Ejercicios físicos dirigidos a mujeres con posibles riesgos de obesidad
Enviado por Roberto Fentes Cáceres
- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Ejercicios Físicos para prevenir la obesidad
- Fundamentos de la Propuesta
- Sistema de ejercicios
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
En este artículo se proponen una serie de ejercicios físicos dirigidos a mujeres con posibles riesgos de obesidad en el CM #70 del municipio de Fomento", fue elaborado a través del empleo de métodos del nivel teórico, empírico y estadísticos o matemáticos desde la revisión bibliográfica para la conformación del marco teórico referencial, la aplicación del diagnostico y la elaboración de los ejercicios físicos para que estas mujeres no lleguen a la obesidad. El empleo del sistema de métodos teóricos, empíricos y estadísticos, permitieron diagnosticar el estado inicial del problema y aplicar los ejercicios físicos propuestos. El tipo de estudio realizado es un pre experimento. El enfoque metodológico utilizado para desarrollar la investigación prioriza la investigación cualitativa, aunque se vincularon aspectos cuantitativos y cualitativos.
Introducción
La organización mundial de la salud (OMS) identifica a la obesidad como uno de los problemas principales de salud de nuestros días. Según esta prestigiosa entidad en el mundo existen mas de 1000.millones de personas con sobrepeso (contra 800.millones de desnutridos) y entre ellos unos 300.millones (5 %) que están clínicamente obesos. Se estima que en la actualidad fallecen unos 3.millones de personas relacionadas con la obesidad y que para el año 2020 las muertes ascenderán a 5 millones.
La obesidad, a la luz actual es mucho más que la imagen que tenemos de personas gruesas, voluminosas, rollizas ó con exceso de peso. Detrás de esa apariencia, se expresa la expresión de trastornos, disfunciones ó influencias, relacionadas con aspectos biológicos, genéticos, psicológicos, sociales, culturales, económicos, hábitos alimentarios, y otros, que han estado condicionados por diferentes ambientes a través del transcurrir histórico y el desarrollo social.
La obesidad alcanzan dimensiones imprescindibles que van más allá de una imagen, no solo el aumento de esta enfermedad que se ha producido en el mundo durante los últimos 20-30 años, sino por las consecuencias en el orden de salud pública, su impacto en las conductas sociales e individuales, así como en las económicas de los países afectados. Estos factores no solo predominan en las naciones más desarrolladas y en las capas ó clases sociales con mayores riesgos, sino que prevalecen en los países menos desarrollados y en las poblaciones de bajos ingresos.
Según la (OMS), más del 75 % de las mujeres mayores de 30 años de países tan diversos como Barbados, Egipto, Los Estados Unidos de América, México, Sudáfrica y Turquía tienen sobrepeso y la mayor prevalencia en el mundo corresponde a las Islas Nauru y Tonga del Pacífico Occidental donde 9 cada 10 adultos padecen de sobrepeso.
El Titanic de la salud del mundo ya ha zarpado. El Iceberg está ahí esperando el paradigma moderno de estilo de vida insano, que consiste en una dieta con alto contenido en azúcares, sal, alimentos procesados de alto contenido en grasa y comportamientos sedentarios condicionados por la televisión , los ordenadores y el automóvil, se ha popularizado en todo el planeta el consiguiente aumento del sobrepeso y la obesidad en todo el mundo es una prueba visible de los cambios fundamentales que han afectado a nuestra sociedad, pero las dimensiones totales de la amenaza, no son totalmente apreciables a simple vista.
Los cubanos no escapamos a la necesidad de enfrentamiento a este fenómeno, sin distinción de sexo ó edad. La última encuesta nacional de factores de riesgo cardiovasculares reporta el 42.6 % de sobrepeso en nuestra población superior en el sexo femenino (47 %) al masculino (37.6) y lo más alarmante casi el 13 % entre niños de 1 a 14 años.
La prevalencia de obesidad en Cuba es similar a la mayoría de los países desarrollados, se incrementó en ambos sexos en el periodo comprendido entre 1995 y 2001. Este aumento tiene una desigual distribución, de forma que son las mujeres las que mayor obesidad presentan y las personas con menor nivel de instrucción, estos grupos deben ser objeto de especial atención en los programas de prevención y control.
Otro elemento característico son las diferencias geográficas que se observan en la región de las 5 provincias orientales, el porcentaje de obesidad es menor que en las regiones occidentales y centrales. Esta variación geográfica en la prevalencia de obesidad que se observa en las provincias orientales, y cuyos determinantes no son aún conocidos por completo, apuntan a la importancia de los factores del medio ambiente y del estilo de vida en la distribución de la obesidad en la población y orientan sobre el enorme potencial de prevención que aún existe.
En el conjunto de los padecimientos crónicos no transmisibles, la obesidad es considerada como una enfermedad, y al mismo tiempo un reconocido factor de riesgo para muchas otras. Es arrastrada por la humanidad desde sus orígenes aunque como epidemia es de reconocimiento reciente.
Es un importante problema de salud ascendente y progresivo, que se observa en todos los países desarrollados y en vías de desarrollo, y en todas las regiones. Afecta a todas las etnias, razas, sexo y edades. Se asocia al desarrollo de factores socioeconómicos, ambientales y tiene de forma directa ó indirecta una base genética. El alto impacto de las determinantes ambientales sobre la predisposición genética, una vez que se ha instalado el exceso de grasa no facilita su disminución, mas bien su mantenimiento e incremento y el fracaso de muchos de sus tratamientos, ello explica que la obesidad sea una entidad crónica evolutiva y recidinante, por lo que es mas fácil prevenirla con los ejercicios físicos que tratarla.
El origen de los ejercicios físicos se remonta a la lejana antigüedad de la sociedad humana. En el surgimiento de los ejercicios físicos le correspondió el papel fundamental a las condiciones de vida material y ante todo a la actividad laboral. Tuvo gran importancia la comprensión por el hombre de los fenómenos de la ejercitación. Lo ejercicios físicos surgieron por la necesidad de transmitir la experiencia motora, por la exigencia de influir de una manera orientada en el desarrollo de las fuerzas físicas del hombre a fin de prepararlo para el trabajo.
A medida que se fue desarrollando la sociedad y la propia educación física, el vínculo de los ejercicios físicos con las actividades laborales y otras aplicables perdió su carácter de dependencia directa. Tal tendencia de los ejercicios no significa, pese a esto, que están divorciados a la actividad práctica de la gente. Por el contrario, los ejercicios físicos están relacionados de la manera más estrecha por la práctica social con las condiciones de la vida material de la sociedad y contribuyen a la preparación del hombre para el trabajo o para cualquier otra actividad social y los desarrolla física y espiritualmente elevando su calidad de vida.
En estudios relacionados por la organización mundial de la salud (OMS) (1198) el doctor Pedro Kaufman (2006), Jorge P Alfonso Guerra (2008) entre otros de define la obesidad como un epidemia global, por lo que todos debemos combatirla de ahí la importancia de este trabajo mediante el cual conoceremos los problemas que trae la obesidad y como podemos combatirla. También en nuestro municipio Daimara Jiménez (2008), trabajó el tema.
Este trabajo presenta gran importancia ya que mediante el conoceremos los problemas que trae consigo la obesidad, como principal factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles, y de la necesidad de realizar la actividad física sistemática.
Desarrollo
Para solucionar esta problemática se consultó una variada y actualizada bibliografía que sirvió de fundamentos teóricos- metodológicos de esta investigación.
Reseña Histórica:
La obesidad y la relación dieta-ejercicios se vienen describiendo desde hace muchos años. La inquietud acerca de los hábitos alimentarios, la obesidad y el ejercicio físico se conoce desde hace por lo menos 2000 años, sobre todo en los países del oeste europeo.
En los 50 a.n.e. Lueritius y posteriormente Sócrates, hicieron referencia a la repercusión de la dieta y el ejercicio sobre el cuerpo. Hipócrates sentenció: "La muerte súbita es más común entre aquellos que son naturalmente gordos, en comparación con aquellos que son naturalmente delgados". Morgagni, el célebre anatomista del siglo XVIII hizo referencia a la acumulación de grasa intra-abdominal en la obesidad androide y describe la asociación entre esa obesidad visceral con la hipertensión, hiperuricemia, la aterioclerosis y otras.
En nuestro continente hay datos que revelan que la obesidad también estuvo presente en los pueblos representantes de la cultura prehispánica. Las esculturas y las figuras conformadas en cerámica encontradas en México y en otros países (En la colección llamada baby FACE) se presentan cuerpos con sobrepeso manifiesto.
Las manifestaciones de la plástica, en las diferentes épocas, presentan ejemplos de obesidad. La primera manifestación de una figura femenina en la plástica, la Venus de Wilendorff, era una obesa mórbida. Hay otros ejemplos: los gordos de Contrarreforma de Bruegel el viejo y el nuevo y el Rubers. Goya con la magistral pintura de la Maja desnuda y la más reciente colección de los gordos del colombiano Botero, en contraste con el gótico: Greco, Lucas, Cranach, Bosco y más recientemente Modigliani ó Lehmbrhuc. ¿Estilos ó modas?
El siglo XX trajo aparejadas numerosas observaciones acerca de la obesidad el cual es un fenómeno que arrastra al hombre desde hace siglos.
Obesidad:
Exceso de grasa corporal que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y está asociado a enfermedades graves como la diabetes tipo 2 la resistencia a la insulina, hipertensión y dislipidemias (Obesidad. Epidemia del siglo XXI. Jorge P Alfonso Guerra.p.26).
Causas de la obesidad:
La obesidad solo es debida a trastornos del sistema endocrino en contadas ocasiones. En la mayor parte de los casos la obesidad es la consecuencia de un aporte de energía a través de los alimentos que supera al consumo de energía a través de la actividad; este exceso de calorías se almacenará en el cuerpo en forma dé grasa. Sin embargo el metabolismo, la mínima cantidad de energía necesaria para mantener las actividades corporales, varía de una persona a otra, de manera que hay personas que utilizan de manera natural, más calorías para mantener la actividad corporal normal. La obesidad puede también deberse a la falta de actividad, como sucede en las personas sedentarias ó postradas en cama.
Clasificación del exceso de peso, según la cantidad, por el IMC:
Bajo peso : IMC< 18.5 Kg/m2
Peso Normal: IMC De 18.6 a 24.9 Kg/m2
Sobrepeso : IMC 25 a 29.9 Kg/m2
Obesidad: IMC 30 a 39.9 Kg/m2
Obesidad Mórbida: IMC >40 Kg/m2
El efecto adverso de la obesidad en el adulto y el resultado desfavorable en tratamientos del mismo hacen cada vez más importante la prevención de la obesidad, para lo cual deben tenerse en cuenta los siguientes factores de riesgo.
Prevención de la obesidad:
Factores de riesgo (prevención primaria):
La obesidad es considerada como una de las enfermedades crónicas no transmisibles. A veces estas son consideradas transmisibles en el ambiente de los factores de riesgo. Los hábitos alimentarios y el nivel de actividad física modernos son comportamientos de riesgo adoptados por muchos países y pasan de una población a otra, como un enfermedad infecciosa, con incidencia en los perfiles de morbilidad a escala mundial. Los factores de riesgo se clasifican en no modificables y modificables.
Factores de riesgo no modificables:
La edad
La herencia
El sexo
Aspectos medioambientales
Factores de riesgo modificables:
Conductuales: (Régimen alimentario, inactividad física, consumo de alcohol y tabaco).
Biológicos: (dislipidemia, hipertensión sobrepeso e hiperinsulinemia)
Sociales: (Abarcan una compleja combinación de parámetros socioeconómicos, culturales y otros elementos del entorno que interactúan entre sí)
Factores de riesgo (prevención secundaria):
La prevención secundaria mediante la dieta y la actividad física es una estrategia complementaria que retrasa la progresión de las enfermedades crónicas existentes y disminuye la mortalidad y la carga de morbilidad provocadas por esas enfermedades.
Las enfermedades crónicas (obesidad) son, en gran medida, enfermedades previsibles.
Si bien pueden ser necesarias más investigaciones básicas acerca de algunos aspectos de los mecanismos que relacionan la dieta y la salud, los datos científicos actualmente disponibles proporcionan una base suficiente sólida y verosímil para justificar la adopción de medidas en la actualidad. Además del tratamiento médico apropiado para los ya afectados, se considera que el enfoque de salud pública de prevención primaria es la acción más económica, asequible y sostenible para hacer frente a la epidemia de enfermedades crónicas en todo el mundo.
Medidas generales de la prevención de la obesidad en mujeres:
Se ha comprobado que el buen estado cardiovascular y la actividad física reducen significativamente los efectos del sobrepeso y la obesidad en la salud, la falta de actividad física es ya un riesgo para la salud mundial y un problema extendido y en rápido aumento en todos los países.
La recomendación dirigida a los individuos que realicen al menos 30 minutos al día de ejercicio físico, de intensidad moderada y la mayoría de los días de la semana, es decir sistemática. Para prevenir el aumento de peso se requiere de unos 60-90 minutos al día.
Valoración de la Obesidad:
Una enfermedad crónica.
De base genética.
Origen social.
Comportamiento pandémico.
Riesgo y causa de las enfermedades vasculares crónicas.
Excesiva gordura.
Profundos trastornos metabólicos.
Asociada a serias alteraciones sicológicas.
Importante carga de enfermedad para la humanidad.
Tratamiento complejo y poco eficaz.
Lo más importante es prevenir, la prevención tiene que erigirse en lo individual y lo social, basada en la nutrición adecuada y el entrenamiento físico.
Ejercicios Físicos para prevenir la obesidad
La práctica sistemática de los ejercicios físicos promueve la disminución del peso corporal en los individuos con sobrepeso y el mantenimiento del normo peso, lo que aumenta el efecto beneficioso sobre las lipoproteínas. Además mejora la tensión arterial, la vascularización cardiaca, la sensibilidad a la insulina y el estado físico y psíquico en general. El programa de ejercicio debe ser individualizado, según preparación física, estado cardiovascular y formas de actividades preferidas. Los ejercicios físicos en compañía tienden a favorecer su mantenimiento en el tiempo. Son recomendables la marcha rápida, el trote, natación y el ciclismo, entre otros. La intensidad y la duración se incrementarán gradualmente en semanas ó meses según el grado de actividad física previa, estado de salud y peso corporal. Si se discontinúa el ejercicio físico se pierden los beneficios obtenidos.
El ejercicio físico constituye una de las vías más eficaces y sanas para la prevención de la obesidad. Es por esto que en nuestros días se encuentra entre las primeras recomendaciones que se les hace a las personas que acuden a consulta deseosas de eliminar estas libretas de más que comienzan a importunar su salud. Actualmente se conocen decenas de centros especializados en el tratamiento de la obesidad que emplean el ejercicio físico como un componente esencial de sus programas de salud, pues se utiliza también en la prevención y tratamiento de otras afecciones vinculadas con la obesidad como la diabetes, hipertensión arterial, etc.
En la actualidad se defiende la idea de que las personas que realizan actividades físicas son, regularmente menos propensas a engordar. Lo que es real en gran medida; pero el inicio de un programa para disminuir de peso corporal debe venir acompañado de un verdadero cambio en el estilo de vida de los pacientes. Es necesario entonces establecer correctas relaciones entre la actividad física que se va a realizar, la alimentación que se va a establecer y el tiempo de ocio que tendrá el paciente acostumbrado a tener una vida sedentaria.
El ejercicio físico regulado es un componente importante en cualquier programa de pérdida de peso, porque está asociado con el mantenimiento a largo plazo del peso corporal y tiene efectos beneficiosos para la salud, como la reducción de las enfermedades coronarias y la diabetes, que son independientes de la pérdida de peso por sí misma.
El éxito de mantener el peso corporal en pacientes que todavía no son obesos está asociado con la participación sistemática en ejercicios físicos.
No dispongo de tiempo ni de un lugar adecuado para hacer ejercicios:
Estas son las dos justificaciones más frecuentes que exponen las mujeres al inicio de un programa de ejercicios. Debemos recordar que al iniciar un programa de entrenamiento, la persona sedentaria debe romper con una vida esquemática de varios años, por lo que recomendamos reorganizarse agenda de la semana, de forma tal que pueda separar 45 minutos a una hora 3 veces por semana.
El espacio para realizar los ejercicios físicos debe guardar los requisitos elementales: estar bien iluminado y tener una buena ventilación. Por tanto debemos realizar los ejercicios en cualquier lugar que reúna estas condiciones, ya sea al aire libre ó en un área techada.
¿Como debo comenzar a realizar el programa de ejercicios?
La mejor manera de cambiar la rutina sedentaria es hacerlo de forma gradual. Esto significa comenzar con un programa ligero a fin de movilizar el cuerpo oxidado por años sin entrenamiento. El programa debe iniciarse con un tiempo de 20-30 minutos el cual se incrementará paulatinamente hasta llegar a 1 hora. Es muy importante en los inicios no llegar los niveles de fatiga elevados, ni exigirle, al corazón, pulmones y músculos más de lo que pueden brindarnos.
¿Como identificar que exigimos a nuestro organismo más de lo que puede aportarnos?
En este sentido las señales mas comunes de agotamiento producido por una sobrecarga física son: la aceleración excesiva del pulso y de la respiración, falta de aire incontrolable, taquicardias, calambres musculares, mareos y sudoraciones frías.
¿Es mejor comenzar en verano durante los horarios donde el sol es mas fuerte pues así se suda más y bajamos más rápido de peso?
Para comenzar a realizar ejercicios será perfecta cualquier estación del año que usted escoja. Se recomienda trabajar con temperaturas entre 10-30 CO y con índices no muy elevados de humedad relativa. En nuestro país a veces es imposible lograr tales condiciones, por lo que debemos escoger aquella hora del día que mas se acerque a dichas cifras. De manera que realizar actividad física al aire libre en los horarios cercanos al mediodía con la idea de sudar más es un error. Se debe evitar el horario entre las 11 y las 3 de la tarde, cuando la temperatura y la humedad generalmente alcanzan sus valores máximos.
Sudar es un mecanismo fisiológico que posibilita restablecer la temperatura corporal cuando esta se elevador encima de los valores normales (36 a 36.5 CO) por lo que la pérdida de peso puede ser producto a la disminución de las cantidades de líquido en su cuerpo y no estar relacionada con el uso de las grasas.
Entonces, ¿Es mejor no sudar?
Aproximadamente el 75 % de la energía que utilizamos cuando realizamos actividades físicas se libera en forma de calor; así pues es común que nuestra temperatura corporal se eleva con rapidez y es normal que comencemos a sudar como un mecanismo para restablecer la temperatura. No sudar, durante una sesión de ejercicios puede deberse : a que la carga de su entrenamiento está por debajo de lo que usted necesita, a que se ha adaptado satisfactoriamente a ella y debe ser cambiada, ó a que la temperatura ambiente y es baja y evite que usted sude.
Impacto de la actividad Física
La actividad física es efectiva para prevenir la acumulación de grasa corporal. El ejercicio incrementa el recambio energético, promueve la oxidación de grasas más que CHO y protege contra aumentos de grasa corporal durante la transición ocasional de bajas a altas ingestiones de grasa. Para el ser humano normal se recomienda 60 minutos diarios de actividad física moderada ó intensa (correr a más de 6 Km/h), 90 minutos diarios se recomiendan para la reducción de grasa corporal.
El músculo es el tejido más importante en el organismo (30-40 % del peso corporal y 75 % de la masa celular), pero responsable solo del 20-25 % del gasto energético en reposo. Este tejido utiliza también grasas como fuentes de energía. En el ejercicio, la oxidación de nutrientes en el músculo se incrementa hasta 20 veces, y después de la digestión, los ácidos grasos son su principal fuente de energía. Al inicio del ejercicio se utiliza la reserva de CHO muscular; después, la grasa de músculo y tejido adiposo.
La actividad física incrementa la contribución del músculo al recambio de energía y la capacidad del organismo para ajustar el uso de combustibles de acuerdo con su consumo. Por esta razón, la oxidación de grasas puede elevarse más rápido con la ingestión elevada en niños, adolescentes y adultos activos, ya que ellos son mucho más activos que los adultos sedentarios.
Fundamentos de la Propuesta
Este sistema de ejercicios es general para personas normales pero con alto riesgo de obesidad por su escasa preparación física, así como su comportamiento sedentario en la sociedad, ya que trabajan en oficinas sentadas el día entero y lo más importante no se cuidan la boca. Debe trabajarse 3 veces a la semana 60 minutos diarios. Realizando ejercicios en el piso así como abdominales y otros.
¿Por qué el ejercicio físico?
Porque como medio de la educación física los ejercicios físicos presuponen una intensa actividad motora de las personas que los realizan. El carácter consiente de los ejercicios físicos se manifiestan en un conjunto de procesos psíquicos: intensivos para el perfeccionamiento; idea acerca de los objetos de la acción y de los medios necesarios para realizarla propósito de efectuar el ejercicio dado y esfuerzos volitivos. La realización del ejercicio físico requiere una activa percepción de la situación circundante y la orientación en ella, representaciones motoras, trabajo mental, capacidad para soportar las adversidades, etc.
Al contribuir a perfeccionar las cualidades psíquicas del hombre, los ejercicios físicos mejoran la actividad de su capacidad pensante. Además reafirman el interés y los sentidos, la voluntad y el carácter y constituyen por ello una de los medios del desarrollo espiritual del hombre.
Desde el punto de vista de la dinámica deportiva los ejercicios físicos han sido clasificados de manera que respondan a un ordenamiento lógico en correspondencia con los fines, tareas y objetivos a que se le destinan.
En las teorías y la práctica de la educación física se habla de estructura del movimiento, termino que responde al lógico vínculo recíproco entre las diversas partes integrantes del movimiento como un todo único.
Clasificar los movimientos y ejercicios físicos significa dividirlos en subgrupos de tal manera que en cada uno de ellos los ejercicios tengan algunas cualidades comunes. La conveniencia práctica de la clasificación viene determinada por la circunstancia de cual será la cualidad elegida como común y cuales serán los rasgos fundamentales de esa cualidad que constituyen la base de la clasificación.
De esa manera los ejercicios físicos aplicados pueden ser agrupados ó clasificados de la forma siguiente:
Sistema de ejercicios
1. Ejercicios para el cuello.
2. Ejercicios para los brazos.
3. Ejercicios para la espalda
4. Ejercicios para el tronco.
5. Ejercicios para las piernas.
Ejercicios para el cuello:
Objetivo: mantener el cuello y protegerlo contra las arrugas del tiempo.
Ejercicio No 1: Con la boca cerrada, apriete fuertemente los molares, cuente despacio hasta 3, afloje y abra la boca bien grande. Suba muy despacio la mandíbula inferior hasta apretar nuevamente las molares. Hágalo 12 veces.
Ejercicio No 2: Enrosque la lengua y presione con ella el cielo de la boca. Presione bien duro con fuerza. Relájese y repita 6 veces.
Ejercicio No 3: Eche la cabeza hacia atrás y haga como si mordiera imaginariamente un exquisito mango que estuviera colgando sobre su cabeza. Olvídese que tiene labio superior y trate de coger el mango con el labio inferior, sentirá como le tiran los músculos de la barbilla, la mandíbula y el cuello. Hágalo 9 veces.
Ejercicio No 4: Siéntese bien derecha, haga abrazar su barbilla hacia delante y deliberadamente suba el labio inferior hasta cubrir totalmente el superior. Cuente despacio hasta 100 todo el tiempo que pueda. Repita 6 veces.
Ejercicio No 5: Acuéstese en un banco, deje la cabeza colgando del borde. Abra y cierre la boca despacio. Repita 12 veces.
Ejercicios para los brazos:
Objetivo: Tonificar los brazos que están falta de ejercicios.
Ejercicio No 1: Parado frente a frente, manos tomadas. Realizar elevación de los brazos por los laterales hacia arriba, elevando los talones.
Ejercicio No 2: Parados espalda con espalda, manos tomadas, realizar paso al frente, con los brazos hacia arriba, alternar el movimiento.
Ejercicio No 3: La misma posición anterior. Realizar flexión del tronco al frente.
Ejercicio No 4: De pie con su brazo elevado hacia el techo; la palma de la mano estará dirigida hacia atrás. Sosténgalo en su lugar con la otra mano.
Ejercicio No 5: Doble el brazo por el codo, llevando la palma de la mano a tocar la escápula. Después vuelva a elevar el brazo. Repítalo 10 veces.
Ejercicios para la espalda:
Objetivo: Tonificar los músculos de la espalda.
Ejercicio No 1: Arrodillada, con el tronco al frente y los brazos extendidos, mantener la posición por más de 45 minutos.
Ejercicio No 2: Sujétese de una superficie fuerte, empuje las caderas hacia atrás, extendiendo bien la espalda. Las piernas pueden estar semiflexionadas.
Ejercicio No 3: Sentada en una silla, con la espalda encorvada elevar una pierna, flexionándola y luego alternar el movimiento.
Ejercicio No 4: Sentada sobre una mesa resistente, con las piernas colgando, haga balanceo de las piernas.
Ejercicio No 5: Acostada con las manos debajo de la nuca, incorpórese tratando de tocar las piernas con las piernas. Repita 6-8 veces.
Ejercicios para el tronco:
Objetivo: Fortalecer los músculos del tronco.
Ejercicio No 1: flexión y extensión del tronco al frente y atrás.
Ejercicio No 2: flexión y extensión del tronco a los laterales.
Ejercicio No 3: Torciones del tronco.
Ejercicio No 4: Elevar una pierna arriba, mantenerla unos segundos y bajar totalmente, alternar.
Ejercicio No 5: Tocarse la punta del pié con la mano contraria, alternar.
Ejercicios para las piernas:
Objetivo: Acondicionar las piernas para el trote final.
Ejercicio No 1: Realizar pedaleo con gestos amplios y lentos.
Ejercicio No 2: Cuclillas
Ejercicio No 3: Abdominales de piernas.
Ejercicio No 4: Asaltos de frente, atrás, laterales con movimientos amplios.
Ejercicio No 5: Trotar 100 m.
Ejercicios de recuperación y relajación:
Objetivo: Relajar y recuperar el cuerpo.
Ejercicio No 1: Oler la flor y soplar la vela.
Ejercicio No 2: Desplazarnos respirando profundo.
Ejercicio No 3: Elevar brazos y respirar profundo.
Ejercicio No 4: Relajar piernas.
Ejercicio No 5: Acostados con ojos cerrados pensar que estamos durmiendo.
Una vez introducida la batería de ejercicios físicos dirigidos a prevenir la obesidad en las mujeres del consultorio médico 70 del municipio Fomento se aplicó nuevamente la guía de observación, la que permitió constatar la efectividad de estos ejercicios y se hizo un análisis comparativo de ambos resultados.
Se aprecian avances en todos los indicadores, lo cual corrobora la validez de los ejercicios físicos aplicados a las mujeres del consultorio médico 70 del municipio Fomento. Como arrojan los resultados de los instrumentos, el avance del estado inicial del problema al estado de cierre fue muy significativo, se demostró que con la aplicación de los ejercicios físicos se logró mejorar el nivel de obesidad de las mujeres del consultorio médico 70 del municipio Fomento
Conclusiones
La valoración de los fundamentos teórico-metodológicos referentes al problema objeto de estudio, permiten reconocer a los ejercicios físicos como vías que utiliza el profesor para prevenir la obesidad en aquellas mujeres con riesgo de obesidad del CMF 70 del municipio Fomento.
La aplicación de los ejercicios físicos, en la práctica, mostró el paso de las mujeres del CMF No 70 de Fomento, hacia niveles inferiores de presentar riesgo de obesidad, permitiendo una transformación del problema que se evidenció en que el mayor por ciento de los integrantes de la muestra se encuentran en el nivel II y III, en los indicadores evaluados.
La validación reflejó un cambio cuali-cuantitativo positivo al comparar el estado inicial y final del nivel de las mujeres con posible riesgo de obesidad del CMF 70 de Fomento.
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Autor:
Ing. Roberto Fentes Cáceres
Especialidad: Ingeniería Química.
Categoría docente: Asistente.
Lic. Denia Fernández Gálvez
Especialidad: Licenciada en cultura física.
Categoría docente: Instructor.
Lic. Yanet Grang Rojas
Especialidad: Licenciada en cultura física.