Arqueología y Cultura: Un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica y dialéctico materialista
Enviado por Antonio Brunet Merino
Como ejemplo de arqueólogo por vocación -pues así es como me siento- deseo presentarme profesionalmente en función del principal interés que me ha guiado durante más de veinte años, vinculados a la Ciencia Antropológica chilena y universal. Con esta exposición no pretendo más que ofrecer mis conocimientos y mi constante vinculación con la arqueología, disciplina que ha dado un sentido a mi vida y a mi concepción del mundo.
1.- En primer lugar, siento una especial predilección por el estudio de la Teoría en Antropología y Arqueología. Como ejemplo de ello indico el siguiente documento que he remitido y ha sido publicado por la revista Arqueología Mexicana Nº 60, Marzo 2003 del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) en México:
Señores Arqueología mexicana
De mi consideración:
Soy egresado de la carrera de Arqueología en la Universidad de Chile, en Santiago, y estoy suscrito a vuestra excelente revista desde hace algunos años. Creo que el objetivo de divulgar y exhibir los logros obtenidos por las culturas de Mesoamérica se cumple cabalmente a través de los artículos e imágenes ofrecidos por la publicación. Especialmente interesante me pareció la última entrega de la serie Historia de la Arqueología en México VII de Manuel Gándara, número 58, Noviembre-Diciembre 2002, En dicho trabajo se exponen por primera vez los enfoques teóricos recientes (de la segunda mitad del siglo XX) que han pretendido guiar a la investigación de la arqueología en México, y son una alternativa a la interpretación tradicional histórico-cultural o difusionista, a saber: arqueología procesual, arqueología social marxista y arqueología posprocesual. Siempre es un acierto que el arqueólogo tenga en sus manos una parte del conocimiento de la rica diversidad de pensamientos y enfoques de una disciplina que discute sus propios paradigmas, y evoluciona hacia nuevos planos de complejidad. No estaría de más realizar pequeñas aproximaciones en futuros artículos a los postulados de, por ejemplo, la arqueología social latinoamericana, considerada el más importante paradigma alternativo a la arqueología tradicional vigente.
Sin otro particular se despide atentamente de Uds.
Antonio Brunet Merino
Santiago, Chile, 18 de Noviembre de 2002
2.- He diversificado además mis intereses teóricos hacia una epistemología de la Hermenéutica (interpretación de textos escritos, pintados, hablados y actuados que contengan polisemia, realizados por el ser humano, otorgándoles un sentido de ciencia volcada en la exégesis de los signos y de su valor simbólico) que, si bien son subjetivos (el positivismo arqueológico estadounidense representado por la Arqueología Procesual afirma que la Hermeneútica no sería ciencia sino sólo filosofía sin valor heurístico o explicativo) pueden ocupar un lugar preferencial en los estudios de pictografías rupestres, pero también de petroglifos e incluso geoglifos. La validación de la Hermenéutica para la Arqueología se sostiene en que cuando los arqueólogos interpretan objetos lo hacen asignando significado a estos objetos, significados que se suponen son los mismos que les daban los pueblos antiguos que los habían producido y usado. La arqueología posprocesual piensa que todos los arqueólogos proceden de la misma forma, lo admitan o no. Incluso los arqueólogos procesuales –aseguran los posprocesuales- deconstruyen informes de pruebas científicas asumiendo implícitamente significados y valores de los pueblos antiguos. Sin considerar que los arqueólogos implicados se consideren a sí mismos unos especialistas en teoría o no, los posprocesuales se han fijado en la manera en que se razona cuando se excava, sugiriendo que se procede siempre como en un "círculo hermenéutico"*
(*Precomprensión y "círculo hermenéutico".- El hecho de que no sólo los objetos de conocimiento sean históricos, sino también el hombre mismo lo sea, nos impide valorar "neutralmente" la realidad. No existe un saber objetivo, trasparente ni desinteresado sobre el mundo. Tampoco el ser humano (Dasein) es un espectador imparcial de los fenómenos. Antes bien, cualquier conocimiento de las cosas viene mediado por una serie de prejuicios, expectativas y presupuestos recibidos de la tradición que determinan, orientan y limitan nuestra comprensión. El hombre está arrojado a un mundo que le surte de una cultura y un lenguaje determinados (facticidad) que delimita y manipula su conocimiento de la realidad. Ésta no surge de la subjetividad, no es original de cada hombre particular, sino que está condicionada históricamente, y se vertebra en la articulación entre pasado y futuro, esto es, en el diálogo entre tradiciones. Esto significa que cualquier pregunta prevé su respuesta y presagiamos o anticipamos de antemano aquello que queremos conocer, por lo que se crea cierta circularidad en la comprensión denominada "círculo hermenéutico", criticada por el cientificismo y la lógica clásica como un error o petición de principio.*)
3.- Deseo reconsiderar la constatación epistemológica de los presupuestos del materialismo histórico (que trataré en otro momento) y de manera preferencial de la segunda y la primera leyes de la dialéctica materialista precisamente en ese orden. En el primer caso -muy breve- referido sólamente a la Evolución de la Cultura y en el segundo caso –más extenso- en conexión con el Escrutinio Global de su Contradicción. Del dinamismo interno de la segunda ley dialéctica materialista, se nutrieron por ejemplo las socioculturas prehistóricas tardías y protohistóricas tempranas del Cercano Oriente a través de la evolución de pequeños avances cuantitativos que se acumularon en torno a segmentos coordinados reconocidos como fenómenos culturales: nomadismo-sedentarización, domesticación de animales, agriculturización, paso de la aldea a la ciudad, y fueron seguidos de cambios revolucionarios cualitativos, de acuerdo con las propuestas de Revolución Neolítica y Revolución Urbana por el arqueólogo australiano V. Gordon Childe (segunda ley: paso de la cantidad a la cualidad).
Asimismo la ley de la interpenetración de los opuestos (primera) y la ley de la negación de la negación (tercera) permite, según Engels, explicar los cambios socioculturales. Tomemos ahora la primera ley de la dialéctica materialista formulada en la «relación dialéctica» entre hombre y objeto de su trabajo lo que significaría que «el hombre se produce a sí mismo mediante el trabajo», es decir, que el hombre hace el trabajo (la cultura –"trabajo ejercitado por el individuo"- tiene un sentido antropológico; es la antropología la luz que científicamente ilumina su origen, evolución, reproducción y persistencia permitiendo al individuo pensar sobre sí mismo y "desengañar" o reconocer el "error" en su calidad de actor social, o lo que es lo mismo desmistificar o clarificar la realidad del mundo sociocultural que le sirve de hábitat) y el trabajo hace al hombre (réplica a la lucha por la fusión e identificación entre estos opuestos: las culturas –"trabajos ejercitados por la colectividad"- son a su vez portadoras de humanidad, mediante la actividad de las comunidades que presionan por la enculturación de todo mamífero humano inmerso en su seno).
De esta manera, podemos inferir que el Ser Humano por compenetración y contradicción ** (**nulificándose esta última de forma únicamente fragmentaria pues el hombre puede tomar conciencia de la contradicción incrustada como Paradoja de la Cultura: se es "engañado" para convertirse en humano, más cuando el entendimiento es iluminado por la ciencia se observa en ese instante la emancipación total del "misterio" y con ello la liberación absoluta del "error"**)
se hace a sí mismo por medio de la Cultura, una creación suya. La síntesis obligada y llevada aquí a su perfección es entonces la resultante de la disputa, contienda o discrepancia pertinaz entre desmistificación y enculturación, que produce al final la Cultura autocreada. Es en este momento cuando los opuestos se resuelven en una forma superior y el Humano se transmuta o se transforma en un auténtico Ser Especie.
En este acoplamiento o compatibilidad, la primera ley junto con interpretar un cambio del propósito de los individuos hacia el fenómeno, la manifestación o la apariencia de la Cultura, nos aclara el porqué de la existencia y del entrelazamiento de esta. La avenencia de la Cultura tiene también inesperadamente un compromiso evolutivo supeditado a la segunda ley, con una noción indispensable para comprenderla en última instancia: el concepto de sinergia. La tercera ley de la dialéctica materialista, la negación de la negación, expresa la idea del desarrollo. Es una ley más ambigua, confusa e incierta que entra en contraste con los esquemas paradigmáticos marxistas de la ciencia arqueológica y de la antropología sociocultural*** (***entendidos estos como ampliación, validación y aceptación del materialismo histórico de Marx que declara y explica epistemológicamente el conflicto de clases –como motor de la historia– en el interior del modo de producción capitalista con sus antagonismos y sus desigualdades a través de un pensamiento crítico no valórico, llamado así por constituir una precisa forma de ejercicio cognitivo que sin ingresar al ámbito de los valores exige un conocimiento del mundo y de nuestras propias existencias para su transformación. Ya en el siglo XX, continúan esta labor otros intelectuales marxistas con los demás modos de producción humanos que lo antecedieron y que se concatenan o enlazan en el devenir de la historia uno después de otro –otorgando la razón a un proceso socioevolutivo multilineal— conduciendo al cambio histórico a pesar de tener una base inicial de tipo evolucionista eurocéntrica occidental, permitiendo articularse adecuadamente sin embargo, bien sea para penetrar las sociedades prehistóricas y civilizaciones antiguas o los colectivos etnográficos actuales***)
pues remite a la predicción que hiciera Marx de una nueva humanidad que ha de vivir en un comunismo finalista autosuficiente y definitivo, en una suerte de aproximación evolutiva convergente hacia el igualitarismo idealizado inicial representado por la banda cazadora-recolectora primordial, si bien esta progresión o perfeccionamiento se produce ahora en un nivel más alto. De acuerdo con esta concepción, la tercera ley plantea que en lugar de un círculo cerrado en el que los procesos se repiten continuamente, el movimiento a través de contradicciones sucesivas lleva en realidad al desarrollo, de simple a complejo, de inferior a superior, pues los procesos no se repiten exactamente de la misma manera, a pesar de que pueda parecer lo contrario. De este modo, la tercera ley de la dialéctica materialista considera cualquier proceso fundamental de la sociedad y la historia no como un círculo cerrado, en el que el mismo proceso simplemente se reitera en un ciclo mecánico sin final, sino como una especie de espiral abierta de desarrollo, en la que nada se recapitula nunca de la misma manera, desde el comunismo primitivo hasta el comunismo final.
4.- Quiero involucrar por el momento al empirismo (sólo un ejemplo: la experiencia del arqueólogo procesual en el quehacer de la traducibilidad etnoarqueológica****)
(****un breve enfoque u orientación del trabajo científico del procesualismo se expone en la definición de Empirismo****)
como la metodología mediana, regular, razonable o suficiente para la arqueología a pesar de sus rasgos atomistas y a-históricos*****
(*****una entrega cognitiva de estos elementos más completa y acabada se ofrece en la definición de Etnoarqueología*****).
Junto al empirismo destaco la labor metodológica de la hermenéutica (interpretación del significado), ocupando el marxismo (materialismo histórico con todo su contenido e implicaciones y evolucionismo de la segunda ley materialista dialéctica) y la propia hermenéutica el papel de Teoría de la Arqueología. Por cierto, valoro también el quehacer de las ciencias auxiliares y sus métodos de indagación en los yacimientos y en el laboratorio.
5.- Acepto con decisión que la ciencia (y junto a ella la técnica) es también en sí misma una ideología –de acuerdo con los teóricos sociales marxistas de la Escuela de Frankfurt–, retroactuando con las condiciones históricas concretas que le dan origen y justificando una determinada visión sociocultural del mundo. Es precisamente la pretensión de la ciencia de constituirse en metadiscurso verdadero por encima de las ideologías, saberes y opiniones particulares la que la constituye como ideología dominante. Aún así, creo que la ciencia a diferencia de otras ideologías establece un diálogo crítico con la realidad, sin importar cual sea el énfasis en la diversidad de interpretaciones que abarca el concepto de lo real.
6.- Por último, me he puesto al día en Arqueología, gracias a la suscripción a publicaciones periódicas como Latin American Antiquity, Revista Española de Antropología Americana, Chungará, Estudios Atacameños y multiplicidad de libros que afortunadamente dispongo en mi biblioteca privada.
Definición de términos complejos incluidos en esta reflexión
Polisemia = muchos significados
Epistemología = Es la rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento científico. Dicho de otro modo, es todo lo relativo al conocimiento en las ciencias y a la filosofía elegida que lo hace posible. La epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de las circunstancias que rodean la obtención de este, y de los criterios por los cuales se le justifica o invalida.
Heurística = relativo a la invención de procesos explicativos para abordar con creatividad los problemas que van emergiendo. Una teoría científica tiene un alto valor heurístico si es capaz de generar nuevas ideas o inducir nuevas invenciones.
Exégesis = interpretación textual
Desmistificar = eliminar el misterio que rodea a alguien o a algo.
Conciencia = conocimiento que le permite a una persona percibirse a sí misma en el mundo. La conciencia es el conocimiento reflexivo de las cosas.
Positivismo = manera de pensar que se sostiene en el postulado de ideas científicas, formuladas como hipótesis solamente calibradas en experimentos saturados de la rigurosidad o precisión que exige la ciencia positiva minuciosamente controlada, o bien ajustadamente sometida al laboratorio, y apelando al recurso fundamental de la lógica y la matemática.
Arqueología procesual = es la arqueología positivista o empirista
Arqueología posprocesual = a diferencia del procesualismo, reniega de la capacidad de alcanzar verdades absolutas por medio del método de la ciencia, asegurando que cada investigador lleva a cabo su trabajo, no sólo desde un paradigma, sino también fuertemente influido por sus circunstancias personales y su experiencia vital y laboral. Si consideramos que en la arqueología de campo cada fenómeno es singular, por más que comparta con otros ciertos rasgos comunes, y, sobre todo, si aceptamos que cada yacimiento es único, su estudio, su excavación nunca puede ser equiparada a un experimento de laboratorio, pues es un proceso destructivo e irrepetible. La arqueología se convierte, entonces, en un procedimiento relativo cuyo método no sólo consiste en analizar los restos procedentes de una excavación, sino también las actitudes y opiniones que suscita. Este enfoque es radicalmente opuesto al procesualismo, ya que reconoce que cada miembro del equipo puede, debe, brindar su diferente interpretación de los hechos, construyendo el pasado intersubjetivamente.
Los posprocesualistas defienden la validez de ciencias como la Historia. Contrariamente a lo que podría suponerse, los estudios posprocesualistas no carecen de mérito científico. Paradójicamente ellos sugieren que el protocolo debe seguirse lo más fielmente posible: los procedimientos científicos deben ser respetados porque la experiencia indica que el método permite avanzar (no siempre en la dirección adecuada). Aunque eso no hace que se elimine el relativismo: en esto no aceptan el falsacionismo popperiano, se puede contrastar una hipótesis favorablemente muchas veces, y, por supuesto, no basta una negativa para refutarla. Esto no quiere decir que todo valga. El posprocesualismo comparte un nuevo acercamiento al Historicismo Cultural (cauteloso, eso sí), gracias a que este dispone de herramientas de trabajo de campo, para periodos remotos, más potentes que el procesualismo, al que califica de más enfocado en la interpretación teórica, y en recurrir a las comparaciones etnográficas tradicionales (censurándolo incluso por descuidar y relegar su propia etnoarqueología) y a los escritos de aventureros o viajeros occidentales para interpretar el pasado, pero no a la Historia.
Arqueología histórico-cultural o difusionista = La arqueología tradicional nació en el marco de una Europa colonialista, lo que condicionó su forma de interpretar los aspectos culturales. Los europeos enseguida asignaron a ciertos puntos geográficos el papel de núcleos histórico-culturales difusores de los que partían todas las grandes innovaciones. Es lo que se ha llamado difusionismo.
Paradigma = modelo o patrón que guía a la investigación en cualquier disciplina científica
Enculturación = es el proceso mediante el cual una cultura establecida enseña a un individuo, con la repetición, sus normas y valores creados, de tal forma que el individuo pueda convertirse en un miembro aceptado de la sociedad y encuentre su papel adecuado. También establece un contexto de límites y formas correctas que dictan que es apropiado y que no es apropiado en el marco de una sociedad. Este proceso se desarrolla tanto desde la niñez hasta la vida adulta y puede ser consciente o inconsciente.
Empirismo = Es toda teoría o metodología que considere que la experiencia es el origen del conocimiento. La disposición por hallar un método adecuado para dirigir el pensamiento fue uno de los intereses principales tanto del racionalismo como del empirismo. La diferencia entre ambos estriba en que, si para los racionalistas el modelo ideal de método era matemático y deductivo, para los empiristas debía ser experimental e inductivo. Para los empiristas la ciencia no puede basarse en hipótesis o presupuestos no contrastados con la experiencia. El procesualismo sólamente tiene sentido cuando todo estudio profundo del material arqueológico parte de una idea previa cuya finalidad es dirigir la investigación. En arqueología procesual se hace imperioso entonces agregar un método hipotético-deductivo a la conexión organizada de la información obtenida de los hallazgos materiales del yacimiento arqueológico estudiado y la idea previa enunciada en consecuencia como guía de la investigación -es decir, vincular o relacionar a través del método hipotético-deductivo la idea anticipada que conduce la investigación con el registro arqueológico localizado en el yacimiento- y verificarla con el proceso de la traducibilidad etnográfica que suministra o prepara el dato o el principio inductivo pretendido, afirmado o postulado a partir de la experiencia etnoarqueológica, cuyo corolario es el originar y alimentar la Teoría de Alcance Medio. Todo esto debería permitir -según los procesualistas- ampliar la relevancia del conocimiento científico de la disciplina.
Metadiscurso = Es el discurso que habla de sí mismo, que se toma a sí mismo como objeto y tema
Sinergia = Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales. Un entramado dialéctico sinergia-holismo puede definirse dialécticamente en que no sólo o simplemente los todos son más que la suma de sus partes, lo que ocurre es que aquellas partes se han vuelto cualitativamente nuevas al ser o siendo partes del todo.
Traducibilidad = es la extrapolación del comportamiento de los pueblos etnográficos actuales llamados también preindustriales, de tradición oral o ágrafos a las sociedades del pasado.
Etnoarqueología = es una disciplina que se encarga de realizar estudios de cultura material de comunidades preindustriales contemporáneas, con una visión eminentemente arqueológica. Para el procesualismo se planteaba aquí algo novedoso que era buscar principios generales que conectaran el comportamiento humano con la cultura material y obtener conclusiones que no dependieran exclusivamente del campo teórico de la antropología socio-cultural, dando origen y alimentando con datos a las "LEYES O TEORÍAS ARQUEOLÓGICAS DE ALCANCE MEDIO". Para el posprocesualismo se expande el rango de interés de la Etnoarqueología sobre todo por que amplía su orbita mas allá de los aspectos tecnoeconómicos y apunta al entendimiento de niveles mayores de complejidad, intentando discernir los correlatos materiales de los aspectos cognitivos, sociales e ideológicos. Se trata de un modelo más generalista que abarca todas las manifestaciones materiales posibles de una sociedad humana determinada. Dentro de este nuevo marco conceptual la Etnoarqueología no se interesa por "explicar" en el sentido procesual del término (o sea entender la observación o proceso como resultado de una ley o de algún otro modelo teórico universal) sino que trata de INTERPRETAR EL SIGNIFICADO para la sociedad que lo produjo. En ambos casos es un enfoque traducible, pero además específicamente en el procesualismo científico, es atomista (inductivista tecnoeconómico), a-histórico (enfocado en peculiaridades complejas –fundamentalmente el inductivismo tecnoeconómico- que caracterizan a una sociedad suspendida en un tiempo presente que para beneficio o rendimiento de la arqueología procesual no posee un curso libre, que está al margen del fluir del tiempo, configurando una totalidad invariable y constante que solo pretende cosechar fines y elaborar efectos o resultados para alimentar la Teoría de Alcance Medio) y sincrónico pues se desarrolla en perfecta simultaneidad o coexistencia con otro proceso o causa, a saber: el ocurrir, acontecer o suceder sociocultural del pueblo vivo que es objeto de estudio etnoarqueológico por el investigador. En la etnoarqueología posprocesual en cambio, el arqueólogo sólamente "interpreta" el contexto de una comunidad humana viviente y lo reivindica adjudicándose íntegramente lo material y lo simbólico de ella al mismo tiempo. Aquí el método científico procesual –cuya proximidad con las ciencias de la naturaleza es indiscutible- no se sostiene y carece absolutamente de sentido. Sin embargo, han surgido también críticas contra los arqueólogos posprocesuales que en sus trabajos etnoarqueológicos más recientes el énfasis en lo social los ha llevado a olvidar los aspectos más puramente materiales de la existencia.
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Este artículo titulado Mi Pensamiento Provisional ha sido publicado en Internet:
http://www.poemasyreflexiones.com/view_poem.php?poem_id=2797
Autor:
Antonio Brunet Merino