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Arte en la Edad Media

Enviado por Eugenia Sol


    Arte en la Edad MediaMonografias.com

    Arte en la Edad Media

    La edad oscura

    La ambigüedad y la flexibilidad vistas a través de la arquitectura

    El mundo románico y gótico

    Las dificultades para reconstruir el viejo orden

    Desde que aparecieron los estudios de análisis estructural y globalizadores, que superaron las historias militares y de sucesión de monarquías o de revoluciones, el estudio de la historia se adaptó mejor a ese devenir indiferenciado que en realidad es la historia, aunque al estudiar cualquier momento siempre utilizaremos la valoración y por ende destaquemos hechos o procesos. Una herencia, que quedó de la historia militar o política, es la de dividir el tiempo en edades que varían en función de algún cambio importante en las esferas anteriormente citadas. Es así, que lo que llamamos edad media es el período histórico que va, desde la caída del imperio romano de occidente en el 476 dC a la caída del imperio romano de oriente en 1473. Las fechas no son caprichosamente arbitrarias, ya que se eligen hechos que trajeron consecuencias importantes. Pero a pesar de ello, no deja de ser una división didáctica y fundamentalmente parcial, ya que se remite a la transformación de un solo aspecto de la realidad.. En este caso el político institucional.

    Se da la paradoja de ver, que si bien todos los aspectos de la realidad se relacionaron, sus procesos son particulares. Arte, política, economía, ciencia, moral, costumbres, etc, como en una polifonía, son partes de una misma partitura, pero con melodías individuales, que algunas veces producen acordes.

    En lo que respecta al comienzo de la Edad Media, si bien podemos aceptar en lo político-militar la fecha 476 dC., en lo artístico, por ejemplo, no hubo ninguna transformación importante en ese siglo V y para hablar de un comienzo de la Edad Media artística, o nos tendríamos que situar en el comienzo del bajo imperio romano, con el final del reinado de los emperadores antoninos y el agotamiento del estilo helenístico, o trasladarnos al año 1000, cuando finalizado el período de movimientos de los pueblos en Europa, la paz produjo una revolución productiva, constructiva y cultural, que sintetizó en el aspecto artístico, con el llamado arte románico, el aporte celto-germánico y greco-romano.

    También tiene que ver el lugar geográfico. La caída del imperio romano de occidente es un hecho que afectó a una parte de Europa. El imperio de oriente, Bizancio, no se vio profundamente afectado. La división temporal también es relativa al lugar geográfico desde donde lo miramos.

    La edad oscura

    El devenir histórico en una región tiene etapas de consolidación y transformación. La Edad Media es para lo que hoy llamamos occidente una etapa de regresión, si lo tomamos con un criterio estático; o de transformación, si lo tomamos con un criterio dinámico. Los pueblos germánicos, que dieron el golpe de gracia al Imperio romano occidental, catalizaron la transformación de un orden. Desde una perspectiva estática se llamó a la Edad Media la edad oscura y esto tiene que ver con la regresión de occidente, que quedó fracturado en la etapa de movimiento de pueblos germánicos y limitado a partir del comienzo de la reconstrucción de Carlomagno a lo que hoy es Francia, Países Bajos, Alemania, parte de Italia y norte de España.

    En la época del Bajo Imperio habíamos visto como Roma dejaba de ser paulatinamente centro del poder. En la Edad Media no va a existir en Europa, norte de Africa y Cercano Oriente, un poder hegemónico. Polos centralizadores y desarrollados, serán Damasco-Bagdad y Bizancio. Occidente era sólo un mosaico.

    El concepto de oscuridad, misterio o la incapacidad de acceder al conocimiento de una época, tiene que ver fundamentalmente con nuestro paradigma gnoseológico occidental. En lo que respecta a la historia, cuando desaparece la escritura, no hay piezas para armar el rompecabezas del pasado, salvo que la arqueología lo aporte. Y esta ciencia auxiliar es de reciente utilización en la historia medieval.

    Pero esta oscuridad, que tiene un fundamento, digamos, metodológico, se convierte en una categoría de valor. Edad oscura pasa a ser entonces la edad salvaje, bestial, irracional (tomando ese término en el contexto iluminista).

    Cuando hablamos del comienzo de la cultura occidental, destacamos a la escritura, como uno de los elementos esenciales de esa cosmovisión, ya que la sistematización comunicativa y acumulativa del pensamiento, pone en juego muchísimos elementos, que tienen que ver con la vida del individuo, la sociedad y su entorno, como por ejemplo, el uso del poder o la organización social. Por lo tanto no es casual, que en esta primera parte de la Edad Media, la casi ausencia de escritura coincida con una atomización del poder de occidente.

    Los vectores del nuevo occidente artístico

    Hasta el siglo X u XI ( podemos tomar como referencia el mítico año mil) no aparece en occidente una concepción artística global o por lo menos con esa intención. El románico es el primer estilo artístico de occidente después de las invasiones. Antes de este momento sólo podemos hablar de líneas o vectores culturales-artísticos, que aportan el cambio o mantienen la constancia, si nos remitimos a la dinámica histórica de Giedion. Dejando de lado el vector árabe, que opera en occidente, pero desde una postura tangencial, podemos hablar de:

    1-Vector celto-germánico

    Trae el aporte del arte del metal, realizado por pueblos casi nómades como eran en su origen los germanos y el de los celtas no romanizados, como los de las islas británicas, que retoman los estilos del neolítico europeo. El entrelazo, las tramas, las espirales, son su características.

    2-Vector greco romano

    A esta línea la podemos dividir en dos:

    a-El occidental. Que es el arte del bajo imperio, que queda como enquistado en los monasterios y ámbitos de la iglesia romana, une asume su guarda y difusión.

    b-El bizantino. Que es la derivación del arte del bajo imperio, pero adaptado a la rigidez y ambiente cortesano del imperio romano de oriente.

    Los tres, sin embargo, se mantienen en la línea de "arte conceptual" ya manifestada en el teórico anterior.

    El vector bizantino

    Hodgett, nos habla de cómo, al ser uno de los puntos desarrollados de la Edad Media, el Imperio bizantino exportaba tecnología, artículos suntuarios; desde sedas, joyas, hasta manuscritos miniados y pinturas y también sistemas constructivos, ya sea civiles (como las murallas o fortalezas esenciales para este imperio jaqueado) o religiosos, como prototipos de iglesias cupuladas.

    Si tomamos a Sedlmayr, podemos ver como, en la época de Justiniano, siglo VI d de C, Bizancio aporta el primer sistema arquitectónico medieval, basado en el baldaquino y la estructuración de forma abarcante y abarcada. Este sistema va a ser tomado por Carlomagno para la catedral de Aquisgrán, como una forma simbólica de trasladar la imagen imperial de la planta central.

    Dentro de ese esquema exportador, el imperio bizantino llevó al naciente imperio ruso, la técnica y uso de iconos y a occidente los programas iconográficos de las iglesias. Son dos modos opuestos de ver las imágenes religiosas, tema que en Bizancio tendrá una importancia tremenda, ya que detrás de estas posturas estaban fuertes ideas teológicas, que dieron lugar a la formación de distintas iglesias o sectas.

    Occidente asumirá oficialmente la postura que sostiene la función de las imágenes como pedagógicas, pero en los ámbitos populares, el misterio mágico de la función será lo que predomine. ¿Hasta qué punto el fiel racionaliza la diferencia entre una imagen religiosa y un fetiche?

    El vector celto-germánico.

    Bianchi Bandinelli desarrolla la tesis de como la pérdida del poder de Roma posibilitó en lo estético, el resurgimiento de los modelos provinciales pertenecientes generalmente a los pueblos sometidos por el imperio. El único poder, que entre los siglos V y VIII tenía un plan centralizador era la iglesia romana, pero todavía estaba en una etapa organizativa. La anarquía de la edad oscura tan combatida por el pensamiento occidental fue una etapa de creciente libertad creativa.

    Y como una inversión de polos magnéticos, fue en las regiones menos romanizadas donde se aceptó el estilo celto-germánico, casi la antítesis del clasicismo. El arte visual clásico es esencialmente antropomorfo y de significación literal. Tiene delimitadas las líneas fundamentales vertical y horizontal. El celto-germánico en cambio es anti-antropomorfo y su significado se capta a través de sensaciones como la música. No tiene líneas fundamentales. Todas valen igual, como si volviéramos al esquema paleolítico.

    Este estilo, que parte de las artes del metal, propias de los pueblos celto-germánicos, se traslada a la pintura de manuscritos y fue desarrollado por los monjes de la primitiva iglesia de Irlanda.

    Antonio Berni decía que toda estética lleva incluída una ideología; Marshal Mc Luhan que el medio es el masaje o mensaje. Los dos en contextos diferentes señalan la vinculación entre el contenido y forma; significante y significado.

    A través del seguimiento cronológico del desarrollo estilístico de las miniaturas irlandesas, se aprecia como se fue sustituyendo gradualmente el estilo celta por el greco-romano y como se incorpora al primero como elemento decorativo, con sentido occidental. Este desarrollo y sustitución de estilos coincide con el avance de la iglesia romana sobre la irlandesa.

    El vector musulmán

    Es una constante de la llamada "opinión pública", el tomar al fundamentalismo islámico como la encarnaciónde la barbarie, lo irracional. Los islámicos y si son fundamentalistas mejor, encarnan para occidente el anti-valor, lo incomprensible. Pero a pesar de ser un otro, un anti-valor, el mundo islámico convivió con occidente desde el principio. Parte de sus raíces son comunes, como por ejemplo su ciudad santa. Y hasta podríamos decir que en el interregno de la "edad oscura", el islamismo incorporó vía Bizancio, muchos valores "occidentales" vinculados a la ciencia y la filosofía, que luego fueron devueltos a occidente en la baja edad media.

    Los comienzos de la relación occidente-islam.

    En lo que respecta a los comienzos de la Edad Media, "la edad oscura", en su aspecto artístico, habíamos dicho que el vector islámico actuaba de manera tangencial. No formó parte, ni fue fundamento esencial del arte occidental, pero reformuló algunos patrones occidentales, especialmente bizantinos, helenísticos, como la cúpula, el arco, las murallas, la decoración en mosaicos, el uso de la luz como elemento expresivo, que luego fueron reintroducidas a occidente y contribuyeron a desarrollar aspectos del arte románico y gótico. Esas fórmulas se transformaron debido a la mirada diferente del musulmán y al cambio de sus significados. Como dice Oleg Grabar, "…Los estudios más recientes sobre este tema han subrayado, creo dos puntos que son cruciales para nuestro objetivo. Uno es que el cambio de significado y el cambio de forma son dos fenómenos separados que dependen uno de otro, pero que no coinciden necesariamente. El otro es que el cambio no solamente consiste en modificaciones de los caracteres visualmente perceptibles de forma y sujeto, sino también en una interrelación entre otros aspectos y otro más difícil de captar: la mente del espectador…"

    Principios generales

    Para captar esa "mente del espectador" que nos habla Oleg Grabar, es necesario citar algunos principios generales de la religión islámica, que van a ser la base de vida y pensamiento de este nuevo mundo que aparece con Mahoma y vincularlo a lo artístico.

    Inclusive dentro del mundo árabe, cuna del islamismo, se producen transformaciones en la "mente del espectador". Se habría realizado un corte tajante a partir del islamismo, que la tradición artística anterior, debido a muchas razones, como por ejemplo "…que dicho arte estaba demasiado firmemente asociado a las odiadas clases altas de La Meca…".

    Salman Rushdie en sus "Versos satánicos", al describir metafóricamente la aparición de Mahoma en La Meca, plantea la contradicción que implica hablar desde el fundamento del agua, en una ciudad establecida en la arena, que puede soportar hasta el fuego, pero nunca el agua. Es que Halilla, la ciudad imaginaria de Rushdie, estaba hecha toda de arena. Tanto construcciones, ventanas, objetos. Los santuarios de sus dioses traían pingües negocios a sus administradores, que también regenteaban los lugares de esparcimiento. Y Mahound vino a establecer, como principio de purificación, el agua. Lo que escasea y puede destruir a Halilla. Y hablar de un sólo dios que no tiene estatua y se opone al resto indefectiblemente.

    Impone el ascetismo frente a la sensualidad, la unidad frente a la diversidad del desierto. Contradicciones con las que vivirá el mundo islámico hasta el presente y que se manifestarán en el arte, por ejemplo a través de la gran diferenciación entre lo público y lo privado, la ostentación y el sometimiento a Dios.

    La islámica es una religión excluyente hacia otras y adelante en el tiempo. Regula toda la vida del individuo. Todo es contingente, incluso la nacionalidad, salvo la religión. Esta está formada por tres elementos básicos: el imán, ibadát, ihsán; esto es fe, obligaciones religiosas y conducta recta respectivamente.

    La ley islámica se basa en cinco pilares dispuestos en forma de dado. En el centro la kalima (palabra) y en los vértices: salat (oración), siyam (ayuno), zakat (pago de impuesto para los pobres) y havy (peregrinación).

    Estas características generales de la "mentalidad islámica" le dan al arte musulmán identidad. Oleg Grabar habla de tres características fundamentales: la ambigüedad, la flexibilidad y el rechazo deliberado de los símbolos. Nosotros ejemplificaremos las dos primeras características desde el análisis de la arquitectura y la tercera desde la decoración.

    La ambigüedad y la flexibilidad vistas a través de la arquitectura

    La arquitectura islámica tiene aspectos generales que le dan su identidad y excepciones que confirman las reglas. George Mitchell, destaca:

    1-Concentración en lo interior.Muchas mezquitas primitivas como la de Damasco no tienen fachada y están escondidas entre un grupo de edificios menores. La casa musulmana en general está cerrada al exterior y la alcazaba es una fortaleza defendida del exterior. Dentro de la alcazaba, el palacio divide de manera determinante los espacios públicos y los privados. Una excepción a este concepto en la arquitectura islámica primitiva es la Cúpula de la Roca en Jerusalén. Hecha al decir de Grube, citado por Mitchell, con el lenguaje de los vencidos, por su amplia difusión hacia el exterior a partir de la cúpula.

    2-Inexistencia de la relación forma-función. Por ejemplo el patio con 4 iwans es utilizado tanto en palacios, mezquitas o madrasas sin importar que su función es diferente.

    3-Ausencia de direccionalidad. No hay ejes articulatorios preestablecidos salvo las líneas metafísicas como la quibla. Esto se puede ver en las mezquitas donde salvo el mihrab que actúa como foco de atención, el resto del espacio tiene la misma jerarquía visual. Lo mismo sucede si "leemos" una planta de palacio o bazar. Donde no parece ningún principio ordenador sino que es una sumatoria de partes.

    4- Desarrollo de un espacio interior inmaterial. Si bien este principio lo encontramos en el espacio arquitectónico paleocristiano o bizantino, en la arquitectura apunta a "disfrazar" el material con decoración o realizar la misma decoración con distintos tipos de materiales, madera, estuco o la utilización de la luz para "crear formas". Esto prioriza el adorno y la decoración por sobre la construcción, no diferenciándose en líneas generales si se está en una tienda, construcción de madera o piedra o mampostería.

    La inexistencia de la relación forma-función y el desarrollo de un espacio interior inmaterial, nos muestran el concepto de ambigüedad. Esto se realiza debido a que la ausencia de liturgia no genera una organización específica de edificio. Por ejemplo la mezquita no tiene orígenes precisos. Se fue formando, como consecuencias prácticas de la oración o reunión de la comunidad. Estos mismos puntos también nos muestran el concepto de flexibilidad, ya que una misma forma puede adaptarse a distintas funciones y la desmaterialización genera ambigüedad.

    La ausencia de direccionalidad, por ejemplo en la mezquita, facilita la ampliación idefinida de esta, ya que no responde a una estructura básica salva la jerarquización de la Q"uibla, lo que nos mostraría la flexibilidad en la arquitectura islámica. El rechazo deliberado de los símbolos, vistos a través de la decoración. Lo que más diferencia y por tanto más llama la atención al arte islámico del cristianismo occidental, es su rechazo al uso de la imagen-símbolo, fundamentalmente dado a partir del poco uso de la imágenes de seres vivos en los comienzos y su negación casi total con el correr del tiempo.

    Se ha fundamentado esta actitud desde distintos puntos de vista. La prohibición dogmática, la influencia del movimiento iconoclasta bizantino, etc. Es interesante lo que afirma Oleg Grabar: "…La omisiónde representación figurativa en el primitivo arte islámico era, evidentemente, algo sitemático y deliberado, siempre que se trataba de un edificio religioso, y esto llevó a elecciones y cambios insólitos en el tipo de imaginería, que los mecenas musulmanes copiaban y utilizaban. Esta omisión, sin embargo, no supuso el abandono del significado simbólico. El arte islámico llegó al rechazo de las representaciones de un modo consciente. Y esta conciencia, más que la consecuencia de una doctrina a priori, era una respuesta al vocabulario formal de que los árabes disponían…". Más adelante dice: "…La peculiaridad de la actitud musulmana es que inmediatamente interpretó el potencial poder mágico de las imágenes como una superchería, un mal…". Tomaron conciencia de los poderes de la imagen y de su inferioridad en cuanto a uso con respecto al mundo cristiano occidental. Su rechazo radical los llevó a quedar a salvo de una posible contaminación y les ayudó a diferenciarse, a lograr identidad. Creo que esto último puede llegar a ser una interesante reflexión para trasladar el uso, función y poder de las imágenes en el presente.

    La decoración árabe es básicamente ornamental. Mitchell dice que: "…Ninguna forma o diseño aislado necesita que se les conceda importancia o preeminencia sobre los demás y todos pueden utilizarse una y otra vez en nuevas y sin embargo familiares combinaciones…" También nos dice que es un arte más intelectual que emocional, donde las tensiones se resuelven. Esto tiene una vinculación directa con la esencia religiosa que prioriza la palabra y la oración, especia de reflexión constante.

    Su origen proviene de la decoración del bajo imperio, como se puede ver en la Cúpula de la Roca o la mezquita aljana de Damasco. Luego, de acuerdo a las razones arriba expresadas, la decoración religiosa se hace ornamental.

    Como elementos de decoración Mitchel cita a la caligrafía, la más importante de todas, porque cumple la función iconográfica y la ornamental. La geometría "evidentemente relacionada con la estructura de las matemáticas y otras ciencias, también procedentes de fuentes clásicas, que los científicos y filósofos del islam desarrollaron con pasión. Ellos establecieron la vinculación matemática entre la música, la poesía y las artes visuales.

    También están la utiización de figuras animales y la luz. La primera pertenece al mundo privado. "…En pintura está dedicado sobre todo a la ilustración de tratados científicos, epopeyas heroicas, romances, relatos biográficos y narraciones eróticas…". Como vemos, diferenciada en forma importante de la religiosa. Tomando muchos elementos de la cristiana, con el agregado de la sensualidad oriental, que dio lugar a Ruchdie a hablar de la contradicción entre el ascetismo islámico y la sensualidad árabe.

    En cuanto a la luz, apunta a un significado místico: "… es símbolo de la unidad divina y creen que el artista musulmán pretende transformar la materia misma que está modelando en una vibración luminosa. Además modifica demás elementos de decoración y origina formas…"

    Muchos de estos elementos van a ser tomados por Occidente y serán utilizados tanto en el arte románico como el gótico. Como vemos, ese otro cultural, que es el mundo islámico está en permanente contacto con occidente. Y lo que más escozor causa en nuestro mundo, es que es un contacto entre iguales. Cuando el dominio parece realizarse algo aparece en el islamismo, que lo jerarquiza, diferencia y lo hace dificil de dominar. Los dos últimos factores en el tiempo fueron el petróleo y el fundamentalismo. Una razón material y otra religiosa, como en la Edad Media fue la ruta de la seda, las especias y la liberación de Jerusalén.

    El mundo románico y gótico

    Si hiciéramos una encuesta, seguramente la gran mayoría respondería que sí a la pregunta: ¿No le gustaría tener una estufa hogar con chimenea, formando parte de una gran sala en su casa? No sólo por el confort sino por esa especie de tarjeta señorial o aristocrático que esto significa. En más de una casa de pequeño burgués actual podemos encontrar decoración de escudos ( que es la mayoría de los casos no tiene nada que ver con la tradición familiar) o colgadas armas antiguas. Pensar que la aparición de esta "estructura decorativa" comenzó en el siglo X.

    Nosotros, habitantes de América, tenemos dificultades para comprender la actualidad de la Edad Media, salvo que nos topemos con las bandas propagandísticas de Tradición Familia y Propiedad. En cambio en el continente europeo, como bien nos hace notar José Luis Romero, esta etapa de la historia está a cad paso, en cada fiesta popular o tradición social. Por tomar un botón de muestra, el desarrollo técnico-empírico fundamental para este occidente maquinista comenzó durante los siglos X y XI aproximadamente. Allí empezó a herrarse a los caballos y bueyes, se cambió el modo de uncir a los animales de carga para arrastrar el arado. Apareció el arado sobre ruedas, se empezó a utilizar de manera intensiva el molino hidráulico, etc. Todas estas modestas técnicas trajeron como consecuencia, tarde o temprano, mejoras en la calidad de vida y sustitución de trabajo manual por intermedio e máquinas. Es que a partir del siglo X, XI comienza nuestra historia. Si utilizáramos una figura metafórica e imagináramos, que otra cosa no es la historia, nuestra historia como si fuera un baúl de fotos, podríamos decir, que la antigüedad son las fotos de nuestros padres y abuelos, ya que tienen que ver con nosotros pero no somos nosotros. En cambio la Edad Media, a partir del siglo X u XI son nuestras fotos. Aunque al verlas no nos reconozcamos, somos nosotros mismos. Hoy tenemos en líneas generales la misma religión, la misma lengua madre, un derecho similar, la misma estructura familiar, etc.

    En el año 972, el abad de Cluny, orden monástica francesa fundada en el 909, San Mayuel, volvía de Roma y fue emboscado en un paso alpino por una banda de sarracenos, que no lo liberaron sino luego del pago de una importante rescate. Esta era la tónica de Europa en las llamadas segundas invasiones, producidas después de la desmembración del Imperio Carolingio. Los normandos por el norte, los magiares por el este, los musulmanes por el sur acosaron a Europa durante dos siglos. Si las primeras invasiones (la de los pueblos germánicos) tenía más que ver con la búsqueda de un lugar para instalarse de estos pueblos, dentro de lo que era territorio imperial romano. En este caso lo esencial eran las correrías y el pillaje. Los normandos llegaron a pasar a degüello a todo un pueblo del norte de Francia, o como en el 887, convirtieron en establo para sus caballerizas la capilla Palatina de Carlomagno en Aquisgrán. Pero no hay mal que dure cien años o en este caso doscientos. A consecuencia del secuestro del abad San Mayuel "…tan resonante fue el escándalo, que provocó por fin un levantamiento libertador. Guillermo, conde de Provenza y su hermano Roubaud se pusieron al frente de los contraatacantes cristianos, cercaron el reducto sarraceno, lo asaltaron y destruyeron. Esta acción casi siempre olvidada por los historiadores, fue el prólogo de las cruzadas.(…) Al liberar definitivamente las rutas monteñesas de la maldición que durante un siglo había pesado sobre ellas, las abrió de nuevo a la vida y a la alegre animación de los intercambios entre la península italiana, la Galia y los territorios alemanes. Ciertamente existe una relación entre esta benéfica descongestión y la emigración de los artesanos." Ya en el siglo X (911) en Saint Clair-sur-Epte, Carlos el Simple y el caudillo normando Rollón establecieron un tratado por el cual este último se transformaba en vasallo del rey de Francia a cambio de un territorio y se estableció en lo que luego se llamó el ducado de Normandía. Y en el 955 Otón I ,El Grande, había puesto fin a las correrías húngaras con las batallas de Lech. La paz volvía a Europa durante el siglo X. Todo estaba preparado para lanzar la nueva ilusión de unir occidente bajo un mismo poder político. Y para lanzar la nueva ilusión de unir occidente bajo un mismo poder político y religioso como en el pasado imperio romano. En el 962 Otón I , rey de Alemania, es coronado emperador. Parecía que todo había empezado de nuevo, pero mucha agua había corrido debajo del puente.

    Las dificultades para reconstruir el viejo orden

    Las estructuras de poder y sus diferentes modelos se conforman de acuerdo a las circunstancias y no a la voluntad. Lo que se llama el poder fáctico en la Europa del año mil, no lo tenía nadie en su totalidad y cada uno era lo suficientemente independiente del otro como para no quedar en un orden jerárquico inferior. La edad oscura había creado nuevas estructuras útiles para el momento, como el feudalismo o las ciudades libres. Estos cuatro factores (iglesia, imperio, feudalismo, ciudades libres) con sus intereses y características diferenciadas, aliadas y enfrentadas de maneras distintas de acuerdo a las circunstancias, van a ser la historia de la Europa occidental, desde el siglo X al XVIII.

    Iglesia e Imperio tenían aspiraciones hegemónicas, pero cada uno por su cuenta. Y ante la falta de un marco jurídico que regulara esta relación (por ejemplo el sistema de nombramiento del Papa o la autoridad que de investidura a un obispo) va a generar una disputa abierta, que va a ir horadando estas relaciones y con el tiempo debilitando el poder de estas instituciones, haciéndoles perder la fuerza necesaria para reconstruir el viejo orden. Dentro de estas disputas podemos anotar la llamada querella de las investiduras, quizás el primer conflicto. El segundo concilio de Letrán, el sínodo de Sutri, los diferentes cismas religiosos que atravesará la iglesia entre el siglo XI y XVI y si nos extendemos en el tiempo, el retraso de la consolidación nacional de Alemania e Italia.

    Poco a poco reconstruir el viejo orden pasó a ser una ilusión, que apareció de vez en cuando en la historia de Europa. Carlos V, Napoleón, Hitler, fueron algunos de los que la retomaron. ¿Habrá muerto esa ilusión?

    El orden feudal

    Cuentan George Duby y Philipe Aries, que el esquema jurídico-consuetudinario merovingio no contemplaba la idea de "res-pública". El rey era el dueño del reino, no un representante. Dice Jean Dhont : "…El sistema feudal y de vasallaje desarrollado en la época carolingia nos revela algunos aspectos en extremo interesantes de los problemas conectados estrechamente con el ejercicio del gobierno. Uno de los fenómenos más universales de agrupación humana es la banda. En cuanto colectividad, los hombres se agrupan en torno a un caudillo y comparten su destino, bueno o malo, porque confían en él (…) Algo semejante ocurría durante el período carolingio (…) En esta sociedad en que la justicia no siempre podía imponerse y en que los poderosos de todo tipo explotaban casi sin obstáculo alguno a los más débiles, estos no tenían más recurso que "entregarse" y servir a un poderoso de su elección, para alcanzar de este modo su protección. Lo más probable es que, originalmente, a esta motivación se uniese otra: El poderoso procuraba el sustento a sus hombres…"

    La fidelidad del guerrero para su jefe era el valor por excelencia. La infidelidad el peor delito. Cualquier delito común podía ser perdonado, en cambio al rebelde, como sucedió en el 786, cuando el conde de Hardrad quiso matar a Carlomagno, se lo decapitaba, colgaba o arrancaba de cuajo sus ojos.

    El imperio carolingio se fue desmembrando como todo bien privado en distintos herederos y en las diferentes concesiones que hacían sus propietarios frente a los fieles, que les brindaban armas para sustentar el poder. Esto generó una fragmentación inmensa de Europa, que fue incrementada en las llamadas "segundas invasiones".

    Básicamente a este esquema de organización social se le llamó feudalismo. La importancia de esta organización social radica en que forma una cosmovisión de guerrero; fidelidad, valentía, que a partir de la idea de cruzada incorporará el valor religioso y que a medida que la paz crezca en Europa, la guerra se haga torneo, la banda corte, se transformará en un caballero cortesano. Lo importante de este orden para el arte es que marcará una tendencia de raíz laica con sustrato cristiano, pero separado de la religión, que dará lugar, hacia finales de la Edad Media, al llamado arte cortesano. Su apogeo es el llamado arte románico, cuando el orden feudal llegó a penetrar en la misma iglesia. El arte religioso desde su producción y significado trasunta ese orden. "…Las formulas iconográficas, aunque hunden sus raíces en las primeras manifestaciones altomedievales, pasan a significar acordes con el instante de su producción. Los temas más que historia son, a pesar de su desreferenciación, presente. Son parábolas o metáforas plásticas de la realidad. En ellos se manifiesta la agresividad del período, la necesidad de lucha física en aras de mandatos superiores, la valoración de los señores y el menosprecio de los paupers, la exigencia de sufrir lo cotidiano para alcanzar el goce que se supone entero…"

    El orden burgues

    En pleno apogeo feudal, cuando la paz recién llegaba a Europa, comenzaban a otorgarse los primeros privilegios municipales (Génova 958, Zadornin, Berbeja en España 955). Otro orden estaba surgiendo con sus paradigmas. En el 972, el emperador bizantino Nicéforo Focas ordena una investigación de los suministros madereros de Venecia al Islam. Mientras por un lado se iba gestando en Europa la idea de cruzada, algunas ciudades comerciaban con el infiel. Evidentemente otra mentalidad era la que interpretaba el mundo. Su fuente de riqueza no era la tierra sino la moneda. Su valor supremo no era la fidelidad sino la astucia y su objetivo de vida no eran valores trascendentes como la gloria, sino concretos y prosaicos como el éxito. Dos prototipos de un orden y otro son San Luis y Marco Polo.

    Este orden burgués trajo aparejado una afirmación del mundo circundante, un paradigma de verdad apoyado en los sentidos y el empirismo. Si bien es propio de los habitantes de las ciudades, se fue construyendo a partir de distintas expresiones dispersas. Lo que Romero llama "espíritu disidente". Por distintos flancos y sectores aparecieron disidencias al orden impuesto, llamado cristiano-feudal. A veces dentro del mismo cristianismo, como la postura estética del abad Suger de Saint Denis, San Francisco de Asís, a veces heréticos como Bacon en la ciencia, etc. Este nuevo orden se fue consolidando lentamente y de diferentes maneras, expandiéndose más allá de lo que es una clase social como la burguesa. Así se puede hablar de un aburguesamiento de la nobleza feudal que se hace cortesana.

    El arte gótico estaría inmerso dentro de este pensamiento, pero tomado en su faz inicial o en su derivado cortesano. En cambio, el que será estandarte de este sistema será el arte llamado renacentista, de raíz netamente humanista, valor catalizado a partir de la crisis del siglo XIV, tanto en su vertiente negativa como positiva, respecto a la relación hombre-divinidad.