En algunas partes del mundo la estrategia de la autosuficiencia constituiría un lujo dispendioso. Implicaría desviar recursos de otros usos que serían más productivos por su contribución económica, creando exportaciones que permitirían adquirir mayores volúmenes de alimentos. Pero aún en circunstancias en las que la importación al por mayor de los bienes básicos es recomendable, la gente interesada en el desarrollo sostenible cuestiona la modificación de las dietas locales que son adecuadas a las posibilidades productivas de sus regiones; hoy en día, la tendencia a desplazar a los productos tradicionales con los alimentos importados está generalizándose ocasionando graves problemas en muchas sociedades.
La autosuficiencia alimentaria, sin embargo, es sólo una faceta de una estrategia más amplia de diversificación productiva cuyos principios son en gran medida parte del movimiento hacia la sostenibilidad. Los principios de un mayor auto-abasto (en algunos trabajos en América Latina se usó la palabra autoconfianza) son fundamentales para todos los productos y servicios que una sociedad quisiera asegurarse a sí misma. Históricamente, los habitantes rurales nunca han sido "sólo" agricultores, o algo más, para tal asunto. En su lugar, las comunidades rurales se caracterizaron por la diversidad de sus actividades productivas en las que ellos se comprometen para asegurar su subsistencia; son comunidades de administradores de sistemas complejos de recursos. Fue sólo la aberración de transferir modelos de agricultura comercial a la teoría del desarrollo en el tercer mundo, lo que contribuyó a menospreciar el carácter multifacético de los sistemas locales de producción tradicional. Las estrategias del desarrollo sostenible enfrentan directamente este problema, intentando reintroducir la diversidad, conforme se aferran a los problemas de escalas apropiadas de operación y multiplicidad de productos.
D. PARTICIPACIÓN POPULAR, JUSTICIA SOCIAL Y AUTONOMÍA
Si existe una constante en la literatura, es el reconocimiento de que el movimiento ha surgido de las bases populares, participan y mantienen a las ONG como intermediarios que canalizan las demandas de los diversos grupos comunitarios y organizaciones cívicas que están empezando a exigir un papel creciente en el debate político nacional.
Estas demandas y las respuestas de las agencias oficiales multilaterales y nacionales son muy ilustrativas. Hay un acuerdo generalizado entre sus defensores respecto a que las políticas de desarrollo sostenible no pueden ser diseñadas o instrumentadas desde arriba. Para tener éxito requieren de la participación directa de los beneficiarios y de otros que puedan ser impactados; debe implicar más que un papel meramente de consulta. Para que tal enfoque funcione, se requiere que quienes detentan el poder se den cuenta de la necesidad de integrar a la gente dentro de las estructuras reales de poder con el fin de confrontar los problemas principales de nuestro tiempo; esto implica una redistribución del poder político y económico.
En esta formulación, la sostenibilidad no versa simplemente sobre la preservación ambiental. También involucra la participación activa de la gente, para que entienda la dinámica de los sistemas naturales y oriente el rediseño de los sistemas productivos para que sean productivos, mientras conservan la capacidad del planeta para hospedar a las generaciones futuras. Es un enfoque basado en la movilización política.
La difícil coyuntura de fines de los años ochenta obligó al gobierno mexicano a financiar esquemas de "desarrollo de base" a través de movilizaciones locales en comunidades dispersas por todo el país; el programa de Solidaridad fue altamente respetado por la presión internacional y las instituciones multilaterales como un programa efectivo de bienestar (y de votos), pero hizo poco por crear oportunidades productivas permanentes para los participantes, quienes rara vez pudieron continuar una vez que los programas oficiales terminaban.
En el análisis final, un programa que enfoca la sostenibilidad también tendrá que ver con la pobreza. Existe un amplio reconocimiento de que la pobreza y la destrucción ambiental van de la mano, aunque se ha puesto menos atención a los enormes problemas ambientales ocasionados por los patrones actuales de consumo de quienes tienen dinero en todo el mundo. En los próximos años, el progreso económico mismo dependerá de que los grupos de base se involucren para obligar a quien tiene más recursos a encontrar formas de control de su propio consumo (suntuoso) y en la organización de programas de desarrollo para los demás que ofrezcan progreso material a los pobres y una mejor administración de los recursos del planeta.
E. UNA ESTRATEGIA DE PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA PARA LA DIVERSIFICACIÓN RURAL Y EL MEJORAMIENTO PRODUCTIVO
El desarrollo sostenible es un enfoque de reorganización productiva que aprovecha las experiencias combinadas de los grupos locales de todo el mundo. Las técnicas de instrumentación varían enormemente entre regiones y ecosistemas. Un denominador común permea este trabajo: la necesidad de participación democrática efectiva en el diseño e instrumentación de los proyectos. Otra lección proveniente de la experiencia reciente es la importancia de crear redes que mantengan y defiendan este trabajo; sin el mutuo reforzamiento que la agrupación internacional de ONG proporciona, las unidades individuales no serían tan efectivas en la obtención de fondos para sus proyectos, en lograr asistencia técnica para su instrumentación y en el soporte político contra los políticos e instituciones intransigentes o incrédulos, tanto locales como nacionales.
Sin embargo, el desarrollo sostenible, no es un enfoque que será aceptado simplemente porque "su tiempo ha llegado". La apertura de la comunidad multilateral de desarrollo a las ONG y a otros grupos de base no es justamente un gesto hecho por las agencias poderosas a las más pobres; más bien, refleja el reconocimiento de que estos grupos de base han sido efectivamente movilizadores de gente y recursos para lograr mejoras palpables en los niveles de vida mientras contribuyen notablemente a proteger el ambiente.
Como hemos acentuado repetidamente en las páginas precedentes, el modelo prevaleciente de desarrollo industrial ha creado estructuras de riqueza y poder concentrados que sistemáticamente generan problemas sociales y ambientales a escala global. En el proceso, las élites pequeñas pero poderosas han consolidado su control en muchas sociedades y otras innumerables se benefician de los frutos del modelo de consumo que el sistema ha engendrado; este es un patrón insostenible de producción y consumo, un modelo que puede hacerse más eficiente, menos contaminante, pero que al final continuará siendo inviable.
Entonces, el desarrollo sostenible implica una lucha política por el control sobre el aparato productivo. Requiere de una redefinición no sólo de qué y cómo producimos, sino también de a quién le será permitido producir y para qué fines. Para las organizaciones implicadas en proyectos de desarrollo sostenible en áreas rurales, el conflicto se centrará alrededor del control de mecanismos de poder político y económico, para los campesinos, las poblaciones indígenas, las mujeres y otras minorías menos privilegiadas, y sobre el uso de los recursos.
F. LAS VARIEDADES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
1) Las regiones que quedaron atrás.
La integración económica internacional no afectará a todo el mundo por igual. Este trabajo muestra que el potencial productivo de la agricultura tradicional es mucho mayor del que se obtiene comúnmente, que hay factores culturales que evitan la plena aplicación de este conocimiento y que algunos de nuestros descubrimientos de estos sistemas son transferibles entre culturas, así como útiles para mejorar los cultivos de los agricultores "modernos".
En estas regiones, el volver a desarrollar la "economía campesina" es tanto deseable como urgente. No es simplemente un asunto de rescate de culturas antiguas, sino de tomar ventaja de una herencia cultural y productiva importante para proporcionar soluciones a los problemas de hoy y mañana. No es una cuestión de "reinventar" la economía campesina, sino de reunirla con sus propias organizaciones para esculpir espacios políticos que les permitirán ejercitar su autonomía; para definir formas en las que sus organizaciones guiarán la producción para ellos mismos y para comerciar con el resto de la sociedad. Una vez más, la identificación tecnocrática de los mecanismos productivos y la catalogación de los sistemas de conocimiento indígenas no van a revertir la estructura de la discriminación, a menos que se acompañen de participación política efectiva.
Las regiones que han sido dejadas de lado tienen muchas oportunidades de explorar caminos a fin de utilizar sus dotaciones de recursos en formas creativas. Entre las más importantes, destacan los proyectos administrados por los grupos de las comunidades locales que comienzan a diversificar su base productiva, utilizando fuentes de energía renovable y evaluando el ambiente natural para impulsar nuevos productos o encontrar formas novedosas de adicionar valor a las tecnologías y bienes tradicionales; los proyectos mencionados en la literatura incluyen el aprovechamiento de la energía solar, geotérmica y eólica para el procesamiento de alimentos, mejorando la calidad y desarrollando sistemas que aumenten el producto de las artesanías, estableciendo instalaciones para la recreación y convenios institucionales que permitan a la gente de fuera obtener una apreciación de las culturas indígenas.
2) Los centros de biodiversidad.
La comunidad científica y ambiental del mundo se ha movilizado para identificar y proteger un creciente número de áreas particularmente valoradas. Estas "reservas de la biosfera" en las selvas y montañas y los centros culturales urbanos, "patrimonio de la humanidad," son guardianes de parte de los tesoros naturales y producidos del ecosistema. Pero también son campos de batalla controvertidos donde la ciencia y la comunidad están luchando por una definición operacional de la protección ambiental y la sostenibilidad. El interés creciente por proteger las especies en peligro de extinción ha conducido a conflictos entre las poblaciones locales que han coexistido tradicionalmente con estas especies, utilizándolas en formas sostenibles, hasta que las poderosas fuerzas del mercado condujeron a tasas de exterminio que amenazaron la sobrevivencia de la flora y fauna y de las propias comunidades humanas.
Mientras no haya una solución generalizada para las necesidades y metas en conflicto de los grupos inmersos en estas regiones, el enfoque filosófico de la "sostenibilidad" ofrece algunas ideas. Una propuesta prometedora sugiere la creación de "reservas campesinas de la biosfera" o "clubes de restauración del vecindario" en los cuales las comunidades locales son animadas a continuar viviendo dentro de la región, ahorrando recursos.
G. DESARROLLO AUTÓNOMO: UNA ESTRATEGIA PARA LA SOSTENIBILIDAD
El desarrollo sostenible no es consistente con la expansión de la agricultura comercial "moderna". La producción especializada basada en el uso de maquinaria y/o agroquímicos que surgió del enfoque tecnológico de la revolución verde, ha producido un enorme caudal de alimentos y otros productos primarios; sin embargo, los costos sociales y ambientales son demasiados altos.
La integración global está creando oportunidades para algunos y pesadillas para muchos. La producción doméstica se está ajustando a las señales del mercado internacional, respondiendo a las demandas del exterior e importando aquellos bienes que pueden ser adquiridos más baratos en cualquier otro lugar. La expansión urbano-industrial ha creado polos de atracción para la gente y sus actividades que no pueden ser absorbidos productiva o saludablemente. Las ciudades perdidas y los deteriorados vecindarios albergan a quienes buscan empleos marginales, mientras los gobiernos locales están abrumados por las tareas imposibles de administrar estas áreas infernales con presupuestos inadecuados. Al mismo tiempo, las comunidades campesinas están siendo desmembradas, y sus residentes forzados a emigrar y abandonar los sistemas tradicionales de producción. Ellos también han dejado de ser buenos administradores de los ecosistemas de los cuales son parte.
En esta yuxtaposición de ganadores y perdedores, debe considerarse una nueva estrategia de desarrollo rural: una estrategia que revalorice la contribución de la producción tradicional. En la economía global, la vasta mayoría de productores rurales del tercer mundo no puede competir en los mercados internacionales con productos alimentarios básicos y otros primarios: la tecnología y financiamiento de los productores en las naciones ricas puede combinarse con la necesidad política de exportar sus excedentes para bajar los precios internacionales, con frecuencia por debajo de los costos reales de producción en el tercer mundo, especialmente si estos agricultores fueran a recibir un salario competitivo. Sus productos tradicionales no podrían comercializarse fuera de las mismas comunidades pobres.
Los productores rurales marginados ofrecen una promesa importante: si se fomenta su producción, pueden sostenerse por sí mismos y hacer contribuciones importantes al resto de la sociedad. En contraste, si prevalecen las políticas rurales que los países del tercer mundo definen como "eficiencia" por el criterio del mercado internacional, basadas en la estructura política y tecnológica de las naciones industrializadas, los campesinos serán arrebatados de sus campos de siembra tradicionales y las importaciones de alimentos comenzarán a competir fuertemente por las divisas, desplazando a los bienes de capital y otras prioridades nacionales, como ha pasado en muchos países. El enfoque sugerido por la búsqueda de sostenibilidad y participación popular tiene el fin de crear mecanismos dondequiera que las comunidades campesinas e indígenas encuentren apoyo para continuar cultivando sus propias regiones.
Por ello, proponemos la formalización de una economía autónoma. Reconociendo la permanencia de una sociedad drásticamente estratificada, el país estará en mejor posición para diseñar políticas que reconozcan y tomen ventaja de estas diferencias a fin de mejorar el bienestar de los grupos de ambos sectores. Una estrategia que refuerce a las comunidades rurales, un medio para hacer posible la diversificación, hará que el manejo del crecimiento sea fácil en aquellas áreas que desarrollan lazos con la economía internacional. Pero más importante es que tal estrategia ofrece una oportunidad para que la sociedad confronte activamente los cambios del manejo del ambiente y la conservación de una manera significativa, con un grupo de gente calificado de manera única para tales actividades.
Conclusiones
No se puede hablar de marcha o de progreso sabiendo que los pobres tienen las oportunidades de superación muy reducidas y si mencionamos la producción agrícola, precisamente tienen que usar métodos tradicionales porque no cuentan con los recursos necesarios para actualizar sus métodos y por eso vemos en los campos que todavía usan los bueyes y las mulas para arar la tierra mientras que otros productores utilizan sistemas modernizados que les permiten ser más exitosos en su producción.
Existe un amplio reconocimiento de que la pobreza y la destrucción ambiental van de la mano, aunque se ha puesto menos atención a los enormes problemas ambientales ocasionados por los patrones actuales de consumo de quienes tienen dinero en todo el mundo
Los productores rurales marginados ofrecen una promesa importante: si se fomenta su producción, pueden sostenerse por sí mismos y hacer contribuciones importantes al resto de la sociedad. En contraste, si prevalecen las políticas rurales que los países del tercer mundo definen como "eficiencia" por el criterio del mercado internacional, basadas en la estructura política y tecnológica de las naciones industrializadas, los campesinos serán arrebatados de sus campos de siembra tradicionales y las importaciones de alimentos comenzarán a competir fuertemente por las divisas, desplazando a los bienes de capital y otras prioridades nacionales, como ha pasado en muchos países. El enfoque sugerido por la búsqueda de sostenibilidad y participación popular tiene el fin de crear mecanismos dondequiera que las comunidades campesinas e indígenas encuentren apoyo para continuar cultivando sus propias regiones.
Autor:
Barrios Daniela
Lezama Jesús
Muñoz Victoria
Padrino Danielis
Rodríguez Francisco
Valero Stefany
Enviado por:
Profesor:
MSc. Ing. Iván J. Turmero Astros
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE "
VICE – RECTORADO PUERTO ORDAZ
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL
INGENIERÍA FINANCIERA
Ciudad Guayana, Marzo de 2013.
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