Actividades en la Naturaleza para la incorporación del adulto mayor al ejercicio fisico
Enviado por Idelia Mejias Guzmán
- Introducción
- Justificación
- La participación del adulto mayor a la práctica del ejercicio físico
- Actividades para la participación del adulto mayor a la práctica del ejercicio físico en la naturaleza
- Actividades para lograr la participación del adulto mayor a la práctica del ejercicio físico
- Análisis de los resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Referencias bibliográficas
Introducción
El desarrollo social alcanzado por la humanidad en el recién culminado siglo, ha creado una gran disyuntiva para países desarrollados o en vías de desarrollo que es el aumento de la población geriátrica, pues el mundo envejece cada año más. El envejecimiento es parte integrante y natural de la vida. La forma en que envejecen las personas y viven este proceso, su salud y capacidad funcional, dependen no sólo de la estructura genética, sino también de lo que han hecho durante sus vidas; del tipo de cosas con las que han encontrado a lo largo de ella; de cómo y dónde han vivido sus vidas.
La duración de la vida se define como la capacidad de supervivencia máxima de una especie en particular. En los seres humanos, se cree que la duración de la vida es de entre 110 y 115 años. Matteson (1988). "La esperanza de vida, a su vez, se define como la media de años que se vive, en la práctica, desde el nacimiento o desde una edad concreta".
Cada etapa de la vida es importante. Por consiguiente, el envejecimiento debe contemplarse desde una perspectiva que abarque todo el curso de la vida.
Con el continuo crecimiento de las poblaciones de la tercera edad en las sociedades modernas, se ha priorizado la búsqueda de formas de conservar y mejorar las habilidades funcionales de las personas al envejecer, ya que en esta edad predomina la incidencia de muchas enfermedades y discapacidades crónicas; ayudarles a manejarse independientemente en la comunidad y fundamentalmente, lograr satisfacer en cierta medida las necesidades sociales e individuales, se ha convertido en un asunto cada vez más urgente.
La expresión calidad de vida se define como concepto integrador que comprende todas las áreas de la vida (carácter multidimensional) y hace referencia a condiciones objetivas de satisfacer las necesidades sociales e individuales, a través de la práctica de actividades físicas en toda la población, contribuyendo a su formación integral. (1)
Un avance indiscutible de la humanidad en los últimos años ha sido el aumento de la expectativa de vida en algunas regiones del mundo. Los llamados de la tercera edad (término con el que se designa a las personas de 60 años y más) alcanzarán a nivel mundial el 15,1% para el 2020, hoy Cuba cuenta con un 12% de estas personas lo que para el 2020 representará la quinta parte de su población. (2)
Esto se debe a que Cuba es uno de los países latinoamericanos más envejecidos. La magnitud alcanzada en este orden y la rapidez con que se ha transformado nuestra pirámide poblacional constituye una preocupación para los años futuros, tanto para nuestro país como para el mundo, lo cual requiere de una acción cooperada y solidaria que trazando políticas y estrategias nacionales e internacionales, tiendan a materializar en forma efectiva dicha ayuda.
Por la importancia que esto representa para nuestro país se le brinda especial atención a esa población, tanto en el aspecto económico como en el social y haciendo suyas las recomendaciones trazadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para mantener la calidad de vida en el adulto mayor.
Para cumplir este propósito de dar más vida a los años se desarrolló en el país un Programa de Salud para que el anciano se mantenga ágil y fuerte, donde se vincula la Cultura Física, el Deporte, la Recreación, el Médico de la Familia, los Círculos de Abuelos y las Casas de Abuelos, elementos fundamentales para hacer cumplir este empeño.
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) colaboran en un ambicioso plan, que comprende la incorporación del adulto mayor a la práctica del ejercicio físico, mediante los diferentes programas elaborados para este grupo de personas, pero esta problemática no está resuelta en su totalidad; por la falta de conocimiento que presentan en su mayoría acerca de la importancia que ejerce el ejercicio físico sistemático, por tanto su participación en las actividades se comporta de una forma irregular e inestable. El presente trabajo investigativo pretende demostrar como con la puesta en práctica de actividades físicas recreativas en la naturaleza se logró un incremento en la incorporación de las personas de la tercera edad a este tipo de actividades en la comunidad.
El trabajo comunitario con el adulto mayor está auspiciado por la Dirección Nacional, tiene como propósito elevar el nivel de salud, el grado de satisfacción y la calidad de vida, mediante acciones de prevención de salud y rehabilitación ejecutadas por el INDER y otros organismos y organizaciones del estado, teniendo como protagonistas la familia, la comunidad y el propio adulto mayor en la búsqueda de soluciones locales a sus problemas.
Es por esto que la comunidad desempeña un papel importante en la transformación del estilo de vida de sus habitantes, teniendo una elevada cuota de responsabilidad en la elaboración y puesta en práctica de programas de intervención con estos fines.
El estado cubano, en el año 1966 elaboró un Proyecto de Trabajo Comunitario Integrado, confeccionado por un colectivo de autores en representación de algunos ministerios; y por la importancia que se le concede al mismo, constituye una prioridad la puesta en práctica de programas de intervención comunitaria, donde sus acciones impliquen la solución de una problemática dada en la comunidad, con la participación de todos los factores responsabilizados en la elevación de la calidad de vida de sus pobladores.
En la búsqueda de los fundamentos teóricos y metodológicos de dicha problemática, se constató que en la bibliografía nacional y extranjera disponible, son varios los autores que han investigado al respecto: Delgado, Gutiérrez y Carrillo (2000), Cuenca Díaz, Bruzón Sánchez (2003). En ellos existe unidad de criterios en cuanto a la influencia que ejerce la práctica de ejercicios físicos sistemáticos para prevenir el desarrollo de enfermedades y prolongar la vida del hombre con estilos saludables.
En la provincia de Ciego de Ávila las tesis de, Weekes Calistre (2001), Rivas Rodríguez (2003), David Llerena Santos (2005), Surelys Luaces Franco (2007), Sobeida Chelala Guerra y Miriam Mederos González (2009.45), Carlos Luís Rodríguez González (2009), Yusel Nieto Ojeda (2009), Marbelis Cabrera Sotolongo (2010) han abordado este tema para dar respuesta a problemas presentados en el territorio en cuanto a la importancia de crear actividades físicas recreativas para mejorar la calidad de vida del adulto mayor. La autora considera que estas investigaciones constituyen referentes teóricos con un gran valor para el desarrollo de esta tesis, un elemento común es que todos coinciden en la importancia que tiene la labor con esta edad y su inserción en la comunidad, siendo incuestionable el rol protagónico de todos los factores que intervienen en ese programa, no obstante aún son pocos significativos los elementos que se ofrecen para lograr una mayor incorporación de este grupo de edades a la práctica de ejercicios físicos.
A partir de las visitas realizadas al Consejo Popular Oeste, se pudieron constatar las siguientes regularidades:
Poca participación en las actividades físicas y recreativas de la población adulta del Consejo Popular Oeste.
Preferentemente participa el sexo femenino.
No sienten disposición por pertenecer a los Círculos de Abuelos.
Existen limitaciones físicas y espirituales, muchas de ellas en gran medida provenientes de prejuicios.
Poca influencia de la familia a la participación del adulto mayor a estas actividades físicas.
Los elementos señalados anteriormente provocan, en resumen, una pobre participación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos.
Ante esta problemática se presenta la siguiente contradicción entre lo real que es la escasa participación del adulto mayor en las actividades físicas y lo ideal que sería una mayor incorporación de las personas de la tercera edad a este tipo de actividades. Hoy se necesitan diferentes actividades para transformar sus intereses, donde a través del intercambio, en lugares que van a estar en contacto con la naturaleza, en excursiones, caminatas, se propicien charlas, conversatorios, encuentros entre círculos de abuelos, videos debates, visitas al museo, jardines de referencia, lecturas y comentarios de libros, visitas a las bibliotecas, parques, Peñas Deportivas con abuelos, y con ello elevar el estado emocional de los mismos.
Por lo que se plantea el siguiente problema científico ¿Cómo lograr una mayor incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos?
Teniendo como objeto de investigación la práctica de ejercicio físico y como campo de estudio la participación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos.
El objetivo es aplicar actividades físico recreativas para lograr una mayor incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos.
Por lo que la autora determinó las siguientes preguntas científicas:
1-¿Qué fundamentos teóricos sustentan la incorporación del adulto mayor en la práctica de ejercicios físicos?
2-¿Cuál es el estado actual de la incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos en el Consejo Popular Oeste del municipio Ciro Redondo?
3-¿Qué vía utilizar para lograr una mayor incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos en el Consejo Popular Oeste del municipio Ciro Redondo?
4-¿Qué efectividad tiene la vía utilizada para lograr la participación del adulto mayor en la práctica de ejercicios físicos en el Consejo Popular Oeste del municipio Ciro Redondo.Y las siguientes tareas científicas:
1- Fundamentación de los aspectos teóricos que sustentan la incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos.
2- Diagnóstico del estado actual de la incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos en el Consejo Popular Oeste del municipio Ciro Redondo.
3- Aplicación de actividades para lograr la participación del adulto mayor en la práctica del ejercicio físico en el Consejo Popular Oeste del municipio Ciro Redondo.
4- Evaluación de la efectividad de las actividades aplicadas.
Para la realización de esta investigación se hizo necesario abordar diferentes definiciones:
Consejo Popular:
El Consejo Popular es un órgano del Poder Popular, local, de carácter representativo, investido de la más alta autoridad para el desempeño de sus funciones. Comprende una demarcación territorial dada, apoya a la Asamblea Municipal del Poder Popular en el ejercicio de sus atribuciones y facilita el mejor conocimiento y atención de las necesidades e intereses de los pobladores de su área de acción. (3)
Trabajo Comunitario Integrado.
Diferentes autores definen el trabajo comunitario: Según C. Ware comunidad no es mas que la agrupación de personas relacionadas entre sí, que cuenta con recursos físicos, personales, de conocimientos, de voluntad, institucionales, de tradiciones, etc., en la que cada individuo desempeña una función específica. (4)
Por otra parte E. Ander- Egg plantea que comunidad es el conjunto de personas que habitan en un espacio geográfico delimitado y delimitable, operan en redes de comunicación dentro de la misma, pueden compartir equipamientos y servicios comunes y desarrollan un sentimiento de pertenencia o identificación con algún símbolo local. (5)
La autora asume que comunidad es el agrupamiento de personas concebido como unidad social, cuyos miembros participan en algún rasgo común (Intereses, objetivos, funciones) sentido de pertenencia, situada en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interactúa intensamente entre sí e influye de forma activa o pasiva en la transformación material o espiritual del entorno. (6)
Según criterio de la autora, se entiende por Trabajo Comunitario Integrado la acción o conjunto de acciones que realiza el hombre de manera consciente con la finalidad de lograr la transformación de la comunidad integralmente. Lo anterior presupone la integración de todos los factores sociales en un sentido de cooperación y compromiso, desde el voluntariado y para el desarrollo integral.
Justificación
Lo novedoso de este trabajo radica en la selección, diseño y aplicación de las actividades físico recreativas en la naturaleza para lograr la incorporación del adulto mayor a la práctica de ejercicios físicos, lo cual constituye a su vez, la contribución a la práctica del presente trabajo. Posibilitó también el fortalecimiento del trabajo comunitario, además las actividades sirvieron como una herramienta de trabajo sistemático, recreativo y de esparcimiento en aras del mejoramiento de la calidad de vida de las personas de la tercera edad en el Consejo Popular Oeste del municipio Ciro Redondo donde son poco significativos los precedentes al tema en cuestión.
La tesis está estructurada en Introducción y tres capítulos: Capítulo I Fundamentación Teórica, Capítulo II Fundamentación Metodológica y Capítulo III Análisis de los resultados. En la parte final se exponen las conclusiones a las que se arriban, las recomendaciones, la bibliografía utilizada para el trabajo y los anexos.
CAPÍTULO 1
La participación del adulto mayor a la práctica del ejercicio físico
1.1 Fundamentos teóricos que sustentan la participación del adulto mayor a la práctica del ejercicio físico.
El intento de vivir más años o prolongar la esperanza de vida, no es algo nuevo. El hombre, a lo largo de toda su historia ha estado investigando y buscando fórmulas, a la vez que ha mantenido un pulso con la naturaleza, por encontrar los mágicos medicamentos de la eternidad.
El envejecimiento, como proceso biológico evolutivo del ser humano transcurre dentro de la carrera de la vida de los seres vivos… se están haciendo numerosos descubrimientos relacionados con las causas que lo provocan, son varias las teorías que se mueven en torno a tan misterioso proceso de deterioro de la vida.
La aplicación de la Psicología del desarrollo teniendo como base la Escuela Histórico Cultural de L. S. Vigotski significa enfocar al adulto mayor en su situación social de desarrollo, y percibirlo como un ser activo que asume un importante rol en su familia y como ser social. El envejecimiento de la población es un fenómeno de gran relieve en la sociedad contemporánea, en el, debe ser abordado desde la orientación, prevención, e interacción, pues la persona que envejece requiere de ayuda para conservar la propia suficiencia física, psíquica y social, condicionado en la mayoría de los casos, por las posibilidades de movimiento incrementado o mantenido.
Sobre el adulto mayor y los factores relacionados con este período de la vida, se escribe desde diferentes perspectivas y con más amplitud en los últimos años. Esto obedece fundamentalmente a la preocupación cada vez más creciente en las sociedades contemporáneas por las personas mayores de 60 años, que representan el grupo de edad que mas rápidamente crece en el mundo.
La caracterización del adulto mayor por la Psicología del Desarrollo, constituye un reto en la actualidad, ya que regularmente la mayoría de los investigadores de esa rama no continúan el estudio y caracterización del desarrollo psíquico después de la edad juvenil, pues ello requiere de grandes esfuerzos teóricos que permitan abordar la adultez y en particular al adulto mayor desde una posición auténticamente derivada del desarrollo humano.
Este período de la vida, ha sido abordado por lo general, de forma aislada o como fase de involución y no como una verdadera etapa del desarrollo humano cuya significación social adquiere cada vez mayor relevancia dada la tendencia mundial a un proceso de envejecimiento de la población.
El adulto mayor, la adultez tardía, la tercera edad o la vejez, comprende aproximadamente el período que media entre los 60 y 80 años, ya que a partir de los 80 años se habla hoy en día de una cuarta edad, lo que indica una prolongación y aumento del promedio de vida.
La necesidad de asegurar una participación masiva, requiere de transformar las concepciones que actualmente existen en torno a las actividades físicas y definir nuevas formas de trabajo en función de la participación del adulto mayor. La cultura física reviste gran importancia para el hombre, ya que la misma forma parte de la necesidad social de producción y reproducción, cultural, espiritual y física del ser humano; constituye una línea de trabajo importante para el organismo deportivo, el cual ha adolecido de un programa que le permita cumplir los propósitos que le han sido definidos y que deben estar encaminados a satisfacer las necesidades de inversión del tiempo libre en actividades sanas y educativas, partiendo de sus gustos y preferencia.En la bibliografía actualizada se aborda con gran énfasis los aspectos relacionados con el "Envejecimiento y capacidad funcional". Según Alcántara, P y Sánchez M. Refiriéndose al tema, plantean que." El envejecimiento conlleva una serie de cambios a nivel cardiovascular, respiratorio, metabólico, músculo esquelético, motriz, etc., que reducen la capacidad de esfuerzo y resistencia al estrés físico de los mayores, reduciéndose así mismo su autonomía y calidad de vida y su habilidad y capacidad de aprendizaje motriz. (7)
En su trabajo, Paglilla, R. Aborda un análisis en el que destaca que, "El hombre hay que considerarlo un sistema de sistemas, pues cuando se incrementa la edad de éste sus diferentes elementos o componentes van perdiendo eficacia en su funcionalidad". Al tratarse de un sistema perfectamente coordinado, es decir, perfectamente interconectado entre sus partes, la disminución en la actividad de una de sus partes afecta directa o indirectamente al resto" (8) El autor coincide con lo planteado, puesto que el envejecimiento opera de la misma manera que la inactividad, los efectos que produce el paso del tiempo son similares a los que el sedentarismo ocasiona y por ende la edad trae consigo un aumento en la potencialidad de padecer ciertas enfermedades. Si a esto se le suma el hecho de no realizar ninguna actividad física el riesgo será mayor.
Del análisis realizado anteriormente se infiere que el envejecimiento y las capacidades funcionales no son aspectos que no tengan solución y que las personas que arriban a las edades geriátricas se tengan que resignar a estos procesos y que no se cuente con instrumentos que contribuyan en gran media a darle solución a esta problemática.
A medida que aumenta la edad, la reducción de la actividad física y el creciente número de enfermedades crónicas que surgen frecuentemente en consecuencia, crean a menudo un círculo vicioso, las enfermedades y las discapacidades consiguientes reducen el nivel de actividad física, que a su vez tiene efectos adversos sobre la capacidad funcional y agrava las discapacidades producidas por las enfermedades. Un mayor grado de actividad física puede ayudar a prevenir muchos de los efectos negativos que tienen el envejecimiento sobre la capacidad funcional y la salud. La actividad física es, además, la mejor manera de romper el círculo vicioso y tomar el camino de una mejoría progresiva y siempre que esta actividad física se realice en contacto con la naturaleza despierta el interés por una participación espontánea y mayor motivación por el ejercicio físico, ayudándolos a aumentar su grado de independencia.
Los beneficios que podrían obtenerse de un ejercicio físico razonable tienen considerablemente mayor importancia que los potenciales efectos adversos. Estos beneficios incluyen una mejoría de la capacidad funcional, de la salud y de la calidad de vida, tanto para la persona misma como para la sociedad en su conjunto. La actividad física no supone inconveniente inmediato alguno, aunque un ejercicio excesivamente intenso puede causar lesiones o enfermedades (o ambas). La condición física de una persona que no hace ejercicio físico de modo frecuente, alcanza su valor más elevado regularmente entre los 20 y los 30 años. Si esta persona mantiene hábitos de vida sedentarios, a partir de este momento su condición física comenzará a deteriorarse progresivamente y se favorecerá la aparición de problemas de salud o de calidad de vida en el futuro. La falta de ejercicio atrofia los músculos más que la vejez misma.
En general, a partir de los 50 años de edad, es cuando se observa un mayor nivel de sedentarismo y cuando gran parte de la reducción de la capacidad funcional asociada al envejecimiento alcanza su máximo valor. Sin embargo, la disminución de la condición física y de la capacidad funcional estará influida por las enfermedades que se hayan podido padecer, el tipo de alimentación, el estilo de vida o la cantidad de ejercicio físico que se haya realizado, además de la herencia genética.
Está científicamente comprobado que las personas que realizaron algún tipo de ejercicio a lo largo de toda su vida, en la vejez se mantienen más activos, más fuertes y más sanos física y mentalmente. Conforme pasan los años, se va disminuyendo la masa muscular y se presenta la flacidez. Los músculos necesitan cada vez menos calorías; sin embargo, seguimos comiendo lo mismo o en algunos casos de más, lo cual lleva a acumular grasa, y el aumento de peso trae complicaciones de salud como: diabetes, problemas cardíacos, debilitamiento de los huesos, entre otros padecimientos.
Es bastante recomendable empezar o continuar con un régimen de ejercicio de acuerdo con la edad y con la condición física; lo verdaderamente importante es la constancia. El ejercicio se ha definido como una actividad regular que sigue un patrón específico y cuyo fin es el de lograr resultados deseables en cuanto al estado de forma, como un mejor nivel de salud general o de funcionamiento físico.
La actividad física a través del acondicionamiento es parte integral de cualquier plan para asegurar a las personas una vida saludable. Las personas deben integrar en sus vidas hábitos saludables que le permitan facilitar la pérdida de peso, disminuir la presión arterial, y en términos generales reducir el riesgo cardiovascular y de todas las causas de mortalidad.
La educación física y el deporte ofrecen un amplio abanico de posibilidades en el que se enmarcan un sinfín de actividades a realizar por los ancianos, desde la gimnasia y las técnicas de relajación hasta los juegos populares y el deporte, pasando por las actividades rítmicas expresivas, el trabajo al aire libre o en el medio acuático. Entonces, cualquiera de estas modalidades es válida siempre y cuando permita abordar debidamente los objetivos del programa. No existen actividades específicas para la ancianidad. Lo importante es que la actividad esté acomodada a las posibilidades y capacidades individuales de los practicantes, se presente de forma adecuada, ocupe en la programación el lugar oportuno y reciba un tratamiento didáctico tal que permita a todos los participantes realizarla con éxito.
Cuando se analiza las funciones fisiológicas y de rendimiento se señala que estas mejoran generalmente con rapidez durante el desarrollo del individuo hasta que llega a su valor máximo entre el final de la adolescencia y la edad de los 30 años.
Analizando lo antes señalado se puede decir que la capacidad funcional disminuye con la edad. Aunque todas las medidas disminuyen, no todas lo hacen al mismo ritmo. Por ejemplo:
El índice cardiaco de reposo disminuye un 20 – 30 %,
La capacidad respiratoria máxima a la edad de 80 años es el 40% de la de una persona de 30 años.
Esto sumado al descenso de la eficacia en los sistemas de producción de energía, nos proporciona una visión global aproximada del complejo proceso de envejecimiento.
No se puede absolutizar cuando se expresa que el envejecimiento es lo único que incide en la disminución de las capacidades funcionales, pues hay que tener presente también que estamos sometidos a muchos ataques del medio en el que nos desenvolvemos, por eso no es fácil controlar exactamente las causas que la producen.
Estudios realizados han podido demostrar la influencia del envejecimiento sobre la composición corporal
La cantidad de grasa que acumulan nuestros cuerpos cuando crecemos y envejecemos depende de la dieta y de los hábitos de ejercicio individuales, además de la herencia.
La cantidad relativa de grasa corporal aumenta con la edad después de alcanzar la madurez física. En el mundo occidental, el hombre medio de 35 años ganará entre 0,2 y 0,8Kg.de grasa cada año hasta su quinta o sexta década de vida (9) Esta ganancia se debe en gran medida a tres factores que se presentan con el envejecimiento:
Pasada la edad de 30 años, la masa magra también disminuye progresivamente. Esto es la consecuencia principalmente de la menor masa muscular y de la pérdida de minerales óseos. Después de la edad de 60 años, se reduce el peso corporal total a pesar de la creciente proporción de grasa corporal. Como es de esperar, el contenido en grasa corporal de las personas físicamente activas es significativamente menor que en hombres y mujeres sedentarios de la misma edad. Estudios realizados han señalado la influencia del envejecimiento sobre la flexibilidad, la flexibilidad podría ser definida como la capacidad que tienen los músculos para estirarse, cuando una articulación se mueve. La amplitud del movimiento articular puede verse limitada por diversos factores unos de origen estructural, por alteración de los tejidos que forman parte de la articulación (inflamación, fractura o enfermedad degenerativa), otros por alteración de los músculos de la zona.
La flexibilidad es una cualidad muy importante para la salud y el deporte. El envejecimiento y el sedentarismo tienden a reducir el rango de movimiento articular o movilidad de nuestras articulaciones. Con el tiempo, esta pérdida puede afectar a la capacidad para desarrollar actividades de la vida diaria como agacharse o estirarse a coger cosas. Un programa de flexibilidad o estiramientos realizado de forma regular puede detener e incluso hacer regresar estas pérdidas, la flexibilidad es específica para cada articulación y varía con la edad, sexo y el grado de entrenamiento, Es mayor durante las primeras etapas de la vida, en las mujeres, y en las personas entrenadas. No parece que la composición corporal influya de manera importante en ella.
Entre los temas más controvertidos en la literatura contemporánea está la entrenabilidad y el envejecimiento Gutiérrez, A. refiriéndose al tema señala: "Una actividad física vigorosa regular produce mejoras fisiológicas sea cual sea la edad. (10) por supuesto, la importancia de los cambios depende de varios factores que incluyen en el estado de la condición física inicial:
La edad.
El tipo de ejercicio específico del entrenamiento.
A pesar de las disminuciones asociadas con el envejecimiento, los deportistas de mediana edad y de edad avanzada son capaces de conseguir rendimientos excepcionales. Aunque es difícil comparar las adaptaciones al entrenamiento de fuerza en personas jóvenes y ancianas, el envejecimiento no parece deteriorar la capacidad para mejorar la fuerza muscular ni para prevenir la hipertrofia muscular. Frontera, W refiriéndose a este aspecto señala: "Estudios realizados donde sujetos con edades comprendidas entre los 60 y los 72 años siguieron entrenamientos de fuerza durante 12 semanas al 80 % de su RM para la extensión y flexión de rodillas, su fuerza de extensión se incrementó en un 107% y la de flexión en un 227%. (11)
En otros estudios se ha demostrado que la ganancia de fuerza en hombre, mujeres y ancianos son similares.
En el artículo publicado en la revista digital Ef. deportes # 36 mayo Argentina. 2001 Señala: "El rendimiento físico varía a lo largo de los años, siendo el momento óptimo durante la juventud y presentando un descenso continuo a partir de los 35 años, para hacerse más acentuado desde los 55 – 60 en adelante, como consecuencia de los cambios fisiológicos propios del proceso de envejecimiento". (12) En el artículo publicado en la revista digital Ef. deportes # 36 mayo Argentina 2001 plantea: "Cada vez hay más personas que sobreviven hasta una edad avanzada y cada generación vive más que la anterior, es decir que las expectativas de vida han aumentado y por lo tanto estamos llegando a una cuarta edad, para diferenciarla de aquellos que si bien tienen 65 años". (13)
1.2- La actividad física en el adulto mayor.
En la realización de actividades físicas, las personas geriátricas deberán observar un grupo de recomendaciones que resultan de vital importancia para evitar lesiones y que la ejecución de estas actividades contribuya a lograr los objetivos propuestos de elevar el nivel de vida y salud de esta población.
Las recomendaciones a tener en cuenta son:
El ejercicio aeróbico será de gran importancia ya que mejorará la eficacia cardiaca, la capacidad respiratoria y mejorará la postura.
Hay que tener en cuenta que las personas de avanzada edad llegan a rangos aeróbicos con mayor facilidad por lo que la intensidad de una clase para personas mayores deberá ser menor que para otros grupos.
Es necesario considerar la toma de frecuencia cardiaca para controlar la intensidad del ejercicio.
Debido a la mayor fragilidad ósea por la osteoporosis y a la propensión a las lesiones de ligamentos y tendones, no se deben recargar las articulaciones con sobrecargas importantes.
Debido a la falta de coordinación, debemos ejecutar ejercicios que puedan efectuar en forma apropiada para evitar que se produzcan frustraciones.
Un buen trabajo muscular localizado será de gran beneficio para la persona mayor, ya que permitirá tonificar los músculos, mejorando su fuerza y movilidad, pero hay que extremar los cuidados de prevención de lesiones en cuanto a las posturas riesgosas.
También hay que implementar períodos más largos de relajación durante los estímulos (por ejemplo entre un ejercicio y otro dentro de una clase de gimnasia), incluyendo la elongación de las regiones cervicales, dorsales y lumbares, ya que es frecuente la contractura de dichos músculos por la posibilidad aumentada de artrosis.
Para la entrenabilidad de las personas geriátricas se deben tener presente las siguientes consideraciones.
1. Programas de ejercicios menos exigentes por la menor capacidad de trabajo.
2. Establecer períodos de descanso apropiados y no exigir esfuerzos continuos y prolongados que lleven al agotamiento.
3. Tener cuidado con las temperaturas extremas.
4. Es necesario un chequeo médico periódico para prevenir alguna enfermedad.
5. La posibilidad de osteoporosis obliga a ciertos cuidados; un estilo de vida que incluya ejercicios físicos moderados en intensidad, previene la desmineralización del hueso.
6. Una actividad física regulada, continua y adecuada retrasará los perjuicios que presentan las personas por el proceso de envejecimiento fisiológico y mantendrán por mayor tiempo la vigencia de las personas de la llamada "tercera edad".
Durante el desarrollo de este capítulo hemos pretendido hacer un esbozo generalizado de los diferentes aspectos que de una u otra forma se ven afectados por la acción del envejecimiento.
La actividad física constituye el estado natural de los seres humanos, siendo las formas aparentemente más simples aquellas asociadas a la higiene personal o la traslación por medios no mecánicos o que no impliquen tracción animal, por lo tanto, comprende cualquier forma de movimiento que varíe el estado de reposo, demostrando la existencia de una funcionabilidad motora.
La ejecución de actividades físicas, aunque no necesariamente deportivas, tiene una influencia notablemente beneficiosa sobre el estado del cuerpo, y la fisiología humana, y de modo particular en los ancianos sometidos a un cuadro fisiológico involutivo, pero no solo por las implicaciones que sobre el sistema locomotor pueda ejercer, sino que como mínimo, los mantiene dentro del marco socializado de individuos de un mismo grupo etáreo. (14) Considerando solo el efecto sobre el sistema osteomuscular se puede apreciar que detiene la atrofia muscular, previniendo la sarcopenia, además de favorecer la conservación del esqueleto ante los embates de la osteopenia, existiendo una considerable evidencia que demuestra que la carga mecánica, determinada por el soporte del peso y por actos físicos o ejercicios, contribuyen a mejorar la acumulación del calcio a nivel óseo, su arquitectura y su integridad general. (15) Como se ha expresado por diversos autores, la práctica de ejercicios físicos de manera regular, tiene notables efectos beneficiosos sobre la salud y el estado anímico, de hecho, la ejercitación y sin llegar al agotamiento. (16) Favorece la movilización y consumo de las grasas, reduce los lipocitos y la tensión arterial de la misma manera que lo logra la ingestión de algunos medicamentos antihipertensivos, sin provocar efectos secundarios.
Disminuyen los niveles de glucosa en sangre sin afectar los de la insulina e incluso incrementa la sensibilidad a esta hormona cuando es empleada de manera externa (individuos insulina dependientes).
Mejora la circulación coronaria y en otros vasos, incrementando además el calibre de las arterias y de la densidad capilar.
Retarda el crecimiento de tumores malignos.
Mejora notablemente la capacidad pulmonar.
Ahora bien, las variaciones morfofisiológicas en el envejecimiento habitual, el estado nutricional y los cambios comportamentales del gerontes, traen aparejado una disminución de la actividad física y en general, una gradual depresión de la funcionabilidad motora. (17)
Tal disminución de la actividad física debería implicar una menor demanda inmediata de material alimentario energético, sin embargo los requerimientos nutrimentales del anciano se ven incrementados a consecuencia de la involución y el deterioro de los sistemas asociado al envejecimiento, que afectan las funciones absortivas y metabólicas. (18) situación que puede verse agravada por el consumo de medicamentos necesarios para paliar las frecuentes dolencias clínicas. (19) o el uso excesivo de bebidas alcohólicas. (20) determinando respuestas metabólicas especiales.
La necesidad de asegurar una participación masiva, requiere de transformar las concepciones que actualmente existen en torno a las actividades de la cultura física y definir nuevas formas de trabajo en función de la comunidad. Sin embargo, es de destacar que ningún trabajo tendría éxito sin la participación de los diferentes factores.
La actividad física constituye el estado natural de los seres humanos, siendo las formas aparentemente más simples aquellas asociadas a la higiene personal o la traslación por medios no mecánicos o que no impliquen tracción animal, por lo tanto, comprende cualquier forma de movimiento que varíe el estado de reposo, demostrando la existencia de una funcionabilidad motora.
La ejecución de actividades físicas, aunque no necesariamente deportivas, tiene una influencia notablemente beneficiosa sobre el estado del cuerpo, y la fisiología humana, y de modo particular en los ancianos sometidos a un cuadro fisiológico involutivo, pero no solo por las implicaciones que sobre el sistema locomotor pueda ejercer, sino que como mínimo, los mantiene dentro del marco socializado de individuos de un mismo grupo etáreo. (21)
Considerando solo el efecto sobre el sistema osteomuscular se puede apreciar que detiene la atrofia muscular, previniendo la sarcopenia, además de favorecer la conservación del esqueleto ante los embates de la osteopenia, existiendo una considerable evidencia que demuestra que la carga mecánica, determinada por el soporte del peso y por actos físicos o ejercicios, contribuyen a mejorar la acumulación del calcio a nivel óseo, su arquitectura y su integridad general. (22)
Con esta base teórica y los argumentos que se exponen en esta fundamentación teórica, es que fundamentamos la realización del presente trabajo investigativo, pues como se observa el trabajo con este segmento poblacional resulta muy especializado y que parte de las posibilidades y capacidades individuales de los adultos mayores que se incorporan a las actividades físicas, lo antes señalado permitió realizar una evaluación y diagnosticar el nivel de participación actual del adulto mayor. Es por ello que el investigador se motivó a realizar la presente investigación donde propone la elaboración de actividades físicas vinculadas con la naturaleza para lograr una mayor participación del adulto mayor en el Consejo Popular de Georgina del Municipio Primero de Enero, Provincia de Ciego de Ávila.
1.3- La actividad física en el adulto mayor en la naturaleza.
Los orígenes de la jardinería se remontan a unos 7.000 años. Los restos más antiguos se encuentran en Mesopotamia y parecen estar relacionados con la invención del riego artificial, que permitió la plantación de bosques sagrados sobre montículos. A esta cultura pertenecían los jardines colgantes de Babilonia, construidos hacia el año 600 a.C., que constaban de una serie de terrazas. Sobre los jardines egipcios, sin embargo, existen más datos. Los primeros fueron construidos entre el año 1504 y 1483 a.C. Los más habituales eran de forma rectangular, atravesados por un pequeño canal o a veces existía un estanque. Los egipcios cultivaban muchas plantas medicinales y ornamentales. Además era muy común el cultivo en contenedores, como grandes jarrones de arcilla.
Es posible que los primeros jardines chinos fueran aún más antiguos que los mencionados hasta ahora. Las primeras noticias que se tienen de ellos son del año 200 a.C., pero ya entonces se creía que era un arte muy antiguo. Eran jardines menos estructurados que los egipcios y trataban de imitar la naturaleza. Los elementos más destacados eran el agua y las piedras, y las plantas se elegían por su forma y por su aroma, no por su color. Nunca sembraban césped, pero en todos los jardines había color verde. Esta costumbre desaparecería después en los jardines japoneses, los cuales se consideraban como un lugar de meditación, lleno de simbologías religiosas taoístas y budistas.
En la antigua Grecia, el inicio de la jardinería comenzó con la plantación de árboles en las calles, sobre todo los que se conocían como árboles del pueblo, los del género Populus. Pero la jardinería como tal no apareció hasta que Alejandro Magno entró en contacto con Egipto. Entonces comenzaron a construirse jardines en los que era frecuente la utilización de plantas procedentes de otros países. Los romanos, gracias a su organización social y a partir de las villas rústicas, dedicadas al cultivo de hortalizas, crearon las villas urbanas rodeadas de jardín. La casa se situaba en el lugar más alto y a sus pies se extendían las terrazas con sus plantas y diferentes construcciones. El conjunto continuaba siendo muy geométrico.
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