- Introducción
- Contexto socio histórico de Inglaterra
- Contexto religioso de Inglaterra
- Teología de John Wesley: una fe auténtica
- Los temas principales de su teología
- Desafíos de John Wesley para las iglesias wesleyana, metodista de hoy
Introducción
John Wesley considerado por los estudiosos del metodismo, como el fundador de esta denominación protestante. Con respecto a la fecha de nacimiento de Wesley, algunos historiadores como Alejandro Zorzín (1998: 323), Justo González lo sitúan entre 1707 – 1788 (2004: 32). Para otros como Ford Mcleister, Charles Vrigoyen y Richard Watson, lo ubican entre 1703 – 1791 (1954: 12). John nació el 28 de junio de 1703 en una pequeña ciudad al norte de Inglaterra (Lincolnshire). Su vida abarcó casi la totalidad del siglo XVIII, era una época en que estaban ocurriendo cambios formidables especialmente en Inglaterra y Norte América. Si deseamos conocer la vida del teólogo de la santidad y su importancia para la teología evangélica latinoamericana, necesitamos estudiar el contexto histórico dentro del cual vivió Wesley; para ello es necesario enlazar la vida socio – política y religiosa de Inglaterra, la cual compartiré en breve. Concluiremos con algunos aportes para la teología evangélica metodista y wesleyana de América Latina, en especial la Iglesia Wesleyana colombiana.
Contexto socio histórico de Inglaterra
Durante el siglo XVIII, como dice Franz Hinkelammert (En Duque. Ed. P. 21 – 29), Inglaterra conoció más estabilidad que durante el siglo XVII. Cuando se libró una sangrienta guerra civil. Los conflictos políticos entre los dos partidos más importantes los Tories y los Whigs continuaron. El poder militar y económico de Inglaterra seguía en ascenso. La población de Inglaterra en la primera parte del siglo XVIII era de unos cinco millones. Hacia finales este número había aumentado a más de ocho millones. Casi un 10% vivía en Londres, la gran mayoría en extrema pobreza. No había mucha seguridad en los empleos. La vivienda era muy costosa e inadecuada. Esto permitió el crecimiento de los barrios subnormales, como las fabelas, los servicios sanitarios eran primitivos.
Los comerciantes y las familias arrojaban toda suciedad a las calles y los ríos contaminados por los mismos. El agua potable era escasa. El desplazamiento de los campesinos a la ciudad produjo una escasez de alimento. Inglaterra se vio en la necesidad de importar del continente europeo, material de consumo y textil. La vida era algo insegura. El alcohol, la violencia, la prostitución y el juego le ayudaban a mucha gente a lidiar con la desesperación y el abandono. Esto hizo que el estado ingles promulgara una ley contra la vagancia, para contrarrestar este mal social. Los artesanos, obreros calificados constituían una clase media que crecía lentamente y cuya situación era menos graves. De todos modos, la gente no estaba acostumbrada a una disciplina fabril, donde la jornada de 14 horas de trabajo no compensaba con el salario bajo. Una familia para poder sobrevivir, tenían que laborar todos los miembros. Los niños de tan solo 4 a 5 años de edad trabajaban limpiando chimeneas en fabricas y minas.
Los ricos eran muy pocos y poderosos, algunos la habían heredado de sus padres. Otros a costa de la explotación del prójimo y de astutas transacciones. La vida de ellos no hay que hablar. Durante este siglo la población inglesa se polarizó aun más en términos económicos. La mayoría de la población inglesa vivía en áreas rurales y en pequeñas ciudades. Inglaterra experimentaba grandes cambios económicos y sociales. Nuevas tecnología de cultivo y fabricación. Franz (Duque. P. 22 – 23), en su artículo nos da algunos puntos clave que dieron a este imperio económico de reformulación de las estructuras económicas para el mundo. Por ejemplo: en este periodo hay una transformación de la industria artesanal hacia industria textil, que va desde el textil de lana hasta al textil de algodón. Esto exigía una fábrica con tecnología nueva, que contribuyera a un aumento de la producción y mejores ganancias en detrimento de la mano de obra barata.
Hay un desarrollo en el campo industrial, tanto textil como la fundición del hierro. El desarrollo del motor de vapor y el cañón móvil, impactaron en gran medida el crecimiento industrial y comercial del imperio ingles, sobre las demás naciones. El centro de comercio industrial era Inglaterra. Caminos de peaje y la canales ayudaron a mejor el transporte de materias primas y artículos manufacturados. Inglaterra se encontraba en las primeras etapas de la revolución industrial.
Contexto religioso de Inglaterra
En el campo religioso, la población se identificaba al menos de nombre con la iglesia anglicana, que era la iglesia del Estado de la corona. También, había un pequeño número de católicos romanos y de iglesias no conformistas, como los presbiterianos, los congregacionalistas, los bautistas y los cuáqueros. La iglesia oficial de la corona estaba estrechamente conectada con el mundo político. Los límites de las iglesias habían sido trazado varios siglos antes. De modo que las ciudades y aldeas más nuevas carecían de parroquias y clérigos. Los miembros de otras religiones no podían votar ni ocupar un asiento en el parlamento, en parte como reacción a los conflictos del siglo anterior entre católicos y puritanos. La iglesia anglicana veía su visión en términos del mantenimiento del status quo, por lo cual enseñaba al pueblo al sometimiento estatal por voluntad divina. La iglesia poco hizo por mejorar la condición de los pobres y la injusticia laboral. Fue en esta Inglaterra donde John Wesley nació, creció y llevo su ministerio.
John fue uno de los 19 hijos de Samuel Wesley y Susana Annesley. Ambos eran hijos de pastores puritanos disidentes y concebían a la iglesia como algo distinto a la oficial. Samuel hijo y nieto de pastores, se convirtió a la iglesia de Inglaterra durante sus estudios en Oxford. Fue párroco estricto. Susana, en cambio, fue una persona fuera de serie. Una cristiana devota y esposa de pastor. Leía literatura religiosa y teológica, conducía reuniones de oración en la casa pastoral cuando su esposo estaba de viaje. Susana y Samuel no siempre estaban de acuerdo en cuestiones de religión y política, lo que a menudo generaba serias tensiones en el hogar. Acompañada esta tensión la pobreza, los nacimientos y muertes de sus hijos.
John Wesley aprendió en el hogar amar la Biblia y el libro de oración de la iglesia de Inglaterra. Bajo la influencia de sus padres, John valoro la educación formal, la enseñanza de la iglesia, la disciplina de la vida cristiana y las misiones. Estudio en la Universidad de Oxford, donde había leído literatura clásica y moderna, como también, la historia, la teología y ciencias. Además, aprendió a leer el N.T en griego, finalmente, decidió seguir las huellas de su padre y hermano Carlos, quien se convirtió en su mejor amigo. En septiembre de 1725, John fue ordenado diácono, siguió viviendo en Oxford, donde le otorgaron una beca en 1726. Continuó en sus tareas parroquiales. Entre 1727 y 1729 fue ordenado muy joven, en esas fechas se había convencido que la vida pastoral no era su vida. En septiembre de 1729 el colegio Lincolh invitó a John a enseñar el área de religión. Mientras tanto, su hermano Carlos, se había incorporado a un pequeño grupo de estudiante de Oxford que se reunían para crecer espiritualmente. Invitaron a John a que se les uniera y llegó a ser líder extraoficial. Bajo su dirección el grupo se ejercitó en las disciplinas de oración, estudio bíblico, ayuno y en el sacramento de la comunión. Además, involucró en proyectos de trabajo social, como las visitas a las prisiones de Oxford y el cuidado de los pobres, como lo afirma el Dr. Alejandro Zorzín:
"Que la piedad de Wesley no está aislada de la crítica a la realidad política y económica de Inglaterra. Su sensibilidad social lo movió a denunciar las causas profundas de la situación de injusticia social y economica. Wesley no solo cuestiona a la clase política, sino también a la iglesia oficial. En su sermón 61hace una critica de los cristianos y de la iglesia alienado al sistema del Estado." (ZORZIN, Alejandro. Op, cit., 335)
Durante estos años a Wesley le impresionó el estilo de vida de los primeros cristianos y se convenció de que él también, debía imitarlo. Wesley estaba conmovido, porque sentía que Dios esperaba más de él. Después, de la muerte de su padre, en 1735 junto con su hermano Carlos se lanzaron al viaje misionero. Según John esto le permitiría imitar a los primeros cristianos a una dedicación absoluta a Dios. Esa experiencia dejo algunos resultados tanto negativo como positivo a Wesley; había experimentado un desastroso romance con Sophy Kopkey que le generó problemas legales. Pero, la experiencia americana tuvo algo positivo, Wesley entró en contacto con los Moravos, creyentes pietistas de origen alemán. Este grupo le abonó una fe sencilla, una disciplina, como resultado de ese contacto le dieron un cristianismo más personal y carismático. En 1739 Wesley se entregó de lleno a la actividad religiosa.
Teología de John Wesley: una fe auténtica
Con respecto a Wesley si fue un teólogo, la cuestión esta dividida, especialmente fuera de los círculos metodistas. Algunos creen que su comprensión de fe se basó en su experiencia religiosa personal, sin demasiada atención a las fuentes de las cuales se derivó dicha experiencia (YRIGOYEN, Charles. Op, cit: 15). Otros como los metodistas consideran que él fue un teólogo para afirmar esa experiencia de fe. Estos teólogos metodistas nos invitan a leer los temas principales de su teología que se entretejen en sus cartas, sermones, comentarios bíblicos, entre otros. (OUTLER, 1975: 25)
Fuentes de su teología. Wesley aceptó y uso los métodos teológicos que ya existían en la iglesia anglicana entre estos tenemos: La confianza en la Biblia como fuente primaria para la fe y la vida. Esto se manifiesta en su sermón, titulado causa de la inutilidad del cristianismo, 1789. En segundo lugar, la Tradición. Wesley admiraba y amaba la historia de la iglesia, la casa pastoral. Su educación en Oxford y su estudio de grandes hombres y mujeres de la historia de la iglesia. Esto lo llevó a realizar una edición de 50 volúmenes desde el siglo II hasta su época. En tercer lugar, la Razón. El siglo XVIII se conoce como la edad de la razón, una época en que se creía que la verdad podía conocerse solo por la razón, la observación y la experimentación científica. Fue el deísmo, esto rechazaban la revelación, la Biblia y de la teología tradicional. Este movimiento intentó construir una religión basada en la razón y la ley natural. Wesley se opuso a este movimiento, porque creía que este grupo corrompía las verdades centrales del cristianismo. En cuestión de razón y fe que se discutía en los círculos teológicos y filosóficos, Wesley argumentaba diciendo: Una fe que madura trata siempre de echar raíces en una razón. Fe y razón no son enemigas. El trató de caminar por un sendero muy estrecho entre estos dos extremos. Wesley trató de convencer a los metodistas y críticos de que la fe y la razón eran socios legítimos. En esa polémica John escribe una carta al Reverendo Dr. Rutherforth en 1768:
"Para nosotros los metodistas, es un principio fundamental que el renunciar a la razón es renunciar a la religión. Que la religión y la razón van juntas y que toda religión irracional es religión falsa.". (MADDOX, 1994: 35 – 37).
En cuarto lugar, la experiencia. A Wesley le preocupó el papel de la experiencia en la teología cristiana. Es decir, el creyente debía experimentar en su interior, que se traduce en un cambio de comportamiento y las acciones. Debido a este énfasis en la experiencia religiosa, algunos de sus críticos lo llamaran entusiastas. Lo acusaron de promover un emocionalismo religioso peligrosamente descontrolado. Wesley rechazó estos cargos y reconoció que una genuina experiencia religiosa es disciplinada por la Escritura, la tradición y la razón. A Wesley le preocupaba los excesos emocionales y aconsejaba a sus seguidores que se cuidaran de un fanatismo no bíblico e irracional. Sin embargo, Wesley reconoció la importancia de la experiencia religiosa. Sabia muy bien que el creyente ansia reconocer la presencia de Dios en los niveles mas profundos de su vida, y que Dios le sale al encuentro en una relación personal.
Los temas principales de su teología
Hay seis temas centrales en la predicación y los escritos de Wesley. Ellos son: El problema del pecado, la gracia precedente, la justificación por la fe, le nuevo nacimiento, la seguridad de la salvación y la santidad de corazón y vida (YRIGOYEN. Op, cit: 17 – 27). El problema del pecado; para él, el pecado es una enfermedad universal que debilita a la vida humana, Wesley dijo:
"Nuestro cuerpo, alma y espíritu están infectados, cubiertos, consumidos por esta lepra terriblemente fatal. Ante la mirada de Dios, todos estamos enfermos, por dentro y por fuera, con estas enfermedades, heridas y llagas podridas." (Sermón Lo único que es necesario, 1734)
Lo que todos necesitamos en gran manera, dice Wesley, es el Medico Divino que puede restaurar la salud de nuestras almas y renovar la imagen de Dios en nosotros (Sermón El pecado original, 1759; sobre la caída del hombre, 1782; La falsedad del corazón humano, 1790). El segundo tema es la gracia precedente. La respuesta a la desesperada condición de los pecadores es la gracia divina: el amor inmerecido y totalmente gratuito de Dios en acción en el mundo. Wesley habla de la gracia que nos prepara para el perdón de Dios. Él creía que la gracia precedente está presente en todos mediante el Espíritu Santo. "Hablo de ello como libre en todos, y libre para todos". Y en una ocasión dijo Wesley "nuestra doctrina principal que incluye todo el resto, son: arrepentimiento, fe y Santidad. La primera de esta es la entrada de la religión, la siguiente es la puerta y la tercera, la religión misma (STEVEN, 1975: 327).
En los años 1780 Wesley se encontraba enfrentando los efectos del antiguo modelo mercantilista que había puesto énfasis en la producción y el ahorro, dio paso al modelo capitalista, creado en 1776 por un colega Adam Smith, (economista y pastor bautista). Este modelo planteaba que el consumo es el único fin y propósito de toda producción. Wesley fue testigo de los efectos de este imperio económico, que comenzaba a incrementar los ingresos en algunos rubros comerciales en los que el metodismo se hallaba frecuentemente representado (ZORZIN, Op, cit. 338). Esto hacia que los metodistas se olvidaran de la mayordomía y se alejara de los pobres, por eso Wesley los exhortaba a no perder la santidad. En su sermón 61 hace una fuerte crítica de los cristianos y la iglesia, con respecto a su alineación al sistema ingles.
Wesley no solo enmarcó una teología de la santidad, sino que la comprendió a nivel personal y social. Por eso, no solo se limitó a exhortar a los cristianos y a la clase dirigente de su época. También, hizo parte de la solución, eso lo llevó a investigar las razones por las que había tanta pobreza en su país. Se preguntó ¿Por qué son tan caros los huevos, el cerdo y las aves? (Ibíd. Pág. 335) Al respecto dice Wesley, hay muchas razones que se pueden deducir, para explicar tal situación: "algunos dirán por la falta de trabajo. Pero eso, no explica la situación real. La escasez de alimento, su alto precio y el hambre tiene varias causas, una de ella el lujo de los ricos; Wesley se queja de que "hay cuatro veces mas caballo destinados a los carruajes de los ricos que lo que había pocos años atrás (Ibíd. Pág. 338). Es decir, el estado estaba mas preocupado por satisfacer los deseo de la clase alta en detrimento de la clase pobre, cada lujo implicaba un pan meno para la clase desprotegida…
Desafíos de John Wesley para las iglesias wesleyana, metodista de hoy
Muchas cosas han cambiado en Colombia desde la llegada de los primeros misioneros wesleyanos y metodista estadounidenses. De los años 1939 al 1941, por las dificultades e inseguridad generadas por la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia Metodista Wesleyana miró a América Latina como un campo fértil no solo para compartir el mensaje de salvación, sino para transplantar la ideología gringa en los países tercermundista, como se percibe en las enseñanzas y tradiciones de las demás iglesias clásicas conservadoras. La iglesia wesleyana colombiana hunde sus raíces en la tradición de la iglesia wesleyana americana, por lo tanto depende de sus iglesias hermanas norteamericana para hacer misión, eclesiología, teología, etc. Todo esto se debe a que ellos fueron adoctrinados a depender en muchos aspectos, un ejemplo a citar en la formación académica, algunos pastores han podido lograr un secundario y se han resignados a un bachillerato en teología (no universitario) de nivel terciario, solo que le sirva para ejercer el pastorado. Otros, han podido ingresar a un seminario para lograr una licenciatura en teología (no oficial). Para ellos, la formación académica en otras disciplinas como la filosofía no tiene relevancia, debido a sus concepciones puritanas y medievales.
La teología wesleyana colombiana es rica en el discurso lineal sacro dedicado a la oración, al ayuno, a la búsqueda continua de la revelación de Dios; hay una mezcla de misticismo, maniqueísmo, neopentecostal y sexista, excluyente con los demás géneros. Ellos enseñan y predican que la vida del creyente debe estar dedicada al camino de consagración al Señor insertándose en la estructura eclesiástica; Porque allí, se vive una nueva forma de vida que consiste básicamente en permanecer en la oración, el ayuno y la meditación, dedicadas a labores ministeriales y a la guerra espiritual. Haciendo todo esto, el creyente wesleyano vive la santidad, porque él ha sido apartado de esta mundalidad: sociedad civil. Por lo tanto, la oración y la memorización de los textos de las Sagradas Escrituras son las armas del cristiano para defenderse de este mundo pecador. Esto significa el retiro y el confinamiento en la propia casa o en Iglesia. Para ellos, el papel de la mujer es dedicarse al cuidado del hogar y a la sumisión del esposo.
Hasta este momento le preguntamos al pueblo wesleyano colombiano y latinoamericano ¿Como hacen teología pastoral con su gente que sufre por las políticas neoliberales? ¿Cómo leen e interpretan el contexto histórico en que surge John Wesley? ¿Cómo califican la lucha de Wesley con la iglesia y el Estado de su tiempo? ¿Cómo actuaría Wesley hoy en sus iglesias? Wesley no solo fue un teólogo de la santidad, él vivió el dolor de su gente, por lo tanto lo llevó a denunciar el pecado individual y social. Hizo teología desde los oprimidos y excluidos de la sociedad. Hacer teología por los excluidos del sistema surgen problemas políticos, religiosos e ideológicos y mucho más cuando tomamos conciencia del lugar que ocupamos dentro del plan de Dios como pastores, evangelistas, misioneros, maestros, etc. ¿Asumimos el dolor del prójimo como propio o acompañamos a miles de colombianos creyentes que sufren? ¿Somos o no conscientes de nuestras determinaciones como parte de una estructura que nos trasciende o que nos aliena al poder neoliberal? ¿Nos constituimos como reproductores de un sistema ya establecido por la sociedad neoliberal o buscamos alternativas de cambio? Somos responsables de lo que elegimos: optar por los pobres o estar al lado de los opresores, es por ello, mi necesidad de compartir con ustedes estas inquietudes: ¿Cómo hacer teología wesleyana en nuestros países? ¿A qué desafíos teológicos y eclesiales les conduce John Wesley?
A nivel teológico, están llamados a leer los signos de los tiempos; para ello, hay varias formas de leer los tiempos dependiendo del lugar teológico en que lo miramos. Por lo general hay dos formas hacerlo sistemáticamente y contextual. El primero se remonta al quehacer teológico de los padres de la iglesia y a la tradición misma de John Wesley, él aceptó y uso los métodos teológicos que ya existían en la iglesia anglicana. Además creía que una fe que madura trata siempre de echar raíces en una razón. Fe y razón no son enemigas. Con esto Wesley desafía a los hermanos wesleyano hacer uso de las ciencias humanas y sociales para tener una teología sistemática wesleyana. Como lo afirma el Dr. Alberto Roldan, en una ponencia sobre desafíos teológicos:
"El sistema es necesario porque actúa como marco teórico que orienta nuestra reflexión. Pero no debemos pensar que los sistemas sean inamovibles y completos como para no ser necesario matizarlos, actualizarlos o ampliarlos." (2006: 7)
La segunda forma es la contextual. En este caso, se trata de teologías que responda a una situación concreta. Wesley no solo enmarcó una teología sistemática, sino que la comprendió a nivel personal y social. Por eso, no solo se limitó a exhortar a los cristianos y a la clase dirigente de su época. Sino que hizo parte de la solución, eso lo llevó a investigar las razones por las que había tanta pobreza en su país. Ahora bien, hermanos wesleyanos se han preguntado alguna vez ¿por qué hay tanta pobreza y violencia en sus países? ¿Por qué hay tanta prostitución, migración, inmigrante en nuestros países? "¿Por qué son tan caros los huevos, el cerdo y las aves?" ¿Por qué hay tantos impuestos? Responder a estas preguntas se requiere de una teología racional, una teología reflexiva que cuestione nuestro quehacer teológico y pastoral, para ello se requiere de un cambio de mentalidad. Hermanos wesleyanos ustedes han sido "adoctrinado" al servicio de la Iglesia Wesleyana Americana. Es decir, esa actitud de dependencia les ha llevado a repetir el discurso de su tradición. Ya es hora, que ustedes realicen una relectura de su fundador J.W., que los lleve a hacer una teología contextual y académica que les sirva responder a los nuevos desafíos que le plantea la sociedad civil y científica. Como señala Luis Eduardo Cantero:
"Más que una teología racional, necesitamos una teología pastoral que pueda ser interpretada y comprendida por nuestra comunidad. No una teología del escritorio, sino más bien, una teología desde y para nuestra comunidad. Tal tarea no se puede realizar sino no hay una reverencia y vivencia de los valores de la Palabra de Dios, la cual nos guiara a realizar la tarea pastoral y misionológica. Por lo anterior, no impide que no debamos dialogar con otras disciplinas, incluyendo las otras teologías…, necesitamos aprender a usar con propiedad el legado teológico latinoamericano y aplicarlo al campo fisiológico." ("Desafíos teológicos para una eclesiología misionera bautista contextual" Revista Signos de Vida, CLAI, Quito, Marzo # 39 (2006), pp. 6 – 9)
Finalmente, hermanos wesleyano no sólo la teología wesleyana debe ser repensada sino también la Iglesia misma. Ustedes necesitan una Iglesia "encarnada" (Roldan, 2006: 8) en la vida y en la cultura de cada pueblo donde se encuentre una comunidad wesleyana. Es claro afirmar que hoy vivimos nuevos problemas que son diferente al tiempo de Wesley. Uno de esos problemas es "la ecología. De un modo sistemático, el avance de la industrialización nos ha conducido en forma alarmante a la contaminación de nuestro ecosistema. ¿Qué debe decir la teología y las iglesias wesleyanas a esta situación? ¿Cómo podrían participar en organismos que defienden el medio ambiente de la agresión de las compañías multinacionales? Concretamente, ¿cuál debe ser su participación en la grave situación del medio Magdalena, Río Sinú en Colombia, las provincias fronterizas entre Argentina y Uruguay que vive bajo la amenaza de sufrir las consecuencias de la contaminación del río de la Plata a raíz de la construcción de fábricas de papel u otra? ¿Tiene la iglesia wesleyana que hacer algo en este problema ecológico o simplemente no le debe interesar porque lo único que está llamada a hacer es "evangelizar"?"(2006: 8)
"Una Iglesia encarnada, también es una Iglesia interesada en la cultura en sus múltiples expresiones: la educación, la ciencia, la política, la economía, el arte y la sociedad como un todo. ¿Cómo participan los miembros de nuestras congregaciones en el mundo de la cultura? ¿Simplemente como seres individuales o hay detrás de su participación, cierto aval, respaldo y orientación por parte del liderazgo de las iglesias? ¿Qué aportes pueden hacer las iglesias wesleyanas a esos ámbitos? O, por el contrario, sin darnos cuenta, estamos disociando la realidad: una, la Iglesia, otra, el mundo. Ese dualismo, conviene recordarlo, es más maniqueo que evangélico y menos aún, cristiana. Porque la teología cristiana nos conduce a reclamar el mundo para la gloria de Dios, aunque respetando las autonomías relativas de la Iglesia y el Estado." (2006: 8)
En resumen: les invito a reflexionar e indagar, con realismo y sinceridad, si están correlacionando su discurso teológico con su cultura y realidad, o sencillamente se limitan a responder a preguntas (como señala Roldan) "que ya nadie se formula porque, simplemente, corresponden a otro mundo y otra geografía que ya no tenemos. La encarnación supera el ámbito de lo discursivo y, por lo tanto, implica un modo de posicionarse frente a los problemas del mundo. Por eso afirmamos que las prácticas ministeriales también son teologías porque ellas reflejan nuestros modos de pensamiento. Frente a este desafío se agregan dos más: "recrear una teología wesleyana, útil para nuestro tiempo y encarnar una Iglesia que, siguiendo el modelo de Jesús, no vive para sí misma, sino para el mundo que Dios ha determinado reconciliar consigo mismo en Cristo." (Ibíd., p. 8)
Luis Eduardo Cantero, colombiano, residente en Bs As. Es Doctor en Filosofía, Decano y profesor del Seminario Teológico Misionero Tiranno, San Justo Bs. As. Profesor adjunto de la FLET University of Miami, Florida. Es pastor bautista y miembro de la Iglesia Evangélica Bautista de Flores de Buenos Aires y es doctorando en Historia de la Iglesia en el Instituto Universitario ISEDET.
Autor:
Luís Eduardo Cantero