- Vieques en el contexto del segundo viaje de Cristóbal Colón y algunas consideraciones sobre el nombre de la Isla
- Vieques en la obra colonial: importancia geográfica, potencial agrícola y comercial
- Vieques como zona de defensa estratégica para la obra colonial
- La defensa del Derecho Español sobre la isla de Vieques
- Comentarios finales: una historia necesaria
I. VIEQUES EN EL CONTEXTO DEL SEGUNDO VIAJE DE CRISTÓBAL COLÓN Y ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL NOMBRE DE LA ISLA
Como parte del entorno geográfico caribeño y usando como marco de referencia la Carta del Dr. Diego Álvarez Chanca al Cabildo de Sevilla sobre la relación de hechos del segundo viaje de Cristóbal Colón, Vieques aparece vinculada a la historia escrita de Puerto Rico a partir de 1493. Escribe Álvarez Chanca:
A ésta no llegamos para saltar en tierra, salvo una carabela latina llegó a un islón de éstos, en el cual hallaron ciertas casas de pescadores. Las indias que traíamos dijeron que no eran pobladas. Andovimos por esta costa lo más deste día, hasta otro día en la tarde que llegamos a vista de otra isla llamada Burenquen, cuya costa corrimos todo un día.
En el estudio y análisis que hace Aurelio Tió sobre la Carta de Álvarez Chanca establece que Vieques pudo haber sido la antesala al descubrimiento de la Isla en 1493. Según Aurelio Tió es probable que Vieques fue la isla donde encontraron casas de pescadores y a la cual "no llegaron para saltar en tierra" y por ser la mayor de las islas designadas Las Once Mil Vírgenes, es posible que la nombrada con el nombre de Santa Úrsula sea Vieques. Aurelio Tió, refiriéndose a mapas de la época de la conquista, en los cuales la isla de Vieques se identifica como Buruquena, cabe la posibilidad, que esa fuera la isla que primero vieron al anochecer del día 17 de noviembre de 1493." Como evidencia adicional para su hipótesis, establece una relación entre la palabra buruquena y el nombre "Crab Island" que le diero! n los ingleses a la Isla.
En la reconstrucción histórica del segundo viaje de Cristóbal Colón, Abad y Lasierra indica que al llegar a las costas de Guadalupe encontraron indios que decían ser de Borinquen quienes le brindaron a los navegantes noticias sobre las otras islas y Tierra Firme además de indicarles la ruta para Santo Domingo "guiándolo por la isla de Borinquen". En la ruta de navegación que demarca el segundo viaje, los expedicionarios se dirigen de islas Canarias hacia las Antillas Menores. En su navegación por el archipiélago antillano nombraron a las islas que descubrieron como Dominíca, Marigalante, Guadalupe, Islas Redonda, Antigua, San Martín, Santa Cruz, Islas Vírgenes y Borinquen antes de arribar nuevamente a la Española. En ese recorrido, Vieques pudo haber sido punto de referencia.
El nombre que actualmente lleva la isla municipio ha sido motivo de análisis etimológico y lingüístico. En el vocabulario indo-antillano que reconstruyó Cayetano Coll y Toste en su estudio sobre la prehistoria de Puerto Rico brinda la siguiente definición:
"Viequez sic Corrupción de Bieque. Bi, pequeño; Ke, tierra. Tierra pequeña."
Según Salvador Brau, en documentos que se remontan hasta 1514 los españoles utilizaban el nombre de "Bieque" o "Tierra Chiquita" para referirse a ella y no fue hasta comienzos del siglo XVIII que se comenzó a utilizar el nombre que hoy conocemos. En las transcripciones de los documentos procedentes del Archivo Histórico Nacional se indica que la Isla era considerada como una de las Once Mil Vírgenes hasta que en el año de 1685 se comenzó a utilizar el nombre de Vieques y "pasó al uso común de nombrarla y distinguirla entre las demás."
La sugerencia de Aurelio Tió de que Vieques era llamada por los taínos Buruquena y que pudo haber sido la isla a la cual Colón designó con el nombre de Santa Úrsula antes de llegar a Borinquen el 19 de noviembre de 1493, así como los planteamientos de Salvador Brau o Cayetano Coll y Toste puede conducir a la misma polémica que ha existido sobre el nombre que los indígenas le daban a Puerto Rico. Al no ser ese nuestro interés ni el motivo del presente trabajo solamente hacemos referencia a ello por el hecho de que Vieques es consustancial al desarrollo histórico de Puerto Rico.
II. VIEQUES EN LA OBRA COLONIAL: IMPORTANCIA GEOGRÁFICA,
POTENCIAL AGRÍCOLA Y COMERCIAL
Durante el transcurso de la época colonial española Vieques fue punto de referencia obligado para demarcar la extensión geográfica o la línea fronteriza que marcaba los límites al este de Puerto Rico; definir su importancia comercial; consignar el valor de sus puertos y señalar el potencial agrícola y comercial que tenía.
Al describir la irregularidad de las costas de Puerto Rico, Abad y Lasierra destaca la dificultad que imponen los bancos de arrecife, isletas, peñascos y cabos para entrar al Puerto de Fajardo desde Vieques y entre ellos "una restinga que doblando el Cabo Piñero, que está al oriente de San Juan, llega hasta la punta de Arena en la isla de Vieques." Al destacar la importancia de Vieques para el intercambio comercial mediante el contrabando, tanto con las antillas menores como con Fajardo y otros pueblos de Puerto Rico expresa:
…tiene algunos puertos medianos a donde acuden los extranjeros de las islas de Santo Tomás, San Juan, San Martín, Santa Cruz y otras inmediatas a cortar madera y a hacer contrabando con los de Fajardo y otros de Puerto Rico, que van y vienen al abrigo de los hatos y este es el motivo verdadero de sostenerlos.
Pedro Tomás de Córdova, al referirse en sus Memorias a Vieques señala que la localización geográfica de la Isla se encuentra a "cuatro leguas" de distancia al este de Fajardo. Al hacer su descripción topográfica e hidrográfica indica que la isla está dividida en toda su longitud por una cadena de montañas y "tierras llanas de excelente calidad" destacando además la cantidad de quebradas y lagunas cuya agua "aunque algo pesada es bastante agradable, muy buena para la comida, para los animales y el labado sic". Sobre el potencial comercial y agrícola que tenía la Isla a finales de la década de 1820 comenta sobre la abundancia del "marisco de caracoles" y cangrejos de "tamaño enorme"; la pesca de tortugas y careyes; la producción de caña, café, algodón, la pimienta de! malagueta que abundaba en sus montañas, la fertilidad del terreno para la siembra de "víveres, frutas y legumbres" y el ñame cimarrón que "sirve para el mantenimiento de sus vecinos." Para la década de 1830 Vieques disponía de cinco puertos: Mulas y Punta Arenas al norte y Ferrer, Mosquito y Ensenada Honda al sur. A través de dichos puertos se embarcaban maderas como el úcar, tachuelo, guayacán y otras "de la mejor calidad para la construcción de trapiches, casas y construcción de buques." En sus Memorias, Pedro Tomás de Córdova comenta sobre el derecho de los españoles a la posesión de Vieques y los esfuerzos por sacar de ella a los extranjeros que intentaban establecer poblados:
Es inmemorial la posesión de los españoles es esta isla, y antiguamente visitaban todos los años por Comisionados del Gobierno de Puerto Rico, que lanzaban a cualquiera aventurero que hallaban establecido en ella.
La descripción que hizo Pedro Tomás de Córdova sobre Vieques coincide con la del Despacho de Palacio del 20 de junio de 1829. En el Despacho se enfatiza la importancia estratégica y política de Vieques para Puerto Rico. En cuanto a su nombre recoge la diversidad con que se han referido a la Isla desde la conquista ("Vieques o Bieques (Crab islan sic) isla de los cangrejos"). En la descripción de su topografía, flora y fauna expone que:
Su terreno es muy fértil, contiene en su seno quebradas y lagunas de sal. Produce aves de los trópicos, buen marisco, la tortuga de donde sale el carey, y enormes cangrejos, pero sobre todo excelentes maderas de las que se surten para construcciones de ingenios, edificios y buques las islas inmediatas, dinamarquesas e inglesas.
Vieques se definió no solamente como un punto de referencia y límite geográfico de Puerto Rico sino que se le ubicó en el contexto de su relación con las Indias Orientales al señalar que está situada a tres leguas de distancia de Puerto Rico, 10 de Santa Cruz, 6 de San Tomas y 3 de Culebra. Identificó el Puerto de Mulas como el mejor lugar para establecer su población. De igual modo, en el Despacho se exponen los peligros que significaría para Puerto Rico el mantener la isla de Vieques despoblada y desierta. Se manifiesta que dejarla deshabitada significaría el convertirla en "una guarida de piratas" por las naciones sublevadas.
III. VIEQUES COMO ZONA DE DEFENSA ESTRATÉGICA
PARA LA OBRA COLONIAL
En Vieques se decidió el futuro de la obra colonial en Puerto Rico. Así como Cuba, La Española y San Juan Bautista fueron punto de partida para la conquista y colonización del Continente Americano y baluarte para defensa del Caribe y el Virreinato de México durante los siglos XVI al XVIII. Vieques fue parte de las operaciones para la conquista de Borinquen y decidió que España mantuviese a Puerto Rico como una de sus posesiones coloniales estratégicas hasta mediados del siglo XIX.
Los primeras décadas de la conquista y colonización española del Caribe Antillano fueron años de guerra, de expansión imperial hacia Tierra Firme y búsqueda de mano de obra para sustituir la población indígena antillana que disminuía como resultado de la resistencia, la emigración forzada y las enfermedades. La sustitución de fuerza de trabajo indiana autóctona por indios capturados para el trabajo esclavo fue parte de la política colonial que orientó las expediciones de conquista desde el Caribe hacia el Continente Americano. Al iniciarse los preparativos para la expedición hacia México el gobernador de Cuba, Diego Velásquez, puso a disposición de los expedicionarios un barco con la condición de ser pagado con indios capturados en las islas Guanaxes localizadas entre Cuba y Honduras. Por su parte, colonos establecidos en lugares de Tierra Firme se dedicaban a la captura de indios pa! ra venderlos como esclavos en la Española, Cuba y San Juan Bautista.
La conquista y colonización de Puerto Rico representó para la sociedad taína un régimen de servidumbre, mediante el sistema de encomiendas y esclavitud que desarticuló todas sus estructuras sociales y culturales de la población taína. La población indígena de Borinquen se resistió a la expropiación y saqueo de sus bienes; a la sustitución de sus símbolos culturales y a la explotación a que eran sometidos. La resistencia indígena creo un estado de beligerancia en Puerto Rico que resultó ser el primer y mayor obstáculo de la obra colonial. Contra el indio que se resistió se proclamó la guerra contra el infiel y derrotada toda resistencia, la esclavitud invadió el reino de la libertad indiana. El proyecto colonial español en Puerto Rico iniciado en 1508 se decidió con la derrota de la insurrección indígena de 1511 y con las incursiones que realizaban las armadas españolas a Vieques para contraatacar! a los taínos y caribes que desde allí organizaban ataques a Puerto Rico.
A raíz de la sublevación general indígena en 1511 que ocasionó la muerte de decenas de españoles y la destrucción del poblado de Cristóbal de Sotomayor, Juan Ponce de León notificó a las autoridades de Santo Domingo sobre la insurrección en la isla, solicitó refuerzos para su ofensiva militar contra los insurrectos y organizó varias líneas de defensa que habrían de atacar a las fuerzas insurrectas comandadas por Agüeybaná. Dada la experiencia militar de Juan Ponce de León, su capacidad de fuego y el factor sorpresa del contraataque, los españoles lograron derrotar la resistencia indígena al interior de la Isla.
La derrota de la insurrección indígena en 1511, no significó el fin de las hostilidades. Éstos se replegaron hacia las islas adyacentes, se aliaron a los caribes de Santa Cruz, "a quienes se había ordenado perseguir a sangre y fuego" y desde Vieques organizaron expediciones a varios poblados de Puerto Rico para atacar los españoles. La pacificación y ocupación de Vieques pasaba a ser parte de las operaciones militares para la conquista definitiva de Borinquen (1508-1530). Vieques se transformó en zona de conflicto bélico entre los colonizadores españoles y la población taína que emigró para desde allí organizar la resistencia indiana y hacer la guerra a los españoles.
En vista de la crisis poblacional que afectó a Puerto Rico a mediados del siglo XVI como consecuencia de la guerra contra el indio, las encomiendas y esclavitud, la población africana fue la mano de obra sobre la cual recayó el peso de la explotación económica. El tráfico comercial de esclavos procedentes del África se convirtió en un negocio lucrativo del cual se beneficiaron las potencias europeas que impugnaban la política del exclusivismo español. En ese contexto y en el marco de la lucha por la hegemonía del Caribe, Viequesse convirtió en lugar estratégico para la defensa de Puerto Rico por parte de España y en cabeza de playa indispensable para los intentos de Inglaterra, Francia y Holanda por conquistar a Puerto Rico. Intentos que no culminaron con el ataque del Conde de Cumberland a Puerto Rico en 1625. Perder a Vieques era perder a Puerto Rico. Su importancia estraté! gica y la pugna por el dominio de Vieques perduró hasta mediados del siglo XIX.
A partir de 1625 se iniciaron las incursiones hacia las antillas. Comenzaba así el principio del fin del exclusivismo español y del control absoluto de las rutas comerciales y de navegación hacia las Indias Occidentales. Los ingleses y franceses comenzaron a establecer colonias en las Antillas Menores y posteriormente lo hicieron los daneses y holandeses. Vieques se convirtió en presa codiciada y antesala necesaria para la conquista de Puerto Rico. Arturo Morales Carrión establece que Vieques era considerada como "la mejor de todas las Islas Vírgenes" y una vez los ingleses se establecieron en Jamaica y los daneses en San Tomás, iniciaron el contrabando de esclavos hacia Puerto Rico y otras colonias españolas. En el transcurso de la lucha por la conquista de Vieques se lograron establecer poblaciones de extranjeros contra los cuales España tuvo que actuar inmediatamente para mantener el control! de la Isla y evitar perder sus derechos territoriales. En 1647 fue invadida por ingleses al mando de John Pinard y el gobierno de San Juan organizó una expedición para desalojar a "los intrusos que fueron pasados a cuchillos casi todos." Las amenazas sobre Vieques se incrementaron durante la segunda mitad del siglo XVII. El potencial de desarrollo económico que la Isla tenía frente a las dificultades que encontraban los daneses, franceses, holandeses e ingleses en las colonias que habían establecido en San Tomás, Santa Cruz, Antigua, Jamaica y Anguila generó un proceso migratorio y de invasiones hacia Vieques.
De esas invasiones, la que ocurrió en 1685 puso de manifiesto la importancia de la Isla. Durante los primeros días de marzo los ingleses invadieron a Vieques con cinco embarcaciones grandes y pequeñas. El gobernador de Puerto Rico, Maestre de Campo Don Gaspar Martínez de Andino, informó al gobierno español, reunió la Junta de los Cabos Militares y Oficiales de la Hacienda de la Isla y el 6 de marzo acordaron notificar con prontitud y por conducto de la Fragata "Nuestra Señora del Rosario" al Capitán General de la Nueva España, Conde de Paredes y Marqués de la Laguna para que, como Superintendente de la Real Armada de Barlovento, diese órdenes de actuar sobre Vieques y "desalojar los pobladores que en ella intentasen establecerse, demoliendo todo cuanto hubiesen fabricado." El hecho de que Inglaterra la invadiese con cinco embarcaciones y que el gobernador de Puerto ! Rico hiciera gestiones para la intervención de la Armada de Barlovento denota su importancia para Puerto Rico y el dominio español sobre Tierra Firme.
Tres años después, en diciembre de 1688, franceses y dinamarqueses, bajo las órdenes de un Cabo Gobernador de nación inglesa, intentaron establecer una población en Vieques. El gobernador de la provincia de Cumaná, Don Gaspar Mateo de Acosta, notificó al gobernador de Puerto Rico que entre trescientos hombres blancos y negros se habían establecido en Vieques y tenían "sementeros, bohíos, cabalgaduras y un fuerte". Esa invasión llevó a ambos gobernadores a plantear la importancia estratégica de Vieques:
…de consentir su población por extranjeros equivaldría a abrirle las puertas de Puerto Rico para que andando el tiempo llegasen también a poseerla.
En 1717 se estableció otra colonia inglesa en Vieques. Luego de conocerse la presencia de ingleses se organizó una fuerza expedicionaria compuesta por criollos y libertos puertorriqueños los cuales lograron apresar a los colonos y entre ellos a Abraham Huel, quien fungía como gobernador. Los expedicionarios incautaron setenta y dos negros esclavos que fueron vendidos en "pública almoneda" y las maderas, ganado y ropa que tenían los colonos. Vieques era la presa codiciada y los ingleses no cedieron en su empeño por arrebatársela a España. En 1752 ocurrió otra expedición a la Isla y contra ella el Gobernador de Puerto Rico, General Esteban Bravo y Rivera organizó una expedición de más de cien hombres para rescatar la Isla. El Gobernador tuvo conocimiento a través de Francisco López, natural de Venezuela y procedente de la ciudad de Maracaibo, llegó a Puerto Rico para comunicar que la isla de Vieques! se hallaba ocupada por ingleses. El gobernador Bravo y Rivera reunió la Junta de Guerra para decidir como conseguir los recursos para desalojar de Vieques a los invasores. Se acordó enviar una "expedición compuesta de cien hombres, cincuenta de tropa veterana mandados por los valientes tenientes Don. José Sánchez de Páez y Don Gaspar de Andino, y dos sargentos, y cincuenta de Milicias á las órdenes del capitán Don Casimiro Dávila y dos sargentos." Se dispuso la habilitación de un bote y cinco piraguas, siete pedreros, municiones y menestra para quince días. La misión de la expedición era la de "practicar un minucioso reconocimiento en la isla, haciendo salir de ella a los ingleses que la ocupaban". La expedición salió rumbo a Vieques el 20 de septiembre. A la media noche del día 22 apre! saron una goleta inglesa "que estaba dada a fondo en la costa". El día 23 apresaron otra dinamarquesa. Prosiguieron su viaje a Puerto Real donde el Capitán de Milicias, Casimiro Dávila, desembarcó al mando de cincuenta hombres quienes encontraron algunos ranchos y una casa de madera las que demolieron y quemaron.
Las incursiones contra la isla de Vieques pudo haber sido uno de los factores que contribuyó a su tardía población por parte de España. Si Vieques era una zona de guerra y estaba a expensas de los continuos ataques no sería necesariamente el lugar donde mirarían los puertorriqueños para establecer un nuevo poblado. Su poblamiento no se logrará hasta la última década de la primera mitad del siglo XIX cuando se le confirió a José María Le Guilloid, de origen francés, el nombramiento de gobernador y la autoridad para mantener la isla bajo el dominio español.
IV. LA DEFENSA DEL DERECHO ESPAÑOL SOBRE LA ISLA DE VIEQUES
Los reclamos de Inglaterra y Dinamarca y sus intentos de establecer poblados no españoles en Vieques no concluyeron en el siglo XVIII. Durante las primeras décadas del siglo XIX se generó un debate diplomático entre Inglaterra, España y Dinamarca sobre el derecho que asistía a cada nación a reclamar propiedad sobre Vieques. Ese debate aparece recogido en varios despachos de 1829 relacionados con los reclamos que hicieron Inglaterra y Dinamarca sobre Vieques entre los años de 1815 a 1824. El despacho permite reconstruir las argumentaciones de las naciones interesadas en conquistar y poblar Vieques.
En un despacho de 1829 se informa que en 1815 el gobernador de las colonias dinamarquesas había reclamado soberanía sobre la isla de Vieques. En 1824 los dinamarqueses volvieron a insistir en sus reclamos. En ambas ocasiones se impartieron instrucciones al embajador de España en París, Conde de Perelada, para que se comunicase con el embajador de Dinamarca y le indicara que semejante pretensión no tenía ningún fundamento. En abril de 1825 las autoridades españolas enviaron una nota diplomática al embajador de Dinamarca en España, Mr. Dernath, en la cual solicitaban que ordenaran a sus gobernadores que desistieran del empeño y le solicitaron que brindaran su auxilio al Capitán General de Puerto Rico para mantener la soberanía española sobre Vieques. En el Despacho se indica que la respuesta de Dernath fue "en términos generales". Según el embajador, si Dinamarca hubiese queri! do hacer valer sus derechos lo habría ejecutado. Aparentemente de Dinamarca no emitieron la orden solicitada por España ya que se alude a un nuevo reclamo hecho por el gobernador dinamarqués.
Para 1841 los dinamarqueses mantenían su interés en conquistar Vieques. En una carta que envió Leguillón al Teniente General y Gobernador de Puerto Rico, Santiago Méndez Vigo, y que éste remitiera al Secretario de Estado y del Despacho de Marina, Comercio y Gobierno de Ultramar el 28 de junio de 1841, le notifica haberse reunido con el Comandante del Bergantín de Guerra Danés, Mr. Krenchel. El danés expresa su pesar de que Dinamarca no posea la isla de Vieques. Los daneses consideraban a Vieques "la más rica de las colonias por su grandor, y cuyo territorio promete fortuna a todo hombre laborioso". En la carta, Leguillón cita al Comandante danés diciendo que "Puerto Rico sería perdido si los ingleses se apoderan de ella" [Vieques]
Al igual que Dinamarca, Inglaterra mantuvo sus reclamos de soberanía sobre Vieques hasta entrado el siglo XIX. En 1815 el Gobernador de Puerto Rico informó sobre las pretensiones del almirante inglés, Leith para que se entregara la isla de Vieques a la guarnición inglesa y se desalojaran los súbditos españoles residentes en Vieques. Ante la insistencia de Inglaterra de poblar y colonizar la Isla, el 14 de septiembre de 1819, Fernán Núñez, embajador español en Inglaterra, le envía una nota diplomática al Vizconde Casternagh en la que expone las razones históricas y de derecho que garantizaban la soberanía española sobre Vieques. Entre sus argumentos, el embajador español expresaba que desde el descubrimiento, Puerto Rico y la isla de Vieques habían pertenecido a la Corona Española. Que diversas órdenes reales recomendaban a los gobernadores de Puerto Rico inspeccionar la isla perið 3dicamente, fomentar su población y no permitir extranjeros en ella. Que en 1812 se había replicado a una reclamación similar por el embajador inglés y que se habían rechazado ofertas de compra de Vieques.
Casternagh contestó la nota del embajador español indicando las razones de la monarquía inglesa para reclamar a Vieques como propia y refutando los argumentos de Fernán Núñez. Entre sus señalamientos destaca el hecho de que las islas entre Puerto Rico y la Anegada, llamadas Islas Vírgenes, no ocupadas por Dinamarca en 1666 fueron ocupadas por los ingleses. Que en 1667 Inglaterra había nombrado un gobernador para dichas islas y que en el tratado de 1670 sobre las posesiones de América, España no hizo mención de las pretensiones de soberanía sobre Vieques. Los reclamos de Inglaterra coincidieron con la invasión francesa a España en 1808 y lucha por la independencia de las colonias españolas en América. La defensa de Vieques resultaba importante para España lograr mantener su dominio sobre Puerto Rico. España interesaba alejar a los puertorriqueños de las ideas separatistas que arrop! aban al mundo hispanoamericano y convirtió a Vieques en uno de los espacios territoriales para evitarlo .
V. COMENTARIOS FINALES: UNA HISTORIA NECESARIA
Como pueblo adscrito al Departamento de Humacao, Vieques se comenzó a fundar en 1839 cuando se le concedió a Don Teófilo Le Guillón, quien gobernó la isla hasta su muerte en 1843, el grado de Teniente Coronel. En 1845, el Gobernador de Puerto Rico, Capitán General Conde de Mirasol, ocupó militarmente la Isla, estableció una guarnición veterana y una artillería para su defensa y ordenó la construcción del fuerte Isabel Segunda para evitar las intenciones extranjeras de poseer la Isla". Esas medidas tenían además el propósito de fomentar su desarrollo. En julio de 1846 se creó una Junta de Visita para el desempeño de las atribuciones de los municipios.
En términos económicos y sociales, los datos a nuestro alcance sugieren áreas interesantes para la investigación. En el aspecto poblacional, desde mediados del siglo XVII comenzaron a establecerse los primeros poblados resultado de las invasiones inglesas, francesas o dinamarquesas. Pero no será hasta el siglo XIX que comenzarán a establecerse grupos poblacionales con carácter de permanencia. En la transcripción de documentos sobre Vieques procedentes del Archivo Histórico Nacional de Madrid existe un desglose de la población de Vieques para los años de 1823 a 1840. Para 1823 había 23 vecinos y no se indica ningún esclavo. Cinco años después (1828) había 231 habitantes y de ellos, 38 eran esclavos. La cifras de 1828 contrastan con las ofrecidas por Pedro Tomás de Córdova quien estimó la población para ese año en 122 habitantes de los cuales 27 eran mujeres y 38 esclavos. En 1833! la población aumentó a 371 habitantes (210 vecinos y 61 esclavos). En 1838 la población ascendió a 764 de los cuales 114 eran esclavos. En 1840 la población se incrementó en 827 habitantes, de ellos 176 eran esclavos. En 1846 la población era de 1,275 habitantes. En 1857 había 2,031 habitantes y en el censo de 1860 se contabilizaron 2,979 habitantes. En un censo de población efectuado en 1845 se indica que para ese año había 1,036 habitantes de los cuales 369 eran esclavos. Al clasificar la población por origen en dicho censo se identifican 617 naturales de Puerto Rico y Vieques, 3 españoles europeos, 361 franceses, 18 ingleses, 1 filipino y 18 de diferentes naciones.
El censo de 1860 es demostrativo de la composición social que existía en Vieques ese año. De los 2,979 habitantes 956 eran blancos y 2,023 eran negros de los cuales 159 eran esclavos. Al analizar el censo en cuanto a los índices de propiedad la misma se concentraba entre 25 propietarios blancos y 17 propietarios negros. Había además 20 comerciantes blancos y 2 negros. La composición de la fuerza de trabajo estaba constituida por 62 labradores blancos y 72 negros y 165 jornaleros compuestos por 39 blancos y 126 negros.
Vieques ha estado vinculada de manera indisoluble a la historia económica, política y social de Puerto Rico desde antes de la conquista. Como isla del archipiélago puertorriqueño, Vieques desempeño un papel fundamental en la estrategia colonial española para contener el avance de Dinamarca, Francia, Holanda e Inglaterra hacia Puerto Rico entre mediados del siglo XVI y principios del XIX. Esa importancia no se ha estudiado con la rigurosidad histórica que amerita y es necesario hacerla.
A. Fuentes documentales impresas
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"Carta del Dr. Diego Álvarez Chanca al Cabildo de Sevilla sobre el Segundo Viaje de Cristóbal Colón" Véase: Aurelio Tío, Dr. Diego Álvarez Chanca (Estudio Biográfico). España, Publicaciones de la Asociación Médica de Puerto Rico, Instituto de Cultura Puertorriqueña y Universidad Interamericana de Puerto Rico, 1966, págs. 49-67. Noticias de la Tierra Nueva. Alberto M. Salas y Andrés R. Vázquez, Editores, Argentina, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1964, págs. 51-71.
Caro Costas, Aída R., Antología de lecturas de historia de Puerto Rico (Siglos XV-XVIII). San Juan, Imprenta M. Pareja de España, 1972.
Centro de Investigaciones Históricas, "Documentación sobre Vieques. (Transcripciones de documentos procedentes del Archivo Histórico Nacional / Ultramar de Madrid)" Las transcripciones constan de cinco tomos mecanografiados y según se indica en la portada del tomo I las transcripciones no han sido cotejadas contra los documentos originales.
De Córdova, Pedro Tomás, Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la isla de Puerto Rico. Emilio Colón, Editor, Segunda Edición Facsimilar, San Juan, Editorial Coquí, 1968. 6 tomos.
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Fernández Méndez, Eugenio, Crónicas de Puerto Rico. Desde la conquista hasta nuestros días (1493-1955). Río Piedras, Editorial UPR, Universidad de Puerto Rico, 1973.
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_______La isla de Vieques, Bosquejos Históricos (Estudio inédito). San Juan, Gráfico, 1912.Escrito a solicitud del Gobernador Militar de Puerto Rico W. H. Hunt el 6 de junio de 1902.
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Zavala, Silvio, La defensa de los derechos del hombre en América Latina (Siglos XVI-XVIII). París, UNESCO, 1963.
Por:
Jesús Delgado Burgos
Diciembre de 2003
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
FACULTAD DE HUMANIDADES
PROGRAMA GRADUADO DE HISTORIA
Monografía preparada para el curso
Geopolítica del Archipiélago Antillano y de las Marcas Continentales