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La represión del sueño erótico en los cuentos de Germán Espinosa

Enviado por perla_a_q


    1. Freud y sus investigaciones sobre el sueño
    2. El fracaso de la represión.
    3. Análisis estructural de los relatos
    4. Línea accional en los cuentos
    5. El plano del discurso
    6. Indicios e informaciones sobre la represión de un recuerdo que luego aparece en el sueño
    7. Indicios referentes a la represión de los sueños
    8. Los narradores
    9. Erotismo y sexualidad en el cuento

    Germán Espinosa es uno de los escritores más reconocidos en Colombia, se ha desempeñado también como diplomático, periodista y profesor universitario; entre sus publicaciones se encuentran nueve novelas: La balada del pajarillo, La lluvia en el rastrojo, Los cortejos del diablo, El magnicidio, La tejedora de coronas, El signo del pez, Sinfonía desde el Nuevo Mundo, La tragedia de Belinda Elsner y Los ojos del basilisco; siete libros de poemas: Letanías del crepúsculo, Canciones interludiales, Claridad subterránea, Reinvención del amor, Coplas, retintines y regodeos de Juan, el mediocre; Diario de circunnavegante y Libro de conjuros; cinco colecciones de relatos breves: La noche de la Trapa, Los doce infiernos, Noticias de un convento frente al mar, El naipe negro y Romanza para murciélagos; cuatro libros de tono ensayístico y una farsa teatral. Ha sido traducido a varias lenguas europeas y orientales. Espinosa publicó su primer libro de poemas a la edad de quince años y luego se trasladó de Cartagena su ciudad natal, a Bogotá donde ha colaborado intensamente en diarios, revistas y programas de radio y televisión. En su producción literaria Germán Espinosa, como afirma Luz Mery Giraldo, se inclinaba por una literatura menos inmediata y más referida a temas universales, a debates filosóficos e históricos, a preocupaciones propias de la estética y el pensamiento modernos.

    En la obra cuentística de Espinosa, que abarca un período de más de treinta años, se puede apreciar una estructura básica para la construcción de sus relatos; lo esencial, dice Valencia Solanilla al respecto, consiste en la enunciación de una anécdota o de una pequeña historia que sirve de pretexto para armar un relato mediante el cual se expresa una idea. Aunque no se trata de una literatura de tesis, sí puede afirmarse que es una cuentística de conceptos, montada sobre inquietudes históricas y filosóficas, sin el peso de las disgresiones novelísticas ni el lenguaje analítico del ensayo, ya que la anécdota sirve como mediadora entre el relato y la narración, entre la historia y la idea.

    En cuanto a la temática de la mayoría de sus relatos, Blanca Inés Gómez en su artículo "Lo fantástico revisitado: Un acercamiento a los cuentos de Germán Espinosa", opina que en ésta se encuentra ya sea como tema central o simples apuntes las investigaciones y teorías de Sigmund Freud. Principalmente en The Boomerang y Susurro de hojas de otoño se recrea el complejo de Edipo y contienen una extensa biografía psicoanalítica del padre del psicoanálisis. Basándonos en esta aseveración, en este estudio se hará una reflexión sobre las teorías de Freud en relación al sueño erótico, su interpretación y la represión del mismo en los cuentos: Susurro de hojas de otoño (1982), The Boomerang (1984), Queen of Dreams (1983) y Fenestella confessionis (1963); y se analizará al mismo tiempo la estructura de los relatos según la teoría de Roland Barthes.

    Freud y sus investigaciones sobre el sueño

    Antes de que Freud se interesara por este tema, el fenómeno de los sueños y su estudio se consideraba como algo tan alejado que no valía la pena ocuparse de ello. La interpretación de los sueños formaba parte del dominio de románticos, personas profanas en cuanto a ciencia o poetas, a los cuales la sociedad materialista de fines del siglo pasado concedía una especie de libertad parecida a la que se concede a los locos. Después de conocer el fenómeno psíquico de la hipnosis, Freud se propuso investigar si en los sueños actúan las mismas fuerzas que en el estado hipnótico, y pronto llegó a la convicción de que los sueños eran producto del inconsciente, y que los elementos físicos de los sueños eran los distintivos a los fenómenos sustitutivos de contenidos y procesos del inconsciente. La labor realizada con el problema de los sueños condujo en definitiva al psicoanálisis, que tiene como misión investigar las formas de la esencia y de los efectos de estos procesos inconscientes y poner los conocimientos así obtenidos al servicio del tratamiento de los que padecen dolencias psíquicas.

    Por otra parte, en cuanto al estudio de los fenómenos literarios, las modernas teorías estéticas han enriquecido los aportes del estructuralismo y conservan el respeto por el texto como punto de partida para el análisis. De igual manera, la actual preocupación por los aspectos de sentido de la obra, sigue encontrando en los postulados del estructuralismo un apoyo importante para sus trabajos (Castro: 1994, 94).

    La temática del cuento Susurro de hojas de otoño gira en torno a la interpretación de los sueños que en la historia aparecen como realizaciones de deseos y como representaciones de recuerdos infantiles. Para Freud, el sueño no es desatinado ni absurdo, ni presupone que una parte de nuestro acervo de representaciones duerma, en tanto que otra comienza a despertar. Es un acabado fenómeno psíquico y, precisamente una realización de deseos; debe ser incluido en el conjunto de actos comprensibles de nuestra vida despierta y constituye el resultado de una actividad intelectual altamente complicada (Freud: 1977, 189). Esto prueba que la causa del sueño de la violación que tiene el protagonista de esta historia, tiene su origen en la infancia.

    Según la teoría freudiana sobre el desarrollo de los niños; a la edad de tres o cuatro años se desarrolla el llamado Complejo de Edipo (la frase se refiere a Edipo, legendario héroe griego que dio muerte a su padre y se casó con su madre sin saber que eran sus padres). El niño quiere reemplazar al padre del mismo sexo en el afecto del padre del otro sexo. Esto es: el varón quiere que el padre desaparezca y la hembra quiere que la madre desaparezca. Ambos deseos son antagónicos al amor del niño por el padre envidiado y de su aprendizaje de moralidad. Normalmente el conflicto se resuelve por maduración (Sperling: 1966, 101).

    De todos los impulsos básicos del cuerpo solamente el sexual puede ser, y es, grandemente limitado. Este hecho llevó a Sigmund Freud a crear una escuela de pensamiento psicológico basada, casi por entero, en observaciones relacionadas con frustraciones sexuales. Como las investigaciones que siguieron demostraron que los motivos sociales son causas tan efectivas de ansiedad como el sexo, Freud amplió su propia definición del impulso sexual para inclinar casi todos los otros impulsos corporales y motivos sociales (1996: 171-172).

    El fracaso de la represión.

    Sucede también en la trama de estos relatos que los sueños son reprimidos por los protagonistas que los padecen. Este mecanismo de represión conduce a un desajuste por no cumplir su misión. Si la represión actuara extinguiendo un recuerdo, podrían ser eliminadas de nuestra mente las trazas de acontecimientos angustiosos; en realidad la represión actúa inhibiendo un recuerdo. Inhibición es el proceso en virtud del cual un reflejo sustituto está relacionado con un estímulo. En el caso de represión, el reflejo sustituto es el reflejo de no recordar. Los freudianos alegarían que el recuerdo es reprimido dentro de la parte inconsciente de la mente. Los sicólogos objetivos prefieren decir que, simplemente, el acto de recordar no está completo en su forma original. Sin embargo el término es conveniente como etiqueta para el material que ha sido reprimido (Sperling: 1996, 172). Por otra parte, dice Charles Carver, aunque la represión es particularmente importante en relación con los impulsos del ello, también se aplica de manera más general a la información que resulta dolorosa o perturbadora (Carver: 1997, 225). Otro concepto asociado a la represión es la proyección, que para las sicólogas Diane E. Papalia y Sally Wendkos, este término resulta de la misma represión. Para ellas, la represión es una situación que produce ansiedad; una persona puede bloquear el acceso a la conciencia de ciertos impulsos o experiencias (Papalia y Wendkos, 1988). Puede ser incapaz de recordar una experiencia penosa, ver un objeto o una persona de una determinada manera, puede no tener conocimiento de sentimientos que en otro tiempo había expresado libremente o puede estar incapacitado físicamente sin causa orgánica. Una manera de tratar estos pensamientos y motivos inaceptables es precisamente proyectar los atributos a otro (Carver: 1997, 511-512).

    Además de los anteriores, el olvido motivado es otro concepto que tiene que ver con la represión: a veces olvidamos material almacenado en nuestra memoria a largo plazo, porque parece que hay algún beneficio personal en no recordar. Así se reprimen los recuerdos tristes, embarazosos o dolorosos. Para Freud, lo que es reprimido depende de los actos que sean castigados y de los valores que están representados en su superyó. Se puede reprimir en parte un recuerdo o impulso moderadamente perturbador de manera que no piense en él con frecuencia, pero no quiere decir que lo haya olvidado (Carver, 1997, 229).

    Ahora bien, estos sueños en gran parte reprimidos se presentan en los cuentos Susurro de hojas de otoño y The Boomerang como realizaciones de deseos; este deseo es de carácter erótico y no sexual porque como dice Octavio Paz: el erotismo es deseo sexual y algo más; y ese algo es lo que constituye su esencia propia. Ese algo se nutre de la sexualidad, es naturaleza; y, al mismo tiempo, la desnaturaliza (Paz: 1993, 18). Y ese algo es el sueño mismo, es el querer indagar sobre su origen y las sensaciones que trae consigo y que luego se disipan. "¿No es esto, por lo demás, lo que ocurre en el sueño y en el encuentro erótico? Lo mismo al soñar que en el acoplamiento, abrazamos fantasmas" (Paz: 1993, 09).

    En cuanto al fenómeno de la represión en los cuentos Queen of Dreams y Fenestella confessionis; ésta se presenta de manera muy distinta; en el primero de ellos, el sueño (visiones mientras se duerme) es reprimido por la autoridad máxima del grupo y quien lo haga será cruelmente castigado; los macehuales están autorizados a soñar sólo tres de los dieciocho meses de los que consta su calendario. En el segundo cuento, el hermano Néstor reprime sus sentimientos hacia el hermano Alonso, provocándose alucinaciones hasta llegar al suicidio. Para Blanca Inés Gómez, la posesión demoníaca es el tema de este último, el cuento que abre la más temprana colección de Germán Espinosa. El relato se inicia cuando han concluido las exequias del hermano Néstor y sus padres llegan a informarse sobre el motivo de su muerte. Enajenado por la presencia de lo satánico, Néstor pierde la razón; llega a identificar al seminarista, el hermano Alonso, con el demonio y tras de pedirle que lo posea, se estrangula con un rosario. Gómez afirma también que en esta trama gravitan los temas de culpa y castigo. Néstor, más que un poseso del demonio, es un obseso prisionero de las supersticiones (Gómez: 2002, 04).

    Análisis estructural de los relatos

    En cuanto al plano de la estructura de los relatos, el análisis estructural de Barthes parte de la diferenciación entre historia y discurso. La historia comprende el conjunto de acciones realizadas por los personajes, organizadas en orden lógico y cronológico preferencialmente. El discurso se refiere a la manera como esa historia es presentada al lector; es decir, con un narrador, un orden determinado y un conjunto de descripciones las cuales quedan por fuera de la historia y se ubican en la parte indicial del relato. En cuanto a la historia, Barthes dividió las acciones en núcleos (acciones nudo) y en catálisis (momentos de lujo o expansiones de los núcleos). En el plano del relato, las actividades que no remiten a una operación sino a un significado, Barthes las llamó integradoras, y éstas pueden ser informaciones: datos sin significados implícitos y sitúan elementos en tiempo y espacio determinados. Y pueden ser indicios, que son unidades semánticas, tienen un significado implícito y van acumulando significado a lo largo del texto (Castro: 1994, 93).

    Para el análisis estructural se han reunido los cuatro cuentos, de manera que queden encadenados por un solo tema: el sueño erótico y su represión. En este plano se presentan los indicios o claves que van a encontrar su significación a lo largo de la investigación. Por otro lado se analizarán también a partir de los indicios, los núcleos y las catálisis que Barthes propone.

    Línea accional en los cuentos.

    Núcleos y Catálisis. Susurro de hojas de otoño.

    1. Primer sueño exhibicionista.

      El protagonista estudia en Freud el tema de la desnudez.

    2. Lectura de la interpretación de los sueños de Freud.

      Ve a una niña desnuda en el sueño.

    3. Segundo sueño.

      En el sueño viola a una niña.

    4. Muerte de Freud, tercer sueño.

      En el sueño de la violación, aparece Freud observando.

    5. Posibles relaciones entre Freud y su cuñada. Tercer sueño.
    6. Complejo de Edipo.

      La figura de Freud en el sueño es sustituida por el padre del protagonista. Relación Freud-Padre, Protagonista-Padre.

    7. Cuarto sueño.

      El padre violó a una niña cuando el protagonista tenía tres años.

    8. Origen del sueño. Recuerdo de la infancia.
    9. El protagonista siente la necesidad de violar a una niña.

    The Boomerang

    1. Veía a una mujer con miembro viril.

    2. Sueño recurrente.
    3. Lectura de las investigaciones de Freud.
    • Inicia tratamiento con un psicoanalista.
    1. Cuenta sus frustraciones sexuales.
    2. Se convierte en discípulo de su maestro.
    • Publica las investigaciones de su mentor.
    1. Pasado el tiempo, aún tiene el mismo sueño.
    • Con una variante: la mujer se desnudaba ante sus ojos y él descubría que también tenía un sexo tan femenino como el de la mujer.

    Fenestella Confessionis

    1. Durante la niñez del hermano Néstor, sus padres se disputaban las preferencias religiosas de su hijo.
    2. Néstor conoce al hermano Alonso.
    • Le dice al seminarista que necesita darse un baño en el agua de la alberca para exorcizar al diablo.
    1. Esa noche por la madrugada, Néstor estaba intranquilo en su habitación.
    • Néstor lloraba en su cuarto y estaba bañado en sudor.
    1. Alonso lo busca en su celda.
    • Néstor se le acerca, lo rodea por el cuello y exclama: "Lárgate, demonio, lárgate".
    1. Se arrepiente y le abraza, delirando le habla.
    • Néstor le dice a Alonso: "No te vayas, poséeme; ya he luchado bastante, poséeme de una vez".
    1. Al final, Néstor acepta: "¡Sí! ¡Alonso! ¡Tú eres mi diablo! ¡Poséeme de una vez para siempre!
    2. Al volver a su celda, lo hallan muerto, se había estrangulado con el rosario.

    Queen of Dreams

    1. La reina Ilancucitl establece que los macehuales sólo tienen permitido soñar tres de los dieciocho meses del calendario.
    • Las imágenes del sueño debían dominarlas para que no se presentaran de manera lujuriosa.
    1. Un artesano narra su sueño.
    • Fue procesado y decapitado por contar que en sueños vio una mujer que al desnudarse, se lamentaba de poseer el miembro de un varón.
    1. Nadie volvió a dormir por temor a estos sueños.
    2. La ley fue derogada en el período de Itzcóatl.
    • Pero tuvo que pasar mucho tiempo para que los macehuales pudieran dormir y volver a soñar.

    Según los estudios de Freud, los sueños son progresivos y a medida que avanzan van descubriéndose los núcleos de la historia. Es imposible determinar la frecuencia en la que en nuestros sueños emergen recuerdos e impresiones de las primeras épocas de nuestra vida. Estos sueños, por supuesto, también se mueven por deseos, pero por deseos reprimidos en la infancia por alguna razón; por eso, aunque el sueño sea contemporáneo, se robustece por lejanos recuerdos infantiles. Y estos recuerdos van saliendo a la luz, en el sueño, poco a poco hasta dar con un sueño final que es el recuerdo exacto de aquellos años, como en el caso de Susurro de hojas de otoño.

    El plano del discurso

    El discurso comprende el lenguaje, los recursos visuales de la presentación del texto y los demás aspectos relacionados con la entrega que hace el narrador a un oyente de la historia, de los acontecimientos (Castro: 1994, 111). Los indicios es la parte más complicada del relato ya que van acumulando significado a lo largo del texto. Estos indicios comprenden la vinculación que se da entre los cuentos, en lo que por supuesto, se refiere al sueño erótico. Esquematizando esta información, los indicios son:

    Indicios e informaciones sobre la represión de un recuerdo que luego aparece en el sueño:

    Susurro de hojas de otoño

    SUEÑO 1:

    Informaciones: El protagonista lee en la obra de Freud, La interpretación de los sueños, el apartado sobre la desnudez.

    Indicio: Sueña que está desnudo en una droguería pero nadie lo nota.

    SUEÑO 2:

    Informaciones: El protagonista lleva su exhibicionismo al plano de la realidad y los sueños sobre esto van desapareciendo para darle lugar a otro.

    Indicio: En el sueño sorprende la desnudez imprevista de una niña de menos de 10 años.

    Informaciones: El protagonista estudia en Freud que el sueño es un realizador de deseos.

    Según Freud, estos sueños como realizadores de deseos, son más difíciles de descubrir en los adultos que en los niños. Se requiere de un análisis minucioso ya que la mayoría de las veces no existe como recuerdo o pensamiento en la vida diurna y que como afirma Freud: "pertenecen a aquellos deseos que sólo por la noche surgen en nosotros, emergiendo de lo reprimido" (Freud: 1972, 177).

    SUEÑO 3:

    Informaciones: A pesar de todos los estudios de Freud, el protagonista no puede desentrañar el misterio de sus sueños. En los días en que Freud fue exiliado, sueña:

    Indicio: Ve a la niña desnuda antes de acometer el aseo íntimo; pero la visión se enriquece con el acto adicional de la violación.

    SUEÑO 4:

    Informaciones: El protagonista se entera por medio de su amiga Renata que se decía que Freud había mantenido relaciones sexuales con su cuñada.

    Indicios: Se repite el sueño de la violación, sólo que ahora aparece Freud observando detrás de la puerta.

    SUEÑO 5:

    Informaciones: El protagonista habla sobre su padre y las advertencias que hacía cuando niño sobre los peligros relacionados con los órganos genitales. Además estudia los conceptos de Freud con respecto a los celos y la hostilidad con respecto al padre un por una propensión sexual hacia la madre.

    Indicios: Continúa el sueño de la violación, pero en éste último, la figura de Freud es sustituida por el padre, quien es ahora el que observa tras de la puerta y lo miraba "con ojos de complacida aprobación".

    The Boomerang

    SUEÑO 1.

    Informaciones: Julio Braga tenía una fantasía nocturna que lo había sumido en una profunda depresión.

    Indicio: En el sueño veía una mujer que al desnudarse descubría que poseía un miembro viril.

    2. Informaciones: Trata su problema con un conocido sicoanalista.

    Indicios: Le cuenta a su doctor sus frustraciones de adolescente con prostitutas, fracasos de eyaculador precoz y sus propensiones reprimidas hacia el propio sexo.

    SUEÑO 2.

    Informaciones: Después de haber publicado las obras de su maestro Goyzueta; su sueño aún sigue presentándose con una variación.

    Indicios: En el sueño la mujer se desnuda ante sus ojos y él, al quitarse los pantalones y buscar su propio miembro, descubre entre las piernas otro sexo tan femenino como el de la mujer que tenía enfrente.

    Fenestella Confessionis

    Informaciones (1): Néstor y Alonso hablan antes del almuerzo sobre la presencia de Satanás en estos tiempos.

    Indicios: Néstor empieza a sudar, se da un baño y cuando lo hace confiesa haber hallado en el agua de la alberca un medio eficaz para exorcizar al diablo.

    Informaciones (2): En la madrugada, el hermano Néstor emitía quejidos de dolor. A eso de las cuatro de la mañana se oía que lloraba.

    Indicios: El hermano Alonso lo visita en su celda, lo encuentra bañado de sudor; temblando toma a Alonso por el cuello y exclama: Lárgate, demonio, lárgate.

    Informaciones (3): Néstor lloraba, al final le rodea el cuello de nuevo al hermano Alonso y dice: No te vayas, poséeme; ya he luchado bastante, poséeme de una vez. Se aprieta contra su cuerpo y exclama: ¡Sí! ¡Alonso! ¡Tú eres mi diablo! ¡Poséeme de una vez para siempre! Alonso sale y cierra la puerta.

    Informaciones (4): Los seminaristas vuelven a la celda.

    Indicios: Al volver lo encuentran muerto; se había estrangulado con el rosario.

    Queen of Dreams

    Informaciones (1): En tiempos de Tezozómoc, se expide un mandato según el cual se autoriza soñar sólo tres de los dieciocho meses del calendario.

    Indicios: Estaba prohibido dejar entrar a su antojo las imágenes del sueño, no debían presentarse en forma que implicase poder, molicie o lujuria.

    Informaciones (2): Al inicio, los vasallos no lo cumplían, pero pronto se aprendió en el Calmecac cómo poder infiltrarse en ellos.

    Indicios: Un artesano que vio en sueños a una mujer que al desnudarse poseía también el miembro de un varón, fue procesado por blasfemia y decapitado.

    Informaciones (3): Durante el reinado de Itzcóatl, la ley fue derogada.

    Indicios: Muchos años pasaron para que los macehuales pudieran volver a dormir y luego a desatar sus visiones.

    En una serie de sueños de esta índole, analizados por Freud, éste llega a la conclusión de que sólo muy raras veces llegan a constituir los recuerdos, reproducidos sin modificación ni corte alguno, todo el contenido manifiesto de un sueño (Freud, 1974, 39). El contenido manifiesto del sueño se refiere a todos los aspectos que el soñador recuerda conscientemente después de despertar y conserva en su memoria de cualquier forma dada; pueden ser imágenes, situaciones incongruentes, emociones, etc.

    Entendidos los sueños como satisfacciones de deseos disfrazadas o deformadas, que sólo en los niños tienen el carácter de sensaciones directas, en éstos se hacen conscientes los contenidos inconscientes; pero la conciencia ejerce una censura moral sobre el contenido de los sueños y sólo los deja aparecer en forma "enmascarada", simbólica. El deseo irrealizado de llegar al origen del sueño es una fuente de excitación que podría impedir dormir a la persona, y de esta manera esta fuente es modificada o eliminada. El sueño se convierte en lo que Freud llama "el centinela del dormir". Si esos deseos se agitaran cuando la persona está durmiendo, provocarían un trastorno y harían que la persona se despertara.

    Indicios referentes a la represión de los sueños

    En el esquema anterior pueden observarse los puntos a través de los cuales estas historias se unen por medio de un mismo tema; los sueños, reprimidos voluntariamente o no, están presentes en la trama central de cada una de estas historias. En Susurro de hojas de otoño, el médico protagonista reprime un recuerdo de la infancia que provoca su actual estado de ansiedad y unos terribles sueños recurrentes que lo hacen volver su mirada a los estudios de Sigmund Freud, para poder hallar en él la respuesta a su problema. Al final de la historia, él mismo dice que vuelve a su natal Bogotá, sólo por la necesidad de violar a una niña, tal como lo hizo su padre cuando él tenía apenas tres años; es decir, todos sus sueños y los cambios que en ellos se daban, eran de alguna manera una proyección del suceso ocurrido en su infancia y así reconoce al fin que él también tiene esa misma necesidad. El olvido motivado de lo ocurrido hacía tanto tiempo actuó como un mecanismo de defensa; pero lo que causó ese recuerdo era tan doloroso que el inconsciente no podía guardarlo más y lo proyecta:

    … regresé a Bogotá, no en aras del llamado patriótico, sino porque necesitaba violar a una niña de nueve años, como en efecto creo que lo hice, en el mismo lugar y bajo las mismas circunstancias en que mi padre lo hizo hace más de seis décadas (Espinosa: 1982, 69).

    En el cuento The Boomerang sucede algo muy parecido, el protagonista Julio Braga tiene un sueño recurrente muy singular que lo hace tomar la decisión de tratarse con un reconocido sicoanalista: Goyzueta, más conocido por sus borracheras que por su trabajo científico. Éste le confiesa a su médico sus miedos de adolescente, sus tratos con prostitutas, su problema de eyaculación precoz y hasta sus preferencias reprimidas por el mismo sexo. Tal vez no sea represión de malos recuerdos o vivencias, pero el protagonista reprime su personalidad y su actitud sexual y esto hace que siga teniendo el mismo sueño y que éste vaya cambiando o transformándose.

    La verdad era que el sueño seguía presentándose, mas con una variante pérfida. La mujer se desnudaba ante sus ojos y, en efecto, a más de los senos garridos y de las caderas incitantes, ostentaba un sexo tan femenino como el de cualquiera de esas opulentas ninfas de Poussin. Sin embargo, al bajarse los pantalones para acudir a su reclamo, el pobre Braga buscaba con la vista su propio miembro viril y, con horror y vergüenza, descubría entre las piernas vellosas otro sexo tan femenino como el de la susodicha ninfa (Espinosa: 1984, 55).

    Pasa algo muy similar en Fenestella Confessionis; en lo que se refiere a la represión el hermano Néstor también reprime sus sentimientos hacia el hermano Alonso provocándose una terrible ansiedad y ciertas alucinaciones que lo hacen llegar al suicidio. Al final, el seminarista no puede reprimirse más, no puede luchar contra sí mismo y confiesa sus sentimientos; pero aún así, él mismo no puede aceptar la verdad.

    • Con los brazos rodeándome el cuello, dijo: No te vayas, poséeme; ya he luchado bastante, poséeme de una vez… Me invadió una piedad por mí nunca experimentada y lo animé: Cálmate, Néstor; soy yo, Alonso. Entonces… Se apretó contra mi cuerpo y dijo en un susurro: ¡Sí! ¡Alonso! ¡Tú eres mi diablo! ¡Poséeme de una vez para siempre! Me llené de horror, salí y cerré la celda. El hermano Alonso bajó la cabeza:
    • Cuando volvimos, lo hallamos muerto. Se había estrangulado con el rosario (Espinosa: 1963, 19).

    Por el contrario en Queen of Dreams, se puede notar el poder que tenían los líderes de aquella época en que el pueblo confiaba y obedecía ciegamente a su gobernante y temía los castigos de éste y los dioses. La reina Ilancucitl prohíbe a su gente soñar en tres de los dieciocho meses de los que consta su calendario. Es tanta la presión que se ejerce con esa cruel ley y al darse cuenta de que los descubiertos eran procesados y asesinados; aprendieron a controlar tanto sus visiones nocturnas que reprimieron sus fantasías sexuales y eróticas principalmente. Al final, cuando lo la ley es derogada, tardaron mucho tiempo en volver a dormir tranquilos y a darle rienda suelta a las visiones de tono erótico que pudieran surgir del sueño.

    … De alguna manera el gobierno había logrado deslizar espías en sus visiones nocturnas y que, debido a ello, lo que creían sepulto en la memoria era minuciosamente narrado a los sacerdotes en informes que no escatimaban palabras novedosas para precisar los más sutiles desafueros y los rasgos más borrosos. Un artesano que vio en sueños a una mujer que, al desnudarse, se lamentaba de poseer el miembro de un varón, fue procesado por blasfemia y decapitado (Espinosa, 1983, 367).

    Los narradores

    En Susurro de hojas de otoño, el narrador es homodiegético o en primera persona; es decir que cuenta su propia historia y actúa como mediador entre sus sueños, él tiene en sus manos el acto de la enunciación desde su modo de ver. Genette planteó que en el narrador no van necesariamente unidos el que narra, la voz, y el que ve; pues el narrador puede focalizarse desde una primera o tercera persona; es decir, puede tener una perspectiva interna metida en la conciencia del personaje o externa un tanto al margen de la calidad de testigo de la historia (Castro, 1994, 128). Al final de la historia, el narrador, la voz; se focaliza desde una tercer persona: Freud; es decir toma otra perspectiva para narrar.

    El narrador organiza los datos para crear expectativas al lector: va y viene en el tiempo, en el tiempo del protagonista y en el de Freud como personaje; intercala sus sueños de manera que coincidan con la vida del doctor y así crear tensión y mantener al lector interesado. En The Boomerang y Queen of Dreams los narradores son heterodiegéticos; es decir son figuras secundarias que observan pero no hacen parte del relato lo que los hace ser a la vez intradiegéticos. En el caso de Fenestella Confessionis el narrador es también heterodiegético-intradiegético, pero además mantiene una focalización cero; esto significa que el narrador sabe más que cualquiera de las figuras del cuento, incluso llega a conocer los pensamientos de las figuras (esto era anteriormente conocido como narrador omnisciente).

    Erotismo y sexualidad en el cuento

    El carácter erótico que el sueño le da al cuento Susurro de hojas de otoño, cambia al final por un carácter sexual. Freud afirma que el ser humano está dominado por el deseo de satisfacer sus necesidades instintivas, en su opinión el hombre es un "ser de instintos" que aspira a la obtención de placer y este instinto es equivalente al impulso sexual, que a en la infancia se dirige hacia objetivos sexuales. Para Octavio Paz, la sexualidad es simple: el instinto pone en movimiento al animal para que realice un acto destinado a perpetuar la especie (Paz, 1993, 18). Al final del cuento el protagonista regresa a su natal Bogotá, después de años en el extranjero, movido por la necesidad y no el deseo, de violar a una niña. El código y las normas morales hicieron que su necesidad de escondiera en un falso deseo que fue reprimido desde lo consciente hacia lo inconsciente; si el conflicto del deseo reprimido o el impulso reprimido no se solucionara se producen complejos y desórdenes psíquicos como le ocurre al protagonista cuando duda, al final de sus días, si en realidad pudo satisfacer esa necesidad.

    Sin duda los sentidos están completamente involucrados en estos fenómenos, "los sentidos, sin perder sus poderes, se convierten en servidores de la imaginación y nos hacen oír lo inaudito y ver lo imperceptible" (Paz, 1993, 09). Las formas disipadas del sueño o del encuentro erótico, sin que los sentidos pierdan sus poderes, a su vez toman otras formas. Es imposible dejar a un lado la sabiduría del autor para tratar este tipo de temas, no se puede negar su indagación sobre la ciencia, las religiones, el conocimiento de la filosofía y otras corrientes. Blanca Inés Gómez afirma que la trama de cada uno de los cuentos nos revela nuevas relecturas de la realidad. Los cuentos de Espinosa son producto no sólo de una concepción moderna del género como heredero del cuento literario o romántico al que dio inicio Edgar Allan Poe, sino del afán de cuestionarlo todo y de proponer una lectura que desacralice y desenmascare la mirada monopolar de la historia contada (Gómez, 2002, 03).

    BIBLIOGRAFÍA

    Castro García, Óscar y Consuelo Posada. Manual de teoría literaria. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 1994.

    Carver, Charles S. Y Michael F. Scheler. Teorías de la personalidad. Naucalpan: Prentice – Hall Hispanoamericana, 1997.

    Espinosa, Germán. Cuentos completos. Bogotá: Ministerio de Cultura – Arango Editores, 1998.

    ______ La noche de la trapa. Bogotá: Editora Continente, 1966.

    ______ Los doce infiernos. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura, 1976.

    ______ Noticias de un convento frente al mar. Bogotá: Editorial Oveja Negra, 1988.

    ______ El naipe negro. 1998.

    Freud, Sigmund. La interpretación de los sueños 1. Madrid: Alianza Editorial, 1977.

    ______ La interpretación de los sueños 2. Madrid: Alianza Editorial, 1974.

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    Perla Ábrego

    Estudios: Licenciado en Educación en Lengua y Literatura Españolas por la Escuela Normal Superior de Coahuila, México. Magistra en Literatura Colombiana por la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

    Artículo presentado en Diciembre, 2002 para el Seminario "El erotismo en el cuento colombiano".