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La formación de valores en los estudiantes a través de la práctica laboral (página 2)

Enviado por yoleidys


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En los años 60 se produce una amplia polémica sobre la necesidad o no de desarrollar una axiología fundamentada en la filosofía marxista. Esta polémica aún no está resuelta, ya que todavía existen prejuicios en la utilización del término "axiología marxista", por no considerarla un aspecto necesario de ser abordado de modo particular, por el materialismo dialéctico e histórico. Sin embargo, no son pocos los pensadores que se muestran partidarios de su existencia, a partir del rico legado de los clásicos del marxismo, ya que, "si bien es cierto que los clásicos del marxismo no se detuvieron especialmente en el examen de la problemática axiológica, crearon las bases metodológicas para el análisis científico de los valores y la valoración" J.R. Fabelo, (1989).

Z. Rodríguez (1985), plantea las premisas para la elaboración de una teoría marxista leninista de los valores, ellas son:

Sobre esta base se reconoce la posibilidad de tratamiento científico del valor y también las posibilidades teórico-cognoscitivas del enfoque valorativo. Se reconoce también que los enfoques científico investigativo y valorativo no son idénticos, pero entre ellos no hay una separación insuperable, sino una interacción dialéctica.

Según esta autora, los valores objetivos y subjetivos no son más que dos polos de la relación valorativa del hombre con el mundo: …" en su esencia ambas formas de manifestación del valor poseen simultáneamente un carácter objetivo-subjetivo o subjetivo-objetivo". (1985).

La filosofía marxista establece la necesidad del análisis objetivo de los valores a partir del principio del determinismo aplicado a la vida social, del criterio diferenciador entre ciencia y valor, de su nexo interno y de los tránsitos recíprocos y las interacciones entre las dos esferas. De esta forma es posible, afirma la autora, desmitificar los valores, eliminando su ropaje trascendente e intuitivo y hallar, tras las formas externas de su manifestación, su verdadero contenido, su "sustancia" en la actividad práctico-social de los hombres a lo largo de la historia.

Los valores existen como tales porque son producto de la actividad práctica de los hombres, son la expresión concentrada de las relaciones sociales. Los valores son objetivos porque objetiva es la actividad práctico material en la cual surgen, porque expresan las necesidades de la sociedad, las tendencias reales del desarrollo social. Su origen no puede buscarse más allá de la realidad histórica y social, en un ser ideal que la trascienda.

El doble carácter objetivo y subjetivo del valor se manifiesta también en el hecho de que los valores están estrechamente vinculados a las necesidades humanas y deben a estas su surgimiento y desarrollo, tal como se vio antes.

Otra problemática relativa al tratamiento filosófico de los valores es su carácter universal o histórico concreto. El reconocimiento de la existencia de una dimensión objetiva de los valores implica la aceptación de la conformación y desarrollo de un sistema objetivo de valores universales como resultado del proceso de internacionalización de la historia. Estos valores objetivamente universales, se determinan por la significación que tienen los procesos y los acontecimientos de la vida social para la Humanidad, como universo humano más amplio posible: …." lo objetivamente valioso desde una perspectiva universal es lo que posee una significación positiva para el género humano, para su desarrollo, su bienestar, su prosperidad y su preservación. Fabelo, J.R. (1996).

En la actualidad el estudio filosófico de los valores presenta características específicas, derivadas del progreso de la lógica misma de la ciencia, de la filosofía, de la cultura actual e incluso de toda nuestra especie.

En los años 90 se desarrolla el vínculo de los valores con otras disciplinas, como la Pedagogía, la Psicología Social y la Comunicación Social, se trabajan las relaciones de la moral con la política, con la ideología, la ciencia y el humanismo, el profesionalismo, la educación. Cobran fuerza las llamadas corrientes dialógicas en ética, los estudios de los vínculos entre ética y sociedad civil, valores y cultura, así como brindarle atención especial a la crisis de valores como problema global contemporáneo.

El estudio de los valores desde la óptica sociológica.

Desde el punto de vista sociológico, el tema de los valores se aborda conceptualmente a partir de los términos de valor, de orientaciones de valor u orientación valorativa indistintamente, como: "La posición relativamente estable y socialmente condicionada ante fenómenos, procesos, formas de actividades sociales, ideales, imágenes conductoras, logros de la cultura material y espiritual que son objetivo y medio para la satisfacción de las necesidades de la personalidad. Son mediados por la conciencia social (conciencia de clase o grupo) y dependen, en su grado de desarrollo, de las particularidades individuales de la personalidad". Fabelo, J.R. (1996).

La Sociología enfatiza lo relativo a la significación social que tienen los objetos y fenómenos de la realidad para una determinada clase, grupo o individuo, en la medida en que entran en relación con las necesidades de los mismos.

Retoma de la Filosofía el reconocimiento de la existencia objetiva y subjetiva de los valores, sobre la base de lo que se establece como significativo a partir del consenso u opinión social y de lo que es aceptado o valioso para el individuo.

En la sociología de orientación marxista, si bien algunos autores privilegian el estudio de la expresión objetiva del valor y otros, su expresión subjetiva, en el aparato conceptual y metodológico se manifiesta la tendencia a abordar el problema de los valores y su formación a partir de las categorías dialécticas del desarrollo. Es decir, la unidad contradictoria de lo objetivo y lo subjetivo como fuerza motriz del desarrollo, la continuidad y ruptura en el proceso formativo y el carácter eminentemente cualitativo del mismo.

El estudio de los valores desde la óptica psicológica.

El estudio de los valores morales, como sistema de valores o principios que caracterizan la esfera moral de la personalidad del individuo, se ha desarrollado desde distintas ópticas conceptuales y metodológicas por la psicología.

Las concepciones que han prevalecido, tanto en América como en Europa, básicamente sustentadas en concepciones filosóficas ahistóricas,, mecanicistas, pragmatistas e idealistas acerca de la formación de valores morales en el hombre, se caracterizan por un enfoque, desde el punto de vista psicológico, unilateral o parcial de esta formación, reduciendo la explicación de la misma a un solo aspecto, esfera o componente psicológico, o por el intento de un enfoque integral, donde participan varias esferas o componentes, pero sin explicar realmente la relación entre los mismos.

El enfoque psicoanalítico.

Entre los enfoques unilaterales se encuentra la concepción psicoanalítica de S. Freud (1971) el cual consideraba que las normas y valores sociales se interiorizan, (introyectan), a partir de un mecanismo de defensa, (del yo, o principio de la realidad) que es la identificación, lo que garantiza la formación de una instancia de la estructura de la personalidad llamada super-yo. El super-yo tiene la función de control, de regulación de los impulsos (necesidades) que emanan de lo instintivo del hombre y cuya satisfacción debe realizarse de acuerdo a las exigencias sociales, a las normas aceptadas socialmente, por lo que, los valores cumplen básicamente, para esta teoría, una función de regulación de la conducta social.

El enfoque conductista y neoconductista.

Otro enfoque unilateral que intenta hacer de la psicología una ciencia más "objetiva y científica", sobre la base de una concepción positivista y pragmatista del hombre en su relación con la realidad, y que centra su objeto de estudio en la conducta, en lo que se puede observar y comprobar; es el conductismo y el neoconductismo. Esta concepción reduce los valores morales a su expresión o componente conductual.

El enfoque cognitivista.

Una importante corriente en el estudio de los valores, pero también limitada en su enfoque acerca del desarrollo moral, es el cognitivismo, cuyos representantes principales son Jean Piaget (1932) y L. Kohlberg (1969) (1971), los que elaboraron una teoría acerca del desarrollo moral a partir de las tesis básicas formuladas por J. Dewey en relación al desarrollo del niño y el papel de la educación. Según Dewey, la educación debe respetar los impulsos naturales del niño, su desarrollo espontáneo, enriqueciéndolo con experiencias que le permitan el desarrollo de todas sus potencialidades, tanto intelectuales como morales, por lo que se puede afirmar, que esta corriente descansa en una concepción filosófica empirista y pragmatista.

La psicología de enfoque histórico-cultural desarrollada por L.S. Vigotsky y continuadores constituye un marco teórico y metodológico adecuado para la comprensión, diagnóstico y dirección del proceso de formación y desarrollo de los valores morales, ya que, a partir de sus principios, categorías y métodos fundamentales, en particular los que abordan la problemática del desarrollo socio-cultural del hombre, posibilita un análisis científico acerca de qué son los valores, el lugar que ocupan en la personalidad y como operan en el proceso de la relación individuo-sociedad. El hombre es el productor de valores en tanto crea la riqueza material y espiritual, que a su vez, se constituye en fuente de su desarrollo. Es precisamente esta la idea central que sustenta la psicología de enfoque histórico-cultural a partir de los planteamientos básicos de L.S. Vigotsky y A.N. Leontiev acerca del problema de la humanización del hombre, su carácter histórico-cultural y el papel que juega la actividad material y la comunicación.

Características psicológicas de los valores.

  • Todo valor es el producto de un proceso de valoración.

  • Los valores tienen una doble significación como fuerza motriz de la actividad.

  • Brindan orientación para la toma de decisiones a nivel de toda la sociedad.

  • Son una orientación para la toma de decisiones personales.

  • Los valores se desarrollan en estrecha relación con la vida práctica pues responden a las necesidades del individuo.

  • Los valores tienen carácter bipolar.

  • El valor es todo lo deseable para las personas e incide directamente en la calidad de su vida.

  • Puede expresarse también en forma negativa, constituyendo un freno para el desarrollo personal o social. Entonces es un antivalor. El valor enriquece la existencia humana, el antivalor la empobrece.

  • Los valores son formaciones motivacionales de la personalidad que orientan e inducen la actividad del hombre y dentro de la estructura de la personalidad tienen estrecha relación con los conocimientos, las vivencias afectivas, la autovaloración, los ideales, la voluntad y cuando son efectivos tienen capacidad para regular la conducta.

  • El proceso de desarrollo de los valores tiene carácter bilateral, produciéndose influencia mutua entre las personas que interactúan. Esto modifica los valores que poseen ambos.

  • La gama de valores es infinita por cuanto se corresponde en cada dimensión del ser humano.

  • Todo valor es clasificable de acuerdo con una escala de significación e importancia. Los valores interactúan entre sí. Cualquier valor tiene la cualidad de ser movilizador de los restantes.

  • Los valores se desarrollan en un proceso psicológico que se inicia en las primeras edades y continúa durante toda la vida. El tiempo de permanencia en la escuela y sus niveles es muy importante, pues coinciden con el período más intenso del desarrollo de las cualidades morales.

  • El desarrollo de los valores es escalonado, en este proceso pueden distinguirse etapas bien diferenciadas.

  • Los valores son producto del desarrollo histórico-social. De acuerdo a sus necesidades en cada época histórica la sociedad hace énfasis en determinados valores.

  • La pertenencia a un grupo influye en los valores individuales de la persona. El individuo tiende a ser suyas las valoraciones que sostiene el grupo a que pertenece.

  • Los valores representan para el hombre un aspecto interno de la personalidad con profundo carácter individualizado en dependencia del conocimiento y de las vivencias que lo han afectado.

  • Los valores son multifactoriales, pues son el resultado de la influencia de variados factores: la familia, la comunidad, organizaciones políticas y de masas, la escuela y todas las instituciones sociales en general.

La práctica laboral y la formación de los valores.

El empeño de potenciar la formación de los valores desde la práctica laboral obedece a las exigencias actuales de la práctica educativa. Para ello se debe considerar la integración de lo académico, lo laboral e investigativo, componentes a través de los cuales en el currículum se estructuran las disciplinas y el plan de estudios en su conjunto, con un propósito común predeterminado: la formación integral del futuro profesional.

Lo laboral es la columna vertebral de la formación profesional, tiene como objetivo desarrollar las habilidades profesionales que propician la adquisición de las formas de pensar y actuar en relación con la profesión, utilizando el sistema de conocimientos que tiene lugar tanto en la vida como a través de las disciplinas docentes.

Sin dejar de apreciar lo que al estudiante tributan el componente académico e investigativo se propone potenciar la formación de los valores desde la práctica laboral atendiendo a las siguientes reflexiones:

  • 1- La práctica laboral influye en el enriquecimiento de los conocimientos teóricos. Aquí el estudiante aplica, investiga y comprueba sus conocimientos atendiendo a la experiencia y vivencias que va adquiriendo en el contacto directo con la escuela es decir con el objeto de su profesión.

Hoy, con mayor rigor se exige que en la práctica laboral el estudiante pueda poner a prueba los conocimientos integrados a partir de la concepción interdisciplinaria donde cada asignatura y disciplina puedan aportar al crecimiento de su práctica. Es indispensable la relación que se pueda lograr entre las disciplinas en cada uno de los años de la especialidad desde su óptica integradora.

  • 2- Es la actividad directriz que posibilita el vínculo estudio trabajo como principio básico de la pedagogía.

  • 3- . "…es el escenario donde se conforman gradualmente los componentes estructurales de la moral en la medida en que se ponen a prueba y en práctica los principios, las normas morales y sobre todo se trabaja con las virtudes o cualidades morales que deben caracterizar a la personalidad del psicólogo en nuestra sociedad" (Arana, M. y N. Batista 2000).

  • 4- Su efecto educativo es significativo al propiciar la autovaloración y el autocontrol en el contacto con los alumnos, con los profesores y con la comunidad.

En síntesis, a través de toda la práctica laboral investigativa, se logran valores positivos como por ejemplo; el amor y respeto a los otros, a su profesión y el medio que le rodea, aprenden a ser estudiosos, resolver los problemas mediante la investigación encontrando alternativas de solución, aprender a ser optimistas, observadores, a trabajar en grupo y con el grupo, estableciendo relaciones en el orden profesional y personal

Fátima Addines Fernández afirma que para el estudiante "la práctica laboral e investigativa deviene en un proceso de profesionalización cualitativamente superior al contemplar lo investigativo del quehacer diario y el análisis de la práctica como pivote del perfeccionamiento continuo de su labor… (1996).

El psicólogo Fernando González Rey al referirse a cómo debe ser educado el ser humano expresó "El valor de lo auténtico es no temer a lo que surja en él, en reconocer y enfrentar su sistema creciente de necesidades y aspiraciones, aun cuando no coincida con quienes le rodean, sólo el camino de su confrontación, de su diálogo y comunicación con otros puede operar, a través de su propia reflexión individual, un cambio que sea auténtico y a su vez, se integre de forma estratégica con el fin social que verdaderamente lo represente "(8).

El doctor en Pedagogía Gilberto García, del ISP "Enrique José Varona", plantea que "… para la pedagogía la formación de valores es un problema de la educación de la personalidad y para ello debe tenerse en cuenta varias condiciones positivas que la favorezcan" (7).

Si tenemos en cuenta todo lo anteriormente planteado podemos concluir entonces que a través de la práctica laboral se pueden formar los valores necesarios en los estudiantes para un futuro desempeño profesional y personal exitoso. Los valores sólo pueden formarse a través de la actividad del sujeto. De ahí la necesidad de su incorporación a actividades sistemáticas, explotando al máximo las posibilidades que para ello brinda el proceso docente. Nuestro trabajo debe estar encaminado al diseño de actividades a través de las cuales podamos orientar al estudiante en la práctica laboral, desde cada una de las asignaturas pero logrando una integración de las mismas, según el programa de estudios, y teniendo en cuenta las particularidades de cada año de la especialidad. Las actividades prácticas deben estar dirigidas al desarrollo de recursos personológicos esenciales y no sólo a la apropiación de conocimientos, o sea, centrada en el alumno, fomentando el proceso de la actividad creadora. Mientras más elevada sea su participación en el análisis de un valor más convencido estará él mismo. Facilitar la reflexión, el diálogo, la crítica, la valoración, el intercambio valorativo, respetar cada actuación y permitirle llegar a concebir el ideal deseado por su razonamiento. Privilegiar la realización de trabajo en grupos, pues es una condición de vital importancia en el proceso de desarrollo de valores, dadas las influencias mutuas que se producen entre las personas que interactúan lo cual influye en la formación individual del valor. La acción positiva que el grupo ejerce como ente activo permite que el alumno tienda a hacer suyas las valoraciones colectivas.

BIBLIOGRAFIA

  • 1- Addines Fernández, Fátima. Alternativas para la organización de la Práctica Laboral investigativa en los ISP. —Tesis de Grado. Doctora en Ciencias Pedagógicas.– La Habana 1996.

  • 2- Arana, M. y N. Batista. (2000). La Educación en Valores: una propuesta pedagógica para la formación profesional, Informe de investigación. ISPJAE.

  • 3- Fabelo, J.R. (1996). La crisis de valores: conocimiento, causas y estrategias de superación. En: La Formación de Valores en las Nuevas Generaciones, La Habana: Ediciones Ciencias Sociales.

  • 4- Fabelo, J.R. (1996). Retos al pensamiento en una época de tránsito. Editorial Academia. La Habana,

  • 5- Fabelo, J.R. (1998). Mercado y valores humanos. En: Revista Temas 15.

  • 6- Fabelo, J.R. (1989). Práctica, Conocimiento y Valoración. La naturaleza del reflejo valorativo de la realidad. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

  • 7- García Batista, Gilberto. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico– En La formación de valores en las nuevas generaciones/ José Ramón Fabelo, Gilberto García.- [et. al.]. – La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1996.

  • 8- González Rey, Fernando. Un análisis psicológico de los valores: su lugar e importancia en el mundo subjetivo. En la formación de valores en las nuevas generaciones/ José Ramón Fabelo Corzo, Fernando González Rey… [et al]. – La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1996.

  • 9- Rodríguez, Z. (1985). Filosofía, Ciencia y Valor. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

 

 

Autor:

Lic. Yoleidy García Fernández

Lic. Danilo García Sosa

Sede Universitaria Municipal de Jagüey Grande, Matanzas, Cuba.

Partes: 1, 2
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