Indice1. Introducción 2. La génesis del estado burgués 3. La dictadura del proletariado y la conversión del estado político en estado social 4. Engels y su concepción del estado 5. El manifiesto comunista 6. Fuentes
Marx hasta 1852 está inmerso en el marco hegeliano. Sus artículos sobre la libertad de prensa y la censura están escritos desde un enfoque más jurídico que político, el estado es contemplado desde una perspectiva ético filosófica En la Kölnische Zeitung el estado es planteado como la unión libre de hombres morales y cumple funciones de educación pública sobre sus miembros para integrarlos en su existencia racional y pública. Los fines particulares se transforman en generales, los impulsos brutos en tendencias éticas y la independencia natural en libertad espiritual. Marx concluye: "un estado que no sea la realización de la libetrtad racional es un pésimo estado". Marx rechaza el positivismo sociológico jurídico. El distanciamiento de la teoría hegeliana del estado se hace patético en la Kritik des Hegelischen Staatrechts, se trata de una crítica del idealismo hegeliano más que una concepción dl estado moderno. La contraposición entre estado y sociedad civil la realiza en el plano lógico, por lo que no puede ser considerada como la afirmación directa del materialismo histórico. Marx sintetiza los tres pasos lógicos de la concepción hegeliana del estado:
- La soberanía, la esencia del estado, es considerada primeramente como una esencia independiente y objetivada.
- 2.Después pretende que lo objetivado debe ser reconstruido como sujeto.
- Pero este sujeto aparece hora como una autoencarnación de la soberanía, mientras que la soberanía no es más que el espíritu objetivado de los sujetos del estado.
En la cuestión judía presenta esbozo de la escisión burguesa el estado respecto a la sociedad civil (denuncia en la que refleja el influjo de <Rousseau) mientras que en Introducción a la crítica de la filosofía hegeliana del derecho presenta por primera vez el papel revolucionario del proletariado. El influjo de Feuerbach le permite explicación en términos de alienación antropológica: "la concepción alemana del estado moderno, quien abstrae del hombre real era posible en cuanto el estado moderno mismo abstrae el hombre real en forma imaginaria al hombre total". Por esto mismo el papel revolucionario del proletariado lo presenta en términos antropológicos más que políticos. La teoría de Feuerbach es su norte, la teoría que reconoce en el hombre el ser supremo par el hombre. De aquí que la revolución de la clase proletaria consista en la emancipación general humana por la mediación de los trabajadores: al emanciparse una parte de la sociedad civil desde su situación particular emprende la emancipación general de la sociedad. LA emancipación se producirá por la vía rusoniana: al superar la clase proletaria sus intereses particulares y coincidir con los intereses generales. Una clase o estamento no puede emanciparse más que emancipando a los demás estamentos de la sociedad. Y este estamento o clase ha de ser el proletariado, porque su misma génesis histórica es efecto de la disolución de la sociedad. El paso primero y necesario es la negación d e la propiedad privada, pues ella es la responsable de la disolución de la sociedad, idea que será ampliamente desarrollada en Die Heilige Familie y, sobre todo, en los Ökonomish-Philosophische Manuskripte aus dem Jahre 1844. YA en la crítica de la filosofía hegeliana del estado había denunciado Marx la disyunción burguesa del estado de la sociedad civil como el origen de todas las alienaciones estamentales; y la teoría hegeliana del estado representaba no sólo su justificación, sino también su canonización teórica. Marx hace constatar esta situación con la época medieval, donde existía una identidad real entre el estado y la sociedad civil: " la sociedad civil era la sociedad política". Los estatutos jurídico-políticos de los particulares eran privilegios, por lo que no se producía una verdadera disyunción política en el seno de la sociedad civil. Los estamentos sociales, por tanto, no rompían la profunda unidad del tejido social. La revolución burguesa fue también política, sancionada por la revolución francesa, por su distinción entre los "derechos del hombre" y los "derechos del ciudadano", a través de la cual los del ciudadano adquieren un estatuto jurídico-político independiente de los derechos generales del "hombre". Justamente, frente a esta disyunción operada por la revolución política burguesa orienta Marx su proclama por la revolución social que preconiza, esencialmente, la reunificación del hombre y del ciudadano.
El moderno estado burgués se asienta, según el análisis marxiano en los siguientes puntos: El estado moderno se apoya sobre la escisión de la vida política respecto a la vida privada; El estado moderno se sitúa era de la sociedad civil; el estado moderno se sustenta sobre la abstracción del estado puramente político La participación de la sociedad civil en el estado mediante los diputados es la expresión misma de su separación y su dualidad La "comunidad política" se contrapone a la "sociedad civil".
2. La génesis del estado burgués:
Las diferencias sociales pierden relevancia política en contraste con la situación en el antiguo régimen, donde los estamentos sociales eran "estados políticos". 2. El derecho sucede al privilegio. 3. La esfera pública va a regirse exclusivamente por la razón, mientras que la religión tiene cabida sólo en la esfera privada; 4. El hombre se escinde internamente en dos niveles, el público y el privado, independientes entre sí: son. Respectivamente, los niveles del ciudadano (persona jurídica, derechos políticos) y del hombre (persona privada, derechos civiles). En el primer nivel los hombres son "iguales"; en el segundo, desiguales. Esta escisión ha sido posible únicamente mediante abstracciones de la vida real. Marx contempla en el proceso de génesis del estado burgués la alienación antropológica de la teoría feuerbachiana. Hay influencia de Rousseau en la concepción marxista del estado burgués.
La reabsorción del estado en la sociedad civil mediante la emancipación humana: Lo característico de la sociedad civil moderna es considerar a los miembros como "individuos" no ya centrados en la comunidad político social, sino en sus intereses privados; la sociedad civil se compone de átomos egoístas e independientes, enfrentadas entre sí como enemigos (la cuestión judía). La sociedad civil se rige por el individualismo, por los intereses privados, sin atender directamente al interés general. Marx considera a Hegel como el teórico y apologista del estado burgués. El mejor ejemplo lo ve en la teoría hegeliana del derecho privado en cuanto "derecho de la personalidad abstracta" Nada le parece tan artificioso y nocivo como la escisión entre los derechos civiles "del hombre" y los políticos " del ciudadano". Por eso en la cuestión judía realiza un examen del doble proceso histórico de la "emancipación del hombre", convertido en individuo egoístamente independiente, y de la "emancipación del estado", que ha arrojado sobre la sociedad civil los vínculos religiosos, estamentales e individuales, privando a tales constricciones de toda significación política. Influencia de Rousseau. Marx le reprocha a Hegel que al haber optado por la monarquía constitucional frente a la república democrática rusoniana, convierte al monarca en el intérprete individual de la soberanía popular. Marx prefiere el modelo rusoniano, en el cual la soberanía auténtica radica en la asamblea democrática, mientras que el soberano lo es en cuanto "representante de la unidad popular" y de esta representatividad efectiva depende la legitimidad de su poder. En el esquema feuerbachiano se traduce así: El pueblo es el estado real mientras que el estado es una abstracción. O también: "no es la constitución la que crea al pueblo si9no el pueblo quien crea la constitución". Esto es cierto para el caso inglés.
El valor de la democracia reside en que su seno, la constitución, las leyes, el estado mismo, son simplemente una autodeterminación del pueblo con un determinado contenido del pueblo. Por eso en la cuestión judía propone, frente a Bauer, no la "emancipación política" sino la "emancipación humana" como el verdadero objetivo a conquistar, ya que supone la reunificación del estado político y la sociedad civil por reabsorción del primero en la segunda. A la luz de esta reunificación se entiende su crítica a la teoría hegeliana de la representatividad y de la burocracia. El poder legislativo del estado es representativo solamente si la sociedad civil deviene una " sociedad política real"; solo entonces la representatividad será también real. Marx plantea la reforma electoral como un arma eficaz para terminar con el estado abstracto: "la reforma electoral es dentro del estado político abstracto, la instancia de la disolución del mismo como también de la disolución de l sociedad civil".
De ahí que Marx rechace también la teoría hegeliana de la burocracia en cuanto a estado general encargado de salvaguardar los intereses generales. Marx veía en la exposición hegeliana una transposición de la burocracia prusiana (Alemania antes de Bismarck). Hegel fundamenta la separación del estado (interés general) y de la sociedad (intereses privados), encomendándole una función mediadora entre los dos, de modo que puedan salvaguardarse ambos tipos de interés, aunque velando sobre todo por el primero. Dado que Marx considera que Hegel realiza una mera apología sobre el estado prusiano, su crítica se hace ahora sociológica (o sociopolítica): la burocracia es un fruto del estado, como las corporaciones lo son de la sociedad civil, la burocracia es la corporación del estado". Por ello adjudicar a los funcionarios administrativos el cuidado por el interés general es también ilusorio, ya que la burocracia protege, en realidad, la imaginaria generalidad de su interés particular; en último término " pretende ser el fin último del estado", pero en realidad "convierte los fines estatales en fines burocráticos" o los fines burocráticos en fines del estado. Marx evoca una metáfora eclesial: "la burocracia es la república clerical".
Ello explica su menosprecio por la república burocrática: " la autoridad es la base de su ciencia y la idolatría de la autoridad constituye un sentimiento" Procreo que no se puede hablar aquí de ciencia en el sentido clásico del término, ya que la ciencia como tal obliga a desprenderse del principio de autoridad como actitud crítica ante la generación de conocimiento mediante el uso del método científico. Tras el servicio al estado y bajo el desvelo por los fines generales, el burócrata oculta apenas "la conversión del fin estatal en fines privados, una trepa de los cargos más elevados, el hacer carrera". Solo tras la reunificación real y no abstracta de los intereses generales y los particulares podrá tener consistencia la figura burocrática.
Por último, en su polémica con A. Ruge sobre la insurrección de 1844 en Silencia (Prussia Oriental), Marx muestra su escepticismo en la posibilidad de resolver los problemas con meras medidas administrativas: cuando el estado achaca el origen de los males sociales al "orden de la sociedad", se está autoacusando, ya que el estado moderno reposa sobre el "sometimiento" de la sociedad civil. Así lo entienden de hecho los proletarios silesios al rebelarse contra la propiedad privada, por lo que Marx insiste en la insuficiencia de toda revolución meramente política que sólo puede cambiar la forma de gobierno mientras deja intactas las bases del estado. La revolución ha de ser social, de tal modo que la sociedad civil reabsorba al estado y lo suprima como tal. Pero este "anarquismo " de Marx no debe ser malentendido: se trata de recuperar el estado rusoniano, subordinándolo a la sociedad civil. EN los años sucesivos, Marx va a modificar notablemente su marco epistemológico: el materialismo abstracto de Feuerbach va a trocarse en materialismo histórico (sobre la base de la teoría de los modos de producción y del papel revolucionario del proletariado).
3. La dictadura del proletariado y la conversión del estado político en estado social
Antecedentes: El establecimiento de la Comuna de París en 1871, que da lugar a la guerra civil en Francia y la unificación de los partidos obreros alemanes en torno al "programa de Gotha" (1875), que censuró en su Crítica al programa de Gotha. En ambos casos se replantea la cuestión de la dictadura del proletariado y el futuro del estado: desde el entusiasmo por la realización de la comuna parisina y desde la profunda desconfianza ante el programa de Gotha, bajo cuya inspiración lassalliana se habían unificado los dos partidos obreros alemanes. La experiencia revolucionaria de la comuna de París y su mantenimiento por dos meses del poder popular mediante una fórmula creativa de dictadura del proletariado (como república democrática) complacieron tanto a Marx como a Engels, quienes la proclamaron como paradigma de toda dictadura del proletariado, pese a que sus inspiradores eran Blanqui (para lo político) y Proudhon para lo económico, pero su práctica conducía al comunismo, como afirma Marx en el tercer capítulo de la guerra civil en Francia. Ante el comité central de la Comuna Marx advierte que la clase obrera no puede limitarse a tomar la maquinaria del estado para servirse de ella en sus propios fines. La justificación es clara: el aparato estatal proviene de la revolución burguesa, basada en la separación y autarquía del estado respecto a la sociedad civil.
Las disposiciones de la Comuna se orientaban a la supresión de cualquier tipo de dominación de clase. La Comuna empleó dos remedios infalibles: 1. Cubrió todos los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza por elección mediante sufragio universal, concediendo a los electores el derecho de revocar en todo momento a sus elegidos y 2. "todos los funcionarios estaban retribuidos como los demás trabajadores" ¿Coincide esto con lo que se tiene en Venezuela en el 2000? De seguro el lector concluye que en el punto 2 ciertamente no. La comuna era una corporación electiva y revocable que ejercía simultáneamente los poderes ejecutivo y legislativo, no era un parlamento. Cada aldea o ciudad habría de regirse por su propia comuna. No se trataba de destruir la unidad de la nación sino de agruparla mediante un régimen comunal, convirtiéndola en una realidad al destruir el poder del estado que pretendía ser la encarnación de aquella unidad.
El objetivo de la Comuna era: ""extirpar los cimientos económicos " sobre los que reposa la dominación de clase, porque " emancipando el trabajo, todo hombre se convierte en trabajador". Marx sitúa la comuna como el modelo de trabajo para todo intento futuro de implantar el comunismo. La dictadura del proletariado solo se justifica cuando es transitoria y tiene significación revolucionaria hacia el nuevo estado social que va a sustituir al estado político (de dominación de clases) hasta ahora conocido. El único perfil es que el nuevo estado estará plenamente reconciliado con la sociedad civil sin clases. En la Comuna y en la crítica al programa de Gotha se distinguen dos fases d la sociedad comunista a propósito del derecho. La primera fase incluye "defectos inevitables" pero en la fase superior de la sociedad comunista regirá plenamente este lema: "de cada cual según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades". El objetivo del proletariado no es el estado libre, pues la libertad consiste en convertir al estado en órgano que está por encima de la sociedad en un órgano completamente subordinado a ella. El estado comunista será inédito. Se destruirá el estado clasista, pero subsistirá el estado aunque transformado. "¿ Qué funciones sociales, análogas a las actuales funciones del estado subsistirán?" Marx proyectaba estudiar sistemáticamente la cuestión del estado en el tomo 4 del Kapital, no lo llegó a esbozar.
4. Engels y su concepción del estado
Tenía una concepción más instrumentalista del estado, a la vez que una oposición a toda herencia burguesa. Muestra de ello son sus expresiones: "aparato estatal" y la " extinción del estado". Engels, en los dos textos del último período, se limita a resumir y glosar el pensamiento de Marx. En Introducción a la guerra civil en Francia, Engels reconoce que los teóricos de la comuna eran blanquistas (responsables de los decretos políticos) y proudhonianos (responsables los decretos económicos), pero suscribe la opinión de Marx de que tal organización " forzosamente habría conducido en última instancia al comunismo" (Nótese su conocida expresión en "última instancia"). Igualmente suscribe y enfatiza el paradigma de que la comuna representaba la "dictadura del proletariado". Su labor consistió en desmontar el aparato estatal burgués hasta que "una generación futura, educada en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo ese traste viejo del estado". Este último texto suele citarse en pro de la "extinción del estado", pero del contexto se sigue que se refiere al modelo burgués del estado ("viejo trasto"), mientras confía a las nuevas generaciones la concepción de un nuevo tipo de estado. El dejar la cuestión abierta a las futuras generaciones hace pensar que se previó el surtimiento de problemas que para el momento de esta transición no existían o no eran problemas de magnitudes globales, como lo sería hoy el problema de la insostenible contaminación ambiental.
Engels se hace eco de la consigna marxiana de 1880: hay que transformar el sufragio universal de "medio de engaño que ha sido hasta aquí en medio de emancipación". En una carta a Kautsky lo expresó claramente: " una cosa absolutamente cierta es que nuestro partido y la clase obrera sólo pueden llegar al poder bajo la forma de república democrática. Esta es, incluso, la forma específica de (für) la dictadura del proletariado, como lo ha puesto de relieve la gran Revolución Francesa". Los famosos pasajes "extincionistas" de su Anti-Düring (1878), Engels plantea la revolución proletaria como la "solución de las contradicciones". Al anular la propiedad privada de los medios de producción se anulan las clases sociales, y con ellas la opresión y los conflictos, por lo que no quedará nada qué reprimir que haga necesarios un poder especial de represión, un estado" (Nótese su concepción liberal del estado). Y añade: a partir de la revolución proletaria, "la intervención de los poderes del estado en las relaciones sociales va haciéndose innecesaria en un ámbito tras otro, y acaba por desaparecer. En lugar del gobierno de las personas aparece a administración de las cosas y la dirección de los procesos de producción". El estado no se "abole", se "extingue".
La tradición utópica del estado justo viene dese Rousseau a Marx: el proyecto rusoniano del estado recibió en Kant una primera traducción formal, que Hegel tomó luego hasta autonomizar al estado de la sociedad civil. Marx recupera en lo esencial el modelo rusoniano, aunque con un sello nuevo: es la soberanía popular quien elige y controla al ejecutivo; el estado se reabsorbe en la sociedad civil y se pone a su servicio efectivo.
Algunos Términos: Moral: Lo que no cae bajo la jurisdicción de los sentidos, por ser de apreciación del entendimiento o de la conciencia y también de lo que no concierne al orden jurídico sino al fuero interno o al respeto humano. Sociedad: contrato por el cual dos o más personas se obligan mutuamente en una prestación de dar o hacer, con el fin de obtener alguna utilidad apreciable en dinero, la que dividirán entre ellos en la proporción de sus respectivos aportes o de lo que hubiesen pactado. Diccionario de Derecho Usual: cualquier reunión o asociación de personas o fuerzas sociales. Conjunto de familias con un nexo común, así sea tan sólo en el trato. Relación entre pueblos o naciones. Agrupación natural o convencional entre personas, con unidad distinta y superior a la de sus miembros individuales que cumple, con la cooperación de sus integrantes, un fin general, de utilidad común. La clase dominante en la vida pública y suntuosa. La Humanidad en su conjunto de interdependencia y relación con argumentos idealistas. Marx se sitúa en la tradición racionalista frente a la teológica. A diferencia de Hegel el concepto central de su epistemología no es la Idee sino la Natur: "la regla racional puede deducirse solamente de la naturaleza de la cosa" Sociedad Civil: Según Víctor Abreu (Abreu, 1999) la sociedad civil surge de la decadencia entre la esfera publica y el espacio social moderno dinamizado por el mercado se corresponde con el estado y la sociedad civil, cuyos polos empiezan a ofrecerse como realidades palpables y definidas conjuntamente con el establecimiento del estado liberal desde las ultimas décadas del siglo XVIII. Precisamente fue la conformación y movimiento de la sociedad civil donde surgen los reclamos del individuo que desencadenaron los procesos políticos que conllevan a la actual forma de estado. El estado organizado en sociedades liberales y la sociedad civil son los dos grandes correlatos de una sociedad moderna tejida con la producción privada y el establecimiento de riqueza entre los individuos soberanos. Con la delimitación de estos dos ámbitos desapareció el sentido de gobierno de la casa del príncipe que tenia el régimen absolutista en el que el rey ejercía respecto a su reino la figura del jefe de familia, cuando el mercado y el individuo mostraban poca fortaleza. En el estado liberal el motivo del arte de gobernar será el gobierno de lo que empezara a llamarse población, que es el conjunto de individuos soberanos serializados y amalgamados por las prácticas mercantiles y reunidos ellos en un entorno social tal como, de nuevo, desde entonces comenzara a entenderse como sociedad civil. Blanquistas:partidarios de una corriente en el movimiento socialista francés, encabezados pos luis Augusto Blanqui (1805-1881), eminente revolucionario y destacado representante del comunismo utópico francés. Los blanquistas, decía Lenin, esperaban que "la humanidad se libraría de la esclavitud asalariada por medio de un complot de una minoría de intelectuales, y no por medio de la lucha de clase del proletariado" (V. I.Lenin, A propósito del balance del congreso). Al sustituir la labor del partido revolucionario con las acciones de un puñado de conspiradores, no tenían en cuenta la situación concreta necesaria para el triunfo de la insurrección y menospreciaban los vínculos con las masas. Proudhonianos:adeptos de una corriente anticientífica del socialismo pequeñoburgés que recibieron tal denominación del nombre de su ideólogo, el anarquista francés Proudhon. Este criticaba la gran propiedad capitalista desde un punto de vista pequeñoburgués; soñaba con perpetuar la pequeña propiedad privada; rechazaba la lucha de clases, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, y, como anarquista que era, negaba la necesidad del Estado. Los "teóricos" burgueses han utilizado mucho las ideas del proudhonismo para predicar la colaboración entre las clases. Marx hizo una crítica demoledora del proudhonismo en su obra Miseria de la ¿. Programa de Gotha: programa aprobado por el Partido Socialista Obrero de Alemania en su Congreso de Gotha (1875) en el que se unificaron los dos partidos socialistas alemanes existentes hasta entonces: los eisenacheanos (dirigidos por Augusto Bebel y Guillermo Liebknecht e influenciados ideológicamente por Marx y Engels) y los lassellanos. El programa adolecía de eclecticismo y era oportunista, pues los eisenacheanos hicieron concesiones a los lassellanos en las cuestiones más importantes y aceptaron sus fórmulas. Marx y Engels sometieron el proyecto de Programa de Gotha a una crítica demoledora /el primero, en su obra Crítica del Programa de Gotha; el segundo, en su carta a Bebel del 18-28 de marzo de 1875), viendo en él un considerable paso atrás en comparación con el programa eisenacheano de 1869. Programa de Erfurt: programa del Partido Socialdemócrata Alemán aprobado en el Congreso de Erfurt (octubre de 1891). Representó un paso adelante en comparación con el Programa de Gotha (1875). Se basaba en la doctrina marxista acerca del hundimiento inevitable del modo de producción capitalista y de su sustitución por el modo de producción socialista. En el Programa de Erfurt se recalcaba la necesidad de que la clase obrera desplegara la lucha política, se destacaba el papel del partido como dirigente de esta lucha, etc., pero en él se hacían también serias concesiones al oportunismo. Engels criticó detalladamente el proyecto inicial de este programa en su obra Contribución a la crítica del proyecto de programa socialdemócrata de 1891,que fue, en el fondo, una crítica del oportunismo de toda la II Internacional. Sin embargo, los dirigentes de la socialdemocracia alemana ocultaron a las masas del partido la crítica de Engels, y sus observaciones más importantes no fueron tomadas en consideración al redactarse el texto definitivo del programa. Lenin consideraba que el silenciamiento de la dictadura del proletariado era el defecto principal del Programa de Erfurt, una concesión cobarde hecha al oportunismo.
La Liga de los Justos y el Comunismo El término "comunista" merece una explicación. En la época, el "socialismo" era considerado una doctrina burguesa, identificada con los distintos esquemas reformistas experimentales y utópicos de los ideólogos pequeño-burgueses. Los comunistas eran aquellos que estaban claramente a favor del derrocamiento revolucionario del orden existente y del establecimiento de una sociedad igualitaria. El comunismo de aquella época se originaba de una rama de extrema izquierda del jacobinismo francés, representado por Graco Babeuf y Felipe Buonarroti. La Liga de los Justos estaba compuesta por trabajadores, principalmente artesanos alemanes exiliados, localizados en Londres, Bruselas y París, y en algunas partes de Alemania. No se trataba de obreros modernos trabajando en grandes fábricas mecanizadas. Sin embargo, fueron atraídos por las concepciones de Marx y Engels acerca de la naturaleza de la sociedad capitalista moderna. La Liga de los Justos usaba en su bandera el eslogan "¡Todos los Hombres son Hermanos!". Cuando abrazó las concepciones de Marx y se transformó en Liga de los Comunistas, adoptó el llamado del Manifiesto: "Trabajadores del mundo, ¡uníos!".
Abreu, Víctor. La tradicion Liberal: individuo soberano y desigualdad. En Trabajo de ascenso en el Escalafón Docente, UCV, Caracas, 1999. Carracedo, José Rubio. Paradigmas de la política. Edit. Anthropos, Barcelona, 1990 ENGELS, Federico. El origen de la familia, de la propiedad privada y del estado. Edit Ayuso, Madrid, 1975. Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias jurídicas, políticas y sociales. Editorial Obra Grande, S.A. Edit. Heliasta, Bs As Argentina
Autor:
Ma. Elena Lavaud. Ninoska Litchenka Arellano Carlos Alberto Marcano