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Batalla de Carabobo (página 2)

Enviado por Alfredo Gil


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La retirada de la Torre de Araure y la de Morales de Calabozo, facilitan la maniobra de concentración de las fuerzas republicanas prevista por Bolívar. Éste entra en Araure el 30 de mayo, y avanza hacia San Carlos, que ocupa el 2 de junio sin combatir, pues los realistas lo evacuan poco antes de su entrada. El Libertador fija San Carlos como el lugar definitivo de concentración de sus fuerzas. Allí llega Páez con su caballería el 7 de junio, y el 11 entra su infantería. Dos días después, el 13, la división de Urdaneta liberta a Barquisimeto. Durante esos días Reyes Vargas ha sido rechazado en San Felipe por los españoles, y Carrillo acude a reforzarlo el 14 de junio. La Torre ha reunido sus tropas en la sabana de Carabobo, incluyendo la caballería de Morales, que ha marchado desde Caracas a reunirse con el general en jefe español. Pero ante la diversión de Cruz Carrillo hacia el Yaracuy, la Torre envía contra él al coronel Juan Tello con 2 batallones, desmembrando así aún más al ejército que puede oponer a Bolívar. El Libertador sabe ya que la batalla decisiva se va a dar en Carabobo. El 13 de junio, desde San Carlos, le ha escrito al vicepresidente de la República, Francisco de Paula Santander: "Espere en la victoria de Carabobo que vamos a dar".

El 16 de junio llega a San Carlos la división del general Urdaneta, pero sin su jefe, que ha quedado enfermo en el camino y por esto no se hallará presente en la batalla. La concentración del ejército republicano de occidente (los Andes y Maracaibo) y del ejército del llano es ya un hecho. Mientras tanto, Bermúdez en la región de Barlovento, con Arismendi y sus margariteños que se le han unido, y Carrillo en el Yaracuy retienen alejados del teatro principal de operaciones a varios batallones realistas. En San Carlos Bolívar organiza a su ejército: vanguardia (Páez), centro (Cedeño), reserva (Plaza) y reanuda la ofensiva. El comandante José Laurencio Silva ocupa Tinaquillo el 19 de junio, tras batir a la guarnición realista. El 20, las fuerzas republicanas dejan atrás El Tinaco. El 23 el Libertador pasa revista a su ejército en la sabana de Taguanes.

Ese mismo día el general Bermúdez intenta una vez más apoderarse de Caracas, pero es derrotado por el coronel José Pereira en las alturas de El Calvario y tiene que replegarse. En la mañana del 24 de junio de 1821, desde las alturas de Buenavista, Bolívar examina con su catalejo de campaña el dispositivo realista en Carabobo, y da sus órdenes. A las 11:00 a.m. empieza la lucha, que durará apenas unas horas pero será dura y sangrienta. Los 2 ejércitos, que cuentan algo más de 6.000 hombres cada uno, combaten con valor. Triunfa el republicano. Los restos del realista se acogen a las fortificaciones de Puerto Cabello. Valencia es libertada de inmediato, y Caracas pocos días después. Puerto Cabello resistirá hasta fines de 1823, pero la causa de la monarquía española está definitivamente perdida en suelo venezolano.

GRAN COLOMBIA

De este modo suele ser designada en la actualidad la vasta República que a instancias del Libertador Simón Bolívar fue fundada el 17 de diciembre de 1819 por el Congreso de Angostura, la cual dejó de existir en 1830. Pero en aquella época su nombre oficial, por el cual la llamaban todos, empezando por Bolívar, fue el de República de Colombia. Su territorio llegó a comprender el de las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia (que en aquel tiempo era conocida como Cundinamarca y, sobre todo, Nueva Granada), Ecuador y Panamá. Cuando Bolívar y sus contemporáneos mencionaban a los «colombianos» entendían por tales a los ciudadanos de Venezuela, Nueva Granada (hoy Colombia), Ecuador y Panamá. El nombre de Colombia ha sido un homenaje al Almirante Mayor del Mar Océano, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales, Cristóbal Colón, descubridor del Nuevo Mundo, tributo un tanto tardío que sólo vino a plasmarse en el siglo XIX, gracias a la iniciativa y ejecución de 2 venezolanos: Francisco de Miranda, el Precursor de la Independencia de América y Simón Bolívar, el Libertador. Claro que antes de Miranda y de Bolívar hubo antecedentes en el reconocimiento a Colón, pero ello no pasó de la simple sugestión. Entre otros fray Bartolomé de Las Casas, quien propuso para el Nuevo Continente el nombre de Columba, y el jurista e historiador Juan de Solórzano Pereira, quien asomó la denominación de Colonia o Columbania, y más atrás aún, en la corte de Carlos V se habló de que las Indias Occidentales debían ser bautizadas con el nombre de Colón. Miranda, en sus proyectos constitucionales para Hispanoamérica, perfila el mote de continente colombiano y el vocero que edita en Londres a comienzos de 1810 para la propaganda revolucionaria en la América Española, lo intitula El Colombiano.

Bolívar en su Carta de Jamaica (Kingston, 6.9.1815) escribe: «La Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una república central cuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudad que con el nombre de Las Casas, en honor de este héroe de la filantropía, se funde entre los confines de ambos países, en el soberbio puerto de Bahiahonda. Esta posición, aunque desconocida, es más ventajosa por todos respectos. Su acceso es fácil y su situación tan fuerte, que puede hacerse inexpugnable. Posee un clima puro y saludable, un territorio tan propio para la agricultura como para la cría de ganado, y una grande abundancia de maderas de construcción. Los salvajes que la habitan serían civilizados y nuestras posesiones se aumentarían con la adquisición de la Guajira. Esta nación se llamaría Colombia como tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio».

Esta declaración del Libertador en 1815 tiene sus raíces en su actuación en Nueva Granada desde finales de 1812, cuando en el Manifiesto de Cartagena (15.12.1812) presenta como medida indispensable «…para la seguridad de la Nueva Granada, la reconquista de Caracas…», y habla con entera propiedad de «…las raíces del árbol de la libertad de Colombia…», excitando a los patriotas neogranadinos a «…marchar a Venezuela a libertar la cuna de la independencia colombiana…» Otro antecedente está en la carta para el general Santiago Mariño, en que Bolívar, desde Valencia, el 16 de diciembre de 1813, puntualiza: «Venezuela unida con la Nueva Granada podría formar una nación que inspire a las otras la decorosa consideración que le es debida (…) Nuestra seguridad y la reputación del nuevo gobierno independiente nos impone el deber de hacer un cuerpo de nación con la Nueva Granada. Este es el voto ahora de los venezolanos y granadinos, y en solicitud de esta unión tan interesante a ambas regiones, los valientes hijos de la Nueva Granada han venido a libertar a Venezuela». Después, caída la Segunda República de Venezuela en 1814 y triunfante en 1816 el ejército español en Nueva Granada, tanto venezolanos como granadinos comprobaron hasta la saciedad la justeza del pensamiento del Libertador, ya que las repúblicas aisladas, son destruidas fácilmente por la potencia dominante. En la citada carta para Mariño, Bolívar advertía: «Divididos seremos más débiles, menos respetados de los enemigos (…) La unión hará nuestra fuerza y nos hará formidables a todos» La unión fue la consigna de Bolívar a lo largo de toda su actuación libertadora. Y así como bajo el comando supremo del Libertador los neogranadinos dieron la libertad a Venezuela en 1813, bajo esa misma dirección salieron los ejércitos de suelo venezolano en 1819 a dar libertad a la Nueva Granada. Era, pues, un hecho que todo lo previsto por Bolívar en sus grandes documentos de 1812, 1813 y 1815 se cumplía a la perfección. Los 2 países hermanos ya se habían fundido con la fuerza cohesiva de una amalgama.

El 17 de diciembre de 1819, a orillas del Orinoco, en la histórica ciudad de Angostura, el Congreso de Venezuela dicta la ley fundamental de la República de Colombia, compuesta por Venezuela, Nueva Granada y Ecuador (todavía ocupado éste por los españoles); el territorio de la nueva nación comprende una extensión de más de 2.000.000 km2 y se encuentra dividido para su gobierno en 3 departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito, cuyas respectivas capitales son Caracas, Bogotá y Quito.

La más alta jerarquía en el Ejecutivo de la República la tiene el presidente, y en su defecto el vicepresidente; además en cada capital de departamento habrá un vicepresidente. Los símbolos del Estado son los mismos de Venezuela, mientras el Congreso Constituyente de Colombia, que debería reunirse en territorio neogranadino en 1821, dictase su Constitución. De acuerdo con la ley fundamental, Bolívar fue designado presidente y Francisco Antonio Zea vicepresidente. Los vicepresidentes de los departamentos fueron Juan Germán Roscio (Venezuela) y Francisco de Paula Santander (Cundinamarca). La del departamento de Quito no se proveyó por estar su territorio bajo el dominio español. Al Congreso de Angostura le cupo la gloria de dar vida jurídica al Estado que, en la actualidad, para darle mayor significación al ideal bolivariano que lo promovió, todos denominan la Gran Colombia. Angostura (hoy Ciudad Bolívar) fue la cuna en donde nació la Colombia bolivariana.

Bogotá fue designada capital de la República y ésta se dividió en departamentos, provincias y cantones; la máxima autoridad ejecutiva en los primeros era el intendente, en las segundas el gobernador y en los terceros el juez político.

Los departamentos venezolanos fueron 3; denominados Orinoco, Venezuela y Zulia, con un total de 10 provincias; los de la Nueva Granada fueron 4: Boyacá, Cundinamarca, Cauca y Magdalena, con 13 provincias. Se le dio a la república Escudo de Armas, Sello y Bandera; esta última fue la tricolor que había venido usando Venezuela. El Congreso adoptó medidas que preveían la abolición progresiva de la esclavitud, decretó la abolición del tráfico de esclavos, y legisló sobre la enseñanza pública, poder judicial, naturalización de extranjeros, exención de porte de correos a periódicos y otros impresos, libertad de imprenta, importación, aranceles y tarifas, registro de buques nacionales y nacionalización de los extranjeros, tabaco, factorías y exportación, contribución directa, asignación de bienes nacionales a los servidores de la república, confiscación de bienes pertenecientes al Gobierno español, extinción de los tributos de los indígenas, contaduría general de Hacienda, papel sellado, uniformidad de pesos y medidas, enajenación de tierras baldías, modo de proceder contra conspiradores y perturbadores de la tranquilidad pública y otras materias de capital interés para el desenvolvimiento de la administración nacional.

El Poder Ejecutivo de Colombia, según el título V, sección 1ª de la Constitución de 1821, está depositado en un presidente y un vicepresidente. El período gubernamental es de 4 años. El presidente elegido en Cúcuta fue el Libertador Simón Bolívar y como vicepresidente resultó electo el general Francisco de Paula Santander. Ambos se juramentaron el 3 de octubre. Pocos días después Bolívar nombró el primer gabinete, constituido por Pedro Gual (Relaciones Exteriores), José Manuel Restrepo (Interior y Justicia), Pedro Briceño Méndez (Guerra y Marina), José María del Castillo y Rada (Hacienda) y solicitó la autorización del Congreso para marchar al sur a fin de proseguir las campañas libertadoras. Se le concedió, dándole amplias facultades sobre los territorios que fuesen teatro de operaciones. A la cabeza del Gobierno quedó Santander como vicepresidente de la República encargado del ejercicio del Poder Ejecutivo.

El 13 de octubre de 1821 cesaron las sesiones del Congreso de Cúcuta, que actuó en forma soberana, sin presiones de ningún género, ya que el mismo Bolívar fue garante del clima de libertad y autonomía en que se desarrollaron las actividades de esta magna asamblea grancolombiana. De acuerdo con las facultades que le había otorgado el Congreso para dirigir la guerra, el Libertador dispuso que el general Antonio José de Sucre se trasladase a Guayaquil (que en octubre de 1820 se había independizado de los españoles), y desde allí avanzara hacia Quito. Es la Campaña del Sur, en la cual habrá combates y batallas de singular relieve, entre estas últimas Bomboná, el 7 de abril de 1822, dirigida por el propio Bolívar, y Pichincha, el 24 de mayo siguiente, por Sucre. El 13 de julio se incorpora formalmente Guayaquil a Colombia. Y el 27 del mismo mes se celebra en esa ciudad la entrevista de Bolívar con el general José de San Martín. Más tarde, el Protector del Perú se retirará del campo de la política y de la guerra. En el Ecuador, totalmente incorporado desde mediados de 1822 a la Gran Colombia, el Libertador sigue con gran preocupación el desarrollo de los sucesos en el Perú. Entre tanto, el 17 de julio de 1823, manda personalmente la batalla de Ibarra, donde derrota al coronel realista Agustín Agualongo. Llamado por los patriotas peruanos, emprende viaje por mar, el 7 de agosto de 1823, desde Guayaquil, y llega el 1 de septiembre a Lima. Estará en el Perú hasta el 3 de septiembre de 1826, cuando emprende el regreso después de dejar libre de la dominación española a la tierra de los incas y de haber fundado la República de Bolivia.

Durante la ausencia del Libertador, el vicepresidente Santander rigió los destinos de Colombia desde Bogotá, adonde se había trasladado ya el Gobierno a fines de 1821. Los congresos constitucionales de 1823, 1824 y 1825, que se reunieron en aquella ciudad con participación de senadores y diputados de todas las provincias, orientados por la capacidad administrativa y política del vicepresidente y sus principales colaboradores, fueron estructurando mediante numerosas leyes y resoluciones la vida civil de la República, en un clima de amplia, aunque no total, libertad de prensa; ejemplos de ésta fueron las polémicas que en Bogotá sostuvieron en 1823 Santander y el estadista Antonio Nariño, así como las campañas periodísticas que en Caracas llevó a cabo de 1822 a 1824 El Venezolano. La guerra, que no había terminado del todo en Venezuela con la batalla de Carabobo en 1821, pues quedaba el foco realista de Puerto Cabello, se reinició con las operaciones del brigadier Francisco Tomás Morales en el occidente venezolano, apoyado por la escuadra española del almirante Ángel Laborde. La batalla naval del lago de Maracaibo, ganada por el almirante José Prudencio Padilla en julio de 1823 (que coincidió casi con la derrota de las fuerzas del coronel Agualongo por el general Bolívar en Ibarra, antes mencionada) y la toma de Puerto Cabello por el general José Antonio Páez en noviembre de ese mismo año pusieron fin a las actividades bélicas de fuerzas regulares españolas en territorio grancolombiano. En el mar, sin embargo, continuó la guerra de corso. Estados Unidos (1822), Inglaterra (1825), Holanda (1829) reconocieron la independencia de la Gran Colombia, y otras naciones, sin llegar a dar ese paso, enviaron cónsules y agentes oficiosos a Bogotá y a los principales puertos de la República. Se reanudaron relaciones diplomáticas estables con la mayoría de las naciones de América Latina de origen hispano, así como con el imperio del Brasil. Se estableció contacto directo con la Santa Sede, que accedió a consagrar a los arzobispos y obispos propuestos por las autoridades, aunque se negó a aceptar que la República, como lo había declarado el Gobierno, estuviese en posesión del llamado «derecho de patronato» como sucesora de la Corona española.

En 1824 la República contrató en Inglaterra un empréstito de 4.750.000 libras esterlinas (unos 20.000.000 de pesos). Los puertos grancolombianos continuaron abiertos a los buques mercantes de todas las naciones, excepto España, y se ofrecieron en venta tierras baldías a compañías extranjeras que se propusieron fomentar la inmigración. A pesar de las protestas o la resistencia de la Iglesia, pequeños grupos de no católicos, principalmente comerciantes y artesanos protestantes y judíos, se avecindaron en algunos puertos y hasta en poblaciones del interior. También tuvo cierto auge la masonería. La enseñanza universitaria se fue laicizando, y se introdujeron las ideas de Jeremías Bentham y de Benjamín Constant. En cambio, el proceso de abolición paulatina de la esclavitud avanzó muy lentamente y las tierras de algunos resguardos de indígenas empezaron a pasar a manos de particulares criollos o extranjeros. La distribución de los bienes nacionales (secuestrados a españoles o a criollos realistas expulsados) entre los servidores militares de la República, continuó, pero lo complicado del procedimiento dio lugar a abusos en las altas esferas del Gobierno central y al acaparamiento de tierras por algunos jefes, Páez entre ellos, que adquirían de los soldados y clases sus vales depreciados.

En 1825 se celebraron nuevas elecciones para la presidencia y la vicepresidencia de la República. Las ganaron, respectivamente, Bolívar y Santander, pero durante la campaña electoral, el segundo fue objeto de fuertes críticas, especialmente en ciertas poblaciones de Venezuela y en Cartagena. La votación por Bolívar fue casi unánime (583 votos sobre un total de 609 emitidos por los colegios electorales) y Santander obtuvo también una notable mayoría (286 votos) sobre el más cercano de sus contendores, Pedro Briceño Méndez, quien recibió 76; pero en provincias como Caracas, Apure, Maracaibo, Coro, Mérida, Margarita y Río Hacha no logró Santander ningún voto, y quedó en minoría en Cartagena, Santa Marta, Popayán y Guayaquil. La polémica sobre el modo como se había contratado y distribuido el empréstito de 1824 desempeñó en estos resultados un importante papel. Al mismo tiempo, se había despertado en ciertos sectores del centro-occidente de Venezuela un sentimiento de frustración por verse gobernados desde Bogotá, en tanto que entre los funcionarios civiles y los intelectuales de Nueva Granada se veía con aprensión la posición preponderante que en las Fuerzas Armadas habían alcanzado muchos venezolanos. La condena a muerte del coronel Leonardo Infante en 1824, en Bogotá, la crisis político-jurídica abierta por la oposición del letrado Miguel Peña a firmar la sentencia, y la final ejecución del reo a comienzos de 1825, habían contribuido también a agudizar esas tensiones. En el Ecuador, que permanecía más tranquilo, existía descontento entre los dueños de obrajes, cuyos tejidos sufrían la competencia en precio y calidad que les hacían los importados de Inglaterra, y un malestar económico generalizado debido a que aquella región había costeado en una alta proporción los gastos del ejército grancolombiano libertador del Perú. En el ámbito político, muy pocos eran los nativos del Ecuador que ocupasen posiciones de alguna importancia en el Gobierno central.

La crisis, a la vez económico-fiscal y político-militar, estalló en los meses iniciales de 1826. Así empezó a resquebrajarse la Gran Colombia, cuando quebró la casa londinense de Goldschmidt, que administraba los fondos del empréstito, con lo cual el crédito externo de la República sufrió un colapso total. Por otra parte, uno de los golpes más duros a la unidad, fue el movimiento separatista que estalló en Venezuela el 30 de abril de 1826, encabezado por las municipalidades de Valencia y Caracas. El letrado Miguel Peña y el general José Antonio Páez tuvieron papel de primer orden en este movimiento que pasó a la historia con el nombre de La Cosiata. Todo se aquietó momentáneamente con la presencia de Bolívar en territorio de Venezuela. En efecto, el Libertador y Páez se abrazan en Valencia el 4 de enero de 1827 y allí acaba aparentemente la disidencia; pero las discrepancias seguirán esta vez entre Bolívar y Santander, y se intensificarán aún más en la Convención de Ocaña, instalada el 9 de abril de 1828. Viene la dictadura de Bolívar (agosto 1828) que contó con apoyo popular; el atentado del 25 de septiembre de ese año en Bogotá contra la vida del Libertador; y la guerra con el Perú en la que es vencido finalmente el ejército peruano en 1829.

En noviembre de 1829, Venezuela anuncia que se separa de Colombia. Han renacido y esta vez se han encauzado con mayor efectividad los propósitos de La Cosiata. En enero de 1830 se reúne en Bogotá el Congreso Constituyente convocado por Bolívar, quien renuncia ante él sus poderes. El 6 de mayo abre sus sesiones en Valencia el Congreso Constituyente de Venezuela. El 13, Quito se separa de Colombia. El 4 de junio es asesinado en Berruecos el gran mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. El 22 de septiembre el Congreso de Valencia aprueba la Constitución de la República soberana de Venezuela. Páez es el primer presidente. El 23 de septiembre Quito promulga su primera Constitución. El general Juan José Flores ocupa la presidencia del nuevo Estado que se denomina Ecuador. Bolívar muere en San Pedro Alejandrino (Santa Marta), el 17 de diciembre de 1830. Para él, Colombia fue «…la palabra sagrada y la palabra mágica de todos los ciudadanos virtuosos…» Por ello, hasta en los últimos instantes de su vida, los llamó desgarradamente a la unidad, a la concordia, al amor, a la paz. Aún después de muerto el Libertador, el general Rafael Urdaneta, a la cabeza del Gobierno en Bogotá, trata de restablecer la unidad. No lo consigue, y ha de renunciar en abril de 1831. La Nueva Granada constituye también una república soberana, cuya presidencia asumirá Santander en 1832. En 1863 se llamará Estados Unidos de Colombia, y a partir de 1886, República de Colombia. La Gran Colombia queda como el más ambicioso y noble de los sueños de Bolívar y el tributo perenne al Almirante del Mar Océano. M.B.P./M.P.V

PRIMERA REPÚBLICA

Con el nombre de Primera República se conoce en la historiografía venezolana el período transcurrido entre el 19 de abril de 1810 y el 30 de julio de 1812. Debe tenerse en cuenta que tal denominación no fue usada por los contemporáneos, sino que es creación de historiadores posteriores. Este período se inicia en Caracas con el movimiento del 19 de abril de 1810, cuando el gobernador y capitán general Vicente de Emparan y Orbe y otras autoridades españolas son derrocadas pacíficamente y sustituidas por una Junta Suprema de Gobierno que al comienzo se declara «protectora de los derechos de Fernando VII» pero cuyos actos se dirigen al logro de la total independencia de Venezuela. Los aspectos más notables son: la formación de Juntas, similares a la de Caracas, en las provincias de Cumaná, Margarita, Barinas, Barcelona, Trujillo y Mérida, en tanto que Maracaibo, Coro y Guayana permanecen fieles a la Regencia que gobernaba en España; el envío de misiones diplomáticas desde Caracas a Inglaterra, Estados Unidos y Cundinamarca (Colombia); la libertad de comercio exterior; la creación de la Sociedad Patriótica, por iniciativa de particulares, como organismo radical revolucionario; el regreso a Venezuela del precursor Francisco de Miranda; el bloqueo de las costas venezolanas por buques de guerra españoles; la campaña militar del marqués del Toro, desde Caracas, contra Coro; la polémica sobre libertad de cultos (o tolerancia religiosa) iniciada por Guillermo Burke en la Gaceta de Caracas; la convocatoria, la elección y la reunión en Caracas de un Congreso donde estén representadas las 7 provincias unidas: Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo; la declaración de la Independencia absoluta de Venezuela, por dicho Congreso, el 5 de julio de 1811; la insurrección de los realistas de Valencia, dominada militarmente por un ejército al mando del general Miranda; la emisión masiva de papel moneda, y la consiguiente inflación; la promulgación por el Congreso de la Constitución de las provincias unidas de Venezuela, primera Constitución nacional y primera de Hispanoamérica; la campaña contra Guayana emprendida desde las bases republicanas de Cumaná, Barcelona y Margarita; el terremoto del 26 de marzo de 1812; la ofensiva del jefe español Domingo de Monteverde desde Coro hasta Valencia y Caracas. Con la capitulación de San Mateo, a fines de julio de 1812, y la entrada de Monteverde en Caracas el 30 de ese mes termina virtualmente el período de la Primera República, pues la región oriental es sometida también al poco tiempo por los realistas. F.P.

SEGUNDA REPÚBLICA

Con este nombre han designado algunos historiadores el período que va desde agosto de 1813 hasta diciembre de 1814. Debe tenerse en cuenta que se trata de una expresión moderna, que no fue usada ni conocida por los contemporáneos. A veces se ha dado también a ese período el calificativo de "guerra a muerte", pero esto no es del todo exacto, pues la guerra a muerte que habían iniciado de hecho los realistas a mediados de 1812, fue declarada oficialmente en junio de 1813 por el general Simón Bolívar y sólo fue definitivamente abolida en noviembre de 1820 mediante el Tratado de Regularización de la Guerra, aunque a partir de 1818 prácticamente había cesado la ejecución de prisioneros. Lo que sí es cierto es que la Guerra a Muerte alcanzó su apogeo durante la Segunda República. Este período se abre con la liberación de Cumaná, (3.8.1813), por las fuerzas del general Santiago Mariño, como culminación de la Campaña de Oriente, y con la entrada en Caracas, el 6 de agosto, del general Simón Bolívar a la cabeza de su ejército victorioso en la llamada Campaña Admirable. Algunos de los episodios más notables del período son: la formación en el territorio venezolano liberado de 2 gobiernos o centros de poder, uno en Caracas, bajo el mando de Bolívar y otro en Cumaná dirigido por Santiago Mariño, y las gestiones para conjugar política y militarmente la acción de ambos estados. El sitio de Puerto Cabello, donde existía un fuerte núcleo de resistencia realista, por las fuerzas terrestres de Bolívar, mientras que las escuadras combinadas del centro y del oriente lo bloqueaban por mar. El título de Libertador conferido a Bolívar por el pueblo y la Municipalidad de Caracas. La insurrección, a favor de la causa realista, de los llaneros venezolanos acaudillados por José Tomás Boves, que le dan a la lucha un carácter de rebelión social. Las crueldades de Boves y otros jefes realistas, como José Yáñez. El fusilamiento de los prisioneros españoles y canarios de Caracas y La Guaira, ordenado por Bolívar. Las numerosas acciones de guerra en la región centro-occidental y luego en la oriental, como Bárbula, Las Trincheras, Mosquitero, Meseta de Barquisimeto, Vigirima, Araure, San Marcos, La Victoria, San Mateo, Bocachica, Ocumare del Tuy, sitio de Valencia por los realistas, El Arao, primera batalla de Carabobo, La Puerta (esta última desencadenó la emigración hacia oriente de gran parte de la población de Caracas a comienzos de julio de 1814), Aragua de Barcelona, Maturín, Los Magüeyes, entre muchas otras. Con las batallas de Urica y de Maturín, ganadas por los realistas en diciembre de 1814, puede considerarse que concluye el período de la Segunda República.

5 DE JULIO DE 1811

El día 5 de julio de 1811 el Supremo Congreso de las Provincias Unidas de Venezuela, reunido en Caracas desde el 2 de marzo anterior con diputados de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Mérida, Trujillo y Barcelona, declaró la independencia absoluta de Venezuela.

En esta fecha, por consiguiente, se llevó a cabo un acto jurÍdico-polÍtico trascendental, emanado de la voluntad del pueblo soberano que había elegido a los diputados al Congreso.

Desde mediados de junio varios de éstos, en especial Juan Germán Roscio, Fernando Peñalver, Francisco Javier Yanes, Francisco de Miranda, habían mencionado en sus discursos el tema de la independencia. En la sesión del 2 de julio, después de haber sido leída la correspondencia oficial del Comisionado de Venezuela en Estados Unidos, Telésforo de Orea, se presentó una "…moción sobre la necesidad de la Independencia…", la cual quedó apoyada suficientemente. Los debates se iniciaron durante la sesión del día 3 y continuaron en la del 4; pero después de haber recibido a una delegación de la Sociedad Patriótica de Venezuela que apoyaba la moción de independencia, se suspendió el debate a fin de consultar el Poder Ejecutivo plural que formaban Cristóbal de Mendoza, Juan de Escalona y Baltasar Padrón.

En la mañana del 5 de julio se celebró una sesión secreta para oír el dictamen del Ejecutivo, que fue favorable a la declaración de la independencia. En el curso de la larga sesión pública que siguió, hablaron casi la totalidad de los 36 diputados presentes, algunos de los cuales lo hicieron varias veces.

Pronunciaron amplios alegatos a favor de la independencia los diputados Miranda, Roscio, Peñalver, Antonio Nicolás Briceño, presbítero Salvador Delgado, Manuel Palacio Fajardo, José Luis Cabrera, Juan José de Maya, presbítero José Vicente de Unda, Fernando Rodríguez del Toro, Mariano de la Cova, José de Sata y Bussy, Manuel Plácido Maneiro, y el presidente del Congreso, Juan Antonio Rodríguez Domínguez, entre otros.

El presbítero Manuel Vicente de Maya, casi solo en la oposición, sostenía que la declaración era prematura, y también presentaron objeciones los diputados Juan Bermúdez de Castro (aunque éste luego modificó su opinión y votó por la independencia) y el presbítero Ramón Ignacio Méndez. En las barras había un público numeroso, formado en buena parte por miembros de la Sociedad Patriótica como Simón Bolívar, Miguel Peña y Antonio Muñoz Tébar.

Tras varias horas de debate, el presidente Rodríguez Domínguez lo declaró cerrado y se procedió a votar la moción. El acta expresa que la mayorÍa por la independencia fue casi unánime, con la "excepción del señor Manuel Vicente de Maya, de La Grita, por las razones que había alegado anteriormente".

Entonces, en medio de las aclamaciones de los diputados y los vivas del público congregado en la barra, Rodríguez Domínguez anunció que estaba "…declarada solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela…"

Eran las 3 p.m. del 5 de julio de 1811. De inmediato se formó una manifestación popular, encabezada por Miranda y por Francisco Espejo, con otros miembros de la Sociedad Patriótica de Caracas, que recorrió calles y plazas vitoreando la independencia y la libertad; luego penetraron en el Palacio Arzobispal a fin de incitar al arzobispo Narciso Coll y Prat a manifestar su alegrÍa por lo sucedido.

Fueron también a la plaza Mayor (la actual plaza Bolívar) donde Miranda, según lo expresa el testigo presencial fray Juan Antonio Navarrete, "…tremoleó la bandera de la Libertad e Independencia como teniente general de las Tropas Caraqueñas…" Tan pronto como tuvo conocimiento de la declaración, el Poder Ejecutivo plural, cuya presidencia ejercía ese día 5 de julio Juan de Escalona, dirigió una proclama a los habitantes de Caracas informándoles que el Supremo Congreso de Venezuela había acordado la independencia absoluta.

El mismo 5 de julio el Congreso celebró una sesión vespertina en la cual se acordó redactar un documento, cuya elaboración fue encomendada al diputado Roscio y al secretario del Congreso Francisco Isnardi (que no era diputado). En este documento debían figurar "todas las causas y poderosos motivos que nos habían obligado a declarar nuestra independencia para que, sometido a la inspección del Congreso, sirviese de competente acta y pasara al Poder Ejecutivo".

Es el documento conocido como Acta de la Independencia, que aun cuando está fechada en Caracas el 5 de julio de 1811 (porque ese día fue declarada) fue redactada en la noche del día 5 al 6 o en el transcurso del día 6, aprobada el 7 por el Congreso y presentada el 8 al Poder Ejecutivo

SEPARACIÓN GRAN COLOMBIA

Principales Problemas de Venezuela al Separarse de la Gran Colombia I .

La disolución de la Gran Colombia, ocurrida en 1830, significó el fin del ideal Bolivariano de crear una sola nación al norte de la América del sur; Sobre las cenizas de este sueño surge Venezuela como Estado independiente, siendo José Antonio Páez su primer presidente electo. La nueva nación deberá hacer frente a una serie de problemas de distinta naturaleza (económica, social, política, demográfica, territorial, etc.), cuyo origen no siempre es nuevo sino más bien heredado, tanto del período colonial como de las Guerras de Independencia

Situación Económica.

El 13 de enero de 1830 el General José Antonio Páez asume de facto la Presidencia del Estado de Venezuela que, junto a los estados de Ecuador y la Nueva Granada, conformaba la República de Colombia (creada en 1819 por el Libertador); este acontecimiento cierra un ciclo dentro de la Historia Hispanoamericana, el de la Independencia, y da inicio a uno nuevo, el ciclo de las nacionalidades, que estará dominado por el signo del caudillismo Militar.

José Antonio Páez

En esta Venezuela de 1830, el General Páez y sus aliados deben hacer frente a un doble problema: primero, reorganizar el país desde el punto de vista de las instituciones (forma de gobierno, división de los poderes públicos, etc.) y segundo, reestructurar una economía que para ese momento no ha logrado todavía recuperarse de los desastrosos efectos de la Guerra de Independencia y de la crisis general de la economía mundial que se desarrolla a partir de 1820.

Acá se hará referencia fundamentalmente al segundo problema, el económico.

La lucha por la Independencia originó la total desarticulación de la economía venezolana, que poseía un marcado carácter agropecuario durante casi todo el período colonial; como lo ha señalado el historiador venezolano F. Brito Figueroa, no existe documento público de esa época en el que no se haga referencia a la miseria en la que se encontraban los pueblos del país, o al encarecimiento y la escasez de mano de obra para el trabajo de la tierra.

La agricultura y la cría fueron destruidas por las acciones de guerra y por la necesidad de mantener grandes ejércitos permanentes, incidiendo todo ello sobre la producción, la cual se redujo considerablemente.

Sin embargo, la Independencia política no provocó grandes transformaciones económicas en Venezuela, ocurriendo que la estructura económica del país permaneció en muchos aspectos igual a la existente antes de la Independencia; en este sentido se pueden señalar como características de la economía venezolana en los años posteriores a su separación de la Gran Colombia, las siguientes:

La Gran Colombia.

En 1819, en plena guerra por la Independencia, Bolívar propuso ante el Congreso de Angostura que Nueva Granada, Venezuela y Ecuador se nieran en una sola gran República llamada Colombia. Sin embargo, la idea de Bolívar no logró prosperar.

Mientras Bolívar trataba de consolidar la unión de Venezuela, Ecuador y Nueva Granada, ya Páez había convocado a un congreso para discutir los intereses del país a inicios de 1830. El 6 de mayo de ese año, el Congreso Constituyente de Venezuela se reunió en Valencia, formado en su mayoría por los personajes más notables de las regiones, terratenientes, militares y comerciantes.

Congreso de 1811

La Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, surgida a partir de los sucesos del 19 de abril de 1810, convocó a elección de diputados para deliberar y decidir la emancipación política de Venezuela.

El 2 de marzo de 1811, se instala el primer Congreso de Venezuela, con la asistencia de diputados de Caracas, Barinas, Cumaná, Margarita, Trujillo, Mérida y Barcelona. Se procedió entonces a organizar al gobierno de manera provisional. Este Congreso aprobó por mayoría el proyecto de Declaración de la Independencia de Venezuela, iniciándose así la etapa histórica nacional de país independiente.

Sin embargo, el 21 de diciembre de 1811, el Congreso sanciona la primera Constitución. Así es disuelto el 4 de abril de 1812, cuando se le confieren facultades al Poder Ejecutivo para enfrentar la crisis de la recién creada República.

Congreso de Angostura de 1819

Después de recuperar Oriente, controlar los Llanos y ocupar Guayana, Bolívar convocó al segundo Congreso de Venezuela. Éste se instaló el 15 de febrero de 1819 con representantes de las provincias venezolanas y de la provincia de Casanare de la Nueva Granada.

Al instalarse el Congreso, Bolívar pronuncia su célebre discurso y exclama: "¡Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando a convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad absoluta!". Reconoce al Congreso como frente de la autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana y árbitro del destino de la nación. Ante él depone el mando supremo y dice que solamente una necesidad forzosa, unida a la voluntad imperiosa del pueblo, le habría sometido al terrible y peligroso encargo de dictador.

Posteriormente, se dispuso a hacer la exposición de motivos del Proyecto de Constitución. Revisó el pretérito para ver cuál era la base de la República de Venezuela, repasando algunos conceptos de la Carta de Jamaica, cita a Montesquieu respecto a los ciudadanos para hacer las leyes y a Rousseau en cuanto a la desigualdad entre los hombres para afirmar: "El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política".

Esto le sirve de fundamento para recomendar: "Un gobierno republicano ha sido, es y debe ser el de Venezuela. Sus bases deben ser la soberanía del pueblo, la división de los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud y la abolición de la monarquía y de los privilegios".

Propuso la creación de un gran Estado con la reunión de la Nueva Granada y Venezuela y termina con las siguientes palabras dirigidas a los legisladores: "Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo y eminentemente moral que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar, bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad".

Después que Bolívar regresa victorioso de la campaña de liberación de la Nueva Granada, el Congreso le aprobó su solicitud de aprobar la ley fundamental de la República de Colombia, que consagró jurídicamente la formación de una sola República.

El Congreso de Cúcuta de 1821

Después de la Batalla de Carabobo, Bolívar amplía su visión para observar el panorama y buscar la manera de asegurar la libertad de toda América. Sabe que mientras haya países bajo el dominio español, la República de Colombia no puede considerarse totalmente libre.

Organiza en forma provisional el gobierno y dicta algunas medidas. Entre ellas, dejar en sus cargos a los regidores y alcaldes de la capital, declarar en vigencia la ley de sobre secuestros de propiedades de los emigrados dictada en Angostura y exigir empréstitos a los comerciantes y hacendados para la confección de uniformes militares.

Pero estos empréstitos no dieron el resultado esperado debido a las condiciones paupérrimas en que se encontraba Venezuela. Sin embargo, Santander envió desde Bogotá a Bolívar treinta mil pesos para que emprendiera con su ejército el viaje hacia Nueva Granada.

El Congreso, reunido desde el 6 de mayo de 1821 en El Rosario de Cúcuta, lo había llamado. Pero antes de irse, encarga a Soublette de la vicepresidencia de Venezuela, nombrándolo director de las operaciones militares. Bajo las órdenes de Soublette, quedan tres generales en jefe. Bermúdez en las provincias Orientales (Guayana, Cumaná, Barcelona y Margarita), Páez en las de Caracas y Barinas, y Mariño en las provincias Occidentales (Coro, Trujillo, Mérida y Maracaibo). Al llegar a Cúcuta, Bolívar se da cuenta de las graves divisiones que se inician y de la anarquía que se hace latente.

Con fecha 30 de agosto, el Congreso promulga la Carta Fundamental y dicta una ley de organización política que divide la República en siete departamentos: Orinoco, con las provincias de Guayana, Cumaná, Barcelona y Margarita; Venezuela, con las de Caracas y Barinas; Zulia, con las de Coro, Trujillo, Mérida y Maracaibo; Boyacá con las de Tunja, Socorro, Pamplona y Casanare; Cundinamarca, con las de Bogotá, Antioquía, Mariquita y Neiva; Cauca con las de Popayán y El Chocó y el departamento de Magdalena con las provincias de Cartagena e Islas adyacentes, Santa Marta y Río Hacha. En lo que respecta a Venezuela, la división corresponde a la organización militar que había dejado Bolívar.

Bolívar es elegido presidente y presta juramento como tal.

Mientras tanto, en Venezuela, un grupo de hombres influyentes, comienza a trabajar para lograr la disolución de la Gran Colombia, pues muchos caraqueños no estaban de acuerdo con los resultados del Congreso de Cúcuta. Estos sucesos hicieron que el Vicepresidente Santander enviara una comunicación al Senado para darle a conocer el malestar que reinaba en Caracas, lo cual podía traer graves consecuencias para la República.

Denunciaba que desde 1821 existía un partido que se proponía desacreditar la Constitución, atacar la unión entre Venezuela y la Nueva Granada, objetar las leyes, incitar el odio del pueblo contra las instituciones, el Congreso, el Ejecutivo y toda clase de autoridad.

El Congreso autorizó a Bolívar para que tomara medidas que juzgara oportuno y él, el 10 de marzo de 1825, dicta un decreto sobre conspiradores, con vigencia en la Provincia de Caracas y otros lugares donde lo exigieran las circunstancias.

La Municipalidad de Caracas, al analizar este decreto, encontró que era violatorio de la Constitución Nacional y reafirmó su oposición legal al gobierno central de Bogotá.

La Cosiata

Fue un movimiento separatista ocurrido en 1826, cuyo centro estuvo en la municipalidad de la ciudad de Valencia.

En este movimiento se colocan alrededor de la figura de José Antonio Páez dos grupos. Por una parte el de los antisanderistas valencianos, comandados por el doctor Miguel Peña y, por otra, el de los antibogotanos, reformistas dirigidos por la oligarquía caraqueña, este último grupo se le une como aliado en la búsqueda de sus fines políticos.

Tanto el paecismo en Venezuela, como el santanderismo en la Nueva Granada y el grupo de catedráticos de legislación y economía política que mueven la masa estudiantil, se encargan de fomentar el descontento contra el Libertador. Lo presentan como una figura proclive a la tiranía y critican todos los actos de su gobierno.

Para ellos Bolívar era un usurpador de los derechos del pueblo, que quería imponer el despotismo militar por encima del orden y la potestad de las leyes. Predicaban el odio contra él, mientras procuran enaltecer la personalidad de Santander como digna de respeto y admiración.

La Convención de Ocaña y la dictadura de Bolívar.

Bolívar llegó a Bogotá de regreso de Venezuela el 10 de septiembre de 1827. El Congreso lo esperaba reunido en la iglesia de Santo Domingo, en donde presta el juramento de ley. Luego se dirigió al Palacio de Gobierno para asumir la Presidencia.

Después de aprobar todas las medidas que en ejercicio del poder extraordinario había dictado el Libertador, el Congreso clausuró sus sesiones el 5 de octubre.

El 30 de diciembre se efectuaron las elecciones para diputados a la convención. Ésta se realizó en Ocaña el 9 de abril de 1828. En ella, tenían mayoría los santanderistas, y los que estaban dispuestos a oponerse a Bolívar, a quien desacreditaban para obligarlo a dejar el gobierno.

SEPARACIÓN GRAN COLOMBIA

Los bolivarianos, quienes defienden el centralismo, llegan desorganizados y confiados en el prestigio del Libertador. Bolívar se traslada a Bucaramanga y deja la acción a sus seguidores. Santander, por el contrario, va a la Convención como diputado y dirige personalmente su fracción.

La Asamblea se transforma en un centro de acaloradas disputas. Los santanderistas, al salir de la Convención, celebraron una reunión donde planearon acciones revolucionarias.

Mientras tanto, el intendente de Cundinamarca, General Pedro Alcántara Herrán, convocó una asamblea popular el 13 de junio. En esta asamblea se acordó desconocer los actos emanados de la Convención de Ocaña, revocar los poderes conferidos a los diputados de la provincia y llamar a Bolívar para que se encargara del mando, con plenitud de facultades.

El Acta de Bogotá fue reproducida en todas sus partes, y el 24 de junio Bolívar hace su entrada a la capital para asumir la dictadura. Comenzó a legislar sobre materias importantes y el 27 de agosto dictó un decreto orgánico que sustituyó la Constitución. En él se reglamentaba la dictadura, se suprimía la Vicepresidencia de la República y se organizaba en forma distinta el Consejo de Estado.

Desde entonces, Bolívar se unió a las fuerzas retrógradas de la reacción colombiana para enfrentarse a los liberales. Se alió al clero, persiguió a las sociedades secretas (entre ellas a la masonería), restringió la enseñanza y puso en vigencia algunas leyes coloniales.

Bolívar duró en el mando supremo de la República desde el 24 de junio de 1828 hasta marzo de 1830.

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

Batallas de la Independencia

Durante la guerra de Independencia de Venezuela, entre 1811 y 1823 se libraron 80 batallas (incluyendo algunas libradas en la actual Colombia), con el resultado que todos conocemos. En las listas a continuación se presentan todas las que se pudieron discernir como tales.

Antes, sin embargo, se darán algunos datos interesantes:

  • De las 80 batallas, 50 fueron ganadas por los patriotas, 28 por los realistas y hubo dos tablas.
  • El tamaño promedio del ejercito patriota fue de 1.885 hombres; con un máximo de 5.000, reunidos por Francisco de Miranda en 1812 y Simón Bolívar en 1821 para la batalla de Carabobo. El mínimo fue utilizado por Juan Bautista Arismendi (el esposo de Luisa Cáceres) en la "batalla" de Juan Griego, 50 hombres…
  • El ejército realista tuvo mayor tamaño promedio, 2.830 hombres. El mayor ejército fue de 8.000 comandado por José Tomás Boves en la batalla de La Puerta, donde derrotó a Bolívar y a Mariño en 1814. El más pequeño fue de 200 hombres, utilizados en una batalla en Güiria, en 1813, contra Mariño.
  • La batalla más grande es la de Urica donde interviene un total de 11.200 soldados, 7.000 realistas al mando de Boves y Morales y 4.200 patriotas, al mando de José Félix Ribas y José Francisco Bermúdez. Esta batalla terminó con el triunfo de los realistas, pero con la muerte de Boves.
  • La mayor diferencia ocurre cuando José Antonio Páez se enfrenta con 150 llaneros a los 6.000 realistas comandados por Morillo.. ¡y lo derrotan!. Este es el famoso: "Vuelvan caras".
  • El comandante patriota que más aparece es, por supuesto, Simón Bolívar con 16 batallas él solo y una con Mariño, una con Bermúdez y una con Páez. De esas perdió seis y ganó 13.
  • Luego viene José Francisco Bermúdez con 6 batallas solo (4 y 2), dos con José Félix Ribas (0 y 2) y una con Bolívar (0 y 1)
  • Sigue Páez con 6 batallas solo, todas ganadas, y una derrota en conjunto con Bolívar.
  • Luego viene Piar con 5 solo (4 triunfos y un empate) y una acompañado. Ribas con (3 y1) y Mariño (3 y 1).
  • Entre los realistas, el más importante fue José Tomas Boves quien libró 11 batallas con 7 triunfos y 4 derrotas. Luego Tomás José Morales (4 y 3) y Domingo Monteverde, también con 4 triunfos y 3 derrotas.
  • De los 31 comandantes patriotas, 7 tenían el nombre de José: José Félix Ribas. José Fco. Bermúdez, José Antonio Páez, José A. Padilla, José R. Guevara, José Sarda y Antonio José de Sucre. Además de los terribles José Tomás Boves y Tomás José Morales.

Como nota curiosa final, mientras que ejércitos de dos o tres mil hombres libraban furiosas batallas en estas tierras, en Europa se enfrentaba Napoleón con el resto de los países comandando, por ejemplo en Austerlitz a 70.000 hombres contra los 90.000 de los emperadores austríaco y ruso; y en 1812 constituyó un ejército de 450.000 soldados (si, cuatrocientos cincuenta mil!!!) para invadir Rusia

Batallas 1811 – 1812

Comienza la lucha, se logra una primera victoria, pero luego los realistas, bajo el mando de Monteverde propinan 5 derrotas seguidas a los patriotas. Ni siquiera Francisco de Miranda con sus 4.000 hombres pudo detener el triunfo de los partidarios de la corona. Se pierde la primera república.

En la tabla a continuación se enumeran las batallas de los años 1811 y 1812: el sitio, la fecha, quien era el comandante patriota y de cuantos hombres disponía, quien era el comandante realista y sus hombres, de quien fue el triunfo y un comentario.

 

Batalla

Fecha

Comandante Patriota

Soldados Patriotas

Comandante Realista

Soldados Realistas

G

Comentarios

1

Sabaneta Coro

?/?/1811

Marqués del Toro

5.000

Fernando Miyares

2.200

P

No se aprovechó la victoria

2

Sorondo

?/?/1811

Villapol, escuadra patriota

32 buques

Escuadra realista

30 buques

R

Batalla Naval en el Orinoco

3

San Carlos

?/4/1812

Jalon

500

Domingo Monteverde

4.500

R

Toma de Valencia

4

Cabrera-La Victoria

?/5 y 6/12

Francisco de Miranda

5.000

Domingo Monteverde

3.300

R

 

5

Puerto Cabello

?/6/1812

Simón Bolivar

1.200

Domingo Monteverde

1500

R

Traición de Vinoni

6

San Mateo

25/7/1812

Francisco de Miranda

4.000

Domingo Monteverde

3.000

R

Pérdida de la 1ªRepública

Batallas 1813 – 1814

El período de 1913 a 1815 es el más movido en cuanto batallas, 39. De éstas 25 la ganan los patriotas y 14 los realistas. En Oriente comienza la rebelión con los comandantes Mariño, Piar y Bermúdez. Simón Bolívar invade desde la Nueva Granada y realiza la famosa "Campaña Admirable" que culmina con la toma de Caracas y su nombramiento como "Libertador".

De pronto, sin embargo aparece el terrible José Tomás Boves, quien a partir de septiembre de 1813 comienza a ganar batallas. Entre Boves, Ceballos y Morales (quien por cierto se llamaba Tomás José) acaban con todos los ejércitos patriotas, reconquistando toda Venezuela y poniendo fin a la 2da. República.

Batalla

Fecha

Comandante Patriota

Soldados Patriotas

Comandante Realista

Soldados Realistas

G

Comentarios

7

Güiria

?/1/1813

Santiago Mariño

1.50

?

200

P

Comienza la rebelión de Oriente

8

Irapa

?/2/1813

José Fco. Bermudez

400

F. Cerveriz

500

P

9

Maturín

?/3/1813

Manuel Piar

300

Antonio Zuazola

1.500

P

10

Maturín

?/3/1813

Manuel Piar

500

De la Hoz

1.000

P

11

Cúcuta

?/4/1813

Simón Bolivar

600

Correa

1.000

P

Comienzo de la Campaña Admirable

12

Maturín

25/5/1813

Manuel Piar

1.200

Domingo Monteverde

2.000

P

13

Mérida

1/6/1813

Simón Bolivar

800

???

???

P

14

Pampatar

3/6/1813

José R. Guevara

350

Pascual Martínez

500

P

15

Cumaná

19/8/1813

Santiago Mariño

2.000

F. Antoñanzas

1.500

P

16

Niquitao

2/7/1813

José Félix Ribas

1.000

José Martí

1.000

P

17

Los Horcones (Quíbor)

22/7/1813

José Félix Ribas

500

A. Oberto

1.000

P

18

Taguanes

31/7/1813

Simón Bolívar

?

Izquierdo

?

P

19

Los Pegones (Tinaquillo)

?/7/1813

Rafael Urdaneta

1.500

R. Izquierdo

2.000

P

20

Caño Sta. Catalina (Guárico)

?/9/1813

Tomás Montilla

1.500

José T. Boves

2.500

R

21

Cerritos Blancos

13/9/1813

A. García de Sena

1.200

Reyes Vargas

1.200

P

22

Bárbula

30/9/1813

Simón Bolívar

2.000

Domingo Monteverde

2.500

P

Muerte de A. Girardot

23

Las Trincheras

3/10/1813

Simón Bolívar

?

Domingo Monteverde

?

P

24

Yaritagua

?/10/1813

A. García de Sena

1.500

F. Ceballos

13.00

R

25

Mosquiteros (Guárico)

14/10/1813

Campo Elías

1.300

José T. Boves

2.500

P

26

Tierrita Blanca (Bmto)

10/11/1813

Simón Bolívar

2.000

F. Ceballos

2.200

R

27

Vigirima

25/11/1813

José F. Ribas

2.000

A. Salomón

2.300

P

28

Araure

5/12/1813

Simón Bolívar

2.500

F. Ceballos

3.500

P

29

La Puerta

3/2/1814

Campo Elías

3.000

José T. Boves

4.000

R

30

La Victoria

12/2/1814

José Félix Ribas

2.000

José T. Boves

5.000

P

31

San Mateo

27/2/1814

Simón Bolívar

1.800

José T. Boves

7.000

R

32

Ocumare del Tuy

16/3/1814

J. B. Arismendi

2.200

F. Rosete

3.000

R

33

Ocumare del Tuy

20/3/1814

José Félix Ribas

2.000

F. Rosete

3.000

R

34

San Mateo

24/3/1814

Simón Bolívar

2.000

José T. Boves

7.000

P

Muerte de Ricaurte

35

Bocachica

31/3/1814

Santiago Mariño

3.500

José T. Boves

7.000

P

36

Valencia

3/4/1814

Rafael Urdaneta

280

A. Ceballos

4.000

P

1er sitio de Valencia

37

Sabana de Arao

20/4/1814

Santiago Mariño

3.000

A. Ceballos

4.000

R

38

Carabobo

28/5/1814

Simón Bolívar

5.000

Juan M. Cajigal

6.000

P

1ra. batalla de Carabobo

39

La Puerta

?/6/1814

S. Bolívar/S. Mariño

2.300

José T. Boves

8.000

R

2da. batalla de la Puerta, completa derrota

40

Valencia

19/6/1814

Juan P. Escalona

2.400

José T. Boves

6.000

R

41

Aragua de Barcelona

?/8/1814

S. Bolívar/J. Bermúdez

3.000

Tomás Morales

6.000

R

Muere "El tigre encaramao" F. Carvajal

42

Maturín

12/9/1814

José Fco. Bermúdez

2.500

Tomás Morales

4.000

P

43

Los Magueyes

5/10/1814

José Fco. Bermúdez

2.000

José T. Boves

4.500

R

44

Urica

5/12/1814

J. F. Ribas/J. F. Bermúdez

4.200

J. T. Boves/T. Morales

7.000

R

Muerte de Boves

45

Maturín

11/12/1814

J. F. Ribas/J. F. Bermúdez

2.500

Tomás Morales

5.000

R

Destrucción total del ejército vzno. Fin de la 2da. República

Partes: 1, 2,

Partes: 1, 2, 3
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