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Propuesta de orientación psicopedagógica en diversidad sexual en los estudiantes universitarios

Enviado por Ramses Ramos Miranda


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. La orientación sexual como antesala de la diversidad
  4. Diversidad sexual, sociedad, tolerancia y aceptación
  5. Cuba, actualidad y desafíos
  6. La universidad cubana actual, compromiso con el futuro de la sociedad
  7. Necesidad de un cambio en los modos de actuar y pensar
  8. Conclusiones
  9. Referencias Bibliográficas

Resumen

Es tarea recurrente analizar las relaciones humanas y sociales devenidas de los procesos históricos asociados a la diversidad sexual y su presencia en la actualidad, haciendo énfasis en la situación prevaleciente en la Universidad de Pinar del Río (UPR). El estudio realizado es transversal y descriptivo, donde se analizó la prevalencia del fenómeno en los estudiantes de la UPR y su incidencia en los marcos curriculares y extracurriculares del centro. Para el estudio se realizó una observación inicial del fenómeno vistos desde los modos de actuación diario de la comunidad estudiantil universitaria para la posterior implementación de un modelo para el trabajo en la orientación sobre la diversidad sexual. Se empleó además fuentes bibliográficas para el estudio del tema obtenidas desde internet, estudios anteriores realizados por investigadores del tema y publicaciones en revistas que favoreció el enriquecimiento del tema y contribuyó a la fundamentación de la propuesta del modelo a seguir. La investigación no propone resultados hasta el momento pues el modelo se encuentra en fase de elaboración para posterior aplicación y emisión de los resultados. Culminada la propuesta se arribó de forma inicial a la conclusión que el estudio y propuesta del tema a los estudiantes de la UPR es una necesidad insoslayable e impostergable en aras de lograr espacios socializadores y armónicos para el respeto y la inclusión de las minorías sexuales que conviven en la institución y que poseen las mismas necesidades intelectuales, afectivas y formativas que la mayoría heterosexual predominante.

Palabras claves: diversidad sexual, homosexualidad, orientación, orientación sexual, sexualidad, sexualidad humana.

Introducción

La sociedad actual es cada vez más diversa y compleja, se presentan profundos cambios y transformaciones en el orden económico, de las relaciones sociales, en lo formativo, cultural, político y sus dimensiones alcanzan hasta esferas de la vida diaria antes poco estudiadas y que emergen en los nuevos escenarios contemporáneos. Esta convivencia fertilizada por un atroz desarrollo tecnológico en detrimento de las relaciones sociales tradicionales globaliza la gran mayoría de las esferas de la vida diaria e imponen un orden bifurcado según las sociedades, nivel de desarrollo y formaciones culturales, imposibilitando omitir fenómenos que en las últimas décadas han irrumpido con fuerza después de varios siglos de silencio y represión. En tal sentido los temas sobre diversidad sexual ocupan y preocupan a miles de estudiosos y progresistas en la materia con marcada influencia en Europa y América como regiones vanguardistas en la lucha por el libre derecho a la orientación sexual, el respeto, la inclusión y su reconocimiento legal, a la postre de otras regiones como África, Asia y el Medio Oriente que mantienen rígidas posturas que lo victimizan y criminalizan.

Estudios recientes realizados por varias organismos internacionales como el Human Rights Watch han alertado a todas las instancias sobre el crecimiento acelerado del acoso, hostigamiento y violencia que reciben las minorías sexuales como homosexuales, bisexuales y transexuales en los marcos académicos siendo el principal problema la falta de " (…) mecanismos suficientes para enfrentar y tramitar los conflictos derivados de la intolerancia frente a orientaciones sexuales" (1), la diversidad sexual "(…) o las identidades de género no tradicionales" (2)

La problemática es perceptible con mucha facilidad en el marco universitario cubano y en particular en la UPR, donde se ha enmarcado la investigación que se propone. La clara presencia del fenómeno y su estrecha convivencia en todos los espacios es apreciable. Se aprecia en todas las carreras y por ende facultades de la universidad, aunque son las carreras de ciencias sociales y humanísticas donde cobra mayor relevancia por poseer espacios más reflexivos, inclusivos y tolerantes, permitiendo una mayor expresión o "salida del closet" como popularmente se le conoce a los estudiantes con orientaciones sexuales diversas y discordantes con la heterosexualidad tradicional sin embargo ninguna facultad queda ajena a la realidad.

A pesar de lo antes descrito de forma general los espacios de inclusión y debate, las estrategias de abordaje del tema en los marcos curriculares y extracurriculares o mediante el accionar de la extensión universitaria son escasos, dando cobertura a la perpetuación natural de las políticas homofóbicas, excluyentes y discriminatorias.

Resultado de esta realidad surge este trabajo que tiene como objetivo la creación de un modelo para el trabajo en la orientación sobre la diversidad sexual favorecedor a procesos de cambios en la mentalidad de los estudiantes de la UPR y que contribuya a la formación y consolidación de una universidad más tolerante e inclusiva, acorde a la diversidad de la que es participe, aprovechando las potencialidades que esta representa en el desarrollo de los procesos fundamentales de la universidad y a su propia vida interna.

La orientación sexual como antesala de la diversidad

Para analizar el tema sobre la diversidad sexual se tiene que tener como premisa para la partida el origen natural del fenómeno en el ser humano, su esencia, momento en que se comienza a manifestar, las causas y condiciones, los factores externos e internos alrededor de la persona, los ambientes permisivos o excluyentes en los que se desenvuelve y que influyen en su definitiva formación.

Para comprender mejor el fenómeno se hace conveniente un acercamiento inicial a la orientación sexual, premisa conductual que da lugar a la diversidad. Sin embargo se debe de destacar que en la actualidad existe en la bibliografía una dicotomía entre ambos términos sin que se logre un consenso final al respecto.

La orientación sexual puede definirse como "(…) un patrón de preferencias sexuales y afectivas por personas de un determinado sexo" (3) y la misma alcanza una "(…) dimensión que va desde la atracción completa hacia personas del sexo opuesto […] ambos sexos, hasta la completa atracción por personas del mismo sexo." (4). Esta orientación comienza a temprana edad, fundamentalmente en la adolescencia por lo que de su formación final dependerá en gran medida el futuro de la persona en materia de sexualidad y a la vez la forma en que se incorporará a la sociedad para formar parte de la diversidad que la compone.

Esta orientación influye en la formación de la identidad personal, consolida las preferencias sexuales, el descubrimiento de la persona en sí misma y sobre todo en la aceptación de la personalidad según la permisividad del medio donde se desarrolle el individuo.

En tal sentido se descarta la variante de que la orientación sexual se forma más allá de la juventud; es la pubertad, la adolescencia y la juventud temprana hasta aproximadamente los 25 años el momento de alcanzar un madurez en cuanto a la orientación. Cualquier otra manifestación fuera de ese rango etario puede considerarse una respuesta tardía hacia su verdadera preferencia sexual, condición con la cual coincide el criterio del autor.

La orientación sexual, según el autor, determina en el desenlace del proyecto de vida, el ir en algún momento en contra de los patrones pre establecidos por la cultura heterocéntrica puede convertirse en un fenómeno de fuertes secuelas en dependencia de los contextos de socialización diaria de la persona.

Diversidad sexual, sociedad, tolerancia y aceptación

Aunque en la actualidad la heterosexualidad continúa siendo la norma socialmente aceptada, "(…)actualmente la nueva generación se ha ido educando en una cultura de libertad sexual, lo que ha permitido que la sociedad se haya ido desprejuiciando […] haciéndose más permisible socialmente y más tolerada (…)" (5) produciéndose cambios importantes en la percepción de la diversidad sexual en torno a las minorías sexuales cualquiera que sea su manifestación ya sea la homosexualidad, bisexualidad o transexualidad, las relaciones interpersonales, de convivencia y comunidad entre estos individuos con marcadas diferencias se tornan agrestes desplegando formas diversas en tolerancia y aceptación de un lado y rechazo y odio del otro.

Las sociedad actual ha evolucionado en las últimas décadas sin poder desprenderse de su esencia y en términos de diversidad sexual en las últimas décadas se ha entablado fuertes campañas a nivel internacional para la lucha por el reconocimiento y la inclusión social, razón por la que se ha convertido en uno de los fenómenos sociales más estudiados por psicólogos, psiquiatras, médicos y otros especialistas afines al tema en busca de una explicación certera de las posibles causas y condiciones que inciden en su desarrollo así como las consecuencias actuales de su existencia y manifestación dando al trate a una gran fortaleza en los movimientos de activismo mundial en busca del justo reconocimiento social y jurídico, en particular de estas minorías sexuales históricamente segregadas por "(…) la exclusión social y la exposición sistémica a discriminación, violencia y agresión por parte del entorno" (6)

En esa diversidad, cuyo concepto aún no se define de forma unánime debido a las diferentes interpretaciones del fenómeno y que según Mogrovejo N. (2008) es el resultado de la existencia de múltiples expresiones en la sexualidad y afirma que en ello han incidido de forma activa las organizaciones no gubernamentales y las gubernamentales que abordan el tema a la par de otros autores que plantean conceptos más acabados como el que describe a la diversidad sexual como el "(…) conjunto amplio de conformaciones, percepciones, prácticas y subjetividades distintas asociadas a la sexualidad, en todas sus dimensiones biológicas, psicológicas y sociales." (7)

Consecuente a lo antes descrito podemos arribar a una delimitación en la que se puede concebir a la orientación sexual y la diversidad sexual como el que soy y el formo parte de respectivamente que juicio propio es una alianza imposible de separar.

La heterosexualidad masculinizada, la vieja norma y la xenofobia hacia estas minorías causan en la actualidad fuertes contradicciones que van desde lo social, educacional y hasta en el trazado de las políticas de las naciones que de forma vanguardista muestran respeto y tolerancia hacia la diversidad.

En tal sentido García Suárez, C. (2007) plantea que la diversidad sexual desde la dimensión política es vista entre las personas exclusivamente homosexuales y bisexuales y las relaciones que entre ellos se genera, sin embargo es imposible limitar esta diversidad pues en las relaciones afectivas y eróticas actualmente en muchas ocasiones se desconoce la verdadera orientación sexual de los individuos, pues muchos realizan prácticas homosexuales de forma esporádicas sin considerarse por ellos que sean bisexuales o homosexuales y finalmente todos forman parte de un universo sexual, complejo, simbiótico y plural.

Cuadro No. 1. Manifestación de la diversidad sexual

edu.red

Fig. 1 Manifestación de la diversidad sexual (sombrada en color azul)

  • a) Según García Suárez, C.

  • b) Según el autor

La diversidad sexual aunque generalmente es vista desde la orientación sexual y las relaciones afecto – eróticas del individuo es imposible limitarla, no puede suscribirse restrictivamente a este marco prácticamente impuesto por la óptica social en su definición propia de las orientaciones sexuales, ella por sí misma es más amplia y abarcadora pudiendo expresarse desde una simple mirada hasta la más alta expresión de deseo y potencial creativo que puede tener el ser humano, manifestando una heterogénea gama de valores estéticos, conductuales, morales, sexuales, afectivos, volitivos, academicista entre otros.

Pero, ¿están las sociedades contemporáneas, incluso las más progresistas, preparadas para asumir con total naturalidad el fenómeno? Evidentemente la respuesta es NO y es que los procesos de transformación, cultural, social, políticos en la actualidad se desbordan en el tiempo, quedan engavetados en proyectos no materializados, se duermen en la falta de firmeza en las políticas y acciones necesarias para enfrentar el cambio de mentalidad, siendo generalmente demasiados lentos en consonancia con la necesidad de las transformaciones que se necesitan para lograr una plena incorporación y que avanzan a mayor velocidad que las voluntades de gobiernos y organizaciones de apoyo.

Cuba, actualidad y desafíos

La diversidad sexual en Cuba y sus manifestaciones están condicionadas por disimiles factores, desde el familiar, escolar, comunitario, de relaciones interpersonales y hasta regionales, llegando a no tener los mismos matices en todas las regiones del país, con marcadas diferencias entre la parte occidental del país que se muestra más tolerante y permisiva y la parte oriental marcada aun por una fuerte presencia homofóbica y de rechazo, lo que no implica un absolutismo regional. A pesar es frecuente en todo el país la tendencia generalizada al rechazo social.

Violentar los derechos sociales, el acoso, la falta de acceso a puestos laborales, cargos de dirección, responsabilidades de diversas índoles, la marginalización, la violencia verbal, física y psicológica son frecuentes a pesar de que legalmente violan el Artículo 42 del capítulo VI de la Constitución de la República de Cuba, creando síntomas y padecimientos de depresión, aislamiento y desprendimiento con la sociedad por parte de aquellos que deciden asumir de forma abierta su orientación sexual e implicando fuertes confusiones, falta de reconocimiento personal y baja autoestima en otros que mantienen en anonimato su orientación ante el temor que le impone el marco social.

La actualidad cubana muestra un fenómeno en plena efervescencia, en constante cambio y transformación impulsado por los recientes espacios y aperturas que se gestan en el país bajo el apoyo del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y los (a juicio del autor aun escasos y de lenta actuación) mecanismos gubernamentales del país. La permisibilidad de cierta forma va ganando terreno de forma natural pues la política del país no termina de definir un proyecto en materia de inclusión para estas minorías sexuales, supuestamente a contemplar en el Código de Familia en análisis para modificarse desde hace 15 años en aras de atemperarlo a las nuevas y bien marcadas características de la sociedad cubana actual o el proyecto para el reconocimiento civil de las uniones igualitarias propuesta al a Asamblea Nacional del Poder Popular hace ya más 6 años. Lo cierto es que no existe ningún marco legal que proteja de forma jurídica a estas minorías sexuales y la sociedad va tomando nuevos aires de respeto en medio de la avalancha homófoba pero "a pesar de todos estos […] avances, es probable que para la mayoría de las personas el tema de la orientación sexual y especialmente el de la homosexualidad continúen siendo tabú y que los prejuicios homofóbicos sigan afectando" (8) por lo que hablar, estudiar, exponer investigaciones en espacios públicos y académicos referentes a estos temas aún se tornan escabrosos y para muchos directivos sociales y con incidencia pública el tema no es de interés o no es prioritario cuando las estadísticas indican que aproximadamente el 11% de la población es homosexual, bisexual o transexual alejados completamente de la heteronormatividad asumida.

La universidad cubana actual, compromiso con el futuro de la sociedad

El contexto universitario cubano no es ajeno al reflejo social en cuanto a esta materia si tenemos en cuenta que a las universidades ingresan en su gran mayoría (salvo algunos estudiantes de otras nacionalidades que no determinan en la supremacía de la matrícula) jóvenes formados bajo los componentes sociales descritos, siendo víctimas de la segregación sexual con un marcado índice de exclusión y odio motivando a caer en las tentativas que internacionalmente las estadísticas de estudios realizados en materia de diversidad sexual confirman y que versan en las consecuencias sobre el bajo rendimiento académico, conductas de riesgos, depresión, baja autoestima entre otras. Dada esta situación es necesario "(…) hallar marcos de reflexión sobre las diferencias existentes entre las personas con quienes se convive, las relaciones que se establecen y las consecuencias de algunas de esas relaciones" (9)

La universidad cubana, como institución de vanguardia e inmersa en los profundos cambios sociales que lleva a cabo el estado cubano, y motivada por el desarrollo de las ciencias y en el particular, de las sociales, y ante la necesidad de estar insertada en los nuevos cambios que se gestan en la actualidad como sugiere en su investigación García Suárez, C. (2007), debe apelar por la lucha contra la homofobia y propiciar el debate para el reconocimiento como actores con derechos y con necesidades de cambiar sus realidades.

Es imprescindible su estudio de conjunto con otras instituciones que inciden en el trabajo directo con el tema y debe ser abanderada en los procesos de integración de estas minorías sexuales trabajadores y estudiantes conviven y comparten a diario con una mayoría aparentemente encausada en los patrones históricos establecidos.

En la UPR actualmente existe una amplia y marcada diversidad sexual en sus estudiantes, yendo desde los que asumen de forma represiva su orientación sexual ante el temor al rechazo social o docente, los que mantienen posiciones más reservadas como resultado de los entornos familiares y sociales donde se han desarrollado hasta el que defiende de forma abierta su preferencia.

Esto genera un condicionamiento diverso del fenómeno que se expresa en todos los espacios y entornos de la universidad y que lo hacen convivir de forma autónoma e independiente como fenómeno pero no desligado al diario actuar y desarrollo de las relaciones personales, docentes y laborales que se producen en la UPR.

Entre las principales manifestaciones detectadas se encuentra la apatía fundamentalmente en estudiantes homosexuales a la participación en las actividades universitarias más allá del marco lectivo como resultado de la no aceptación en los espacios que según criterio popular no están diseñados para los desviados, flojos, maricones o tortilleras como peyorativamente son identificados.

El resultado de estas acciones ha condicionado el surgimiento de pequeños grupos asociativos donde según lazos afectivos se unen los estudiantes homosexuales caracterizándose cada uno por tener cualidades propias y sellos identificativos dentro del marco universitario.

Consecuencia del fenómeno alguno de estos grupos por su origen y normas conductuales se muestran en ocasiones exagerados en su actuar y manifestar y si bien son visto por la gran mayoría de forma negativa es el resultado de la propia marginalidad mostrándose de estas formas como una respuesta natural para hacer valer con alguna herramienta; aunque no siempre la mejor, su presencia, existencia y necesidad de valor y reconocimiento. Esto atenta contra las adecuadas normas de conductas, fenómeno que no puede ser solapado ante una realidad latente pero que se revierte en ser grupos más estigmatizados y reprochados.

Otros grupos aunque abiertos en su condicionamiento muestran conductas más apacibles, brindando otra cara del fenómeno, con un discurso social más acercado a los patrones sociales, manteniendo al margen de discusión su orientación social. A estos grupos la socialización y aceptación le es más amena y diáfana y gozan de mejor situación dentro del centro.

¿Dónde es más fuerte el fenómeno de la diversidad sexual y sus consecuencias?

Históricamente se le ha ceñido a las carreras de artes, letras, humanidades, ciencias sociales y ciencias médicas como las carreras de los flojos convirtiendo a las ciencias técnicas en el baluarte de la heterosexualidad y la fortaleza, sin embargo los contextos demuestran que no siempre el criterio popular históricamente atribuido es tan veraz.

La UPR en la actualidad posee poco más de 30 carreras en 7 facultades y sólo aproximadamente un tercio de las carreras son de corte humanístico y de las ciencias sociales con marcada presencia de carreras técnicas, económicas y especializadas y sin embargo se muestra una diversidad sexual latente.

Según las observaciones realizadas, debido a que en el momento de editar este trabajo aún no se ha aplicado ninguna encuesta estadística, carreras como informática, forestal, agronomía, geología, derecho y las de corte económico muestran una fuente presencia de estudiantes homosexuales lo que responde en primer lugar al tipo de carrera que se estudia en la universidad y en segundo lugar a romper el erróneo criterio de invulnerabilidad de las tradicionalmente carreras fuertes.

En el estudio se ha hecho complejo determinar las tendencias bisexuales, los estudiantes con esta preferencia son más reservados a la expresión y al enfrentamiento social de su condición por el temor al rechazo de una u otras de las partes, sobre todo porque mantienen una postura de aparente heterosexualidad y sacian sus preferencias homoeróticas de forma más oculta y discreta por el mismo termo al rechazo. De ahí que el trabajo con este grupo es más complejo por lo difícil que resulta que se brinden a colaborar a pesar de que varios se encuentran bien identificados por la comunidad universitaria pues llevan su doble vida en muchas ocasiones dentro de la misma universidad, siendo esto otra consecuencia pertinente de la cultura social emanada y forjada en el contexto nacional durante todo el procesos histórico en la formación de la identidad cultural cubana.

Necesidad de un cambio en los modos de actuar y pensar

Es en esta comunidad estudiantil donde se presentan los mayores problemas en cuanto aceptación, tolerancia e inserción dentro de la vida universitaria de la UPR. En los últimos cursos escolares las principales dificultades han estado marcadas en la convivencia dentro de la residencia estudiantil, la inclusión y aceptación dentro del grupo académico y las vejaciones y tiranteces de profesores hacia estos estudiantes. Todo ello sumado a los serios problemas de rechazo social y en varias ocasiones familiar que conforman una compleja situación y que ha tenido fuerte influencia en el rendimiento académico, la asimilación de conocimientos y en la retención escolar, además de crear ambientes desfavorables en los diferentes espacios de la universidad donde se desenvuelves estos estudiantes.

Encaminar el entorno universitario y con ello lograr un impacto social es una tarea que urge. En la actualidad no existe en los planes de estudio la existencia de una estrategia o concepción psicopedagógica, educativa ni de orientación que se focalice en el fortalecimiento de la educación inclusiva en temas sobre diversidad sexual. En las aulas solo se realizan algunas charlas informales y sin un basamento metodológico, quedando en muchas ocasiones en la superficialidad y sin el basamento científico y psicológico que debe tener.

Ante esta situación urge crear un modelo y ponerlo en práctica desde la extensión universitaria, entiéndase desde este proceso como la vía adecuada para materializarlo en espacios de reflexión, desde los proyectos socioeducativos y las actividades que se realizan desde las facultades. Teniendo en cuanta que no existe desde los programas de estudio concebido el tema, le toca a la extensión la socialización del tema, desde un enfoque científico, didáctico y educativo. Para ello es necesario la voluntad de la administración de la universidad, de las vicerrectorías, las facultades y en especial del claustro de profesores e investigadores encargados de dirigir los procesos. Solo desde una óptica constructiva, formadora y socializadora, donde prime los espacios de sensibilización, igualdad y colaboración será posible poner en práctica el modelo una vez terminado, enfocado hacia el cambio de mentalidad y a la conversión de la universidad en un espacio inclusivo y libre de perjuicios.

Conclusiones

Es prudente dar conclusiones partiendo de las palabras expresadas por Castro Espín, Mariela (2016) en emitido en la Mesa Redonda en la que planteó la necesidad de promover la igualdad de todos los seres humanos a las oportunidades y las realizaciones personales, y donde además emitió el criterio de que "Hay que ponerse en el lugar de las personas para salir de los esquemas y sensibilizarnos. Todo lo que estamos buscando es justicia social y que seamos coherentes y consecuentes con nuestra ideología revolucionaria. […] hay muchas personas a las que les resulta muy incómodo y difícil entender esto, pero si ese esquema llega a discriminar y hacer sufrir a una persona, es suficiente para sentarnos a dialogar y pensar en qué debemos trabajar para que no haya segmentación social" (10)

La investigación ha arrojado claramente la falta de preparación y conocimiento en materia de diversidad sexual imperante en el contexto cubano actual y en particular en el marco universitario.

Los prejuicios y estereotipos muestran una fuerte influencia en el establecimiento de adecuadas relaciones interpersonales entre los estudiantes de la universidad.

Denota a simple vista la necesidad de potenciar los espacios de socialización y confraternización para el abordaje de este tema de forma diáfana y entre todos los segmentos para el trabajo unificado.

A pesar de los avances obtenidos en los últimos tiempos se aprecia la urgencia de aplicar el método que finalmente será propuesto en la investigación con el objetivo de obtener los primeros resultados para su estudio y posterior análisis para una mejor incidencia sobre los estudiantes de la UPR.

Una universidad tolerante e inclusiva es posible, la historia y la academia han demostrado que un trabajo sistemático, pedagógicamente bien diseñado se revierte en resultados positivos, los que hoy demanda la universidad pinareña y que garantizarÁ la futura incorporación de intelectuales más comprometidos e identificados en la lucha por la plena igualdad e incorporación social de estas minorías sexuales discriminadas.

Referencias Bibliográficas

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2. Ídem a 1

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Autor:

Ing. Ramsés Ramos Miranda

Universidad de Pinar del Río. Profesor instructor. Centro de Estudios de la Educación Superior. Universidad de Pinar del Río.