La problemática de la inmigración en los artistas plásticos centroamericanos
Enviado por Eugenia Sol
LA PROBLEMÁTICA DE LA INMIGRACIÓN EN LOS ARTISTAS PLÁSTICOS CENTROAMERICANOS RESIDENTES EN ESPAÑA
1-Introducción aclaratoria:
Este breve estudio intenta desgranar diversas cuestiones sobre el tema de la inmigración en relación con los artistas plásticos centroamericanos, que en la actualidad residen en territorio español. El actual texto se presenta como un avance o introducción de lo que en el futuro podrá ser una investigación más amplia, que cuente con mayores fuentes de información, es decir, donde puedan participar muchos más artistas plásticos de los que han tomado parte en este trabajo. Para esta comunicación, hemos contado con la colaboración de los siguientes artistas: Judith Fernández (Nicaragua), Tony Mena y Mario Antonio Tobías (El Salvador), Juan Pablo Ballester (Cuba), Alexandro Apóstol y Emilia Azcarete (Venezuela). Debido a la imposibilidad de contactar con un mayor número de artistas propiamente centroamericanos, hemos abogado por incluir dentro de este estudio a artistas del Caribe y de países periféricos a Centroamérica, como es el caso de Venezuela.
Igualmente, el estudio se presenta como una primera toma de contacto dentro de una realidad que cada vez está acaparando más interés en los círculos culturales y artísticos españoles, de hecho, las conexiones del arte español con el iberoamericano resultan muy visibles e incluso existen proyectos futuros que pretenden asentar y solidificar estas redes, lo que permitirá observar con más detenimiento la realidad artística iberoamericana, que subsiste en España.
Para la realización de este estudio, hemos contado con artistas que mantienen una residencia estable en España y que, en algunos casos, están en contacto con diversas instituciones públicas y privadas. Por otra parte, no debemos olvidar que también existe un importante sector de artistas plásticos que está trabajando en otras áreas sin relación al campo tratado en cuestión y que están residiendo en este país. Evidentemente, el alcance del estudio debe ir mucho más allá en los próximos años, para ello será indispensable contar no sólo con los ya "censados" por organismos culturales, sino también con todos aquellos que no lo pueden estar por razones legales y burocráticas.
El principal contacto con los artistas centroamericanos ha sido a través de instituciones como Casa América y el Institut Catalá de Cooperació Iberoamericano. Igualmente, nos hemos puesto en contacto con las diversas embajadas de Centroamérica[1]obteniendo un resultado muy poco satisfactorio, ya que en la mayoría de los casos no hubo ni siquiera una contestación oficial y en otros se desconocía la existencia de artistas de su nacionalidad, que pudieran estar viviendo en España. La información obtenida ha sido puntual y el nivel de colaboración como la información presentada por parte de la mayoría de las embajadas ha sido totalmente insuficiente. La información más valiosa ha procedido de instituciones culturales españolas y especialmente a través de los propios artistas, que aportaban los contactos de otros creadores.
El estudio ha sido realizado única y expresamente por una persona, lo que evidentemente ha generado una dificultad notable a la hora de realizar el trabajo de campo. En el interés de continuar con este proyecto, está el próximo objetivo de crear un grupo de trabajo donde tomen parte diferentes investigadores y, de esta manera, cubrir todo el territorio nacional, asumiendo un exhaustivo y detallado conocimiento exhaustivo de la existencia y la realidad socio-cultural de las diferentes comunidades de artistas centroamericanos en España.
2-Breves datos estadísticos:
De acuerdo al último estudio realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y social (FUNCAS), se han podido conocer las últimas estadísticas sobre el fenómeno de la inmigración en España. El estudio ha sido publicado en el número 98 de la revista "Papeles de Economía Española", que habitualmente edita esta Fundación, tomando parte una quincena de profesores universitarios y otros profesionales sobre la inmigración.
El aumento de la inmigración en España resulta en la actualidad un fenómeno imparable, de hecho, si se mantiene la tendencia actual en el 2010 la población extranjera se habrá triplicado y en el 2015 será más de cinco veces superior a la actual, rondando los 12 millones de personas. Los datos han sido calculados sobre una proyección de la población total hecha por el INE.
En estos momentos, los residentes de origen extranjero (en situación regular e irregular) son 5,4% de la población (2.254.807 personas). De hecho, son el cuadruple de inmigrantes que en 1981. Este fenómeno se ha disparado desde los años 90. Evidentemente, parece que esta es la tendencia principal, aunque puede que haya diversos cambios mundiales, que desaceleren esta tendencia poblacional.
El informe asume pautas ciertamente pesimistas en algunos apartados, ya que el aumento de la población inmigrante supondrá la multiplicación de problemas laborales entre inmigrantes y nativos, generándose una mayor exclusión social. Igualmente, parece repercutir en una mayor demanda de servicios sociales, siendo conflictivo este tema para el ámbito correspondiente. Quizás esta visión se observe mejor en los resultados obtenidos a partir de las últimas encuestas realizadas en la población española, ya que el 54% de los españoles encuestados considera excesivo el número de inmigrantes existentes en la actualidad a diferencia del 18% que así lo opinaba en 1996. De igual manera, aumenta el índice de comparación entre inmigración y aumento de inseguridad ciudadana (58% de los encuestados).
En cualquier caso, el estudio deja bien claro que el número de inmigrantes en España no afecta al empleo de los nativos, ya que en general desempeñan trabajos marginales. La tasa de actividad de los extranjeros respecto a la población activa es un 16,5% superior a la de los españoles y el peso de la mujer en el empleo es superior entre extranjeras (44,6%) que españolas (37,4%).
Otro dato que resulta de interés es el envío monetario durante el último año, por parte de los inmigrantes a sus familias en sus países de origen. Estamos hablando de una cifra de 2.300 millones de euros, 2.5 veces más que hace cuatro años, siendo una media de 3.864 euros al año por inmigrante.
Los análisis realizados en este estudio de FUNCAS revela con claridad que la inmigración beneficia la riqueza del país que acoge, siendo los principales beneficiarios el sector empresarial gracias a la existencia de una mano de obra barata. El estudio deja algunos puntos sin tratar, caso de si el inmigrante percibe más del sistema de bienestar de lo que aporta.
El papel más humano del estudio ha sido realizado a base de encuestas, que reflejan los numerosos problemas que afectan al inmigrante (los "sin papeles"), llegando a conclusiones, tales como la facilidad con la que este puede caer en la pobreza extrema al enviar la mayor parte de lo que gana a su país de origen, además de la propia inestabilidad del empleo en la que habitualmente se encuentra y los diversos engaños a los que están sometidos.
Las Comunidades Autónomas más receptivas a la inmigración, situándose los principales centros de inmigrantes son Madrid, Cataluña (acogiendo ambas al 47% de la población inmigrante), Andalucía, Valencia, Baleares y Canarias.
3-Problemas legales con los que se encuentra el artista centroamericano residente en España:
En la actualidad, la mayoría de latinoamericanos, a excepción de cubanos y ecuatorianos, tienen entrada libre por tres meses en España, prorrogable a tres meses más. Lo que también en cierta manera permite que surjan opciones de residencia una vez que se establecen aquí. Finalmente, la residencia puede ser conseguida si se consigue un contrato laboral con una empresa y es aquí donde suele residir el problema, ya que son muy pocos los que lo logran, trabajando la mayoría de estos sin los correspondientes contratos. El hecho de no poder regularizar la situación en el país genera la imposibilidad de pagarse los gastos de autónomos y de poder trabajar por cuenta ajena. La imposibilidad de conseguir estos permisos es uno de los principales problemas que tiene que afrontar la comunidad de residentes e inmigrantes en España, al igual que en el resto de países pertenecientes a la Unión Europea.
Los trámites se hacen tediosos, las facilidades que se presentan para su realización, así como la información que se oferta resultan inexistentes y, en muchas ocasiones, más bien se procura dificultar el camino. Se observa la continua obstaculización de este proceso legal, lo que genera en muchas ocasiones estados de desamparo, desilusión y una incertidumbre vital ante tal situación, manteniéndose esta realidad durante muchos años.
Este proceso inmóvil y reticente impide que los artistas residentes puedan darse de alta en la Seguridad Social como "profesionales autónomos", lo que promueve un abandono legal y social, imposibilitando la materialización de proyectos de mayor envergadura económica y la posibilidad de declarar la actividad económica realizada, generándose pautas de subterfugio económico, en lo que ha venido a denominarse "actividades no declarantes", dentro de un mecanismo económico e industrial español sumergido que sigue desarrollándose de manera paulatina.
Son muchos los artistas que desearían registrar su hogar o un local como taller, al igual que les resultaría de interés la posibilidad de poder alquilar o disponer de un espacio, que pudiera ser dedicado como galería de arte, pero resulta imposible el alquiler o la compra de un local sin estos papeles, ya que se exige una serie de tasas e impuestos, que habitualmente son demandados por el ayuntamiento correspondiente y para ello se debe pasar por todo el proceso anterior, lo que evidentemente genera una situación de inmovilidad y absentismo de iniciativas.
El objetivo de los artistas residentes centroamericanos en España pasa por regular y superar una serie de pasos. Se trata de una cadena legal, donde es necesario superar cada eslabón jurídico, en el momento en que uno de estos profesionales resulta obstaculizado para continuar con este proceso, todos sus proyectos resultan claramente invalidados, caso de la creación de un taller, una galería o la posibilidad de declararse "autónomo".
En la actualidad, se calcula que el número de inmigrantes sin papeles puede superar ya el millón de individuos, manteniéndose en una economía sumergida, que evidentemente permite su explotación salarial y laboral y el enriquecimiento ilícito de numerosos empresarios, que aunque en muchas ocasiones son fuertemente multados, también supone para estos fuertes ingresos económicos gracias al uso de esta mano barata de obra. Estos trabajadores están indefensos a la hora de exigir sus derechos, ya que carecen de contratos, lo que evidentemente también ha generado problemas sociales y económicos para los creadores plásticos. En este sentido, el problema de todos estos artistas es el mismo que el del resto de trabajadores inmigrantes y sin papeles
La solución a estos problemas pasa por la regularización de todos los trabajadores, lo que evidentemente cambiaría la situación de muchos de estos creadores plásticos. Recordemos que en Estados Unidos en los últimos años se ha conseguido regularizar a más de 9 millones de hispanos y sobre todo sin estigmatizar la inmigración.
Varios de los encuestados plantean la necesidad de crear una visa especial, tal y como existe en Estados Unidos. Esta visa especial se ofertaría a personas que realizan una actividad distinguida caso de artistas, escritores, cineastas o deportistas. En la actualidad, lo único que se encuentra en España es una especie de permiso temporal, donde se agrupa en el mismo sector tanto a artistas plásticos, de espectáculos o toreros, lo que resulta en cierta manera claramente insuficiente para dar salida a este problema.
4-Obstáculos a la hora de obtener ayudas y becas institucionales:
El tema de las ayudas y becas artísticas es uno de los principales caminos para muchos artistas, ya que realizan su aprendizaje y maduración artística a través de la consecución de estas ayudas. Los artistas prácticamente en España han empezado a disfrutar de estas becas desde finales del siglo XIX, siendo hoy en día una de las principales fuentes de financiación y sostenimiento de la actividad artística.
La mayoría de los encuestados afirman que en España existe un gran número de becas y ayudas privadas e institucionales, pero siempre son enfocadas a los propios residentes, así que sin papeles resulta inviable acceder a este tipo de ayudas. El espacio que queda de becas para los artistas centroamericanos es muy escaso. La mayoría de estas becas y ayudas instituciones bien privadas o públicas son para residentes españoles; otra gran parte acepta a cualquier ciudadano de la Comunidad Económica Europea, pero el número de estas comienza a disminuir considerablemente cuando se acepta como base de la beca la posibilidad de que puedan participar todos aquellos extranjeros no comunitarios con permisos de residencia y trabajo.
Por otra parte, debemos afirmar que se ofertan interesantes becas para venir a estudiar a España o bien para la realización de diversos proyectos artísticos a artistas centroamericanos que residen en su propio país de origen (este aspecto suele resultar un requisito esencial), caso de las que se ofertan desde el Ministerio de Exteriores, así como desde el Ministerio de Educación y Cultura y los distintos Centros Culturales de la Agencia Española de Cooperación Internacional. Por otra parte, el SEACEX, relacionado con la Dirección General de Relaciones Culturales y Científicas del Ministerio de Asuntos Exteriores, realiza únicamente exposiciones en el extranjero para artistas españoles.
La ayuda por parte de museos resulta muy escasa. La concesión de ayudas depende del interés del proyecto presentado por el profesional, pero debemos pensar que existe una enorme competencia en el sector artístico. Son muchos los artistas especialmente españoles y algunos europeos que optan y se presentan a este tipo de convocatorias; la demanda es realmente importante y generalmente la oferta jamás llega a cubrir todas las necesidades del sector. De ahí, que la concesión de estas ayudas recaiga habitualmente en ciudadanos españoles, siendo la obtención de estas ayudas por parte de artistas centroamericanos con permisos de residencia y trabajo casi algo anecdótico y puntual dentro del mercado y el sector artístico español.
En el caso cubano, el problema se agrava todavía si cabe más aún. El artista cubano para residir en otro país necesita de un permiso oficial concedido por el propio gobierno cubano, que se renueva con el pago de una serie de derechos consulares al gobierno de Cuba. En el momento en que se deja de realizar estos pagos, el gobierno castrista deja de reconocer a estos artistas como emigrantes, siendo retirado automáticamente el permiso oficial. La pérdida de esta oficialidad y su permiso conlleva el no reconocimiento por parte gubernamental hacia el artista emigrante. El Instituto de Cooperación Iberoamericano español (ICI), dependiente del Ministerio de Exteriores del gobierno español, con el propósito de no adentrarse en una serie de tensiones políticas con Cuba, deniega también todo tipo de becas a los artistas que no dispongan de este permiso oficial. De este modo, ambos gobiernos colocan a estos profesionales cubanos en una situación muy delicada, sin la posibilidad de obtener las becas y ayudas más relevantes.
5-Razones y motivos para residir e instalarse en España:
El motivo de residencia en España para numerosos artistas plásticos centroamericanos, al igual que para la mayor parte de los trabajadores inmigrantes, ha sido la búsqueda de mejores oportunidades sociales y laborales. En definitiva, se busca un espacio nuevo, donde se pueda llevar a cabo una actividad artística, que difícilmente se puede realizar en el país de origen. La estancia en España resulta un atractivo de tipo económico para numerosos artistas centroamericanos, ya que se cree ilusoriamente en la existencia de un mercado boyante, que asume e incorpora todo tipo de obra y de trabajos de artistas, que provienen de otras culturas.
Igualmente, el idioma ha sido una de las llaves de entrada de estos artistas centroamericanos a España. El artista evita un problema añadido como es la necesidad de aprendizaje de otro idioma, aspecto que en cambio han querido correr otros creadores, que desde hace años se han instalado en las grandes metrópolis y mecas del arte actual, como son Nueva York, Los Angeles, Londres, París y Berlín. El artista desde finales del siglo XIX ha gravitado con especial interés en torno a los principales centros artísticos europeos, con el objetivo de desarrollar su trabajo artístico y técnico. También, junto a la facilidad del idioma, la existencia de numerosos lazos culturales, que se han podido mantener en el tiempo. En este sentido, en lo que se refiere a España y Latinoamérica, no podemos hablar de culturas alejadas en el tiempo, ni con bases totalmente diferenciadas.
Un buen número de los artistas centroamericanos residentes en España han aprovechado diversas colaboraciones profesionales y artísticas, con los habituales permisos de estancia temporal, para instalarse en España, tomando posteriormente la decisión de quedarse en suelo español, una vez superado el tiempo de permiso de residencia. En general, se aprovecha este tipo de situaciones para rehacer un proyecto de vida, que permita desarrollar la actividad artística. De igual manera, se ha tomado esta decisión tras la obtención de becas para la realización de estudios en universidades españoles, decidiendo finalmente el artista instalarse en suelo español una vez superado el permiso de residencia por motivos de estudio.
Los motivos para dejar el país de origen son numerosos, girando todos estos en torno a las siguientes cuestiones:
1-El deseo de encontrar un lugar de mayor proyección laboral, artística y profesional;
2-La posibilidad de poder ofertar la obra del artista centroamericano en los numerosos centros expositivos, desde museos hasta el gran número de galerías privadas existente en España. No obstante, se ha dado una equivocada visión sobre un consistente mercado artístico español, donde se compra mucha obra y se observan grandes transacciones artísticas y comerciales. Realmente, se debe afirmar que el mercado laboral en España es fluido y dinámico, con amplias posibilidades de trabajo, pero por contrapartida debemos resaltar que las probabilidades de compra-venta en el mercado artístico español no resultan tan boyantes como se piensa.
Este mercado tan saturado, con tanta oferta de obras artísticas y tan poca demanda genera un fuerte problema, ya que son muchos los artistas que se encuentran con una realidad que no es la que esperaban. No obstante, debemos decir que el mercado de arte español a pesar de ser muy conservador mantiene una mayor movilidad que el existente en la mayoría de los países de donde proceden los artistas centroamericanos.
3-El interés por la formación académica, obteniendo titulaciones avaladas por universidades o instituciones reconocidas españolas, por ejemplo, este es el caso del artista salvadoreño Tony Mena, que realiza la Licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona (de 1998 a 2002). También, encontramos el deseo de realizar proyectos de investigación, lo que ha generado la entrada de muchos artistas.
4-Posibilidades de estar familiarizado con las tendencias artísticas más actuales, gracias a la extensa oferta expositiva que se brinda en los grandes centros artísticos de Madrid, Barcelona y en menor medida Valencia, Mallorca y Sevilla.
El conjunto de todos estos motivos, incidiendo especialmente en las necesidades económicas ha sido el acicate para la residencia de los artistas centroamericanos en España.
6-¿Se plantean estos artistas volver al país de origen?
Respecto a este punto, la mayoría de los artistas plásticos son coincidentes al afirmar con rotundidad la nula intención de volver a sus países de origen, apuntando en general las siguientes razones:
1-Cuestiones políticas. En muchos casos, la falta de libertades y derechos humanos, como en el caso de Cuba; los propios estados de agitación y convulsión que mantienen los diversos países centroamericanos, caso de la situación de Venezuela, con la inestabilidad que se está generando entre el chavismo y sus opositores; situaciones de conflictos casi prebélicos, como las continuas amenazas terroristas y guerrilleras, que habitualmente se han estado produciendo en países de la zona, como Colombia, Perú, etc.
2-Cuestiones económicas. Este punto se mantendría en clara referencia con el anterior, ya que una situación política inestable genera una embolia económica, desestructurando el poco tejido industrial existente y la imposibilidad de regenerar las economías de la zona. La conflictividad política acarrea inevitablemente una paralización del desarrollo económico, generando el aumento del paro y la precariedad de perspectivas de futuro laboral. Este engranaje explosivo produce una conflictividad social, que en muchos casos pueda derivar en acciones contestatarias de implicación violenta. En este contexto de incertidumbre, resulta casi imposible el desarrollo de un mercado artístico, que sea móvil, ágil y dinámico respecto a la compra-venta de piezas artísticas. Más bien, deberíamos decir que esta situación socio-política imposibilita la existencia de este medio. De ahí, la necesidad de que el artista se plantee el traslado de su medio plástico a un entorno más favorable, donde se observe un desarrollo comercial más estable para la transacción de obras de arte, junto con la facilidad para buscar medios y espacios, donde mostrar la obra. En definitiva, se busca un entorno que sea más propicio para el normal desenvolvimiento de la actividad creativa. La existencia de esta situación económica y política genera que en los países centroamericanos allá menos personas dedicadas al arte, lo contrario que pasa en España.
3-Posibilidades de desarrollo personal. Dentro de este marco tan conflictivo, los artistas plásticos reconocen la imposibilidad de poder madurar y evolucionar de una manera natural. La presión del entorno resulta fundamental para todos estos creadores y ciertamente esta situación se ha repetido ampliamente desde comienzos del siglo XX. Recordemos, como una gran parte de los artistas españoles marcharon a París ante la situación de inestabilidad que vivió España durante ese siglo, especialmente, con la Guerra Civil y posteriormente con el denostado y alargado proceso dictatorial de Francisco Franco. Toda zona que impide el habitual y normal desarrollado de un individuo a nivel intelectual, existencial y creativo suele ser más que motivo para el traslado hacia otra zona. Igualmente, se plantean el hecho de establecerse en un lugar que permita la puesta al día de las diferentes tendencias artísticas de los principales movimientos en los mercados, con amplias posibilidades de oferta expositiva.
La condición que ponen la mayoría de los artistas encuestados para volver a residir en sus países de origen es un cambio auténtico a todos los niveles, incidiendo especialmente en la recuperación de una normalidad política y económica. Si esta situación se pudiera dar, algunos de los artistas con los que hemos trabajado en esta investigación, posiblemente se plantearían la vuelta a sus países originarios. En cualquier caso, todos muestran un cierto pesimismo a la hora de que la situación socio-política y económica de sus países asuma un auténtico cambio. La situación parece en muchos casos endémica y habitual dentro de la historia de Centroamérica, no observando estos artistas la posibilidad de una sólida estabilidad para un futuro próximo, de ahí que realmente se planteen como única salida posible la residencia oficial y con permiso en España, dejando de lado la opción de regreso.
No obstante, también, hay quien piensa en volver como el caso del salvadoreño Mario Antonio Tobías, llegando a afirmar lo siguiente: "Siempre he pensado volver allá con mis indios y si pudiera aportar todos los conocimientos que me he propuesto, me gustaría con mucho placer transmitírselos a todos aquellos que no tuvieron la posibilidad de salir, me sentiría un portador de conocimientos filosóficos y un portador para cualquier otro aventurero que pudiera comprender la vida existencialista."[2]
7-Diferencias culturales y artísticas con España:
Una mayoría de las opiniones de los artistas encuestados gira en torno a una serie de diferencias culturales mínimas. Especialmente, el hecho de compartir una misma lengua genera la aproximación de la cultura española y centroamericana. La comunicación lingüística es y será una puerta abierta, que permite la familiarización y un mayor entendimiento con la forma de pensar y las costumbres culturales de los españoles.
La adaptación, según la mayoría, se produce de una manera rápida y sin grandes dificultades. No obstante, si debemos incidir en un tema, que produce un cambio en la opinión de estos artistas y que curiosamente muchos de estos no contaban con la siguiente cuestión cultural: el estado de las comunidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia). En este sentido, son muchos los artistas que residen en Barcelona y otros puntos de Cataluña. Estos artistas si observan en este caso una serie de diferencias culturales importantes, especialmente la cuestión idiomática. La mayoría de la población catalana emplea el catalán como medio de comunicación diario. Se exige el catalán como requisito en la mayoría de las ofertas de empleo y, en general, las distintas iniciativas a nivel de becas y ayudas institucionales pasan en muchos casos por la propia necesidad de ser catalán. Muchos de los artistas desconocían este asunto, dándose cuenta de las diferencias y barreras que muchas veces se establecen entre la cultura castellana y la catalana.
La situación para los artistas centroamericanos en Cataluña resulta más complicada que para los residentes en otros puntos de España, claramente diferenciada por una cuestión idiomática, así como por las diferentes orientaciones de tipo nacionalista, que se marcan desde esta comunidad histórica, ya que la mayoría de las acciones y propuestas culturales están encaminadas a enfatizar la cultura catalana, como modelo de subsistencia y defensa ante una cultura de mayor envergadura, como es la cultura castellana. Es aquí donde muchos de estos artistas se encuentran fuera de este mecanismo, que actúa principalmente a favor de agentes que defienden e impulsan con sus acciones artísticas y culturales todo lo relacionado con lo catalán. Si la acción institucional resulta comprensible por defender los intereses de la propia comunidad catalanoparlante y de sus derechos reconocidos a nivel socio-cultural, se debe aclarar que esta coyuntura resulta también más complicada para los artistas centroamericanos, que viven en esta comunidad.
Las diferencias más notables quizás pueden provenir de los lenguajes artísticos que se desarrollan entre España y los países centroamericanos. De hecho, los artistas españoles están inmersos en un proceso de profunda homologación con los estilos más reconocidos dentro de los diferentes mercados internacionales. El artista español tiene acceso prácticamente a todas las tendencias y modas imperantes en el arte actual. La posibilidad de contar con museos internacionales, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Guggenheim-Bilbao, Instituto Valenciano de Arte Moderno, Fundació Antoni Tápies, Fundació Joan Miró (ambos en Barcelona), Centro Atlántico de Arte Moderno en Las Palmas, Centro de Arte Contemporáneo de Galiza, entre otros muchos, genera la posibilidad de adecuarse y conocer in situ las distintas opciones que se instalan en la actualidad artística.
En esta misma línea, una cita que no podemos olvidar es el encuentro internacional y anual que se produce cada febrero desde 1982, en Madrid. Estamos hablando de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO)[3], donde incluso la participación de países latinoamericanos ha sido fundamental. Debemos destacar la fuerte presencia de galeristas y artistas latinoamericanos a partir de la edición de 1997, con la presencia de 34 galerías en la exposición "Latinoamérica". Un encuentro internacional en suelo español que refleja algunos de los problemas existentes en el mercado artístico español, como es la poca movilidad de compra-venta por los españoles, lo que repercute en la disminución de un mayor número de galerías de claro prestigio internacional en España; y la inexistencia de una cultura del coleccionismo, que influye igualmente a la hora de adquirir piezas artísticas. A pesar de reflejar esta situación, ARCO se presenta como uno de los principales encuentros internacionales a modo de espejo de las diferentes tendencias artísticas en el mercado. Este acto suele ser seguido por casi todos los artistas centroamericanos residentes en España.
Volviendo al tema en cuestión, debemos afirmar que las principales diferencias respecto a los lenguajes artísticos se observan en el momento de instalarse en España, no obstante, con los años y gracias al paulatino proceso de conocimiento de la realidad artística internacional, estos creadores van alterando sus propuestas personales, para interrelacionarse más con las diferentes orientaciones mayoritarias del arte internacional. Los artistas centroamericanos urgen de la necesidad de conectarse con todas las pautas y bases programáticas de lo que ha supuesto la modernidad y posmodernidad. De ahí, el siguiente comentario de la creadora nicaragüense Judith Fernández: "En Nicaragua, a nivel cultural y artístico, los cambios e innovaciones de estilos se dan de una manera pausada y minoritaria, conviviendo con los estilos conservadores y, en cambio, en España, (específicamente en Barcelona, de la que tengo mayor conocimiento) hay una vanguardia con mayor fuerza, que se va imponiendo y transformando de forma rápida según el mercado….."[4]
El conocimiento de la obra de distintos artistas españoles y de otros creadores extranjeros permite que los residentes centroamericanos en España se encuentren con dosis de mayor información y conocimiento de lo que se está haciendo, de lo que mejor se vende y, sobre todo, de por donde van las principales orientaciones estilísticas y artísticas.
Muchas de las diferencias que se aprecian entre artistas centroamericanos y españoles estriban en la temática, ya que esta cuestión es abordada desde parámetros más sociales y políticos por parte de los latinoamericanos, mientras que los artistas españoles abogan por cuestiones más centradas en la propia evolución personal y la relación del artista con el entorno, pero sin entrar en demasiadas profundidades socio-políticas. Ciertamente, si antes de la democracia en España el artista social mantenía una presencia inevitable en todos los foros creativos, desde los años 80 su interés ha ahondado en la aplicación de las últimas novedades y avances tecnológicos, siendo adornado a su vez por cuestiones personalizadas. A este respecto, el artista venezolano Alexander Apóstol afirma lo siguiente: "Aquí en España siento mucha evasión en los temas de algunos artistas…………. el interés hacia lo formal hace que en algunos casos se relaje un poco la idea o su concepto".[5]
Salvando excepciones, la gran mayoría de los artistas afirman que la temática de la inmigración se refleja de una manera u otra y que generalmente suele aparecer en las obras, aunque en algunas más que en otras, evidentemente. Los artistas en muchos casos consideran que huir de esta cuestión puede resultar complicada, ya que se trata de una situación que es parte del sentir y del estar de cada día, de ahí que se advierta en la manera de generar los temas y de tratarlos. Estos artistas consideran que necesariamente no hace falta partir de esta problemática, ya que durante el proceso siempre sale este asunto a borbotones. Su aparición se puede producir en cualquier momento del proceso, quedando impregnado el tratamiento final. Separar vida y arte resulta difícil y es aquí donde más se mantiene esta simbiosis. El cambio de cultura, de entorno, la dificultad de asentamiento legal, la mejora de condiciones socio-económicas, entre otras muchas cuestiones, resultan contenidos inevitables en la esfera artística. La reflexión sobre el contexto resulta fundamental con el propósito de conocerlo e interactuar con este, de adaptarse y saber desenvolverse dentro de este. El arte es como una especie de laboratorio donde se analizan las cuestiones existenciales y vitales, asumiendo la experiencia una materialización mediante el objeto o la imagen ante el espectador.
Si desde las primeras vanguardias fue un objetivo el unificar estos dos conceptos, ahora resulta algo innato, incluso diríamos que necesario, ya que existe la evidente necesidad emocional y psicológica de hacer visible una experiencia personal que en muchos casos suele ser más amarga que dulce, tal y como lo definía perfectamente el artista salvadoreño Tony Mena "todo es autorretrato"[6].
8-Cuestiones relacionadas con el mercado artístico español:
Reconocidos investigadores e historiadores del arte[7]no se han mostrado tan optimistas como se pensaba en torno al mercado artístico en España. Esta situación es igualmente corroborada por los artistas residentes centroamericanos, que observan el mercado español falto de dinamismo y de actitudes de mayor valentía por parte de los compradores, ya que en general estos se decantan por gustos de tipo más clásico, así como por la compra de piezas realizadas por autores muy reconocidos en el mercado español e internacional. En definitiva, se podría hablar de una falta de actitudes más arriesgadas por parte de los compradores españoles de clase media-alta. Se trata de un mercado conservador a nivel nacional, exceptuando los centros de Madrid y Barcelona, pero igualmente en estas capitales hay una tendencia por la adquisición de trabajos con firmas reconocidas, es decir, artistas asentados en el mercado a modo de valores seguros de cotización. En general, se tiende a comprar la obra de artistas españoles, europeos y norteamericanos, quedando escaso margen, casi nulo, para los artistas centroamericanos residentes en España, que en la mayoría de los casos no disponen de grandes nombres ni firmas.
La orientación en la compra sigue las tendencias reinantes, es decir, se compra lo que está de moda, lo que se vende desde la crítica del arte, desde el marketing expositivo y publicitario y no tanto desde la calidad artística o experimental. Todo un engranaje que viene marcado por una crítica literaria y una política expositiva que en muchos casos reorienta la necesidad de compra.
Según los encuestados, estos no son considerados como auténticos artistas latinoamericanos al no residir en el país de origen, lo que quita en cierta manera algo de credibilidad y fuerza a la hora de la venta de sus trabajos. Se vende más la obra del artista que viene directamente de su país de origen, entendido como un producto de carácter exótico, que la del que reside en suelo español. Se trata de una cuestión de exotismo inocuo y sin sentido, ya que el artista es el mismo, simplemente se cambia el lugar de residencia, pero ciertamente está mejor considerado y resulta de mayor valía la obra procedente de un artista que reside y trabaja en su lugar natal. Tampoco, estos artistas son considerados españoles, aunque lleven residiendo algunos de ellos más de 10 años. En este sentido, nos encontramos con que algunos de estos profesionales están en "tierra de nadie" (nobody"s land), ya que no son vistos como españoles y tampoco son observados con el mismo interés y el exotismo que se puede dar respecto a los compatriotas que viven en sus países de origen. Una situación ciertamente incómoda y extraña, lo que genera que estos creadores plásticos tengan que dedicar un mayor esfuerzo para hacerse con un espacio donde mostrar y poder vender su trabajo artístico.
Debemos recordar que las principales colecciones españolas son de tipo institucional; esto significa que principalmente se compra obra de artistas españoles. Esta situación se puede ver claramente reflejada en ARCO.
Dependiendo del origen de estos artistas, esta situación se puede complicar de manera más patente, por ejemplo, en el caso cubano. Sería interesante apuntar que la compra-venta está marcada en muchos casos por una orientación ideológica de izquierdas de numerosos críticos del arte y periodistas, que dedican escaso interés a los artistas cubanos sin el permiso oficial de su país para residir en España, es decir, desde este sector de izquierdas asentado en el campo de la opinión del arte se muestra un visible recelo y desconfianza hacia este tipo de creador, que realmente no se ajusta y discrepa de un gobierno que controla hasta la saciedad la movilidad y libertad de sus creadores tanto en territorio nacional como en el extranjero.
Los mercados artísticos situados en autonomías caracterizadas por una tendencia nacionalista inciden claramente en un mayor apoyo y compra de las obras de los profesionales locales, dejando arrinconados a todos aquellos que no pertenecen a la propia autonomía. En estas autonomías, se incide en una mayor defensa de lo local, frente a artistas incluso de carácter más nacional. Los creadores centroamericanos pasan totalmente desapercibidos en estos marcos de corte tan nacionalista y que claramente se inclinan por el mercado artístico local.
Las expectativas futuras para todos los artistas vienen marcadas por la propia posición y capacidad profesional de cada uno. Realmente, las posibilidades y expectativas pueden ser las mismas que para las de un artista español. En este sentido, la propia calidad del artista, junto con los diferentes contactos y las puertas que consiga abrir generarán un mayor o menor éxito en este complejo contexto artístico.
Para el artista centroamericano, la situación puede ser más compleja, debido a los diversos problemas legales, lo que deriva en la creación de mayores obstáculos a la hora de realizar su actividad artística. En definitiva, podríamos decir que el mercado es complejo para todos los artistas y, en este sentido, tampoco deberíamos dejarnos llevar por un exceso de victimismo ante el artista inmigrante, ya que esta situación de dificultad y profunda complejidad es igualmente compartida por muchos artistas españoles. Son muchos los creadores y, en general, poca la demanda de compra de obras de arte. Son muchos los artistas que quieren exponer y usualmente pocas las posibilidades de acceso a espacios expositivos. Todos los encuestados son coincidentes en que existe una cierta saturación de artistas en el mercado y circuito artístico, de hecho, se habla de un cierto "over booking", lo que resulta evidentemente cierto, pero tanto para el artista español como para el inmigrante.
Sería interesante acabar este punto, con una visión más positiva, ya que también algunos artistas observan el futuro con un mayor optimismo. En este sentido, las futuras generaciones estarán más familiarizadas con el arte, que se está haciendo desde el sector de los artistas inmigrantes, siendo asumidas la compra de obras de estos artistas de una manera más normal y habitual de lo que se produce en la actualidad.
9-Principales dificultades con las que se encuentra el artista para realizar exposiciones:
Los espacios de exposición suelen ser muy diversos, desde los grandes espacios institucionales para que aquellos que cuentan con la legalidad vigente, hasta galerías privadas, casas de cultura, centros sociales de todo tipo. Incluso, una parte importante de creadores han abogado en algún momento por la muestra de su obra en locales hosteleros. También, se suele hacer uso de las convocatorias organizadas por los centros cívicos, en donde se puede participar sin los impedimentos de la nacionalidad.
La dificultad de búsqueda del espacio muchas veces está en concordancia con la propia valía o el propio reconocimiento que tenga el artista. En este sentido, el artista centroamericano está inmerso en un mercado y en una búsqueda de espacios expositivos con los mismos obstáculos y dificultades que rigen para los propios españoles. Muchos aspectos dependen del reconocimiento artístico que mantenga el creador, ya que evidentemente hay firmas reconocidas de artistas extranjeros procedentes de Latinoamérica que no tienen ninguna dificultad en este sentido.
En general, no hay muchas opciones de exponer en galerías privadas. Las principales dificultades proceden de la propia inversión que debe realizar el artista y el poco interés o dedicación que se pone por parte de los galeristas españoles en la obra de los artistas centroamericanos residentes en este país. La mayoría de los encuestados hacen referencia a que las preferencias expositivas siempre se orientan hacia los artistas locales. Muchas de las galerías tienen realizadas sus programaciones hasta el 2007, otras en cambio mantienen un estilo muy personal, empleando artistas que circulan en la línea ideológica de la propia galería. Curiosamente, las que más venden son las más difíciles de contactar y de que te ofrezcan un espacio, en cambio las que menos comercializan son las más accesibles. Todo esto teniendo en cuenta que la galería privada se suele quedar con el 50% aproximadamente de la transacción económica.
Generalmente, lo que más se tiende son a exposiciones de tipo colectivo de divulgación, organizada por entidades públicas, pero estas se suelen organizar desde el país de origen. Nuevamente, debemos decir que parece que están mejor vistos estos primeros artistas que no propiamente los que han venido a instalarse en España. Sobre este tema, el artista cubano Juan Pablo Ballester afirma que "las políticas de mercado son ambiguas y siguen modas, en general, no estás considerado como un artista latinoamericano si no resides en tu país de origen".
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