La ablación en la comunidad indígena un problema social y de salud publica
Enviado por JOSE ORLANDO MELO NARANJO
Introducción
La ablación es un concepto que hace referencia a la mutilación genital de la mujer, esta puede ser parcial o total. Se practica con mayor frecuencia en las niñas recién nacidas, adolescentes y mujer adultas que se encuentran sometidas al régimen de las tradiciones ancestrales y religiosas de grupos que colocan el misticismo y la arbitrariedad por encima de la salud y los Derechos Humanos del género femenino. Aproximadamente las estadísticas calculan que 70 millones de niñas y mujeres han sido víctimas de aquella imposición sociocultural que encuentra su amparo en la tradición y la arbitrariedad del género masculino que las destruye física y psicológicamente en lugares como Yemen, África, Asia sudoccidental etc.
Este tipo de procedimientos denigrantes pueden generar fuertes hemorragias y problemas de tipo urinarios, infertilidad y fuertes dolores internos que pueden perdurar de por vida. Con esta práctica inhumana se pretende disminuir el deseo sexual de la mujer para evitar la infidelidad en la etapa del matrimonio y el hogar. Cuestión que se contradice por sí misma, porque la mujer no se haya limitada a su sexualidad, ya que sus sentimientos y acciones también corresponden a procesos emocionales, espirituales, éticos, morales y de una trascendencia que va más allá del deseo sexual.
¿La ablación es un problema de salud pública que debe contrarrestarse a través de programas de inclusión social que permitan pensar de nuevo las consecuencias de dicha práctica?
La mutilación genital del género femenino es una actividad arbitraria que viola los derechos fundamentales de las niñas y mujeres. Por ello, los países que permiten aquellas acciones arbitrarias de los grupos indígenas, religiosos y extremistas que conciben la vida y la sociedad de manera incoherente a la lógica de la salud y la sanidad mental, estarán generando quebrantamientos a la convención mundial sobre los derechos del niño y la convención sobre la eliminación de formas inhumanas de tratar y pensar a la mujer en el mundo moderno.
2.1 CONTEXTO DEL PROBLEMA
La mutilación femenina en la comunidad indígena es un problema social y de salud pública que afecta considerablemente los Derechos Humanos y principios constitucionales que ha adoptado la nación. Por otra parte, las niñas que han padecido la ablación pueden generar sentimientos de vergüenza y dolor frente a su comunidad, así mismo las mujeres adultas que son víctimas de dicha práctica experimentan ansiedad, humillación y frustración a mediano y largo plazo.
JUSTIFICACIÓN
Los Gerentes Sociales deben generar propuestas educativas y pedagógicas para fomentar el debate al interior de la comunidad indígena que práctica la ablación, además de proyectos de inclusión ciudadana que reduzcan dicha actividad.
Las iniciativas sociales de la administración pública y la gestión de la Gerencia Social deben encargarse de fomentar planes de acción e inclusión democrática de la población civil en debates, programas educativos y de salud pública que disminuyan la violencia de género en contra de la mujer que tiene como punto de referencia la visión arbitraria y patriarcal de la existencia.
Objetivo general
Analizar y estudiar las consecuencias nefastas de la ablación femenina en la comunidad indígena para la sociedad y la salud pública.
Objetivos específicos
a. Exponer que tipo de propuestas puede generar la Gerencia Social para disminuir la ablación en la comunidad indígena.
b. Identificar aquellas acciones de tipo estratégico que permitan fomentar la inclusión de la sociedad en mecanismos democráticos y pedagógicos que ayuden a repudiar dicha práctica por ser inhumana y humillante.
Violencia de género
La sociedad es víctima de la violencia de género, ya que el pensamiento patriarcal ha permitido que se extiendan a través del tiempo aquellos valores masculinos de tipo arbitrario e impositivo que fomenta imaginarios colectivos de superioridad masculina sobre el género femenino.
La violencia de género tiene como consecuencia nefasta la desigualdad laboral de la mujer frente al hombre, políticas sociales, económicas y jurídicas de tipo excluyente que no garantizan la participación social y democrática del género femenino en la transformación de las relaciones humanas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.
"La violencia contra las mujeres, aún en medio de un universo de violencia presenta claves específicas. Es decir, formas específicas de legitimación, basadas no en su condición de personas sino de mujeres. Esta legitimación procede de la conceptualización de las mujeres como inferiores y como propiedades de los varones, a los que deben respeto y obediencia y encuentra un refuerzo crucial en los discursos religiosos que las presentan como malas y peligrosas o como la "tentación", la ocasión para pecar". (Rosa Belén Agirregomezkorta Ibarluzea 1 – Irene Fuertes Cabrera 2. 2012)
La mujer no es percibida como una persona o un sujeto de derechos en toda su expresión racional y libre, ya que puede escoger y decidir de forma consciente su estilo de vida y rol social al interior de un país. Si no que aún se encuentra subordinada a los imaginarios colectivos, a la pretendida superioridad del hombre sobre ella y su fuerza para gobernar las naciones de la tierra. Además de la figura familiar que la ubica como un ser dependiente de los ciudadanos y el control por parte de una jerarquía masculina que la guía y le enseña a vivir de forma patriarcal al interior del hogar.
"La violencia contra las mujeres es "todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada". Pág. 14
Una prueba real de tales sucesos es la ablación femenina que aún se practica en algunos lugares del mundo.
La mutilación femenina a nivel mundial posee varios matices sociales, puesto que se presenta como una costumbre, imposición religiosa o arbitrariedad del género masculino sobre el femenino.
La siguiente grafica permitirá reflexionar sobre la dimensión de la problemática, ya que presenta información del año 2011.
Código fuente: http://laerareal.blogspot.com/2011/11/hay-que-erradicar-la-ablacion-genital.html
Haciendo referencia a la problemática señalada en la gráfica anterior es necesario aclarar dos aspectos fundamentales. Primero: en el África las costumbres y tradiciones que ha heredado los ciudadanos son bastante fuertes y se hallan bastante arraigadas entre la población, por dichas razones es bastante difícil para las autoridades de gobierno hacer frente a tales crímenes y vejámenes. Ya que por una parte la población se resiste al cambio y por otra el Estado depende los ciudadanos para la conservación del poder.
Segundo: en Europa, Estados Unidos y Oriente Medio, los Estados si pueden hacer frente a tales prácticas a través de penalizaciones, sanciones y encarcelamiento de los inmigrantes que atenten contra la dignidad y los Derechos Fundamentales de las mujeres.
Ablación femenina en América Latina
Hasta el momento se había abordado el tema de la ablación femenina como una problemática del África, Europa, Estados Unidos y Oriente Medio, sin embargo aquella práctica también existe en América Latina. Solo que algunos fenómenos sociales se hacen visibles cuando existen victimas que permiten visualizar las problemáticas.
Por ejemplo, en Colombia existe un pueblo indígena que se denomina "Emberá Chami", compuesto aproximadamente por 25.000 mil personas. El cual ejecuto a través de sus parteras mutilaciones femeninas. Sin embargo, la problemática se hizo visible cuando en el año 2007 murió una bebe como consecuencia de las infecciones que le produjo la ablación.
Esta clase de sucesos y acontecimientos demuestran que la violencia de género es un problemática que se extiende a través del mundo entero. Por ello, se debe contrarrestar a través de la Gerencia Social y la administración pública.
La práctica de la ablación femenina posiblemente no es origen indígena, pues se le atribuye a las imposiciones de los españoles cuando invadieron las tierras vírgenes o al legado y tradiciones que trajo consigo el pueblo africano que llego a América Latina a complementar la mano de obra barata para la explotación y el genocidio español.
Sin embargo el pueblo indígena trato de defender la ablación femenina:
"Dentro de su cultura los Emberá practican la ablación femenina, que según la misma comunidad "se trata de un rito sagrado, cuyo objetivo es, por un lado ayudar a que el mundo no se destruya y por otro garantizar la fidelidad de la mujer su esposo". Si el equilibrio en el mundo se pierde, el mundo se destruye. Las Chamí dan diferentes nombres a la ablación; la manera más frecuente de llamarla es "curación", también le dicen "el arreglo" o "la operación". Dichas denominaciones dan cuenta del significado que se otorga al procedimiento, que se supone consiste en arreglar un defecto en el cuerpo de ellas". (María Gabriela Moncada Espinosa. 2013)
Cuando se concibe la ablación femenina como un rito sagrado en la comunidad indígena, se da lugar a una problemática social y de salud pública, ya que por una parte se genera malestar social, resentimiento y sensaciones de frustración y humillación. Por otra, los médicos deben atender a bebes o mujeres con infecciones genitales y urinarias que pueden causar la muerte a sus víctimas.
La Gerencia Social debe actuar de forma conjunta con instituciones defensoras de los Derechos Humanos, para luego entonces poder establecer axiomas que permitan trabajar de forma pedagógica y social con la comunidad indígena.
Axiomas
Un rito sagrado no debe atentar contra la vida y la salud.
Un rito debe servir para unificar y generar satisfacción espiritual y no dolor, resentimiento o sentimientos de humillación.
El mundo no se destruirá por permitir a la mujer tener su cuerpo completo tal como lo entrego la vida, la existencia y la tierra.
La fidelidad no se puede garantizar a través de la mutilación femenina, ya que los sentimientos abarcan otras esferas de la existencia femenina.
La ablación no es una curación porque puede provocar la muerte, pues curar indica tratar de preservar la vida.
Las partes sexuales de las mujeres no son un defecto, ya que la pacha mamá les entrega armonía y perfección por naturaleza.
Esta clase de axiomas que he diseñado se deben trabajar a través de pedagogías y modelos educativos que involucren a la población indígena en programas de formación que los certifique ante el Estado para que puedan trabajar para la administración pública en proyectos de participación ciudadana y democrática para abolir en Colombia y América Latina la ablación femenina.
El Gerente Social, debe ejercer la administración de recursos públicos para prestar atención en salud a las víctimas de la ablación femenina, además de generar diálogos para obtener los siguientes resultados en su gestión:
"Diseño y la difusión de los mensajes para facilitar y fomentar el diálogo, que implica compartir ideas en lugar de realizar declaraciones que juzguen o etiqueten las prácticas como "malas".
Centrarse en el comportamiento individual a centrarse en el cambio social colectivo.
Centrarse en los problemas sociales a apreciar la riqueza cultural y facilitar un proceso de cambio cultural;
Soluciones manejadas por expertos a soluciones manejadas por la comunidad, lo que lleva a la implicación de las comunidades en la identificación de las estructuras existentes y las soluciones apropiadas". (Unicef. 2005)
El dialogo con las comunidades es un elemento pedagógico y educativo que da vía libre a la creatividad y la reflexión entre los seres humanos. Por ello, no debe haber lugar al juicio, pues se trata de entender las culturas y las etnias, de lo contrario el Gerente Social no tendrá herramientas o juicios de valor para saber trabajar con las comunidades que tanto necesitan de sus servicios para entender la dinámica social de los Derechos Humanos.
El Gerente Social, debe contratar personal médico para que le explique a la comunidad indígena las consecuencias que la ablación femenina genera en la salud de las mujeres que la padecen en calidad de víctimas.
Ejemplo: "La mutilación genital femenina puede provocar y provoca la muerte, pero no sólo eso. Cuando se lleva a cabo produce dolor, conmoción, hemorragias y daños en los órganos que rodean el clítoris y los labios. La utilización del mismo instrumental con muchas niñas puede propagar el VIH. Posteriormente puede provocar retención de orina, hemorragias intermitentes pequeños tumores del nervio que provocan un intenso dolor. A largo plazo puede ser la causa de infecciones graves y crónicas en el tracto urinario, piedras en la vejiga y uretra, trastornos renales, infecciones del tracto genital por la obstrucción del flujo menstrual, infecciones en la pelvis, infertilidad, tejido cicatrizal excesivo y quistes dermoides". (Francisca Anaya Cintas. 2003)
Lo anterior es una demostración del problema de salud pública que genera este tipo de prácticas, ya que el SIDA y las enfermedades físicas son un padecimiento injusto e inhumano que se le impone al género femenino.
Finalmente, es importante diseñar talleres que permitan abordar el tema con seriedad y profundidad.
Los talleres a desarrollar serán dirigidos a padres y madres de niñas en edad prepuberal (de 4 a 14 años):
El descubrimiento del cuerpo: estructura y funciones.
Mutilación Genital Femenina.
Consecuencias visibles y frecuentes que estas operaciones acarrean.
Sexualidad femenina.
Igualdad y género.
En estos talleres también se involucrar a los hombres para que comprendan la gravedad de aquella práctica inhumana para el género femenino.
Si los países se atreven a llamar al mundo actual con el nombre de civilización, es necesario pensar si la gestión política, las leyes, la economía, los principios constitucionales etc. En realidad demuestran que se vive en una civilización, ya que la ablación o mutilación femenina es una actividad que genera dolor, resentimiento, frustración, humillación y muerte, cuestión que es apoyada por algunos gobiernos del mundo que prefieren los votos y la aceptación de las comunidades que practican aquellas actividades.
El Gerente Social debe diseñar mecanismos de inclusión democrática que permita mejorar las condiciones de integración de la comunidad indígena con ONGS defensoras de derecho Humanos, a fin de garantizar el respeto y el rol social que merece la mujer en el mundo entero.
Rosa Belén Agirregomezkorta Ibarluzea 1 – Irene Fuertes Cabrera 2. (2012) La ablación o mutilación genital femenina – Guía práctica. Paz y desarrollo. Pág. 13,14
María Gabriela Moncada Espinosa. (2013) Incidencia del fondo poblacional de la ONU en la abolición de la ablación femenina en la comunidad Emberá Chamí de Risaralda (2007-2012). Una disyuntiva, derechos culturales versus derechos universales del hombre. Estudio de caso. Universidad colegio mayor de nuestra señora del rosario facultad de relaciones internacionales. Bogotá – Colombia. pag.13
Unicef (2005) Cambiar una convención social perjudicial: la ablación o mutilación genital femenina. Editora: Alexia Lewnes. Italia. Pág. 35
Francisca Anaya Cintas. (2003) Plan de Prevención y Erradicación de la Mutilación Genital Femenina en Wajid. Universidad de Alicante. España. Pág. 2,6
Autor:
Jeiver Felipe Mejia Correa
ESPECIALIZACIONES EN GERENCIA SOCIAL Y DERECHOS HUMANOS
Enviado por:
Jose Orlando Melo Naranjo
ASESOR INTELECTUAL EN COLOMBIA – INVESTIGADOR EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS Y PENSAMIENTO UNIVERSAL EDITORIAL: UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA E INDEPENDIENTE DE MEXICO (UNAD) FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA – 2010