Los trastornos del estado del ánimo más comunes en adolescentes de 15 a 19 años
Enviado por Pyrokinetic_699
- Introducción
- Planteamiento del problema
- Justificación
- Trastornos anímicos
- Antecedentes
- Trastornos frecuentes en los adolescentes
- Etimología
- Consecuencias
- ¿Cómo diagnostican estos trastornos?
- ¿Cómo prevenir estos trastornos?
- ¿Cómo tratar con quienes sufren estos trastornos?
- Conclusión
- Glosario
- Bibliografía
El estado de ánimo es el humor o tono sentimental, agradable o desagradable, que acompaña a una idea o situación y se mantiene por algún tiempo. Algunas personas se sienten tristes o irritables de vez en cuando y pueden decir que están de mal humor.
Cuando la persona presenta un trastorno del estado de ánimo, el paciente experimenta un malestar general y pierde la sensación de control sobre su ánimo. Los trastornos del estado de ánimo son muy diversos y afectan a diario el estado emocional de la persona que lo contraiga.
Aproximadamente, una de cada 10 personas, sufre de un trastorno del estado de ánimo, pero estos no se detectan fácilmente sino hasta que la enfermedad se encuentra en un punto muy crítico en el que solo puede ser controlado por antidepresivos y psicoterapias, pero esto no quiere decir que el problema se solucione, este solo se controla.
En la siguiente investigación estaremos conociendo cuales son estos trastornos que afectan el estado habitual del ánimo de las personas, los factores que influyen en la aparición de estas enfermedades, sus consecuencias, las maneras de prevenir el desarrollo de estos trastornos y como tratar con una persona que tenga uno de estos trastornos.
En las diferentes etapas de la vida pasamos por experiencias que, en su momento, nos alteran el estado natural de nuestro humor, lo cual es muy normal; pero cuando esto pasa frecuentemente y con una duración prolongada se le denomina como un trastorno hacia nuestro estado de ánimo. Estos trastornos tienen repercusiones en la vida diaria del individuo que los sufre, ya sean estos en las labores de su escuela o en su trabajo, en el habitual balanceo alimenticio del individuo, en la convivencia con las demás personas, y en todas las demás formas que el individuo realice diario.
Hemos notado que la mayoría de los diferentes tipos de trastornos dan su inicio desde temprana edad, ya sea en la niñez o en la adolescencia, esto debido a diferentes factores que influyen en el individuo, tales como lo son los problemas intrafamiliares, traumas por algún tipo de accidente, bullying escolar, entre otros; entonces creemos que debido a la poca importancia que se les brinda a estos problemas, llegan a convertirse en diferentes trastornos, ya sean eufóricos o de disforia que en un futuro se convierten en enfermedades irremediables.
Hemos escogido este tema principalmente porque en los últimos años se han presentado un incremento de estos trastornos por todas partes del mundo y esto se debe a la poca atención que se les presta a estas enfermedades y por eso queremos concientizar acerca del problema principalmente a jóvenes entre las edades de 15 a 19 años de edad ya que se ha comprobado que estas edades son el punto de origen estos traumas, con el fin de prevenirlos temprano para que no se vuelvan irremediables en un futuro, ya que si no se les da un trato adecuado pueden traer graves consecuencias hacia la persona que sufra de estos trastornos.
Por otra parte vemos que gracias a los estudios hechos por distintas universidades y especialistas en el tema, se han encontrado soluciones prácticas para algunos de los trastornos que afectan el estado de ánimo, y aunque no todos tengan un remedio en específico podemos tratar con ellos mediante algunos medicamentos; otras de las recomendaciones dadas por los especialistas es mantener un estado social activo, practicar distintas actividades físicas que estimulen el buen estado del ánimo de las personas, esto para prevenir cualquiera de los trastornos presentados a continuación.
Hipótesis
La adolescencia es caracterizada por ser un periodo muy conflictivo, y es en esta etapa de la vida donde se es más vulnerable a contraer una de estas enfermedades porque aún no tienen los criterios, ni los valores propios para poder llegar a detectarlos a tiempo.
Creemos que es necesario hablar con los estudiantes de secundaria e intentar crear campañas con el fin de concientizar y analizar los problemas y los factores que causan la aparición de estos tipos de trastornos que afectan el estado habitual de ánimo de la persona y buscar una forma efectiva de evitar su aparición.
Objetivos generales
Identificar cuáles son los tipos de trastornos anímicos que afectan más a los adolescentes.
Informar y concientizar a los jóvenes acerca de cómo prevenir estos trastornos.
Encontrar la manera de prevenir los trastornos anímicos en los adolescentes.
Objetivos específicos
Conocer los conceptos de los trastornos anímicos más comunes en adolescentes.
Identificar los factores que influyen en el desarrollo de los trastornos del estado del ánimo.
Investigar el desarrollo de estas enfermedades y observar el comportamiento de una persona con trastornos del estado del ánimo.
Dar a conocer los tratamientos y las maneras de prevenir estas enfermedades.
Los trastornos del estado del ánimo o trastornos anímicos son definidos como un grupo heterogéneo y prevalente de enfermedades médicas que alteran la conducta normal de un individuo mediante episodios repentinos de tristeza y euforia. Estos pueden llegar a ser dominantes y debilitantes para quien sufra de estas alteraciones, y pueden incluso dar lugar a la muerte, bajo la forma de suicidio o como resultado de un comportamiento imprudente.
A. Se manifiestan clínicamente a nivel de:
1. Las emociones, como sentimientos o sensaciones subjetivas extremadamente exaltadas por el individuo.
2. En cambios de la conducta, actitudes o formas de actuar en la vida cotidiana.
3. El funcionamiento neurovegetativo, es decir, las funciones del desarrollo, nutrición y ritmos biológicos básicos.
Los trastornos anímicos suelen diagnosticarse hasta la adultez, a pesar de tener su punto de inicio desde temprana edad, pero estos al ser muy cautelosos no se echan de ver a simple vista por lo no es extraño que estas enfermedades sean incurables, debido que al detectarse los trastornos ya están muy avanzados y no se recuperan fácilmente.
Un primer trabajo corresponde a docentes de la facultad de humanidades y comunicación de la carrera de psicología de la UCA Yelba Godoy, María Gabriela Avilez y Mariana Wayland (en febrero de 2016), quienes realizaron una "complicación de textos de lectura de textos de psicología de adolescentes" en este trabajo se habló acerca de los distintos trastornos del estado de ánimo, donde nos presentaron casos de cada uno de ellos para poder entender mejor a esta enfermedad.
Un segundo trabajo de Mayerling García (el 29 de junio de 2015), presentado en el diario la prensa como "una mente de polo a polo" que trata del caso de una estudiante de diseño llamada Gloria Ruiz que padece de un trastorno bipolar tipo II y nos cuenta su experiencia desde que fue diagnosticada con esta enfermedad.
Un tercer trabajo de docentes de la UNAN (el 10 de noviembre de 2005), lleva por título "los trastornos del estado de ánimo" se trata de un folleto que especifica el concepto general de los cada trastorno, dándonos también ejemplos de casos certificados por centros psiquiátricos y como estos llegaron a avanzar a tal grado.
Trastornos frecuentes en los adolescentes
Como hemos dicho anteriormente la mayoría de estos trastornos empiezan a desarrollarse desde muy temprana edad; en la adolescencia están presentes varios de estos, entre los más comunes tenemos a la bipolaridad, distímia, depresión y las manías.
A. Bipolaridad
El trastorno bipolar es una grave enfermedad del cerebro, también conocida como enfermedad maníaco-depresiva, esta provoca a las personas que sufren del trastorno bipolar experimentar cambios de ánimo inusuales, a veces se sienten muy felices y "animados" y mucho más activos que de costumbre (a esto se le llama manía) y a veces los que sufren de este trastorno se sienten muy tristes y "deprimidos" y son mucho menos activos (también conocido como depresión).
El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que experimentan todas las personas, los síntomas bipolares son más potentes. La enfermedad tiende a ser hereditaria en las familias, un igual número de hombres y mujeres pueden desarrollarla; ésta se encuentra entre todas las razas, grupos étnicos y clases sociales, pueden dañar las relaciones entre personas y hacer que sea más difícil ir a la escuela o conservar un empleo. Generalmente esta enfermedad dura toda la vida y puede llegar a ser mortal, algunas personas que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
1. ¿Cuáles son los síntomas del trastorno bipolar?
Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman episodios anímicos. Las personas pueden tener episodios maníacos, depresivos, o mixtos. Un episodio mixto incluye síntomas tanto maníacos como depresivos. Estos episodios anímicos provocan síntomas que duran una semana o dos y a veces más. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en los niveles de su comportamiento y de su energía.
Los que sufren un episodio maníaco pueden: | Los que sufren un episodio depresivo pueden: |
Sentirse muy alegres o animados. | Sentirse muy deprimidos o tristes. |
Sentirse muy nerviosos, alterados o ansiosos. | Sentirse preocupados y vacíos. |
Hablar muy rápido de muchas cosas distintas. | Tener problemas para concentrarse. |
Estar inquietos, irritados, o sensibles. | Olvidarse mucho las cosas. |
Creerse capaz de hacer muchas cosas a la vez. | Tener dificultad para dormir. |
Tener problemas para relajarse o dormir. | Sentirse cansados o sin energía. |
Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo sin cuidado alguno. | Perder el interés en actividades divertidas y volverse menos activos. |
2. ¿Qué otras enfermedades puede provocar el trastorno bipolar?
A veces los que sufren episodios anímicos muy intensos pueden tener síntomas psicóticos. Estos intensos síntomas pueden provocar alucinaciones (ver u oír cosas que no son reales). Los que sufren manía y síntomas psicóticos pueden creer que son ricos y famosos o que tienen poderes especiales. Las personas con depresión y síntomas psicóticos pueden creer que han cometido un crimen o que sus vidas están destruidas.
A veces los episodios anímicos vienen acompañados de problemas de comportamiento en el individuo, este puede llegar a beber demasiado o consumir drogas y algunos corren muchos riesgos como, por ejemplo, gastan demasiado dinero o tienen sexo sin cuidado alguno, estos problemas pueden dañar sus vidas y perjudicar relaciones.
El trastorno bipolar afecta alrededor de 60 millones de personas en todo el mundo (entre el 1 % y el 3,3 % de la población) y en su mayoría a jóvenes, según un estudio publicado por el Journal of the American Medical Association en Abril del 2016; la bipolaridad inicia principalmente entre las edades de 15-19 años esto según un estudio realizado por la NDMDA (Asociación nacional maníaco-depresiva).
B. Manías
La palabra "manía" puede describir dos condiciones muy distintas la primera está relacionada a problemas de salud mental y es definida como una especie de locura, caracterizada por delirio general, agitación y tendencia al furor y la otra como una extravagancia o preocupación caprichosa por un tema o cosa determinada (está dada a conocer por la voz popular) ambos problemas pueden ocasionar deterioro en la convivencia de una persona e interferir en la realización de sus actividades cotidianas; sin embargo, solo la primera es el diagnostico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo que consiste en una elevación anómala del estado anímico acompañada por al menos otros tres síntomas de una lista que incluye disminución de la necesidad de dormir, lenguaje verborreico, fuga de ideas, distraibilidad, aumento de las actividades intencionadas o agitación psicomotora e implicación excesiva en actividades placenteras con un alto potencial para producir consecuencias graves.
Cuando el episodio de ánimo anormalmente eufórico no interfiere con la vida diaria de la persona por no ser de una intensidad suficiente, se considera hipomanía (manía leve), también se dice que las manías no son un problema que existan de manera aislada, sino que forman parte del anteriormente mencionado trastorno bipolar; sin embargo estas son muy frecuentes por si solas en los adolescentes pero no llegan a tener repercusiones tan graves como las otras, ya que estas pueden llegar a cursarse y controlarse con el paso del tiempo; se podría decir que esto la hace un poco más leve a comparación a las otros trastornos, ya que los demás no tienen cura y solo se pueden controlar con medicamentos y sesiones terapéuticas.
1. ¿Cómo se produce?
Hay casos donde las manías se originan por la posibilidad de una carga genética hereditaria que podría predisponer la enfermedad, algunas investigaciones genéticas parecen corroborar con esta hipótesis; también se ha comprobado la existencia de cambios en las concentraciones de algunos neurotransmisores en las sinapsis entre las neuronas de algunas partes del cerebro. Con los tratamientos farmacológicos indicados en cada caso, se pretende conseguir el reequilibrio de estas moléculas implicadas en la bioquímica de la manía.
También existen los pacientes que sufren de este trastorno por las circunstancias en las que son expuestos a vivir en la sociedad, en donde la falta de sueño, el uso de substancias estimulantes, algunas enfermedades o carencias de vitaminas, la falta de luz solar o los períodos de excesiva euforia en la sociedad, que puede ser contagiosa, pueden hacer que una persona con especial susceptibilidad desarrolle un cuadro de manía o de hipomanía.
2. ¿Cuáles son los síntomas de la manía?
Generalmente el paciente con manía acude con un ánimo elevado, excitado, distraído, muy sensible a las críticas e irritable, habla de manera rápida e incoherente y no cree tener ningún problema.
El paciente comúnmente tiene sentimientos de grandeza inexplicables (cree que es un gran inversor o empresario y se siente invulnerable e invencible en todas sus actividades, etc.), pudiéndose implicar en acciones o actividades arriesgadas y peligrosas tanto para él mismo como para los demás; gasta dinero en modo desproporcionado y arriesga y endeuda todo su patrimonio sin límites coherentes.
C. Depresión
Ocasionalmente todos nos llegamos a sentir tristes o melancólicos en algún punto de nuestras vidas, pero con el paso del tiempo estos sentimientos van desapareciendo; la depresión afecta el estado de ánimo de manera prolongada, manifestándose generalmente por síntomas emocionales de tristeza, falta de energía, disminución en el interés por las cosas, melancolía, sentimientos de culpa, dificultades en la concentración y en la memoria, disminución del apetito y falta de sueño. En algunos casos, la enfermedad evoluciona hacia presentar una recaída tiempo después de un episodio resuelto. Generalmente las recaídas suelen ser detectadas precozmente más que la primera manifestación y la instauración más pronta de tratamiento específico conduce a una menor intensidad del cuadro y a una resolución más rápida.
La depresión es una enfermedad común y grave donde para mejorar se debe recurrir a diversos tratamientos, muchas personas con esta enfermedad nunca llegan a buscar ayuda profesional. Intensivas investigaciones de la enfermedad han resultado en el desarrollo de medicamentos, psicoterapias, y otros métodos para tratar a las personas con este trastorno incapacitante donde la gran mayoría, incluso aquellas con los casos más graves, pueden mejorar con estos tratamientos.
1. ¿La depresión coexiste con otras enfermedades?
La depresión a menudo coexiste con otras enfermedades, estas pueden presentarse antes de la depresión, causarla, y/o ser el resultado de esta, es probable que la mecánica detrás de este cruce entre la depresión y otras enfermedades difiera según las personas y las situaciones. No obstante, estas otras enfermedades concurrentes deben ser diagnosticadas y tratadas.
Los trastornos de ansiedad, tales como el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la fobia social, y el trastorno de ansiedad generalizada, acompañan frecuentemente a la depresión. Las personas que padecen trastorno de estrés postraumático están especialmente predispuestas a tener depresión concurrente. El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad debilitante que puede aparecer como resultado de una experiencia aterradora o muy difícil, tal como un ataque violento, un desastre natural, un accidente, un ataque terrorista, o un combate militar.
Las personas con trastorno de estrés postraumático a menudo reviven el suceso traumático con escenas retrospectivas (retroceso al pasado), recuerdos, o pesadillas. Otros síntomas incluyen irritabilidad, arrebatos de ira, profundo sentimiento de culpa, y evasión de pensamientos o conversaciones sobre la experiencia traumática.
En un estudio financiado por el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH por sus siglas en inglés), investigadores descubrieron que más del 40 por ciento de las personas con trastorno de estrés postraumático también sufrieron de depresión en intervalos de uno y cuatro meses luego de la experiencia traumática.
El abuso o la dependencia del alcohol o de otras sustancias también pueden ser coexistentes con la depresión. De hecho, investigaciones han indicado que la coexistencia de trastornos del ánimo y la adicción a sustancias son dominantes entre la población de los Estados Unidos.
La depresión a menudo coexiste con otras condiciones médicas como enfermedad cardiaca, derrame cerebral, cáncer, VIH/SIDA, diabetes, y la enfermedad de Parkinson. Estudios han demostrado que las personas que padecen depresión además de otras enfermedades médicas graves, tienden a presentar síntomas más graves, tanto de la depresión como de las enfermedades médicas, a adaptarse con mayor dificultad a su condición médica, y a tener que afrontar costos médicos más altos que aquellas que no tienen depresión coexistente. Investigaciones han obtenido una cantidad creciente de evidencia de que tratar la depresión también puede ayudar a mejorar la evolución de la enfermedad concurrente.
2. ¿Cuáles son los tipos de depresión?
Existen varios tipos de trastornos depresivos. Los más comunes son el trastorno depresivo grave y el trastorno distímico.
El trastorno depresivo grave, también llamado depresión grave, se caracteriza por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer, y disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras. La depresión grave incapacita a la persona y le impide desenvolverse con normalidad. Un episodio de depresión grave puede ocurrir solo una vez en el curso de vida de una persona, pero mayormente, recurre durante toda su vida.
El trastorno distímico, también llamado distímia, se caracteriza por sus síntomas de larga duración (dos años o más), aunque menos graves, pueden no incapacitar a una persona pero sí impedirle desarrollar una vida normal o sentirse bien. Las personas con distímia también pueden padecer uno o más episodios de depresión grave a lo largo de sus vidas.
Algunas formas de trastorno depresivo muestran características levemente diferentes a las descritas anteriormente o pueden desarrollarse bajo circunstancias únicas. Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo en cómo caracterizar y definir estas formas de depresión. Estas incluyen:
Depresión psicótica, que ocurre cuando una enfermedad depresiva grave está acompañada por alguna forma de psicosis, tal como ruptura con la realidad, alucinaciones, y delirios.
Depresión posparto, la cual se diagnostica si una mujer que ha dado a luz recientemente sufre un episodio de depresión grave dentro del primer mes después del parto. Se calcula que del 10 al 15 por ciento de las mujeres padecen depresión posparto luego de dar a luz.
El trastorno afectivo estacional, se caracteriza por la aparición de una enfermedad depresiva durante los meses del invierno, cuando disminuyen las horas de luz solar. La depresión generalmente desaparece durante la primavera y el verano.
El trastorno afectivo estacional puede tratarse eficazmente con terapia de luz, pero aproximadamente el 50% de las personas con trastorno afectivo estacional no responden solamente a la terapia de luz. Los medicamentos antidepresivos y la psicoterapia pueden reducir los síntomas del trastorno afectivo estacional, ya sea de forma independiente o combinados con la terapia de luz.
La causa precisa de los trastornos del ánimo no es conocida con precisión, pero la mayoría de los investigadores confirman que en la aparición de los diferentes trastornos hay una interacción entre las vulnerabilidades fisiológicas de una persona y las características biológicas y la frecuencia de situaciones difíciles o sucesos estresantes de superar en su vida, que condicionan la entrada de episodios anímicos específicos en diferentes momentos de la vida.
A. Factores biológicos
Hay formas que son genéticas, lo que indica que alguna vulnerabilidad biológica puede heredarse. Los estudios de gemelos y de familias sugieren con claridad un componente genético tanto en la depresión grave como en los trastornos bipolares. Hay estudios que revelan que existe un riesgo mucho mayor de desarrollar una depresión grave si el gemelo idéntico de la persona padece este trastorno (54%) que si la padece el padre, el hermano o la hermana (16.6%). También mencionan que aquellas personas que tienen parientes con un diagnóstico bipolar, tienen de 1.5 a 3 veces más probabilidad para desarrollar una depresión grave, que aquellas que no tienen ningún familiar con este diagnóstico. Los estudios de las familias también demuestran que mientras más joven sea la persona cuando ocurre la primera depresión, más probable es que sus parientes también experimenten periodos de depresión.
B. Factores hormonales
Las relaciones estrechas de los trastornos del estado de ánimo con el sistema endócrino apenas se empiezan a comprender. Los avances en la comprensión de la química cerebral, en especial la forma en que el cerebro libera hormonas de la glándula pituitaria y el hipotálamo en la depresión permite creer que un nivel elevado de cortisol, una hormona que se produce en la corteza suprarrenal, que se ha encontrado de forma consistente en los pacientes con depresión podría tener acción en el escenario clínico de este padecimiento. Sin embargo, hasta el momento estos esfuerzos sólo han contribuido al conocimiento general de dichos trastornos.
C. Factores bioquímicos
Cada una de las miles de millones de neuronas en el cerebro interactúa con las demás por medios electroquímicos. Cuando la neurona es estimulada, libera neurotransmisores, sustancias químicas, de las vesículas o áreas de almacenamiento en la terminación nerviosa. Es probable que la depresión sea el resultado de una falta de ciertos neurotransmisores químicos en lugares particulares del cerebro. Una de las primeras hipótesis sobre el papel de los neurotransmisores en los trastornos del estado del ánimo fue:
1. La Teoría de las catecolaminas. Esta teoría propone que la depresión puede ser el resultado de una deficiencia de catecolaminas, en especial norepinefrina en algunas sinapsis importantes en el cerebro y que la manía quizá se debe a un exceso de catecolamina en esas sinapsis.
2. Hipótesis de la desensibilización. Esta supone que ciertos receptores de catecolamina son súper sensibles en las personas deprimidas y que el papel de las drogas antidepresivas consiste en reducir esta sensibilidad a los niveles normales. Sin embargo, los estudios clínicos para demostrar la presencia de estos receptores súper sensibles todavía no producen resultados que apoyen esta hipótesis.
D. Factores psicosociales
Existen factores adicionales como podría ser la tensión en el medio ambiente en que se mueven las personas, tal tensión puede llegar a ocasionar el principio de este mal. Los acontecimientos estresantes por ejemplo la pérdida del cónyuge, o de un progenitor precede con frecuencia a los primeros episodios del trastorno depresivo mayor. Una de las teorías propuestas para explicar esta observación es que el estrés que acompaña al primer episodio produce cambios a largo plazo en la biología cerebral. Estos cambios de larga duración pueden producir variaciones en el funcionamiento de diferentes neurotransmisores y sistemas de señales infra neuronales, variaciones que implican pérdidas neuronales y una disminución exagerada de conexiones sinápticas. Como consecuencia, la persona resulta más vulnerable para sufrir episodios posteriores de trastornos del estado de ánimo.
E. Factores intrafamiliares
Las malas relaciones en la familia, cuando un paciente diagnosticado es sometido a tratamiento, tienden a permanecer tras la recuperación del mismo; y además, este grado de psicopatología en la familia puede afectar a la tasa de mejoría, las recaídas y la adaptación tras la recuperación del paciente.
Los datos clínicos recalcan la importancia de evaluar la vida familiar del enfermo e identificar los posibles factores estresantes relacionados con el entorno familiar.
F. Factores de personalidad pre mórbidos
Todos los seres humanos, sea cual sea su perfil de personalidad, pueden deprimirse, y de hecho, lo hacen en determinadas circunstancias. No obstante, ciertos tipos de personalidad: oral, dependiente, obsesivo-compulsiva o histérica, presentan un mayor riesgo de depresión que las personalidades antisociales, paranoides u otros grupos que utilizan la proyección y otros mecanismos de defensa para protegerse de su ira interna. Las personas que tienen una pobre opinión de sí mismas, o que consistentemente se juzgan a ellas mismas o al mundo de forma pesimista, o bien que se dejan embargar por las presiones están más propensas a la depresión.
Hemos mencionado anteriormente que la mayor parte de estos trastornos todavía no tienen cura, esto contribuye a que la enfermedad avance a un grado en donde para el paciente la demencia y el suicidio son cada vez una realidad sin ningún otro remedio, el detectar la enfermedad a tiempo ayuda a evitar esto, pero no deja atrás algunos peligros hacia la habitual vida del paciente, tales como la reducción de la calidad de vida del individuo, esto debido a que con el tiempo aumenta el efecto que causa en la conducta del paciente.
En casos de euforia no solo influye en el paciente, también afecta a la persona que cuida de él, provocándole altos niveles de estrés y preocupación, es poca la ayuda brindada por amigos del paciente, generalmente son los familiares los que aportan más; mientras que en los de disforia habitualmente el paciente se caracteriza por ser alguien apartado de la sociedad en donde las repercusiones recaen hacia él haciendo que cada vez se envuelva en su propia desgracia causándole pensamientos suicidas y de poca apreciación hacia la vida y los problemas.
Algunos pacientes también presentan un abuso de distintas sustancias, generalmente suelen ser al alcohol y las drogas, pero estas pueden ser cualquier otro tipo de alimento o bebida que sea consumida en exceso; a los que nos lleva a los trastornos alimenticios que estos también provocan tanto como el consumo excesivo hasta la pérdida del apetito, inclusive ambas en un corto periodo de tiempo.
¿Cómo diagnostican estos trastornos?
Una persona que esté constantemente actuando de una manera hiperactiva, puede llegar a considerarse como un posible caso de euforia. En el caso de las manías el paciente genera un periodo diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistente elevado, expansivo o irritable, en este periodo la persona llega a tener una autoestima exagerada o de grandiosidad, se vuelve más distraído, la necesidad de dormir disminuye, se torna más hablador de lo habitual y sus pensamientos son acelerados.
En casos de disforia como la depresión o la distímia algunos de los síntomas coinciden, la persona se siente triste o vacía, disminuye el interés o la capacidad de placer en la mayor parte de las actividades, alteración del peso (ya sea perdida o aumento de este), insomnio y fatiga, sentimientos de impotencia o de culpa excesiva, pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse; el trastorno depresivo viene siendo concurrente todos los días, el paciente se encierra en su propia tristeza y es difícil sacarlo de ese estado a diferencia del distímico que se presenta en pequeños periodos de tiempo por un lapso de dos años o más.
En el trastorno bipolar se cumplen criterios tanto maníacos como episodios depresivos cada día durante al menos una semana, la alteración del estado de ánimo es suficientemente grave para provocar un importante deterioro laboral, social o de las relaciones con los demás, o inclusive síntomas psicóticos.
¿Cómo prevenir estos trastornos?
Las medidas preventivas para reducir la incidencia de los trastornos del estado de ánimo no se conocen en este momento. Sin embargo, la detección e intervención temprana puede reducir la gravedad de los síntomas, estimular el crecimiento y el desarrollo normal del individuo, y mejorar la calidad de vida que experimentan las personas con trastornos del estado de ánimo, convertirse socialmente activo, practicar alguna actividad física o deporte, esto ayudará a evitar que la enfermedad evolucione y con el tiempo poder superarla por completo.
¿Cómo tratar con quienes sufren estos trastornos?
Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y el trastorno, afectan a millones de personas. Sus familiares y amigos también se ven afectados, puede que se lleguen a sentir impotentes, abrumados, confundidos y desesperanzados, o tal vez se sientan heridos, enojados, frustrados y resentidos. Es posible que también tengan sentimientos de culpa, vergüenza y soledad, o sentimientos de tristeza, agotamiento y temor; todos esos sentimientos son normales.
Los familiares deben saber que la enfermedad de su ser querido no es culpa suya (ni tampoco de su ser querido), ellos no pueden curar a su ser querido, pero pueden ofrecerle su apoyo y comprensión, cada persona experimenta un trastorno del estado de ánimo de manera diferente, con síntomas diferentes, la mejor manera de averiguar qué necesita de usted su ser querido, es preguntárselo directamente.
Es necesario que los familiares averigüen información de contacto (que incluya los números de emergencia) del médico, terapeuta y psiquiatra de su ser querido, su hospital local, y amigos y familiares de confianza que puedan ayudar en una crisis, cualquier indicación especial sobre la dosificación, y cualquier cambio necesario en la dieta o la actividad, los signos de advertencia más probables de que un episodio maníaco o depresivo empeora (tales como palabras o conductas), y qué puede hacer para ayudar, también que pidan aclaraciones de las cosas que no comprende y las escriban para poder recordar.
Brindar apoyo para que el paciente no se sienta solo, que pueda confiar en que puede contar con la ayuda de los demás, también sus familiares deben comprender que es lo que causa esos pensamientos y sentimientos. Los familiares y amigos tienen que hacer sentir al paciente que pronto la manera en que se siente cambiará con su ayuda, hacerle saber que son importantes para ellos y que no se deben dar por vencidos fácilmente sino luchar juntos hasta encontrar la solución.
Los trastornos del estado de ánimo pueden ser trastornos de euforia (manías y bipolaridad) o disforia (depresión) generalmente se originan a temprana edad, antes de los 25, en la adolescencia e inclusive en la niñez, por lo que al momento de ser detectados la enfermedad ya está muy avanzada.
Estos trastornos pueden ser causados por problemas en el cerebro (por falta de ciertos neurotransmisores químicos), por los genes (cuando hay familiares que poseen alguno de estos trastornos), hasta puede ser provocada por factores sociales (estrés, fatiga, exceso de trabajo); los trastornos del estado de ánimo no tienen una cura específica, pero pueden ser controlados a base de anti depresivos y psicoterapias.
Las personas que sufren estos trastornos alteran su habitual estado de vida, provocando problemas en su centro de trabajo o en la escuela, en algunos casos las personas pueden llegar a ser inducidos hacia el alcohol y las drogas; también pueden llegar a autolesionarse e inclusive presentar tendencias suicidas, por lo que un descuido por parte de las personas que lo rodean puede provocar una tragedia.
El detectar la enfermedad a tiempo puede prevenir el progreso de esta, evitando de esta manera tragedias y problemas de gravedad, también el apoyo de seres queridos ayuda en la mejora del estado de salud de la persona, brindándole una mejoría en la calidad de vida de la persona.
Trastornos. Alteración en el funcionamiento de un organismo o de una parte de él o en el equilibrio psíquico o mental de una persona.
Antidepresivos. Medicamento psicotrópico utilizado para tratar los trastornos depresivos mayores, diversos trastornos de ansiedad, ciertos desórdenes de la conducta alimentaria y alteraciones del control de los impulsos.
Psicoterapia. Tratamiento que se da a algunas enfermedades, en especial nerviosas y mentales, y que consiste en la aplicación de determinados procedimientos psíquicos o psicológicos.
Euforia. Estado mental y emocional en la que una persona experimenta sentimientos intensos de bienestar, felicidad, excitación y júbilo.
Disforia. Emoción desagradable o molesta, como la tristeza, ansiedad, irritabilidad o inquietud.
Traumas. Consecuencia de un evento que amenaza profundamente la estructura mental, vida emocional o el bienestar de un individuo.
Heterogéneo. Que está formado por elementos de distinta clase o naturaleza.
Neurovegetativo. Sistema que regula las funciones del desarrollo, nutrición y ritmos biológicos básicos.
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Dedicatoria
El presente trabajo está dedicado a los adolescentes entre las edades de 15 a 19 años, ya que ellos son en quienes nos hemos enfocado para la poder realizar esta investigación porque son los que más peligran en ser diagnosticados con los síntomas de dichas enfermedades y los siguientes aportes brindados son para el buen desarrollo de estos.
Todas las personas son vulnerables a contraer uno de los trastornos que afectan el estado del ánimo de los individuos, de manera que estos pierden cierta estabilidad en su manera habitual de vida afectando sus relaciones sociales, pero son los adolescentes quienes tienen más peligro en contraerlos.
Agradecimiento
Primero y antes que nada, nos gustaría dar gracias a Dios, por estar con nosotros en cada paso que damos, por fortalecer nuestro corazón e iluminar nuestras mentes y por haber puesto en nuestro camino a aquellas personas que han sido de nuestro soporte y compañía durante todo el periodo de estudio.
Agradecer hoy y siempre a nuestras familias por el esfuerzo realizado por ellos, el apoyo en nuestros estudios, de ser así no hubiese sido posible. A nuestros padres y demás familiares ya que nos brindaron el apoyo, la alegría y me dan la fortaleza necesaria para seguir adelante.
Autor:
Joshua Mejía Dimas
Pyrokinetic_699
Noel Cruz Gutiérrez
Miguel Sánchez González
Kenneth Dávila López
Julio Través Vásquez
David Tathum Downs
11º "B"