Los niños tienen la palabra: una mirada al divorcio desde la percepción social infantil (página 2)
Enviado por Dayma Díaz Batista
Casi la totalidad de los niños de nuestro estudio vive con su mamá, sólo con la excepción de la niña que vive con su tía. La vida de estos niños se organiza en su hogar toda la semana y generalmente el fin de semana lo pasan con su papá, y de esta manera comparten también las semanas de receso escolar y las vacaciones. De los niños entrevistados, sólo uno prefiere pasar más tiempo con su papá, pues según sus propias palabras vive "muy lejos de su cariño", 6 manifestaron que prefieren pasar más tiempo con su mamá, porque es ella con quien mejor se llevan, con quien son más apegados, y con quien se entienden mejor; el resto de los niños prefiere pasar todo el tiempo con los dos.
Algunos padres no reconocen el efecto negativo que concibe el divorcio en sus hijos y manifiestan que casados o divorciados es lo mismo porque sus niños no han sufrido nada; una de las entrevistadas considera que en su caso la niña sufriría más evitando el divorcio porque no tenía la atención necesaria; otro de los planteamientos es que sufriría más porque la relación matrimonial no era buena; y otra nos explica que su niño sufriría más porque el padre la maltrataba y él veía todo eso, y a la vez sufriría menos porque se hubiese criado junto a él. El resto de los padres considera que evitando el divorcio sus niños hubiesen sufrido mucho menos, porque se hubiesen criado en un ambiente familiar normal con sus dos padres. Al preguntarle a los niños si preferían que sus padres estuviesen casados aún, sólo una vaciló en responder y finalmente dijo que más o menos, porque pudiera estar cerca de los dos, pero "ellos se llevaban mal"; el resto de los niños respondió que sí porque de esa forma estarían con los dos juntos, y en sus propias palabras se escuchaban frases como: "(…) porque fuéramos una familia igual que las demás."; "(…) porque me gustaría más vivir con los dos juntos."; "(…)porque los tuviera a los dos cerca."; "(…) porque quisiera que estuvieran los dos juntos al lado mío y que no hubiera este tropelaje."; etc.
Es un deber de todo padre contribuir a la formación y educación de sus hijos, incluso si no viven con ellos. De los padres de los niños con los que trabajamos, solo 5 experimentan una contribución nula en este sentido (según el criterio de las madres entrevistadas), pues ellos no se preocupan por la vida escolar del niño y el tiempo que pasan juntos es muy poco como para lograr algún tipo de influencia en su educación. Los demás padres sí se preocupan por la educación de sus hijos, visitan la escuela, conversan con ellos, les explican y aclaran sus dudas.
En opinión de los maestros la relación familia-escuela se pone en práctica generalmente con la persona encargada de la tutoría del niño, con solo algunas excepciones. Las maestras de Preescolar, 2do-A y 5to grado consideran que la relación es buena, argumentando que en los casos de sus aulas, ambos padres se preocupan por la vida escolar del niño. La maestra de 6to grado señaló que los padres le preguntan en la calle pero no van ni siquiera a las reuniones, sólo van las madres, esto sucede también en el aula de 2do-B en la mayoría de los casos, pero esta maestra hace referencia a casos en que ambos padres sí se preocupan. Las maestras de 3ro y 4to grado apuntaron que en los casos que tienen en sus aulas casi siempre se mantiene al tanto de la vida escolar del niño la persona que está encargada de su cuidado, que generalmente es la madre; y la maestra de 1er grado plantea que en su aula, la relación se establece en unos casos con la madre y en otros con el padre, pero nunca con los dos.
En este punto del análisis nos encontramos ante una contradicción entre el criterio de los maestros y el de los padres de los niños pues existen varios casos en que los maestros consideran correcta la relación familia- escuela con ambos padres, y sin embargo las madres entrevistadas manifiestan que los padres de sus hijos no se preocupan por su educación. Por ejemplo en el caso de 5to grado, la maestra plantea que esta relación es muy buena y que ambos padres se preocupan, sin embargo en su aula se encuentra el caso de un niño cuyo padre está viviendo en el extranjero y que por consiguiente no tiene ningún tipo de relación con la escuela, y está también la niña que vive con su tía, cuyos padres biológicos no tienen ningún tipo de influencia en su educación. Dentro de la función de la relación escuela –familia está la educativa, y esta no es óptima si no existe el mejor intercambio con la familia, en particular con los padres.
Uno de los problemas de compartimiento de competencias entre la familia y el sistema educativo es que a veces los padres y los maestros no consiguen ponerse de acuerdo sobre como deben ser las fronteras entre ambas, por lo que muchas veces unos y otros creen sinceramente que incumbe a la institución alternativa la trasmisión de determinado contenido que al fin y al cabo ninguna de las dos llega a inculcar. En estas circunstancias, difícilmente un niño va a aprender a valorar la importancia de hacer bien los deberes, si en su casa, los padres no le trasmiten su inquietud por el logro educativo; y de igual forma, nunca van a aprender a valorar y definir los fenómenos que se desarrollan al interior del seno familiar, si la escuela no les ayuda a despojarse, al menos en cierta medida, de saberes adquiridos en su cotidianidad que pueden comprometer su desempeño futuro.
Después de analizar las técnicas utilizadas para la obtención de la información en los niños de 5 a 9 años, se puede decir que todos, sin excepción, reflejan tanto en sus redacciones como en los juegos de roles una visión de la familia que quisieran tener, y no de la que realmente tienen. La familia representada por estos niños en el juego de roles, tiene una perfecta estructura interna y una distribución de roles excelente, donde todos cooperan en las actividades del hogar, incluso el padre que está de visita. Los niños representaron a la madre vinculada siempre a las actividades domésticas, generalmente en la cocina; y al padre como un miembro más de la familia, que aunque está de visita, coopera con algunos quehaceres del hogar, la relación entre esta pareja divorciada es magnífica. En la representación no se expresan en ningún momento algún tipo de desavenencias ni discusiones familiares entre los miembros de la familia. De acuerdo a la información obtenida por los padres de estos niños, y también por sus maestros, es evidente que esta situación familiar es un tanto ficticia y fantasiosa, pues la relación post-matrimonial de los padres de estos niños, aunque en algunos casos es relativamente buena, en sentido general no es la mejor, incluso existen padres que no mantienen ningún tipo de comunicación; y los niños al protagonizar los papeles asignados, nos muestran su inconformidad con la situación familiar en la que se encuentran inmersos y al mismo tiempo sus ansias por pertenecer a una familia de convivencia armónica, en la que, aún cuando sus padres estén divorciados, logren mantener una comunicación pacífica y agradable.
También en la redacción de párrafos encontramos una situación similar, pues a los niños se les aplicaron dos redacciones cuyos títulos eran: "La familia" y "Mamá, papá y yo.", con el objetivo de conocer la visión que ellos tienen de su familia y de la relación con sus padres divorciados. En un primer momento se sintieron dudosos sobre lo que iban a escribir, y se les notó desconcentrados, finalmente lograron hacer las redacciones, pero en muchos casos se desviaban del tema central y en lugar de escribir sobre su relación con sus padres, describían un viaje con ellos juntos, este alejamiento de la idea central del texto también constituye un elemento a resaltar, en mi criterio, está dada porque los niños, al encontrarse en medio de esa situación del divorcio de sus padres, no saben cómo van a combinar a sus dos padres en una misma situación, como no sea en un viaje, o un cumpleaños, pues en ninguna otra actividad los imaginan juntos; en otros casos los niños plantean situaciones imaginarias en las que tienen una familia totalmente feliz al lado de sus padres y explican que sus padres se llevan muy bien y los quieren mucho. Aquí, al igual que en el juego de roles se evidencia una imagen del modelo familiar que ellos desearían tener.
Todos estos niños visibilizan su familia futura como una familia unida, inseparable, con buenas relaciones, que les den una buena educación a sus hijos y donde los niños no vean los problemas de sus padres. Ellos conciben una familia formada sobre la base del matrimonio monogámico, en la que nunca deben existir ningún tipo de discusiones ni el divorcio de la pareja; es decir que estos niños no quieren para ellos lo que han vivido sus padres, ni quieren que sus hijos vivan lo que a ellos les ha tocado vivir.
Conclusiones
-La familia es una estructura jerarquizada de papeles y dentro de la sociología es una comunidad de especial significación, en tanto constituye el primer espacio de socialización del ser humano, considerándosele por tanto la base de formación de la conducta y de la identidad social humana.
-Temas como el divorcio constituyen de interés en el tratamiento de la infancia en la teoría sociológica, pues desde los inicios de la sociología como ciencia hasta la actualidad, los estudios sobre la vida infantil se han movido desde una visión adultocentrista, que concebía al niño como un ser pasivo y receptor, hasta la concepción actual en la que el menor es un sujeto activo, capaz de actuar de acuerdo a sus propios intereses, y por tanto, capaz de mostrar una actitud frente a situaciones de desequilibrio en el hogar.
-La percepción social del divorcio, reflejada por los niños de la escuela primaria Sierra Maestra, tiene una connotación de conflicto. No conciben el divorcio como una situación familiar natural, sino como un contexto desagradable que transforma su ambiente familiar en una convivencia hostil, y que por tanto hace que su familia no sea normal, como las demás. Su modelo de familia ideal se destruye con el divorcio de sus padres, y aún cuando la relación de convivencia de sus padres es insoportable, ellos prefieren convivir con ambos.
-Las relaciones entre los padres divorciados, son caracterizadas por sus hijos como escasas y de distanciamiento. Generalmente no se establece ningún vínculo, y cuando sucede, en la mayoría de los casos no es de la mejor forma.
-El primer problema que, enfrentan los niños de padres divorciados con los que trabajamos en el presente estudio es que ni sus propios padres, y sólo algunos maestros reconocen el efecto negativo que en ellos produce el fenómeno del divorcio, y por tanto no se les brinda a estos niños la atención especializada que requieren para su correcta formación personal y social y para su educación.
-Los niños de padres divorciados reflejan afectaciones en su conducta personal y en su comportamiento social, en muchos casos son niños violentos, que no prestan atención en clases, y muestran desinterés por el estudio, se comportan incorrectamente tanto en el hogar como en la escuela, son irrespetuosos en ocasiones, y establecen relaciones sociales con sus compañeros que casi nunca son pacíficas, pues son generalmente niños agresivos.
-Existen niños que son igualmente afectados, pero lo reflejan de otra forma, pues son tímidos, como temerosos, muy callados y poco participativos en las actividades del hogar y la escuela, estos son niños que aún cuando están interesados por la escuela, pasan mucho trabajo para concentrarse, pues no están completamente en el aula, siempre hay una parte de ellos que se ocupa de los problemas de su familia, y por tanto sus relaciones socio-afectivas también se afectan pues pasan mucho trabajo para insertarse al grupo social.
-Ante el incremento de los índices de divorcialidad en nuestro país, y otras regiones del mundo se hace inminente una revisión de los valores familiares y de las funciones que esta debe cumplir para el correcto desarrollo de sus hijos, la tenencia de sus padres, si bien físicamente no pudiera ser, al menos a mayor parte de su tiempo, es un derecho que tienen los niños, un derecho inviolable que va aparejado a su destino futuro, como padre o madre de sus propias familias a crear.
Recomendaciones
A la Dirección Municipal de Educación en Consolación del Sur, que desarrolle cursos de capacitación y debates sobre las consecuencias del divorcio para la familia y en especial para los niños de edad escolar, con los directivos y maestros de las escuelas primarias del municipio, con el fin de propiciar una mejor atención en la educación de los niños de padres divorciados.
A la Asamblea Municipal del Poder Popular de Consolación del Sur, la apertura de salas de atención a la familia, en primer lugar para ofrecer terapia de pareja a aquellos matrimonios que aún son salvables, y en segundo lugar para ofrecer orientación y ayuda a familias de padres divorciados, con el fin de lograr un mejor manejo de la situación de divorcio, y un tratamiento adecuado de los niños que enfrentan el divorcio de sus padres.
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Autor:
Lic. Dayma Díaz Batista[1]
Procedencia: Universidad de Pinar del Río
[1] Licenciada en Sociología en la Facultad de Filosofía e Historia, Universidad de La Habana. Año 2009
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