a FUNDASALVA (1992), la droga más conocida por l@s adolescentes es la marihuana y la menos conocida la cocaína; sin embargo el uso real de la droga muestra que la más usada es el alcohol, seguida por drogas de uso médico y el tabaco. De ahí que, el problema debe comenzar a abordarse a nivel de consumo de alcohol, tabaco y drogas de usos médicos (estimulantes y tranquilizantes), mediante educación preventiva y educación legal para bloquear su progreso y el uso indebido de otras drogas más dañinas. Así también los datos obtenidos de la droga decomisada en el Departamento de San Salvador por la DAN28, son preocupantes, ya que el municipio de San Salvador es el escenario por "excelencia" para la comercialización de drogas como la marihuana, crack y cocaína, ubicándose en segundo y tercer lugar, Mejicanos, San Marcos, Soyapango Entre las investigaciones salvadoreñas que han aportado datos interesantes para el conocimiento de la magnitud del fenómeno Drogas a partir de lo que opina la juventud salvadoreña, se encuentra la realizada en el mes de octubre de 2001, por la Comisión Salvadoreña Antidrogas; la cual consistió en la aplicación de una encuesta a una muestra de 2,168 alumn@s de 31 centros educativos públicos y privados del área metropolitana de San Salvador; destacándose entre la información más relevante:

  • Que la edad promedio de inicio en el consumo de drogas es de 13 a los 14 años para la mayoría de las drogas lícitas e ilícitas; siendo el cigarro y el alcohol las drogas más consumidas por los estudiantes.

De este dato se infiere que el acceso de estas últimas drogas es lícito y fácil, ya que lo venden en tiendas, supermercados, discotecas, y que para algunas personas no son consideradas drogas como tales. Así, ocho de cada cien estudiantes han consumido cualquier tipo de droga ilícita alguna vez en su vida. Dicho dato puede estar relacionado con la edad, acceso de la droga y presión por parte de sus "amigos" o compañeros.

La escuela es un factor de protección fundamental respecto al consumo de drogas en jóvenes y adolescentes; y la principal fuente de información que tienen sobre las drogas son a través de sus amigos y familiares, datos que parecen reafirmarse en la encuesta.

Asimismo, respecto a la prevención, l@s jóvenes opinaron que la mayoría ha recibido charlas de prevención sobre el consumo de drogas y consideraron que les ha servido para modificar su actitud en relación a las drogas. Sin embargo, a pesar de las charlas que desarrollan diferentes organismos en relación a las drogas, el fenómeno va en aumento y muchos jóvenes consumen a temprana edad. Entonces, ¿Cómo se pueden interpretar estos datos estadísticos?, la realidad existente varía y se torna difícil generalizar esos resultados a una población elevada de jóvenes, y más aún si la información obtenida en una encuesta sólo refleja parámetros, por lo que los esfuerzos que realizan esos organismos y la falta de un apoyo real por parte de la sociedad, las políticas, los medios de comunicación y todos aquellos involucrados en contrarrestar el problema desde sus raíces, no favorece la prevención.

Dato importante de revelar es que para el año 2003, según la investigación realizada por la misma institución gubernamental con una muestra de estudiantes pertenecientes a la zona Metropolitana de San Salvador, el 38% expresó haber consumido una droga legal en su vida (aumentando el 5% en comparación al año 2001), y que un 8% lo ha hecho con una droga ilícita, estimando que uno de cada cuatro se volverá consumidor habitual.

De ahí se infiere que el consumo de drogas en adolescentes va aumentando gradualmente, siendo un grupo social en riesgo latente y que requiere de orientación continua.

Por ello cuando se habla del problema, uno de los barrios de San Salvador que más atención requiere para contrarrestar o prevenir en drogas, es "el Barrio San Jacinto", el cual por sus características demográficas, habitacionales, desempleo, riesgo físicos, ambientales social, treinta y uno de sus comunidades presentan problemáticas de analfabetismo, prostitución, alcoholismo, maras, drogadicción, delincuencia, hacinamiento".29 Encontrándose factores de riesgo, que lo han llevado a ser un Barrio propicio para el tráfico y comercio de drogas, cuya relación entre la oferta- demanda incide más en los jóvenes, ubicando el alcoholismo y drogadicción con un 50.61%, por lo que una de las prioridades a intervenir son los jóvenes, y la prevención del consumo de drogas, así como algunos factores de riesgo social, familiar y personal, en los que también la escuela, comunidad y municipalidad deben participar. 4.10 LAS ACTITUDES La estimulación proveniente de la realidad brinda al individuo la información necesaria para formar su experiencia individual, que es un reflejo de la acumulación de la experiencia histórico – social de la humanidad.

La experiencia individual difiere en gran medida de persona a persona, ya que aunque dos individuos se vean expuestos a la misma situación no lo asimilarán de manera idéntica, existen múltiples factores histórico-sociales y físicos que influirán en la forma de interiorizarla. Se produce una disposición psíquica de la personalidad ante la realidad que se percibe, "Estas disposiciones que adopta la personalidad son las actitudes del individuo"[1]30 Estas disposiciones están relacionadas a la actividad psíquica ya que se refiere a las condiciones psicológicas internas del individuo. Las actitudes regulan de manera particular los procesos y la actividad con respecto al objeto de la realidad, tienen un carácter inductor de la personalidad ya que determina el sentido y la orientación que esta retomará ante el medio. De acuerdo a lo anterior es posible definir las actitudes como "la disposición de carácter orientador que adopta el individuo como respuesta a los objetos de la realidad, en una interacción dialéctica con los mismos que está determinada integralmente por la situación existente y la experiencia anterior, esta disposición se fija en el psiquismo, actuando sobre las posteriores reacciones y puede ser traducida o no en conducta".

Las necesidades, criterios, convicciones, sentimientos, emociones y conocimientos, interactúan entre sí formando un todo sistémico y estructural que es el contenido de la actitud. Si la información recibida no afecta absolutamente el sistema de necesidades que existen en la psique en ese momento no habrá actitud. Las necesidades forman parte de la motivación, la cual es el motor de la actividad.

Las actitudes no se forman a través de la experiencia anterior sino a partir de las necesidades, es decir que la experiencia previa determina actitudes, pero no las desarrolla.

La actitud está conformada por tres componentes psicológicos, según Fazio (1989): El primero de carácter cognitivo, el cual está relacionado con la cantidad de información que tiene el individuo sobre el objeto de la actitud, es decir los conocimientos nuevos y previos.

Otro componente es el afectivo, vinculado al agrado o desagrado que produce determinado objeto de la realidad en el individuo; es decir que está compuesto por los sentimientos y emociones que dicho objeto despierta.

El último componente es el reactivo-conductual, el cual comprende las tendencias, disposiciones, e intenciones hacia el fenómeno, así como las acciones dirigidas a él.

Los tres componentes coinciden, sin embargo, en un punto: En que todos ellos son evaluaciones del objeto de la actitud interrelacionados. Asimismo, las percepciones o la información pueden ser favorables o desfavorables, los sentimientos positivos o negativos y la conducta o intenciones de conducta de apoyo u hostiles.

4.10.1 ¿CÓMO SE DA LA TRANSFORMACIÓN DE LA ACTITUD? A medida que los individuos se presentan ante objetos más o menos nuevos no asumirán una actitud definida, sino que asumirán un estado de orientación, evaluando para definirse ante esta información. Ante los nuevos elementos de información se deben formar nuevas actitudes que no estaban creadas y para que se formen ocurre la etapa llamada difusa donde el individuo se orienta y busca información para formar la actitud definida o diferenciada.

Actitud Diferenciada: Es la actitud ya formada, es decir que ha sobrepasado la etapa difusa y entra en una etapa que tiene determinada estabilidad y definición. En la etapa difusa se produce acumulación de información, se llega del estado difuso al diferenciado a través de recibir nuevas informaciones sobre el objeto de la actitud. El cambio no se produce únicamente en este sentido, de lo contrario no ocurrirían cambios en las actitudes, los cuales se producen sobre la base de la recepción continua de información al interactuar el sujeto con el medio que lo rodea; específicamente con los objetos de actitud. La novedad de la información es el factor que promueve formaciones y transformaciones de las actitudes.

V. Metodología

5.1 DESCRIPCIÓN DEL GRUPO EN ESTUDIO Los grupos en estudio que participaron en la primera fase del proceso de investigación, es decir para la aplicación de la escala de actitudes como "prueba piloto", fueron diez alumn@s (5 alumnas y 5 alumnos) entre las edades de 13 a 16 años, pertenecientes al 7º,8º y 9º grado "c" turno vespertino del Centro Escolar "Jorge Larde", ubicado en el Barrio San Jacinto, de San Salvador. (ver Anexo Nº 3) Esta muestra presentó similares características socioculturales, económicas y académicas respecto al grupo en estudio seleccionado para realizar la aplicación del instrumento validado, a través de una Prueba Piloto y el método de Jueceo (Por Psicólogos docentes de la Universidad de El Salvador) y por el asesor de tesis.

La aplicación de la escala de actitudes validada, se realizó con la población del tercer ciclo (7º "A" y "B"; 8º "D" y 9º "D"), del turno vespertino, "Complejo Educativo Dr. Humberto Romero Alvergue"; ubicado en el Barrio San Jacinto, consistiendo en 96 alumn@s entre las edades de 12 a 22 años, promediando en 31.34% la edad de 15 años y un 25% los de 14 años. La población se caracterizó a demás por proceder del Barrio San Jacinto, Los Planes de Renderos, San Marcos, Col. Costa Rica, Comunidad Modelo II, III y otras zonas aledañas; consideradas en riesgo social. Así mismo respecto a las características socio familiares, la población coincidió en pertenecer a condiciones económicas bajas y a composiciones familiares tendientes a ser extensas. En ese sentido a partir de la aplicación del instrumento y los resultados obtenidos, la selección de la muestra intencionada fue de 56 alumn@s (29 mujeres y 27 hombres) de los tres grados que conforman tercer ciclo, a partir de los rangos estadísticos para la medición de las actitudes positivas y neutras hacia el consumo de drogas.

La implementación del programa preventivo, finalmente retomó la participación activa de 46 adolescentes del sexo femenino y masculino de 56 seleccionados inicialmente ; debido a factores como: la deserción escolar, la desaprobación de sus padres-madres para participar en el desarrollo del programa por el bajo rendimiento académico, entre otros, que afectaron su asistencia. Además se contó con la participación de l@s maestr@s responsables de los grados y algunos/as padres – madres de familia de los jóvenes participantes.

5.2 INSTRUMENTO Escala de Actitudes Este instrumento tuvo como objetivo seleccionar la muestra de adolescentes que participó en la implementación del programa. Dicha escala de actitudes se orientó hacia el consumo de drogas, a fin de medir los diversos componentes de las actitudes (cognoscitivo, afectivo y reactivo) en relación al tema.

El instrumento consistió en 17 Ítems, distribuidos entre sus componentes: seis para el componente Cognitivo, cinco para el Afectivo y seis para el Reactivo; estos ítems se ubicaron con valencia positiva o negativa, teniendo cuatro posibilidades o alternativas de respuesta de acuerdo a los rengos establecidos (Muy deacuerdo, Deacuerdo, Indiferente, En desacuerdo, Muy en desacuerdo) (ver anexo nº 4) La escala fue sometida, como se menciona anteriormente, a un proceso de validación por "jueces" y "prueba piloto" para ser aplicada finalmente a la población de adolescentes de la institución educativa seleccionada, para desarrollar el programa de prevención Psicosocial en consumo de drogas.

  • PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO

En un primer momento se realizaron reuniones con el asesor del proceso de tesis para establecer el tema y lineamientos de la investigación con la que se determinó que el tema a trabajar sería en relación a las Drogas. Teniendo como apoyo la opinión y experiencia de la Comisión Salvadoreña Antidrogas (COSA), se estableció que la investigación se realizaría en torno a la Prevención del Consumo de Drogas, atendiendo adolescentes del tercer ciclo de un centro escolar de la Zona Metropolitana de San Salvador.

Luego se inició la revisión bibliográfica en relación al tema de prevención sobre el consumo de drogas, estableciéndose un índice de contenido del Marco Teórico para facilitar la búsqueda de información. Simultáneamente se realizaron visitas al centro escolar donde se implementó el programa de prevención; siendo este el Complejo Educativo "Dr. Humberto Romero Alvergue", ubicado en el Barrio San Jacinto de San Salvador.

Identificado el lugar donde se haría la investigación, se procedió a estructurar el marco teórico y diseñar la escala de actitudes, la cual se empleó para seleccionar la muestra de adolescentes pertenecientes al tercer ciclo de la institución educativa.

La escala fue validada a través de "jueces", seleccionando para ello tres profesionales docentes del Departamento de Psicología de la Universidad de El Salvador. Asimismo , fue sometida a una "prueba piloto" con diez alumn@s del centro escolar "Jorge Lardé" ubicado en el Barrio San Jacinto, que cuenta con características similares al Complejo Educativo "Dr. Humberto Romero Alvergue",por ejemplo el contexto(zona y ubicación) y el tipo de población (adolescentes) en riesgo hacia el consumo de drogas licitas e ilícitas.

Posteriormente, se aplicó la escala de actitud aprobada, a 96 estudiantes del tercer ciclo del complejo educativo retomado para la investigación, de los cuales se seleccionó a 56 sujetos (29 mujeres y 27 hombres), con base a las actitudes positivas y no diferenciadas puntuadas hacia el consumo de drogas, de los cuales únicamente participaron 46 alumn@s en el desarrollo del programa. (Ver informe de la escala de actitudes anexo nº 5).

Igualmente se culminó con la elaboración del marco teórico y con la sistematización de los resultados de la escala, presentándose al asesor para su revisión, siendo aprobada. Se procedió a la elaboración del programa, planificando jornadas con adolescentes, padres-madres de familia, maestr@s; y jornadas de forma integrada (ver anexo nº 7). El programa fue estructurado de la siguiente manera: justificación, objetivos, metas, características del programa y facilitadores, principios que guían el programa, metodología, evaluación y la organización de las sesiones.

Presentando seguidamente al asesor y coordinador de tesis para su aprobación y la posterior ejecución que fue en un período de tres meses; donde se abordaron las cinco áreas que contempla el programa: Se inició por el área de Desarrollo Personal, luego la de Salud Emocional, Asertividad continuando con la de Adecuada Distribución del Tiempo, finalizando con el área de Drogodependencia. El orden de las áreas fue implementado de igual forma con toda la muestra en estudio (adolescentes, maestr@s y madres-padres de familia).

Luego de ejecutarlo se sistematizaron los resultados obtenidos y se aplicó la escala de actitudes para evaluar y comprobar las hipótesis correlativas de la investigación, de las cuales finalmente se aceptó una de ellas.

Los resultados obtenidos se integraron en la elaboración del informe final de tesis el cual fue sometido a una última evaluación y aprobación por parte del asesor del equipo investigador y del coordinador de tesis del Departamento de Psicología. Concluyendo con la exposición oral de la investigación a los docentes responsables de coordinar el proceso de tesis y a la Comisión Salvadoreña Antidrogas y al Complejo educativo; con el fin de socializar el aporte y los resultados obtenidos al aplicar este tipo de programas: "preventivo."

VI. Presentación y analisis de los resultados

El presente apartado está referido a los resultados obtenidos de la aplicación del Programa de Prevención Psicosocial en consumo de drogas dirigido a adolescentes, maestr@s y padres/madres de familia del Tercer Ciclo pertenecientes al Complejo Educativo "Dr. Humberto Romero Alvergue" ubicado en el Barrio San Jacinto de San Salvador. Este describe los elementos cualitativos y cuantitativos que se obtuvieron en el desarrollo de las jornadas planificadas para el grupo identificado, del cual en su muestra real se trabajó con 46 alumn@s, 4 maestr@s y entre 8 a 16 padres/madres de familia por jornada; estas cifras se modificaron de las iniciales propuestas en el anteproyecto, debido a la asistencia final que se dio por dificultades propias de cada uno de los subgrupos que integra la muestra. El informe, describe los datos generales que caracterizan la muestra de alumn@s participantes, así como los gráficos comparativos que reflejan los resultados obtenidos de las escalas de actitudes aplicadas antes de iniciar el Programa y al final de éste. Otro aspecto que retoma este informe son los gráficos que reflejan la asistencia de alumn@s, padres/madres y maestr@s; así como también los gráficos que reflejan la participación y la evaluación final que toda la muestra hace al desarrollo del programa. Gráfico N° 1: Adolescentes participantes de acuerdo al sexo.

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Gráfico N° 2: Edades de l@s adolescentes participantes en la implementación del programa.

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Gráfico N° 3. Asistencia de Adolescentes participantes durante las áreas implementadas en el Programa. Descripción: La asistencia obtenida durante el desarrollo de las áreas fue aceptable, aun cuando se considera que hubo deserción de la escuela por parte de algun@s adolescentes; percibiéndose por otra parte que las áreas de mayor afluencia fueron: La de Desarrollo Personal y la de Adecuada Distribución del Tiempo.

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Gráfico N° 4: Participación obtenida de l@s adolescentes durante las áreas desarrolladas en el programa. Descripción: Los resultados obtenidos en este indicador revelan la tendencia de aumento gradual en la participación durante el desarrollo de las áreas, sobresaliendo la de Adecuada Distribución del Tiempo, dada la naturaleza de las actividades realizadas; significando entonces que tomar en cuenta sus intereses y habilidades contribuyó a motivar su participación activa.

Tabla N° 1. CUADRO COMPARATIVO DE LOS PORCENTAJES OBTENIDOS EN LA APLICACIÓN DE LA ESCALA INICIAL Y FINAL.

COMPONENTES

ESCALA INICIAL

ESCALA FINAL

PORCENTAJE DIFERENCIAL DE LA APLICACIÓN INICIAL A FINAL

COGNITIVO POSITIVO

58.1%

81.4%

Aumento 23.3%

NEUTRO

39.6%

18.6%

Disminuyo 21.0%

NEGATIVO

2.3%

0%

Disminuyo 2.3%

AFECTIVO POSITIVO

2.3%

2.3%

Se mantuvo 0%

NEUTRO

31.6%

27.9%

Disminuyo 3.7%

NEGATIVO

58.1%

72.0%

Aumento 13.9%

REACTIVO POSITIVO

0%

0%

Se mantuvo 0%

NEUTRO

53.5%

27.9%

Disminuyo 25.6%

NEGATIVO

46.5%

72.0%

Aumento 25.5%

Descripción: Los resultados obtenidos en las escalas finales destacan un cambio en las actitudes del grupo de adolescentes, percibiéndose la tendencia positiva hacia el conocimiento sobre el tema Drogas, potenciando el rechazo hacia el consumo de las mismas.

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Gráfico N° 5: Comparación de los resultados obtenidos en el COMPONENTE COGNITIVO con las y los adolescentes participantes.

Descripción: Al comparar los resultados obtenidos en la aplicación inicial de la escala y su aplicación luego de la ejecución del programa, se reflejan los cambios en la tendencia positiva hacia el conocimiento sobre el tema drogas, con un aumento porcentual de 23.3% en comparación con la escala inicial, a la vez que se revela una disminución del 21% en la tendencia neutra y una disminución del 2.3% respecto a la actitud negativa de conocer sobre el tema, de lo cual se deduce la incidencia del programa en este componente actitudinal.

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Gráfico N° 6: Comparación de los resultados obtenidos en el ÁREA AFECTIVA.

Descripción: Los resultados de este componente revelan que se logró la incidencia en las actitudes de los/as adolescentes respecto a su afectividad hacia el consumo de drogas, obteniendo principalmente una disminución del 11.7% en la tendencia neutra y aumentando en un 13.9% el negativo. Si bien el porcentaje en la valencia positivo (2.3%) se mantiene en comparación a los resultados de la escala inicial aplicada, se logró potenciar las actitudes afectivas de rechazo hacia las drogas.

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Gráfico N° 7: Comparación de los resultados obtenidos en el COMPONENTE REACTIVO. Descripción: Las tendencias de este componente reflejan que la diferencia porcentual en el rango positivo no se generó, indicando que se mantuvo en el grupo la actitud de no consumo hacia las drogas; destacando cambios a nivel neutro con una disminución del 25.6% respecto a los resultados de la escala inicial, y el aumento porcentual del 25.5% a nivel negativo, significando un logro en la aplicación del programa dado el tiempo en el que se ejecuto. El tema sobre las drogas actualmente es considerado como uno de los tópicos de mayor relevancia a nivel mundial, debido al aumento alarmante de la población que se ve afectada por esta problemática psicosocial, siendo l@s niñ@s y adolescentes el sector más vulnerable o en riesgo.

El Salvador no es la excepción, siendo sus características similares respecto a otros países latinoamericanos en condiciones de pobreza, delincuencia, marginación y falta de acceso a la educación para el sector menor favorecido de la población aunando a ello que es una de las regiones del itsmo latinoamericano, que estadísticamente posee más jóvenes. Además, es un país "puente" del tráfico y comercio de drogas ilícitas para otros países del Norte o de Centroamérica; así mismo es una región que produce grandes cantidades de cerveza y distribución de cigarrillos, los cuales son drogas lícitas, pero que "no son consideradas por la mayoría de adolescentes como drogas". Indicando esto uno de los riesgos a los que está expuesta la niñez y la juventud ante el consumo. En este sentido el Programa de Prevención Psicosocial en consumo de drogas se implementó con un grupo de cuarenta y seis adolescentes, cuatro maestr@s y dieciséis padres – madres de familia, que pertenecen a la comunidad del Complejo Educativo "Dr. Humberto Romero Alvergue" del Barrio San Jacinto, en el municipio de San Salvador. La institución escolar y la muestra en estudio fueron seleccionados tomando en consideración las características de la zona en riesgo social en la que viven. En vista de ello se consideró trabajar bajo la dirección preventiva, por ser reconocida en la actualidad como la estrategia más eficaz y de menor costo en el abordaje de problemas sociales; para el caso "El consumo de Drogas".

Entendiéndose la prevención como: "Acciones destinadas a impedir o al menos disminuir la aparición de un problema, y un proceso mediante el cual promueve el desarrollo integral de las personas, su familia y la comunidad, evitando conductas de riesgo y fortaleciendo factores de protección". (De Rementería Ibanetal).

Respecto al Modelo de Prevención en el que se basó el programa, fue el MODELO CONTEMPORÁNEO, planteado por Gordon (1987), retomando de su clasificación la propuesta que hace de PREVENCIÓN SELECTIVA, la que consiste en: "Todas aquellas acciones que están dirigidas a grupos potencialmente en riesgo, para ser consumidores u ofertantes de sustancias psicoactivas". La prevención selectiva demanda un conocimiento lo más cercano posible a la realidad que vive la población a la que va dirigido, sus características, actitudes y posibles reacciones; por ello, el programa ejecutado se orientó hacia el cambio de actitudes de l@s adolescentes en referencia al tema de las drogas; ya que las actitudes según Fazio (1989) considera la actitud como: "Una asociación entre un objeto dado y una evaluación dada". Considerando que la evaluación puede generar aceptación, rechazo o indiferencia hacia el objeto o fenómeno. La actitud como tal, la conforman tres componentes; el cognitivo, afectivo y el reactivo; los cuales se tomaron en cuenta en la elaboración de la escala de actitudes aplicada, que tuvo como finalidad la medición de actitudes de l@s adolescentes hacia el fenómeno de las drogas. La percepción de l@s adolescentes respecto al tema de drogas y de la información que conocen, fue fundamental para la elaboración del Programa Preventivo, considerando los esquemas mentales como uno de los aspectos psicológicos en constante transformación o reestructuración en la medida que se orienta y proporcione la información necesaria y adecuada de acuerdo a la edad. Dicha escala fue implementada previo a la ejecución del programa y al finalizar el mismo. Para la resolución de esta se requirió la estimulación de procesos psíquicos como: El análisis, síntesis y reflexión, que conllevó a percibir el fenómeno con una actitud crítica y propositiva. En relación a ello, se reveló que las actitudes en el COMPONENTE COGNITIVO tendieron a ser POSITIVOS; sin embargo los porcentajes en el Rango NEUTRO y NEGATIVO, reflejaron que parte de la muestra no contaba con la información pertinente para lograr una evaluación más objetiva de la situación en estudio (ver tabla N° 1). Los fenómenos objeto de evaluación, generan a la vez reacciones afectivas, despertando sentimientos y emociones de agrado o desagrado; lo que constituye un aspecto fundamental en la elaboración de programas preventivos en drogas.

Los resultados en el COMPONENTE AFECTIVO muestran que en el RANGO NEGATIVO se inclinaron al NO AGRADO HACIA LAS DROGAS, aspecto que refleja que la mayoría de jóvenes identificados definieron una actitud de rechazo hacia el fenómeno de la Drogodependencia; es decir las reacciones afectivas son de desagrado. En relación al porcentaje que describe el RANGO NEUTRO en el componente afectivo, se obtuvo que un grupo de adolescentes mostró una tendencia a la NEUTRALIDAD (indiferencia), sobre su disposición al consumo de Drogas; infiriéndose que ellos, debido a la falta de información no mostraron una actitud definida hacia el rechazo o aceptación, condición que permite que este grupo se convierta en una población potencialmente vulnerable o en riesgo, aspecto que fue evaluado y considerado como importante para que esta parte de la muestra se incorporara al desarrollo del programa. Con base a lo anterior, la implementación del Programa de Prevención Psicosocial en Consumo de Drogas con adolescentes del Tercer Ciclo que pertenecen al Complejo Educativo "Dr. Humberto Romero Alvergue"; genero un cambio de actitud positiva o neutra a una actitud negativa hacia las Drogas; resultado que conllevó a la aceptación de la Hipótesis Alterna. Condición que se obtuvo a través del abordaje de cinco áreas relevantes: "Desarrollo Personal", "Salud Emocional", "Asertividad", "Adecuada Distribución del Tiempo" y "Drogodependencia". Las cuales contribuyeron al cambio de actitudes hacia el consumo de drogas en l@s adolescentes; fortaleciendo habilidades psicológicas que les permitan afrontar dicho fenómeno Psicosocial. Así mismo se estimuló la participación activa de adolescentes en el desarrollo de las áreas de intervención Psicosocial a través del empleo de técnicas psicológicas que l@s incentivaron a descubrir cualidades, habilidades, limitantes y debilidades; como elementos importantes en el fortalecimiento de la autoestima, manejo de los sentimientos y emociones para ser capaces de resistir presiones, poniendo en práctica la asertividad en la comunicación y tener conciencia sobre una adecuada distribución del tiempo, informar y reflexionar sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales del consumo de drogas (ver gráfico N° 4).

Los cambios actitudinales percibidos después de la aplicación del programa, en comparación con los resultados obtenidos en la escala inicial, revelan que se logró incidir en la TENDENCIA POSITIVA hacia el conocimiento (COMPONENTE COGNITIVO) sobre el tema drogas, aumentando en un 23.3% y disminuyendo en el rango neutro en un 21%. En relación al rango negativo se obtuvo que los resultados iniciales disminuyeron en su totalidad, es decir del 2.3% al 0% (ver gráfico N° 5).

Los resultados obtenidos en este componente (cognitivo) se obtuvieron a partir de la incorporación de l@s adolescentes al proceso de información sobre las drogas establecido en el programa; el cual consistió en la desmitificación del tema relacionado a la realidad que vive la juventud y niñez en nuestro contexto, a partir de la exposición práctica y participativa, así como también acerca de las consecuencias, efectos, mitos, creencias y agentes que influyen o refuerzan la forma negativa el conocimiento real sobre el fenómeno. En relación a los cambios actitudinales respecto al COMPONENTE AFECTIVO; que está vinculado al agrado, aceptación, indiferencia o rechazo hacia las drogas por parte de l@s adolescentes. El análisis comparativo de los resultados obtenidos antes y después del programa, revelan que hubo disminución del 11.7% en el rango neutro y aumento en un 13.9% en el rango negativo; en cuanto al rango positivo el porcentaje de 2.3% se mantuvo (ver gráfico N° 6).

Respecto a este último es importante aclarar que la constancia del rango no fue puntuada por el mismo sujeto, ya que la adolescente de quien se hizo referencia en los datos iniciales, modificó su actitud de agrado hacia una actitud contraria; mientras que otro adolescente definió su actitud de neutro o difusa a positiva o diferenciada. Este última situación puede relacionarse a lo que plantea UZNADZE, D. en su trabajo "Principios Esenciales de la Teoría de la Actitud" (1974), explica la transformación de la actitud a partir de los conceptos de actitud difusa y diferenciada. Considerando la difusa como un estado previo y necesario a toda actitud, dado que es un estado general en el que predomina una falta de actitud hacia el objeto en cuestión. En esta etapa el individuo se orienta y busca o recibe información para definir su actitud; para el caso el grupo en estudio recibió la información sobre el tema drogas, percibiéndose una búsqueda de información a través de su asistencia y participación en las actividades desarrolladas. El autor explica la actitud diferenciada como la ya formada, es decir que ha sobrepasado la etapa difusa y entra en una etapa que tiene determinada estabilidad y definición. De ahí se explica la transición del estado difuso en el que se encontraban algunos adolescentes y principalmente el mencionado, al estado diferenciado (definida); ya que a medida que recibían nueva información sobre el fenómeno abordado, lograron transformarla, siendo importante aclarar que esta es dinámica e irá reestructurándose paulatinamente. Los resultados en este componente además están vinculados a las diferencias individuales de l@s adolescentes (carácter, temperamento, rasgos de personalidad, procesos psicológicos superiores, entre otros), aspectos que se relacionaran en el impacto emocional que l@s adolescentes reflejaron en las técnicas desarrolladas; siendo estas de mayor incidencia en un@s, que en otr@s. Otros elementos que se relacionan con el impacto emocional que las actividades contempladas en el programa, propiciaron en ell@s están: La relación y las orientaciones que han establecido en la estructura familiar, el contexto social en el que residen (comunidad y escuela), además de los conocimientos previos que tienen sobre el tema. De ahí el resultado de los cambios en la actitud de l@s adolescentes; quienes se definieron en distintos niveles o rangos, inclinándose al rechazo o aceptación hacia "Las Drogas"; por ello es que el componente afectivo es uno de los aspectos psicológicos de mayor importancia en la prevención del fenómeno, dado que todo objeto de evaluación genera reacciones de agrado o desagrado en el ser humano y por ende se da la reestructuración de su actitud y comportamiento, las cuales requieren de mayor tiempo para establecer un cambio. Respecto al COMPONENTE REACTIVO por la escala de actitudes, los resultados reflejan que no hubo cambio en el rango positivo, es decir se mantuvo el 0%; en cuanto a la tendencia en el rango neutro se dio una disminución del 25.6% de acuerdo a la escala inicial, coincidiendo con el aumento porcentual en el rango negativo (25.5%) (Ver gráfico N° 7).

Lo anterior se interpreta a partir de la relación que se establece entre los resultados del componente cognitivo y afectivo; es decir el conocimiento adquirido, las reacciones emocionales generadas a través del desarrollo del programa y las tendencias o inclinación de la conducta del adolescente hacia el consumo de drogas. Los resultados obtenidos con el grupo de adolescentes fueron reforzadas a través de la estimulación de la participación activa de sus maestr@s, madre – padre de familia; a quienes se les orientó sobre la base de las mismas áreas, para contribuir en el desarrollo de habilidades psicológicas y sociales que ayuden a prevenir actitudes y conductas de aceptación hacia las drogas.

La experiencia obtenida en la implementación y desarrollo de las actividades fue relevante por el abordaje que se dio de la triada (adolescentes, padre – madre y maestr@s). Resultado que se reafirmó en las evaluaciones manifestadas por ell@s al finalizar el programa (ver anexo N° 6).

6.1 AREAS DESARROLLADAS CON ADOLESCENTES PRESENTACIÓN RESULTADOS OBTENIDOS ÁREA DESARROLLO PERSONAL

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GRÁFICO N° 8: Cualidades positivas que l@s adolescentes se atribuyeron así mism@s a través de la técnica ¿Quién soy? edu.red

GRÁFICO N° 9: Cualidades poco positivas que l@s adolescentes se atribuyeron así mism@s a través de la técnica ¿Quién soy?

 

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GRAFICO N° 10: Expectativas de l@s adolescentes en relación a lo que desean ser en el futuro.

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GRAFICO N° 11: Habilidades personales que poseen l@s adolescentes Expresadas por medio de la técnica "El árbol".

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GRAFICO N° 12: Logros y éxitos significativos en la vida de l@s adolescentes 6.1.1 ÁREA DE DESARROLLO PERSONAL "Un adolescente con autoestima adecuada es menos propenso al consumo de drogas, constituyéndose un factor de protección ante el consumo de drogas" (Jessor y Jessor; Flay y Petratis, 1995).

Esto indica que las acciones preventivas en relación a la drogodependencia debe tener una incidencia desde la etapa de la primera infancia como en la adolescencia, siendo éstas etapas del desarrollo humano claves para el diseño y ejecución de programas preventivos, a fin de reducir o evitar la demanda de estupefacientes legales o ilegales. En ese sentido, el Programa de Prevención Psicosocial en consumo de Drogas con adolescentes de tercer ciclo, se planteó como objetivo realizar actividades que propiciaran el autoconocimiento de las fortalezas, debilidades, habilidades y proyecto de vida; orientado a potencializar el autoestima de l@s adolescentes participantes. Precisamente, la base teórica que la sustenta son la que plantean los investigadores antes mencionados, siendo la Teoría de Consumo de Drogas de Jessor y Jessor, la cual hace referencia a la conducta de riesgo de l@s adolescentes; así la Teoría de la Influencia Triádica de Flay y Petratis, que vincula los factores personales, sociales y conductuales importantes en la prevención. Una de las actividades fundamentales del autoconocimiento es la descripción de lo que somos, y/o el reconocimiento de que se poseen cualidades y debilidades; para el caso, el 100% de l@s adolescentes del programa reflejaron ese conocimiento, definiéndose como amigables, alegres, respetuosos, cariños@s, con buen sentido del humor, humildes, honestos, con intereses hacia el deporte, entre otras (ver gráfico N° 8).

Estos datos se lograron observar y experimentar durante los contactos con los alumn@s, en sus actuaciones, gestos, formas de dirigirse hacia sus compañer@s y facilitador@s, así como en sus expresiones verbales.

Dentro de ese 100%, un 42.2% identificó además cualidades negativas de su personalidad, como: ser enojad@, tímid@s, afirmando poseer pocas capacidades intelectuales hacia la actividad académica, entre otras (ver gráfico N°9). Estos resultados coinciden con los obtenidos a través de la técnica denominada: ¿Quién soy? y ¿Qué quiero mejorar de mí?, realizadas en la sesión tres de esta área. A partir de lo anterior, se destaca que la mayoría de alumn@s coincidieron con los aspectos que desean cambiar, debido a que se encuentran en una etapa del desarrollo en la que tienen intereses comunes y están definiendo su identidad a partir de sus condiciones de vida, relaciones sociales y características de su personalidad. Estas actividades permitieron que l@s adolescentes conocieran la importancia de la autoestima en su desarrollo personal dado que en las evaluaciones del programa se reflejan en los comentarios que plantean, como por ejemplo: "Nos ha ayudado a conocernos más, saber lo positivo y negativo, así como a valorarnos". De ahí que al responder a la interrogante: ¿Existe un autoconocimiento de l@s adolescentes que les permita consolidar su identidad?, se puede considerar, a partir de las actividades y productos obtenidos en esta área, que el grupo en estudio aún continúa construyendo su identidad, comprendido este proceso como gradual y que conlleva a constantes reflexiones de lo que se cree y de lo que l@s demás le atribuyen. Sin embargo, existe un conocimiento aceptable en la mayoría de participantes y se denotó en otros casos dificultad para definirse como adolescentes que poseen tales cualidades; esto se percibió cuando se les realizaban preguntas en las discusiones grupales y no daban respuestas claras, comprendiéndose también por la falta de confianza en las primeras sesiones. Para el caso, se aplicó el cuestionario denominado "El Espejo Infiel", con el cual se pretendía que l@s alumn@s manifestaran su autoconocimiento en relación a aspectos psicológicos y físicos, siendo el 83% que logró identificar aspectos físicos generales como rasgos faciales; y el 17% restante presentó dificultad para autodescribir sus rasgos físicos. Una de las posibles causas de este desconocimiento puede ser que culturalmente se le da poca importancia del cuidado y autoconocimiento del cuerpo. Respecto a las habilidades personales del grupo en estudio, se ubicaron en tres diferentes categorías: Habilidades deportivas y artísticas (45.7%) como el fútbol, poesía, canto y baile. Habilidades prosociales y afectivas con un 13%, al igual que las habilidades académicas (ver gráfico N°11).

Sin embargo, un 21.7% no mostró claridad en sus respuestas, ya que confundieron características personales con habilidades, denotando un desconocimiento de éstos conceptos; lo cual coincide con la dificultad percibida en las primeras sesiones, para la comprensión de términos o conceptos a pesar de los aportes que realizaban, los que a la vez se orientaban por parte de l@s facilitador@s. Estos resultados, reflejan las diferencias individuales que l@s adolescentes poseen, sus intereses, capacidades y la influencia de sus experiencias sociales desarrolladas en su entorno familiar, escolar y/o comunitario. Asimismo, por las características propias de la etapa adolescente, como es el deseo de destacar, socializar con personas de su edad, condición social, ser reconocid@s y aceptad@s por otr@s. Importante es destacar que las actividades de estudio y el interés por sobresalir en ésos es mínimo, dada la posición que juegan en sus necesidades, intereses y la valoración o concepción de éstas dentro de su grupo familiar o pares, percibiendo este fenómeno en las inasistencias a la escuela, su bajo rendimiento (comentado por l@s docentes de sus grados) y por la ausencia de tareas cuando se asignaba al grupo (sólo el 40 a 50% las llevaba a l@s facilitad@s).

La importancia del autoconocimiento en la construcción de la autoestima para el desarrollo personal adecuado es fundamental en el adolescente, dado que es necesario que sean concientes de sus necesidades, habilidades, logros y éxitos, debilidades propias, para saber el por qué y cómo de su conducta, orientándose en la consecución de metas y objetivos. Elementos esenciales que inciden en las expectativas personales, indagándose en l@s adolescentes a través de la interrogante: ¿Qué quiero ser?, obteniendo como resultado que el mayor porcentaje desea ser profesional en la áreas de la salud (médico, enfermera y veterinari@) y en menor escala la actividad comercial y artística (ver gráfico N°10). Por tanto se refleja en ell@s intereses y aspiraciones como parte de un proyecto de vida; sin embargo dichas expectativas profesionales o técnicas, en su mayoría, no coinciden con algunas variables que en cierta medida pueden incidir en la concreción o no de éstas, entre las cuales se mencionan: Las posibilidades económicas a raíz de las necesidades familiares, ya que en su mayoría pertenecen a hogares con ingresos exiguos. Así también, por la dificultad de las capacidades intelectuales poco estimuladas (análisis, síntesis), requeridas en el proceso de enseñanza – aprendizaje para las profesiones señaladas por l@s adolescentes, demandando capacidad interpretativa, adecuados hábitos de estudio y la coincidencia de aptitudes y habilidades personales.

De acuerdo al último aspecto señalado, se denota una relativa contradicción con las habilidades más puntuadas por ell@s y sus expectativas; en razón que el mayor porcentaje de jóvenes se destaco en las deportivas y artísticas más no hacia las académicas; por lo que se infiere que much@s no están concientes aún de la relación entre habilidades, intereses, pasatiempos y expectativas profesionales.

Esto puede vincularse a la vez, con la influencia social que tiende a dar mas relevancia a carreras que indican mayor remuneración económica y estatus social (abogado, médico, ingeniero). La definición del autoconcepto señala que: "Es una serie de creencias acerca de sí mismo, que se manifiestan en la conducta" (C. Rogers), formándose a la vez en el proceso de socialización. De ahí que sea parte del autoconocimiento, autovaloración y autoaceptación. De ellos, l@s jóvenes expresaron que identifican algunas reacciones emocionales (positivas o negativas) en determinadas situaciones tales como sentirse feliz, por ejemplo "cuando ayudan a alguien"; experimentan enojo cuando no realizan estas acciones, cuando l@s "regañan sus padres" y a la vez sienten temor al equivocarse. Esto denota, el nivel de conciencia que poseen en relación a las ideas y creencias de sí mismo@s; así también, el reconocimiento del afecto hacia la familiar, el apoyo y atención que éstos les han brindado, participan en la capacidad interna de evaluarse positiva o negativamente (C. Rogers). Sin embargo, la realidad familiar de la mayoría de ést@s adolescentes reflejan la desatención o pocas muestras de afecto que hay entre los mism@s, lo cual puede generar un desequilibrio emocional en ell@s, convirtiéndose éste en un potencial factor de riesgo. Ello se deduce a partir de los comentarios que l@s mism@s jóvenes hicieron durante el desarrollo del programa, respecto a las relaciones intrafamiliares (distanciamiento afectivo, alcoholismo, abandono, responsabilidades laborales, maltrato físico y psicológico), constatándose algunos de éstos comentarios con los padres-madres durante las sesiones realizadas.

En tal sentido, la autoaceptación forma parte importante de la construcción de la autoestima y de la identidad en el adolescente, considerándose esta última, según E. Marcia (1980) "como una organización interna, dinámica y autoconstruída de impulsos, habilidades, creencias e historia individual", concibiéndose como un proceso crítico y de constante transformación en el adolescente, por lo que existe entre el grupo autoaceptación adecuada en algun@s y poco adecuada en otr@s, dadas las influencias de su entorno familiar, escolar, comunitario y la misma etapa o proceso dinámico de búsqueda de su identidad. Para estimular la autoaceptación, en el grupo de participantes, se llevaron a cabo diferentes ejercicios de autoconocimiento que les permitieron reafirmar o transformar el concepto de sí mism@s; lográndose por medio de las orientaciones y reconocimiento positivo de sus cualidades, habilidades y valor humano, percibiéndose en las relaciones afectivas, de confianza y participación durante las mismas actividades y las posteriores. Por otra parte, la implementación de las jornadas en el área de Desarrollo Personal, contribuyeron en la concientización de l@s participantes para trabajar en sus necesidades afectivas, expresando y manejando en forma conveniente sentimientos, emociones, con el fin de valorar todo aquello que l@s hiciese sentirse orgullos@s de sí mism@s. De acuerdo a la Psicología Social : "El hombre determina tanto sus éxitos como sus pretensiones mediante la confrontación de sí mismo con otros hombres y para merecer el respeto de quienes lo rodean y respetarse así mismo, trata de demostrar que puede desempeñar ese mismo rol, no peor que los demás" (Platonov, 1983). El reconocimiento de logros o éxitos en la etapa adolescencia son importantes en la construcción del autorespeto como parte de la autoestima, principalmente en el proceso de formación de la identidad.

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