La calidad del aprendizaje a través de la evaluación en la asignatura imagenología
Enviado por Aquedo Paz Rodriguez
- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Formulación de un sistema de evaluación que eleve la calidad del aprendizaje de la asignatura de Imagenología en los estudiantes de Medicina
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
La presente investigación propone un sistema de evaluación que contribuya a elevar la calidad del aprendizaje en la asignatura de Imagenología de los estudiantes de Medicina que estudian en la Filial de Ciencias Médicas de Remedios. Se recogen los principios y fundamentos de la Educación Superior, formulándose un estudio de las características de dichos estudiantes y su formación integral. En la indagación se utilizan métodos de nivel teórico (lógico-histórico, analítico-sintético, inductivo-deductivo, enfoque de sistema), empírico (análisis documental clásico, entrevistas, encuestas, observación directa), matemático (análisis porcentual) que sirven como herramientas para la valoración y análisis del estado de la muestra y la propuesta del sistema organizado, dirigido y controlado por el profesor. Se arriba a conclusiones que permiten ofrecer recomendaciones, propiciando el desenvolvimiento integral de la personalidad de los mismos.
Palabras claves: sistema de evaluación, aprendizaje, calidad, formación integral, personalidad.
La universidad médica del presente siglo requiere un enfoque integral del proceso de formación en el que se tengan en cuenta las dimensiones esenciales que lo caracterizan, como son:
La dimensión instructiva: Lo que supone la apropiación por parte del profesional de los conocimientos y habilidades necesarias.
La dimensión desarrolladora: Esta dimensión implica poner al futuro profesional en contacto con el objeto de su profesión para contribuir al desarrollo de correctos modos de actuación.
La dimensión educativa: Es esta la que permitirá prepararlo para vivir en sociedad y fortalecer en él los valores que le permitan cumplir con su encargo social.
Concebir una educación superior que tenga en cuenta las dimensiones antes declaradas nos conduce a ser cada vez más exigentes y observadores en el cumplimiento de los principios que distinguen la educación en las ciencias de la salud.
Nuestro quehacer responderá a:
– La unidad de la Instrucción y la Educación.
– Los métodos activos de enseñanza – aprendizaje.
-.La concepción Integral de la Salud.
– La combinación del estudio y el trabajo.
– La integración docente – asistencial – investigativa.
Debemos aspirar a la transformación de la personalidad del estudiante, logrando un desempeño profesional integral. Ello ha de expresarse, no solo en su formación científico-técnica, sino además en: la formación humanística, la independencia y la creatividad, el desarrollo de sus capacidades intelectuales, el comportamiento basado en elevados valores y el compromiso social.
Buscando una educación masiva, justa, humana y equitativa, es que en el país se inician las transformaciones de la nueva universidad cubana, la cual requiere nuevas estrategias y recursos humanos, que junto a las nuevas tecnologías, esté al alcance de todos y así crear profesionales , técnicos, ingenieros e intelectuales con una amplia cultura general integral. Los cambios no siempre resultan fácilmente comprensibles, pues las viejas ideas siempre hacen resistencia a ellos, por lo que para dar continuidad hay que estar convencidos y conscientes de la tarea a enfrentar y así trasmitirla a los demás para hacer conciencia y actúen acorde a su tiempo. Decía Fidel: "No se concibe cómo puedan resolverse los problemas del futuro si tales conocimientos no se universalizan; en segundo lugar, no se concibe cómo puede llegar a hacerse realidad la sociedad comunista sin la universalización de los conocimientos científicos y técnicos.
El modelo pedagógico que pretende promover la universalización de la educación superior tiene la meta de favorecer el desarrollo integral de los estudiantes, progresivo y secuencial donde la relación de maestro – estudiante es dialógica, por tanto el docente no actúa como trasmisor sino que se convierte en guía, facilitador, donde los contenidos curriculares son pluridimensionales, atendiendo un conocimiento científico, laboral y al desarrollo de los rasgos conformadores de la personalidad, lo que conduce a que su metodología sea variada de acuerdo con objetivos y contenidos concretos y a que la evaluación educativa se conciba realizar sobre la base de una integración tipológica.
En materia de evaluación educativa, la evaluación del aprendizaje de los estudiantes ocupa un lugar central, tanto así, que en las etapas iniciales del desarrollo de dicha materia, como campo científico, la "medición" del rendimiento de los estudiantes constituía prácticamente su único objeto. La rápida proliferación de modelos y estrategias para la evaluación educativa que se produce a partir de los años 50 – 60, se acrecienta en la década del 70 y van conformando y ampliando el campo de sus distintos aspectos (instituciones, programas educativos, currículo, profesores, estudiantes) no mermó, sino por el contrario enriqueció la problemática de la evaluación del aprendizaje y si conceptualización en un marco referencial más amplio y coherente del fenómeno educativo. Este desarrollo no solo tiene lugar desde la perspectiva de la evaluación sino del avance de las ciencias educativas en general, y particularmente, en lo relativo a las concepciones sobre la enseñanza y el aprendizaje.
Sin embargo, muchos de los problemas de la evaluación del aprendizaje, identificados y formulados desde hace tiempo, persisten hasta nuestros días. Algunos se presentan con formulaciones renovadas, pero en esencia se mantienen y nos ponen en duda respecto a la práctica evaluativa que como profesores universitarios realizamos.
El presente trabajo se plantea como
objetivo general:
Proponer un sistema de evaluación que contribuya a elevar la calidad del aprendizaje de la asignatura Imagenología en los estudiantes de Medicina.
La Imagenología ha experimentado enormes avances tecnológicos y aplicaciones clínicas cada vez más amplias desde que Roentgen descubrió los rayos X en 1895.
En los últimos 10 años ha habido un crecimiento expansivo en el diagnóstico radiológico por imágenes con el refinamiento progresivo de las radiografías convencionales, el desarrollo de nuevas modalidades imagenológicas y la introducción de la informática en este campo, que complementa el trabajo del médico clínico.
Ante el advenimiento y desarrollo del ultrasonido diagnóstico (USD), de la tomografía axial computarizada (TAC), la resonancia magnética por imágenes (RMI), la radiología intervencionista (RI) y otras sofisticadas técnicas de diagnóstico por imágenes, los futuros médicos necesitan, además de los conocimientos básicos de la enseñanza curricular, una adecuada orientación que les instruya y permita la elección del mejor método, entre el abrumador número de posibilidades para la solución de cada problema clínico.
La estrategia para el desarrollo de la asignatura, está diseñada de manera tal que permita estimular a los estudiantes en su auto preparación y desarrollo del valor responsabilidad, dotarlos de herramientas y conocimientos básicos en el desarrollo de habilidades necesarias para la identificación, interpretación y estudio de los síntomas, signos y síndromes más importantes de cada aparato o sistema, utilizando los medios diagnósticos de laboratorio e imagenológicos y vincular los conocimientos clínicos con los adquiridos en las ciencias básicas.
Para la implementación de la asignatura se utilizarán todos los escenarios docentes existentes en el territorio, tanto de la Atención Primaria de Salud (consultorios del médico de la familia, policlínicos, hogares de ancianos, centros de salud mental, hogares de impedidos físicos, etc.), como de la Atención Secundaria. Este último será utilizado para el desarrollo de los contenidos y habilidades identificados en el programa y que no puedan cumplimentarse en la APS.
Es importante que el estudiante sea educado en su responsabilidad personal por completar la formación que tiene prevista y en la dedicación que ha de tener para entrenarse en las habilidades que debe adquirir, aunque tenga que disponer de su tiempo personal para ello. Así logrará resultados satisfactorios en todos los ámbitos evaluativos en que se manifieste.
La evaluación es una cuestión nuclear y determinante en educación y en las actividades de enseñanza – aprendizaje. Hasta tal punto que del modelo de evaluación aplicado en la práctica dependen en gran medida el resto de los planteamientos de la actividad docente y de los estudiantes.
Un buen modelo de evaluación no es sólo el procedimiento para aprobar o suspender a los estudiantes, sino que es la clave para la mejora de la calidad de la enseñanza y de los resultados del aprendizaje.
Se asume como fundamento teórico de partida los postulados del Enfoque Histórico Cultural, propugnado por Vigotsky y seguidores, en tanto constituye una teoría del desarrollo humano que se deriva de una interpretación consecuente de la Filosofía Materialista – Dialéctica y proporciona categorías de indudable valor teórico y metodológico para abordar el tema de la evaluación, como se ha podido constatar en numerosas investigaciones de diversos países y el creciente interés, que a nivel mundial se manifiesta en la actualidad.
En la década del 70 percibimos la tónica en el desempeño del alumno, donde se concibió la evaluación como un proceso que integra todos los elementos involucrados en el proceso de aprendizaje y permita una visión amplia del estado actual en que se encuentra el proceso (Bloom, Hasting y Manaus, 1971; Danilov y Skatkin, 1975; Marqués, 1976 y Klingberg, 1978).
Según Peña de la Mora (1990) la evaluación no contribuye positivamente al proceso de enseñanza – aprendizaje, porque su acción se reduce a la medición.
Otros autores como Santos Guerra (1990); Casanova (1998) y Picardo (2003); consideran que se realiza fundamentalmente una evaluación cuantitativa (sumativa) donde solo se evalúa al alumno y principalmente la vertiente negativa (errores de aprendizaje) y la evaluación constituye un instrumento de control, de poder.
La evaluación tiene un carácter personológico, se reconoce como el componente que influye en el proceso de desarrollo de la personalidad del estudiante, potenciando su autorregulación, metacognición, etc. Se trata de una evaluación cuya finalidad sea la mejora de la intervención pedagógica, teniendo en cuenta todos los elementos que intervienen en el proceso para facilitar la toma de decisiones adecuándolas cada vez más a las potencialidades reales de los estudiantes (Artiles Armada, K; 2001).
Doris y Beatriz Castellanos y el equipo del ICCP defienden la concepción que resume las cualidades que debe poseer una evaluación perteneciente a un proceso de enseñanza – aprendizaje desarrollador, promotor de cambio educativo: "desarrolladora, procesal, holística, contextualizada, formativa (al servicio de valores), cualitativa, que transite por diversas modalidades (heteroevaluación, coevaluación y autoevaluación"
Como extensión de estos postulados se refiere una definición de evaluación del aprendizaje ofrecido por Nieves Achón (2001): "proceso interactivo cada vez más personalizado, democrático, donde se comparten las responsabilidades entre profesores y alumnos y la evaluación toma dimensiones internas cualitativas y que integra conocimientos procedimentales y actitudinales, sobre la base de que los alumnos emitan sus juicios, identifiquen potencialidades y debilidades, no solo de su aprendizaje, sino también de la enseñanza que reciben de modo que sirva para tomar decisiones sobre el aprendizaje individual (alumno) y reajustar el proceso de enseñanza (profesor)".
Además de coincidir con la definición anteriormente referida se aceptan para la concepción de evaluación por la cual se aboga en la universalización, las siguientes características atribuidas a este proceso por González Pérez, M (2001) que aportan importantes elementos para el enriquecimiento de lo expuesto, con el objetivo de lograr un mejor entendimiento de la misma:
1. Constituye un proceso de comunicación interpersonal, donde los roles de evaluador y evaluado pueden alternarse, e incluso, darse simultáneamente.
2. Tiene una determinación socio – histórica. La evaluación se realiza con referencia a normas y valores vigentes en la sociedad y las concepciones y valores de los implicados en la misma (instituciones, personas).
3. Cumple diversas funciones a la vez, complementarias y hasta contradictorias entre sí. Sus funciones esenciales son las formativas.
4. Responde a determinados propósitos, conscientemente planteados o latentes; coincidentes y compartidos por los participantes en la evaluación o no.
5. Constituye un aspecto consustancial al proceso de enseñanza – aprendizaje, como componente funcional del mismo.
6. Abarca los distintos momentos del proceso de aprendizaje. Desde el estado inicial del sujeto de aprendizaje, el propio proceso en su despliegue, hasta los resultados parciales y finales correspondientes.
7. Está compuesta por diversas acciones u operaciones relativas a la determinación de los objetivos, del objeto, la obtención y procesamiento de información, la elaboración de un juicio evaluativo, la retroinformación y toma de decisiones derivadas del mismo, su aplicación y valoración de resultados.
8. Supone diversos medios, procedimientos, fuentes y agentes de evaluación.
9. Abarca atributos cualificables y cuantificables del objeto de evaluación.
10. Incide sobre todos los elementos implicados en la enseñanza y ayuda a configurar el ambiente educativo.
De modo general se puede considerar que evaluar es el proceso y resultado de apreciar un objeto o fenómeno de la realidad, en sus características esenciales, sus manifestaciones particulares, en su devenir y estado de desarrollo actual y previsible, de acuerdo con juicios o con patrones definidos e indicadores establecidos a tal fin. Toda evaluación responde a determinados propósitos y a sus efectos se utilizan diversos medios y procedimientos que deben corresponder, como requisito básico, con los fines de la evaluación y con la naturaleza del objeto que se evalúa. Se realiza en determinadas condiciones (sociales, institucionales, personales, físicas) que las condicionan. Se trata de una acción eminentemente humana, donde está presente la subjetividad de los implicados en el acto evaluativo, no como "mal necesario" sino como realidad, como atribuyo de la evaluación del aprendizaje, se parte de una concepción amplia que permite abarcar dimensiones cuantificables y cualificables del objeto.
La evaluación del aprendizaje es parte consustancial del proceso de enseñanza – aprendizaje y las transformaciones en dicho proceso traen aparejadas, inevitablemente, la reconceptualización de esta; de sus funciones, principios y fines, agentes y fuentes, medios, métodos, condiciones. No es un problema resuelto, es esencialmente un reto.
Las funciones de la evaluación están vinculadas con la propia concepción de la evaluación. Tal es así que han sido tratadas reiteradamente en la literatura pedagógica – a veces con distintas denominaciones pero similar contenido – y han sido objeto de diversas investigaciones. En las obras de insignes pedagogos cubanos, como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Enrique José Varona, se encuentran valiosas ideas acerca de estas que mantienen plena vigencia.
El problema de las funciones de la evaluación del aprendizaje se relaciona con la comprensión de la estructura de cualquier actividad humana donde el control y regulación de la misma constituye uno de sus componentes funcionales, esenciales, presente en todo el curso de la actividad.
Entre las funciones que cumple la evaluación del aprendizaje se encuentran: determinar el nivel de partida, función de retroalimentación, función educativa, motivadora, función de comprobación.
Para estudiar la evaluación es preciso responder a una serie de cuestiones fundamentales que planteamos por orden de importancia: ¿PARA QUÉ EVALUAR?, ¿QUÉ EVALUAR?, ¿QUIÉN EVALÚA?
La visión de múltiples relaciones que se dan entre los elementos que intervienen en la evaluación y la toma de conciencia sobre la variabilidad que se introduce en la misma, el evaluado, el evaluador, lo que se aprende, la situación concreta y las condiciones de la evaluación, constituye uno de los planteamientos centrales para fundamentar una con concepción formativa de la evaluación en la universalización de la educación superior y para contrarrestar sus visiones parciales y reduccionistas que se reflejan en una práctica limitada en la actualidad.
La educación e instrucción se convierten en una tarea difícil pero no imposible. Para cada estudiante la calidad del aprendizaje es un aspecto de gran importancia para su preparación integral. Esto toma mucho más valor y dedicación cuando se trata de formar los futuros relevos galenos, por eso necesitan apoyo para escalar los nuevos estadíos y cumplir los objetivos educativos trazados por la nueva universidad.
Los profesores deben proponerse un profundo proceso de reflexión que le permita penetrar en las intimidades de sus propios estudiantes, acceder y comprender sus necesidades y tendencias, positivas y negativas, controlar sus debilidades y propiciar sus cualidades y virtudes que deberán transmitir.
La educación de la joven generación comienza con la sensibilización de los propios educadores, con la interiorización de la necesidad de prepararlos con efectividad para enfrentar cada vez de manera más independiente teniendo presente sus características psicológicas.
Estas nuevas concepciones del aprendizaje en su desarrollo en general, han traído como consecuencia cambios en muchos aspectos de los sistemas educativos en el mundo. La tendencia más conocida y extendida en los últimos tiempos es la política de la integración escolar, cuya tesis central indica que la escuela (o con mayor amplitud aún, la institución educativa) debe garantizar la educación de calidad para todos los educandos, sin excluir a ninguno de ellos por razones de raza, sexo, nacionalidad, grupo social a que pertenece, creencia religiosa de su familia o capacidad.
Esta política de integración escolar, evidentemente, constituye un reto para los sistemas educativos y sobre todo, para las instituciones escolares y para los educadores. Constituye un reto además para la ciencia pedagógica.
El trabajo del profesor debe hacerse de forma consciente, ya que una orientación vocacional errónea en los estudiantes puede empeorar o alterar los resultados que en realidad se desean obtener.
La adecuada utilización de los medios de enseñanza (objetos reales, láminas, esquemas con fines educativos), contribuyen a elevar la cientificidad de la explicación y pueden ser más idóneos para motivar el debate y lograr la participación activa de los estudiantes.
La orientación del profesor debe ser sistémica y sistemática y no ofrecer contenidos aislados, por lo que debe tener un carácter continuo, permanente e ininterrumpido para lograr los objetivos propuestos de preparar al hombre para su posterior desempeño.
La escuela es una institución mediadora entre la dimensión social y la individual, porque a través de las actividades educativas y de la vida escolar en su conjunto los estudiantes amplían sus relaciones humanas, enriquecen sus vivencias personales, reciben los conocimientos científicos, forman las orientaciones de valor y aprenden a regular su comportamiento en correspondencia con los valores sociales.
El profesor, en su labor cotidiana, seguramente ha comprobado que son variados y ricos los contactos que establecen los estudiantes en el estudio y el trabajo. Es deber esencial garantizar que tales vínculos se fundamenten en el respeto, el compañerismo, la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad, entre otros principios y valores de la sociedad socialista.
El sistema de evaluación va encaminado a que los estudiantes eleven la calidad del aprendizaje de dicha asignatura y determinen los modos de actuación donde se hagan valoraciones reflexivas acorde con el nivel, desarrollándose en ellas las esferas: cognitiva – instrumental y la motivacional – afectiva.
Como el nombre lo indica la evaluación es un proceso organizado y dirigido por la escuela, con vista a logros educativos e instructivos. Constituye un elemento muy importante de la pedagogía socialista y debe verse como una continuación lógica del proceso enseñanza – aprendizaje. Esta interdependencia debe estar dirigida a la formación integral de la personalidad. Son excepcionalmente valiosas como vías para cohesionar el colectivo escolar, que constituye la médula de la organización y el desarrollo del trabajo educativo.
La eficiencia de este sistema de evaluación se mide por la participación de los estudiantes, por la satisfacción que les proporciona y por el grado de organización que se percibe en los resultados. La efectividad del mismo depende de la observación de una serie de requisitos pedagógicos imprescindibles en su organización.
Es necesario que la responsabilidad que a la escuela le corresponde, dentro del contexto de todo el sistema de influencias que existe en la sociedad, sea asumida por de forma coordinada sobre la base de un conocimiento cada vez mayor acerca de cómo deben orientar a los estudiantes para que se desarrollen óptima y plenamente.
La estrategia para el desarrollo de la asignatura, está diseñada de manera tal que permita estimular a los estudiantes en su auto preparación y en el desarrollo del valor responsabilidad, dotarlos de herramientas y conocimientos básicos en el desarrollo de habilidades necesarias para la identificación, interpretación y estudio de los síntomas, signos y síndromes más importantes de cada aparato o sistema, utilizando los medios diagnósticos de laboratorio e imagenológicos y vincular los conocimientos clínicos con los adquiridos en las ciencias básicas.
Para la implementación de la asignatura se utilizarán todos los escenarios docentes existentes en el territorio, tanto de la Atención Primaria de Salud (consultorios del médico de la familia, policlínicos, hogares de ancianos, centros de salud mental, hogares de impedidos físicos, etc.), como de la Atención Secundaria. Este último será utilizado para el desarrollo de los contenidos y habilidades identificados en el programa y que no puedan cumplimentarse en la Atención Primaria de Salud.
El tiempo de permanencia de los estudiantes en el hospital debe ser el mínimo necesario del fondo de tiempo de la Educación en el Trabajo y se planificará siguiendo lo establecido en el programa y las orientaciones metodológicas diseñadas para cada tema, lo que aparecerá reflejado en el P1 de la asignatura, no debiendo rebasar el 25% del fondo de tiempo de la asignatura.
El estudiante, tendrá una participación activa en el proceso enseñanza aprendizaje, utilizando la información recibida de las teleclases, las clases talleres, el estudio independiente, la literatura impresa y digital y la transmitida por los profesores. Desarrollará el Método Clínico con todos los pacientes con los que interactúe, para identificar e interpretar los síntomas y signos, agrupándolos en síndromes, seleccionar los medios de diagnóstico que pueden ser utilizados en cada caso e interpretar correctamente sus resultados. Deberá además, continuar ejecutando los procederes diagnósticos y terapéuticos aprendidos en asignaturas precedentes.
Para la adquisición de las habilidades previstas en el programa de la asignatura, se utilizará el servicio de Imagenología del policlínico donde los profesionales de los mismos participarán activamente en el proceso docente, para lo cual se prepararán previamente y participarán en el Comité Horizontal del policlínico.
Se utilizarán como formas de organización de la enseñanza:
Las actividades de Educación en el Trabajo: Consulta médica, interconsulta docente, discusión de caso, visitas de terreno, pase de visita en la comunidad y en la Atención Secundaria, actividades en otros servicios de la APS y la guardia médica en la APS.
Las clases: Teleclase, Seminario Integrador, Talleres de Imagenología.
Trabajo independiente de los estudiantes.
Sistema de evaluación
El sistema de evaluación está integrado por evaluaciones frecuentes, parciales y final. Las evaluaciones frecuentes incluyen las preguntas de control, los Seminarios, los talleres de Imagenología y las actividades en la Educación en el Trabajo y se realizan por los profesores que desarrollen cada una de estas actividades durante el proceso docente. La valoración general de la evaluación frecuente, considerará el progreso del estudiante y no la sumatoria de las calificaciones, considerando además aspectos como educación formal, asistencia, puntualidad, así como la responsabilidad que haya demostrado en el cumplimiento de todas sus tareas.
Para las actividades de Educación en el trabajo, el estudiante tendrá una tarjeta de evaluación donde se reflejarán las habilidades que deben ser desarrolladas a lo largo del semestre.
Las evaluaciones parciales serán elaboradas por cada facultad y se realizarán en tres momentos:
– al final del tema III, donde se evaluarán los contenidos de los temas I, II y III
– al final del tema V para los contenidos de los temas IV y V
– al final del tema VIII para evaluar los contenidos de los temas VI, VII y VIII
El tema IX será evaluado de forma obligatoria en el examen final, tanto práctica como teórica.
Estas evaluaciones serán realizadas mediante un examen teórico de una hora de duración y están encaminadas a propiciar que los estudiantes demuestren las habilidades para integrar conocimientos clínicos e imagenológicos, ante situaciones problémicas individuales reales o modeladas, que respondan a los objetivos específicos de cada tema a evaluar.
El examen final será práctico y teórico, deberá proponerse que los estudiantes demuestren el dominio de los objetivos generales correspondientes al programa de la asignatura.
Este examen práctico es de obligatoria aprobación para poder presentarse al examen teórico.
El examen teórico consiste en 5 preguntas problémicas sobre aspectos clínicos e imagenológicos, relevantes del programa.
La nota del examen final es producto de la ponderación de los resultados de ambos exámenes.
La nota final de la asignatura es el resultado de la ponderación de las evaluaciones frecuentes, parciales y final.
El presente trabajo nos permitió arribar a las siguientes conclusiones:
Se realizó un estudio minucioso sobre los referentes teóricos – metodológicos relacionados con la evaluación para contribuir a elevar la calidad del aprendizaje de la asignatura Imagenología en los estudiantes de Medicina.
En los estudiantes de Medicina se detectaron necesidades que presentan en cuanto a la evaluación, lo que influye en la calidad del aprendizaje de la asignatura de Imagenología.
Se elaboró un sistema de evaluación con una adecuada estructura didáctico – metodológica que contribuye a elevar la calidad del aprendizaje de la asignatura de Imagenología y para influir positivamente en el desenvolvimiento integral de su personalidad.
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Autor:
MSc. Lyane Rojas Borroto.
Profesora Asistente. Filial Ciencias Médicas. Remedios (39-6770).
Coautores:
Dr. Heisbert Pedro Bouza Montano.
Especialista en Imagenología. Profesor Asistente. Hospital General Docente. Remedios (39-5230)
Lic. Dania Valdivia Arias.
Profesora Instructor. Policlínico Universitario XXX Aniversario". Remedios (39-5201)