- Alberto Kenya Fujimori Fujimori
- Fujimori: líder de agrupaciones políticas
- Problemas sociales
- Linkografía
CAPÌTULO I
Alberto Kenya Fujimori Fujimori
1. Biografía de Fujimori
Alberto Kenya Fujimori Fujimori nació en Lima el 28 de julio de 1938.
Es un ingeniero agrónomo, físico, matemático y político de nacionalidad peruano – japonesa que desde setiembre del 2007 se encuentra preso acusado de delitos de derechos humanos, corrupción y faltas a la Constitución. Ocupó la Presidencia de la República del Perú entre el 28 de julio de 1990 y el 21 de noviembre de 2000. Su gestión es uno de los períodos más polémicos y accidentados de la historia reciente del país.
A Fujimori se le acredita haber logrado restaurar la estabilidad macroeconómica de Perú y restaurar la paz y seguridad interna después del colapso durante los últimos años de la presidencia de Alan García a finales de la década de 1980.
Sin embargo ha sido criticado fuertemente por su particular estilo de gobierno, siendo calificado como autoritario, en especial después del llamado Autogolpe de 1992.
En el año 2000, tras haber inaugurado su tercer período, explotaron escándalos de corrupción al interior de su gestión; en ese contexto, asistió a la cumbre APEC en Brunéi, desde donde se trasladó a Tokio. Dimitió a los pocos días, pero fue destituido por "permanente incapacidad moral" por el Congreso; desde Japón, logró evadir las acusaciones judiciales que pesaban en su contra hasta noviembre de 2005, cuando viajó a Chile. La Corte Suprema de ese país acogió la petición presentada por el Estado Peruano para extraditarlo. Desde fines del 2007 es juzgado por 7 cargos, que incluyen 2 por falta a los derechos humanos, y 5 por corrupción; ya ha sido sentenciado culpable por el ilegal allanamiento de la casa de Vladimiro Montesinos y condenado a 6 años de privación de la libertad.
Fujimori ha sido el líder de seis agrupaciones políticas: el movimiento Cambio 90, el partido Nueva Mayoría, el movimiento Vamos Vecino, la alianza Perú 2000, el partido Sí Cumple, la Alianza por el Futuro y últimamente se encuentra vinculado con Fuerza 2011 ; además ha tentado una curul en el Senado japonés por el partido Kokumin Shinto. En la actualidad, aún cuenta con la simpatía de un sector de la población del Perú.
2. Definiciòn de Fujimorismo
¿Qué es el Fujimorismo? Si partimos de considerar que "Ideología" es un conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época deun movimiento cultural, religioso, político, etc., podemos afirmar que "el Fujimorismo" es una ideología, o sea, un conjunto de ideas fundamentales formuladas por Alberto Fujimori que corresponden específicamente a una peculiar situación como la del Perú y particulamente a una determinada etapa de su desarrollo histórico.
Efectivamente, el Fujimorismo surge y se desarrolla motivado por dos circunstancias fundamentales: el fracaso histórico de la clase política nacional y el surgimiento de la violencia política que tiene en el terrorismo genocida su máxima expresión. Ambos elementosllevan al Perú a un quiebre histórico con el peligro de su desintegración como país y nación.
La legisladora Keiko Fujimori explica que: "el fujimorismo es un movimiento político compuesto por técnicos, por gente que no cree en los partidos políticos tradicionales, personas con convicción de servir a nuestro país y, sobre todo, a los sectores más alejados y populares".
El Partido Fujimorista es una suerte de agrupación en torno a Alberto Fujimori. Él decide la doctrina o ideología partidaria a su antojo y por el tiempo que lo desee. La doctrina real es: "Alberto Fujimori". ¿Eso es un partido? ¿Se pueden formar cuadros en un "partido" como ese? Obviamente no, pero tampoco importa porque ese tipo de "partidos" no necesitan cuadros, solo un líder que defina la organización, las formas, los miembros, los dirigentes alternos (si los hay), la duración de la agrupación, etc.
Sin Fujimori, lo que tenemos es un -ISMO bastante desarticulado pues se quedaron sin líder y sin móvil a corto plazo (este era, que Fujimori volviera a asumir el liderazgo de su partido y regresara a la arena política peruana). Habrá que ver como se desarrolla el asunto y como los ánimos naranjas van de alegría a incertidumbre y de incertidumbre a decepción. Las sonrisas de ayer no fueron tan sinceras y las opiniones encontradas a raíz de la candidatura de Alberto Fujimori al senado japonés nunca llegaron a un punto común.
Al igual que "hayismo", "mariateguismo", "velasquismo","belaundismo" o "bedoyismo", el "Fujimorismo" es una doctrina particular de interpretación de la realidad histórica del Perú, con la gran diferencia que éste se materializó en muchos aspectos que permitieron cambiar o transformar la realidad económica, política y social del país. Quizás, hay que reconocer, también que el velasquismo hizo importantes cambios económicos y sociales.
Podemos resumir de esta forma: El Fujimorismo es la doctrina de Alberto Fujimori que tiene como objetivo fundamental lograr la modernización integral del Perú, erradicar la pobreza de millones de peruanos, establecer una nueva relación entre el Estado y la sociedad poniendo el primero al servicio del segundo, implementar una verdadera democracia, convertir a nuestro país en país líder en el concierto internacional.
Todas las doctrinas se basan y recogen principios y valores versales y el fujimorismo no es la excepción.
¿Cuáles son esos principios? Innumerables, los más importantes, los que lo caracterizan son:- El pragmatismo, o sea, el buscar las consecuencias prácticas del pensamiento, aceptando lo que es bueno y necesario para la solución de los problemas sin quedarse en los esquemas y estereotipos. Es buscar la eficacia y eficiencia en las cosas.
– Respeto al Principio de Autoridad como parte fundamental de la Democracia.
Ambos conceptos son complementarios. Sin principio de autoridad no hay democracia verdadera. Esto es muy distinto al autoritarismo que es un exceso de autoridad llegando a la arbitrariedad. Principio de Autoridad es igual que Gobernabilidad, o sea, el ejercicio de gobernar, de ejercer el mando.- La Democracia es Pueblo, entendida como la voluntad del pueblo que debe ser respetada y no utilizada por grupos minoritarios para sus particulares intereses. Pero democracia no es sólo elegir a los gobernantes cada cierto tiempo por medio del voto. Democracia es también y sobre todo el derecho de todos a una mejor calidad de vida, de igual y oportunidades a una justa atención y satisfacción de necesidades.
– Aprovechamiento de nuestras propias fuerzas y riquezas humanas y naturales para un desarrollo equilibrado y sostenido.
Estos principios y otros más, vistos en conjunto caracterizan al Fujimorismo y fueron el sustento de su obra de transformación del Perú. Nadie hace una obra sin base conceptual o ideológica pues todos actuamos en base a una visión de la vida. El Fujimorismo tiene una Visión del Futuro y de la vida. Una visión histórica del Perú. En todas las obras realizadas durante sus diez años de gobierno, por más pequeñas que hayan sido, reflejan una concepción y visión de país. En todas ellas se reflejan principios y valores supremos, hechos realidad.
Dictadura ¿Qué es dictadura? Si entendemos que dictadura es un gobierno que bajo ciertas condiciones excepcionales prescinde en parte del ordenamiento jurídico de un país para ejercer autoridad, podemos considerar al período del Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional inmediatamente después del autogolpe del 5 de Abril del 92 como una etapa transitoria donde se ejerció una especie de dictadura, la misma que fue rápidamente superada al restablecerse de nuevo el orden constitucional con la elección del Congreso Constituyente Democrático- CCD.
Esa decisión de cerrar el Congreso inepto y poner en reestructuración y reorganización el Poder Judicial, el Ministerio Público, las regiones fue absolutamente necesario a fin propiciar la derrota del terrorismo genocida y establecer un nuevo orden constitucional que garantizara las reformas profundas que se venían realizando para bien del país, salvaguardando el sistema democrático.
Miremos y analicemos las cosas siempre desde una perspectiva histórica para poder comprender el porqué de los hechos. Nada se realiza sin origen ni causa. A diferencia de los adoradores de los principios eternos y absolutos, nosotros debemos analizar las cosasdesde un punto de vista realista y objetivo. Acaso no era necesario, cerrar ese Congreso del 90, plagado de politicastros que hacían el juego al terrorismo y que ponían piedra a un gobierno que quería modernizar al país. Las medidas excepcionales tomadas contaron con el respaldo mayoritario del pueblo peruano.
La Elección del CCD y la posterior aprobación de la Constitución del 93 mediante una consulta popular, el referendum por primera vez en la historia del Perú, fueron la demostración de la profunda vocación democrática y no autoritaria de Alberto Fujimori. Sólo la clase política tradicional, herida por las sucesivas derrotas, primero con Vargas Llosa, luego con Pérez de Cuellar y Toledo sacan el sambenito de "dictadura" para retornar al poder perdido y descalificar la obra de Alberto Fujimori.
La corrupción es uno de los males que heredamos desde la Colonia y que se mantiene aún en nuestros días. Causa millones de dólares de pérdidas al Estado y al país y necesita ser combatidapermanentemente y cada vez más con mayor severidad. Lamentablemente se infiltró en el gobierno de Alberto Fujimori al igual que en otros gobiernos, pero con una gran diferencia. Aquí la corrupción se valió de la inteligencia.
La partidocracia tradicional ha convertido cínicamente este hecho como una "campaña moralizadora" para sus propios fines electoreros y ocultar su rabo de paja. Pero en el fondo para impedir el regreso de Alberto Fujimori al gobierno nacional.
2.1. Clases de Fujimorismo
2.1.1. El fujimorismo "puro"
Para el ideólogo, Javier Ocampo, la impureza fujimorista es fruto exclusivo de ese extraño componente popular que la prensa calificó como absalonista y que se habría infiltrado desde 1998 por obra y gracia del maléfico asesor, quien logró inocular el virus de la corrupción al pulcro frente de Fujimori.
Pero la tesis que recoge el ideólogo Ocampo de su primera creadora, la congresista Carmen Lozada de Gamboa, donde se distingue a fujimoristas de montesinistas, incurre en error.
La distinción que hace el señor Ocampo es ociosa e ingenua, nadie le cree y sólo parace ser una excusa para tratar de ocultar algo para todos conocido, es decir, que entre 1995 y el 2000 los que eran llamados "absalonistas" eran una ínfima minoría en el Congreso, que no tenía ni vínculo ni relevancia para las decisiones con el asesor, motivo por el cual en las reuniones de coordinación en el SIN no eran invitados, y si alguna vez asistían, las opiniones, contrarias a los planteamientos que se hacían, nunca eran escuchadas y esto se puede comprobar en el famoso video Montesinos-Bancada Cambio 90 que ha dado origen a la inhabilitación que todos lamentamos.
2.1.2. El fujimorismo concreto
El manual de gobernabilidad de una nación como el Perú exige construir ciudadanías en las zonas populares y especialmente en las rurales. Eso pasa por otorgarle a sus habitantes las condiciones materiales sin las cuales no sólo no habría mercado sino mucho menos política y participación democrática.
La política macroeconómica puede ser todo lo exitosa que las cifras quieran, pero si el "chorreo" no se percibe con obra visible, la desconexión política de la población popular no se hará esperar. Y allí crecerán, como ya ocurrió antes, fundamentalismos disidentes, violentismos radicales y mesianismos populistas
3. Gobierno de Fujimori
Según Carlos Bruce en el gobierno de Fujimori cometieron hechos horribles. Como menciona, el gobierno de Alberto Fujimori comenzó bien pero terminó muy mal. Reconoce las acertadas acciones emprendidas durante la gestión fujimorista pero también lamenta que durante la década pasada se hayan registrado "hechos horribles", refiriéndose a las violaciones de derechos humanos, falta de democracia y restricciones a la libertad de prensa.
Acerca del segundo gobierno, refiere que fue desastroso y montó una maquinaria que no quería dejar el poder. Se cometieron cosas horribles como secuestrar gente y se formaron grupos dedicados a matar personas.
Un viejo refrán: "No existe justicia perfecta, ni maldad perfecta", podría explicarnos que no todo lo que hubo o existió durante el régimen fujimorista fue bueno o malo, también hay que saber determinar cuáles fueron esos puntos grises de la gestión fujimorista. Por ejemplo, lo bueno de la administración fujimorista es que se pudo eliminar con todo rezago de subversión terrorista, y, por otro lado, tenemos el reajuste de la economía después de la hiperinflación dejada por el primer gobierno aprista del actual Pdte. García.
Después tenemos en el plano social la construcción de numerosas escuelas y hospitales en el interior del país.
Así como la construcción de diversas vías de comunicación, tales como caminos, puentes y sobretodo carreteras que en ningún otro gobierno se hizo.
Sin embargo, a todo este gran avance le vino a opacar el fenómeno de la corrupción del régimen, aunque si bien es cierto siempre ha habido corrupción en la historia del Perú desde principios de la República, ya que es un rasgo característico de la herencia española durante el virreinato.
Y bueno, fue precisamente ese el error que cometió el anterior régimen, o mejor dicho, lo que realmente impactó al pueblo peruano fue haber mostrado por primera vez a nivel nacional como internacional la corrupción, grabada en videos, los llamados "vladivideos" de cómo se daba o se producían los más altos tratos directos de corrupción en las esferas del poder.
3.1. Primer periodo: Elecciones de 1990
Fujimori postuló a la presidencia en las elecciones de ese año al frente de la agrupación Cambio 90, que había creado el año anterior. Su candidatura fue apoyada al principio por sectores marginales de la sociedad peruana, los informales y algunos grupos de las iglesias evangélicas, que hacían su ingreso en la vida política peruana.
Fujimori obtuvo un 20% de los votos en la primera vuelta en abril de 1990, pasando a segunda vuelta contra el escritor Mario Vargas Llosa; quien lideraba el Frente Democrático (Fredemo), que agrupaba a los principales partidos de derecha del Perú; y ganando al candidato del gobierno aprista, Luis Alva Castro.
En la segunda vuelta electoral Fujimori recibió el apoyo de varios grupos de izquierda y el respaldo implícito del gobierno aprista de Alan García. Asimismo una serie de asesores, entre ellos el abogado y ex-capitán Vladimiro Montesinos empezaron a trabajar en su campaña. El 8 de junio Fujimori venció a Mario Vargas Llosa con el 60% de los votos.
Fujimori inició su gobierno el 28 de julio de 1990. Pronto se desvinculó de los grupos evangélicos e informales que lo habían apoyado inicialmente y, debido a la falta de cuadros gubernamentales, su política de gobierno dependió de la asesoría del gobierno de los Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que enviaron a varios técnicos peruanos para aplicar sus planes . Es en estas circunstancias que su asesor, el ex capitán Vladimiro Montesinos, empieza a ocupar un rol preponderante en su gobierno.
Los principales hechos de su primer periodo de gobierno fueron la disolución del Congreso, la aprobación de una nueva Constitución en 1993, la derrota de los grupos terroristas Sendero Luminoso y MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru), que puso fin a un largo conflicto interno, y las reformas económicas introducidas en la economía para su recuperación.
- Cierre del Congreso y crisis constitucional
La oposición en el Congreso de la República revisaba exhaustivamente el paquete de decretos legislativos expedidos por el Ejecutivo durante los tres períodos sucesivos de delegación de facultades legislativas dadas por el Legislativo y, además, se encontraba molesta porque el presidente había observado más de diez autógrafas de ley dadas por el Legislativo. Ante la negativa del Congreso para concederle amplios poderes para legislar sin fiscalización en temas económicos y de política antisubversiva; y alegando una falta de cooperación tanto del APRA como del FREDEMO, Fujimori, haciendo uso de la violencia decidió, el 5 de abril de 1992, disolver el Congreso de la República y suspender las actividades del Poder Judicial, hecho que elevó sus niveles de popularidad sobre el 80 %. Este acto, denominado popularmente como autogolpe, fue apoyado por las fuerzas armadas y causó la llamada crisis constitucional de 1992.
El 13 de noviembre de 1992, el general de división Jaime Salinas Sedó lideró, junto con un grupo de militares del Ejército del Perú, un intento de golpe de estado contra su gobierno. Cuando los militares se alzaron contra Fujimori, éste buscó rápidamente refugio en la embajada del Japón y denunció la medida como un intento de asesinarlo. El golpe fue controlado y sus líderes encarcelados.
Fujimori inició entonces un gobierno de emergencia al que se bautizó como Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional, que fue tildado como autoritario. Ese mismo año convocó elecciones para un Congreso Constituyente Democrático que sancionaría tras ser aprobada en referéndum la Constitución de 1993, que trajo cambios en el funcionamiento del estado, dándole más poder al Presidente y recortando los poderes del Congreso; además de reducir el poder fiscalizador del estado en diferentes áreas. Esta constitución fue aprobada mediante el referéndum de 1993 contando a favor el 52,24% de los votos válidos.
- Lucha contra el terrorismo
En los inicios de su gobierno tuvo lugar una intensa campaña de atentados terroristas de Sendero Luminoso y, en menor medida, del MRTA. En Lima, la explosión de un autobomba el 26 de julio de 1992 en la calle Tarata, en el distrito de Miraflores, sería la acción más sangrienta que marcaría este periodo.
Hubo asimismo actos de violencia relacionados con la represión estatal y graves violaciones a los derechos humanos. En diciembre de 1991, ocurrió la masacre de los Barrios Altos, en que fueron asesinadas 15 personas; y en julio de 1992 tuvo lugar el asesinato de 9 alumnos y un profesor de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta). Estas acciones fueron llevadas a cabo por el Grupo Colina, escuadrón de la muerte que funcionó durante estos años, como parte de una guerra sucia contra posibles miembros de la organización terrorista Sendero Luminoso.
Las acciones de los servicios de inteligencia, combinadas con la organización de milicias rurales en el campo, consiguieron dar golpes cada vez más duros al terrorismo. En julio de 1992 se logró la captura de Víctor Polay Campos, líder del MRTA. El 12 de septiembre se asestó el golpe decisivo al terrorismo. En esa fecha la Dirección Nacional contra el Terrorismo (DINCOTE), dirigida por el coronel de policía Ketín Vidal logró capturar pacíficamente a Abimael Guzmán, jefe del grupo terrorista Sendero Luminoso, quien pretendía establecer un régimen maoísta en el Perú, junto con varios miembros del comité central de la organización. Tras esto, Sendero Luminoso entró en un franco retroceso y en pocos años había quedado reducido a columnas en la selva alta peruana, sin representar ninguna amenaza real. De esta forma se puso fin a una década de terror de esta organización y el Perú retornó a la paz interna.
- Política Económica
Durante el primer periodo de su gobierno, siguiendo los consejos del Fondo Monetario Internacional (y contra lo que había prometido como candidato) aplica una reestructuración de precios llamada Shock que permitió superar el problema de la devaluación de la moneda, pero que provocó la devaluación de los salarios de la mayoría de la población. Asimismo, cambió la moneda al actual Nuevo Sol.
Su política económica, basada en la aplicación de políticas económicamente radicales, si bien estabilizó la vida económica tras la inflación del gobierno anterior, permitió la reinserción del Perú en el sistema financiero internacional y llevó a la privatización de los servicios del Estado a empresas extranjeras, que obtuvieron diversos privilegios como exoneraciones de impuestos; la eliminación de muchas de las restricciones legales y laborales a las inversiones, que degeneraron en numerosas injusticias y en despidos masivos de obreros y empleados y la supresión de la protección a la industria nacional, que llevó a su práctica quiebra y al paro obrero. Asimismo se redujo al mínimo la actividad sindical y aumentó la actividad económica informal.
Características generales del primer periodo
Uno de sus primeros actos de violencia que marcaron su primer gobierno fueron:
a) La masacre de los barrios altos.
b) El asesinato de nueve alumnos y un profesor Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta).
Durante este periodo logro capturar a Abimael Guzmán líder del grupo terrorista "sendero luminoso"
En 1992 cerro el congreso de la República
Se produce el asesinado Pedro Huillca Tecse, secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).
Cambio la moneda a la actual "el nuevo sol"
3.2. Segundo periodo: Reelección
Debido a la reforma constitucional de 1993 Fujimori pudo presentarse a la reelección en 1995, venciendo con un 64% de los votos al ex Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar.
Crisis de los rehenes
A partir de diciembre de 1996 Fujimori enfrentó la llamada crisis de los rehenes, que sería la última gran acción terrorista que vivió el Perú.
El 17 de diciembre de 1996, 14 integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), liderados por el ex sindicalista Néstor Cerpa Cartolini tomaron como rehenes a 600 personas, pertenecientes a lo más alto de la vida política, social y económica peruana, lo cual sucedió en la residencia del Embajador del Japón.
La crisis concitó en las siguientes semanas y meses la atención internacional. Los secuestradores exigían la liberación de varios presos del MRTA. La Santa Sede envió como negociador a Juan Luis Cipriani, a la sazón arzobispo de Ayacucho, y se consiguió la liberación de la mayoría de los rehenes, quedando solamente 72 de ellos. La Cruz Roja Internacional fue aceptada por los miembros del MRTA como organización competente para garantizar la alimentación y los cuidados de salud de los rehenes.
La crisis finalizó en abril de 1997, cuando fueron liberados 71 de los 72 rehenes que todavía se mantenían cautivos en un operativo militar denominado Chavín de Huántar, durante el cual un comando del ejército ingresó a la residencia por túneles subterráneos especialmente construidos para el efecto. Los sucesos fueron transmitidos desde su inicio en vivo y en directo en el Perú y en varios países del mundo vía CNN y otras cadenas de televisión extranjeras. En la operación se informó que habían muerto dos comandos, un rehén y los 14 terroristas, algunos de los cuales, según varios testigos, fueron asesinados a pesar de haber sido capturados vivos. Fujimori usó el éxito de la operación para consolidar su apoyo entre la población en un momento en que comenzaban a aparecer crecientes denuncias de corrupción.
- Ley de Interpretación Auténtica
En el año 1996 Fujimori inició maniobras legales para presentarse por tercera vez como candidato, desatando la controversia política en torno a la Constitución al promulgar una ley denominada de Interpretación Auténtica de la Constitución, en la que se facultaba a sí mismo para presentarse por tercera vez a la presidencia. El argumento de esta ley señalaba que si bien el artículo 112 indicaba que el presidente sólo puede ser reelegido para un periodo inmediato, la elección de Fujimori el año 1990 no contaba porque no se encontraba vigente la Constitución de 1993 sino la de 1979. En ese sentido, Fujimori argumentó que sólo se había presentado como candidato una vez (1995), por lo que en el año 2000 se daría su segunda postulación.
El Tribunal Constitucional, dividido ante esta controversia, intentó sancionar acerca de la constitucionalidad de esta ley, lo que motivó que el Congreso de la República, de mayoría fujimorista, destituyera a tres de sus miembros. Estas circunstancias determinaron el inicio de protestas estudiantiles, sindicales, y de numerosos grupos de la sociedad civil.
- Control de los medios de comunicación
Desde 1992, se le acusa a Fujimori de iniciar una política de intervención en los canales de televisión y periódicos para obtener el apoyo de éstos para su gobierno y el ocultamiento de actos de corrupción. De esta forma se sobornó a varios de los directores de los principales medios de comunicación del país, con lo cual éstos fueron casi siempre favorables al régimen. A cargo de esta política estuvo el asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos, quien sería el hombre fuerte del gobierno desde las sombras.
Se denunciaron varios casos de amenazas y amedrentamiento de periodistas. Los más críticos al gobierno, como César Hildebrandt, fueron despedidos e incluso se denunciaron planes para el asesinato de éstos, con el nombre de Plan Narval. En mayo de 1997 al ciudadano israelí, nacionalizado peruano, Baruch Ivcher, director del canal Frecuencia Latina, hasta entonces cercano al gobierno, se le retiró la nacionalidad peruana (en 2007, la revista Caretas publicó evidencias de que este retiro de nacionalidad no era ilegal). Además Ivcher fue forzado a abandonar el país, por su oposición al cese de los miembros del Tribunal Constitucional.
- Guerra y paz con Ecuador
A inicios de 1995 se produjo un conflicto armado con el Ecuador por la región fronteriza nororiental conocida como Cordillera del Cóndor. En marzo de ese año se firmó un alto al fuego en el palacio presidencial de Itamaraty en Brasilia. En los siguientes años se vivió una situación bastante tensa en las relaciones entre Perú y el Ecuador. Tras la llegada a la presidencia ecuatoriana de Jamil Mahuad en agosto de 1998, se iniciaron negociaciones con el Ecuador para obtener una solución definitiva al conflicto.
En octubre de 1998 se firmó el Acta de Brasilia, en la cual el Ecuador y el Perú aceptaron la fijación de la frontera en un tramo de 78 kilómetros en acuerdo a un dictamen de los garantes del Protocolo de Rio de Janeiro. En un acto simbólico, el Perú cedió al Ecuador como propiedad privada (es decir, sin ninguna soberanía) un kilómetro cuadrado de terreno donde se encuentra Tiwinza. El tratado trajo la oposición de varios miembros del gobierno y de la cúpula militar, que tuvo que ser reorganizada a raíz de esto. Asimismo, la oposición denunció un manejo manipulativo y poco sincero del conflicto con Ecuador.
Características generales del segundo periodo
En diciembre de 1996 enfrento la peor crisis del siglo cuando un grupo de terroristas invadió la casa del embajador japonés.
En 1995 se produce un conflicto armado con el Ecuador. Tras la llegada a la Presidencia ecuatoriana de Jamil Mahuad.
Se firmo la paz definitiva con Ecuador y con Chile
El programa contrapunto denuncia la tortura de la agente de inteligencia Leonor la Rosa a manos de sus compañeros.
Dejo al país en paz interna y externa
3.3. Tercer período: La polémica
Una tercera elección de Fujimori como presidente fue un acto político solamente explicable como una locura, individual o colectiva, por continuar en el poder. Esa conocida embriaguez que produce el acceso inesperado al poder, cuya continuidad –cuando sus beneficiarios buscan perennizarlo- termina por lo general sustentándose en la simple manipulación y el fraude.
El presidente Fujimori parece representar un fenómeno político enigmático y misterioso cuando los analistas tratan de entenderlo desde el personaje mismo de donde surgen soluciones milagrosas o sorprendentes.
Con cierta frecuencia se compara a Fujimori con Augusto B. Leguía y parece una comparación verosímil. Sabemos, por ejemplo, que Leguía no fue un Manuel Pardo, ni un Piérola; no fue un hombre de partido, ni de doctrinas, ni de programas. Leguía, luego de su alejamiento del civilismo, fue una especie de caudillo iconoclasta, modernizador, pragmático, abierto al mundo, no interesado en la democracia, ni en la alternancia, sino más bien mesiánico, embriagado y enloquecido por el poder. Un hombre hechura de su tiempo. Pero hay que reconocer que 1919, año en que accede al poder, puso fin al proceso político iniciado en 1895.
El liberalismo civilista ya había fracasado a fines del gobierno de José Pardo, la coyuntura mundial no le era propicia y la avalancha social, que acompañó a la crisis de fines de la Primera Guerra Mundial destruyó la Patria Vieja. Leguía sintonizó hábilmente con la coyuntura nacional e internacional y accedió al poder con signos de teatralidad política, anunciando el fin de los tiempos viejos, manipulando las expectativas de las poblaciones indígenas, tomando distancia de las clases medias y de los intelectuales, y dando inicio a ese «país con futuro» llamado La Patria Nueva.
La vitalidad de La Patria Nueva en sus primeros ocho años de gobierno se explica por su capacidad de sintonizar con su época, pero su tercera reelección solamente es explicable por su endiosamiento y empecinamiento por el poder, que finalmente lo llevaron al sacrificio y al surgimiento del tercer militarismo.
1930 – 1990
El Perú ha cambiado profundamente en este largo período por una compleja causalidad que pareciera originarse en ese Oncenio de Leguía. En los años 20 emergen elementos nuevos que empezarán a dominar en las décadas siguientes: así, por ejemplo, el pensamiento de Mariátegui y el partido de Víctor Raúl Haya de La Torre confluyen, en este período, en la creación de una cultura política populista en torno a principios básicos como la liquidación de las elites tradicionales, el acceso del indígena a la prometida ciudadanía republicana y la urgencia de la reforma agraria. Todo este programa, con sus ingredientes menores y mayores, a fines de los años 60 alcanza su concreción en el gobierno de Velasco Alvarado, que pretendió –con el apoyo de ciertos intelectuales- desarrollar el país liquidando a la vieja oligarquía y cooperativizando el agro y la fábrica urbana, con la legítima intención de acabar con las desigualdades y crear una verdadera comunidad nacional sin exclusiones, ni discriminaciones.
Luego vendrán los años 80 en que se acelera la historia universal para terminar, como afirma Eric Hobsbawm, el siglo XX de manera anticipada. El mundo contempla con asombro enormes cambios: la Perestroika en Rusia, la caída del muro de Berlín en 1989, la unificación de Alemania y luego la desaparición de la Unión Soviética. Todos estos acontecimientos, precedidos por mayo del 68, trajeron por los suelos –en la Europa Occidental- las teorías, las ideologías y las doctrinas. Ni Alan García, ni Abimael Guzmán lograron sintonizar con su tiempo, con los cambios; fueron arrastrados por sus clientelas y terminaron perseguidos, impopulares, en el destierro o en la prisión. Fueron políticos autistas, fieles a las teorías, doctrinas e ideologías, pero desconectados de sus tiempos, y lógicamente terminaron derrotados por la historia. En esa conyuntura, estatizar la Banca privada era un capricho tonto. Igualmente, continuar la lucha armada para construir sociedades cuyos referentes se habían desmoronado en el mundo de entonces, era un signo de autismo y desconección con su tiempo.
1990-1999
El más inocuo de los líderes políticos era ya un consumado político universitario, ducho en la maniobra por el poder, dotado de una gran intuición, de un desenfado natural, un rostro y un habla populares, que además tenía la habilidad -como Leguía- de sintonizar con su época, alejarse de los intelectuales y ser permeable a lo que debía hacerse sin importar lo prometido o anunciado. Eso es pragmatismo, que nace de su perspicaz oído y de una temeraria capacidad de decisión y ejecución. Por eso es que ha podido, apoyado en el sentido común de la gente y en políticos novatos y oportunistas, arreglar viejos problemas fronterizos, convertir la austeridad en una virtud que empobrece pero que permite pagar la deuda, derrotar a la violencia política y a la inflación.
La reforma económica neoliberal aparentemente ha producido alentadores índices macroeconómicos, un consumismo limeño de «shopping center», un parque automotor renovado, lujosas estaciones gasolineras, pero al mismo tiempo ha multiplicado las invisibles mayorías caídas en la miseria, los altos índices de subempleo y desocupación, y ha provocado un asombroso incremento de los suicidios en la población de jóvenes.
Sin embargo, Fujimori parece seguir adelante en las encuestas y sus opositores -por el momento- parecerían no constituir peligro alguno a su re-re-elección.
La democracia es un macrocosmos que integra la economía, la política y la sociedad dentro de un solo sistema. Por eso Douglass C. North, promotor de la denominada Economía Institucional, sustenta el éxito de su teoría del rendimiento económico en el respeto a las instituciones, a las reglas de juego que las rigen y a la democracia, entendida como representación parlamentaria y alternancia en el gobierno central. Que ahora, ciertamente, no se dan en el Perú.
La democracia, en consecuencia, no solamente debe entenderse como elecciones, alternancia, consulta popular, respeto al consenso, sino también como oportunidad para otros ciudadanos, uso de nuevas potencialidades humanas y la promoción de proyectos que cohesionen al país, que ahora corren el riesgo de desaparecer.
Entonces la comparación con Leguía adquiere todo su dramatismo y la historia puede volverse enseñanza y un referente para actuar con mayor inteligencia. Sobre todo en una época en la que el ser pragmático puede parecer o ser legítimo, pero cuidándose inmediatamente de agregar, pragmático inteligente, en buena sintonía con su tiempo, no un autista.
Por eso debe costar muchísimo a los peruanos comunes y corrientes, entender por qué un gobernante que ha logrado mejorar las carreteras, pacificar el país y derrotar a la inflación en dos períodos consecutivos de gobierno, pero que comienza a asfixiarse con resultados económicos mediocres y medidas políticas casi desastrosas, pretende intentar la re-re-elección. La enorme sintonía de Fujimori con su tiempo, que explica su éxito, que legitimó su pragmatismo y le procuró una rápida y sorprendente educación política, puede tener un fin dramático si se vuelve autista y escucha solamente a su clientela y a su entorno áulico.
La locura no solamente es la pérdida de la razón, un estado de irracionalidad que siempre puede ser muy relativo, sino que es algo mucho más complejo y diverso. La locura por el poder que Michel Foucault, en su libro Microfísica del poder (1975), define así:
«Se admite, es una tradición del humanismo, que desde que se toca al poder se cesa de saber: el poder vuelve loco, los que gobiernan son ciegos. Y sólo aquéllos que están alejados del poder, que no están en absoluto ligados a la tiranía, que están encerrados con su estufa, en su habitación, con sus meditaciones, éstos únicamente pueden descubrir la verdad».
A partir de finales de los 90, el gobierno de Fujimori enfrentó una creciente impopularidad mientras se descubrían numerosos casos de corrupción, retornaban las dificultades económicas y se hacían patentes las intenciones de éste de perpetuarse en el poder. En septiembre de 1998, el congreso (en el que los partidarios de Fujimori tenían la mayoría absoluta) desestimó el pedido de nulidad de la Ley de Interpretación Auténtica.
Fujimori se presentó como candidato para las elecciones generales del 2000 sin renunciar previamente a su investidura de Presidente de la República. Tras una campaña proselitista empañada de acusaciones de fraude, tienen lugar en abril las elecciones, en las cuales surgió sorpresivamente el economista Alejandro Toledo, líder del movimiento político Perú Posible, que aglutinó en torno suyo a los grupos de oposición.
Durante la primera vuelta, Fujimori superó a su rival Alejandro Toledo quien se negó a participar en la segunda vuelta electoral (sin presentar nunca su renuncia oficial ante el Jurado Nacional de Elecciones) y llamó a la población a votar en blanco en ésta, que tuvo lugar en mayo y en la que esta opción alcanzó el 17% de los votos. A raíz de la victoria de Fujimori, sus detractores incitaron protestas y el 28 de julio, durante la toma de posesión de Fujimori, tuvo lugar la Marcha de los cuatro suyos dirigida por Alejandro Toledo. Durante la marcha, se denunció la infiltración de matones para desorganizarla y ocurrió el incendio de una sede del Banco de la Nación, en el cual murieron 6 de sus empleados. Se especuló que el gobierno había ordenado iniciar el incendio, ya que las instalaciones se desplomaron por completo a pesar de ser de material noble, y en los enfretamientos entre los vehículos policiales y los manifestantes no se manifestó el poder destructivo como para destruir un edificio al punto que quedó el del Banco de la Nación.
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Poco después de su elección en el 2000, y a través de la compra de un vídeo por parte de grupos opositores, salieron a la luz el 14 de septiembre de ese año, evidencias de los actos de corrupción efectuados durante su gobierno por Montesinos, su más leal asesor. Fue mediante vídeos de cámara oculta que Montesinos ordenaba grabar y en los que aparecía sobornando a miembros de otros partidos para que apoyasen a Fujimori. En ese momento estalló la última crisis de su gobierno: Fujimori se vio obligado a convocar el 17 de septiembre a nuevas elecciones generales, tanto para la elección de un presidente como de un nuevo congreso de la República. En estas elecciones, señaló, no participaría activamente como candidato.
Fujimori cesó a Montesinos de su cargo formal como asesor, agradeciéndole por los servicios prestados, en un acto que provocó indignación en muchos ciudadanos honestos. Actualmente existe una acusación formal contra Fujimori por haber entregado 15 millones de dólares a Montesinos como indemnización. Poco después, Montesinos viajó a Panamá buscando supuestamente asilo político. El 23 de octubre regresó sorpresivamente, lo que desató un nuevo escándalo. El 29 de octubre Montesinos volvía a salir del país, a bordo del velero "Carisma", llegando a recalar finalmente en Venezuela de incógnito.
Abandono del cargo
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