- Resumen
- Planteamiento metodológico
- Marco teórico
- Metodología
- Conclusiones y recomendaciones
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Resumen
El presente estudio se ocupa de la modificación de las conductas agresivas en los niños escolares. Son muchos los motivos generadores de conductas agresivas en el aula y en el patio de la institución educativa.
Es por eso, que siendo el aula y el patio de la institución, donde se promueven las actitudes y habilidades sociales básicas del aprendizaje, es importante controlar las conductas agresivas que se manifiestan física y verbalmente, ya sean burlas o menosprecios, que buscan la humillación intencionada a quien va dirigida; los gestos desafiantes que están en el límite de la conducta agresiva física y esta última; alteradoras del normal desarrollo del proceso educativo (aula y patio de recreo).
En tal sentido, es importante contar con un Programa Educativo de prevención e intervención que permita atenuar este tipo de conductas agresivas que perjudican los buenos hábitos de convivencia y desenvolvimiento social de los niños en el aula y el patio.
El sistema preventivo Sigma, se encuadra dentro del enfoque psicológico humanista, es una propuesta que acoge y valora a los educandos brindándoles afecto y confianza en un clima de familiaridad, donde el niño desarrolla sus potencialidades por el aprecio que va surgiendo de sí mismo, lo que favorece el desarrollo de su autoestima.
CAPITULO I
Planteamiento metodológico
A. Planteamiento del problema
Hoy en día el estudio del ser humano debe hacerse desde una perspectiva integral, es decir Biológica, Psicológica, Social y Espiritual, habiéndose redescubierto que es esta última dimensión el eje del comportamiento humano, en tanto involucra la dimensión filosófica, existencial, moral, valorativa y religiosa, que optimizada -sin descuidar los otros elementos o dimensiones-, se constituye en una forma de vida, que conducida por el recto camino del bien, el amor y el respeto al prójimo conlleva a la realización humana, la convivencia en armonía con los demás, con Dios, así como aplicarse, como un eficiente y eficaz sistema preventivo contra las conductas inadecuadas que se presentan en el patio, como sustentamos en la presente investigación.
Al respecto, Worchel, S. y Shebilske, W. (1998)[1], refieren que en los años cincuenta comenzó el movimiento humanista, corriente psicológica que sostiene que son los pensamientos, deseos y sentimientos hacedores de personas únicas, básicamente buenas, dignas, creativas para encontrar su verdadero potencial y procurar logros sociales positivos. Agregando que el estudio de la personalidad debe incluir las virtudes humanas, como el amor, la alegría y el crecimiento personal. Entre los pioneros de este enfoque psicológico tenemos a Carl Rogers, Abraham Maslow y Rollo May.
En el proceso enseñanza aprendizaje, los docentes se enfrentan a una serie de comportamientos de los alumnos, que afectan este proceso, tales como: hiperactividad, problemas de aprendizaje, relación docente alumno, conductas agresivas, métodos y técnicas inadecuados para el estudio, falta de motivación, etc.
El presente estudio se ocupa de la modificación de las conductas agresivas en los niños escolares. Son muchos los motivos generadores de conductas agresivas en el aula y en el patio de la institución educativa. Las conductas agresivas pueden ser entendidas como "Actitudes que demuestren cierta hostilidad hacia los demás a través de conductas físicas agresivas o mediante un lenguaje de insultos y amenazas" [2]
Esas conductas agresivas, adoptadas por el niño, muchas veces son adquiridas en su entorno familiar y en su ambiente escolar "provocando en el niño respuestas agresivas" [3]
Generalmente, los niños agresivos son aquellos que han sufrido malos tratos por parte de sus padres u otros familiares o personas con las que tienen cierta dependencia, estas carencias afectivas son incorporadas en el repertorio comportamental del niño. "(…) el 27% de los niños en el mundo manifiestan una conducta agresiva"[4]
Es por eso, que siendo el aula y el patio de la institución, donde se promueven las actitudes y habilidades sociales básicas del aprendizaje, es importante controlar las conductas agresivas que se manifiestan física y verbalmente, ya sean burlas o menosprecios, que buscan la humillación intencionada a quien va dirigida; los gestos desafiantes que están en el límite de la conducta agresiva física y esta última; alteradoras del normal desarrollo del proceso educativo (aula y patio de recreo). Para efectos de la presente investigación las conductas agresivas se han subdividido en dos subvariables: maltratos físicos (empujones, golpes con los pies y las manos) y psicológicos (burlas, apodos e insultos).
En tal sentido, es importante contar con un Programa Educativo de prevención e intervención que permita atenuar este tipo de conductas agresivas que perjudican los buenos hábitos de convivencia y desenvolvimiento social de los niños en el aula y el patio. Es necesario precisar que el escenario donde los alumnos exhiben con mayor realismo sus conductas agresivas dentro del colegio es el patio a la hora del recreo, toda vez que la presencia del docente en el aula durante las horas de clases, de alguna manera inhibe la exhibición de las mismas. Ese es el escenario de actividad diagnóstica y donde se observarán los resultados de la implementación del programa preventivo y de intervención acotado.
El sistema preventivo Sigma, se encuadra dentro del enfoque psicológico humanista, es una propuesta que acoge y valora a los educandos brindándoles afecto y confianza en un clima de familiaridad, donde el niño desarrolla sus potencialidades por el aprecio que va surgiendo de sí mismo, lo que favorece el desarrollo de su autoestima.
Al mismo tiempo el sistema preventivo a través de la razón, ayuda a los niños a ver las cosas desde un punto de vista razonable o aceptable tomando en cuenta sus intereses y preferencias, para que el niño tome sus propias decisiones, las mismas que deben ser coherentes y permitan al niño ser capaz de controlar su propio comportamiento.
Muchas veces profesores agotan medios y estrategias para poder controlar las conductas agresivas de los niños tanto en el aula como en el patio, una situación similar encontramos en la Institución Educativa Privada Sigma de la ciudad de Juliaca donde al parecer es necesario reformular las acciones preventivas y correctivas. Las estrategias alternativas de castigos, insultos, amenazas, y/o anotaciones en la agenda, han demostrado su ineficacia para el control de las conductas agresivas, dan cuenta de la utilización de algunos profesores de una pedagogía repetitiva, sin logran crear un clima favorable en el ambiente escolar.
Ante esta situación, sustentamos que el Programa Educativo basado en el Sistema Preventivo sigma denominado "AMIGO", de naturaleza preventiva y correctiva, contribuye a la modificación de las conductas agresivas de los alumnos de educación primaria que se forman en la Institución Educativa Privada Sigma de Juliaca, logrando crear un clima más favorable y respetuoso en las relaciones profesores-alumnos y entre alumnos, optimizando la confianza y buenos hábitos entre los mismos.
En concordancia con el planteamiento del problema presentamos el siguiente sistema problemático:
1. Problema general
¿De qué manera el Programa Educativo AMIGO basado en el Sistema Preventivo Sigma influye en la modificación de conductas agresivas de los alumnos del quinto grado de educación primaria de la IEP. Sigma de Juliaca?
2. Problema específicos
1. ¿Cuáles son los tipos y las características de las conductas agresivas de los niños durante el recreo?.
2. ¿Cuál es el nivel de incidencia de las conductas agresivas de los niños durante el recreo?.
3. ¿Existen diferencias entre los niños del grupo control y los del experimental respecto a las conductas agresivas que presentan durante el recreo?.
B. Importancia del estudio
Teóricamente el estudio pretende comprobar el nivel de aplicabilidad que tiene el Programa Educativo AMIGO basado en el Sistema Preventivo Sigma en la modificación de conductas agresivas de alumnos del quinto grado de educación primaria de la IEP. Sigma de Juliaca, dotando a la vez al mismo de mayor evidencia empírica, proponiendo alternativas para mejorarlo.
Socialmente el impacto lo tendremos en los alumnos que reciben este programa, quienes verán mejoradas sus relaciones interpersonales, de estudio, aprender a controlar sus comportamientos agresivos, canalizar y aprovechar sus energías psicológicas y espirituales para su realización plena.
El cambio promovido en el alumno repercutirá en un mejor manejo de las actividades académicas por parte de los docentes y en la unión y felicidad familiar.
Asimismo permitirá que otros investigadores e instituciones educativas sigan profundizando estos estudios a fin de mejorar la calidad educativa y el capital humano que forman, como también perfeccionar las tácticas y estratégicas, los métodos y las técnicas que optimicen el programa en el tiempo.
Objetivos del estudio
1. Objetivo General:
Establecer el nivel de efectividad del Programa Educativo AMIGO, en la modificación de conductas agresivas de los alumnos del quinto grado de educación primaria de la IEP Sigma de Juliaca.
2. Objetivos específicos
1. Deducir los tipos y las características de las conductas agresivas de los niños durante el recreo.
2. Establecer el nivel de incidencia de las conductas agresivas de los niños durante el recreo.
3. Establecer y analizar las diferencias entre el grupo control y el experimental respecto a las conductas agresivas que presentan los niños durante el recreo.
C. Sistema de hipótesis
H1 : "La aplicación del programa educativo AMIGO, influye en la modificación de las conductas agresivas en los alumnos del quinto grado de la Institución Educativa Privada Sigma de Juliaca".
H0 : "La aplicación del programa educativo AMIGO no influye en la modificación de las conductas agresivas en los alumnos del quinto grado de la Institución Educativa Privada Sigma de Juliaca".
D. Variables e indicadores
CAPITULO II
Marco teórico
- A. Antecedentes / Estado de la cuestión
Núñez (1978), realiza una investigación, titulada "Rasgos de Agresión y Ansiedad en niños de clase socio-económica baja a través del test de la Figura humana y el test de Dibujo de la Familia"[5].
En esta investigación; se estudió los rasgos de agresión y ansiedad a través del test de la Figura humana y el test de Dibujo de la familia. La muestra fue 50 niños de ambos sexos de primer y segundo grado de primaria de pueblos jóvenes de un nivel socio-económico bajo. Encontrándose que:
· Los varones son notablemente más agresivos y ansiosos que las mujeres.
· En lo referente a rasgos de agresión se observa en la muestra que el rasgo que se da con mayor frecuencia es brazos largos, lo que indica que existe gran tensión en el ambiente en el que se desenvuelve el niño, lo que genera una necesidad de agredir.
· En cuanto a rasgos de ansiedad se observa en la muestra que el rasgo que se da con mayor frecuencia es el sombreado parcial de la cara, lo que refleja ansiedades específicas refiriéndose a los rasgos que han sido sombreados.
Chong (1986), realiza una investigación, titulada "Castigo físico e Indicadores Emocionales en niños: Un estudio a través del Dibujo de la figura humana".
En esta investigación; se estudió el castigo físico como método disciplinario y su repercusión en el desarrollo emocional de los niños. La muestra fue de 60 niños y sus respectivas madres, provenientes de una zona marginal de Lima. Así mismo se elaboró un cuestionario para indagar el uso del castigo físico por las madres y se utilizó el test del Dibujo de la figura humana, según la lista de Indicadores Emocionales válidos de E. M. Koppitz, para evaluar la perturbación emocional en el niño. Los resultados de esta investigación demostraron que:
· Existen diferencias significativas en el número de indicadores emocionales entre los niños castigados y los que no reciben castigo físico, encontrándose que el grupo de niños castigados tiene un mayor número de indicadores emocionales que el grupo de niños no castigados. Debido a que en el grupo de niños castigados existe un número importante de niños que presentan 3 o más indicadores emocionales.
· Analizando el tipo de indicadores emocionales, se aprecia con mayor frecuencia el sombreado del cuerpo y/o extremidades, brazos cortos y omisión del cuello en el grupo de niños castigados físicamente.
· La interpretación del sombreado del cuerpo y/o extremidades, según la autora, sugiere la existencia de ansiedad referida al cuerpo, es decir, ansiedad por las diferencias y funciones corporales.
· Los brazos cortos en la figura humana parece reflejar la dificultad del niño para conectarse con el mundo circundante y con las demás personas. Esto puede estar asociado a la tendencia al retraimiento e inhibición de los impulsos.
· Según la autora tanto la ansiedad como la timidez, tendencia al retraimiento y dificultades en el contacto social son respuestas en un grupo importante de niños ante las presiones del ambiente, las cuales se ven incrementadas por la presencia del castigo físico.
· Otro indicador emocional frecuente es la omisión del cuello, la que se interpreta como una dificultad de los niños para lograr un buen control interno de sus impulsos y acciones.
· El test del DFH es un instrumento útil para la detección rápida de perturbación emocional en los niños.
En la Tesis de Montoya M., Celfa V. (1995), que lleva por título: "Programa experimental de dinámicas de grupo para mejorar el comportamiento de los alumnos del segundo año del colegio Nacional Mixto Diurno Felipe Santiago Estenos de Chaclacayo", se llega a la conclusión que los alumnos que recibieron orientación con la dinámica de grupos de Carl Rogers, mejoraron en su comportamiento y autoconcepto, y los que recibieron orientación con el método tradicional bajaron en su conducta y autoconcepto. La causa para mejorar el comportamiento, en este caso, sería la Dinámica de grupo propuesta por Carl Rogers, ya que se encuentra relación entre el método de Dinámica de grupo y el logro de un mejor comportamiento y autoconcepto de los alumnos[6]
Arana (1997), realiza una investigación titulada "Rasgos de Personalidad que caracterizan a los niños maltratados en comparación a los niños no maltratados".
En esta investigación: se estudió los rasgos de Personalidad que caracterizan a los niños maltratados a través de un cuestionario de Personalidad, el ESPQ. La muestra estuvo formada por niños de 6 a 8 años de edad de primer y segundo grado de un colegio estatal de la provincia constitucional del Callao. Los resultados muestran que:
· Los niños maltratados tienden a ser o sentirse emocionalmente afectados en relación a los niños no maltratados que tienden a estar emocionalmente estables, tranquilos.
· Los niños maltratados tienden a ser calmados, poco expresivos, cautos en comparación a los niños no maltratados que son excitables, impacientes, no inhibidos.
· Los niños maltratados comunican que tienden a conducirse sobriamente, en cambio los niños no maltratados son entusiastas y confiados.
· Los niños maltratados tienden a ser cohibidos, tímidos, sensibles en relación a los niños no maltratados que son emprendedores, sociables.
· Los niños maltratados tienden a ser aprehensivos, inseguros presentando sentimientos de culpabilidad, mientras que los niños no maltratados tienden a ser confiados, severos, seguros de sí.
· Los niños maltratados tienden a sentirse frustrados, presionados en comparación a los niños no maltratados, que son relajados, tranquilos.
En la tesis de Cabanillas D., María E. y Mesones V., Lourdes J. (2000), titulada "Sistema Preventivo de Don Bosco y el comportamiento social educativo y religioso en los alumnos del C.E Parroquial Salesiano Rosenthal de la Puente", se llega a la conclusión de que la influencia del Sistema Preventivo incrementa el comportamiento religioso y la responsabilidad en los alumnos, con los medios de la caridad cristiana para que practiquen el bien y huyan del mal, animarlos a la frecuencia sacramental, inspirarles el amor a la virtud y promover la devoción a María Auxiliadora y al Papa[7]
- B. Bases teóricas y científicas
1. Juan Vecchi.
La experiencia preventiva de Bosco está hecha para educar, para intervenir intencionalmente en la vida de los muchachos más necesitados de afecto, cultura, trabajo y evangelización y poder iniciar en ellos un proceso de crecimiento y maduración de sus potencialidades para culminar con el "buen cristiano y honrado ciudadano", meta de su intervención. Esta experiencia la realiza Don Bosco con jóvenes normales y con jóvenes con dificultades: marginados, vagabundos, pandilleros, un poco díscolos; y a todos ellos logró promocionarlos integralmente.
1.1. ¿Qué es prevenir?
El sentido de la prevención en la experiencia educativa, tiene los siguientes significados:
Anticiparse para que en el joven no prevalezcan situaciones o hábitos negativos tanto materiales como espirituales. Implica iniciativas y programas por parte de los educadores para dirigir los recursos de la persona del joven todavía sano, hacia una vida digna.
Desarrollar las fuerzas interiores del joven, las que le brindarán la capacidad de autonomía para que sepa liberarse de la ruina, de la deshonra, de toda experiencia negativa.
Crear una situación general positiva en la vida de los jóvenes (en la familia, en la escuela, entre los amigos, en las actividades…) que estimule, sostenga y desarrolle la comprensión de sí mismo, que dé el gusto por el bien, por los valores.
Estar presente entre los jóvenes (asistencia) para evitar todo lo que puede tener resonancia negativa en sus vidas; todo lo que puede deteriorar la relación educativa. Este es el aspecto de protección y de disciplina de lo preventivo.
Liberar las ocasiones de tener experiencias negativas, destructoras de la autenticidad de su personalidad. Ocasiones negativas que superan las fuerzas normales de los muchachos, esto no significa encerrarlos en un ambiente protegido sino aplicar las fuerzas de los jóvenes a experiencias positivas.
1.2. Pilares del sistema preventivo Sigma
El sistema preventivo sigma se sostiene en tres columnas que articulan la construcción de la persona de cada estudiante.
1.2.1. La Razón
Es el conocimiento profundo de la condición juvenil para poder intervenir en ella, sobre todo descubriendo las potencialidades del joven para activar su maduración: Es ser comprensible, razonable, en el diálogo con los jóvenes. Es valorar la vida, tener sentido crítico, autonomía y dignidad; es favorecer el proceso de personalización, socialización e inserción.
1.2.2. La Religión
Toda actividad educativa es evangelizadora aunque no se proponga explícitamente, ya que la vida y las actitudes de los educadores no pueden estar contra el evangelio. Refleja la profunda conexión entre fe y cultura, haciendo ver que las más altas aspiraciones humanas encuentran en Cristo su modelo. Por último el objetivo final de la educación es el encuentro con Dios, de todos los hombres y por tanto el crecimiento del joven es tan grande que puede alcanzar niveles exigentes de calidad humana y cristiana.
1.2.3. La Amabilidad
En EIE (2001)[8] se define la amabilidad como un amor educativo hacia el joven, a su medida, tal que es capaz de promoverlo, de hacerlo crecer hasta su propia madurez y por tanto de respetar su autonomía. De esto tiene que ser consciente el joven, tiene que sentirse bien querido por sus educadores y muy consciente de lo que ellos quieren de él. La presencia de los educadores está cargada de paternidad y familiaridad en un clima que encuba la maduración de la personalidad del joven. A esto también se denomina "caridad pedagógica".
Sin familiaridad es imposible la amabilidad, sin tal demostración no puede surgir la confianza que es condición previa de educación. Se trata de una cercanía grata para la relación educativa, la que produce seguridad interior y sostiene el esfuerzo por superarse y liberarse. La ternura de la amabilidad apoyada por la religión y la razón está presente e interactúa en todo el proceso educativo, dándole una sólida unidad metodológica.
1.2.4. Ambiente educativo preventivo
Además de estos pilares, es muy importante el clima educativo que se crea en el ambiente escolar, se destacan unas características peculiares del estilo educativo:
1.2.5. El criterio preventivo
En cuanto que todas las propuestas educativas son experiencias altamente positivas que les ayudan a amar el bien, a sentirse dignos de sus conductas positivas, de sus valores éticos. Esto ayuda a los jóvenes a superar los riesgos y las situaciones de peligro. El educador está convencido en la fuerza de bien presente en todo joven, por muy difícil y necesitado que sea, en sus potencialidades, dinamismos y aspiraciones.
1.2.6. El ambiente educativo
El clima sereno y familiar ejerce un fuerte impacto educativo. Allí los jóvenes son protagonistas de su propia maduración, estimulados por el espíritu de familia que brindan los educadores, por la racionalidad y flexibilidad, por el esfuerzo y trabajo diario pero sobre todo por la alegría.
1.2.7. La relación educativa personal
Reconoce la individualidad e historia personal de cada joven. Destaca un clima de familiaridad respetuosa y confiable entre educadores y educandos; la capacidad de acogida, de diálogo, la confianza y simpatía, a la vez la exigencia y seriedad en los compromisos y responsabilidades.
1.2.8. La presencia-asistencia
Es importante el tipo de presencia de los educadores entre los jóvenes, que llegan a compartir toda la vida escolar juntos y sin rechazarse, por el clima de amistad y grata compañía que estimula a prevenir experiencias negativas. Una presencia que estimula a la emulación en los valores. Los educadores no son vigilantes sino estimulantes compañeros de camino.
1.2.9. Experiencia de fe y compromiso cristiano
En EIE (2001)[9], se afirma que la experiencia educativa es tan fuerte que se complementa con la experiencia de fe. Todo lo educativo está abierto a la fe y viceversa, por lo que los compromisos y deberes marcan la vida ciudadana y cristiana de una manera armónica y sin conflicto.
El sistema preventivo lleva a disponer de tal modo el ánimo de los jóvenes, que sin ninguna presión, secundan la labor educativa. No se usa medios coercitivos sino la persuasión y la amabilidad. Así los educadores se muestran como amigos que buscan el verdadero bien de los jóvenes y los animan al cumplimiento de sus deberes. No caben las decisiones represivas y la imposición de castigos que no sean razonables y justos. El estilo represivo sólo acostumbra a obrar obligados por la fuerza.
1.2.10. Amplitud del sistema preventivo Sigma
Este Sistema educativo se expresa con un estilo de vida y de acción, una forma de pensar y obrar en el educador, al que denominamos "espíritu cristiano" y que se vive como:
"Metodología pedagógica"; que se caracteriza por estar presente entre los jóvenes, compartiendo sus vidas, su mundo, su cultura para que ellos puedan gustar después las propuestas educativas. Muy atentos a los valores. Es una acogida que transforma, que promociona con un ambiente positivo, entretejido de relaciones personales con la presencia animadora y activa de los educadores y con el protagonismo de los jóvenes.
"Propuesta de evangelización juvenil"; que va al encuentro de los jóvenes donde viven, que lee y valoriza positivamente el patrimonio natural y sobrenatural que cada uno posee. Que les propone una forma fácil, gustosa, peculiar e impactante de vida cristiana. Todo esto está tipificado por unos valores juveniles y evangélicos que alimentan la "espiritualidad juvenil".
En EIE (1999)[10] sobre la "Experiencia de espiritualidad", se refiero que, debido a que la fuente y centro de la tarea educativa es la experiencia del amor de Dios Padre que precede a toda criatura con su cariñosa providencia; la acompaña con su presencia y la salva dando su propia vida. Esta experiencia educativa es de caridad pastoral, que dispone al educador a acoger a Dios en los jóvenes, convencido de que en ellos Dios ofrece la gracia de encontrarse con El; y llama a servirlo en ellos. Por eso la convicción, de que toda vida del joven, aún la más pobre, compleja y precaria, tiene en sí misma, por la presencia del Espíritu, la fuerza de liberación y la semilla del Reino de la Salvación.
Con esta amplitud del sistema preventivo afrontaremos la investigación que nos hemos propuesto para percibir el potencial de su fuerza en atenuar y prevenir la agresividad de los niños a favor de su maduración.
2. Programa Educativo AMIGO
El Programa de intervención basado en el Sistema Preventivo Sigma (Anexo 1), ha sido diseñado por las autores de la presente investigación para prevenir y modificar las conductas agresivas que presentan los alumnos del Quinto Grado "A" de primaria de la I.E.P. Sigma de la ciudad de Juliaca.
El Sistema Preventivo Sigma es nuestra fuente pedagógica para realizar la presente intervención educativa, que tuvo una duración de tres meses (agosto, setiembre y octubre) siendo el objetivo general el logro que los niños modifiquen sus conductas agresivas a través del Sistema Preventivo: razón, religión, amor.
El Aula, patio son los momentos compartidos con los alumnos y en los que se implementó el programa, que se detalla a continuación:
En el mes de agosto, los objetivos fueron: que los niños manifiesten un clima de confianza, compañerismo y solidaridad en el aula. Las estrategias utilizadas fueron: a) Lecturas guiadas; b) Diálogo sobre el entorno familiar de los alumnos; c) Biografía de Jesús; d) Limpieza del patio; e) Las dinámicas y juegos en el patio; f) Preparación para un retiro espiritual, g) Elaboración de la carta a un amigo.
En el mes de setiembre, los objetivos del programa se centraron en el respeto de la opinión de sus compañeros, con un clima de confianza y solidaridad para el aula, a través de las siguientes estrategias: a) Exhibición de un video sobre la vida de Jesús; b) Lectura guiada sobre ¿Quién es tu amigo?; c) La campaña Solidaridad Compartir; d) composición y exposición de un Mural sobre los "Derechos de la Mujer" en el patio para estimular la responsabilidad, puntualidad y dedicación las actividades que se asignaba; e) Oración, lectura y canción, en las mañanas, escritos en su agenda; f) Los juegos recreativos: Adivinanzas y Dinámicas; g) La pastoral mediante la oración y compartir el tema "La familia testigo del espíritu"; h) La jornada Padres – Hijos mediante la oración, juegos canciones, y dinámicas de reflexión.
En el mes de octubre, los objetivos del programa se centraron en lograr en el aula asumir una aptitud de admiración y respeto por el Señor Jesús como ejemplo de vida, mediante el uso de a) Dibujos, anécdotas, trabajo social y la preparación de un mural con sus trabajos de investigación; b) Participación en el patio en las distintas actividades; c) Participación en comisiones para recoger las envolturas o residuos; d) Participación en las actividades de la iglesia; e) Exhibición de un video de la" Vida de José"; f) Participación en actividades sobre el "Día de la Familia".
3. Conducta agresiva
Para esclarecer este punto parece oportuno recordar la procedencia de la palabra agresión. Originalmente en latín el término aggredior-aggredir significaba avanzar, acercarse, moverse, activamente hacia algo.
Más tarde, parece que hacia el siglo XVIII, el vocablo comienza a utilizarse para expresar el inicio de una discusión o el movimiento con intención de dañar.
De esta forma la palabra agresión pierde su sentido primitivo amplio de establecer conexión o contacto con un propósito amistoso u hostil, para quedar reducida a su connotación más negativa que es el que actualmente suele prevalecer.
De ahí que la palabra agresividad produzca una respuesta de rechazo, ya que implica el contacto con el otro desde una postura de fuerza cuya finalidad es producir un cambio en el poder físico, intelectual o espiritual. Lo cierto es que gran parte de nuestros actos son una mezcla de aspectos positivos y negativos de la agresión (Rollo May).
Implica destrucción, humillación y opresión a partir de actos o palabras expresadas de forma directa o bajo formas sutiles (chistes, ironías, indiferencia, etc.). En su forma más extrema llega a la violencia que es una manifestación física y abierta de la agresividad.
La agresividad en los niños se caracteriza por:
Excesos de cólera
Actos de desobediencia ante la autoridad y las normas del hogar.
Amenazas verbales.
Daños a cosas materiales
Deterioros en la actividad social y académica por episodios de rabia.
Discusiones con algún miembro de la familia o escuela.
Gritos.
Molestar a otros integrantes de la familia o escuela.
Mostrarse iracundo o resentido.
Pleitos.
Si estas características se presentan en una frecuencia, intensidad y duración adecuadas podemos pensar que se trata de un patrón conductual.
De la premisa que las conductas agresivas tienen su origen y mantenimiento en el seno familiar, el "Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sociológicas de Venezuela", de corriente cognitiva conductual, ha elaborado una serie de recomendaciones para obtener un buen estilo de crianza y educación de los hijos, estas son:
Comunicación frecuente y satisfactoria entre padres e hijos.
Comunicación frecuente y satisfactoria entre profesores y alumnos.
Incentivar la colaboración mutua entre los alumnos.
Demostraciones efectivas de afecto.
El compartir en el aula.
Estimular la confianza y la amabilidad.
Propiciar la afectividad.
Establecer en forma clara y precisa los deberes y derechos de cada uno de los alumnos y exponer la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos cometidos.
Aplicar de forma adecuada el binomio afecto-autoridad.
Si emite conductas agresivas, las siguientes indicaciones ofrecen sugerencias:
Un niño debe aprender que cualquier conducta agresiva es inaceptable.
Evite utilizar expresiones en contra del niño, tales como "eres malo, malvado, insoportable, etc."
Refuerce positivamente cuando se comporta en forma correcta y amable con los demás.
Prestar especial atención a su conducta en situaciones grupales y esté listo para intervenir en caso necesario.
3.1. Consecuencias de la Conducta Agresiva
Algunos niños con problemas emocionales serios, al mostrar conductas agresivas o desafiantes, que incluso llegan a representar un peligro para los demás, son expulsados de la clase (Terman et al.,1996). Hay más niños que niñas con estas características, y es más probable que provengan de familias de bajo ingreso que de familias de clase media o alta (Achenbach et al., 1991). Los niños con problemas emocionales serios tienen más probabilidades que los niños con discapacidades de que se les atribuya un problema relacionado con alguna discapacidad durante la secundaria. Sin embargo, la mayoría de estos niños empieza a mostrar señales de su problema emocional en la escuela elemental (Wagner, 1995).
Los expertos en problemas emocionales y de comportamiento dicen que cuando estos niños después de haber sido canalizados a un programa externo de apoyo regresan a un salón de clases regular, el maestro y el educador especial deben dedicar mucho tiempo a ayudarlo en su proceso de adaptación y aprendizaje (Hocutt, 1996). Esto significa pasar varias horas a la semana, durante varias semanas para que uno o dos estudiantes logren hacer una transición efectiva a un salón de clase regular. Entre más severo sea el problema, será menos probable que la reinserción en el aula funcione. (Wagner, 1995).
4. Psicología del niño de 10 a 11 años de edad
Los niños de edades comprendidas entre siete a los once, se encuentran según Papalia, Diane E., Wendkos O., Sally y Duskin F., Ruth (2001)[11], en la etapa que los psicólogos denominan niñez intermedia es fundamental entender este período dado que nos ocupamos de niños del quinto año de primaria de edades comprendidas entre los 10 y 11 años de edad, por lo que nos detenernos en las características de su desarrollo.
4.1. Desarrollo Motor
Si siguiéramos a un grupo de niños en su camino de regreso de la escuela a la casa, veríamos que algunos de ellos corren o saltan, otros caminan por los bordes de la acera, otros se balancean hasta que saltan, tratando de romper las marcas de la distancia, aunque en ocasiones se rompen un hueso.
Algunos de estos chicos llegarán a su casa, comerán algo ligero y saldrán de nuevo a la calle. Trataran de jugar a la pelota, patinar, montar en bicicleta, dependiendo de la estación, la comunidad y el niño. Otros, especialmente aquellos cuyos padres trabajan fuera de casa, pueden permanecer en la escuela en programas organizados para después de clases; sin embargo, muchos niños entran a la casa después de salir del colegio y no vuelven a salir. En lugar de practicar nuevas destrezas que estiren sus cuerpos, se sientan frente al televisor o a la computadora a jugar o chatear. Cuando hablamos de desarrollo motor en la niñez intermedia, debemos mirar muy de cerca a cada niño por separado.
Durante estos años, las habilidades motrices de los niños suelen mejorar continuamente. Los chicos son cada vez más fuertes, rápidos y con mejor coordinación, y encuentran un gran placer en poner a prueba su cuerpo y las nuevas destrezas que han aprendido.
4.2. El Juego Rudo
Cuando se pasa cerca de un par de chiquillos que se revuelcan uno sobre el otro, a menudo no se puede decir con precisión si están peleando o jugando, fijándose nada más en la expresión de sus rostros. Cerca del 10% del juego libre en la edad escolar está formado por el juego rudo, una actividad vigorosa que incluye luchas, golpes y estrelladas, con frecuencia acompañado de risas y gritos.
El tipo de juego es aporte del legado evolutivo del ser humano. A diferencia del juego simbólico, que es distintivo de las personas, el juego rudo se describió primero en los monos, también parece ser universal, ya que se presenta en la niñez temprana y hasta la adolescencia.
Los antropólogos sugieren que el juego rudo evolucionó como una práctica de las destrezas utilizadas para pelear y cazar (Symons, 1978). En la actualidad sirve a otros propósitos, además del ejercicio físico. Existe una función social: los niños se acostumbran a tener amigos cercanos con quienes luchan, posiblemente porque confían en que sus amigos no se volverán agresivos durante el juego. El juego rudo también los ayuda a evaluar su propia fuerza en comparación con la de otros chicos. En nuestro medio la cantidad de juego rudo por lo general disminuye entre las edades de siete y once años.
4.3. Deportes Organizados
Muchos niños, cuando superan la etapa del juego rudo y comienzan a jugar con reglas, se concentran en deportes organizados, dirigidos por adultos. Millones de niños menores de 14 años forman parte de equipos deportivos fuera de la escuela, pero tres de cada cuatro chicos que comienzan a practicar algún deporte entre los seis y siete años se retiran alrededor de los 15.
Con demasiada frecuencia, padres y entrenadores presionan a los niños para practicar durante muchas horas concentrándose en ganar y no en el placer de jugar el partido, critican las capacidades de los niños u ofrecen sobornos para hacerlos trabajar bien (R.Wolf, 1993). Todas estas tácticas desalientan a los niños en lugar de animarlos a participar. Para ayudarlos a mejorar sus destrezas motrices, los programas atléticos organizados deben ofrecer la oportunidad de ensayar diferentes deportes, de modo que el entrenamiento sirva para desarrollar destrezas y no para ganar partidos, e incluir a tantos niños como sea posible en lugar de concentrarse en unos cuantos.
4.4. Factores que influyen en el progreso escolar
La experiencia escolar de los niños afecta y se ve afectada por todos los aspectos de su desarrollo: cognoscitivo, físico, emocional y social. Además de las características propias de los niños, cada nivel del contexto de sus vidas, desde la familia inmediata, pasando por el salón de clase, hasta los mensajes que reciben de su medio cultural influye n en la calidad de los resultados escolares. A continuación presentaremos este conjunto de influencias.
4.5. El niño
La mayoría de los niños, para la época en que comienzan la escuela, han desarrollado un impresionante conjunto de habilidades que les ayudan a tener éxito. Ellos pueden diseñar y usar estrategias para aprender, recordar y solucionar problemas. Pueden usar el idioma para demostrar lo que saben hacer y responder preguntas, discutir ideas y buscar ayuda. También se vuelven más capaces de distribuir el tiempo y hacerse responsables de sus obligaciones. No obstante, algunos niños están mejor preparados para la escuela que otros. Las diferencias en la habilidad cognoscitiva son importantes, pero factores de temperamento, actitudes y emocionales también afectan el ajuste de los niños a la escuela y su habilidad para responder en ella.
Evidentemente para tener el mejor logro académico, un niño no necesita ser amable y colaborador pero si estar atento en clase. Un chico que se esmera, presta atención y participa activamente tiende a proyectar una mejor impresión y es más probable que logre notas más altas. Un buen informe del rendimiento escolar, a su vez, refuerza el comportamiento y el esfuerzo positivos. Como los patrones del comportamiento en el aula parecen establecerse desde el primer grado, el primer año de educación formal ofrece una "ventana a la oportunidad" para que padres y maestros ayuden a un niño a formar buenos hábitos de aprendizaje.
4.6. La familia
Los padres no necesitan ser los maestros de sus hijos para influir en su educación. Para que los chicos triunfen, les brindan un sitio para estudiar y les dan sus textos y útiles escolares, establecen e insisten en el cumplimiento de horarios para comer, dormir, y hacer las tareas, controlan cuanta televisión ven, lo que hacen después de la jornada de clase, demuestran interés por la vida de los chicos en la escuela hablando sobre lo que pasa allí, los problemas y triunfos de sus hijos, y en muchos casos se vinculan a las actividades escolares. Los padres también influyen en el logro escolar con la manera como motivan a sus hijos y con las actitudes que les transmiten, condiciones que, a su vez, pueden recibir la influencia de la cultura y del nivel socioeconómico.
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