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Lo biográfico y fenomenológico vs. Evidencia empírica en EMDR


  1. Resumen
  2. Desarrollo
  3. Referencias bibliográficas

Resumen

Se realiza un análisis acerca del tratamiento de EMDR, que al igual que otros tratamientos contemporáneos cuya tendencia de desarrollo es la integración, como alternativa operativa en psicoterapia, intenta saldar las insuficiencias teóricas metodológicas de abordaje de la subjetividad, debatiéndose entre el método fenomenológico y biográfico del método clínico y las exigencias de la demostración de su cientificidad desde el modelo positivista de evidencia empírica, donde además en este tratamiento, se halla un desafío teórico metodológico dado en su técnica fundamental, basada en la estimulación alternada de los dos hemisferios cerebrales, con una fundamentación neurofisiológica, cuya actuación terapéutica en la práctica clínica e investigación, está argumentada desde las neurociencias, lo que demanda reflexionar hacia la necesidad de un paradigma emergente en el investigar de las prácticas psicoterapéuticas y de la integración como fenómeno del desarrollo de la Psicología como ciencia.

Desarrollo

En la historia de la Psicología los sistemas categoriales creados para describir, explicar y comprender la personalidad, la subjetividad o el comportamiento dinámico del sujeto ha sido necesidad impuesta por las prácticas sociales y especialmente las acciones de diagnóstico e intervención psicológicas, en el trabajo de salud o tareas clínicas, y éstas a su vez, nos ha devuelto la insuficiencia o limitaciones de dichas categorías; el diagnóstico que es intrínseco al proceso terapéutico, como forma de evaluar el logro de su efecto curativo o/y educativo y accionar el sentido de la dirección del efecto a alcanzar, ha manifestado en el decursar de la praxis de la Psicología sus limitantes; poniendo de manifiesto el problema de fondo epistemológico de esta ciencia, colocándose en relieve, la urgente actuación de psicólogos y de investigadores afines a ésta, en la búsqueda de la problemática conceptual propia de una disciplina en desarrollo, que por demás, su objeto de estudio es difícil atraparlo metodológicamente, constituyendo un reto para la comunidad científica.

La realidad subjetiva a estudiar se perfila cada vez más compleja, en múltiples mediatizaciones, en historicidad, en interacción, actividad e intencionalidad, lo que implica que los indicadores empíricos de un fenómeno tan complejo no se puede hallar en una expresión lineal de su naturaleza y es necesario que la construcción metodológica para su estudio e investigación deba de aprehender el objeto en su dinámica, en su proceso. Siendo un tema polémico el diseño metodológico de sus investigaciones, donde ya es conveniente enfatizar que cualquier estudio de investigación sobre el ser humano, ya sea tomado individualmente o en grupos naturales, tendrá un carácter que se ubicará entre lo ideográfico y lo nomotético.

En las prácticas psicoterapéuticas se ha manifestado la contradicción epistemológica y ontológica de esta ciencia, las infinidad de terapias que compiten en la actualidad, las diferencias entre las distintas modalidades existentes, radica en las diferentes vías de acceso para el cambio, algunos trabajan con los aspectos cognitivos, otros con los afectivos o emocionales, otros con la conducta, otros con el inconsciente, con la interacción interpersonal, con los sueños, con la imaginación, con el trabajo corporal, con las experiencias, con las sensaciones, etc, pero la realidad que se presenta, es que ninguno de los métodos y teorías psicoterapéuticas elaboradas, hasta el momento, permiten por sí sóla dar respuesta cabal a la totalidad de las necesidades, y sobre todo, hacerlo, cumpliendo con el principio de la efectividad.

La tendencia actual de desarrollo de estas intervenciones, está marcada por la integración teórica o técnica, teniendo en cuenta que los modelos paradigmáticos, que se han puesto de manifiesto en el progreso de la psicología, hoy no tiene el "protagónico" de referente interpretativo del fenómeno psicológico.

La psicoterapia evoluciona hacia la integración de distintos modelos ya existentes, superando antiguas visiones polarizadas, y surgen además modalidades terapéuticas completamente nuevas y muy interesantes, que trabajan con todos los elementos cognitivos, emocionales y somáticos (González A., 2007)1.

La terapia de reprocesamiento (EMDR, 1986) es una de las intervenciones que manifiesta este enfoque integral, ya que reúne "aspectos de muchas tendencias psicológicas, prestando atención a los sucesos etiológicos, los que la terapia psicodinámica considera de mucha importancia, también a las respuestas condicionadas destacadas por la terapia conductual, a las creencias de la terapia cognitiva, a las emociones de las terapias basadas en la experiencia, además trabaja con imágenes, parecidas a las terapias hipnóticas, y la comprensión contextual de la teoría de sistema, siendo un tratamiento que incluye el pasado, el presente y el futuro del sujeto" (Shapiro F.,2004 )2.

"Articulada hacia 1988 por Francine Shapiro, ha sido objeto de un intenso estudio científico, encontrándose que es un tratamiento bastante eficaz del trastorno de estrés postraumático (TEPT) (ej. Chemtob et al, 2000) si bien el papel específico que juegan los movimientos oculares en la acción terapéutica sigue siendo motivo de controversia"( Bessel A. van der Kolk, ) las siguientes Instituciones, han designado al EMDR como un Tratamiento Efectivo y Eficiente para tratar el  Trauma Psicológico: Asociación Psiquiátrica Americana, Asociación Psicológica Americana, Departamento de Asuntos para Veteranos y  Departamento de Defensa de los Estados Unidos, la Administración de Servicios en Salud Mental y Abuso de Substancias de los Estados Unidos, el Instituto Nacional de Excelencia Clínica de los Estados Unidos, y la Asociación Internacional para Estudios en Estrés Traumático, entre otros (Fernández I.,2009)3.

"Estamos viviendo un momento clave para la psicología clínica, una época en la que predominan las voces de los que piden que el campo se clarifique y se establezcan criterios empíricos que permitan determinar qué tratamientos son eficaces y, dando un paso más, qué tratamientos son eficaces a un menor costo económico, personal y social" (Rodríguez A., 2007)4.

Esta situación de investigación para evaluar la efectividad y la eficacia es meritoria, lo estipulado por la American Psychological Association (APA) para establecer los criterios de los tratamientos basados en la evidencia están referidos a un diseño experimental, cuyos indicadores demanda la metodología cuantitativa para la búsqueda de la magnitud del fenómeno y su extensión nomotética, lo que implicaría muestreos aleatorios, con grupos de al menos 30 personas como mínimo, los tratamientos deben estar manualizados (descritos operacionalmente) y ser aplicados en una población específica y con un problema concreto (haciendo referencia a las clasificaciones DSM), tiene además las exigencias de comparar dos grupos, uno al que se aplicaría el tratamiento a validar y otro que sería el grupo control, el cual recibiría un tratamiento que halla demostrado su eficacia o/y el uso de un placebo, otra condición será la realización de pre-post prueba para evaluar indicadores operativos a tener en cuenta en el cambio que se produciría en esa intervención, con la manipulación de la variable independiente (lo que el terapeuta introduce para el cambio) y generalmente estos indicadores están referidos a la sintomatología, su intensidad, los resultados de pruebas psicométricas o al informe del sujeto de investigación en la modificación de patrones de comportamientos, variar cogniciones, reestructuración o cambios en la personalidad, de acuerdo a los presupuestos teóricos de dónde se parta para producir el cambio.

Lo polémico de estos criterios están reseñados en las investigaciones de APA (1982; Lambert, Shapiro y Bergin, 1986; Smith, Glass y Miller, 1980) acerca de los factores comunes que se encuentran en todas las psicoterapias, referidas a las habilidades, conocimientos y actitudes del terapeuta, también a la relación que se establece en el proceso comunicativo con el sujeto solicitante de ayuda psicológica y de las variables que condicionan a éste sujeto como demandante de dicha atención, cuestión ésta que pone en evidencia lo multideterminado de todo el proceso terapéutico y de su condición fundamental, la concepción hermenéutica a que está sujeta, lo que permite el cuestionamiento del control que establece los juicios establecidos para la Terapia basada en la Evidencia en la determinación de su efectividad.

Se hace necesario señalar que aunque desde el surgimiento y desarrollo histórico de la Psicología, siempre ha sido la intención de los profesionales legitimizarla como ciencia desde los parámetros de veracidad y confiabilidad, necesarios en los criterios de una ciencia natural, la realidad subjetiva a estudiar desborda las posibilidades de su control, cuestión ésta muy debatida en la comunidad científica y que presenta consecuencias importante en las prácticas psicoterapéuticas.

El método experimental, desde una metodología cuantitativa, que predominó en el quehacer de las ciencias, continúa siendo la carta de reputación en las investigaciones de la Psicología, siendo muy marcada en las prácticas clínicas y de salud en las cuestiones de la efectividad y eficacia de sus métodos de intervención, teniéndose en cuenta que lo que introduce el terapeuta como técnica o recursos para el cambio, la reestructuración y cura desde el diseño experimental es la variable independiente a la cual ha de valorarse su efecto. Pero al tener en consideración la trascendencia del método clínico, en la historia de estas prácticas psicoterapéuticas, es necesario una mirada metodológica cualitativa de su diseño investigativo, "el método clínico por su esencia, es una forma cualitativa de construcción del conocimiento, dentro de la cual, incluso la utilización de instrumentos, se subordina a la lógica cualitativa que dirige el proceso. Entre los atributos esenciales del método clínico están su carácter personalizado, interpretativo, dinámico e irregular, lo que de hecho, lo convierte en una estrategia metodológica de un valor epistemológico alternativo a las definiciones metodológicas instrumentales dominantes en el positivismo"(Roca M, 2002)5.

El método clínico proporciona un enfoque ideográfico en su vertiente aplicada y que no entra en contradicción con el enfoque nomotético de la psicología como ciencia, por el contrario presupone que puede resolver dicha controversia, en el contexto de concebir al sujeto demandante de ayuda como un investigador cualitativo, es conocido que en estas acciones terapéuticas, las prácticas profesionales se realizan en el actual del paciente o cliente, con todo el material vivencial que nos aporta, a través de sus juicios y reflexiones; con el método clínico se alcanza el diagnóstico, partiendo de parámetros cualitativos, que se va aproximando a partir de hipótesis fundamentadas teóricamente y susceptibles de variación en el transcurso del estudio, en este proceso se tiene en cuenta las vivencias del sujeto, como categoría de análisis, que nos permite en la interacción terapéutica la compresión de si mismo, que implica una visión del sujeto no sólo en su dimensión presente; sino también desde sus perspectivas pasada y futura.

El evaluar las vivencias en el análisis que realiza el paciente de su problema, tiene una posibilidad diagnóstica y terapéutica, en la comprensión e imagen de sí mismo, al provocarse el "darse cuenta", siendo en definitiva el fin de todas las intervenciones psicológicas. La hermenéutica implícita en ella no devalúa la objetividad de su estudio ya que "para la hermenéutica el origen primario del conocimiento es la actividad práctica, o sea, la acción humana, en tanto que el hombre es comprendido como un hombre en situación, cuya realidad es su acción ante las alternativas concretas que enfrenta. Para la hermenéutica la construcción por parte del hombre del sentido subjetivo de su experiencia, conforma el proceso mismo de su acción, no de una esencia localizada en el sujeto, depositario del ser a través de su historia y expresado en el sujeto trascendental de la fenomenología".(González F. )6.

Todo este análisis pone a las prácticas psicoterapéuticas en el contexto adecuado donde se legitime conciliar el diseño cualitativo del método clínico y lo cuantitativo de la constatación de su efectividad y eficacia y no entrar en la absolutización epistémica.

En toda esta praxis los profesionales han empleado numerosas técnicas y procedimientos que han utilizado, creado y mejorado con un nivel de crítica, donde se reconoce la necesidad de ser guiado por concepciones teóricas que sustente dichas prácticas, y a la vez, la teoría se fundamente en los hechos de la práctica. El psicodiagnóstico, necesario para la intervención, no debe ser una tecnología psicológica que se encuentre desligada de la teoría y de la investigación,"ha de tratarse enraizado y como fruto de los conocimientos científicos psicológicos"(S. Ballestero)7.

Lo que ubica necesariamente a los profesionales de la práctica psicológica de salud, en auténticos investigadores y epistemólogos a tener en consideración; defender la psicología aplicada no es más que "comprender que la necesidad de controlar y transformar la realidad a nivel práctico lleva ineludiblemente a un encuentro frontal con las ciencias básicas, con lo de más teórico y fiable que hay en la investigación" (Vigotsky)8.

Es así que en ésta necesidad creada en el marco de las acciones de salud, las contradicciones prácticas en la intervención devuelven contradicciones epistemológicas, al ser el objeto de la investigación psicológica "un sujeto activo y reflexivo y no un mero agente de respuestas definidas por el tipo de estímulo externo que se presente ante él, es entonces que el individuo estudiado, es sujeto del propio proceso de comunicación, dentro del cual se constituye como objeto de estudio de la psicología "(González F.)6 teniendo en la práctica, una connotación heurística importante, dada en la recogida de información, que le proporciona una orientación metodológica a la instrumentación, haciendo que lo epistemológico esté muy ligado a la actuación práctica.

En la psicoterapia de EMDR existe todo un desafío investigativo, que la constituye en un ejemplo trascendental de lo epistémico y lo práctico, donde lo biográfico y fenomenológico del método clínico no entren en su praxis en contradicción con la evidencia empírica, sino por el contrario se entremezclan, desbordando incluso los parámetros tradicionales de control de su validez.

En el tratamiento de EMDR a pesar de lo relativamente reciente de su creación, ya tiene sociedades científicas que agrupa a terapeutas de diferentes países, los cuales han reportado sus experiencias clínicas de distintas culturas y latitudes, donde el comportamiento de los trastornos tratados de las personas afectadas, han tenido una remisión significativa de la sintomatología y de su intensidad, en patologías como trastornos de ansiedad, estrés postraumático, duelos, entre otros, cuyas investigaciones realizadas han cumplido con los parámetros establecidos por la APA y estableciendo como terapia de control para evaluar eficacia, las terapias cognitivos conductuales fundamentalmente ( Fernández I.,2009)3.

Los estudios random controlados, de los resultados terapéuticos de este tratamiento de EMDR realizados, han manifestado que este es una terapia breve, donde en un tiempo corto, de tres a doce sesiones como máximo, se alcanza un resultado efectivo, incluso de traumas psíquicos cuya instalación tiene más de 20 años de haber ocurrido," estudios independientes que han sido publicados, han mostrado que de 84% de víctimas de un solo trauma, por haber vivido un desastre… no mostraba síntomas de PSTD después de tres sesiones de 90 minutos."(Shapiro F.)2.

En el procedimiento de EMDR la "herramienta terapéutica va encaminada a trabajar con la imagen que se tiene de un evento en el pasado y que en el presente del sujeto, tiene un carácter perturbador, manejándose a su vez, las creencias negativas que despierta el sujeto en forma autorreferente; el modelo considera que las mayorías de las patologías nacen de experiencias tempranas que ponen en movimiento un continuo patrón de sentimiento, emociones, cogniciones, conductas y las consecuentes estructuras de identidad; confirmando esto también los autores en PNL, los cuales refieren que el etiquetarnos con el verbo "ser" afecta directamente a nuestro nivel de identidad, uno de los más elevados entre nuestros niveles neurológicos; la estructura patológica es inherente a la información estática, insuficientemente procesada que fue almacenada en el momento que ocurrió el evento perturbador… EMDR es un protocolo de 3 caminos: trabajamos con las experiencias anteriores que fueron el terreno para ese problema, las situaciones presentes que disparan el malestar, y lo que la persona necesita aprender desde un punto de vista adaptativo y de utilidad para el futuro. EMDR mira esas 3 cosas" (F.Shapiro, 2004).

Investigaciones en el área de las neurociencias, han encontrado que la etiología del trauma psicológico no es el evento, sino la forma disfuncional en que queda neurobiológicamente almacenada esa experiencia en las neuroredes de memoria (van Der Kolk, 2006). Estudios con neuroimágenes de seres humanos en altos estados emocionales, producidos por incidentes críticos, han revelado que las emociones intensas provocan un aumento de activación en las regiones subcorticales del cerebro y una significativa reducción del flujo sanguíneo en varias áreas del lóbulo frontal (Damasio A, R.J.Graboroskl, A.Bechara, 2000) "Algunas investigaciones han mostrado que después de tres sesiones de EMDR nuevas estructuras en el cerebro aparecen alineadas. El Profesor Van der Khol ha mostrado, por ejemplo, como después de tres sesiones de EMDR, lo que aparece alineado es lo que se ha llamado "anterior singlet", que es como decir al cliente que no está en peligro en el presente y hasta el cortex se ilumina y ellos ven que están en el presente. Así vemos la diferencia entre estar atascado en el pasado, en sensaciones físicas, en el dolor del pasado, y al final de la sesión estar liberados en el presente, estar conectados en el presente con una sensación mucho mayor de qué es lo apropiado, lo que está bien, que el aprendizaje ha tenido lugar a un nivel integrativo" (Shapiro, 2004).

De acuerdo a las investigaciones de la doctora Ana María Montero (2001)9 considera que la "vida pasa en uno de experiencia en experiencia, con los días, se va aprendiendo cosas nuevas, gratas, ingratas… Todo es un "eterno espiral" "la tabla de los tiempos " aprendizaje que nos lleva a vivir más felices o menos felices, estables o inestables emocionalmente. Desde el enfoque de las teorías modernas de la neurociencia y neuropsicología el aprendizaje consciente o inconsciente depende de cómo utilicemos nuestra mente con práctica de aprender lo vivido, existe conocimiento para aprender a aprender a autoreconocerse, esto es: un aprendizaje  sobre nosotros mismos, la revisión interna de darnos cuenta que nos damos cuenta que sucede dentro de uno". Ella ha realizado últimamente una investigación sobre Depresión según MMPI y el SPECT comparando pacientes con diversos niveles de depresión leve, moderado y severo por haber sufrido en años anteriores pérdidas de objetos afectivos, al evaluar estos pacientes ella comprobó diferencias en las imágenes computarizadas emitidas por las tomografías por emisión de un positrón, los resultados fueron a mayor depresión más flujo en una área del cerebro denominada corteza orbito frontal y lóbulo temporal anterior, esto lleva a pensar y a evidenciar que los hechos traumáticos mueven memoria de recuerdos con similares significados. En sus estudios de neurociencia demuestra que el cuerpo no se aísla del sentimiento – mente, "muchos de nosotros no sabemos normalmente conectarnos con nuestro cuerpo cuando tenemos pérdidas afectivas, o hechos de estrés severos; más aun si se ha vivido una experiencia temprana infantil traumática, algo que está vivido ha sido archivado en el inconsciente o hipocampo, con una pérdida de energía por mala vibración, la voluntad de borrar esto no es suficiente, el reto del cerebro está, en darse cuenta que se da cuenta que está incomunicado la parte lógica intelectual con la emotiva vivencia (duelo o fuga de energía rabia del doloroso recuerdo), hechos que hicieron al cuerpo segregar sustancias, la catecolamina, epinefrina y norepinefrina, también conocidas como adrenalina, noradrenalina, el cortisol, la prolactina, y los opiáceos naturales beta- endorfina, se liberan durante el aumento del estrés y las citoquinas graban en la memoria del cuerpo un dato procesado como peligroso, más aun con una compulsión a la repetición de estas emociones negativas, el hecho repetitivo inconsciente; por tanto como una experiencia activa temida o eufórica, poderosamente desestabilizante y triste" (Montero, 2008).

En el tratamiento de EMDR el desarrollo de las neurociencias ha dado una connotación biológica importante al fenómeno psicológico. Si bien el cerebro es la base material, lo que provoca el fenómeno psicológico, la subjetividad ha sido traducida en este tratamiento como redes neuronales y al sujeto como procesador de información, categorías que utilitariamente la Psicología Cognitiva tomó de la Cibernética, al referirse al Sistema Nervioso, dado en el sujeto que vive sus experiencias, el cual es valorado en la psicoterapia de EMDR como un procesador de información, cuestión ésta que pudiera parecer simplificación ingenua de una realidad más compleja, si tenemos en cuenta que "el hombre no es sólo un procesador de información, es también un productor de información, un modelador del ambiente y lo más importante, un constructor de símbolos y cultura"(Corrales R.,2005).

Pero la práctica psicoterapéutica que siempre ha tenido sus dilemas ontológicos, epistemológicos y metodológicos, en este tratamiento de EMDR, en su psicotecnia concreta (estimulación bilateral hemisférica), en la solución del problema del sujeto, su efectividad y eficiencia en su resolución, ha dejado intrascendente la pureza epistemológica o la corrección metodológica de su solución.

Las evidencias empíricas referidas a investigaciones con instrumentación SPECT y con estudios sobre las reacciones neuroendocrinas que ha tenido este tratamiento de EMDR no es lo único que le ha dado sus fortalezas metodológicas y científicas, ha sido su técnica, "por el hecho de haber encontrado el modo de acceder a las informaciones almacenadas en la memoria, estimular el mecanismo de procesamiento de estas informaciones y llevarlas a la resolución, …si se observa además, que casi todos los trastornos psicológicos tienen raíces en las experiencias, y la exposición a hechos estresantes tiene un papel fundamental en el principio de muchas psicopatologías, sobretodo si se cuenta con factores psicosociales y de vulnerabilidad genética, como enuncia la teoría del origen multifactorial de los trastornos mentales"(Fernández I.,2009)3.

La evidencia empírica también está dada en lo referido por terapeutas, preparados en esta psicoterapia de EMDR, de América del Norte, del Sur y Europa, acerca de cómo lo vivido de los sujetos demandantes de ayuda psicológica, a pesar de lo disímil de sus problemas, dado por lo cultural, económico, social e histórico y de lo particularizado de su condición humana, la estimulación bilateral neurológica, permite revivir el trauma, desensibilizarlo, cambiar la perspectiva cognitiva del evento traumático, recolocar dicho acontecimiento en el pasado, permitiendo así una integración de la experiencia, sintiendo emociones adecuadas y eliminando las sensaciones físicas corporales, "durante el reprocesamiento en EMDR los pacientes se desplazan gradualmente en planos cognitivos y emotivos hasta alcanzar una visión más madura y funcional, esto significa que el recuerdo del hecho o experiencia traumática queda en la memoria con la emoción adecuada y con las asociaciones y creencias positivas, destacándose que durante una sesión de EMDR por lo general el terapeuta no da ningún input para no interferir con el trabajo de reprocesamiento que el paciente hace cuando se realiza la estimulación bilateral"( Fernández I.,2009). La toma de conciencia (insight), los cambios en las reacciones físicas y emocionales es la consecuencia del reprocesamiento.

En la práctica clínica con este tratamiento de EMDR, la evidencia empírica, no es sólo a la usanza de lo planteado por la APA, en cuanto al control para garantizar la confiabilidad y validez de los estudios investigativos acerca de la efectividad del tratamiento, sino que las circunstancias que permite el procedimiento terapéutico, dado en la estimulación bilateral, reporta de forma clara y perceptible la determinación causal de este proceso de desensibilización y reprocesamiento de los recuerdos traumáticos y su asociación sintomática en el actual del paciente, la experimentación se manifiesta en la observación de los fenómenos que son provocados en su estudio, o sea los pacientes con una determinada patología o alteración psicológica actual, en esta terapia de EMDR, al concebirse en la actuación clínica, que los sujetos demandantes de ayuda psicológica sus perturbaciones o alteración tienen raíces en la experiencia del mismo, se procede a indagar por ésta, haciendo un recorrido cronológico de la vida del sujeto, objeto de atención psicológica, y el modo de actuación está dado en el rastreo de los sucesos o situaciones vividas que han podido afectar al sujeto y que las circunstancias actuales estimulan el síntoma a través de lo que se llama condicionamiento de segundo orden, que no es más que las respuestas condicionadas que asocian perturbaciones emotivas y conductuales a estímulos que en realidad no son peligrosos de por sí, pero desencadena las mismas perturbaciones del evento original, estas conexiones y semejanzas con la historia pasada y presente.

En EMDR existe un enfoque sobre si mismo, el paciente informa lo que va ocurriendo de forma descriptiva y comprensiva, por los significados que otorga a los fenómenos que describe, pero sin proponérselo, ya que el principio básico que explica lo que sucede durante la aplicación de EMDR, consiste en la existencia de un sistema innato en todas las personas, fisiológicamente orientado a elaborar las informaciones con el objetivo de la autocuración. Este sistema se orienta fisiológicamente a la salud, según este enfoque la patología se crea cuándo este sistema innato se bloquea y el recuerdo traumático queda aislado del resto de la red neural de la persona y no se integra con el sistema innato que empuja cada uno a la autocuración.

Durante las sesiones de EMDR se ve como el modelo de Procesamiento Adaptativo de la Información se pone en movimiento con los set oculares o con las otras estimulaciones bilaterales, el hecho de que la perturbación se resuelva respecto al recuerdo del trauma derivaría directamente del reprocesamiento adaptativo que ocurre a nivel neurofisiológico.

No hay una respuesta completa sobre la razón del por qué este tipo de estimulación provoca un rápido y adaptativo reprocesamiento, existen varias hipótesis, pero "a medida que los casos fluyen desde todo el mundo, se hace evidente que hay más denominadores comunes que diferencia entre la gente y las sociedades. El hecho que EMDR demuestre resultados predecibles y rápidos, cuando se usan los protocolos y procedimientos apropiados, indica que, en todas las culturas, compartimos respuestas fisiológicas que pueden ofrecer una ventana a la mente y al potencial humano"(Shapiro F., 2004).

El enfoque sistémico de esta terapia en su operatividad práctica constituye un reto y un aporte esencial en la posibilidad y desarrollo de una teoría general de la psicología, ya que demuestra en su praxis como lo particular facilitado en el análisis clínico de casos también se expresa lo general dado en la unidad hallada en la diversidad, donde su técnica nos permite comprender las relaciones dinámicas de los niveles neurofisiológicos, comportamentales y sociales de los fenómenos psicológicos. Este método analítico que tiene en cuenta los diferentes niveles de estos fenómenos permite el descubrimiento de la estructura sistémica de lo psíquico, por lo que pudiera considerarse la vía de desarrollo para el "edificio" teórico de la Psicología en su conjunto.

Referencias bibliográficas

  • 1. González A., Trastornos Disociativos, primera edic., www.lulu.com, 2007

  • 2. Shapiro F., Desensibilización y reprocesamiento por medio de movimientos oculares., edit. Pax México, 2004.

  • 3. Fernández I. ,Cuaderno de trabajo para la formación en EMDR, Cuba., 2009.

  • 4. Rodríguez A. Cuestionamientos acerca de las eficiencias de las psicoterapias. www.uma.es Universidad de Málaga. Facultad de psicología., 2007.

  • 5. Roca M. Introducción a la Psicología Clínica, edit Félix Varela. La Habana, 2002.

  • 6. González F. Epistemología cualitativa y subjetividad. Edit.Pueblo y Educación, 1998.

  • 7. Ballesteros S., Memoria explicita e implícita intramodal e intermodal. Revista Psicothema, vol.11, número 4, 1999.

  • 8. Vigotski, L.S.. Obras Escogidas .Tomo I-II-III-IV-V. Editorial Pedagógica, Moscú,1983,.

  • 9. Montero Ana María Catedrática de la Universidad Ricardo Palma Facultad de Psicología Lima- Perú (2008)

 

 

Autor:

MSc. Celene Calvo Cutié

Institución: Policlínico Docente Comunitario Carlos J. Finlay. Santiago de Cuba.

Profesora Auxiliar Facultad Ciencias Médicas y Universidad de Oriente y Secretaria de Sesión Psicoterapia EMDR-Cuba de la Sociedad Cubana de Psicología. Filial Santiago de Cuba.