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Finanzas internacionales, comercio y fusiones


Partes: 1, 2, 3

  1. Sistema Monetario Internacional
  2. Sistema Monetario Europeo
  3. Mercados Financieros Internacionales
  4. Mecanismos para la Gerencia de tasas de Interés
  5. Mecanismos para la Gerencia del Riesgo Cambiario
  6. Mecanismos Internacionales de Endeudamiento
  7. Decisiones de Inversión Internacional
  8. Costos de Capital para Inversiones en el Extranjero
  9. Teorías de Comercio Internacional
  10. Financiamiento de Comercio Internacional
  11. El Comercio y las Transacciones Internacionales a través del Internet
  12. Generalidades de la Fusión
  13. Análisis de Casos y Problemas
  14. Preguntas y respuestas

Sistema Monetario Internacional

Un sistema monetario internacional (también denominado orden o régimen monetario internacional), abarca las normas, los medios, los instrumentos, las condiciones y las organizaciones utilizadas para efectuar los pagos internacionales.

Los sistemas monetarios se clasifican según la tasa de cambio que impere o la forma que adopten los activos de reserva. En la primera se encuentran los sistemas de tasa de cambio fija con fluctuación pequeña del valor a la par, tasa de cambio de flotación controlada y el de tasa de cambio de fluctuación libre.

Según la clasificación de reservas, existe el patrón oro (en el que el oro es el único activo de reserva), el patrón fiduciario puro (como el dólar), o un patrón de cambio sin relación con el dólar, o el patrón de cambio oro (combinación de los dos anteriores).

Las diversas clasificaciones pueden combinarse de varios modos. Por ejemplo, aunque el patrón oro es un sistema de tasa de cambio fija, esta puede existir sin tener ninguna relación con el oro o con las reservas internacionales expresadas en alguna moneda nacional, como el dólar, que no esta respaldada por el oro. De la misma manera, puede darse la tasa de cambio ajustable o de la flotación controlada en un sistema combinado de patrón de oro y de divisas como reservas internacionales. En un sistema de tasa de cambio de flotación de libre no son necesarias las reservas, puesto que la tasa de cambio varia de manera automática y corrige el desequilibrio en la balanza de pagos a medida que este se presenta.

Características de un buen sistema monetario internacional y como se evalúa

Un buen sistema financiero internacional es que maximiza el flujo del comercio y las inversiones internacionales, y logra distribuir las ganancias entre los países de manera equitativa.

Para evaluarlo puede recurrirse a los criterios de ajuste, liquidez y desconfianza. Se denomina ajuste al proceso de corrección de los desequilibrios de la balanza de pagos. Un buen sistema monetario internacional minimiza los costos y el tiempo requeridos para el ajuste. Liquidez se refiere a la cantidad de activos de reserva internacionales disponibles para arreglar los desequilibrios transitorios en la balanza de pagos. Un buen sistema monetario internacional provee las reservas adecuadas para que los países corrijan los déficit de la balanza de pagos sin reflectar su economía o sin que se produzcan efectos inflacionarios en el mundo.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL. Origen. Funciones Básicas

El Fondo Monetario Internacional es un organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas establecido mediante tratado en 1945 para contribuir al estímulo del buen funcionamiento de la economía mundial. Con sede en Washington, el gobierno del FMI son los 183 países miembros, casi la totalidad del mundo. El FMI es la institución central del sistema monetario internacional, es decir, el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio de las monedas nacionales que permite la actividad económica entre los países.

Sus fines son evitar las crisis en el sistema, alentando a los países a adoptar medidas de política económica bien fundadas; como su nombre indica, la institución es también un fondo al que los países miembros que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir para superar los problemas de balanza de pagos.

Actividad principal del FMI: Política macroeconómica y del sector financiero:

Por conducto de la supervisión que realiza de la política económica de los países miembros, el FMI examina sobre todo el conjunto de los resultados económicos, un concepto que suele conocerse como "resultados macroeconómicos".

Esto incluye el gasto total (y sus componentes principales como gasto de consumo e inversión empresarial), producto, empleo e inflación y también la balanza de pagos del país, es decir, la posición externa representada por las transacciones de un país con el resto del mundo.

El FMI se centra principalmente en la política macroeconómica a saber, las medidas de política que tienen que ver con el presupuesto público, la gestión monetaria y el crédito, y el tipo de cambio y la política del sector financiero, que comprende la regulación y supervisión bancarias y de otras entidades financieras. Además, el FMI presta atención a las medidas de carácter estructural que influyen en los resultados macroeconómicos, comprendida la política del mercado laboral que repercute en el empleo y el comportamiento de los salarios. El FMI asesora a los países miembros sobre la manera en que pueden mejorarse las medidas aplicadas en estos sectores para alcanzar de manera más eficaz objetivos tales como un alto nivel de empleo, baja inflación y un crecimiento económico sostenible, o sea, el tipo de crecimiento que puede mantenerse sin que conduzca a dificultades como inflación y problemas de balanza de pagos.

El FMI fue creado en julio de 1944 en una conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en la que los representantes de 45 gobiernos convinieron en un marco para la cooperación económica con el propósito de evitar la repetición de las desastrosas medidas de política económica que contribuyeron a la gran depresión de los años treinta. En aquella década, a medida que se debilitaba la actividad económica en los principales países industriales, los gobiernos intentaron defender las economías mediante un incremento de las restricciones sobre la importación, pero las medidas sólo sirvieron para acelerar la espiral descendente del comercio mundial, el producto y el empleo. Para proteger la caída de las reservas de oro y divisas, algunos países limitaron el acceso de sus ciudadanos a las compras en el exterior, otros devaluaron sus monedas y algunos impusieron complicadas restricciones sobre la libertad de los ciudadanos para poseer divisas.

Sin embargo, los apaños de este tipo resultaron contraproducentes y ningún país logró mantener durante mucho tiempo una ventaja competitiva. Estas medidas, denominadas "empobrecer al vecino", fueron devastadoras para la economía internacional; el comercio mundial cayó fuertemente y, de la mano, descendieron los niveles de empleo y de vida en muchos países.

Cercano el fin de la segunda guerra mundial, los principales países aliados estudiaron diversos planes para restablecer el orden en las relaciones monetarias internacionales, surgiendo el FMI de la conferencia de Bretton Woods. Los representantes nacionales redactaron la carta orgánica (o Convenio Constitutivo) para una institución internacional que supervisara el sistema monetario internacional y fomentase tanto la eliminación de las restricciones cambiarias en el comercio de bienes y servicios como la estabilidad de los tipos de cambio.

El FMI inició sus actividades en diciembre de 1945 con la firma del Convenio Constitutivo por los primeros 29 países. Los fines estatuidos del FMI son hoy los mismos que se formularon en 1944.

i) Fomentar la cooperación monetaria internacional por medio de una institución permanente que sirva de mecanismo de consulta y colaboración en cuestiones monetarias internacionales.

ii) Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional, contribuyendo así a alcanzar y mantener altos niveles de ocupación y de ingresos reales y a desarrollar los recursos productivos de todos los países miembros como objetivos primordiales de política económica.

iii) Fomentar la estabilidad cambiaria, procurar que los países miembros mantengan regímenes de cambios ordenados y evitar depreciaciones cambiarias competitivas.

iv) Coadyuvar a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrientes que se realicen entre los países miembros, y eliminar las restricciones cambiarias que dificulten la expansión del comercio mundial.

v) Infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporalmente y con las garantías adecuadas los recursos generales del Fondo, dándoles así oportunidad de que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional.

vi) De acuerdo con lo que antecede, acortar la duración y aminorar el grado de desequilibrio de las balanzas de pagos de los países miembros.

Funciones:

a) Promover la cooperación monetaria internacional a través de una institución permanente que proporcionara un mecanismo de consulta y colaboración en materia de problemas monetarios.

b) Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional y contribuir con ello a promover y mantener altos niveles de ocupación e ingresos reales y a desarrollar los recursos productivos de todos los países asociados como objetivos primordiales de política económica.

c) Promover la estabilidad de los cambios, asegurar que las relaciones cambiarias entre sus miembros sean ordenadas y evitar las depreciaciones con fines de competencia.

d) Ayudar a establecer un sistema multilateral de pagos para las operaciones en cuenta corriente efectuadas entre los países y a eliminar las restricciones cambiarias que pudieran estorbar el crecimiento del comercio mundial.

e) Infundir confianza a los países miembros al poner a su disposición los recursos del Fondo en condiciones que los protegieran, dándoles así la oportunidad de corregir los desajustes de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas que pudieran destruir la prosperidad nacional e internacional.

f) Como consecuencia de la función anterior, reducir, la duración y la intensidad del desequilibrio de las balanzas de pago internacionales.

DEG

¿Qué es un DEG?

El DEG, o derecho especial de giro, es un activo internacional de reserva creado por el FMI en 1969 (en virtud de la primera enmienda del Convenio Constitutivo) debido al temor de los países miembros de que el total entonces existente y el crecimiento previsto de las reservas internacionales fuera insuficiente a los fines de la expansión del comercio mundial. Los principales activos de reserva eran el oro y el dólar de EE.UU., y los países miembros no querían que las reservas mundiales tuvieran que depender de la producción de oro, que presentaba incertidumbres inherentes, ni de los repetidos déficit de la balanza de pagos de Estados Unidos que se necesitarían para que continuaran creciendo las reservas en dólares de EE.UU. El DEG se creó como activo complementario de reserva que el FMI "asignaría" periódicamente a los países miembros en caso de necesidad, y que podría cancelarse en la medida que hiciera falta.

El valor del DEG se fija diariamente en función de una cesta de cuatro monedas principales: euro, yen japonés, libra esterlina y dólar de EE.UU. Al 1 de agosto de 2001, un DEG valía 1,26 dólares de EE.UU. La composición de la cesta se revisa cada cinco años para comprobar que sigue siendo representativa de las monedas utilizadas en las transacciones internacionales y que la ponderación asignada a las monedas es reflejo de su importancia relativa en los sistemas de comercio y financiero mundiales.

El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar los activos de reserva existentes de los países miembros. Los DEG son asignados a los países miembros en proporción a sus cuotas en el FMI. El DEG también sirve como unidad de cuenta del FMI y otros organismos internacionales. Su valor está basado en una cesta de monedas fundamentales del mundo.

Instituciones financieras internacionales las cuales son fuente de financiación

  • GRUPO DEL BANCO MUNDIAL El Banco Mundial, que tiene 182 miembros, fue creado en 1944 en la conferencia de Bretton Woods como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y ha evolucionado para transformarse en el Grupo del Banco Mundial,

  • BANCO INTERNACIONAL DE RECONSTRUCCIÓN Y FOMENTO (BIRF): EL BIRF provee préstamos y asistencia al desarrollo a países en desarrollo de ingresos medios y dignos de crédito. El BIRF no es una organización que busca maximizar ganancias, pero ha obtenido un ingreso neto cada año desde 1948.

  • LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE FOMENTO (AIF): Fundada en 1960, la AIF es la ventana de préstamos concesionarios del Grupo del Banco Mundial. Concede préstamos a largo plazo sin interés a los países en desarrollo más pobres.

  • LA CORPORACIÓN FINANCIERA INTERNACIONAL (CFI): CFI se estableció en 1956 para fomentar la iniciativa privada en los países en desarrollo. Lleva a cabo su cometido, principalmente, a través del financiamiento de proyectos del sector privado con capital a largo plazo en forma de préstamos e inversiones de capital, la prestación de asistencia a las empresas de los países en desarrollo para que consigan fondos en los mercados financieros internacionales y la asesoría y asistencia técnica a empresas privadas y gobiernos.

  • EL ORGANISMO MULTILATERAL DE GARANTÍA DE INVERSIONES (OMGI): Creado en 1988, el OMGI tiene 154 miembros: 22 países industrializados y 132 países en desarrollo.

  • EL CENTRO INTERNACIONAL DE ARREGLO DE DIFERENCIAS RELATIVAS A INVERSIONES (CIADI): El CIADI se fundó en 1966 para prestar servicios de conciliación y arbitraje cuando surgen diferencias entre gobiernos e inversionistas extranjeros. El Centro no ofrece créditos ni donaciones. Un total de 149 países ha firmado el Convenio del CIADI.

Sistema Monetario Europeo

Es un sistema con los objetivos de estabilizar los tipos de cambio, reducir la inflación y preparar la unificación monetaria europea El Sistema Monetario Europeo, nació a raíz de una Resolución del Consejo Europeo de 5 de diciembre de 1978. Empezó a funcionar el 13 de marzo de 1979 de conformidad con un acuerdo celebrado el mismo día entre los bancos centrales de los países que formaban parte de la Comunidad. Tenía 3 objetivos fundamentales:

  • estabilizar los tipos de cambio para corregir la inestabilidad existente,

  • reducir la inflación y

  • preparar mediante la cooperación la unificación monetaria europea.

Los elementos básicos de este Sistema son tres:

  • El ECU: se trataba de una moneda compuesta (o cesta de monedas) formada por porcentajes determinados de cada una de las monedas participante establecidos en función de la aportación del país respectivo al PNB de la Comunidad y a los intercambios comunitarios. El valor de la cesta se calculaba multiplicando el peso atribuido a cada moneda por su tipo de cambio con respecto al ecu.

Es una moneda que se utilizaba concretamente para especificar el presupuesto comunitario, no siendo moneda de curso legal. Servía de medio de pago y reserva de los bancos centrales.

  • Un mecanismo de tipos de cambio e intervención (MTC): es el núcleo básico del SME. El MTC establecía para cada una de las monedas un tipo central de cambio del ecu (pivote central), y unos tipos de cambio centrales o paridades fijas de cada moneda respecto a las restantes (pivotes laterales).

Alrededor de la parrilla de paridades, formada por todos los tipos de cambio bilaterales, debían estabilizarse los distintos tipos de cambio de las monedas participantes, estando los bancos centrales comprometidos a intervenir para intentar mantener a sus monedas siempre dentro del margen de fluctuación establecido.

  • Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECOM): creado en octubre de 1972 y cuyas funciones principales eran:

  • facilitar las intervenciones en los mercados de divisas,

  • efectuar las liquidaciones entre los bancos centrales y

  • gestionar las facilidades de crédito a corto plazo asociadas al SME.

Unión monetaria Europea

Por unión monetaria se entiende una zona en la que la política monetaria y cambiaria de los países que la componen se gestiona de manera que se logren objetivos económicos comunes Para la creación de la Unión Europea son necesarias:

  • una total liberalización de los movimientos de capital,

  • la integración de la banca y de los mercados financieros de los países integrantes y

  • la eliminación de los márgenes de fluctuación mediante la fijación irrevocable de los tipos de cambio.

Junto a estas condiciones, también figuraría la existencia de una moneda única como consecuencia lógica de todo lo anterior.

El euro será la moneda legal de los países que participan en la tercera fase de la UME. La denominación EURO fue adoptada en el Consejo Europeo de Madrid en diciembre de 1995 a propuesta de Alemania, ya que se consideraba conveniente sustituir la expresión ECU (European Currency Unit) por otra palabra fácilmente pronunciable en las distintas lenguas de la UE. Este cambio de denominación afecta al TCE que se refería al ECU como unidad monetaria europea, y por ello los 15 países miembros de la UE establecieron en la cumbre de Madrid que la palabra EURO constituye una interpretación válida del ECU que aparecía en el Tratado.

La existencia del Euro como moneda única favorece al mercado único, y si bien es cierto que no es imprescindible para su funcionamiento, le proporciona ventajas tales como:

  • mayor seguridad en el comercio y en las relaciones internacionales al reducir los riesgos que provocan las fluctuaciones de los tipos de cambio entre las diferentes monedas,

  • reducción de los costes de las transacciones dentro de la UME,

  • mayor transparencia en el mercado, lo que motiva la competencia entre empresas,

  • mayor estabilidad macroeconómica mediante la armonización de la política monetaria y de los tipos de interés y

  • desaparición de las presiones especulativas frente a otras monedas debido a la importancia del Euro con respecto a las monedas a las que sustituye.

La importancia del Euro como moneda única se basa en su alcance, que afecta a todos los agentes económicos de los países que acceden a la tercera fase de la UME y en que es una moneda con influencia en el resto de países, incluidos los que no forman parte de la UE.

En sentido general podemos afirmar que la UME aporta beneficios netos para el área euro en su conjunto aunque el reparto de esos beneficios dependerá de cómo se adapten los distintos países y sus agentes a la nueva situación.

Como ventajas de la UEM podemos establecer entre otras:

  • la disminución de costes en las transacciones con los países de la zona euro,

  • la reducción del grado de incertidumbre de las monedas de cada uno de los países respecto al tipo de cambio, que debería mejorar la calidad de la información sobre la cual tanto consumidores como empresas tomasen sus decisiones,

  • una mayor transparencia de precios cuando todos los bienes sean marcados en euros, que provocará un incremento de la competencia en el mercado único,

  • el fomento de la integración económica que llevará a unas finanzas europeas más eficientes,

  • mayor estabilidad de los precios,

  • la moneda única será moneda internacional de reserva,

  • si el BCE mantiene la inflación bajo control, ello contribuirá a una mayor eficiencia económica y

  • ventajas tanto en política exterior y seguridad común como en la cooperación en los ámbitos de justicia e interior.

En general, podemos decir que el objetivo principal de la UEM, el conseguir la estabilidad de precios, puede suponer grandes beneficios para las empresas que logren controlar sus costes de producción, para las Administraciones Públicas, (ya que con el control del déficit disminuirá su presión fiscal), y para los consumidores, que verán ampliada su oferta de productos y servicios con menores precios debido a la mayor competencia, y a quienes les será más barato solicitar un crédito y viajar por los países de la zona euro al no tener que hacer frente a los costes del cambio de monedas.

Pero junto a las ventajas, también se observan inconvenientes en la UEM tales como:

  • imposibilidad de realizar políticas monetarias a nivel nacional, con lo cual cada Estado, de manera individual no podrá alterar los tipos de cambio para responder a crisis económicas temporales ni modificar de modo unilateral los tipos de interés nacionales,

  • necesidad de limitar sustancialmente a nivel nacional el uso de políticas fiscales expansivas y

  • probabilidad de la existencia de problemas de desempleo en algunas zonas que serían difíciles de combatir por la pérdida de soberanía en política monetaria, siendo necesario entonces introducir algún tipo de transferencias entre las zonas más ricas y las más desfavorecidas de la UEM, para intentar lograr una convergencia real de los Estados miembros, básicamente a través de los Fondos de Cohesión.

Fases El proceso de transición hacia la creación definitiva de la Unión Económica Monetaria se ha dividido en tres fases, cada una con unos objetivos determinados: 1ª Fase: 1 julio 1990 – 31 diciembre 1993

Se inició con la entrada en vigor de la libre circulación de capitales dentro de la CEE, admitiéndose un aplazamiento hasta finales de 1992 para España, Portugal, Grecia e Irlanda, si bien España no esperó a agotar este período transitorio y adoptó la libre circulación de capitales en febrero de 1992.

Los objetivos principales de esta fase eran:

  • lograr el mayor grado posible de convergencia económica a través de los planes de convergencia,

  • finalizar el proceso de formación del mercado único eliminando las barreras técnicas, físicas y fiscales que impedían su total desarrollo y

  • eliminar todo tipo de obstáculos a la libre circulación de capitales.

2º Fase: 1 enero 1994 – 31 diciembre 1998

Esta etapa puede considerarse de transición y ajuste de las políticas monetarias y de corrección de desequilibrios financieros. Objetivos a cumplir fueron:

  • la creación del Instituto Monetario Europeo (IME), embrión del futuro BCE. El IME tenía las funciones de reforzar la cooperación entre los bancos centrales nacionales, coordinar las políticas monetarias y realizar los preparativos necesarios para la creación del SEBC,

  • comprometerse a garantizar la independencia de los bancos centrales,

  • cumplimiento de los criterios de convergencia,

  • prohibición al sector público del acceso privilegiado a la financiación de las instituciones financieras y

  • deber de los estados miembros de preparar la legislación nacional, incluidos los Estatutos de su banco central, para que sea compatible con el TUE y con los Estatutos del SEBC.

3º Fase: 1 enero 1999-1 julio 2002

En esta etapa, se producirá la culminación del proceso de creación de la UEM, y para ello se pretende cumplir con los siguientes objetivos:

  • fijación irrevocable de los tipos de cambio,

  • entrada en funcionamiento del BCE,

  • cesión de soberanía en política económica al SEBC de los bancos centrales de los 11 países que accedieron a la UME (12 en la actualidad junto con Grecia),

  • introducción de la moneda única, el EURO y por tanto la desaparición de las monedas nacionales y

  • comienzo del funcionamiento del sistema de pagos TARGET (Trans-european Automated Real-time Gross settlement Express Transfer).

Mercados Financieros Internacionales

Es aquél en el que la interacción de los principales centros financieros internacionales, posibilita la negociación continua de valores las 24 horas del día, y en el que intervienen intermediarios, instrumentos y emisoras globales, utilizando redes de información internacionales.

En el mercado financiero global se pueden diferenciar los mercados principales, compuestos por los mercados de dinero y de capitales; los mercados auxiliares como los mercados de divisas y de metales preciosos; y los derivados, que involucran a los mercados de opciones, futuros y otros instrumentos de cobertura. En el mercado financiero global, se operan virtualmente todo tipo de funciones a nivel nacional e internacional y se caracteriza por su elevado grado de liquidez y por la ausencia de trabas para el libre flujo de capitales.

Las razones que han provocado el desarrollo de estos mercados globalizados y liberalizados han sido esencialmente:

–          Agilizar y financiar el comercio: en este sentido, la internacionalización financiera tiende a acompañar a la internacionalización del comercio.

–          Eludir regulaciones nacionales o domésticas sobre la actividad financiera, como límites a tipos de interés, restricciones a determinados préstamos o prestatarios, etc.

–          Eludir el control (político, fiscal, etc.) de las jurisdicciones o gobiernos nacionales de origen, como la conveniencia de evitar el impuesto implícito que supone la obligación de mantener en los bancos unas reservas obligatorias o legales (unos fondos que no pueden prestar de forma rentable).

–          Las nuevas tecnologías de información y comunicación, al reducir enormemente los costes de transacción y posibilitar operaciones en tiempo real entre cualquier parte del mundo.

–          Cuando incrementa la incertidumbre acerca de la evolución futura de los tipos de cambio (tras la generalización de los tipos de cambio flexibles) o se incrementa la incertidumbre acerca de la evolución futura de los tipos de interés, surgen instrumentos financieros más sofisticados (derivados) para  cubrir los riesgos de tales incertidumbres.

Efectivamente, desde los años sesenta los llamados euromercados y transacciones off-shore han experimentado un crecimiento continuo. Incluso si las razones originarias fueron evitar regulaciones o controles nacionales, cuando los gobiernos liberalizaron los mercados financieros domésticos y relajaron las regulaciones, los euromercados y transacciones off-shore continuaron.

De la misma forma que la existencia de mercados nacionales, permite que un residente en un país diversifique su cartera manteniendo una pluralidad de acciones, la globalización de estos mercados internacionales permite la diversificación internacional de carteras. Las razones para esta diversificación son esencialmente las mismas que existen para diversificar a nivel interno, singularmente reducir riesgos. Dada la generalizada aversión al riesgo de las personas, la diversificación es un principio básico de la teoría de cartera.

Desde el punto de vista colectivo, la ganancia de la libre circulación de capitales es esencialmente la mejora en la eficiencia que supone que los recursos financieros puedan dirigirse a los destinos que, por ser más productivos, el mercado valora como potencialmente más rentables. Si los mercados globalizados facilitan esto, aportan una contribución positiva.

Mientras que en los setenta el capital privado ingresó principalmente como inversión extranjera directa; en los ochenta, asistimos a la retracción del crédito privado y al aumento del rol de los organismos internacionales de crédito, en particular el crecimiento del Banco Mundial y los Bancos Regionales. En los noventa la tónica distintiva fue la financiación a través del acceso directo a los mercados de capital. La inversión de cartera se diferencia claramente de la inversión extranjera directa  y de los préstamos bancarios privados por su extrema volatilidad. Tanto la inversión extranjera directa como la financiación bancaria tienen la propiedad tranquilizadora de que no son capitales líquidos y que, por ende, sus movimientos serán naturalmente lentos. La inversión en cartera es esencialmente líquida y reacciona a cualquier perturbación de mercado que pueda afectar el valor de la colocación.

El segundo aspecto a destacar en el actual sistema financiero internacional es que en un mundo de inversiones de portafolio, no es suficiente que un país alcance la estabilidad para estar a salvo de las turbulencias. En efecto, la forma en que se manejan los portafolios agrupan a los países por categorías de riesgo. Cuando el riesgo aumentaba, los inversionistas reducen su exposición al mismo, penalizando aquellas inversiones más líquidas, aunque no fueran las afectadas directamente por los problemas macroeconómicos fundamentales. Aunque un país  no esté desarrollando desequilibrios básicos, los inversores puede que opten por deshacerse de esos activos. A pesar de que sus fundamentos macro parezcan estabilizados en el sentido tradicional; el nivel de liquidez internacional del país, representado por sus reservas, sea apropiado y el sistema financiero esté saneado y bien regulado, los mercados pueden correr contra la deuda pública y contra los activos financieros domésticos de un país, como parte de una estrategia de portafolio.

También la valoración internacional de las políticas nacionales se ha vuelto más compleja. Hace años, la relación de un país con sus acreedores bancarios era directa y confidencial, había una relación banco-cliente de carácter privado. A partir de los noventa, aparece una nueva modalidad de flujos de capitales, a raíz de la cotización de la deuda en mercados globales y como forma de solucionar los problemas de información imperfecta, toman gran relevancia los bancos de inversión y las calificadoras de crédito. Estas agencias, con roles diferenciados, generan una difusión mundial de la información acerca de las economías, volviendo los indicadores de riesgo país en ratings instantáneos.

Respecto a la evolución del balance entre ahorro e inversión a nivel mundial, se ha detectado en las última década un descenso de la tasa de ahorro a nivel mundial en los países industrializados, especialmente en Estados y Japón (el pulmón tradicional del ahorro mundial en las últimas décadas) y en algunas economías europeas. Al mismo tiempo, las demandas de financiación que llegan al sistema financiero internacional son más elevadas que nunca, ya que a los demandantes tradicionales se unen los países que se insertan en la economía internacional con ambiciosos programas de reestructuración y modernización (países en desarrollo, países del este de Europa, China, etc.).

Mecanismos para la Gerencia de tasas de Interés

Las tasas de interés son el precio del dinero en el mercado financiero. Al igual que el precio de cualquier producto, cuando hay más dinero la tasa baja y cuando hay escasez sube.

Las tasas de Interés son una de las variables económicas que más a despertado interés general. Diversos economistas han teorizado sobre la materia, no solo para definir su contenido sino también para explicar importantes eventos económicos.

Los autores neoclásicos de fines del siglo XIX, Marshall, Wicksell y Mill entre otros, retuvieron el concepto de que el interés es el precio pagado por el uso del capital; enfatizaron que en cualquier mercado la tasa de interés tiende a un nivel de equilibrio, en que la demanda global del capital, es igual al capital total que se proveerá a esa tasa. En equilibrio la tasa de interés se estabiliza a un nivel donde la productividad marginal del capital basta para hacer surgir la dosis marginal del ahorro.

La teoría más conocida corresponde a Irvin Fisher, economista clásico del siglo XIX, quien afirmó que la tasa de interés surge como consecuencia de que el nivel de precios está positivamente correlacionado con las expectativas inflacionarias. Posteriormente, centró su estudio en la naturaleza misma del interés, señala que para inducir a un agente económico a ahorrar era necesario abonarle un premio. Dicho premio es la tasa de interés, la que debe guardar relación con la tasa de preferencia temporal subjetiva de los agentes; diciéndolo de otra manera ahorrar es el medio por el cual las familias se privan de consumir en el presente para poder hacerlo en el futuro, por encima de todos sus ingresos.

Keynes en su teoría supone un error estudiar el interés bajo el supuesto clásico, ya que la tasa de interés constituye un canal o el medio por el cual los cambios monetarios causan cambios en la demanda agregada y en el ingreso, es decir, el dinero produce efectos sobre el ingreso, dado que el dinero influye en la tasa de interés conlleva al análisis de los efectos de una modificación en la cantidad de dinero; una expansión monetaria induce a la baja de la tasa de interés, lo que a su vez estimula la demanda y la producción. Por lo tanto, Keynes sostuvo que el interés no significaba la recompensa por la privación de consumo, sino el premio por renunciar a atesorar activos líquidos. En otras palabras, la tasa de interés no es la recompensa al ahorro, sino el precio que equilibra el deseo de conservar la riqueza en efectivo (demanda de dinero). Por lo que la cantidad de dinero combinada con la preferencia por la liquidez determina la tasa de interés.

Los enfoques teóricos analizados pretenden dar un panorama general de la esencia de la tasa de interés, sin embargo es preciso enfatizar sus relaciones con importantes variables económicas como las siguientes:

1. FORMACIÓN DE AHORRO: La estrechez del ahorro interno ante la magnitud de inversión a realizar, constituye uno de los problemas económicos que tienen que afrontar los países menos desarrollados.

Para lograr un crecimiento acelerado y sostenido de la economía, se requiere de un volumen considerable de recursos financieros que permitan reducir la tasa de desempleo; no obstante, persisten los argumentos de quienes indican que la acumulación de capital, no constituye un factor de singular importancia para el logro de un crecimiento económico acelerado.

Una política de tasa de interés remunerativa, supuestamente constituye un incentivo para mejorar el hábito del ahorro interno y su utilización en préstamos a un costo menor que la rentabilidad de los negocios. En los países menos desarrollados es un hecho notorio que las tasa de interés, en el sector no organizado o sector extra-bancario, son sustancialmente mayores que las que se observan en el sector financiero.

Esto es un indicador de que la tasa de interés juega un papel importante en la promoción del ahorro interno, así como en el desarrollo económico y social de los países, pues en la medida en que la mayor parte del ahorro se canalice al sector extra-bancario, la asignación de los escasos recursos financieros no será la óptima, ni tampoco el costo que paguen los empresarios por el capital.

Aunque la política de la tasa de interés presenta diversos aspectos, cada uno de ellos reviste importancia en lo que respecta a la fase de su ejecución y a los objetivos perseguidos con la política monetaria, fiscal y de desarrollo; papel especial desempeña la función que la tasa de interés pueda tener, tanto en el desarrollo del sistema financiero como en la promoción del ahorro privado voluntario, a través de las instituciones de crédito.

Por otra parte, los cambios que sufre la tasa de interés en los mercados monetarios organizados, al pasar de tasa de rendimiento negativa o muy baja, a otra que se aproxime a la de equilibrio, junto con otros cambios en la política económica, puede producir un incremento en el ritmo del crecimiento económico y en la tasa de ahorro nacional, esto no necesariamente depende de una relación positiva y vigorosa entre la tasa de interés real y la propensión privada al ahorro, así como de un cambio en el patrón de las inversiones.

Es probable que las tasas de interés tengan una función más decisiva como determinante en la canalización del ahorro que como medio para alterar las propensiones al ahorro. La existencia de instituciones que ofrezcan a los ahorradores una tasa de interés real positiva es también un aspecto importante del ambiente, para que las personas que reciban ingresos cuenten con la oportunidad de satisfacer sus propensiones al ahorro.

2. INVERSIÓN REAL Y FINANCIERA: Es característico que las tasas de interés ofrezcan dos orientaciones a los empresarios inversionistas; si el hombre de negocios debe pedir capital prestado, una tasa de interés alta hace más costoso llevar a cabo la inversión. Por otro lado, si la orientación de los hombres de negocios es no buscar directamente dinero prestado para invertirlo, sino que discuten la posibilidad de invertir los ahorros de sus empresas, la tasa de interés representa una norma de comparación del probable rendimiento de los diversos planes de inversión.

En otros casos, la tasa de interés tiende a estimular la especulación y la preferencia por activos reales "improductivos", como bienes finales, materias primas de alto valor o bienes raíces. La elevación en la tasa de interés pasiva constituirá un incremento en los niveles de ahorro en la comunidad, al facilitar el financiamiento de la inversión, fomenta el uso racional del capital y de la mano de obra, incentiva el desarrollo del mercado de capitales lo que estimula el crecimiento de la economía.

Con respecto a los efectos de las variaciones de las tasas de interés sobre la distribución del ingreso, es evidente que al bajar las tasas de interés, se tendrá como resultado un racionamiento de crédito frente a la demanda agregada, lo cual a su vez dará lugar a una concesión discriminatoria, el escaso crédito se canalizará a los sectores económicos que tengan mayor acceso a los recursos financieros. En cuanto al impacto que puede tener la tasa de interés sobre el volumen de inversión fija, ello se puede dar a través del efecto que ejerce la mayor disponibilidad de financiamiento para materializar los planes.

3. FLUJOS DE CAPITAL: Una tasa de interés relativamente alta tiende a reducir los préstamos y el gasto, por lo tanto, la tasa de interés es un medio de influir sobre la actividad económica. La inflación tiende a elevar la tasa de interés, pero no se puede inferir que reduciendo la tasa de interés se reduzca la inflación. Por otro lado, la tasa de interés es el precio asociado a las demandas variables efectuadas a la producción de la economía, de un período de tiempo a otro.

Las tasa de interés proporcionan a los acreedores una idea de la cantidad de demandas futuras que percibirán, y a los deudores una idea de la cantidad de producción futura a la que tendrán que acordar y renunciar. La autoridad monetaria de cada país puede ampliar o reducir la liquidez monetaria (dinero), en un momento determinado; podrá elevar o disminuir el límite máximo de las tasa de interés que los bancos puedan aplicar, con lo cual se encarecerá o abaratará el crédito, esto dependiendo del caso, podrá reducir o ampliar la magnitud del financiamiento de la banca al público.

La tasa de interés es el precio cuyo control usualmente introduce un mayor número de distorsiones en la economía. Estas distorsiones pueden ser de graves consecuencias, dada la naturaleza de los mercados de capital, por ejemplo, afectan el ritmo y la estructura del crecimiento económico, al influir en el volumen y disposición del ahorro y en el nivel de la productividad de la inversión.

Fuera de los tiempos de especulación monetaria, las diferencias de las tasas de interés entre diversos lugares financieros, pueden desempeñar un papel determinante sobre los movimientos de capital. En tiempos ordinarios, la modulación de las tasa de interés en el mercado monetario, puede influir sobre el sentido y magnitud de los movimientos de capital. En períodos de fuerte especulación, los movimientos de las tasas de interés no bastan para compensar la influencia de las anticipaciones especulativas, y la modificación de las tasa de interés refleja esencialmente los esfuerzo desplegados por las autoridades monetarias para tratar de contener esos fenómenos especulativos.

Es importante indicar que en períodos de especulación pasiva, la diferencia existente entre la tasa nacional y la tasa extranjera no puede ser una variable muy significativa, en lo referente a los movimientos de capital, ya que si esta especulación es por un día o un corto período de tiempo, los capitales no se moverán y no provocarán cambios en las carteras de los países. En una economía abierta, el gobierno puede verse obligado a relacionar la tasa de interés con la depreciación del tipo de cambio, a fin de impedir la sustitución de la moneda.

Ambos tipos de política se deben aplicar en forma coherente a fin de obtener un equilibrio externo apropiado. Una moneda que se devalúa lentamente se puede complementar con tasas de interés equivalente a la tasa de depreciación, más la tasa de interés imperante en el extranjero, lo que da lugar a la existencia de una paridad de tasa de interés. Sin embargo, puede ocurrir que otras variables financieras, como el crédito interno o el déficit público, se estén expandiendo a tasas que generen expectativas de incongruencia entre las políticas de tipo de cambio y de tasa de interés y por la tanto, insostenible.

La tasa de interés necesaria para impedir la sustitución de la moneda podría ser excesivamente baja si se le compara con la que será necesaria para la movilización o asignación eficiente de los recursos internos o para el nivel deseado de entradas de capital. La relación entre el tipo de cambio y la tasa de interés puede verse afectada por la velocidad del ajuste en los mercados de bienes y de capitales, ambas variables necesariamente se tendrán que considerar teniendo en cuenta la modificación monetaria y real de la economía.

Partes: 1, 2, 3
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