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Indicadores de salud mental en médicos y enfermeras


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Metodología
  4. Resultados
  5. Conclusiones
  6. Discusión
  7. Referencias bibliográficas

RESUMEN

La investigación realizada tiene como objetivo el identificar y comparar los indicadores de salud mental que se presentan en los médicos y enfermeros(as). Se utilizó un diseño transversal descriptivo y comparativo, así como un muestreo no probabilístico de tipo intencional en el que participaron 53 profesionales de la salud: 24 médicos y 29 enfermeros provenientes del Hospital La Concepción, el Hospital General de Zona, el ISSSTE, el CESAME, el Hospital Universitario y el Hospital General de Zona de la Francisco I. Madero de Saltillo, Coahuila. Los resultados muestran que los profesionales de la salud encuestados tienen niveles adecuados de salud mental en cuanto a los indicadores psicológicos y sociales, sin embargo presentan una tendencia al sobre peso y al sedentarismo. Los(as) enfermeros(as) consumen menos sustancias como tabaco, alcohol y pastillas para dormir que los médicos, pero manifiestan mayor afectación en cuanto a malestares físicos. Debido a esto, resulta de importancia la implementación de brigadas de salud en profesionales de la salud, en especial en el tratamiento del sobrepeso y el sedentarismo.

Palabras clave: Profesional de la Salud, Hospital, Físico, Psicológico, Social.

Mental health indicators in nurse and medical personnel

ABSTRACT

The research aims to identify and compare mental health indicators presented in doctors and nurses, also to determine how they relate to the physical, psychological and mental health social together. To achieve the objectives; to identify the mental health indicators and to find the relationship between the mental health areas, we used a descriptive and comparative cross-type and non-probability sampling intentional type, where we selected 53 health professionals, among these 24 physicians, 29 nurses, from the Conception Hospital, General Hospital Area, ISSSTE, the CESAME, University Hospital and General Hospital Francisco Area I. Madero from Saltillo, Coahuila. The results show that the health professionals surveyed have appropriate levels of mental health in terms of psychological and social indicators, however they have a tendency to overweight and sedentary lifestyle. The nurses report less substance use as snuff, alcohol and sleeping pills than doctors, but at the same time are those who are most affected in terms of physical ailments. Because of this it is important to implement health brigades health professionals, especially in the treatment of overweight and sedentary.

Keywords: Mental Health, Health Professional, Hospital, Physical, Psychological, Social.

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud1 define la salud mental como "el estado de bienestar emocional que surge de la adaptación del individuo a su realidad interna y externa, y que se manifiesta como la capacidad para establecer relaciones interpersonales estables y duraderas". Es decir, que la salud se obtiene mediante la capacidad de adaptación de la persona y se hace observable a través de la estabilidad que muestran sus relaciones personales.

La salud mental está compuesta por los tres aspectos que se mencionan en el modelo biopsicosocial de Engel2, uno biológico o de carácter físico, uno psicológico con sus componentes emocionales, cognitivos y de comportamiento y uno social con las interacciones en el trabajo, familia y pares.

Por el lado biológico se evalúan los hábitos que permiten que una persona tenga buena salud, tales como dormir, la alimentación y el ejercicio, pero así como se evalúa la salud, también se evalúa la conducta de enfermedad, pues ambas permanecen en un continuo y no son dicotómicas; por lo tanto, se evalúan los malestares físicos, la condición física y el consumo de sustancias adictivas.

A este respecto, se ha encontrado que sólo el 11.5% de los médicos colombianos y el 6.73% de las enfermeras presentan un estilo de vida saludable, siendo la falta de actividad física y de práctica del deporte los factores que se presentan con mayor frecuencia en estos profesionales, que inciden en la disminución de su calidad de vida3. Además de esto, García, Méndez y Ryan4 encontraron que el 57.9% de los médicos residentes se encuentran sumamente agotados después de realizar las guardias, por lo que aumentan el consumo de fármacos con el fin de regular el sueño, y los accidentes automovilísticos son más numerosos.

En cuanto al tabaco, se ha reportado que entre el 31.83%5 y el 39%6 de los médicos y las enfermeros(as) tiene un consumo frecuente, con un promedio de 5.46 cigarros consumidos diariamente en el centro de trabajo5. De igual manera, se reportó que los médicos familiares no se hacen chequeos de rutina frecuentemente, como ellos mismos lo recomiendan6.

En lo que respecta al personal de enfermería fumador, el porcentaje se calcula en un 36.2%. Aunque más del 87% tiene interés de dejar el hábito de fumar, sólo el 3.2% quiere dejarlo dentro de las dos siguientes semanas, incluso, no se ven como ex -fumadores dentro de los siguientes seis meses7.

Si bien el indicador físico de salud mental se ha estudiado como eje separado, no se puede evitar la relación que este guarda con el aspecto psicológico, es decir, que desde el modelo biopsicosocial, un malestar físico como una gripa puede desencadenar emociones, pensamientos o conductas derivadas de las molestias de la enfermedad, así como una emoción negativa puede generar malestares físicos como es el caso del estrés y sus síntomas.

A este respecto Benbunan, Cruz, Roa y Villaverde8 señalan el efecto que tienen las emociones de los profesionales de la salud en su trabajo con el paciente en proceso terminal, principalmente en la atención que se les brinda, así como en el afrontamiento de la ansiedad y el estrés que se deriven de su enfermedad.

Así mismo, se encontró que los médicos tienen un mayor control de sus emociones al comunicar un diagnóstico, mientras que al personal de enfermería le cuesta trabajo tratar con los pacientes estos temas, por lo que llegan a usar sinónimos para denominar la enfermedad terminal9.

Se observó que los médicos hombres que están solteros tienden a tener mayor cantidad de síntomas psicológicos y mayor distanciamiento emocional que los casados, así mismo resultó que las personas solteras hacen mayor uso del afrontamiento dirigido a la emoción, es decir, estas personas evitan afrontar la situación a un problema, con lo cual se alejan a través de la negación, mientras que los médicos casados mostraron mayor control dirigido a la solución en vez de negarlo o evadirlo emocionalmente10.

Respecto a las emociones de los médicos, se encontró que estas están relacionadas con el estrés laboral, de tal manera que a mayor presencia de claridad emocional y reparación en emociones, menos agotamiento emocional y más realización personal11 se presenta.

El burnout, es decir la respuesta que se tiene al estrés laboral crónico, ha sido uno de los problemas psicológicos más estudiados en los profesionales de la salud, por la frecuencia con la que se presenta como agravios mentales12, además de su afectación en las tres áreas psicológicas: del estado del ánimo, con el desgaste emocional como síntoma; cognitivo, con la despersonalización, y conductual, con los problemas laborales relacionados al burnout.

Se ha encontrado que hay una prevalencia de entre el 47.76% y el 66.6% de los síntomas de burnout en los médicos reportándose una mayor presencia de agotamiento emocional, mientras que la satisfacción profesional se convierte en una característica poco frecuente13,14. En el caso específico de México, la prevalencia de estos síntomas en el Hospital Ecatepec fue del 27% y en el Hospital de Cuautitlán, del 24%, presentándose, en el 88% de estos casos, un nivel alto de burnout en el que el turno, el servicio, el enlace de turno, el ausentismo, la gravedad del paciente y la supervisión de los jefes fueron los principales factores que desencadenaron el síndrome15.

Aún así, se encontró que en Colombia el 71% de los médicos psiquiatras está satisfecho con su trabajo actual, al 20.45% le gustaría cambiar de trabajo y el 26.14% desearía trabajar en otro país16.

En su estudio con personal de enfermería, González, Moreno, Garrosa & López17 encontraron que el nivel profesional, el tipo de atención que brindan, el turno, la jornada laboral y el número de pacientes que atienden en un día son factores que influyen en el nivel de carga mental y de fatiga laboral; de tal manera, que aquellos que presentaron un grado superior de estudios, los que atienden los servicios de urgencias generales, pediátricas y hospitalarias, quienes trabajan entre 8 y 10 horas en un turno rotatorio y los que atienden a más de 15 pacientes al día resultaron tener mayor carga mental.

También se ha encontrado que las enfermeras tienen mayor tendencia a generar algún problema psicológico, en especial depresión o algún otro desorden psiquiátrico18. No conforme con esto, se descubrió que los enfermeros son más propensos a actitudes de despersonalización, mientras que aquellos que están en áreas donde hay pacientes graves, como cuidados intensivos, son más vulnerables al agotamiento emocional19.

Como se ha señalado en líneas anteriores, los aspectos psicológicos y físicos son inherentes al contexto en el que se desenvuelve la persona, es decir a su aspecto social. Por esta razón, es necesario considerar este aspecto como un elemento necesario al evaluar la salud de las personas, al hacerlo se entendería de una forma más integral el proceso de salud-enfermedad.

Un ejemplo de esto es el estudio hecho por Ríos y Shonhaut20 quienes encontraron que la estabilidad laboral de los médicos se mostró en aquellos con más edad (44 vs. 28 años) y que además, habían ejercido cargos directivos. En su estudio destacaron las motivaciones como una adecuada relación establecida con los pacientes y la comunidad.

El involucramiento del médico con los pacientes es otro de los aspectos que también se estudia, ya que, en la medida en que el médico brinda soporte a la familia pueden generarse mayores emociones negativas, aunque afecte positivamente a la familia21.

En el aspecto social, se estudió en Perú22 el caso de algunos médicos que han sido receptores de violencia física y psicológica a través de insultos, amenazas o acoso sexual durante el tiempo de su práctica. Así, la salud mental en el aspecto social de estos profesionales se puede ver afectada por la familia, los pacientes o los compañeros o pares.

Por otro lado, se encontró que las enfermeras que tienen un adecuado apoyo social tienden a tener menos problemas laborales, de manera que se correlacionó positivamente el apoyo de la familia, de los amigos, de los compañeros de trabajo y de los superiores, con la realización personal y suficiencia en el trabajo23, 24.

Las relaciones sociales que tiene el personal de enfermería se ven influenciadas por su propia personalidad, sobre todo si esa personalidad es resistente, esto con base al estudio realizado por Ríos, Sánchez y Godoy25, ya que en una muestra de personal de enfermería de cuidados intensivos y urgencias encontraron que quienes tienen mejores relaciones sociales son aquellos que toman las situaciones estresantes como un reto, se controlan o generan un compromiso con su entorno.

Para mejorar la comunicación en las situaciones laborales se realizó un estudio experimental en España26, en donde se aplicó un programa basado en técnicas conductuales en estudiantes de enfermería practicantes, logrando con esto una mejoría en variables cognitivo-emocionales a nivel personal y al momento de trasmitir información a otras personas.

En su estudio, Fernandes, De Mattos, Kirchner, Guido y Ubessi27 encontraron que los enfermeros hombres pertenecientes a una institución hospitalaria tienen mejores relaciones sociales que las mujeres quienes, a pesar de esto, también puntúan con una adecuada calidad en sus relaciones con demás personas.

Los estudios revisados hasta el momento tienen en común el estudio de uno o dos de los aspectos del modelo de Engel2, y aunque el abordaje no es integral sino que estudian el fenómeno por sus componentes, brindan una idea de cómo es la salud mental de los profesionales de otros países en quienes la comunidad deposita su confianza; sin embargo, se aprecia la necesidad de un abordaje holístico, en donde se revise el perfil de los médicos y enfermeros(as) de una muestra mexicana, ya que estos son el ejemplo de salud a seguir. Como la técnica de observación en las investigaciones hechas en otros países no siempre es la mejor, es necesario llevar a cabo una investigación que describa cómo se presenta la salud mental en estos profesionales, que permita hacer modificaciones que favorezcan al personal del área de salud.

Es por esto que se desarrolla esta investigación, con el fin de describir la salud mental de los profesionales de la salud, así como encontrar las diferencias en salud entre los médicos y los(as) enfermeros(as) para así establecer un perfil del profesional de la salud

METODOLOGÍA

Se diseñó una investigación de transversal descriptiva y comparativa, es decir que se identifican las características que se estudian en la muestra y al mismo tiempo se resaltan las diferencias que se presentan entre dos o más grupos, mediante la recolección de datos en un solo tiempo28,29, con el fin de identificar los indicadores que se presentan en los profesionales de la salud, haciendo una comparación entre los médicos y enfermero(as).

Materiales

Para obtener los datos deseados, se realizó un instrumento basado en el Inventario de Salud, Estilos de Vida y Comportamiento (SEViC) de Sánchez y Hernández30 de donde se seleccionaron los reactivos, dividiéndolos en tres áreas: física, psicológica y social con el fin de dar respuesta a las preguntas de investigación. El cuestionario que se utilizó consta de cuatro partes; la primera parte contiene 8 reactivos que recopilan los datos de identificación de los participantes como sexo, edad, estado civil, profesión, especialidad, número de cursos de especialización, lugar de trabajo, número de pacientes atendidos diariamente.

La segunda parte contiene 31 reactivos que evalúan la salud mental en el aspecto físico mediante escalas Likert y las variables incluidas se refieren a la condición física como peso, práctica de deporte y capacidad aeróbica. Se incluye también el consumo de sustancias adictivas legales como tabaco, pastillas para dormir y alcohol, e ilegales como marihuana, anfetaminas, crack y thinner. Finalmente se incluyen malestares físicos generales.

La tercera parte contiene 30 incisos que miden el aspecto psicológico de la salud mental mediante escalas Likert. Este apartado contiene variables sobre emociones, pensamientos, conductas y prácticas sexuales.

Finalmente la cuarta parte que evalúa el área social de la salud mental consta de 20 reactivos que se contestan con escalas Likert. Se incluyen variables sobre las relaciones familiares, en el trabajo y con pares, así como de la comunicación.

El análisis de Alpha de Crombach mostro un .78 como puntuaciones de confiabilidad para este instrumento que ha sido adaptado y aplicado en muestras de adolescentes escolares, estudiantes universitarios, trabajadores de "cuello azul", médicos militares y civiles, niños de primaria, inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, enfermeras y amas de casa31,32.

Muestra

Mediante un muestreo no probabilístico de tipo intencional, es decir que fueron seleccionados mediante el juicio del investigador o en este caso, por los departamentos administrativos de cada hospital, que teniendo conocimiento de los elementos de la población permitieron que se le aplicara sólo a algunos que consideraron adecuados28. Se seleccionaron 57 profesionales de la salud, entre los que se encuentran 24 médicos generales y 29 enfermeros. Estos profesionales fueron seleccionados de instituciones que brindan servicios para la salud en Saltillo, tales como el Hospital la Concepción (n= 6), el Hospital General de Zona (n=16), el ISSSTE (n=18), el Centro Estatal de Salud Mental (n=4), el Hospital Universitario (n=4) y el Hospital General de Zona de la Francisco I. Madero (n=5). De esta muestra, 23 son hombres y 30 mujeres, adultos jóvenes de entre 20 y 30 años (n=22), adultos maduros de 31 a 65 años (n=25) y adultos mayores de 65 años (n=3), cuyo estado civil varía entre casados (n=29), solteros (n=21) y divorciados (n=2).

Los criterios de inclusión implican que sean profesionales que laboren de planta en el hospital, que tengan contacto directo con pacientes y que estén dispuestos a colaborar con la investigación, excluyéndose a aquellos que trabajan en más de una institución hospitalaria. Así mismo, fue importante la participación de las autoridades de cada hospital para permitir la colaboración de los profesionales de la salud que formaron parte de la muestra.

Procedimiento

Una vez obtenido el consentimiento por parte de las autoridades del hospital para tener acceso a los profesionales, la aplicación del instrumento fue distinta en cada caso. En el ISSSTE, por ejemplo, la aplicación fue grupal y con ayuda, mientras que en los demás hospitales el instrumento fue entregado personalmente y autoaplicado, con consentimiento informado y habiéndose referido la confidencialidad.

Una vez recuperados los instrumentos se procedió a elaborar la base de datos en el programa estadístico SPSS en su versión 21.0 para realizar después el procesamiento estadístico de la información.

Procesamiento de la información

Con el objetivo de identificar los indicadores de salud mental que tienen los profesionales de la salud se realizó el procesamiento en el paquete estadístico SPSS 21.0, en donde se utilizó estadística descriptiva para el análisis de media, mediana y moda de cada uno de los indicadores físicos, psicológicos y sociales de salud mental.

Así mismo se realizó una prueba comparativa de contingencia con el estadístico de chi cuadrada, para identificar las diferencias de las puntuaciones de médicos y enfermeros(as) respecto a los tres indicadores de salud mental.

RESULTADOS

A continuación se presentan los resultados del análisis de medidas de tendencia central en relación con el indicador físico. Como se indicó anteriormente, la escala fue de 0 a 5, a excepción de la variable "peso", cuya escala es de 1 a 5 y "práctica de deporte" de 1 a 6; en ese sentido, a mayor puntuación es mayor presencia de la variable (tabla1).

Los resultados del análisis nos muestran que la práctica de algún deporte se realiza pocas veces en la semana (m= 3.90), seguido del indicador de peso (m=2.98), el cual muestra que el grupo de estudio tendería a estar en su peso y en cuanto a los demás indicadores de la variables, los resultados señalan que pocas veces consumen alcohol como droga legal, que no consumen drogas ilegales, no reportan malestar físico, ni dificultades sexuales.

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A continuación se presentan los resultados del análisis de medidas de tendencia central en relación con el indicador psicológico. La escala fue de 0 a 5, otorgándose la mayor puntuación a la mayor frecuencia (tabla 2).

En cuanto al indicador psicológico de salud mental, destaca la edad de inicio en las relaciones sexuales de los respondientes (m=20.55), el que se agradan como son y se sienten en paz consigo mismos (m=4.42), el que se sienten preparados para enfrentar las situaciones difíciles de la vida (m=4.00), la cantidad de orgasmos al tener relaciones sexuales (m=3.76) y que se sienten triunfadores (m=3.28).

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En cuanto a las demás variables, la sensación de estar acelerado sin razón, el distraerse fácilmente, la necesidad de quedarse acostado a pesar de haber dormido bien, el tener poca esperanza, sentir miedo y hablar con desconocidos, se presentan con poca frecuencia. Mientras que los pensamientos, emociones y conductas negativas no se presentan en los médicos y enfermeros(as).

A continuación se presentan los resultados del análisis de frecuencias y porcentajes de las preferencias sexuales que forma parte del indicador psicológico. Se utilizó una escala dicotómica de sí y no (tabla 3).

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En lo que se refiere a las preferencias sexuales, el 75.5% los profesionales de la salud encuentran atractiva a su pareja, además de que la mayoría es heterosexual. El 50% afirma haber tenido relaciones prematrimoniales, mientras que el 20.8% ha tenido relaciones fuera del matrimonio. En cuanto a las prácticas sexuales, a la mayoría de los médicos y enfermeros(as) no les gustan las prácticas sado-masoquistas, no sienten angustia y no prefieren la masturbación.

A continuación se presentan los resultados del análisis de medidas de tendencia central en relación al indicador psicológico, la escala fue de 0 a 5 para la mayor parte de las variables, a excepción de: comunicación con familiares, relación con hermanos, relación con compañeros, relación con jefes y relación con subordinados, cuyas escalas fueron de 1 a 5. En estas a mayor puntuación, mayor frecuencia (tabla 4).

En el indicador social destaca la satisfacción que los respondientes tienen con su trabajo (m=4.60), la relación que tienen con sus subordinados (m=4.26), la relación que tienen con sus compañeros (m=4.19), la relación que tienen con sus jefes (m=4.17) y la cercanía que tienen con las amistades (m=3.64).

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Se presentan en menor medida el que tengan amigos íntimos (m=2.21), el que les cueste trabajo expresar afecto pero sí agradarle que se lo demuestren (m=1.96), el que su trabajo les cause mucho estrés (m=1.72), que les guste ser cariñoso con los demás pero sentirse incómodo cuando se lo expresan (m=1.57), las peleas con la pareja (1.32), gritar e insultar cuando están enojados (1.29) y pensar en divorciarse o separarse (1.03). Por último, cabe señalar que no se presentaron como datos sobresalientes el tener conflictos con la familia o comunicarse de manera violenta.

Se realizó un análisis de percentiles al 33.3% para dividir en tres los niveles de salud mental en base a una alta presencia de sintomatología (baja salud mental), moderada sintomatología (moderada salud mental) y baja presencia de sintomatología (alta salud mental).

En base a estos niveles se evalúan las diferencias significativas (p.05) y con tendencia a la significancia de ambos grupos, mediante un análisis de contingencias que muestra las diferencias de la sintomatología y características del nivel de salud mental entre los médicos y los(as) enfermeros(as), mostrándose que a menor sintomatología, mayor nivel de salud mental (tabla 5).

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Se observa que la mayoría de los participantes de la muestra presentan una moderada sintomatología en cuanto al consumo de sustancias legales como el tabaco, alcohol y pastillas para dormir. Se muestra una diferencia significativa entre médicos y enfermeros(as) ya que un mayor porcentaje de los primeros presenta alta sintomatología, es decir, que consumen estas sustancias, mientras que un mayor porcentaje de enfermeros(as) presenta una mejor sintomatología.

Finalmente, llama la atención las diferencias que existieron entre profesionales. Así, a pesar de que no se presentó algún malestar apreciable en el indicador físico, existe un mayor número de enfermeros(as) que refirieron alta sintomatología de problemas respiratorios, digestivos y de dolor, mientras que los médicos presentaron una moderada sintomatología en estos aspectos. También se encontraron diferencias de acuerdo a la profesión y el indicador psicológico conductual de sintomatología para dormir y concentrarse. En este sentido, existe un mayor porcentaje de enfermeros(as) que presentan alta y baja sintomatología, mientras que los médicos refieren una sintomatología predominantemente moderada. Estos hallazgos deberán considerarse en estudios posteriores.

CONCLUSIONES

Una vez descritos los resultados se procede a la parte de conclusiones en donde se comentan los hallazgos más importantes encontrados en esta investigación:

  • 1. Se logó alcanzar el primer objetivo de identificar los indicadores de salud mental que se presentan entre médicos y enfermeros(as) de hospitales de Saltillo, Coahuila, encontrándose que en lo que respecta a lo físico, estos presentan algunas sintomatologías, lo cual puede ser considerado como un nivel moderado de salud mental. En este sentido sobresale la poca práctica de deporte y cierto sedentarismo que implican cierta tendencia al sobrepeso.

  • 2. En cuanto al primer objetivo, también se descubrió el indicador psicológico que describe un muestra con baja sintomatología y una alta tendencia a los indicadores positivos, por lo que se puede afirmar que en este aspecto los profesionales de la salud tienen un adecuado nivel de salud mental. Al respecto, se encontró que tienen emociones y pensamientos positivos al manifestar aceptación de sí mismos tal y como son, además de saberse con capacidad para enfrentar las problemáticas de la vida y ser triunfadores; en resumen, actualmente tienen una visión positiva de sí mismos y del futuro.

  • 3. En lo que se refiere a la práctica y preferencia de relaciones sexuales, estos sujetos las consideran satisfactorias en cuanto a la atracción de la pareja y a la cantidad de orgasmos. Un dato que llama la atención es que si bien encuentran atractiva a su pareja, uno de cada cinco han tenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, por lo que sería un aspecto que valdría la pena investigar con posterioridad.

  • 4. En lo que respecta al indicador social, se puede decir que lo médicos y enfermeros(as) de esta muestra tienen un adecuado nivel de salud mental, ya que laboralmente se sienten satisfechos y tienen buenas relaciones con el personal; por otro lado, se observa que estos tienen poca sintomatología que denote relaciones violentas con sus familias.

  • 5. El segundo objetivo de esta investigación referente a la comparación de los indicadores entre los médicos y los(as) enfermeros(as) se logró mediante el análisis de contingencias, demostrándose que en lo que respecta a los indicadores físicos hay diferencias significativas en el consumo de sustancias legales, siendo los médicos quienes más las consumen aunque con poca frecuencia. Sin embargo son los enfermeros(as) quienes mayormente presentan malestares físicos y los médicos tienen moderada puntuación en cuanto a las conductas.

  • 6. Con relación al aspecto psicológico, los(as) enfermeros(as) tienen una distribución en forma de "U", en donde la mayoría puntúa tanto en niveles altos como bajos de calidad de vida, mientras que los médicos presentan una mayor frecuencia en sintomatología moderada, sobre todo en lo que respecta a las conductas como hábitos del sueño y en la atención.

  • 7. Asimismo, se puede afirmar que los enfermeros tienen mejor calidad de vida comparados con los médicos ya que consumen con menorfrecuencia sustancias adictivas legales; sin embargo, su calidad de vida es menor en lo que se refiere a malestares y dolencias.

  • 8. Como se demuestra en los resultados, el hecho de que los profesionistas de la salud tengan un nivel adecuado de salud mental en algún aspecto, no significa que será igual en el resto de los componentes de un indicador.

  • 9. Estos resultados también permiten abrir nuevas líneas de investigación y oportunidades de intervención en este personal; por ejemplo, se puede realizar una investigación profunda para descubrir las razones por las que consumen tabaco y son sedentarios a pesar de conocer el impacto negativo en la salud; por otra parte, sería conveniente llevar a cabo una investigación similar con un muestreo probabilístico evitando en lo posible valores perdidos, para analizar si estos resultados son constantes, y en el caso de que no sea así, identificar dichas diferencias.

DISCUSIÓN

En el estudio hecho con profesionales de la salud, médicos y enfermeros(as) se ha encontrado que tienen poca actividad física y presentan una tendencia al sobrepeso, coincidiendo esto con lo mencionado por Sanabria, González y Urriego3 ya que ellos mencionan que este es el factor que se presenta con mayor frecuencia en estas poblaciones lo cual disminuye su calidad de vida.

Si bien García, Méndez y Ryan4 encontraron que la mayor parte de los médicos están sumamente cansados después de una guardia y esto los lleva a tomar medicamentos para regular el sueño, en esta investigación se encontró que solo una pequeña parte de la muestra refiere tener dificultades para dormir, y quienes las presentan es con poca frecuencia.

Sobre ese mismo tema, existe una diferencia con lo mencionado en los estudios españoles5,7 con enfermeros(as), ya que estos mencionan que un porcentaje destacado de la muestra tiene un consumo frecuente de cigarros, mientras que los resultados de nuestra muestra indican poca frecuencia en el consumo de alcohol y tabaco.

Esta diferenciación podría ser causada por la ley antitabaco que entró en vigor en México en 2008 y que posiblemente esté dando resultado; en cambio, la Encuesta Europea de Salud en España33 ha arrojado que la ley antitabaco en aquel país no ha servido de mucho ya que revela que 315,000 habitantes comenzaron a consumir tabaco desde que ésta se activó, por lo tanto, sería recomendable un seguimiento a este respecto en México.

En lo que refiere al indicador psicológico se ha encontrado que la tendencia en los médicos y enfermeros(as) de esta muestra es hacia emociones y pensamientos positivos respecto de sí mismos y del futuro. Estos resultados pudieran interpretarse como una ausencia del síndrome de burnout desde lo que señalan Cruz, Chaves, Barcellos, Almeida, Olivera y Pedrao12 quienes identificaron que este síndrome afecta a partir de un desgaste emocional, despersonalización y problemas laborales. De igual forma, Matía et al13 y Fontán et al14 señalan como elemento psicológico del burnout la insatisfacción laboral que presentan los profesionales, elemento que también discrepa con los resultados obtenidos.

Esa satisfacción laboral posiblemente está ligada a relaciones familiares, con personal del trabajo y de amistad sanas que tienen los médicos y enfermeros(as) de esta muestra, ya que según Albar Marín et al23 y Avendaño24 un adecuado apoyo social y buenas relaciones familiares tienden a disminuir los problemas laborales.

Los profesionistas de la salud que formaron parte de esta muestra presentan en general indicadores positivos de salud mental en los tres indicadores; físico, psicológico y social, tomando en cuenta que los encuestados solo trabajan en una institución y que tienen jornadas laborales a 8 horas. Sin embargo, cabe resaltar que en lo que respecta al indicador físico que es el objeto de este estudio, se revela la presencia de malestares físicos sobrepeso y falta de ejercicio.

Esto llama la atención ya que el sistema mexicano de salud implementa campañas de concientización y de acción para prevenir el sobrepeso y la obsesidad34. Lo que deja la interrogante de, si se busca que la población tome acción sobre su estado general de salud para prevenir diabetes, trigliceridemias y otras enfermedades asociadas con el sobrepeso, ¿qué es lo que evita que el profesional de la salud atienda su propio cuerpo? ¿será necesario que las acciones en el sector salud vayan dirigidas específicamente a quienes practican estas profesiones?

En base a los resultados de esta investigación y a las nuevas interrogantes que surgen, es que se puede proponer que los planes gubernamentales de prevención de enfermedades se dirijan también al personal de salud con el fin de mejorar su calidad de vida. Así mismo, se recomienda que éste sea un ejemplo vivo del combate al sobrepeso, al consumo excesivo de alcohol y al tabaquismo, de buenos hábitos de sueño y en general, de estilos de vida saludable.

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Forma sugerida de citar: Pérez Pedraza BA y Álvarez Bermúdez J. Indicadores de salud mental en médicos y enfermeras. Revista Electrónica Medicina, Salud y Sociedad. [Serie en internet] 2014 enero [citado enero 2014];4(2); 142-165. [aprox. 24 p.]. Disponible en: http://www.medicinasaludysociedad.com.

REVISTA ELECTRÓNICA MEDICINA, SALUD Y SOCIEDAD

Universidad Veracruzana, Veracruz, México.

 

 

 

Autor:

Bárbara de los Ángeles Pérez Pedraza

Especialista en Terapia Breve Sistémica por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Estudiante de la Maestría en Ciencias con orientación en Psicología de la Salud por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Correo electrónico barbaraperezp[arroba]hotmail.com.

Javier Álvarez Bermúdez

Profesor/investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Monterrey, N.L., México, E-mail: jabnl[arroba]hotmail.com

Fecha de recepción: 02 de julio de 2013; Fecha de aceptación: 17 de octubre de 2013.