Contexto
Como una reacción de las Iglesias y de la sociedad civil dominicanas se ha concebido el Foro por la preservación de la Paz y la Amistad entre los dos pueblos que comparten la soberanía de la isla; con el entendimiento que los principios fundamentales que deben validar las características esenciales de las relaciones dominico haitianas han sido cuestionados por el repudiable asesinato de la Señora Maritza Núñez el 9 de mayo 2005 en la comunidad de Hatillo Palma y los sucesos posteriores.
En un manejo de la situación que se sustenta y reproduce practicas de un pensamiento conservador ya superado, en lo que se refiere a las relaciones que deben mantener en el cuadro insular las dos naciones, organismos oficiales dominicanos ejercieron una serie de medidas que no contribuyen a garantizar la permanencia de un sistema de derecho en esta parte de la isla.
La existencia en la República Dominicana de una migración haitiana es consecuencia directa de una realidad económica, geográfica y política que no podemos negar, dos estados con cerca de 19 millones de habitantes en una isla de un poco mas de 70 mil kilómetros cuadrados, obliga a que en función de los intereses nacionales de cada una de las naciones, se establezca una visión que enfoque sus objetivos a superar los males sociales vinculados a la pobreza vista como una injusticia social que afecta en mas o menor grado a haitianos y a dominicanos, en el marco de planes conjuntos. Los cuales, conservando las particularidades de cada una de las naciones que pueblan el espacio territorial insular, asuman los desafíos comunes como parte integrante de sus proyectos nacionales respectivos.
Dominicanos y haitianos tenemos elementos comunes que nos obligan a manejar las situaciones que se presenten con criterios bien definidos y ponderados, que nos permitan, establecer mecanismos de cooperación y colaboración interinsular que liberen y dignifiquen nuestros dos pueblos, permitiendo que entren en la modernidad que no es otra que el reconocimiento y disfrute de su categoría de ciudadanos de pleno derecho de dos estados nacionales independientes.
Las improvisadas y precipitadas repatriaciones masivas que afectaron tanto a ciudadanos haitianos como a dominicanos de origen haitiano, la inapropiada campaña anti haitiana y la propuesta formulada en Haití de implementar un boicot a los productos dominicanos en Haití, el condenable doble asesinato de ciudadanos haitianos: el pastor Belizaire Calixtre de 70 años y Calinexte Pierre de 42 años, el 7 de junio 2005, las inaceptables persecuciones de ciudadanos haitianos y dominicanos de origen haitiano en varios puntos del país por ciudadanos dominicanos, lo cual contrasta con la convivencia pacífica entre nacionales de los dos países, los manejos incorrectos de organismos estatales ante dichos casos, ignorando la imposición de la autoridad con equidad frente a grupos en conflicto y los mecanismos legales para recibir las quejas y denuncias de los ciudadanos en una sociedad organizada y moderna, forman parte de un conjuntos de hechos que tienen que provocar una seria preocupación de las sociedades dominicana y haitiana comprometidas con la preservación de la paz imprescindible para el desarrollo de los dos pueblos.
Es necesario resaltar frente a esta situación, y respondiendo a una practica que se ha manifestado de manera permanente en la historia de los dos pueblos, las acciones de solidaridad entre dominicanos y haitianos protegiéndose y asistiéndose unos a otros en los dos territorios en sus momentos más críticos.
Ciertamente que a nivel oficial las relaciones bilaterales parecen no haber sufrido lesiones graves frente a dicha situación, con las visitas de los cancilleres haitiano General ® Herard Abraham y dominicano Carlos Morales Troncoso, los días 17 de mayo y 11 de junio; sin embargo las heridas causadas en ambos pueblos necesitan ser sanadas, no solo por iniciativas similares, sino también, mediante la implementación de acciones concretas de las autoridades de ambos países.
Convocantes
El Diálogo Dominico Haitiano de las Iglesias Evangélicas espacio de intercambios de lideres cristianos dominicanos y haitianos y, con el apoyo de instituciones católicas y civiles, Centro Dominicano de Asesoría e Investigaciones Legales (CEDAIL), Casa del Caribe, Centro Cultural Dominico Haitiano (CCDH) y la Fundación Zile, han convocado el día 12 de Julio del presente año, un Foro público, abierto y democrático para recabar de distintos sectores de la sociedad dominicana su visión sobre los tópicos abajo descritos como una manera de contribuir con las autoridades dominicanas particularmente, y llamar la atención de la contraparte haitiana, en el tratamiento de un tema que necesita ser abordado desde aquí, como desde Haití, a partir de la realidad obligada de la amistad, solidaridad, y cooperación insular.
Los convocantes tomaron en cuenta los resultados de reuniones en Hatillo Palma con autoridades locales, productores agrícolas y legisladores interesados en el tema donde se tocaron entre otros, temas relacionados con el crecimiento de la inmigración haitiana y la necesidad de incorporar mas dominicanos en las labores agrícolas de acuerdo a la ley. Igualmente se considero las denuncias y/o intervenciones publicas de Obispos Católicos y lideres cristianos de otras denominaciones con relación al hostigamiento a personas de piel oscura y Estudiantes haitianos legalmente establecidos en el país. Asimismo los resultados de una reunión en el local del Centro Dominicano de Estudios de la Educación (CEDEE), el 23 de Mayo 2005 y otras acciones encaminadas posteriormente, para ser analizados en un espacio mas abierto y no exclusivamente el de los valiosos grupos y organizaciones que trabajan con la comunidad haitiana y los dominicanos de ascendencia haitiana en el país.
Propósitos
Elaborar un plan de acción para lograr los siguientes objetivos:
Impulsar la reconciliación entre haitianos y dominicanos en Hatillo Palma y en todo el territorio nacional
Ponderar la necesidad de revisión de los artículos de la nueva Ley de Migración que debilitan la paz y la armonía entre los dos países.
Analizar el tratamiento del tema haitiano en los medios de comunicación.
Fortalecer los mecanismos de solidaridad entre los dos pueblos de la isla.
La actividad se desarrolló en el Salón La Mancha del Hotel Lina de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. con ponencias y mesas de trabajo con la participación de 172 invitados representando a 75 instituciones bajo la dirección de las siguientes personas en moderaciones, ponencias o talleres:
1- Lic. Lorenzo Mota King, Servicio Social de Iglesias Dominicanas
2- Mons. Telesforo A. Isaac, Obispo Anglicano
3- Rev. Manuel Estrella, Secretario de Estado sin cartera enlace
entre el poder Ejecutivo y las Iglesias Evangélicas
4- Padre Julin Acosta, Casa del Caribe
5- Rev. Braulio Portes, Consejo Nacional de Iglesias
6- Dra. Victoria (Noemí) Méndez, de CEDAIL
7- Rev. Rolando Diaz/Misión Salud Integral
8- Lic. Carlos Julio Feliz, comunicador social, escritor
9- Dr. José Rafael Dunker/Movimiento civilista
10- Lic. Cesar Ballenilla, Educador Popular/Maestría en Defensa y
Seguridad Nacional
11- Edwin Paraison, Fundación Zile
12- Margarita Jiménez, BOHIO/Funredes
13- Rachell Doucet, antropóloga
14- Germania Galvan Ortega, Colectivo Mujer y Salud
15- Lic. Cornelia Adon, Circulo de Facilitadores Cívicos por la
Democracia
16- José Alberto Díaz, Diálogo Dominico Haitiano de las Iglesias
Evangélicas
17- Dra. Desiree del Rosario, CEDAIL
Marco teórico
Caso Hatillo Palma y Repatriaciones
La muerte violenta de la Sra. Maritza Núñez de 31 años de edad el día 9 de mayo 2005, y las consecuentes medidas investigativas que siguieron destinadas al esclarecimiento de ese lamentable hecho, no debieron servir para organizar de manera atropellada y antihumana las repatriaciones masivas ejecutadas en la región noreste bajo el alegato de "proteger" a los ciudadanos haitianos de represalias de habitantes de la comunidad de Hatillo Palma, cuando en las mismas fue violentada la dignidad humana. Es importante recordar que esta no fue la conducta de las autoridades españolas ante un caso parecido donde murió un joven español a manos de un inmigrante dominicano.
El Foro acogió positivamente las declaraciones del 23 de Junio 2005 del Presidente de la Republica Dr. Leonel Fernández con relación a las violaciones de derechos humanos registrados en los procesos de repatriaciones masivas realizadas en el país en los últimos años, con su compromiso político de evitar que situaciones similares se reproduzcan, sin menoscabo al derecho soberano de la República Dominicana en repatriar a personas que se encuentran aquí de manera ilegal.
El Foro estableció que el caso Hatillo Palma no es un caso común ni migratorio, es una cuestión moral y legal que ha tenido un impacto psicológico y social en la población dominicana por la manipulación mediática y política hecha por algunos sectores, situación que evidencio una vez más los prejuicios existentes con relación a los inmigrantes haitianos en la República Dominicana.
Una investigación sociológica permitió para fines de las evaluaciones del foro tener una mejor comprensión de la comunidad de Hatillo Palma. Allí no hay datos demográficos fiables. No ha habido un censo que determine con claridad y precisión la cantidad de habitantes tanto dominicanos como haitianos. Un hecho es sin embargo irrefutable cuando se habla de extranjeros, la mayoría son haitianos. Desde diferentes fuentes se ha podido sin embargo obtener cifras a nivel local que difieren totalmente de los números publicados por algunos medios de comunicación. El censo realizado en el 2001 por el Comité Cultural de Hatillo Palma daba una población de no más de 2,600 habitantes. En la actualidad las estimaciones son las siguientes 15,200 dominicanos, entre 2,500 y 3,000 haitianos. Sin embargo hay fuentes que aseguran que los obreros haitianos no son más de 600. Pero no hay datos científicos por tal motivo las cifras se pueden manipular.
La producción de guineo que es la base económica de la comunidad, en una escala menor las frutas, vegetales, arroz, entre otros, necesitan de una mano de obra experimentada que los dominicanos hasta ahora no bastan para asegurar una producción sobre 1,000 tareas sembradas
De acuerdo a testimonios de ciudadanos dominicanos, la inmigración haitiana en la comunidad comenzó hace unos 25 anos. Han revelado que en los últimos 10 anos sin embargo, se han registrado casos de participación de haitianos en complicidad con dominicanos en actos delincuenciales, lo cual ha creado en algunos círculos de la comunidad un sentimiento de animadversión en contra de ciudadanos haitianos no insertados en labores agrícolas.
La escasez de mano de obra provocada por las persecuciones y las repatriaciones, evidentemente comenzaron a afectar la economía local. Una conformación social polarizada entre los sectores afectados, después de reuniones y negociaciones, logró el Acuerdo de Hatillo Palma, el cual según el Ing. Ramón Fermín, presidente del Club Cultural puede resumirse en tres puntos:
1- La cantidad de trabajadores
2- El estatus legal del migrante
3- La ubicación de los trabajadores
Si para los puntos 1 y 2 el resto de la sociedad dominicana puede tener una apreciación mas o menos positiva, es decir que la cantidad que se busca es la que realmente responde a las necesidades laborales, unos 1,500 diarios, además de asegurar que los trabajadores tengan un permiso de estadía y laboral legal iniciando ese proceso con un documento de identidad de su país de origen, el punto 3 sin embargo da la impresión de un confinamiento cuestionable que las oficinas gubernamentales interesadas deberían evaluar desde el punto de vista de la libertad de transito y de la segregación social que puede derivar en la prohibición a los trabajadores haitianos de no salir de las plantaciones, áreas donde también se les proveerá de alojamiento.
Con relación a los crímenes cometidos en Hatillo Palma los días 9 de mayo y 7 de junio, tanto los moradores de Hatillo Palma como los participantes en el foro dijeron un "No a la impunidad", pidiendo a las autoridades competentes el esclarecimiento de esos casos.
A dos meses de la muerte de Maritza Núñez que fue el detonante de esa situación dolorosa hay 3 haitianos presos que declaran no tener nada que ver en el crimen mientras que versiones han circulado sobre la posibilidad de que fuera cometido por dominicanos.
Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre este tema:
1- Utilizar el caso de Hatillo Palma como campo de reflexión sobre los distintos aspectos que envuelve respecto a un manejo transparente de las relaciones con Haití
2- Implicación activa de los dos gobiernos para garantir la paz, con la urgente aplicación en sus distintas cláusulas de las declaraciones y acuerdos de Paz y Amistad, de cooperación técnica y de intercambios culturales, firmados entre los dos Estados.
3- Evitar ignorar los derechos laborales de los trabajadores agrícolas haitianos con recibir asesoramiento de grupos sindicales con el fin de garantir que firmen contratos individuales de trabajo de manera consciente.
4- Fortalecer los programas de educación en derechos humanos y migración dirigidos a agentes públicos en comunidades de significativa presencia haitiana.
Nueva Ley de Migración
La nueva ley se elaboro, hay que reconocerlo, con una dinámica de participación de organizaciones de la sociedad civil, teniendo la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores un papel de coordinación y elaboración con el apoyo de una comisión de expertos que se creo para tales fines. Se organizo un seminario con el asesoramiento de organismos internacionales para recibir las propuestas de las ONGs que trabajan la cuestión migratoria en el país, para llegar a un documento consensuado buscando lograr una ley moderna que respondiera a la realidad del fenómeno migratorio de hoy.
Es un documento de 154 artículos que pretende ordenar el flujo migratorio en el país a fin de que todos los que entran y salen del territorio dominicano lo hagan bajo convicción de legalidad. Finaliza diciendo que los extranjeros ilegales serán excluidos del territorio nacional. Sin embargo hay artículos de la misma ley que no parecen muy coherentes. Esta ley es evidentemente más avanzada que la del año 1939 y así lo ven los organismos internacionales y los estudios comparativos que se han hecho con relación a otros países del área, pero no da repuestas claras a algunos elementos de la problemática migratoria insular. Se entiende así porque las ONGs relacionadas con la población haitiana o dominico haitiana han elevado críticas con relación a algunos de sus artículos que afectan directamente a este sector de la migración.
Hay que señalar en este sentido que se ha encaminado por parte de 15 organizaciones un recurso de inconstitucionalidad de varios artículos de la ley 285-04 ante la Suprema Corte de Justicia.
Ha sido aceptado que la nueva ley es un fundamento que aporta al país un instrumento legal para empezar a ordenar y regular en materia migratoria. Es también un elemento de la Política Exterior que tiene que definir claramente el Estado Dominicano frente a Haití y los haitianos en el país. En tal sentido y basándonos sobre el principio de que no todo lo legal es justo, debe ser mejorada y modificada para e3ntre otros:
Garantizar el principio de igualdad ante la ley.
El estricto respeto de las convenciones internacionales de Derechos humanos, laborales, migración, y refugio.
Viabilizar una mayor cobertura de las realidades sociales, culturales y económicas de los sujetos de migración a partir de la nueva dinámica de las relaciones dominico haitianas que involucra a obreros, cuadros profesionales, estudiantes y empresarios entre otros.
Buscar en sus distintas cláusulas conformidad con la Constitución de la República Dominicana.
Migración Haitiana en la República Dominicana
No hay cifras oficiales en ninguno de los dos países con relación a la presencia haitiana en la República Dominicana. Todos los estudios hechos por organismos internacionales o entidades académicas locales estiman entre 400,000 y 800,000 los haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana que se encuentran en el país. Cifras usadas que son mayores a esos datos aproximados no tienen ninguna base analítica. No hay duda alguna de que los nacionales haitianos constituyen la comunidad de extranjeros más grande en suelo dominicano.
Alrededor de solo 5,000 haitianos se encuentran de manera legal en el territorio dominicano. La aplicación de la ley de migración 285-04 dará inicio a un programa de regularización. Pero hay quienes sostienen que un programa de Amnistía debería ser considerado a favor de los haitianos que pueden probar que tienen por lo menos 5 anos en el país. Solicitud publica hecha por la organización jesuita "Solidaridad Fronteriza" de Dajabón/Quanaminthe. Y que, anteriormente la Pastoral Haitiana Católica en varias reuniones y celebraciones públicas había planteado.
Toda vez que la sociedad dominicana se preocupa por el crecimiento de la presencia haitiana, tiene igualmente la obligación moral de preocuparse por la visión que cada dominicano tiene del haitiano como su vecino para siempre y viceversa. No existe actualmente ningún programa oficial o publico de promoción desde las escuelas de educación básica, de una nueva percepción, de convivencia pacifica para el enriquecimiento cultural mutuo entre haitianos y dominicanos en la isla, reforzando al mismo tiempo la identidad y los símbolos patrios que hacen de los pueblos, dos Estados soberanos que comparten una isla.
La presencia haitiana en el país se ha diversificado y es motivada en la actualidad entre otras causas por:
-La situación socio política haitiana de crisis humanitaria y de gobernabilidad
-El trafico de ilegales con complicidad transfronteriza entre agentes públicos
-Las migraciones internas en territorio dominicano y los espacios dejados y las labores que ya los dominicanos no quieren hacer.
-El déficit de aulas en el sistema de educación superior en Haití
-Las garantías para las inversiones por la estabilidad política y el auge del turismo en la República Dominicana
Intereses económicos y/o políticos pueden motivar en momentos determinados una postura favorable o de rechazo de la presencia haitiana, ya que el nuevo marco en el cual de desarrollan las relaciones dominico haitianas no dan cabida a el concepto cerrado de la carga que pudiera representar la inmigración haitiana en el país. Y tomando en cuenta la contribución por más de 90 años de la mano de obra haitiana al sostenimiento de la economía nacional, la inyección y captación de capitales y divisas a través de los inversionistas y turistas haitianos que al mismo tiempo generan puestos de trabajo a favor de dominicanos.
Evidentemente, la nación dominicana considerando sus propias limitaciones debe y tiene la obligación urgente de implementar los mecanismos apropiados de control fronterizo quizás con la asistencia de organismos multilaterales y o gobiernos amigos, con el cuidado siempre presente de evitar a un doble nivel, fronterizo y multilateral, toda lesión a la integridad territorial y la soberanía nacional.
República Dominicana de cara a la presencia haitiana en su territorio no puede nunca pasar por alto que millones de dominicanos se encuentran fuera de su país incluso en Haití donde muchos han echado raíces y levantado negocios.
Asimismo la intensidad de los intercambios entre los dos pueblos hace cada día más difícil encontrar un haitiano en la frontera o en Puerto Príncipe que no conoce o no usa un producto dominicano, como es difícil encontrar un dominicano que no haya tenido directa o indirectamente algún contacto con un nacional o un producto que haya venido de Haití, desde el arroz que se pasa en contrabando, el ron Barbancourt, legumbres, papas, aguacates, mangos y los "pepe" (pacas de ropas vendidas en las pulgas) en los mercados fronterizos.
Esta realidad exige moralmente y obliga políticamente a una redefinición de las relaciones con Haití y un manejo digno y justo de la situación migratoria.
Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre este tema:
1- Hacer una campana de sensibilización y educación sobre los aportes que se dan ambos pueblos.
2- Llamar la atención del gobierno sobre la necesidad de controlar que las legítimas inquietudes de sectores diversos con relación al tema, se transforman en actos públicos xenófobos que lesionan la amistad y la paz en la isla y causan un daño a la imagen internacional del país.
Tratamiento del tema Haitiano en los Medios de Comunicación
El tema haitiano en sus diversos aspectos es un asunto de actualidad en la República Dominicana. Desde las violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes, las mujeres y niños pedigüeños en las avenidas y calles urbanas, la situación política interna de Haití, el contrabando en la frontera, el arte y la cultura haitiana, Haití es noticia.
Un estudio detenido del tratamiento del tema desde el 9 de mayo en los distintos medios electrónicos arroja sin embargo un balance muy negativo respecto a un manejo escrupuloso del tema, donde unos medios se han esforzado en mantener la objetivad y el profesionalismo, pero otros en espacios arrendados o pagados, han dejado usar sus facilidades por terceros para planteamientos que riñen con las regulaciones en la materia de comunicación masiva que pudieran ser calificadas de xenófobas…
Pocos son los medios y periodistas que se colocan en el justo lugar para ver y tratar el tema sin apasionamientos. Porque independientemente de lo que se pueda pensar o teorizar se están dando relaciones naturalmente armoniosas entre dominicanos y haitianos.
Haitianos fueron condenados ante la opinión publica sin el veredicto de un tribunal en el caso de Maritza Núñez, y con esto una condena moral mediática para toda la comunidad haitiana, cuando aún las autoridades no han presentado las pruebas correspondientes de los implicados en ese expediente.
No hay evidencias de manipulación adrede del tema de los grandes medios motivados por intereses políticos o económicos, sin embargo en ocasiones la autocensura o censura directa al periodista que busca una real objetividad ha sido comprobado, lo que impide la difusión de la verdad sobre un hecho en particular.
Las limitaciones de los medios para una mejor cobertura y profesional tratamiento del tema con especialistas en la materia que son muy pocos, son evidentes. En algunos casos de puede hablar de un desconocimiento de la problemática dominico haitiana.
Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre este tema:
1- Fomentar en las escuelas de periodismo, un espíritu crítico e imparcial en los comunicadores sociales con respecto al tema haitiano o crear una cátedra especialmente para esa materia.
2- Provocar un interés de los dueños o directores de medios para salvaguardar la objetividad en la presentación de la realidad dominico haitiana de hoy.
3- Las iglesias que manejan medios y programas están en la obligación de abrir más espacios para crear una conciencia sana del tema sin desmedro de lo nacional
4- Incluir en la programación de los medios del Estado, espacios de análisis objetivos para orientar a la ciudadanía sobre el tema.
Redes de Solidaridad entre los Pueblos Haitiano y Dominicano
Entre los dos países existe una frontera que los Estados en los últimos años han acordado reforzar por los trabajos de relocalización y reparación de los bornes fronterizos. Iniciativa política y jurídicamente importante que debe de recibir el apoyo de los grupos organizados de las dos naciones.
Pero existen serias inquietudes con relación a las fronteras de los prejuicios que nos separan. El Foro reafirma la necesidad de estrechar los lazos con Haití. Para tales fines apoya los mecanismos de intercambios, amistad y solidaridad ya existentes, al mismo tiempo que se ve la necesidad de una instancia orgánica, menos sectorial, de mayor amplitud en cuanto a sus componentes originarios de la sociedad civil, con un accionar binacional permanente como estructuración de la solidaridad.
Los dos pueblos a lo largo de su historia en múltiples manifestaciones artísticas, culturales, deportivas y en su vida política han tejido juntos esas redes de solidaridad que tenemos la obligación de fortalecer. El trabajo de las ONGs debe ser destacado de manera particular a través de:
–Red de encuentro y solidaridad dominico haitiano Jacques Viau
-Congha
-Comisión Insular de juristas en reflexión
-Comisión por un nombre y nacionalidad
-Bohío/Funredes
Los dos Estados entendieron la obligación de crear un espacio de estudios, discusiones y análisis de los grandes temas de la agenda bilateral, que es la Comisión Mixta Bilateral creada en 1996.
Las Iglesias por su esencia de la filiación cristiana, sin perder su identidad nacional, han trillado un camino para las generaciones presente y futura. En la década de los "80 las Conferencias Episcopales Dominicana y Haitiana tomaron la iniciativa de la Pastoral Haitiana. Las iglesias evangélicas en el 2002 crearon el Dialogo Dominico Haitiano de las Iglesias Evangélicas.
El conocimiento reciproco de la historia, del idioma, de la idiosincrasia entre los dos pueblos en las circunstancias actuales aparece como una urgencia. Los dos países no pueden vivir de espaldas como algunas voces en ambos lados de la frontera pregonan.
El Foro determinó que la experiencia de las relaciones solidarias permiten decir que los dominicanos y haitianos nos necesitamos mutuamente.
Otras recomendaciones de la mesa de trabajo sobre este tema:
1- Crear un mecanismo de seguimiento del Foro para promover alternativas y formulas de soluciones a los problemas dominico haitianos en un marco de comprensión. Una evaluación anual del Estado de las relaciones entre los dos países debe ser planificada a través del Foro.
2- Revisar el currículo educativo, la historia, la literatura en los dos países para una presentación de los hechos históricos en el marco de un nuevo contexto socio político de convivencia pacifica insular.
Anotaciones generales
La RD cuyas condiciones de vida son más elevadas que su vecina Haití inmersa en una crisis política e humanitaria, se ha transformado en un polo de atracción para los más desposeídos de la parte occidental de la isla.
Durante décadas sin embargo el Estado Dominicano a través del Consejo Estatal del Azúcar y en un segundo tiempo los encargados de obras de infraestructura oficiales han utilizado masivamente la mano de obra haitiana.
Las repatriaciones de personas que llegan de manera irregular al país se hacen diariamente, muy especialmente por los puntos fronterizos. Informaciones publicadas en los medios de comunicación a partir de comunicados y notas de prensa de las Fuerzas Armadas así lo indica, sin provocar críticas ni protestas de grupo alguno a nivel local o internacional. De la misma manera que ciudadanos dominicanos son deportados diariamente desde otras naciones.
Desde 1991 la RD sin definir una política migratoria clara ha procedido a formas de repatriaciones masivas y violatorias de los derechos humanos no usadas contra dominicanos en situación irregular en el exterior. Dichas repatriaciones, tampoco han impedido el re-ingreso clandestino en el marco de un tráfico constante de ilegales, de los afectados.
La Republica de Haití y ahora con la presencia de las tropas de la Minustha, no ha logrado frenar el flujo de inmigrantes hacia la RD. Se imponen medidas de control.
Es difícil evitar fricciones y problemas personales entre ciudadanos de dos países fronterizos. La norma sin embargo hasta ahora ha sido la buena vecindad y la solidaridad. Hay que reconocer la existencia en la línea divisoria de bandas de delincuentes dominicanos y haitianos responsables de contrabando de todo tipo. Lo cual alimenta la criminalidad en las zonas aledañas en ambos territorios. De acuerdo al manejo dado en la opinión publica, hechos aislados y de responsabilidad penal individual, se convierten en estigma para haitianos o dominicanos en cualquiera de los dos países. No es correcto.
Un planteamiento objetivo de la situación es de rigor, para evitar las manipulaciones y el deliberado uso del tema para fines políticos o electorales en ambos lados de la frontera.
Recomendaciones finales
1- Es necesario lograr una forma de reparación para los 52 dominicanos que fueron expulsados de su país, que sean beneficiados en su lugar de origen, de algún programa de vivienda del gobierno. Igualmente se pide una investigación a favor de los haitianos que dicen haber perdido bienes y efectos personales durante las repatriaciones
2- Agilizar las investigaciones y el proceso legales de las personas detenidas en los crímenes cometidos en Hatillo Palma
3- Convocar para la segunda semana de agosto un culto comunitario inter eclesial en Hatillo Palma por el perdón, la paz y la reconciliación.
4- Solicitar al Concejo Nacional de Migración la creación de un grupo mixto de trabajo (sociedad civil/gobierno) sobre amnistía a favor de haitianos con más de 5 años en territorio dominicano.
5- Que los gobiernos Haitiano y Dominicano dispongan espacios en las emisoras oficiales para programas de orientación sobre las leyes de cada uno de los países y temas de interés social.
AGRADECIMIENTOS:
Agradecemos la solidaridad y el compromiso asumido por las 75 instituciones representadas en el foro, a las instituciones compromisarias en la convocatoria y muy especialmente al Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino de Noruega que a través de la Ayuda De La Iglesia Noruega y el Servicio Social de Iglesias Dominicanas han apoyado incondicionalmente esta iniciativa.
El Dialogo Dominico-Haitiano de las Iglesias Evangélicas auspicia este foro con la intención de seguir buscando formas para la preservación de la paz y de la amistad entre los dos pueblos. Los dirigentes de las iglesias cristianas, tanto de Haití como de la Republica Dominicana, tienen las mejores intenciones y se sienten llamados a elaborar planes de acción efectiva para lograr un ambiente de cordura y de paz duradera entre los habitantes de nuestros pueblos.
Autor:
Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.
"A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"
Santiago de los Caballeros,
República Dominicana,
2014.
"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH -POR SIEMPRE"