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Desarrollo psicosexual (orientación sexual) (página 2)


Partes: 1, 2

3.      Del primer año de vida a los dos años: El niño comienza a interesarse por los otros niños pero no se trata más que de relaciones paralelar. En esta etapa los niños experimentan sensaciones placenteras al retener y evacuar la orina y los excrementos, así como en observar y tocar sus genitales y deposiciones. Todo esto constituye la forma en que los niños van aprendiendo a reconocer su cuerpo, sus necesidades y sensaciones de placer.

4.      De los dos años a los tres años de vida: Se aguda la formación del "yo". Progresivamente aparece el "mío". El niño repite a veces inoportunamente algunos gestos. Los signos afectivos se hacen más convencionales, descubren las diferencias entre los hombres y mujeres, observarán que los varones tienen pene y las mujeres tienen vagina, tendrán mucha curiosidad, les llamará la atención por ejemplo el hecho que los varones orinen de pie y las mujeres lo hagan sentadas, se darán cuenta que existen diferencias entre sus cuerpos y el cuerpo de los adultos.

5.      De los tres a cuatro años: Después de los 3 años se manifiesta la curiosidad por las partes corporales y paralelamente, como una expresión bastante elaborada de la curiosidad, comienzan a aparecer los llamados "juegos sexuales", al doctor, a la mamá, etc.

6.      De los cuatro a cinco años: Comienzan las teorías infantiles acerca del origen de los niños. Estas teorías se van haciendo cada vez más realistas, pero siempre ingenuas y fantasiosas. Esto depende del grado de información que tenga el niño, de la presencia de hermano y hermanas, de las conductas y actitudes de los padres, etc. Esta etapa, la niña y el niño descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo.  Los niños de esta edad empiezan con los "porque". Cuando los adultos responden las preguntas sexuales, el niño percibe lo prohibido. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro. Aparecen otros tipos de preguntas acerca de la diferencia entre un niño y una niña.

Las manifestaciones de la sexualidad infantil no son pensadas sino naturales y espontáneas. Por tanto actuar con naturalidad frente a la expresión de la sexualidad del niño es una actitud favorable que propicia la salud mental del niño, estimula la expresión de sus sentimientos y emociones.                             

El Desarrollo Psicosexual, también lo podremos explicar de acuerdo a las distintas etapas de evolución en las que se producen cambios, en el mismo y sus relaciones con los demás. Estas son denominadas etapas de evolución de la libido; la libido es la energía que corresponde a la sexualidad.

En estas etapas el individuo busca distintas formas de satisfacción de la sexualidad y de las fantasías.

Freíd describió las etapas y las zonas donde se centra el placer en cada momento del desarrollo. Estas etapas nos permiten comprender las características de la personalidad y el comportamiento.

Por ejemplo, cuando el bebe es bañado, cuando se apega al pecho, biberón o el chupete por el mero placer que le provoca las succión y el contacto. Estas sensaciones visuales, táctiles y aditivas son los primero objetos de amor para el.

Diferentes etapas del desarrollo de la libido

En psicoanálisis se distinguen diferentes etapas del desarrollo de la libido:

Etapa oral:Desde el nacimiento hasta el destete. El niño poco a poco se va identificando con su madre; si ella sonríe el también, si ella habla el balbucea, etc. Durante la dentición el sufrimiento es calmado al morder. El mordisco es su manifestación agresiva y su impedimento o no tendrá importancia en el desarrollo de su agresividad. Por eso el destete debe comenzar antes de este periodo para que el bebe pueda chupar y morder no solo objetos sino comida sólida, sin provocar prohibiciones.

Fase oral: El bebe se encuentra en un estado de desamparo total y esto hace que dependa de su madre, a través del llanto el recién nacido pedirá para obtener la satisfacción de sus necesidades. Ejemplo: cuando llora le responden con un biberón, así a través de la satisfacción de sus necesidades se construye un vinculo con su mama, el cual será de gran importancia para su desarrollo.

El juego en esta etapa es una actividad que proporciona placer autoerótico porque se lleva al cabo en el propio cuerpo. Por lo general esta relacionado con la alimentación. Poco a poco al separarse de su madre el niño comienza a transferirle las propiedades de su cuerpo a "objetos transicionales" (un pañal, una sabanita, un oso de peluche, etc.) ya que permiten crear un espacio intermedio entre el bebe y la mama. Estos objetos son acariciados y maltratados (libido y agresión) para expresar su ambivalencia afectiva.

Etapa anal: En esta etapa el niño descubre junto con el control del esfínter el poder que esto le trae, dar o no dar según quiera. Se adueña de su cuerpo el decide si quiere ir o no ir al baño. Su independencia comienza a tomar forma.

La expulsión de los excrementos produce emociones contradictorias en el niño, por un lado intenta recompensar a la madre con ellos y por el otro, cuando se constipa expresa el desacuerdo o la negación a someterse a la negación de los deseos de la madre.

El niño siente placer cuando es higienizado por su madre, esto es una de las dificultades que el niño sufre al pasar a esta etapa, al no tener esa satisfacción el niño se niega a controlar el esfínter y esto dificulta aun más el desarrollo.

Por otro lado el niño al descubrir este poder de manejo de su cuerpo se siente grande, mayor e importante como algún hermanito o amiguito mayor que ya aprendió a hacerlo, y si es alagado, felicitado y hasta recompensado por ello la satisfacción de haber superado esta etapa es aun mayor que la satisfacción al ser higienizado por su madre.

El control del esfínter requiere dos renuncias: por un lado debe  renunciar a jugar con sus propios excrementos y por otro  debe renunciar a hacer sus necesidades en cualquier sitio y horario.

 El niño trata de imitar al adulto en sus gestos, en sus conductas y en sus palabras.

En esta edad el niño comienza a jugar con agua, con arena y con barro. En esta etapa comienza a desplazarse solo y a adueñarse de los movimientos de su cuerpo, sabiendo que quiere o no hacer. En esta etapa la ambivalencia es la base de la conducta, en la que aparece la tendencia al amor y al odio hacia el objeto de amor. El pensamiento funciona como un esquema de opuestos.

Toda mujer es una mama, buena o mala grande o pequeña; allí empiezan las comparaciones. Los objetos que se oponen a su voluntad son malos y el les pega.

Las reacciones agresivas deben ser desplazadas a los muñecos, los animales o a otros objetos que remplacen a los padres. En este momento el niño toma esta realidad afectiva como objetiva, tan solo registra las repercusiones agradables o desagradables que tiene su propia existencia.

 Fase anal: Esta fase se inicia por el avance de maduración. En esta fase la "caca" para el niño adquiere un importante valor, ya que le otorga un carácter de "regalo" que entrega como signo de amor a su madre. Pero también cobra una carga agresiva, constituyendo un elemento a través del cual se descargan las desilusiones y frustraciones con los objetos amados. En esta etapa cobra importancia la ambivalencia afectiva: amor-odio.

El juego en esta fase es donde el niño le da un enorme placer por la suciedad y el desorden, así como por el dominio y la destrucción, que están relacionados con la zona corporal dominante y la actividad que se despliega el niño en esta etapa.

En este juego se utilizan varios objetos como por ejemplo: juguetes para llenar-vaciar, que puedan rodar (a partir de los cuales el niño experimenta un gran placer), etc.

Etapa fálica:Esta etapa dura entre los 4 y 6 años; la niña y el niño descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo.

Los bebes tienen juegos eróticos manuales y generalmente esta actividad que ellos realizan cesa por si misma y vuelve a aparecer a los 3 años. Descubren la diferencia de los sexos.

Los padres le imponen una renuncia al interés que tienen por tocarse en nombre de la estética y la moral; y el niño se adapta a dicha imposición a fin de retener el amor paternal. Cuando lo logra, se vuelve a centrar en su interés por los genitales.

Los niños de esta edad empiezan con los "porque". Cuando los adultos responden las preguntas sexuales, el niño percibe lo prohibido. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro.

Entre los 4 y 5 años aparecen otros tipos de preguntas como el de: ¿Cuál es la diferencia entre un niño y una niña? Los padres intentan explicar que la niña no tiene pene. El niño trata de negarlo pensando que tienen uno más pequeño o que le va a crecer. Sin embargo, piensa de que la madre también tiene pene, pues al niño le resulta imposible creer que la madre carezca de el.

A medida que el niño crece, la madre ya va dejando de ocuparse de el en forma exclusiva.

El niño necesita menos compañía, juega más con sus juguetes y su voz. La observación de la actividad de la madre y la reflexión sobre sus palabras lo conducen a adquirir dos nociones importantes. Aparece el "obedecer" o el portarse bien con la promesa de que si se porta bien recibirá tal cosa. Lo niños no temen perder el amor de sus padres, porque lo tuvieron o porque no lo tuvieron incondicionalmente, tienen problemas de conducta.

El niño descubre la muerte en esta etapa; al observar a los animales, pregunta acerca de las causas de su muerte que el atribuye a la vejez. "Matar es inmovilizar" ese es el sentido que al principio cobra la muerte para el niño.

El niño o la niña descubren que no son el único amor de la madre, que pueden ser abandonados por otros intereses de ella: su padre y sus hermanos se transforman en sus rivales.

En el estadio anal, la niña se interesa por cambiar y bañar a las muñecas y por lavar trapos. El niño juega más con piedras, con autos, con trenes.

Ella empieza a preocupar por su arreglo personal, le saca los cosméticos a la madre, se pone sus vestidos, le gusta usar carteras, es decir le gusta identificarse con la madre imitando sus acciones, sus gestos y sus palabras.

El niño se entrega a juegos más agresivos, juega con bastones, con palos, los transforma en fusiles o en revólveres y se complace en dar miedo y ordenar. Cuando puede, se pone la ropa del padre.

Hacia los 4 años y medio, el varón juega a golpear y matar a su padre en la lucha emocional con el y trata de acaparar toda la ternura de la madre; le promete casarse con ella y tener hijos: entra en el periodo de complejo de Edipo.

La niña vive un periodo similar, hacia los 3 años y medio: se comporta de manera seductora con el padre, se muestra coqueta y afectuosa, centra su interés en el. Se muestra celosa de el y trata de acaparar toda su atención y su afecto.

Pero para el niño y la niña la pareja de los padres en esta etapa resulta una frustración, y muchas veces los progenitores los mandan a jugar para poder quedar solos en su intimidad y el niño se siente impotente y celoso.

Si el niño asiste a las relaciones sexuales entre los padres, sea porque los sorprende, las imagina como una especie de batalla violenta. A esto se les denomina "escena primaria" (coito entre los padres).

Las nuevas teorías psicológicas sobre la sexualidad femenina ponen el énfasis en la revalorizacion del rol femenino: la mujer no se dirigía al padre porque la madre no tiene pene sino para comprobar si el esta tan orgulloso de ella, porque es tan femenina como la madre.

Complejo de Edipo en el varón: Hasta aquí, los niños tienen la creencia de que todos los hombres como mujeres tienen pene.

La angustia de castración, o sea el temor a la pérdida del pene, parte de una falsa interpretación de la realidad, pero el niño no puede escapar a esta angustia ya que el peligro que siente esta motivado en su fantasía. El niño es consciente del malestar, pero lo niega y lo interpreta como provocado por el exterior, y su razón lo obliga a encontrar una causa. La angustia de castración es consciente, y es lo que determina que el niño se aleje de la relación con su madre. Por eso Freud en sus trabajos dice que la diferencia entre el niño y la niña es que el niño sale del complejo de Edipo por la angustia de castración, en cambio la niña entra en el complejo de Edipo por la misma angustia.

Hacia los 3 o 4 años, el niño se comporta en relación con la madre como un adulto, quiere ocupar el lugar del padre. Para el niño, hasta esta etapa, el más importante amor ha sido la madre y sigue siéndolo.

El niño siente deseos agresivos y de muerte hacia el padre y deseos de apropiación hacia la madre. El niño enfrenta al padre, lo subestima, lo cela porque el es su rival frente a su objeto de amor. El niño declina la agresividad hacia el padre para, en efecto, poder identificarse con el. Hay una doble actitud rival: quiere reemplazarlo pero también imitarlo.

Ya que la competencia con el padre despierta la angustia de castración, sino se resuelve de esta forma, puede tener severos trastornos en la sexualidad y personalidad.

La finalización del complejo de Edipo abre al niño comportamientos escolares y lúdicos, y su vida afectiva comienza a dirigirse hacia otras personas fuera de su familia.

Complejo de Edipo en la niña: En la etapa fálica, a los 3 años y medio, la niña descubre que hay unas criaturas poseedoras de un pene que "ella no lo tiene".

Comienza por negar esto que le pasa, se pone celosa pero sabe que en algún momento le crecerá.

Freud describe como esta envidia del pene, acompaña las fantasías masturbatoria de la niña. Este es un periodo donde la niña tiende a exhibirse, se quiere mostrar desnuda, se levanta las polleras, etc. Esta es la reacción normal de la niña frente a la angustia de castración.

La niña descubre entonces que debe renunciar para siempre con la idea de tener un pene ya que su madre no lo ha tenido nunca.

El interés de la niña se desplaza hacia el cuerpo o el rostro y empieza a adornarse, a peinarse, a ponerse collares y flores en el pelo; esto parece ser una compensación por aquello a lo que ha tenido que renunciar.

Comienza a tratar de conquistar al padre. Se dirige hacia el, a quien considera superior y atractivo para su madre. La niña se vuelca cada día más hacia su padre, declarando abiertamente su deseo de tenerlo como marido, es donde empieza a tener fantasías agresivas en donde mata a la madre y se queda con el padre.

Si el padre no la alienta y no la estimula en esta fantasía, le impone una ley donde ella progresivamente debe renunciar a sus deseos.

En la adolescencia es cuando pueden anunciarse restos de conflicto edìpico; el padre, sino esta celoso, estimula a la adolescente para que trabe relaciones con los otros chicos, con lo cual podrá pasar de su padre como objeto de amor, a un sustituto en el mundo exterior.

Etapa de latencia:Es una etapa que se emplea en la adquisición de los conocimientos necesarios para la vida. Se olvidan las vivencias sexuales infantiles y este olvido posibilita la escolarización.

A esta edad, pueden aparecer trastornos escolares o dificultades para expandirse socialmente, porque el niño no tiene confianza en si mismo. La causa puede ser de una deficiencia intelectual real; pero generalmente las dificultades obedecen a conflictos emocionales que padecen los niños debido a distintas situaciones, tales como divorcios, duelos, enfermedades y/o peleas que perturban la atmósfera familiar.

La libido que antes estaba depositada en el progenitor del sexo opuesto, ahora esta puesta al servicio de actividades escolares de aprendizaje.

De este modo el niño queda libre para establecer vínculos con grupos de pares, maestros y otras personas.

Adolescencia o genitalidad:Durante  esta etapa se produce una transformación, por lo cual la consideramos como un tiempo de cambio, aparece el despertar sexual, pero no el primero. Se llama "secundario" porque ya durante la primera infancia el niño ha atravesado por un prime despertar sexual.

Adolescencia se refiere a hacerse grande, estar en crecimiento, lo cual ha llevado a considerar la adolescencia como la etapa previa a la adultez. Freud no habla de "adolescencia" sino de "pubertad". Y nombra la metamorfosis que se produce con el despertar sexual: la resignificación de la dramática edipica.

En este momento se alcanzan la amplitud para el coito y la capacidad reproductora. Pero la inmadurez psicológica del adolescente hace que este fin no sea logrado tan fácilmente.

La pubertad se presenta entonces como un salto, una irrupción que discontinua los tiempos de la infancia.

Los cambios mas importantes son: la liberación de la autoridad de los padres; el sepultamiento del complejo de Edipo, el encuentro de un objeto de amor en el mundo exterior al familiar y que se accede a la conformidad sexual definitiva.

La Adolescencia

Se define como una etapa de transición entre la niñez y la adultez, caracterizada por procesos específicos, propios e irrepetibles, con gran intensidad de los afectos y vivencias; de transformaciones importantes y de presión social para lograr metas específicas. Al respecto hay que decir que estos procesos se dan siempre en una determinada cultura, lo que define en cierta medida sus características específicas y su duración.

El principal criterio para señalar el final de la adolescencia y el comienzo de la vida adulta es romper con los lazos de dependencia infantil para poder lograr una identidad propia. Esta identidad supone la independencia de los padres en cuanto a la adopción de un sistema de valores propios, elección vocacional, autonomía económica y un buen ajuste psicosexual. Es decir, que la persona llegue a ser autónoma, independiente, auto dirigida, capaz de tomar sus propias decisiones y aceptar las consecuencias de ellas, tener una identidad clara de sí misma, saber quién es, cómo pedir y aceptar ayuda de otros y posteriormente, ser capaz de tener un trabajo y formar un hogar.

Desarrollo en la adolescencia

En general el paso desde la infancia a la adultez no ocurre como un proceso continuo y uniforme. El crecimiento biológico, cognitivo, emocional, social y psicosexual puede ser bastante asincrónico. En el logro de cada uno de estos aspectos suelen haber oscilaciones hasta que se consolida el cambio. El conocimiento del rango de estas variaciones permite al profesional establecer distinciones entre lo que se puede considerar dentro de la normalidad y lo que indica que existe un problema en el desarrollo.

1. Desarrollo Somático

Ya se ha hablado en sesiones anteriores acerca del desarrollo somático del adolescente, así es que aquí se realizará un breve resumen de los cambios que experimenta el adolescente en su cuerpo:

·            Desarrollo de las características sexuales primarias relacionadas a los órganos de reproducción: crecimiento del pene, testículos, ovario, útero, vagina, clítoris y labios genitales mayores y menores.

·            Desarrollo de las características sexuales secundarias: aparición del vello pubiano y axilar; en los varones barba y el vello en las piernas, brazos y pecho; en las muchachas, aparición del botón mamario y desarrollo de los pechos, cambios de voz, posteriormente la menarquía.

·            Adquisición de la madurez sexual (capacidad reproductiva).

·            Desarrollo de las glándulas sudoríparas y sebáceas.

·            Aumento en la velocidad de crecimiento, cambio en proporciones corporales, peso fuerza, coordinación motora.

En las mujeres la pubertad se inicia uno o dos años antes que en los hombres.

Los cambios fisiológicos aparecen en la adolescencia temprana teniendo una gran repercusión psicológica tanto para el adolescente como para quienes lo rodean. Estos cambios externos implican también cambios en el esquema corporal.

El esquema corporal es la imagen interna que manejamos de nuestro propio cuerpo; en el período de la adolescencia una de las tareas importantes es la adaptación a la nueva imagen corporal que se adquiere, con la cual necesita identificarse y lograr una aceptación física de sí mismo. Esta imagen estará impregnada de valoraciones subjetivas en interrelación con el medio y es una parte importante de la imagen que cada uno tiene de sí mismo, así como un elemento donde se sustenta y/o expresa la autoestima.

Frente a estos cambios, el adolescente tiende a centrarse en sí mismo intentando adaptarse a este nuevo cuerpo que le puede producir sensaciones contradictorias. Son frecuentes las interrogantes acerca de cuán normal o no es su desarrollo y cuán atractivo puede resultar para los demás. Así también, son esperables las comparaciones y el interés creciente en la anatomía sexual y fisiológica, incluyendo preguntas acerca de la menstruación, masturbación, orgasmo, etc.

Es en la adolescencia media y tardía donde se podrá ir integrando esta nueva imagen corporal. Una vez que ya se han ido experimentando la mayoría de los cambios puberales, el adolescente tiende a centrarse en hacer atractivo su cuerpo, pasando largas horas preocupado por su estética. Como parte de la búsqueda de una identidad propia y de su expresión en la imagen corporal, es frecuente que el adolescente experimente con su apariencia física buscando diversas formas de vestirse, de peinarse, e interesándose por la moda.

 2. Desarrollo Cognoscitivo

La adolescencia es el período durante el cual la capacidad de adquirir y utilizar conocimientos llega a su máxima eficiencia, capacidad que se va acentuando progresivamente desde los 11 -12 años. Según la teoría cognitiva de Piaget (1969) el joven pasa desde la etapa de las operaciones concretas a las operaciones formales que permiten el pensamiento abstracto, donde el grado de sutileza y complejidad de su razonamiento se hace mayor. El adolescente logra desprenderse de la lógica concreta de los objetos en sí mismos y puede funcionar en estados verbales o simbólicos sin la necesidad de otros soportes. Se constituye así en un individuo capaz de construir o entender temas y conceptos ideales o abstractos. Esta capacidad se supone que llegará a formar parte de la casi totalidad de los adolescentes entre los 17 -18 años.

Al aparecer las operaciones formales el adolescente adquiere varias capacidades nuevas importantes:

·            Puede tomar como objeto a su propio pensamiento y razonar acerca de sí mismo.

·            Puede considerar no sólo una respuesta posible a un problema o explicación a una situación, sino varias posibilidades a la vez.

·            Agota lógicamente todas las combinaciones posibles.

·            El pensamiento operativo formal le permite distinguir entre verdad y falsedad, es decir comparar las hipótesis con los hechos.

·            Puede tramitar la tensión a través del pensamiento y ya no sólo a través de la actuación. Puede "pensar pensamientos".

Este tipo de pensamiento recientemente adquirido trae aparejada la capacidad del adolescente para entenderse consigo mismo y el mundo que lo rodea.

El adolescente es capaz no sólo de captar el estado inmediato de las cosas, sino de entender los posibles estados que éstas podrían asumir. La conciencia de la discrepancia entre lo real y lo posible, contribuye a convertir al adolescente en un "rebelde". Constantemente compara lo posible con lo real y descubre en lo real la multitud de las fallas latentes. Todo esto lo hace ser crítico y puede ser conflictivo ante los adultos.

La aparición del pensamiento operativo formal (hipotético-deductivo) afecta también al adolescente en la idea que se forma de sí mismo. Comienza a dirigir sus nuevas facultades de pensamiento hacia adentro y se vuelve introspectivo, analítico y autocrítico.

El adolescente toma una actitud teorética-intelectualizadora, dominada por el pensamiento hipotético deductivo. Esto supone que el adolescente está permanentemente en la ejercitación de esta nueva capacidad de pensar acerca de los demás y de sí mismo, buscando y exigiendo explicaciones acerca de todo lo que lo rodea.

Estas nuevas capacidades se tiñen de egocentrismo, especialmente en la etapa inicial de la adolescencia. Existe una incapacidad para diferenciar los intereses y motivos propios de los ajenos y como está preocupado de sí mismo, cree que todos los que lo rodean están pendientes de su conducta y apariencia. También como consecuencia del egocentrismo se cree único y especial, no sujeto a leyes naturales que afecten a los demás.

El joven tiende también a la ensoñación, a fantasear, pasando largas horas dedicado a esto. El fantasear constituye un espacio intermedio entre el jugar y el pensar racional simbólico. Aunque supone experimentar con las nuevas posibilidades que le da la evolución en su pensamiento, para el adolescente el "soñar despierto" ocupa un lugar distinto en su campo de conciencia que el pensar racional. Existe, en la mayoría de los jóvenes, la clara diferenciación entre los contenidos de las fantasías, la acción de fantasear y los contenidos del pensar racional y el contacto con la realidad externa que éste exige. Como el soñar, el fantasear tiene también una connotación de realización de deseos que puede ser altamente placentera y exige reducción de la sensorialidad dado el grado de invasión de imaginería visual-auditiva en el campo de la conciencia. Es una mezcla entre sueño y vigilia, acción y simbolización, juego y pensamiento. Un adolescente fantaseando es un sujeto que parece en estado de trance. Esta "acción dentro de la mente" puede realizarse en un espacio privado y ser parte de la intimidad, por ejemplo, encerrado en su pieza recostado en su cama, como también puede implicar una actitud "distraída" en sus tareas cotidianas.

El adquirir la capacidad de razonar sobre sí mismo y el mundo lo lleva a uno de los principales problemas de esta etapa: el de construir su propia identidad. Comienza a preguntarse ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Para dónde voy?.

Se espera que a medida en que se va avanzando en la adolescencia se irá adquiriendo mayor objetividad para evaluar lo que se percibe, habrá una mayor complejidad cognitiva y tolerancia a la ambigüedad.

 3. Desarrollo Emocional

En esta etapa se producen grandes transformaciones psicológicas. La estabilidad emocional del escolar sufre una desintegración, lo que permite una reconstrucción durante la adolescencia. El desarrollo emocional estará vinculado a la evolución previa que trae el niño y al contexto social y familiar en el que está inserto.

Es esperable en el adolescente una marcada labilidad emocional que se expresa en comportamientos incoherentes e imprevisibles, explosiones afectivas intensas, pero superficiales. El adolescente se caracteriza por tener hiperactividad emocional (en el sentido que la reacción emocional es desproporcionada al estímulo que la provoca) y comportamientos impulsivos. Estas conductas se relacionan con la intensificación de los impulsos sexuales y agresivos propios de la etapa, los cuales generan ansiedad y son difíciles de modular.

Son consideradas como una de las tareas evolutivas importantes de esta etapa el aprender a percibir, modular y controlar la expresión de las emociones e impulsos. El desarrollo yoico depende en gran parte de esta capacidad de postergación de las gratificaciones inmediatas. En la adolescencia temprana tiende a haber mayor labilidad emocional y descontrol de impulsos, en la adolescencia media es la etapa en la que los sentimientos experimentan su mayor intensidad y en la etapa posterior el adolescente irá experimentando una mayor profundidad y duración de sus sentimientos, así como irá desarrollando la responsabilidad, lo que implica pasar de sentirse "víctima" de las circunstancias a sentir un mayor autocontrol.

La adolescencia es una etapa de separación e individuación. Esto supone la configuración de una identidad propia, la búsqueda del concepto de sí mismo, así como dejar los lazos de dependencia infantil.

La identidad es la experiencia interna de mismidad, de ser nosotros mismos en forma coherente y continua, a pesar de los cambios internos y externos que enfrentamos en nuestras vidas. El self es todo aquello que sabemos, sentimos, vivenciamos y experimentamos como parte de nosotros. Es todo aquello que nos conforma y compone. En esta etapa se produce lo que se ha denominado Crisis de Identidad, que consiste en la necesidad del adolescente de ser él mismo, de tratar de definir su self y sus objetos y de adquirir algo que lo diferencie del niño y del adulto, para lograr el autoabastecimiento. Es un proceso que comenzó desde el nacimiento del individuo. En esta etapa se reevalúan y se sintetizan todas las identificaciones logradas a lo largo de la historia evolutiva del adolescente. Se reestructuran escalas de valores, ideales, metas y se decide una vocación.

El concepto de sí mismo del adolescente fluctuará entre una enorme sobreestimación, con deseos y fantasías de ser una persona extraordinaria y por otra parte de un intenso menosprecio donde duda de sus aptitudes y habilidades al compararse con otros que toma como modelos a los cuales aspira imitar.

El adolescente intenta progresivamente y en forma oscilante separarse de las figuras parentales, lo cual se expresa en conductas cuestionadoras de los padres, oposicionismo y negativismo. Se desidealizan las figuras de autoridad adultas y el adolescente pareciera que se fija "especialmente" en los defectos, lo que suele ser un proceso difícil de aceptar para los padres. Además, esta rebeldía oposicionista hacia los padres es contradictoria con un verdadero sometimiento a las normas de su grupo de pares a las que el adolescente no se atreve a oponerse. Cabe señalar que no todos los adolescentes desarrollan conductas oposicionistas, muchos logran consolidar una adecuada individuación sin que medien conductas rebeldes o impulsivas, así como también es importante diferenciar estas conductas cuando son propias de un desarrollo normal, de las que corresponden a los trastornos conductuales en la adolescencia.

En el adolescente predomina un fuerte sentimiento de omnipotencia e inmortalidad, lo que junto a la tendencia a actuar los impulsos, los puede llevar a conductas de riesgo donde no se detienen a evaluar las consecuencias.

La etapa de la adolescencia propiamente tal se caracteriza por una gran riqueza y profundidad de la vida emocional. La fantasía y la creatividad están en la cúspide en este período y es frecuente la aparición de aptitudes poéticas, como una forma de sublimar los intensos afectos que se vivencian. Estas aptitudes artísticas tienden a desaparecer al final de la adolescencia. Finalmente, el logro de la identidad significa la interpretación exitosa de la imagen personal y su adecuación en la sociedad.

 4. Desarrollo Social:

En la adolescencia uno de los cambios más significativos que supone esta etapa, es el paso desde la vida familiar a la inserción en la vida social.

Se espera del adolescente una inserción autónoma en el medio social y que alcance el estatus primario: asumir una independencia que lo exprese personalmente y dirigirse hacia roles y metas que tengan consonancia con sus habilidades y que estén de acuerdo con las probabilidades ambientales. El joven procura que sus sentimientos de adecuación y seguridad provengan de sus propias realizaciones, las que confronta frecuentemente con su grupo de pares o compañeros de edad similar.

En la adolescencia temprana se tiende a establecer una relación cercana de amistad con uno o más amigos del mismo sexo. Este vínculo es estrecho y el contacto con miembros del otro sexo suele hacerse en grupo. Hay una fuerte desidealización de las figuras de autoridad, tendiendo al distanciamiento, desobediencia y evitación de dichas figuras.

En la adolescencia media el grupo de pares como tal comienza a tener mayor relevancia. Es aquí donde cobra importancia la pertenencia el grupo del barrio, grupos deportivos, grupos de amigos, etc. Estas pertenencias desempeñan variadas funciones, siendo las principales:

·            Proporcionarle al individuo la oportunidad de aprender a relacionarse con sus compañeros de edad.

·            Aprender a controlar su conducta social.

·            Adquirir destrezas e intereses propios de la edad.

·            Compartir problemas y sentimientos comunes.

En este período se tiende a asumir los valores y códigos del grupo de pares, lo que aumenta la distancia con los padres, existiendo una tendencia "anti-adulto".

En la adolescencia tardía los valores del grupo dejan de tener tanta importancia, siendo los propios valores acordes a la identidad los que se privilegian. Respecto a las figuras de autoridad, se comienza a producir una reconciliación y reparación.

Estos vínculos tardíos suponen menos explotación y experimentación que en la adolescencia media, ya no está todo centrado en la aceptación del grupo de pares sino que se puede compartir con los amigos de un modo más íntimo y diferenciado. Lo óptimo es que se desarrolle una independencia flexible, es decir que el joven concilie un rol definido, pero al mismo tiempo autónomo, que le permita contrastar sus valores. Esto va a depender de la solidez previamente lograda en el proceso de socialización. Si el adolescente fracasa en ser aceptado en un grupo, pueden aparecer conductas de aislamiento o de extrema dependencia a los pares o a determinados grupos a quienes imitará y a los cuales se someterá.

En general, las relaciones con iguales del mismo sexo y del sexo opuesto durante la adolescencia, sirven de prototipo de las relaciones adultas en las interacciones con los miembros del mismo sexo y del sexo opuesto. El adolescente que todavía no ha aprendido a entenderse bien con sus pares en esta etapa, cuando llegue a la edad adulta se enfrentará con serios obstáculos que le dificultarán su inserción social.

La mayor independencia que el adolescente va adquiriendo, y la mayor conciencia de realidad que va desarrollando, le hacen percibir el mundo más descarnadamente y a expresar juicios y pensamientos propios. Los padres tienden a enjuiciar al adolescente y comparan su comportamiento anterior con el actual, atribuyendo los cambios a la influencia del grupo de iguales. Así, es frecuente por ejemplo, la frase "a mi hijo me lo cambiaron los amigos", lo que denota la falta de comprensión en dichos padres respecto a que muchos de los cambios experimentados por su hijo son parte del desarrollo.

Es frecuente escuchar a algunas madres que dicen tener un hijo modelo, porque es tranquilo, no sale a ninguna parte y no tiene amigos, ni "malas juntas". Es importante señalar que esta situación no es necesariamente la ideal y que puede llegar a ser incluso bloqueadora de un desarrollo social más sano del joven hacia la autonomía.

 5. Desarrollo psicosexual:

La sexualidad en la adolescencia se desarrolla en tres áreas:

·            FISICA: aparición de los caracteres sexuales secundarios que preparan al individuo para participar en el acto sexual.

·            PSICOLOGICA: Se manifiesta en el conocimiento, la curiosidad y las intenciones acerca de la sexualidad. El pensamiento proposicional le permite al adolescente imaginarse como persona sexual y elaborar planes. La mayoría de estas actividades ocurren en la imaginación del adolescente.

·            SOCIAL: Comprende la involucración sexual efectiva con otras personas la que se refleja en sus elecciones de objetos sexuales siendo cada expresión un reflejo de la experiencia contextual del adolescente, donde la familia es su ámbito más inmediato.

Como ya se ha mencionado, una de las tareas más importantes del adolescente es consolidar su identidad. Esta supone identificarse permanentemente con sus objetivos, con sus ambiciones relativas a la sexualidad, con el tipo de relaciones que establece con los otros, etc.

La identidad sexual es parte fundamental de la identidad del yo y normalmente es más conocida como identidad del género (da cuenta del sexo psicológico). Durante la adolescencia, el joven se identifica con su propio sexo (sexo identificado), es decir, asume los rasgos, actitudes, conducta verbal, gestual y motivaciones propias de su género. Este sexo identificado necesita ser reconfirmado por los otros (por ejemplo, relaciones con pares de su mismo sexo, relaciones eróticas con el otro sexo, etc.) y por el propio adolescente, para asegurarse de su aceptación y lograr la adaptación social. El rol sexual es el comportamiento de cada individuo como hombre o mujer, y la orientación sexual se refiere al objeto hacia el cual se dirige el impulso sexual.

Cuando se llega a la adolescencia no comienza la identidad de género ni el rol sexual, éste viene desde el nacimiento, imbuido en las actitudes y los valores de la familia, de la cultura en general y de las subculturas específicas. Así como el significado atribuido a la sexualidad en la adolescencia variará dependiendo de los mitos familiares y culturales respecto a este tema.

La falta de experiencia en el trato con el sexo opuesto, la timidez, las bromas groseras respecto al sexo, la falta de información, las vivencias desagradables o inesperadas con el otro, etc. pueden afectar una sana identidad sexual. Incluso las experiencias traumáticas en esta etapa pueden complicar la identidad sexual y desencadenar o favorecer alteraciones psicopatológicas.

Es esperable que en la adolescencia temprana el impulso sexual sea relativamente indiferenciado, de hecho las fantasías o conductas homosexuales aisladas, realizadas como parte de la exploración de la sexualidad, no conforman por sí mismas una identidad homosexual. Es en la adolescencia tardía donde se espera que ya se haya consolidado una clara orientación heterosexual que permita una adecuada formación de pareja.

Elección de pareja

ATRACCIÓN Y ELECCIÓN DE PAREJA: Hay una serie de principios que explican cómo elegimos nuestras parejas. El más importante de estos principios es la interacción entre las características de una persona y la apreciación de esos rasgos por la otra.

1.      Proximidad: cuanto más se ve a alguien, se puede predecir su comportamiento y más cómodas llegan a hacerse las relaciones. Existe además el efecto de exposición que sugiere que una persona gusta más después de verla repetidamente. Claro que la proximidad por sí misma no es base suficiente para la armonía. Cuando las personas siempre están cerca, invaden la vida privada y se vuelven irritantes.

2.      Apariencia física: existe el placer estético de mirar a lo que se considera bello. También se puede creer que cuando existe una envoltura bonita, el interior será más bonito. Otro elemento es el status que se asocia a ello (popularidad). Una cuarta posibilidad es que la gente mejor parecida puede ser más segura, competente y estar más satisfecha.

3.      Características personales: no se trata del rasgo en sí mismo, sino la manera que lo percibimos. Cualidades como la generosidad, sentido del humor y buen carácter, influyen en el grado que nos sentimos cómodos con las personas. En moderación, la competencia, es otra cualidad que las personas admiran. La cuasi perfección parece ser rechazada, porque le recuerda a la gente sus propios defectos.

4.      Similitud: Las parejas tienden a ser similares en cuanto a raza, edad, status, religión, educación, inteligencia, valores y actividades. Aunque es probable que si satisfacen los requerimientos de uno y del otro, los contrarios se atraigan hasta cierto punto. Una excepción a esta regla se da en las personas con baja autoestima, por el reforzamiento de las conductas propias en el otro.

5.      Reciprocidad: Somos atraídos por las personas que han demostrado su "buen gusto y buen criterio" al gustarles nosotros. Nuevamente se revierte en los sujetos de baja autoestima, porque creen que se les miente interesadamente.

Embarazo en adolescentes

Dentro del desarrollo de una adolescente un evento que puede constituir un importante riesgo es un embarazo, ya que afecta las metas y tareas de esta crucial etapa, interrumpiendo los planes para alcanzarlas, con posibles consecuencias tanto para la salud mental de la adolescente y su familia como para el desarrollo del hijo que va a nacer. Las exigencias y responsabilidades de la maternidad ocurren en un momento en que la adolescente esta centrada en la búsqueda de su identidad y de su independencia y antes de haberlo logrado debe satisfacer las necesidades de dependencia de un ser en desarrollo. Por estas razones, y por el notable aumento de su frecuencia, se considera que el embarazo en la adolescencia es un importante problema psicosocial.

Actualmente se evalúa el embarazo adolescente como una situación compleja en la que influyen diversos factores que hay que analizar para poder prevenir.

Dentro de los factores individuales, se plantea que las adolescentes que se embarazan tienen baja autoestima, frecuentemente han fracasado en sus estudios, tienen sentimientos de soledad y refieren conflictos con sus padres, dificultad para establecer metas personales apropiadas y para gratificarse a sí mismas con sus propios logros, poca tolerancia a la frustración, tendencia a la impulsividad y a la inestabilidad emocional, dificultad para anticipar consecuencias y para aprender de la experiencia. También son frecuentes los antecedentes de abuso sexual.

Los estudios señalan que las adolescentes que se embarazan tienden a haber tenido una menarquía precoz, haber iniciado su vida sexual alrededor de los 15 años de edad, y a tener una conducta sexualmente activa, unida a una ignorancia sobre su propia fisiología.

Estas adolescentes suelen insertarse en grupos de pares sexualmente activos, tener pocas amigas y contar con una pareja estable que con frecuencia es 5 años mayor que ella.

En relación con los factores familiares, aunque son inespecíficos, se describen características que aumentan la probabilidad de que ocurra un embarazo adolescente. Este incluye las pérdidas afectivas significativas, figuras parentales ausentes o de vínculos frágiles y conflictivos con la adolescente, sentimientos de ser rechazada o no querida por uno o ambos padres y embarazos adolescentes y/o prematrimoniales en la madre y/o el padre u otras figuras femeninas significativas dentro del grupo familiar. Se agrega a esto el antecedente de uno o ambos padres con ingestión alcohólica excesiva, familias donde se valora el tener muchos hijos y la dificultad para expresar verbalmente sentimientos y emociones lo que conduce a actuar las emociones facilitándose así las conductas sexuales y violentas.

Los factores socioculturales son también complejos e inespecíficos. Aunque los embarazos adolescentes se dan en todos los estratos sociales, se ha visto que tienden a aumentar en familias populares urbanas que viven en condiciones de hacinamiento, con trabajos inestables y de poca remuneración (entre 20% a 28% de cada 100 mujeres entre 15 y 19 años). También se considera que un factor importante es la influencia de los medios de comunicación en la sexualidad adolescente.

 Consecuencias de un embarazo en la adolescencia

Las madres adolescentes se ven enfrentadas a vivir simultáneamente diversas crisis personales y familiares altamente estresantes, lo que incide en el frecuente desarrollo de sintomatología angustiosa y depresiva. A la crisis de la adolescencia propiamente tal, se agrega la crisis del embarazo, de la relación de pareja, la cual dependerá también de la actitud del padre del hijo que espera y que involucra difíciles decisiones compartidas (por ejemplo, la de vivir o no en pareja) duelo del abandono de los ideales y metas trazados, duelo del alejamiento de los padres y/o brusco cambio en la relación, adaptación a otra familia, cambio en las relaciones con los pares, a veces abandono y rechazo, etc.

Las familias de las adolescentes, aunque les den apoyo material, en general tienden a mantener una actitud condenatoria que la adolescente vive con mucha culpa y de auto desprecio. Por otra parte en la familia se puede desencadenar también una crisis, por las diferencias de criterio de los adultos en cuanto a la aceptación o rechazo del embarazo y a la actitud que deben tener con la hija.

Las investigaciones señalan que las adolescentes después del parto reinician su vida sexual a los pocos meses sin tomar las medidas necesarias para prevenir un segundo embarazo, tendiendo a vivir con fuertes sentimientos de culpa y marginación. Mas de los dos tercios de las adolescentes que tienen un hijo antes de los 15 no terminan sus estudios y la mitad de las que lo tienen entre los 15 y 17.

Relaciones prematrimoniales

Hay diversos factores por los cuales los adolescentes quieren o tienen relaciones prematrimoniales. Aquí se hará un breve análisis de los diferentes factores:

·                       Factores relativos al entorno social.

Se puede constatar que este factor esta relacionado al uso de drogas y alcohol, el tener actitudes permisivas en materia sexual, y a la asociación con compañeros sexualmente activos. En el caso de las amistades que es el más importante en este aspecto se puede decir que existen dos tipos de presiones que son las que actúan con bastante importancia:

1.      Presión social activa, es aquella que realiza una invitación explícita para probar una nueva experiencia.

2.      Presión social pasiva, es aquella que por el efecto del modelaje(ver a otros realizando conductas), y la percepción errónea a nivel de ocurrencia de dicha conducta en el grupo de amistades(pueden ser películas, revistas, medios de comunicación, etc.). A esto también se le puede enlazar los tipos de conversaciones entre grupos y la percepción que esto logra en si es importante el tener relaciones sexuales.

Los padres juegan un rol muy importante, ya que ellos son quienes deben guiar a sus hijos en todo aspecto. Mientras más conversación tengan los hijos con sus padres y mejor sea el trato mutuo entre ellos va a ser menor el riesgo de que el adolescente tenga estas relaciones.

·                     Factores Psicológicos.

Dentro de este factor cabe mencionar los aspectos psicológicos que se enlazan, estos son: baja autoestima, inseguridad y temor al rechazo, bajas aspiraciones educacionales y de logro, impulsividad o déficit importantes en el nivel del control de impulsos, mala relación con los padres, carencia de creencia y compromiso religioso.

Esta demostrado que en algunos adolescentes el temor a perder a la pareja esta a la base de la mantención, si no en el inicio, de relaciones pre maritales. Se ha postulado que las aspiraciones de logro académico se insertan dentro del marco de un proyecto de vida a cuya concreción los jóvenes dedican esfuerzo. El nexo de abstinencia de relaciones prematrimoniales y el logro académico, es que ambas implican sacrificar el goce inmediato en función de un bien futuro, postergando la satisfacción de impulsos del momento en función de una meta trascendente. Wagner(1978) destaca que, en este sentido las creencias religiosas también tienen una incidencia en el autocontrol.

·                       Factores situacionales.

La oportunidad que se les presenta fácilmente a los adolescentes es un elemento dentro de las variables asociadas a las relaciones premaritales. En Chile, en nivel socioeconómico medio – alto, es frecuente que las primeras relaciones pre maritales ocurren en los fines de semana o cuando los padres no están en el hogar, esto casi elimina que ocurra en la semana, ya que el promedio de hijos por casa es mayor de un hijo, esto quiere decir que es difícil que los jóvenes queden solos durante periodos largos de tiempo. También se puede hablar de asociación estacional: las primeras relaciones suelen darse en periodo de vacaciones, en los cuales la oportunidad se da más fácil, ya que hay mayor tiempo libre. Los jóvenes cuando buscan relaciones se las ingenian para obtenerlas, esto quiere decir que no depende de los padres el restringirlas, cuando la decisión esta tomada. Otro factor de situaciones es el ir a fiestas y salidas a tempranas edades.

El Matrimonio: es una unión entre dos personas que cuenta con un reconocimiento social, cultural o jurídico, y tiene por fin fundamental la fundación de un grupo familiar, aunque también para proporcionar un marco de protección mutua o de protección de la descendencia (protección tanto jurídica como económica y emocional). Puede ser motivado por intereses personales, económicos, sentimentales, de protección de la familia o como medio para obtener algunas ventajas sociales.

Si bien tradicionalmente el matrimonio se ha concebido social y jurídicamente como una unión entre un hombre y una mujer, hoy en día su definición se encuentra bajo una intensa discusión a causa, principalmente, del reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo en algunos países.

El matrimonio es una unión pactada, si bien dicho pacto no tiene siempre por qué ser establecido por las partes contrayentes que van a formar el nuevo núcleo familiar, sino que en ocasiones la unión se realiza mediante un pacto previo entre las familias de los contrayentes.

El matrimonio puede ser civil o religioso y, dependiendo de la religión o del ordenamiento jurídico, los derechos, deberes y requisitos del matrimonio son distintos. Ahora bien, no todas las sociedades establecen la distinción entre matrimonio civil y matrimonio religioso, válida sólo en Occidente. Hasta hace menos de dos centurias sólo había matrimonio religioso, al que se considera un sacramento.

La madurez sexual

Es la edad o etapa en la que un organismo se puede reproducir. A veces se considera sinónimo de edad adulta, aunque son dos conceptos distintos. En los seres humanos, el proceso de maduración sexual se denomina pubertad.

En organismos superiores, la madurez sexual es consecuencia de una maduración de los órganos reproductivos y de la producción de gametos. También puede ir acompañada de una fase acelerada de crecimiento u otros cambios físicos que distinguen al organismo inmaduro de su forma adulta. Los cambios físicos se denominan características sexuales secundarias, y, a menudo, representan un aumento en el dimorfismo sexual. Por ejemplo, antes de la pubertad, niños y niñas tienen el pecho plano, pero tras la pubertad se produce la diferencia al aparecer senos en las mujeres.

Aspectos Culturales y Sociales de la Sexualidad

La sexualidad humana es parte esencial de los individuos y las sociedades que constituimos la especie humana; abarca y antecede todas las esferas de nuestro quehacer, tanto los aspectos culturales como los individuales. Cuando decimos "sexo", nos referimos quizás a una relación erótica, coital, a una experiencia en efecto relacionada con lo sexual, pero también involucra nuestras emociones, gustos, comportamientos e identidades. La sexualidad no se limita al ámbito reproductivo; por el contrario, lo rebasa pues es una experiencia tanto individual como social, cultural y humana. Por ello, podemos afirmar que existen muchas sexualidades, no solamente una forma de ejercerla y vivirla, sino quizá tantas como grupos sociales existen y han existido. La sexualidad se vive diferentemente si es hombre o si se es mujer, si se pertenece a un grupo social o a otro y también está moldeada por nuestras creencias, pues éstas han construido una imagen o relación acerca de lo sexual.

En nuestra sociedad la sexualidad se encuentra rodeada de un gran número de prejuicios que la convierten en tema tabú, del que casi no se habla. Por esto, existe confusión en torno a su significado: algunos creen que sólo se refiere a las relaciones coitales y otros consideran que el sexo sólo tiene que ver con la procreación.

La sexualidad se ha vivido y construido de diversas formas en la historia, por ello es "diversa" y es quizá ése su principal valor. No existimos individuos idénticos, con necesidades y comportamientos iguales, sino que nuestra vida en su conjunto nos permite "construir" nuestra sexualidad. Por tanto, la sexualidad además de ser un hecho biológico, es una construcción social que se elabora a partir de ese hecho biológico. Por eso, es muy importante reconocer que son parte del amplio concepto de sexualidad humana los procesos educativos, formales e informales; nuestro cuerpo y sus cambios a través del tiempo; los límites y facilidades sociales; la propia imagen, nuestras diversas identidades (hombre, mujer, joven, heterosexual, judío, anciano, roquero, machín, padre, madre, y un enorme etcétera); nuestros comportamientos, gustos y afectos; nuestra percepción acerca del hecho de ser hombres y mujeres; así como las atribuciones, características y expectativas que la sociedad en su conjunto, el Estado y la familia construyen a partir de dicho suceso biológico: ser hombre o mujer.

La sexualidad está conformada por múltiples dimensiones y por ello existen muy diversas aproximaciones para explicar qué es la sexualidad humana. No obstante, el hecho de hacer divisiones y categorizaciones para intentar su cabal comprensión; en realidad en nosotros y nosotras estos aspectos confluyen y se viven de manera conjunta. Es decir, tener una vulva o un pene no es lo que me hace ser mujer u hombre, sino el conjunto articulado y construido a partir de ese hecho biológico y del proceso social en el que el individuo se encuentra inmerso.

Podemos distinguir con claridad hechos o comportamientos relacionados con el sexo (la masturbación, una erección, una relación coital, etc.); también comprenden conductas más elaboradas o que son el reflejo de dichos actos, tales como el coqueteo, el proceso de enamoramiento o la conceptualización que hemos construido como mujeres y hombres. Por ello, es complejo e incluso aventurado dar una categórica y definitiva definición de lo que es la sexualidad; en cambio, podemos hacer algunas aproximaciones que dependerán desde qué perspectiva el individuo o la sociedad intenta dicha definición. En términos generales, podemos decir que la sexualidad es el conjunto de experiencias, sociales e individuales, de comportamientos e identidades resultado de la construcción social a partir del hecho biológico de ser seres sexuados. La sexualidad se refiere a una dimensión fundamental de las personas basada en el sexo, el género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y la reproductividad. La misma se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones.

Rol social del Hombre y La Mujer

Se refiere al conjunto de funciones, normas comportamientos y derechos definidos social y culturalmente que se esperan que una persona (actor social) cumpla o ejerza de acuerdo a su estatus social adquirido o atribuido. En todo grupo hay miembros de diverso status, unos de rango superior y otros de rango inferior y a cada status corresponde un rol, es decir, un determinado comportamiento en presencia de otros. Así pues, el rol es la forma en que un status concreto tiene que ser aceptado y desempeñado por el titular. Algunos status conceden al titular ciertas inmunidades al desempeñar el rol, como por ejemplo, al enajenado mental se le permiten comportamientos que no se les permiten a otras personas. Si el individuo no desempeña su rol de la forma esperada, puede tener riesgo de exponerse a sanciones. Puede decirse en castellano papel social, aunque es menos frecuente en la literatura especializada.

Juego o set de roles (del inglés role set) se refiere al repertorio de relaciones funcionales que una persona establece y representa con otros actores sociales en situaciones determinadas. Una persona puede ser un empleado de una tienda, capitán del equipo de fútbol del barrio, compañero de trabajo y padre y todo eso serían funciones sociales.

Los medios masivos de comunicación son uno de los ámbitos más importantes en los que se desarrollan mayores roles o papeles sociales. Existen, desde hace mucho tiempo, roles que afectan al género en la publicidad, al vender un status.

En el caso de la mujer:

·           Reclamo erótico-sexual-estético: es el reclamo más tradicional y más arraigado a los inicios de la publicidad, por el cual se induce al consumo tras vincular las expectativas de satisfacción con las necesidades sexuales. Este tipo de reclamo, presenta a la mujer sin identidad propia, sólo pone su cuerpo y belleza al servicio de las satisfacciones de los varones. Se presenta a la mujer como mero objeto, un elemento más que forma parte del producto anunciado.

·           Reclamo estético: en este caso se utiliza a la mujer para adornar los productos. En general, se hace uso de una mujer que responde a los cánones generalizados de belleza: extremada delgadez, tez morena, cabellera larga y pechos exuberantes. Se encuentra habitualmente en perfumes y productos cosméticos.

·           Rol de ama de casa o madre: se muestra a la figura femenina realizando las tareas del hogar. Cada vez se suaviza más este rol con aquello de que la sociedad avanza hacia la igualdad entre los sexos. Aun así la mujer es la que protagoniza la mayoría de los spots para productos de limpieza y cocina.

·           La mujer en función del hombre: es el rol que muestra cómo la mujer se ocupa del cuidado personal del hombre. Este cuidado abarca desde la alimentación y el vestuario hasta decoración de ambientes, lo que llena de gratificaciones al hombre. Está relacionado con el tópico de que "detrás de todo hombre hay siempre una mujer".

·           Liberación de la mujer: acorde con el avance de la igualdad de sexos se pretende mostrar a una mujer moderna. A mediados de los 80 se crea un novedoso estereotipo femenino que aleja a la mujer del prototipo tradicional de ama de casa y sumisión al hombre, representando a una mujer independiente, liberal, dinámica, activa que trabaja fuera de casa a cambio de un salario, y accede a lo público.

En el caso del hombre:

·           El hombre ausente: consiste en esconder la figura del hombre y sólo mostrar el objeto que utilizará el hombre. Dígase un reloj, una pluma, algo de ropa… Destacan por ser anuncios que utilizan un fondo neutro.

·           El hombre fragmentado: consiste en fraccionar el cuerpo de un hombre porque se considera que ciertas partes tienen un determinado valor. Por ejemplo, un pecho musculoso o una espalda robusta son rasgos propios de la fuerza.

·           El otro: lo que entendemos por este modelo es aquel sujeto publicitario que no responde a las características del hombre occidental. Por tanto, cabe hablar de cómo es la fachada exterior del hombre que aparece en el anuncio publicitario: destaca, en muchas ocasiones por el color de la piel o el cabello y, en otras, por la indumentaria (quimonos, chalecos, albornoces…). Un ejemplo claro son los anuncios del whisky Cutty Sark en los que, a veces, un joven occidental practica surf o toca el tam-tam en un poblado africano, siempre acompañado por alguien de raza negra.

·           El hombre disfórico: este modelo es muy parecido al anterior, ya que ambos suponen una negación del sujeto publicitario. Sin embargo, este sujeto choca con el mundo que caracteriza la publicidad, donde la principal característica es la felicidad perenne y si, por alguna de aquellas, hace acto de presencia la enfermedad, el cansancio o algunos problemas como la caspa, calvicie o exceso de pelo, su aparición es momentánea porque el producto actúa como una pócima mágica que elimina cualquier tipo de problema.

·           El hombre trabajador: la figura del hombre ha desplazado al sujeto publicitario del ámbito público y laboral, al privado y familiar. Así aparece un nuevo sujeto que es más lúdico que trabajador, más gozoso que productor. Ese predominio de lo festivo sobre lo laboral se debe al carácter persuasivo del mensaje publicitario. Por eso, podremos afirmar que en el hombre publicitario se está produciendo una feminización. Y puesto que el cansancio nunca puede salir en publicidad, este puede desglosarse en dos modelos:

·           El hombre trabajador que figura en el anuncio como representante del consumidor

·           El hombre trabajador que redunda en el beneficio del consumidor.

·           El testimonial, el objetivo de este rol es doble:

o      Avalar las bondades de la mercancía con la presencia del experto y propiciar la identificación entre este y el consumidor.

o      Propiciar la identificación entre éste y el consumidor (lo cual se consigue por medio de una serie de procesos mentales y sociales).

Conclusión

La educación sexual trata de impartir una información progresiva y adecuada de lo que es la sexualidad humana para su formación, tanto en lo biológico como en lo afectivo-social.

Debe perseguir la realización de una sexualidad plena y madura que permita al individuo una comunicación equilibrada con el otro sexo, dentro de un contexto de afectividad y responsabilidad. Valorización integral del sexo: la raíz biológica del ser humano es bisexual: hombre y mujer. La sexualidad es una forma de ser y manifestarse de lo humano. En el ámbito sexual las principales características son:

* No empieza y termina en el mismo individuo, sino que se proyecta en otra persona.

*Puede trascender mas allá de dos individuos con el fruto de un nuevo ser.

Por lo tanto la sexualidad se considera como una experiencia de comunicación entre dos personas y también como un mecanismo de reproducción de la especie humana.

Es indispensable que el niño reciba amor para poder darlo. Las primeras experiencias maternas (pecho, caricias, alegría, ternura, etc.) Son esenciales para la vida futura. La ayuda al niño para que integre su propio sexo es fundamental.

El desarrollo libre de su motricidad y de experiencias e iniciativas personales va a condicionar una sexualidad sana, así como el establecimiento de unas relaciones paterno/filiales.

La información sexual, es un aspecto de la educación sexual que consiste en contestar con verdad, sencillez y precisión a las preguntas que realizan los niños y en proporcionarles los conocimientos adecuados a su edad. Los modos de información pueden ser:

a.      No verbal, que se realiza al contemplar espontáneamente las diferencias sexuales entre padre y hermanos.

b.      Verbal familiar, que es efectiva cuando se informa adaptándose a la edad, se responde sin ir mucho más lejos de lo que el niño solicita y se asigna a cada cosa su nombre correcto.

c.      Científica, es una instrucción sistemática y programada, cuyos contenidos básicos serian el aparato reproductor, la higiene sexual y los aspectos psicobiológicos de la relación y complementación humana.

Cabe señalar que la educación sexual corresponde a la familia en cuanto a educación afectiva y a la escuela en cuanto que esta se desarrolla en un régimen de coeducación. La formación e instrucción corresponde a la familia por lo menos en cuanto a información espontanea y sistemática.

También en la familia es importante manejar gradualmente lo científico y sistemático, aunque esto muchas veces esta condicionado por el nivel cultural.

Otros canales de socialización y educadores de la sexualidad son: la religión, los amigos, los medios de comunicación masivos y las leyes.

A través de la historia se ha demostrado que en muchos pueblos, la educación sexual ha sido prohibida, mala e indebidamente. Hablar de sexo es todavía para muchas personas, despertar a los jóvenes adolescentes ideas y pensamientos malsanos y creen que el callar y no mencionar temas sexuales dejan de existir los problemas relativos a ello.

Es preciso hacer notar que la pubertad y la adolescencia son períodos consecuentes de un desarrollo normal y que además de los cambios físicos y funcionales, se presenta la madurez de los órganos sexuales.

La madurez sexual permite al ser, proyectarse ante la sociedad en forma muy especial y diferente a la conducta observada en la infancia y con los adultos.

Los cambios físicos del adolescente le ayudan a afirmarse y a tener conciencia del sexo. Es cuando las personas del sexo opuesto se identifican y la atracción por el sexo contrario se manifiesta y se intensifica.

Evitar la educación sexual puede causar trastornos y anormalidades, debe orientarse oportunamente a los adolescentes y jóvenes, proporcionando lecturas adecuadas; organizarles conferencias, seminarios, conversaciones familiares para proyectar su inquietud y tener la oportunidad de transmitir valores higiénicos sobre la necesidad de conocer y de comprender que el proceso de la madurez sexual es algo natural, regular y sano.

Bibliografía

·   Guía para los Padres, (1973). El Mundo de los Niños. Volumen 15. Salvat Editores, S.A. Barcelona-Madrid-Buenos Aires…

·   Enciclopedia Temática Ilustrada Convivencia y Actitudes. Argentina. Volumen 06. Dinámica.

·    Centro de Documentación Virtual.

www.auyantepui.com/Web/sociedad/alternativo/adultos/educacion_sexual/

www.sexovida.com/educacion/index/

 

 

 

 

 

Autor:

González Hyennifer

C. I.: 16. 093.333

Republica Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Superior

Universidad Nacional Experimental "Simon Rodríguez"

Convenio: A.S.O.T.S.U.  Organización Del Caroni.

Tutor Académico: Elizabeth Lara                             

Ciudad Guayana, Noviembre Del Año 2008

Partes: 1, 2
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