- Introducción
- Dos caminos divergentes: uno hacia la riqueza, el otro hacia la pobreza
- Riqueza, pobreza y degradación ambiental
- La Internalización del Capital
- Nuevas estrategias para el Desarrollo Rural Sostenible: Participación Popular, Autosuficiencia Alimentaria y Regeneración Ambiental
- Conclusiones
Introducción
Para poder hablar de riqueza, pobreza y desarrollo sostenible habría primero ver que se entiende por estos conceptos para así crear una dinámica más exacta a través de la correlación existente entre estos términos.
En el caso de riqueza se entiende que refleja un hecho socio-económico asociado al hecho de que ciertos individuos posean mayor cantidad de bienes materiales que otros. La riqueza por tanto está relacionada con el modo y calidad de vida de las personas ricas.
La pobreza por su parte es vista como una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y/o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un deterioro del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el acceso al agua potable, entre otros.
Dentro de la idea de desarrollo existen diversos conceptos, de los cuales se tomaran los más importantes para el tema a tratar: El desarrollo social se refiere al desarrollo del capital humano y capital social en una sociedad. Implica una evolución o cambio positivo en las relaciones de individuos, grupos e instituciones en una sociedad.
Dos caminos divergentes: uno hacia la riqueza, el otro hacia la pobreza
No podemos hacer distinción entre la pobreza, el empobrecimiento y la marginalidad, puesto que, naturalmente la pobreza como tal, no es que sea mala, lo grave de la situación esta cuando por causa de otros factores te empobrecen que es distinto a ser pobre, porque pasarías de ser pobre a ser empobrecido y con respecto a la marginalidad es un ámbito totalmente distinto porque la persona cuando llega a ese nivel, incluso ya ha perdido su dignidad. No es casualidad, que en estos ambientes rurales la gente emigren, ¿Por qué la emigración? La gente emigra en búsqueda de una mejor calidad de vida, puesto que como dice el autor ellos buscan la manera de sobrevivir como ya se ha mencionado anteriormente no son pobres, son empobrecidos.
Pues bien, con respecto a los debates modernos, focalizados para erradicar la pobreza se pudiera decir que también están obsoletos puesto que el tema de la pobreza, el empobrecimiento y la marginalidad no son nuevos y científicamente está comprobado que la producción mundial de alimentos alcanza para el doble de la población actual, entonces podríamos decir que los encargados de los estudios, debate,… no les conviene que la pobreza y el empobrecimiento acaben, sin exagerar podríamos decir que es un negocio puesto que la mayoría de la mano de obra que trabaja para los empresarios son pobres, mal pagados y tienen que soportar este tipo de maltrato pues no tienen otra opción.
No se puede hablar de marcha o de progreso sabiendo que los pobres tienen las oportunidades de superación muy reducidas y si mencionamos la producción agrícola, precisamente tienen que usar métodos tradicionales porque no cuentan con los recursos necesarios para actualizar sus métodos y por eso vemos en los campos que todavía usan los bueyes y las mulas para arar la tierra mientras que otros productores utilizan sistemas modernizados que les permiten ser más exitosos en su producción.
No se puede acusar a los pobres que sean la causa de un atraso social puesto que ellos no son ajenos a la sociedad y tampoco son culpables de su pobreza porque la misma ha sido causada (empobrecimiento).
En resumen, como ya habíamos mencionado los pobres no son culpables del desastre social que existe, "ni desperdicia los recursos" porque quieren sino por la mala distribución de las riquezas en el mundo, de que unos pocos tienen mucho y que muchos tienen poco. Para acabar con la pobreza y el empobrecimiento solo basta QUERER ACABAR CON LA POBREZA, Y QUE TODO SER HUMANO TENGA LAS MISMAS OPORTUNIDADES PARA SU DESARROLLO.
El sistema mundial se preocupa cada vez más por distinguir y diferenciar bien entre la riqueza y la pobreza porque es la única manera que existe para que puedan seguir teniendo el dominio sobre las naciones más pobres.
No se puede pensar en una nueva era de crecimiento si se está excluyendo a una parte de la sociedad, se debería sumarlos a proyectos y buscar las maneras de cómo incluirlos a ellos en ese desarrollo.
Los pobres siempre van a llevar a cabo un mejor desarrollo social que la población rica porque saben lo que es pasar necesidad y en vista de esto irán en busca de proyectos que los ayuden a promocionarse como persona y mejorar su calidad de vida.
El modelo que implantaron los poderos es excluyente, es decir son pocos los que pueden llegar al éxito financiero por ese modelo, puesto que la acumulación de riqueza siempre va a desencadenar la pobreza.
A continuación se presenta un ensayo para reflexionar y tratar de crear conciencia en la sociedad, teniendo nuevos criterios que nos lleven hacia una nueva dirección, sabiendo que existen obstáculos significativos para alcanzar dicho progreso; y que para superar estos obstáculos se necesitan algo más que políticas bien intencionadas: se necesita asociación de personas que deseen luchar por conseguir el bien común en todos los aspectos de la vida.
Entre las muchas preguntas que surgen de esta discusión, las de mayor importancia pueden ser agrupadas dentro de las siguientes áreas:
• ¿Cuál es la relación entre pobreza y degradación ambiental?
• ¿Pueden ser superados los obstáculos a la sostenibilidad mediante la elevación de los niveles de ingreso per cápita?
• ¿Pueden las políticas dirigidas hacia la erradicación de la pobreza contribuir también a reducir las presiones sobre el ambiente?
• ¿Están los ricos de todo el mundo confrontando los problemas de la sostenibilidad responsablemente? ¿Cuál es su nivel de responsabilidad en las acciones dirigidas a la protección ambiental y a la conservación en las áreas habitadas por los pobres?
Mientras en el mundo no haya voluntad de parte de los más poderosos para acabar con la pobreza y el empobrecimiento la sostenibilidad en las áreas más rurales de Latinoamérica no podrá ser posible, puesto que se les niega a los pobres los recursos necesarios para su desarrollo. El capitalismo se ha ido adueñando del mundo entero, el beneficio de trabajo se lo lleva el capital y ha modificado las estructuras sociales y productivas para desmejorar los salarios y adquirir sus productos a bajos precios. Debido a esto el mercado sigue empobreciendo a la gente y sus entornos, entonces se requieren cambios profundos para que los pobres puedan lograr tener desarrollo sostenible. Es necesario establecer posibles alternativas que ayuden a afrontar este problema: crear una estructura que permita mayor autonomía para que la gente asociándose logren producir bienes y servicios de manera sostenible y con todas las herramientas necesarias para ello logrando así un nuevo modelo de desarrollo para los más necesitados.
Riqueza, pobreza y degradación ambiental
A. CONTEXTO DE LA CRISIS ACTUAL
La pobreza rural hunde sus raíces en las desigualdades profundas que caracterizan a nuestras sociedades: una estructura social que desdeña lo rural. El poder económico y político se apropia de los bienes de otras personas y aun de sus derechos para disfrutar de un ingreso mínimo decente. A todo lo largo y lo ancho de Latinoamérica, las comunidades agrarias han sido desplazadas de tierras valiosas y arrinconadas en zonas inapropiadas, confinadas en regiones de acceso cada vez más difícil, con las tierras más pobres o más inadecuadas y con la más precaria disponibilidad de agua. Engañados o entrampados en regiones y empleos insostenibles, ellos encuentran difícil o prohibitivo continuar las tareas importantes de conservación del suelo y el agua y los manejos que fueron parte integral de la práctica normal de sus ancestros. Aun cuando los agricultores pobres poseen tierras de cultivo, por lo común se encuentran atascados en la marisma de restricciones burocráticas, sin posibilidades de cultivar productos comerciales valiosos o variedades modernas de sus cultivos tradicionales. Paradójicamente, la gente del campo ingresa al ejército de reserva de trabajadores en momentos en que los salarios reales y los ingresos rurales se vienen abajo. Conforme los logros tecnológicos y científicos se integran a los establecimientos industriales y empresariales, una proporción cada vez menor de esta vasta y creciente clase trabajadora debería convertirse en productora de los bienes ahora consumidos por una sociedad dominada por el mercado.
Aún más: la yuxtaposición perniciosa de los grupos sociales impuesta por el funcionamiento normal de la economía de mercado, no sólo limita severamente las oportunidades de las masas de trabajadores y campesinos en cuanto al avance material y la participación política, sino que convierte a muchos de estos grupos en olas migratorias que buscan nuevos lugares para sobrevivir, frecuentemente en áreas inadecuadas debido a la fragilidad de sus ecosistemas.
La expansión acelerada del segmento moderno de la sociedad rural está, en consecuencia, ocasionando mayores y más severos problemas ambientales observados en las décadas recientes. Los trabajadores son envenenados en los campos, mientras que sus familias sufren por los efectos de la contaminación química y orgánica en sus comunidades. Los campesinos soportan condiciones de trabajo intolerables como trabajadores, o enfrentan a estados militarizados en su lucha por un poco de dignidad. Los estragos ambientales, acumulados por décadas, han acelerado su ritmo e intensidad a tal grado que ahora representan una gran amenaza para la viabilidad de incontables especies de flora y fauna, así como para la misma sociedad humana. El clamor de grupos de ciudadanos y ambientalistas organizados es testimonio de este fenómeno.
B. POLÍTICAS QUE PROMUEVEN LA DESTRUCCIÓN AMBIENTAL Y LA POBREZA RURAL
Los sistemas modernos de producción continúan su expansión, disputando los derechos de los campesinos e indígenas sobre sus tierras más productivas y sus recursos más valiosos. Las instituciones oficiales, nacionales e internacionales, impulsaron nuevas estrategias para premiar a los agricultores comerciales por sus aportaciones al desarrollo nacional, asegurándoles continuamente el acceso privilegiado a los recursos más valiosos de la sociedad en proceso de modernización: la tierra y los recursos naturales, la tecnología, el crédito y los canales del mercado. La pobreza es acentuada por esta expansión, la cual frecuentemente condena a la devastación a las regiones y a la gente que ahí vive. En la nueva arena política, la lucha de los pobres es cada vez más difícil. En el mejor de los casos, los grupos marginados pueden intentar reclamar una pequeña proporción de los presupuestos oficiales para sus esfuerzos; ahora reclaman a la comunidad mundial para que les entienda y apoye o recurren a nuevas formas de resistencia para insistir en sus demandas. Aun cuando las reformas agrarias forzaron una redistribución de la tierra entre los grupos campesinos e indígenas, como en México, Bolivia y Nicaragua, los recursos financieros y técnicos complementarios requeridos para aprovechar las nuevas oportunidades fueron invariablemente colocados al servicio de otros.
C. LA DINÁMICA DE LA POBREZA RURAL
Se encuentra el hecho de que la pobreza rural es la consecuencia histórica de los sistemas existentes de organización económica, los cuales continúan discriminando a los productores directos. Cuando se les compara con productores de otros sectores, se descubre que no están dotados de cantidades comparables de equipo que les permita elevar la productividad de la tierra y el trabajo. Sin embargo, es cada vez más preocupante que la organización de la producción en el agro del tercer mundo no sólo coloca a dichos productores en una desventaja con respecto a los de otros sectores, sino también en su lucha por competir contra los productores en otras partes del planeta. En el tercer mundo, carecen de acceso al apoyo técnico, financiero e institucional protector con que contaban los agricultores de otros países para enfrentar la competencia en periodos anteriores.
Estos problemas fundamentales pueden ser examinados más fácilmente identificando algunas de las causas principales de la pobreza rural, las cuales nos permiten elaborar los lineamentos para una estrategia alternativa del desarrollo rural sostenible.
1) Políticas macroeconómicas y sectoriales discriminatorias Como en los regímenes coloniales del pasado, los impuestos a la producción y a la exportación, los sistemas complejos de control de cambios y comercio con el extranjero (tipos de cambio sobrevaluados y tarifas protegidas para productos industriales) y los controles de precios sobre diversos bienes, son herramientas utilizadas para extraer plusvalía de los productores rurales.
2) Sistemas de tenencia inadecuados y polarizados. La desigualdad de acceso a la tierra y la inseguridad en la tenencia de la tierra son los principales obstáculos para mantener y mejorar la calidad del ambiente. Los sistemas inadecuados de tenencia dificultan las iniciativas locales comprometidas con las tareas de conservación de agua y suelo. También estorban la distribución del crédito, impidiendo la inversión y otras acciones para aumentar la productividad. Estos problemas se vuelven más serios por el desconocimiento oficial de la propiedad comunal de importantes extensiones ("comunes") y los conflictos respecto a su uso.
3) Sesgo anti-campesino en las instituciones de desarrollo. Es preocupante que los recursos son sistemáticamente negados para apoyar a los enfoques "campesinos" que buscan resolver sus problemas y fortalecer su organización social. Los campesinos son considerados retrógrados e incapaces de incorporar innovaciones a sus sistemas productivos. Los efectos económicos de esta perspectiva son especialmente problemáticos: la mano de obra se abarata y los recursos naturales son devaluados por las presiones competitivas de otros productores quienes disfrutan de crédito e insumos baratos. Esto es evidente en la manera diferencial en la que los precios de los productos campesinos y comerciales son manipulados por las agencias reguladoras; y en las decisiones acerca de la importación de bienes básicos que impactan negativamente a las zonas agrícolas de pequeña escala y de temporal con mayor frecuencia que a los prósperos sectores de agricultura de riego.
4) Distribución desigual del ingreso y del poder político En relación con los puntos anteriores, el sistema de caciques regionales o provinciales es frecuentemente uno de los obstáculos principales para el progreso de la gente pobre de las áreas rurales. En casos excepcionales, un líder patriarcal poderoso puede retener el control en una región pobre asegurando que los recursos sean distribuidos de manera equitativa y que los problemas sociales y políticos sean resueltos con los recursos locales, cuando es posible.
5) Políticas inadecuadas de empleo. La apertura de las economías a la competencia internacional complica los problemas de dos formas: primero, las actividades productivas tradicionales están dejando de ser rentables, conforme los bienes de consumo importados desplazan a los producidos localmente; los mismos vendedores encuentran mayor ganancia en importar que en comprar productos nacionales. Segundo, la inversión extranjera trae nuevas tecnologías y aumenta la escala de producción, reduciendo la tasa de creación de empleo por debajo de las necesidades sociales.
6) Presiones contra las instituciones culturales locales. La autoridad de la comunidad tradicional está siendo erosionada y desplazada por nuevas formas de imposición autoritaria.
El largo proceso de expulsión de los grupos indígenas hacia las tierras cada vez más marginales es uno de los factores más importantes que contribuye a la pérdida de la identidad cultural en el tercer mundo. En muchos casos, los nuevos colonizadores no tienen acceso o ignoran la información heredada sobre cómo manejar los ecosistemas que han ocupado. Esto se intensifica con los compromisos oficiales para implantar los sistemas tecnológicos de las zonas templadas, los cuales raramente son adecuados para las nuevas áreas ocupadas, con frecuencia en las bajas planicies de los trópicos.
7) La migración y la feminización de la pobreza. Conforme el ambiente es degradado, la vida en el sector rural se ha hecho más difícil, complicando las tareas de las mujeres. Con la deforestación, la búsqueda de combustible requiere viajes más largos y con frecuencia sacrificar los árboles más jóvenes en laderas de mayor pendiente; de modo similar, la tarea de asegurar la disponibilidad de agua también se está haciendo más ardua. Tal carga afecta la nutrición familiar, ya que los huertos donde se cultivaban frutas y vegetales y se criaban pequeños animales de traspatio a través de desperdicios y esquilmos agrícolas, con frecuencia ya no pueden producirse por la presión de realizar otras actividades.
8) El factor urbano y la pobreza rural. En este complejo telón que relaciona lo rural con lo urbano, las dicotomías de épocas pasadas no son útiles ya para el campesinado y el proletariado. El ingreso proveniente de fuentes externas a la comunidad es ahora una parte integral de los ingresos rurales, mientras que las múltiples habilidades adquiridas en estos empleos podrían contribuir a diversificar la base económica de las áreas rurales. De manera inversa, las poblaciones rurales y su experiencia también tienen un gran potencial para contribuir al mejoramiento de la vida nacional. En todo el tercer mundo, las importantes diferencias en la productividad y los ingresos entre la industria y la agricultura han creado una barrera para la integración de un desarrollo urbano más equilibrado, que incluiría un patrón diversificado de uso del suelo. Por ejemplo, la posibilidad de producir alimentos en áreas urbanas como parte de una respuesta al creciente desempleo podría bajar los costos de transporte y las tasas de crecimiento urbano.
La Internalización del Capital
La creciente influencia de la economía internacional en las comunidades rurales aparentemente independientes y aisladas es poco entendida en los análisis del cambio rural y virtualmente inexistente en las discusiones sobre sostenibilidad. La expansión internacional, sin embargo, ha transformado la economía dual en un fenómeno global, creando sistemáticamente estructuras que polarizarán a la sociedad y acelerarán procesos que amenazan el bienestar social y el ambiente.
Gran parte de los primeros productores y comerciantes que introdujeron nuevos cultivos y crearon nuevos mercados para los productos existentes, se volvieron inmensamente ricos. Tentados por las promesas de vastos mercados y enriquecimiento personal, las olas sucesivas de productores imitaron las historias iníciales de éxito: plantando algodón, granos, frutas tropicales, café, chile y una gran cantidad de otros productos, pero en una escala menor y con menos recursos que sus antecesores. Conforme el proceso continuo, más y más gente falló en sus intentos por producir y venderlos obteniendo ganancias.
Los efectos de este proceso han sido devastadores: La baja productividad y las condiciones de deterioro del ambiente dificultan a la competencia con los productores del exterior, quienes son mejor financiados, gozan de mayor soporte institucional para capacitar a la mano de obra, tienen rápido acceso a la innovación tecnológica y pueden depender de los sistemas integrados de comercialización para distribuir su mercancía. Como resultado, en todo el mundo en desarrollo los productos alimentarios básicos están siendo importados y las familias rurales empobrecidas.
La pérdida de la autosuficiencia alimentaria magnifica el impacto de la competencia internacional, forzando a un número significativo de gente a migrar en busca de un ingreso con el cual comprar comida.
Para aquellos que continúan en el campo, la tarea de mantener los ecosistemas crecientemente frágiles a los que han sido relegados, se hace agobiante, complicada con el acceso restringido al crédito, la asistencia técnica y los insumos productivos.
Las presiones para liberar el comercio internacional fueron reforzadas con un proceso de integración regional. Los mecanismos del mercado reemplazaron a los consejos burocráticos, guiando las decisiones de inversión de los grupos empresariales y permitiendo mayor libertad para el capital. La competencia entre los grupos financieros surgió conforme tomaron ventaja de las oportunidades ofrecidas por la economía internacional para crear nuevas industrias y modernizar las viejas, para traer tecnología reciente en un intento por superar los antiguos problemas y para agilizar la tarea de confrontar los retos de la competencia internacional. Las instituciones multilaterales de desarrollo comenzaron a financiar los cambios institucionales y productivos necesarios para impulsar a docenas de países de todo el mundo al mercado mundial.
El nuevo ambiente de manejo económico nacional creó las condiciones para que los productores privados (corporaciones transnacionales) se beneficiaran enormemente, atendiendo las demandas del mercado internacional y de un grupo próspero de consumidores locales, quienes son los principales beneficiarios locales de la nueva estrategia.
Mediante el fortalecimiento de los mercados locales de capital (especialmente las bolsas de valores), la internacionalización también abrió otra dimensión de vulnerabilidad, de modo que los movimientos especulativos de capital pueden ahora influenciar con más facilidad las decisiones productivas.
A. EL COMERCIO Y EL AMBIENTE: LOS FRACASOS DEL ESTADO
Grupos populares y sectoriales opositores forjaron alianzas para tratar de derrotar estas iniciativas que, aseguraban, ocasionarían graves daños ambientales y sociales. Los debates advirtieron sobre el elevado costo ambiental que el comercio internacional y la integración regional cobraría.
En efecto, la internacionalización de la economía global acelera la especialización productiva, intensificando los problemas de degradación y destrucción de los ecosistemas. Mediante la creación de nuevas oportunidades para la inversión y las ganancias, los nuevos compromisos institucionales están provocando una mayor polarización de las naciones, tanto en el norte como en el sur. La mayor concentración de la riqueza y la agudización de la pobreza hace cada vez más difícil la tarea de controlar y revertir el daño ambiental.
La creciente actividad económica está llegando en un momento en que los gobiernos nacionales son forzados a deshacerse de sus funciones tradicionales y a sacrificar partes de su base de ingresos públicos para atraer nuevas inversiones.
Sin desprenderse de su control, están devolviendo las responsabilidades a las regiones (estatales o provinciales) y a las administraciones locales, las cuales no están preparadas para confrontar esta carga; la carencia de personal técnico y sistemas administrativos modernos agudiza los problemas. Esto hace resaltar el interés por los daños ambientales y la destacada polarización conforme los comerciantes internacionales se quedan con los beneficios de la nueva apertura del sistema internacional.
B. LOS FRACASOS DEL MERCADO
Una de las mayores fallas del mercado es la dificultad que tiene la sociedad para obligar a las empresas a incluir en el diseño y operación de sus proyectos de inversión los efectos ambientales y sociales en la comunidad. Hasta ahora, no se ha logrado obligar a que las compañías incorporen estas "externalidades" (es decir, los costos totales para el ambiente y la sociedad) a fin de que sus planes de producción y expansión no contribuyan al deterioro del entorno en que operan. Actualmente, es común que estas corporaciones se sirvan de sus considerables influencias políticas y económicas para que se establezcan políticas que conducen a lo opuesto de lo que los economistas y ambientalistas considerarían las decisiones óptimas. Su poder económico y político frecuentemente les permite negociar subsidios o exenciones de varios tipos de cuotas por servicios públicos (incluyendo impuestos locales, cargos por servicios de infraestructura municipal y tarifas de energía) que conducen a la elección de tecnologías que no están entre los mejores intereses del país o del planeta entero en términos de su impacto en el medio ambiente.
C. LA SEPARACIÓN DEL CONSUMO Y LA PRODUCCIÓN
La acumulación de riqueza y la desigualdad representan una grave amenaza para la sostenibilidad del sistema global. Los patrones de consumo de los países más ricos están conformados por un aparato productivo que sólo prospera generando nuevas demandas de bienes para continuar creciendo. Su propia lógica le impide intentar definir un paquete socialmente deseable de bienes individuales y colectivos que satisfagan las necesidades básicas.
Actualmente, las energías creativas se dirigen a acrecentar el volumen de bienes con una elevación concomitante del uso de energía y otros recursos naturales, sacrificando frecuentemente la capacidad de la sociedad para alcanzar mayores metas sociales.
Existe una contradicción fundamental en el interior de un sistema que promueve una creciente separación entre consumo y producción. La urbanización ciertamente contribuye a esta separación. En las áreas urbanas, la gente olvida la relación entre los procesos de producción y consumo. En los diversos estratos de la sociedad, aun si la gente está adquiriendo una mayor conciencia de la necesidad de cuidar el ambiente, la creciente complejidad de los procesos productivos y las características del consumo urbano conducen a perder contacto con la relación intrínseca entre el bienestar ambiental y el humano.
Necesitamos considerar las contribuciones que las adaptaciones de las antiguas tecnologías y las nuevas pueden hacer para mejorar los paisajes y los sistemas productivos deteriorados; conforme avance nuestra comprensión de los sistemas tradicionales de conocimiento, se hará posible utilizar enfoques de manejo ambiental provenientes de algunas sociedades para proteger el medio y mejorar la calidad de vida en otras.
D. EL ANÁLISIS ECONÓMICO DEL PROBLEMA
Muchas de las instituciones multilaterales reaccionan a los retos de la "sostenibilidad", adoptando la estructura analítica y las herramientas de la economía ortodoxa para ayudar a diseñar las nuevas políticas. Como resultado, una parte importante del esfuerzo y un gasto considerable han sido asignados a cuantificar los problemas de la degradación ambiental y a formalizar la búsqueda de soluciones en modelos económicos que ofrecen métodos para fijar precios a los recursos y asignar costos a los contaminantes y a los procesos de deterioro.
Los economistas sostienen que, bajo circunstancias de pobreza y escasez de capital, esperan que la gente con poder económico y político asigne los recursos para promover la inversión, incrementando la tasa de crecimiento de corto plazo de modo que después se tengan más recursos disponibles para enfrentar las muchas demandas de soluciones pospuestas a los problemas colectivos e individuales del bienestar social. De acuerdo con este sistema de pensamiento, la calidad del ambiente es una "mercancía" de lujo, que sólo puede ser valorada cuando la gente ha resuelto sus necesidades básicas. La gente pobre contribuye a la degradación del ambiente, se dice, por la urgencia de enfrentar sus necesidades actuales de sobrevivencia.
Los economistas aseguran que estas prioridades cambiarán con el crecimiento económico, no sólo porque los mismos productores tendrán más recursos y porque una mayor disponibilidad de capital contribuiría a reducir la tasa de descuento social, sino también porque sus gobiernos estarán mejor equipados para enfrentar los problemas.
El crecimiento de la población es otro culpable de la degradación ambiental, de acuerdo con aquellos que utilizan modelos de comportamiento de elección racional. El crecimiento de la población frecuentemente es un síntoma del fracaso por incorporar a la gente pobre en actividades mejor remuneradas, estos analistas califican a los grupos sociales que eligen tener más hijos como irracionales, gente que tiene que ser más responsable, interviniendo con programas de planificación familiar, alfabetización femenina, estrategias de control social o medidas más autoritarias, si el primer enfoque falla. En general, los economistas enfrentan estos asuntos insistiendo en que el mercado es el mejor mecanismo que la sociedad tiene para la asignación de recursos.
E. UNA RESPUESTA POPULAR
Frente a la defensa oficial de la necesidad de acelerar la internacionalización del capital, las organizaciones no gubernamentales, representando los diversos intereses de la "sociedad civil" en todo el mundo, han comenzado a jugar un papel crucial, ofreciendo modelos alternativos de desarrollo sostenible.
El Grupo de Trabajo de las ONG reúne una amplia gama de organizaciones nacionales y locales que han intentado coordinar sus esfuerzos; a partir de 1992 (con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río CNUAD, 1992), han sido más exitosas.
La organización sistemática de los grupos de base de todo el mundo, junto con el reconocimiento creciente del fracaso de las soluciones ofrecidas por el mercado para proporcionar respuestas a todos los problemas, está creando una nueva estructura en la que los defensores de la participación popular no sólo toman un lugar importante en los debates sobre la promoción del desarrollo sostenible, sino que también pueden participar en el diseño e instrumentación de programas de desarrollo nacional.
Nuevas estrategias para el Desarrollo Rural Sostenible: Participación Popular, Autosuficiencia Alimentaria y Regeneración Ambiental
"Ciertas sociedades, traumatizadas por los choques políticos, económicos y ecológicos, necesitan catalizadores para recuperar sus capacidades organizativas y creativas."
Ben Abdallah y Engelhard (1993)
La economía dual de hoy en día es un anacronismo. Mientras la internacionalización promete ahora más que nunca mayores ganancias para el capital, las contradicciones creadas por el empobrecimiento están provocando una intensa y amplia rebelión en muchas partes. En este ensayo se ha trazado la expansión internacional del capital, y la manera en que integra a los recursos y a la gente a un sistema polarizado de gran riqueza acompañado por pobreza y despojo. La expansión ha creado vastas áreas desforestadas, sin posibilidades de ser cultivadas, junto con importantes grupos de gente viviendo en condiciones precarias en las áreas rurales o en las marginales urbanas; este desperdicio de recursos naturales y humanos impone una pesada carga a la sociedad, no sólo en términos de oportunidades perdidas, sino también por los costos del manejo de las tareas de control social.
A. LA SOSTENIBILIDAD
El desarrollo sostenible se ha convertido en un poderoso y controvertido tema, creando metas que parecen imposibles para los políticos y los funcionarios de las instituciones del desarrollo. Ahora todos formulan sus propuestas para el cambio en términos de su contribución a la "sostenibilidad". Existe un reconocimiento amplio de que no se pueden generalizar los niveles actuales de consumo de recursos per cápita en los países ricos a la gente que vive en el resto del mundo; muchos añaden que los niveles actuales de consumo no pueden ser mantenidos, aun entre aquellos grupos que ahora disfrutan de elevados niveles de consumo material. En este nuevo discurso, los recursos que nos rodean no sólo son el capital natural heredado, incluyendo las materias primas (tales como productos del suelo, del subsuelo, buena calidad del agua y el aire, bosques, océanos y tierras húmedas), sino también la capacidad de la tierra para absorber los desperdicios generados por nuestros sistemas productivos; por supuesto, el análisis de los recursos también incluye consideraciones sobre la calidad de los ambientes construidos en los cuales vivimos y trabajamos. (Una introducción excelente para la discusión subyacente puede encontrarse en Wilson 1992.)
El interés en la sostenibilidad se ha globalizado, reflejando el miedo generalizado al deterioro de la calidad de la vida. Los sistemas productivos y los patrones de consumo existentes amenazan la continuidad de nuestras organizaciones sociales. Los patrones actuales de desarrollo son injustos y antidemocráticos; como reacción surge el espectro de la desintegración de los sistemas actuales -social, político, productivo y aun los de riqueza personal. Una estructura diferente, más acorde con las posibilidades de la tierra para mantener y reproducir la vida, debe reemplazarlos.
En este sentido, rechazamos la noción de que se está sosteniendo el crecimiento en sí mismo; más bien es un proceso que se propone para elevar el nivel de bienestar de la gente en un ambiente que se está conservando. Riqueza, pobreza y desarrollo sostenible
Así, descubrimos que en las condiciones presentes, la misma acumulación de riqueza crea pobreza. Si los pobres sobreviven en condiciones infrahumanas y son forzados a contribuir a la degradación ambiental, lo hacen por falta de alternativas. Aún en el más pobre de los países, los abismos sociales no sólo evitan que los recursos se utilicen para mejorar la situación, sino que realmente agravan el daño, sacando a la gente de sus comunidades y negándole las oportunidades para proyectar sus propias soluciones. Por esta razón, la búsqueda de la sostenibilidad implica una estrategia dual moderna: por una parte, debe facilitar a la gente el fortalecimiento de sus propias organizaciones, o la creación de nuevas, utilizando sus recursos relativamente magros en la búsqueda de una alternativa y de una resolución autónoma de sus problemas. Por otra parte, una estrategia de desarrollo sostenible debe contribuir al surgimiento de un nuevo pacto social, cimentado en el reconocimiento de que son esenciales la erradicación de la pobreza y la incorporación democrática de los desamparados dentro de una estructura productiva más diversificada.
La sostenibilidad no es "simplemente" un asunto del ambiente, de justicia social y de desarrollo. También se trata de la gente y de nuestra sobrevivencia como individuos y culturas. De manera más significativa, la pregunta es si los diversos grupos de gente continuarán sobreviviendo y de qué manera. De hecho, la nueva literatura sobre el movimiento hacia la sostenibilidad, celebra a los diversos grupos que han adaptado exitosamente sus herencias culturales, sus formas especiales de organización social y productiva y sus tradiciones específicas de relacionarse con sus ambientes naturales.
La sostenibilidad es entonces acerca de una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones. Las campañas internacionales para conservar el germoplasma, proteger las especies en peligro de extinción y crear reservas de la biosfera están multiplicándose como reacción a la expansión de un modelo ofensivo; pero las comunidades y sus miembros se sienten fuertemente presionados, luchan contra fuerzas externas poderosas para defender su individualidad, sus derechos y sus habilidades para sobrevivir, mientras tratan de satisfacer sus necesidades. El interés por la biodiversidad, en su sentido más amplio, abarca no sólo la flora y la fauna amenazadas, sino también la supervivencia de estas comunidades humanas como administradoras del ambiente y como productoras.
B. REVISIÓN DE LA LITERATURA
En contraste con las teorías generalizadas sobre el proceso de desarrollo o los modelos sofisticados de crecimiento económico, la literatura sobre el desarrollo sostenible ofrece una mezcla de loables principios éticos, manuales de organización e instrumentación, prácticas y estudios muy concretos de éxitos y fracasos. En esta sección, ofrecemos una rápida revisión de algunos de los enfoques generales y soluciones características de esta literatura, que pueden adecuarse a varias regiones y problemas. Más que un intento por analizar todas las corrientes, pretendemos comunicar el sentir de la discusión y las direcciones para el trabajo futuro; demostrar que el desarrollo sostenible es una idea "cuyo tiempo ha llegado"; su instrumentación requiere enfrentar directamente no sólo los intereses de la minoría rica, sino el paquete de consumo que actualmente está definiendo la calidad de nuestras vidas. Este es el reto real que enfrentamos hoy.
La sostenibilidad es un proceso más que un conjunto de metas bien específicas. Implica la modificación de un proceso en la naturaleza, la economía y la sociedad. Se pone más de moda conforme la gente descubre que el crecimiento de la producción ó aún de la riqueza nacional no garantiza la mejora de los niveles y la calidad de vida; pero los retos de la protección ambiental son quizá la fuerza más inmediata que hace tan importante la discusión. Hay cuestiones éticas fundamentales sobre la sostenibilidad de una estructura global que perpetúa altos grados de desigualdad internacional mientras trabaja con las comunidades rurales con pocas oportunidades de satisfacer sus necesidades más básicas.18 Estas cuestiones globales van más allá del alcance de este documento, el cual se centra en estrategias para promover un mayor grado de sostenibilidad en el desarrollo rural. Pero en un esfuerzo por tener éxito, contribuirá a la modificación de los programas de desarrollo nacional que llevan a una participación popular mayor en su diseño e instrumentación.
Una estrategia para promover la sostenibilidad debe enfocarse en la importancia de la participación local y en la revisión de la forma en que la gente vive y trabaja. La cuestión de la autonomía y la autarquía locales o regionales es una parte importante de cualquier discusión sobre la integración nacional o internacional. Los asuntos sobre la autonomía versus la cooperación y la coordinación están mucho más relacionados con otros que tienen que ver con la autosuficiencia versus la especialización internacional. Hasta ahora, nuestro análisis de la sostenibilidad está en el extremo opuesto a las recetas de las reformas neoliberales.
C. AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA: LA RELACIÓN ENTRE PRODUCCIÓN Y CONSUMO
El primer asunto que debe ser tratado claramente es la autosuficiencia versus la integración. El sistema actual de comercio global promueve la especialización basada en los sistemas de monocultivo. La sostenibilidad no necesita ser equivalente a la autarquía o el aislamiento; sí conduce a un grado de especialización mucho menor en todas las áreas de la producción y de la organización social. La autosuficiencia alimentaria surgió como una necesidad de muchas sociedades debido a la precariedad de sus sistemas internacionales de comercio; las tradiciones culinarias específicas surgieron de un conocimiento local altamente sofisticado de frutas y vegetales, hierbas y especies. Aunque la introducción de las tecnologías de la revolución verde elevó tremendamente el potencial productivo de los productores de alimentos, pronto encontramos cuán duro fue alcanzar este potencial y los altos costos sociales y ambientales que tal programa significó.
La autosuficiencia alimentaria es un objetivo controvertido que hace surgir la cuestión fundamental de la autonomía. Aunque los partidarios del desarrollo rechazan unánimemente las llamadas de una posición extrema, el compromiso mexicano de 1980 ante el Consejo Mundial de Alimentación para lograr la autosuficiencia fue ampliamente aplaudido. Hoy, la discusión se torna más compleja, pues hay acuerdo general sobre dos factores contradictorios en el debate:
1) Por un lado, la producción local de los bienes básicos que pueden ser producidos de manera más eficiente en otro lugar, es un lujo que pocas sociedades pueden sostener, si y solo si los recursos humanos y naturales no dedicados a la producción de estos bienes comerciables pueden encontrar empleo productivo dondequiera;
2) Por otra parte, una mayor producción local de alimentos básicos contribuye a elevar los niveles nutricionales y mejorar los índices de salud. En el contexto de las sociedades actuales, en el que la desigualdad y las fuerzas discriminatorias contra los pobres rurales son la norma, un mayor grado de autonomía en la provisión de la base material para un nivel adecuado de vida parece ser una parte importante de cualquier programa de sostenibilidad regional. Contribuirá a crear más empleos productivos y un interés en mejorar la administración de los recursos naturales.
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