A los últimos sapiens, sapiens, con afecto.
Las necesidades de supervivencia actuales, requieren de la movilización inmediata de recursos políticos globales. La vida biológica, y la vida cultural hay que salvarla; ya no contamos con el tiempo necesario para prevenir su desaparición, solo tenemos tiempo para desarrollar una base somática y una social que nos permita explicar la vida. Gran parte del conocimiento que tenemos, o del cual disponemos; controla y da forma a una cultura primitiva, derretida en el tiempo, no se trata de redoblar los esfuerzos en la formación de nuestras nuevas generaciones, tenemos que incursionar en otros modelos propicios para estos tiempos luminosos y de entendimiento generalizado –la nueva educación tenemos que planearla; desde la más elemental, hasta la más compleja- debemos fortalecer el "yo", y liberarlo de ataduras generacionales, hemos de vigorizar la autonomía e integridad ética de nuestros jóvenes. Aún es posible preservarnos, no al pesimismo, si al compromiso con la vida futura; siendo esta cual fuere, la vida biológica y cultural, es irremplazable e irrepetible.
Nuestros rastros morales, y éticos, también, se pueden rastrear, son producto de la evolución, al igual que las adaptaciones biológicas, psicológicas, sociológicas. Y se explicaría por el hecho de que fueron esos rastros los que permitieron la cooperación entre los individuos, aumentando la probabilidad de supervivencia y de éxito. Sin estos rastros; solo seriamos un recuerdo que nadie recordaría. Cuando pasamos de la animalidad tosca; a la gracilidad del sapiens; se instalaron en la especie estos rastros. Los rastros de hoy han de ser; mantener un orden mundial donde la norma, la disciplina y la no proliferación, sean condiciones; aceptables y validas; solo la cooperación entre los individuos de hoy, garantizara la supervivencia y permanencia de la especie en el futuro.
Nos debe bastar con la evolución, para pensar que; todos los miembros de la especie; somos una sola familia en vías de extinción, y esto; por la disponibilidad absoluta del mundo natural, el uso patético del poder humano sobre la naturaleza, nos enrostra con la inminencia de la extinción de la especie, la desaparición del hombre no es un mito, es una consecuencia, es urgente acceder a un nuevo orden mundial. El nuevo orden no se constituirá en trauma para ningún miembro de la especie; precisamente porque es mundial, la norma nos preservara de la inhumanidad, y de la barbarie, no tenemos más de (25) años para hacer ajustes, superemos la disonancia cognitiva, y dirijámonos sin más; hacia un nuevo orden. Toda la humanidad de hoy, está en la obligación inminente de pensar; en la humanidad que existirá (50) años adelante, y más.
Esta intentona de vincular (moral, ética y supervivencia) se remonta a (Charles Robert Darwin Wedgwood 1809-1882), quien en su libro (El Origen del Hombre), expone que la adopción de conductas que comúnmente consideramos como moralmente buenas, permitían una ventaja un tanto insignificante para el individuo en sí, pero eran de gran utilidad para la supervivencia de la especie, esto hizo que; se fijaran fuertes sentimientos por los demás miembros del colectivo hombre, e incluso; esto ha hecho que hablemos hoy de dolor de especie desde algunos escenarios.
Hemos de pensar que, el Poder, tuvo también, los mismos orígenes, no en vano; el Poder del animal fuerte o "alfa", gobierna y estratifica de manera natural a una especie. Todas las especies indistintamente, necesitan de Poder, y el contenido de ese Poder, viene pautado por la naturaleza misma de la especie. Hemos de llenar de contenido el Poder, que preservara a la especie humana, y demás especies, e igual al planeta.
Las obligaciones morales y éticas, surgieron en referencia a un objetivo común (comer, beber, protegerse, preservarse, etc.) esto me lleva a pensar, en las demás especies que existen en la actualidad, necesariamente estas especies; deben seguir existiendo, es decir, tenemos la obligación de preservarlas para las futuras generaciones, o ¿dejamos que se extingan de forma natural ? esto es a lo que llamamos falacia naturalista, pero no hay tal, la naturaleza, la hemos alterado de tal forma que hoy, es completamente artificial. No tiene nada de natural, dejar que se extingan las demás familias que han evolucionado conjuntamente con nosotros, y que, además, son el apoyo nutricional que permite; que el planeta siga con vida. Lo natural es la razón; la cual, ha de constituirse en la legisladora autónoma de la conducta del sapiens de estos tiempos; luminosos, y aterradores. La desaparición de la especie humana; tiene carácter de realidad, y validez universal, aun así, estamos esperando lo que nadie nos debe.
No angelicemos el futuro; ni las esperanzas, no podemos seguir soñando; nos comprometemos o desaparecemos, el Poder es para usarlo y si se usa bien; cuanto mejor, hagámonos partícipes, protagonistas de nuestra propia evolución, nada será demasiado si es compatible con las exigencias actuales de preservación, y conservación planetaria. Necesitamos de una nueva moral, indispensable está; para el desarrollo de la humanidad futura.
Los imperativos que reconocemos habitualmente, han fundamentado a la humanidad desde siempre, y a veces, parecen pesar mucho sobre los pobres hombres, es por eso que, una nueva ética, debe tener un fundamento eminentemente conservacionista. Siempre hemos encontrado la forma de contravenir las normas, incluso con discursos y actos, de corte terrorista, se boicotea la nueva globalización; a la que estamos obligados a acceder. Deberíamos entonces decir, que, en el imperativo de una nueva ética; subyace la supervivencia y la preservación de la especie, siendo esta la verdadera globalización. El deber ser, y el deber hacer, parecen opcionales, no obstante, han sido adoptados desde siempre. Pensar hoy en nuevas formas de conducta, y de relación con los demás miembros de la especie, parece un tema ambiguo, y de conveniencia.
Los eticistas de hoy, han de estar devanándose los sesos; pensando en más obligaciones, más prohibiciones, más normas, más derechos, más éticas. Para una especie que está desapareciendo, bueno es pensar en el espacio que ocupa dicha especie, tenemos un instinto altamente desarrollado para asegurar la supervivencia de la especie, y esto, nos muestra que, en muchos casos sobra la norma, basta el instinto. La forma más sencilla de enfrentar el dilema moral, es privar de fuerza obligatoria a los imperativos, además, el hombre tiene la autoridad para elevarse por sobre ellos, y juzgarlos a la luz de la razón, y elegir; si conviene o no optar por ellos, es así de simple, por eso, hacemos lo que nos vienen en gana con las normas, ¿necesitamos más normas?, o empezamos a pensar en algo que nos obligue a todos sin excepciones. De manera indefectible, hemos de pensar; en el bien común como finalidad de Poder; sustentado en la norma, y en la tecnología, no obstante, sabemos que la tecnología no ha interesado aun el cerebro humano, cuando esto ocurra; indefectiblemente seremos pos-humanidad, en ese estado, las normas, y la moral, serán, tecnológicas.
La norma, muchas veces se convierte en una apéndice actitudinal, basta con extirparla, y santas pascuas. En todos los tiempos, han existido hombres para los cuales la norma se ha convertido en una molestia, o en una excusa; sin que esto, haya significado el fin del mundo, empero hoy, pasar por alto la norma conservacionista; si nos enfrentara, a la hecatombe global; porque en nombre de la supervivencia, hemos de hallar elegidos e incursionar en otras éticas y en otras conductas.
Ningún organismo puede conservarse hoy; si no existe, el compromiso; de todos los miembros de la especie, debemos lograr el encargo para el bien común mediante el Poder. El Poder es un bien natural, renunciar a él; o desconocerlo, significa, perder la libertad y con ello, el Poder de elección.
La parquedad de hoy, o la consecuencia inmediata, es la necesidad de que exista un Poder; emanado de quien corresponda, empero y por lo mismo, ha de ser legítimo, el Poder para gobernar un mundo al borde del colapso ambiental, es inaplazable, la sociedad ha de ser perfecta, en cuanto el Poder sea perfecto. En el hombre subyace la esencia de Poder, de autonomía e igual de soberanía; son encargos naturales y posee, además, una estructura política natural, sin embargo, hace falta el discurso moderador, la norma; para que estos haberes se concreten y se hagan efectivos; en un ser que por naturaleza, no es individual, es colectivo. El hombre que renuncia a la norma, accede sin mayor periplo a la tiranía de forma natural, y en ese estado; debe aceptar sin opción; el encargo que tiene para él, el Poder.
El Poder se presenta como algo asustador; pero no hay tal, el Poder legítimo, procede del concurso de todos los miembros de la especie, en ese orden, no hay posibilidad de reprimir la libertad individual ni grupal, todos en la misma dirección, todos orientados de manera perceptible. Que no se haga necesario traspasar los límites de la especie; para la supervivencia de los "elegidos", sino que seamos todos, y todas, dignos de preservación. El Poder ha de ser colectivo y hemos de optar de acuerdo a una nueva norma. El Poder preservara al mundo, no tenemos alternativa, o lo hacemos y permanecemos, o nos sentamos a esperar lo que nadie nos debe; hasta desaparecer, es así de simple, y serio el encargo, las futuras generaciones merecen una oportunidad. El contenido del Poder, dependerá exclusivamente de lo que decidamos como especie, y la finalidad última será, la sumisión a la norma, y la consecución del objetivo, asimismo, una vez elegido el contenido del Poder, este; estará por encima de intereses individuales.
La necesidad de hablar hoy de Poder, surge de los imperativos, (supervivencia y permanencia), no podemos continuar sin hacer nada para detener el colapso ambiental, cada nación de la tierra, ha de aportar contenidos para ese Poder, y hacerse a compromisos globales, entendiendo que se respetara su soberanía. Sus aportes serán los adecuados para preservar la especie y demás biota, es un encargo de conveniencia para todos, y cada nación, hará los correctivos necesarios para lograr esa finalidad. Todo dependerá de compromisos y decisiones humanas. El Poder en su forma concreta; dependerá de lo que decidamos como especie globalmente.
Una ética de la especie, necesariamente ha de ser construida por toda la especie o para toda la especie, el contenido de esta ética, debe fundamentar su Poder, y para que este; sea legítimo, debe tener su aval y corresponder a toda la especie. La Psicobioetica que propone el autor de estas líneas, es una ética; para ser llenada de contenido, es presentada como un embrión, delineando en ella algunos constructos, que podrían finalmente ofrecernos modestamente algunas líneas de conducta, y de reflexión. Tratar de fundamentar una ética de la especie, es un tanto aventurado, y monumental; yo, no dispongo de semejante capacidad.
Hemos de estar obligados, incluso por razones de Poder, a modificar la visión que tenemos del mundo, y aún de nosotros mismos, debemos renovar las ideas, debemos controlar el número, y debe ser a una escala planetaria. No estoy haciendo de experto, solo quiero un planeta donde puedan nacer, niños y niñas dentro de cincuenta años, y más. Ellos y ellas, han de ser el prototipo del salto evolutivo, podemos y debemos controlar su estado ingente y su evolución, y ojala, las multitudes; no nos lleven a la desocupación universal, al colapso social y económico, a la hambruna, a la ruina, a la guerra. Las multitudes sacudirán las más sólidas instituciones, se harán ingobernables e impredecibles y, sobre las conductas de las masas asistencialistas, menesterosas, desocupadas, hambrientas, sedientas y anárquicas; se fijara el nuevo orden mundial; y este ha de ser impuesto, y libre de conmiseración, necesitamos de una modesta supervisión global y, más aún; de los mecanismos de aprendizaje social. Aún estamos a tiempo, hagamos algo. La especie sapiens, sapiens, está en peligro de extinción, la razón es simple; se agotó el habitad y el agua.
En cuestiones de ética, o cuestiones de Poder, nadie puede evitar que los hombres se hagan a juicios por sí mismos, el contenido de la nueva ética, será un constructo universal, entendiendo que las cuestiones que tienen que ver con la modificación de las especies; siendo estas modificaciones cuales fueren, corresponde a éticas: (médicas, biológicas y al control social de las nuevas tecnologías). La ética que tiene que ver directamente con la conservación de la especie, y demás biota, corresponde a una ética de orden cultural e ideológico, y además, global. La nueva ética debe estar traducida a un lenguaje universalmente accesible, sencillo que sea mayormente comprensible, ha de llegar al colectivo humano, hemos de controlar el cuerpo y las ideologías para beneficio de las futuras generaciones, cada especie ha de ser una entidad Biopolítica. Todos los miembros de la especie podrán conducir su vida como les plazca, y cada uno de acuerdo a los contenidos que aporte; a la nueva ética, se comprometerá por su país, con la especie. El Poder, lo tiene hoy día aquel que dispone de auto-control y conocimiento, hemos de acceder a un humanismo actual, y sobre la actualidad, y la racionalidad; hemos todos de fijar, nuevas metas; para la supervivencia de la especie. No más ismos, encaminémonos hacia el BIOS ese; es, el verdadero Poder.
Bio-Poder.
Bio-política.
Bio-geopolítica.
Bio-economía.
Bio-tecnología.
Bio-fabricas (transgénicos, combustibles, etc.)
Bio-estadísticas.
Hemos de dejar de lado la moral primitiva, rescatando de ella, todo aquello que aún podemos llamar bueno, y acceder a una moral nueva; que tenga en cuenta los espacios, y las especies; siendo estas del talante que fueren, así mismo, hemos de rechazar la moral oportunista que solo busca angelizar, y favorecer intereses mezquinos e ingentes. No debemos desconocer las nuevas normas, ni hacer de profetas morales, lo único que garantizara la supervivencia humana será la norma y el control ingente de la especie, así llegaremos a una sociedad global, basada en la formación, la información, la obediencia, la norma y al control social de la población, y su conducta; para que sean estos tópicos; los que determinen el éxito de la especie, donde cada individuo, realice o logre sus propios fines con base en sus compromisos, sus logros, sus conocimientos, sus aportes, sus diferencias y merecimientos. No se trata de privilegiar; ni desconocer a nadie, cada uno ha de recibir lo que le corresponde de acuerdo a sus aportes, el que más de, que más reciba, hay gente mejor que yo, y mejor que tú, nacieron en el lugar donde todo funciona; luego existen diferencias naturales y sociales precisas, no tuvimos la misma cuna; ni las mismas oportunidades, tampoco estuvimos rodeados de la misma naturaleza psicosocial, ni la misma geografía, ni la misma nacionalidad; hemos de tener claro esos tópicos (en lo único que somos iguales, es que somos hijos todos de la tierra, y estamos desapareciendo) -la naturaleza, también, nos estratifica- No debemos creer en nada que no hayamos comprendido o comprobado, esa es la máxima, pero hoy, no tenemos tiempo para ensayos, y errores, lo hacemos o lo hacemos, es ya, y punto.
Lo hacemos o nos enfrentamos; a las revoluciones por hambre, sequia, desocupación, número y un espacio donde habitar, estas revoluciones serán las más violentas y abyectas de cuantas hayan existido. El número cada vez mayor de sapiens, será el fermento de las más sangrientas luchas, el mundo se horrorizara cuando la especie se quede sin espacio, sin agua, sin ocupación, y acosada la especie por la hecatombe ambiental e ingente, se divida en hombres, y humanos, los humanos; eliminaran a los hombres como a una plaga, será la más terrible selección, será el origen del humano, y esta será la más apreciable de todas las cualidades. Mientras la estructura ideológica y moral que heredamos de los griegos y de los romanos; no sufra cambios, seguiremos indefectiblemente rumbo al colapso de la especie; sapiens, sapiens. La nueva moral; no será dada por elección y selección cultural, se dará por; elección, selección y convenio global, a los hombres los seleccionara la norma y la tecnología, la norma y la tecnología; seleccionaran a los más aptos, el número será la más nefasta; tara, económica, social y política que haya existido jamás.
Ciertamente hablamos con ahínco de libertad, y de dignidad, (como tributo a la razón), no obstante, la razón no puede ser libre; necesita de la norma, sin norma la razón se hace silvestre, y la dignidad carece de sentido, además, son reliquias místicas, y están fuera de época, y de contexto.
La libertad es una condición fundamental; que ostentan todas las especies, y a las especies se les suma el apelativo de dignidad; que es igual a decir, respeto por su existencia, su conducta natural, y su historial de moldeamiento, el hombre es; producto de la genética y del moldeamiento cultural; luego ostenta una condición fundamental que es el estar vivo. Todo aquel organismo que no respete una norma evolutiva (social o genética), ha perdido su dignidad como especie, así mismo, su libertad y su afinidad con ella se evaporan y se pierden para siempre. Hoy lo verdaderamente valioso es la supervivencia de la especie, la norma es dignidad, y es libertad.
El planeta, no tiene la capacidad para mantener viva la población que nacerá dentro de veinte años, ¿hay esperanzas para la preservación de nuestra especie, o seremos; una más de las especies que prosperaron y desaparecieron del planeta? si eso ocurriere, no habremos sido más que biomasa. Mientras las posiciones presentes predominantes en el mundo, continúen gobernando, y manipulando la opinión pública, y las políticas gubernamentales sigan haciéndonos creer que la esperanza de preservación; está en manos de ángeles, y demonios, a quienes no solo les debemos nuestro éxito y prosperidad, sino también, les debemos la milagrosa capacidad de mantener la población mundial; aunque siga aumentando sin control; entonces, si fuere así, estamos en los albores de la desaparición.
Si la política global en este nuevo siglo, no se atreve a ver, aunque sea de forma miope; que no tenemos esperanzas más allá de veinte años; nos colapsaremos todos, y estaremos todos al mismo nivel, al nivel de la indigencia. Las nuevas generaciones deben entender de forma racional, que el crecimiento ingente de la especie; no puede continuar, esta será la única esperanza de la especie para el futuro. No podemos solamente basarnos en peritos experimentados, ni en profetas morales muy bien intencionados; sino más bien, hemos de formar a nuestras jóvenes generaciones para que sean; ellos, y ellas, quienes tomen la decisión de no seguir creciendo en número, esa es la esperanza para el futuro, sé que implica sacrificios, y además, los nuevos políticos; deben estar formados en política, que no sea una ocupación oportunista; sino académica, deben saber que la política, es el discurso antropológico por antonomasia, y debe ser; la más honorable de todas las ocupaciones, y la razón es sencilla; han de hablar de: (ecología, economía, nueva-ideología, tecnología, población y cifras, auto-regulación, medicina, soberanía, derechos, agua, comida, ocupación, asistencialismos, conmiseración, selección, combustibles, deberes, espacios, especies, ciencia, Poder, bio-derechos, geo-política, geo-biología, guerra, y paz, etc.)
Un acuerdo global no puede obtenerse; más que sobre lo que sea justo, mientras que las ideas sobre lo que sea bueno, o sobre lo que no sea, difieren según las culturas, las formas de vida, las personas, las biografías, los proyectos de vida y las diferencias. En este periplo he de pensar que la calidad de vida de las gentes, cambiara ostensiblemente, y es debido en parte a que; los ciudadanos comprometidos serán premiados por el Poder, si el compromiso es general; el beneficio será de la misma magnitud. Para sobrevivir necesitamos de una regulación a escala planetaria, es así como lo propone la Psicobioetica, no se trata de cuestiones de justicia, susceptibles de ser definidas sobre la base de los derechos humanos, sino más bien, a cuestiones que tienen que ver con la especie, y estas; hacen referencia a cuestiones meramente de conveniencia y conservación. La Psicobioetica, no acepta otra visión de hombre más que como miembro de la especie sapiens, sapiens y adquiere una significación directamente (geo-política). Es así como pienso modestamente; que podemos llegar, a una ética de la especie. El nuevo lenguaje al que invita la Psicobioetica, nos enfrenta a la necesidad de incursionar en nuevas ideas –una ideología global de autorregulación- la cuestión es, favorecer la vida, conservar la vida, conservar la especie sapiens, sapiens, apartándonos de juicios falsos, metafísicos abominables e inoportunos. No podemos renunciar a la vida; amparados en morales primitivas, y oportunistas, hemos de enfrentar los sentimientos habituales, y acceder sin más juicios a un estado, que, favorezca la vida; mediante la razón, el compromiso individual, la auto-regulación, la norma y el Poder político; al servicio de la vida y la cultura humana.
Para darle carta de ciudadanía a una ética de la especie, ha de tener, el concurso de todos los miembros de la especie, un solo hombre, no puede hacer tal cosa. (HERM)
Entre más seamos; menos posibilidades de ser, tendremos
El conocimiento de sí mismo; es un hecho en el hombre, lo importante de ese conocimiento; es que surjan directrices, ideas, y comportamientos; para su auto regulación.
El hombre de hoy debe aprende lo que significa ser una especie eco-descendiente, viva e inmersa en un mundo viviente; debe reconocer que el cuerpo que tiene, ocupa un espacio y causa un impacto; como el de las demás formas vivientes, luego esas condiciones de existencia, le deben proporcionar el conocimiento suficiente para reconocer que el mundo circundante, tiene unas expectativas de vida, un derecho a la salud y al bienestar, un derecho a la existencia, y un derecho a permanecer sobre la tierra; para las futuras generaciones, siendo estas cuales fueren. Los modos de producción, y explotación del mundo natural, han de ser regulados, y esto; no se debe constituir en novedad alguna para la humanidad, es una obligación de la Biopolítica; garantizar la existencia para todos, y si esto significa sacrificios; hemos de hacerlos. Lo viviente debe ser visto con objetividad, no solamente es importante lo que se puede explotar y rinde beneficios. Todo aquello que se constituya en apoyo nutritivo para la tierra, debe permanecer.
El hombre es un animal sociable por naturaleza, un animal vivo, capaz de una existencia política, el hombre es un animal en la política; en tanto que está vivo, la política es la norma. Hoy, el animal humano; no ha de meterse en política, la política, ha de meterse con él; para controlar sus excesos, y su crecimiento. La política es el Poder que controla al animal humano. El orbe ha conocido tres formas de gobierno, (1) monarquía que degenera en tiranía, (2) aristocracia que degenera en oligarquía, (3) democracia que degenera en demagogia y anarquía, (hemos de acceder a la geo-biología), estas tres formas, no han hecho más que favorecer; el crecimiento ingente de la especie y su consabida voracidad. Hoy necesitamos legislar sobre el agua, los espacios, la biología y la cultura humana; para garantizar la supervivencia del planeta. Este discurso no es una apostasía a la especie, más bien; es, una obligación moral, y legitima; pensar en el humano del futuro, en los hombres y las mujeres que heredaran el mundo.
Fundamentación antropológica de la Psicobioetica:
Ante la pregunta que es la ¿Psicobioetica?, podemos responder que es un obrar en conciencia y en concordancia con las sobre exigencias medio-ambientales que el hoy; obliga, la impunidad frente al ecosistema, nos pondrá muy pronto a todos los sapiens; al mismo nivel, al nivel de la indigencia. Es una norma, la norma en el hombre le da sentido a la existencia, y es el Biopoder; quien aproxima su realización, mediante la actitud, el decoro, el compromiso y la disciplina. Es una norma nacida está en el afán de preservar el ecosistema; para las futuras generaciones; siendo cuales fueren. Surge, además, del afán de entender que no podemos seguir disponiendo del mundo natural como lo hemos hecho, desde siempre. Si el ecosistema muere, morimos todos, hemos de hacer un alto, gústenos o no. Es la norma conservacionista, que finalmente nos permitirá; seguir con nuestras alegres o tristes historias de vida. Preservar el ecosistema, implica pensar, también, en el impacto que produce una especie sin control de crecimiento.
También, podría ser una "forma" de utilitarismo debido en parte a que, podemos utilizarla para lograr los medios que nos aproximen, a un propósito conservacionista; el cual, finalmente, beneficiara; la vida existente.
Igualmente la Psicobioetica, es un conjunto de normas que debe imponer el Biopoder, para controlar la sobre explotación del mundo natural, y el crecimiento de la especie dominante; sin control alguno. Es laica, no se suscribe más que a la concordancia, a la coherencia, y a la permanencia del hombre, y las demás especies sobre el planeta. Es humanista, como el autor de estas líneas que por el medio ambiente; al que ha sido expuesto, se preocupa por el futuro de la humanidad presente, y más aún; por la humanidad, que aún no nace.
El hombre por naturaleza tiene instintos buenos, nobles, altruistas, al aprovechar dichos instintos, puede alcanzar el hombre su desarrollo libre, y asimismo, se hace responsable de su crecimiento. Todo hombre tiene su ética, y esta condición; lo obliga a preguntarse, ¿qué debo hacer para contribuir en la conservación?, ¿qué puede beneficiar al planeta en estos momentos de catástrofe medio-ambiental y sobre población?, ¿cómo me conduzco en estos tiempos?, ¿qué normas he de observar; para seguir siendo parte del ecosistema?, ¿qué dejaremos en heredad a las futuras generaciones?, ¿tiene el mundo capacidad infinita para una sola especie?, estas repuestas están precisamente en la Psicobioetica, como una ética de la especie.
Los términos Biopoder and Biopolítica, son vistos por la Psicobioetica, desde una óptica contemporánea, luminosa; (como ha de ser en estos tiempos, no estamos en el siglo XVII). Sé que para muchas personas estos términos; están o son, asociados a intereses oscuros, desde luego que no son vistos por la Psicobioetica, desde este talante, más bien, son vistos como mecanismos de desarrollo objetivos, auto-regulados, no impositivos. Hemos de legislar sobre la vida biológica, y determinar una nueva ideología global, así garantizamos la preservación de las especies.
Biopoder es gestión y disciplina, Biopolítica es control y regulación, lo que es igual a decir desde la Psicobioetica, el Poder médico-científico al servicio de todos los seres humanos, es el urbanismo, es la tecnificación de las zonas agrícolas, es el Poder garantizar la empleomanía, es el control de las epidemias, es el control sobre los espacios para la vida verde, es el control y permanencia de las demás especies, es el control y promoción de la higiene mental para enfrentar las eco-paranoias, las eco-cidemias, y los trastornos psicosociales debido al número; y a la contaminación ambiental, además, es evitar que el número cada vez mayor de seres humanos; nos haga proclives a las agresiones, y a las guerras, a los nacionalismos, a las sociopatias, a las psicopatías, (un cerebro sin agua, sin control, sin espacio, sin ocupación; se hace toxico, y hemos de aumentarle la fe, mediante la tecnología y la nueva ideología), es el control de los animales; promocionando su salud y evitando su sufrimiento, es la producción cárnica, es la producción láctea, es la producción agrícola, es la preocupación por el agua, es el control sobre los espacios como son: (reservas forestales, selvas, ríos, nevados, océanos, lagos, bosques, acuíferos fósiles, etc.), es el control sobre los alimentos; garantizando la despensa para todos, es el Poder instruir a la humanidad sobre su aumento, es enseñar que no podemos seguir reproduciéndonos sin control, ni planificación; debido al impacto que causamos al planeta, es la búsqueda decidida de nuevos combustibles, es buscar que todo lo que construyamos, vuelva a la industria, y como para normalizar, necesitamos de las estadísticas como ciencias del estado, la Biopolítica dispondrá de ellas, para (Poder saber, Poder ser, Poder hacer, Poder hacer saber, Poder querer el ser; que se es, querer el Poder, exigir el Poder, amar el Poder, respetar el Poder y la nueva norma, etc.)
No se trata de castigar, condenar, manipular, obligar; sino más bien, de educar, y orientar las conductas. No es la represión de los instintos, de los deseos, de los sueños, no es privar a nadie de la necesidad que tiene de justificar su existencia, es promocionar la seguridad, y la tranquilidad, que haya disciplina, control y seguridad, en las instancias del estado; para beneficio de las colectividades. En estos momentos necesitamos que la política, sea; la más honorable de todas la ocupaciones.
Lo fundamental es que hayan, condiciones de vida dignas, promocionando en todo momento el desarrollo armónico de todas las especies, contados los humanos como una más de las biomasas de la tierra, las cuales se constituyen en una entidad Biopolítica que precisa de control, esto desde luego; desde la óptica de la razón y la norma. En estos momentos de crisis medio-ambiental, hemos de hacer uso de todos los conocimientos que puedan evitar, el naufragio de la humanidad, buscando en todo momento, que el Poder de la vida, se oponga al Poder sobre la vida; empero, siendo la nueva ideología, la nueva tecnología, la norma, la auto-regulación y el compromiso; un imperativo global.
Los conceptos de, Biopoder and Biopolítica, los podemos ubicar (sin ser exactos) en el siglo (XVII) y (XVIII), esto de acuerdo con la obra de (Foucault), el Biopoder se presentaba entonces, como una máquina de vigilancia, y de disciplina, formando lo que (Foucault), denominaba "anatomo-politica", y era visto como una herramienta para prohibir, para proscribir, para decir no, en definitiva era un Poder para dar muerte. Pero a mediados del siglo (XVIII), el cuerpo se empieza a considerar como el soporte de la vida, (cuerpo de especie) y el Poder, se empieza a ver más como un instrumento de vigilancia que de castigo. El Biopoder se concibe más bien como un instrumento para gestionar y administrar la vida. La Biopolítica viene después de la "anatomo-politica", porque el Poder funciona de dos maneras: (1) gestión y disciplina (2) control y regulación. El concepto (gestión-disciplina/control-regulación), corresponde a los entendidos en esta materia.
Los pronósticos alentadores en estos momentos de crisis, son impopulares y abiertamente inmorales; debido en parte a que, solo favorecen los modos de vida que hemos concebido; durante los últimos (200) años.
Nos encaminamos al desastre de toda la humanidad, basta de discursos pretendidamente intelectuales; debemos actuar, lo que está en juego, no es otra cosa que la desaparición del hombre; con su consabida ética, y sus discursos llenadores, que lejos están estos; de aproximarnos a una toma de decisiones puntuales; frente al deterioro medioambiental. Estamos en la obligación de enfilar las ciencias hacia una nueva forma de vida; más acorde con los tiempos actuales de crisis. Todos como actores sociales; estamos en la obligación de empezar a definir nuevos estilos de vida.
No hemos de esperar un desastre universal, para hacernos conscientes de que el consumo irresponsable, consume nuestro futuro, y el futuro del planeta.
No existe una sola razón válida, para pensar que las éticas; no vallan más allá de la especie humana, es fundamental que, una ética de la especie, cobije las demás formas existentes; siendo estas bióticas o abióticas. Lo ético, debe extenderse más allá del hombre. El mundo natural, su realización, su existencia y conservación, se constituye en una responsabilidad humana, el hombre no es; sin las demás especies.
La ética en estos tiempos, debe trascender a la humanidad:
Los ecólogos formulan sus conjeturas científicas bajo la influencia de valores éticos, y a su vez, los pensadores ambientalistas valoran la naturaleza en base a teorías científicas. La teoría evolutiva de (Charles Darwin), modela claros ejemplos de estos complejos vínculos, enseñando; cómo estas relaciones recíprocas, no constituyen un sistema cerrado, sino que son variadas, y están abiertas a las influencias de dos mundos más amplios, como son: (el mundo socio-cultural, y el mundo natural)
La pregunta que me asalta en estos momentos es; si debo, declararme existencialista o moderadamente ecologista; para formular la pregunta, ¿a quién le corresponde hablar de la conservación del mundo natural?, ¿debemos acceder a una eugenesia de conservación para preservar la vida existente o nos sentamos; a esperar, salvadores? Como humanista; me niego a quedarme sin hacer algo, o al menos, decirlo, es urgente que decidamos; que hacer , en fin , no podemos dejarlo todo a la voluntad de los hombres. La inmensa mayoría de personas no está pensando; más que en el próximo fin de semana, pensemos en cien años adelante; o más, debemos globalizar la ideología de supervivencia, una nueva ideología que supere la disonancia cognitiva, y nos permita descubrir que el fin; también, es cosa mía, y tuya, de todos los sapiens, sapiens.
Por una parte, la noción de (Charles Darwin) de un origen evolutivo para todas las especies biológicas; ha promovido un interés ético por todas las formas de vida existentes, sin embargo hoy, hemos de añadir que; existe un afán inaplazable para hablar de los espacios que ocupan todas las formas de vida existentes, ¿hemos de reducir los espacios para acomodar en ellos una sola especie?, o por el contrario, ¿hemos de planificar el crecimiento y desarrollo, de la especie dominante? La súper población llevara indefectiblemente agresiones territoriales, la lucha por los espacios será ardua, será sangrienta, los conflictos afectivos y los conflictos psicosociales, serán el tema del diario vivir, otra cosa será, el agua, la comida, la ocupación, la habitación, etc., además, se podrán exaltar los nacionalismos –primero mi país-
Existe quizás una ética que promueva, no la lucha por la supervivencia; sino más bien, una lucha por la convivencia armónica entre los espacios, las especies y el mundo natural; teniendo el agua como una entidad Biopolítica. Hemos de seguir en las discusiones esquizofrénicas sobre el libre desarrollo del hombre, o nos detenemos un momento a pensar, en el libre desarrollo de todas las especies y sus espacios naturales; esto, sin apartarnos de que todas, y cada una de las especies, constituyen el apoyo nutricional y cultural que ha permitido nuestro desarrollo y ostentación. La conducta moral de estos tiempos ha de ser abierta, no solamente el devenir del ser; es importante, también, lo es; el devenir de aquel, que descansa en naturaleza.
Por otra parte, las metáforas de la lucha por la supervivencia, y la selección natural, han inspirado una ética contrastante, al proyectar sobre la naturaleza el modelo (hobbesiano) de un estado liberal abierto al consumo, y el modelo (maltusiano) de la economía y la práctica productiva de la selección artificial, reafirmando así, el individualismo y la búsqueda del lucro y la ostentación para la dominación, y el control del mundo por medio del consumo, (el que más consuma, es), constituyéndose este talante; en nuestra actual crisis medio-ambiental, eco-nómica y eco-social.
Estas metáforas fueron incluidas en las definiciones originales de ecología, y de ética de (Haeckel y Leopold)
Hemos de actualizarnos y hacer ajustes, o por lo menos hacer una nueva lectura de las formas y modos de producción y consumo, el consumo irresponsable consume nuestro futuro, y el futuro del planeta, hoy consumimos más de lo que el planeta puede dar. Hemos de mirar todo, desde una óptica contemporánea, más ajustada a los hechos y a las necesidades que el hoy obliga.
Para lograr una evolución radical, precisamos de una visión diferente de la naturaleza; que podría darse esta, en el enriquecimiento del vínculo ambiental del hombre con su mundo natural, y el reconocimiento del impacto que este pudiere causar, y así, podríamos acceder a un mundo dialectico y dinámico que favoreciera este, la intercomunicación; hombre-naturaleza.
No podemos seguir arrasando, depredando, hemos de hacer un alto; aún estamos a tiempo. Que planeta entregaremos en heredad a las futuras generaciones, bióticas y abióticas, que otra cosa podría justificar la existencia del hombre actual; sino la conservación del mundo natural, que cuentas entregamos si fuere preciso, para donde nos vamos; cuando ya no hayan espacios, ni aire limpio, ni agua potable, ni labranza, pensemos solo un poco en esto.
A cada hombre, y a cada mujer, le corresponde un deber y un compromiso inaplazable con el mundo natural, y si viniere alguien y dijere, no me comprometo, cabría la posibilidad de preguntarnos; si corresponde esta posición a un miembro de la especie.
Este ensayo sencillo, invita a reconocer la necesidad de una nueva ética, que conjugue esta; el mundo de los valores y el mundo de la ética con la dinámica ambiental; de la cual se hace imperativo hablar hoy, la sociedad moderna, no puede, no debe alejarse de la necesidad de desarrollar una nueva cultura ambiental que permita a todos los miembros de la especie participar en su desarrollo y aplicabilidad; para de alguna forma, proteger las demás especies siendo estas del talante que fueren, bástenos su existencia, y que sea su sola presencia el motivo de su permanencia. La ética, debe ir más allá de los delirios del hombre, y acercarse de forma genuina al mundo natural, y a todas sus especies y existencias. Es importante promocionar la vida del planeta, (hacer vivir), cualquier regulación, o control, se justifica, son instrumentos necesarios para desarrollar la vida, y reconocer un espacio digno para cada una de las especies existentes.
Seguir hoy debatiendo sobre hechos, valores, y derechos, (es, deber y ser) solo nos aleja de las complejas responsabilidades que hemos de asumir, el mundo (ni es; ni debe ser) solo existe, además, es una compleja relación natural de la cual se desprenden todas las familias existentes, y por existir. Lo que hace notable la existencia; (es, deber y ser), es la competencia natural, la competencia económica, y la competencia social. La naturaleza no puede seguir siendo moldeada a la imagen del hombre, ya se nos perece bastante. El hombre debe hacerse responsable de su transformación, y elegir un modelo de vida acorde con los tiempos actuales de conservación. No estamos pensando en el hombre del futuro; como debería ser. El hombre por naturaleza no es mercantil, es sociológico, biológico y psicológico, e igual, responsable de la vida existente, y por existir.
El hombre no es el rey supremo, solo es una más de las biomasas de la tierra, es la biomasa que ha de dar explicación de los excesos. La explicación que ha de dar el hombre, ha de nacer del genuino interés por el mundo natural, el hombre es materia orgánica, perfectamente compatible con la tierra.
Seguimos valorando lo económico; más que lo natural, aun así; esto no es tarea solo de los productores; sino más bien, de los consumidores, el consumo irresponsable consume nuestro futuro. El impacto humano sobre la naturaleza no debe ser desastroso, (todo hombre es consumidor y productor de algo), de otra forma no podría derivar su sustento en el mundo materialista y económico de hoy, otra cosa muy diferente es, la dominación por medio del consumo irresponsable, y la ostentación de bienes y servicios que no sirven para nada; pero que, atentan estos contra lo natural. El tener sigue siendo bueno, sin embargo, el tener hoy; no debe ser potencialmente nocivo para el mundo natural; ni debe anular el concepto de hombre, todo hombre tiene el Poder para decidir.
Estas ideas no se constituyen en supuesto científico; lejos están, por eso; no inculcan éticas variadas, ni invitan al determinismo ni al dogmatismo; sino a la apertura, y quien pueda hacer, que haga, todos podemos. Todo lo que sea potencialmente bueno para el mundo natural es, bienvenido. No sigamos sentados esperando lo que nadie nos debe, empecemos a sumar voluntades para un futuro mejor. Yo no sé; si estos relatos, resulten estériles, pero quiero Poder, hacer saber; que, tengo una profunda preocupación por Poder, saber; que pasara mañana cuando se agoten los espacios, los recursos indispensables, la ocupación, y cuando tengamos por fuerza que acomodarnos (cien), donde hoy nos acomodamos (diez), no sé, si como especie; alcancemos la mayoría de edad y haya, además, comida, espacio, agua, petróleo, ocupación y planeta para todos.
Fundamentación epistemológica de la Psicobioetica
Con respecto a la epistemología, estos razonamientos manifiestan; él como la teoría de la conservación y la permanecía del hombre; de la que estamos obligados a hablar hoy, conlleva valores de los cuales la sociedad global actual dispone, no hemos de inventar nada, basta el sentido común, y es el sentido común; quien evitara que el mundo natural nos ponga al nivel de la indigencia. El juicio moral objetivo esta cimentado en las pruebas, ¿necesitamos más pruebas?, ¿no, estamos desapareciendo? No es la hora de asignar culpas, ni de hacer señalamientos, es la hora, de hacernos a nuevas responsabilidades como especie; con el mundo natural. La sociedad humana es una comunidad natural de la tierra y está perfectamente integrada a ella. Cuando el hombre descubrió el razonamiento, se autodenomino súper animal, y siendo el hombre el único animal que participa de la razón; debe entrar en comunión con el mundo natural, ha de hacerse responsable de la vida planetaria. El hombre, también, es humus, y en el prevalece; la salvación de todo el eco-sistema.
Hemos de hacer acopio; de todo el conocimiento político de que disponemos; para preservar el planeta, hemos de hablar, hemos de razonar y tomar decisiones; antes de que naufrague toda la humanidad.
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