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Instalación de la civilización, la cultura, la sociedad y la familia


Partes: 1, 2

  1. Descubrimiento de la caricia
  2. La cultura se halla dividida
  3. Homo Carus: El Hombre Que Ama. (Modelo Teórico)
  4. Caricias del afecto Storge
  5. La caricia del afecto Philia
  6. La caricia en la sociedad desacralizada contemporánea
  7. La instalación del hogar
  8. La ceremonia de iniciación
  9. El proceso del andrógino
  10. El tiempo simbólico
  11. Pensamiento analógico
  12. Una sola ciencia
  13. La "Ley sin retorno": la experiencia
  14. Conclusiones
  15. Ruta no tradicional del análisis histórico filosófico
  16. El pueblo hebreo: la Torah

Una pregunta inquietante, que no es de fácil ocurrencia, se refiere al fenómeno de la cultura, ¿cuándo nace? ¿Cómo se origina? ¿Cómo se desarrolla?

Cada hombre nace inserto en una cultura, que es la manifestación organizada y social del afecto philia.

En toda cultura se observan ritos mediante los cuales el niño, desde su más tierna infancia, es llevado a pertenecer a esa forma cultural. Estos ritos los identificamos como: Rito de Incorporación, Rito de Transito, Rito de Iniciación

El ser humano se distingue de los animales por la capacidad de hacer símbolos. Estos símbolos tienen tres (3) vías de manifestación: filosofía, arte y religión. La cultura es el resultado de estas formas y estudiaremos cómo y porqué se estructuran.

El ser humano por milenios ha vivido en un Universo Simbólico y no ha reparado en ello. Darnos cuenta del fenómeno cultural es tomar consciencia del hecho del mundo simbólico y de su propulsor energético CATEXIS. También ha permanecido oculto a la conciencia de la humanidad el elemento aglutinador, universal, general: el Afecto "lei motiv" del fenómeno cultural.

La cultura es la manifestación de las capacidades psíquicas, emocionales, mentales, sentimentales que se expresan a través de actos concretos (afectos) y son modificados en cada tiempo y lugar por las personas que participan del acontecimiento. Afectan al proceso el sistema ecológico en que se encuentra la comunidad; su clima, su ubicación geográfica; su desarrollo económico y su estructura laboral; la forma de cuestionarse el mundo en que vive -su sistema filosófico-; las expresiones artísticas que ha desarrollado y finalmente las formas religiosas que le sirven de referencias a las grandes interrogantes para las cuales no encuentra explicaciones lógicas y mucho menos objetivas.

El concepto universal de "caricias" como medida de todo intercambio socio – político – científico – religioso – económico y migratorio, permite manejar un concepto que universaliza la experiencia vivencial de los pueblos, más allá de sus particularidades.El fenómeno cultural se inicia al poder el hombre construir la primera herramienta -probablemente el garrote a partir de una rama de árbol- mediante la cual extiende su mano y logra defenderse y atacar a los animales que le sirven de compañía. Ha dejado de depender de sus capacidades físicas, personales para "darse cuenta" (en forma rudimentaria todavía) que podía usar un instrumento.

Deberían pasar milenios para que tomáramos consciencia que este acto primigenio de simbolizar iba a llevar al hombre a un reino exclusivo conocido como el reino Súper Orgánico. Este acto de defensa y ataque constituía más que sobrevivencia, el ingreso al mundo del símbolo, y lo llevó a tomar consciencia de su pareja con la que se unía para formar un nuevo núcleo familiar. Esta responsabilidad está claramente determinada en el Antiguo Testamento: "Génesis (21) E hizo el Eterno Dios caer un sueño profundo sobre el hombre y (éste) se durmió; y tomó una de sus costillas y cerró (con carne) el lugar de ella. (22) E hizo el Eterno Dios (de la) costilla que había tomado del hombre, una mujer y la trajo al hombre. (23) Y dijo el hombre: Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne; a ésta se llamará mujer, porque de hombre fue tomada ésta. (24) Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (25) Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban".

Se puede apreciar en valor del símbolo, en la persona, la pareja humana y la formación de la familia. El sentimiento se expresa en actos (la creación es el acto supremo que indica el sentimiento de Dios por el hombre) El hombre es polvo, barro. Es débil contextura. La mujer es de hueso, lo que la hace más resistente y fuerte que el hombre. Sin embargo son una "sola carne", lo que habla de la unicidad de la familia. Este núcleo es la base de la sociedad humana. Este relato que señala la Torah, está escrito en un lenguaje simbólico, alegórico, emblemático, a tal punto que se ha necesitado que cientos de sabios rabinos escribieran el Talmud para desentrañar sus mensajes, enseñazas y llevar al hombre a una vida virtuosa, consistente entre lo que dice, siente y hace, cada cual.

Los aportes de la cultura hebrea a la civilización son muchos, incluso las tres religiones que se disputan el mundo de los creyentes: cristianismo, islamismo y marxismo, son sus descendientes. La presencia del símbolo y de su motor ejecutor "catexis" tiene primordial importancia en la formación cultural del hombre, en su evolución psíco afectiva y en el logro del desarrollo de las ciencias. No obstante ello, la concepción humanista tradicional a permanecido de espalda al símbolo y a las relaciones afectivas, como elementos de su fundamento.

Cada nivel de desarrollo de la humanidad, comprendía estadios superiores de simbolización. En sus comienzos observamos que las tres manifestaciones que comprenden una cultura, se encuentran inextricablemente unidas y es difícil poder separarlas: las preguntas reciben una respuesta religioso-artístico; los miedos se convierten en personajes míticos; los ciclos naturales, en su religión. En todas estas manifestaciones la recompensa es una forma rudimentaria de caricias, que fueron creando "el nicho simbólico" en la psiquis humana. El circuito: conocimiento – símbolo – caricia se había iniciado.

Conocimiento + Símbolo + Caricia = Desarrollo Humano

La acción de tomar una rama, o una piedra, como un herramental primario inicia el proceso de desarrollo hacia el humanismo. La diferenciación con el reino animal es lenta. Se ha responsabilizado de tal acontecimiento a la capacidad de pensar y por sobre todo a la inteligencia, sin embargo, muchas de las características que creíamos propias de los hombres, en menor o mayor grado, son compartidas por los otros animales. Solamente el símbolo es la particularidad que nos distingue y la prueba de ello es que sólo el hombre construye iglesias, hace obras de arte y se cuestiona el mundo para generar un cambio que no tiene modelos en la naturaleza.

El proceso cultural se ha desarrollado en el mundo inconsciente del hombre. Apoyados en fragmentos de la verdad ha logrado crear un mundo que le ha llevado -finalmente- ha encontrar la llave que abre la "caja de Pandora".

La concepción simbólico-afectivo permite comprender cómo sin saber lo que se estaba haciendo, se hacía.

Instintivamente el hombre se refugia en la caverna. Los miedos de la noche le hacen refugiarse y "robar el Fuego Sagrado" para llevarlo al interior de la cueva. Ha nacido el hogar. La palabra viene de hoguera, fogata. Con el fuego en el interior cocina los primeros alimentos, se protege del frío y genera la semilla de la simiente de la humanidad. Este es el acto simbólico primigenio que brindó las caricias fundamentales. Ese primer fuego iba a disparar el fenómeno psíquico de la imaginería (imago, fuego): la imaginación creadora tenía el habitáculo que le permitiría existir y llevar al hombre al máximo de sus capacidades. El proceso de alcanzar estadios cada vez más complejos de simbolización, es aún inconsciente. Surgiría la voluntad de realizar el acto (robar el fuego al bosque) y la psiquis (la capacidad de crear imágenes, de pensar y de soñar) Se desarrollan entonces las tres condiciones independientes de la respuesta humana: Psiquis, Voluntad e Imaginación.

El acto de creación fue involuntario e inconsciente, probablemente se debió a las circunstancias de la organización biológica que creó las condiciones para que se produjera el fenómeno del psiquismo. Su origen realmente no interesa, interesa su producto: la cultura.

La caverna es un mito primordial. Evoca el útero materno. Es la generatriz de la semilla destinada a una prolongada evolución y desarrollo, que al multiplicarse generará la cultura en sus diversas manifestaciones.

Descubrimiento de la caricia

La observación que señala a la caricia como el elemento fundamental en la vida humana, se debe a que cumple con los requisitos de ser universal, general.

Tomaremos este tema a través de una cita de Cassirer.

LA FILOSOFIA DE LAS FORMAS SIMBOLICAS… parte del supuesto de que, si existe alguna definición de la naturaleza o esencia del hombre, debe ser entendida como una definición "funcional" y no sustancial. No podemos definir al hombre mediante ningún principio inherente que constituye su esencia metafísica, ni tampoco por ninguna facultad a instinto congénito, que se le pudiera atribuir por la observación empírica. La característica sobresaliente y distintiva del hombre no es una naturaleza metafísica a física sino su OBRA. Es esta obra, el sistema de las actividades humanas, lo que define y determina él circulo de humanidad. El lenguaje, el mito, la religión, el arte, la ciencia y la historia son otros tantos "constituyentes", los diversos sectores de este circulo. Una filosofía del hombre seria, por lo tanto, una filosofía que nos proporcionará la visión de la estructura fundamental de cada una de esas actividades humanas y que, al mismo tiempo, nos permitiera entenderlas como un todo orgánico. El lenguaje, el arte, el mito y la religión no son creaciones aisladas a fortuitas, se hallan entrelazadas por un vínculo común; no se trata de un vínculo sustancial, como el concebido y descrito por el pensamiento escolástico, sino, más bien, de un "vínculo funcional". Tenemos que buscar la función básica del lenguaje del mito, del arte y de la religión, mucho más allá de sus innumerables formas y manifestaciones y, en último análisis, trataremos de reducirlos a un origen común"

En ANTROPOLOG1A FILOSOFICA, Introducción a una filosofía de la cultura.

Ernest Cassirer. F.C.E. 1945. Pág. 107-108.

El ser humano ha buscado incesantemente una explicación. de sí mismo, a través de las leyes objetivas de la física v de la experiencia de laboratorio. Cassirer nos abre una gran puerta, una gran posibilidad, cuando dice que es lo que tenemos que buscar y el mecanismo de búsqueda: el hombre y su obra.

El hombre y lo que ha hecho. El hombre y lo que está realizando y haciendo. No lo que lo constituye. Cada vez que buscamos lo que lo constituye, si buscamos en su piel, en su organismo, en su sistema social y ecológico nos vamos a salir del humanismo y vamos a caer en las ciencias físicas, en la metafísica. La metafísica no ha avanzado, no ha podido avanzar, y no lo hará dado que no se dedica al ser humano en su obra y su acción.

El modelo Homo Carus, enfatiza en el problema de la conducta porque a través de la conducta es como nosotros hacemos, somos.

Cassirer nos va a plantear que la cultura se halla dividida, y miremos con atención esta otra cita.

La cultura se halla dividida

Sin duda que la cultura se halla dividida en actividades que siguen líneas diferentes y persiguen fines diferentes. Si nos limitamos a contemplar sus resultados -las creaciones del mito, los ritos a credos religiosos, las obras de arte, las teorías científicas- parece imposible reducirlos a un denominador común. Pero la síntesis filosófica significa algo diferente. No buscamos una unidad de efectos sino una unidad de acción, no una unidad de productos, sino una unidad del "proceso creador". Si el término humanidad tiene alguna significación quiere decir que, a pesar de todas las diferencias y oposiciones que existen entre sus varías formas, cooperan en un fin común. Habrá que encontrar, a la larga, un rasgo sobresaliente, un carácter universal en el cual concurran y se armonicen todas. Si acertamos a determinar este carácter, podremos juntar los rayos divergentes y hacerlos converger en un foco común del pensamiento. Como hemos señalado, semejante organización de los hechos de la cultura se está llevando ya a cabo en las ciencias particulares: en la lingüística, en el estudio comparado del mito y de la religión, en la historia del arte. Todas estas ciencias van en busca de ciertos principios, de categorías definidas en cuya virtud poder ordenar en un sistema los fenómenos de la religión, del arte y del lenguaje. Si no fuera por esta síntesis previa llevada a cabo por las ciencias particulares, la filosofía no contaría con punto de partida alguno. Pero, por otra parte, la filosofía no puede detenerse aquí. Procurará realizar una concentración y centralización mayores. En medio de la multiplicidad y de la variedad sin limites de las imágenes míticas, de los dogmas religiosos, de las formas lingüísticas, de las obras de arte, el pensamiento filosófico nos revela la unidad de una función general en cuya virtud todas estas creaciones se mantienen vinculadas. El mito, la religión, el arte, el lenguaje y hasta la ciencia, se consideran ahora como otras tantas variaciones de un mismo tema y la tarea de la filosofía consisten en hacérnoslo comprensible

En: ANTROPOLOG1A FILOSOFICA. Introducción a una filosofía de la cultura

Ernest Cassirer. F.C.E. 1945. Págs. 111-112.

Homo Carus: El Hombre Que Ama. (Modelo Teórico)

El modelo Homo Carus es absolutamente teorético, apriorístico, no posee antecedente. Vamos a encontrar en éste, un denominador común, una unidad de acción común a todos los elementos culturales, una unidad que permite el proceso creador y que a la misma vez sea el fin común de la humanidad. El AFECTO tiene este carácter universal, armoniza la actividad humana y es foco común del pensamiento.

El afecto es un principio ordenador, definido, centralizador, unitario, general, sintético, central y funcional. Es decir, reúne los requisitos necesarios para trabajar en el campo del humanismo. Los modelos de la afectividad, de las ciencias súper orgánicas y de las creaciones de la cultura del hombre, no tienen correlato en la naturaleza. No hay nada en la naturaleza que se parezca a la afectividad simbólica, que nos permita sacar un modelo. La combinación afecto¬ símbolo es lo que tipifica al ser humano. Los afectos storge, ágape, eros son la unión en el mundo animal, éstos carecen del aparato simbólico, por lo cual no nos prestan ayuda como modelo teórico.

Estamos en un mundo absolutamente nuevo. No tenemos ninguna referencia en los modelos de la naturaleza. ¿En qué nos diferenciamos de las ciencias exactas? ¿De las ciencias orgánicas e inorgánicas? Nos diferenciamos en que todos los procesos científicos tienen como modelo a la madre naturaleza. Las ciencias de la naturaleza consisten en observar un proceso, ver cuales son sus causas, lograr reproducir estas y sus efectos. De esta manera se puede determinar una anomalía, porque ya sabemos como funciona normalmente. Por tanto podemos corregir lo malo. La ciencia es reparadora de los procesos naturales que han fallado. La ciencia permite acelerar procesos. La ciencia tiene como gran referencia el modelo de la naturaleza. La ciencia ha avanzado en la medida en que el hombre a sido capaz de hacer abstracciones sobre la naturaleza, sobre los procesos que está observando. Y contó con un gran instrumento: la lógica.

El concepto de caricia permite visualizar el ámbito del afecto. La caricia, siendo una propiedad de los animales el hombre la lleva a su máxima expresión: las caricias simbólicas.

La caricia pertenece al mundo objetivo; se expresa mediante actos concretos, los cuales representan una carga de sentimientos y emociones.

La caricia del mundo subjetivo se expresa mediante actos simbólicos que llamaremos intenciones, que conllevan toda una carga de contenidos.

La caricia como instrumento de comunicación ha sido la de mayor potencia y logra los mas altos índices de éxito y de eficacia especialmente en el área de la educación.

Se puede analizar el sistema de caricias especializadas por tipo de afecto.

Caricias del afecto Storge

Historia Universal del Trabajo

La historia del trabajo es la historia del afecto expresado. Es la recopilación de la forma en que fue evolucionando el circuito: observación – análisis – caricia (acción ejecutada mediante el uso de las manos) Desde la primera piedra o rama que se convirtió en el primigenio despertar del ser humano, a los modernos y sofisticados medios de trabajo, la idea que subyace en tales acciones es la misma que encierra la etimología de trabajo (tri – paliare, tres palos, jugar con tres palos)

A los niveles de simbolización que ha llegado la cultura moderna, se hace imprescindible que la ciencia de la simbología tome la ruta de Cassirer. La situación de los Espacios Virtuales nos enfrenta a una realidad de difícil comprensión para personas educadas en la geometría plana euclidiana. Hoy ya se trabaja en Espacios Virtuales lo que ha empezado a modificar la cultura en una dimensión insospechada. Esto significa que el hombre moderno está en condiciones de entrar en un mayor nivel analítico simbólico, ruta que seguimos a partir de la filosofía de las formas simbólicas.

La mano es el símbolo del cerebro o dicho de otro modo la mano es el "cerebro exterior". Desde que se logró la mano prensil (la que agarra) se inició el proceso del humanismo.

La observación de la conducta de los animales nos lleva a la conclusión que la caricia tiene una función importante en el reino animal. La relación madre-cría se apoya firmemente en este tipo de relación, centrada básicamente en las funciones de vitales de alimentación, aseo y juegos (adiestrándolo para el juego de la sobre vivencia) La caricia se hace presente en la relación de apareamiento, lo que como extensión tiene le rito de determinar los territorios. En estos dominios vive "la familia". Encontramos que las tres formas afectivas básicas: storge, ágape y eros están presente el elemento el caricia. A no dudar que esta caricia es rudimentaria tal cual es la inteligencia y la memoria. Al carecer del elemento simbólico carece de la riqueza del afecto humano.

La caricia del afecto Philia

en la mitología griega.

La mitología la hemos definido como una psicología arcaica

Su principal tema (no denunciado) es la necesidad de afecto y de caricias que tienen todos los personajes. Si pensamos que son las tribulaciones que vive cada sujeto en su proceso de evolución hacia una madurez emocional, los relatos adquieren sentido y dejan de ser historias fantásticas. Veamos un ejemplo: Ulises, rey de Itaca, sale de aventuras por el mundo conocido. Es la edad de la primera juventud llana de aventuras peligros y peripecias. Dos situaciones llaman la atención: el llamado de las sirenas y el enfrentamiento con Polifemo. Todos (especialmente los varones) hemos sido llamados por las sirenas de la atracción sexual. Unos sucumben, otros salen ilesos de la aventura. Polifemo (el Gigante de un solo ojo en la frente, nos recuerda el fenómeno de la visión, que con dos ojos "vemos una sola imagen") el motivo para escapar de la Isla es para volver al hogar en donde espera Penélope (y sobre la espera a los maridos nuestras señoras son expertas) Todo el tema se centra en las relaciones afectivas. Con este instrumento la mitología deja de ser un cuento fantasioso, para tomar con todo vigor y energía la concepción del hombre que busca su madurez emocional afectiva sometiéndose a los albures de la aventura. Y en su regreso a casa está la esposa que ha esperado tejiendo y destejiendo; los pretendientes que se aprovechan de la condición de probable viuda; y el hijo que ha crecido y no ha conocido a su padre, sólo por medio de relatos. Y esto es cotidiano.

La caricia en la sociedad desacralizada contemporánea

La sociedad de consumo hace necesario que multitudes se sumen a las formas de consumo. Esto hace que tengan dinero para poder participar del juego económico. El mandato de la economía moderna es: ponga dinero en el bolsillo de la gente para que la máquina económica funcione; se necesitan consumidores. Cada persona es un consumidor en potencia. Este mandato en una sociedad desacralizada tiene una tierra abonada para que la gente se enajene consumiendo y en los tiempos que corren hay que consumir tecnología -que depara un mundo de fantasía- más la persona humana carece de un dentro, carece de vida propia. Este aislamiento del hombre contemporáneo – paradójicamente – viviendo en una sociedad de multitudes, se expresa en una incapacidad de intercambio afectivo. Lo más grave es que el hombre actual no sabe, no siente, ni se ha dado cuenta que su fundamento existencial es la capacidad de recibir, elaborar y dar afecto. La iglesia lo calla; la ciencia objetiva no lo puede entender; la filosofía navega aguas metafísicas (que son la nada y la cosa ninguna); la psicología depende de la psiquiatría y la neurología y ambas viven en el laboratorio empezando con los ratones, por tanto, tampoco se pueden dar cuenta.

La instalación del hogar

El hombre y la mujer deciden juntar sus vidas. Mutuamente están intercambiando caricias. Generalmente el proceso comienza por el afecto eros. La pasión inunda las almas, la inteligencia, los cuerpos y la visión de los contrayentes. La vida de pareja los lleva a socializar con otras parejas, haciendo el ejercicio del afecto ágape entre ellos. Se hace necesario establecerse, echar raíces y fundar una familia.

La casa puede ser muy humilde, de una extrema pobreza hasta llegar a ser un palacio, los dos tienen el mismo valor simbólico afectivo, demarcan un espacio privado, íntimo que permite la generación de la familia; es un espacio sagrado (a tal punto que todas las legislaciones del mundo contemplan la inviolabilidad del hogar, el propietario de un inmueble que lo arrienda para casa, desde el momento en que lo arrienda pierde la capacidad de ingresar al interior de la casa, y si lo desea hacer requiere del permiso explicito el arrendatario que "está en su casa -de él-) La inviolabilidad se traspasa a su arrendador desde el punto de vista de la legislación, más aún en la perspectiva psíco afectiva. Al interior del hogar reina la sacralización, que es encarnada por la madre, quien cuida el fuego que el varón trae desde el mundo exterior.

Por tanto, por decisión de los contrayentes, por tener una relación mutua, que se afianza en un intercambio de dar y recibir afecto, dan el paso fundamental de desprenderse de las respectivas familias para formar un nuevo centro de sacralidad. En este nuevo centro de sacralidad se reinicia todo el proceso del humanismo. Es la piedra sillar del edificio social, por lo cual debe estar bien cimentado. La instalación se sella con la llegada del primogénito: Padre – Madre – Hijo. La trilogía fundamental que permite la edificación del humanismo. Esta trilogía pertenece al contexto natural. El hombre lo eleva al nivel de símbolo y discurre que su catexis (energía) es el afecto. Es en este instante cuando se ingresa definitivamente al Afecto Philia. De la concepción del afecto philia se desprende la jerarquía, la sacralización y la concepción afectiva que justifica la vida humana. La vida del hogar evoluciona. Genera en el hombre y la mujer la madurez emocional que permite una vida placentera y armónica. Cuando pasan al círculo de ser padre y madre, la evolución se acelera en la mujer y llega a puntos más altos de madurez emocional. La experiencia de la maternidad es una vivencia trascendente en la madre. Esta salta a un estadio superior del "darse cuenta". Esto se produce por la combinación de: afecto (la relación con el cónyuge); voluntad (desear el hijo); conocimiento (sabe quien es el padre y los riesgos que corre) Los varones no tienen esa escuela. La paternidad es una decisión, no una vivencia. En la educación afectiva del hijo los tres van creciendo al unísono.

La madre madura y logra llegar a ser La Sacerdotisa del Hogar. La que cuida el fuego sagrado. La que con sus manos y cuidados permanentes modela el alma de su hijo.

Ello lo realiza mediante la implantación de las ocho (8) virtudes maternas, a saber: fe, esperanza, caridad, serenidad, tolerancia, paciencia, continencia y magnanimidad.

La madre estructura los ritos básicos de la vida humana: alimentación (desde amamantar); aseo y ornato; salud; abastecimiento; administración; legislación; juegos, esparcimiento y descanso; justicia; dormir (sueños)

Esta es la base de sustento que tiene el varón para ejercer sus funciones en la sociedad. Apoyado en las virtudes maternas implanta las propias: deber, prudencia, fortaleza, coraje, templanza, valor, ánimo y justicia. Realiza una proyección de ellas en el contexto social, la cual sufrirá las modificaciones necesarias para adaptarse al grupo en el cual se va a desarrollar.

El padre, básicamente protector espiritual, emocional, afectivo, social y económico, es el que tiene la misión de insertar a su familia en la sociedad en que vive. Esto es un proceso universal que se da en todo grupo humano, son tres pasos a saber. Rito de tránsito, incorporación e iniciación. Constituyen los pasos masculinos para generar en ellos "el darse cuenta" y lograr la maduración emocional.

Rito de Incorporación.

Toda sociedad humana tiene la forma de recibir al recién nacido en el seno de su casa y en la sociedad. En la cultura judía es la circuncisión que recuerda el pacto de Abraham con Dios. En la cultura cristiana es el Bautizo que representa que el niño queda libre del pecado original que trae consigo. En culturas africanas el niño es ofrecido a la primera luna llena que lo acompaña.

En nuestra sociedad lo conocemos como "bautizo" y ha perdido el sentido religioso que en alguna oportunidad tuvo, para convertirse en una fiesta familiar y social. Toda sociedad humana lo ha tenido y lo tiene. Su valor simbólico en que el niño es incorporado a la sociedad en que vive, ya que el corte del cordón umbilical lo ha separado de su madre, siendo una realidad y por medio de este rito se entrega al niño -como individuo– por mediación de sus padres al reconocimiento de la sociedad del nuevo sujeto que la compone. El nombre lo distingue de los demás y caracteriza su personalidad. El nombre asignado por los padres resume el mensaje de vida que le envían (o mandato) que es lo que ellos desean que su haga y logre en su vida. Por ejemplo, en las tribus nativas de USA, los nombre eran así de claros: "Toro Sentado" para los Jefes de tiempos de Paz; "Toro Salvaje" para los Jefes en Tiempos de Guerra. Para las mujeres los nombres eran como Luna Naciente; Gacela Rápida. Estos nombres indicaban claramente la relación afectiva de la persona con la sociedad. En las comunidades semitas los nombres indicaban la procedencia de la familia, el pueblo o tribu a que pertenecía el sujeto. Ben es hijo de…

En Grecia, por ejemplo el señor Tales, nació en el pueblo de Mileto y su hijo Tales también, pero como su paso por la vida no trascendió, su hijo heredó "el apellido" y es recordado como Tales de Mileto, el padre de las matemáticas.

Los elementos habituales en la ceremonia de incorporación son el oficiante, persona mayor que goza del prestigio y de la autoridad moral del pueblo. Encarna la sabiduría y la prolongación de la vida. Estas sociedades dedican sus hijos a las divinidades que el pueblo veneraba en su sistema de creencias.

La ceremonia es altamente simbólica y contiene todos los mensajes que determinan la vida del infante. Cuando Aquiles es bautizado su madrina lo toma del talón para sostenerlo durante la inmersión en el agua sagrada que lo protegería de todo peligro. Esa porción del pie le quedó descubierta y sin la protección de los dioses. Se conoce como el Talón de Aquiles, donde es herido -de muerte– en la batalla. Por extensión la expresión se usa para referirse al punto débil de la personalidad de un sujeto.

En el Judaísmo, al octavo día se debe proceder a la circuncisión del niño. Su valor simbólico afectivo es renovar el Pacto del hombre con Dios y por otra parte recordar a ese niño que la misión de los varones es madurar mediante el control de su sexualidad lo que lo convierte en una persona madura emocionalmente.

Rito de Tránsito.

Esta ceremonia tiene como finalidad aceptar a los jóvenes (varones) en la sociedad adulta. Inicia sus actividades de acceder a un oficio, prepararse para la guerra asumir sus responsabilidades sobre su hogar en caso necesario. Entre los 12 y 14 a los muchachos pasan estos ritos. En la sociedad contemporánea estos ritos se viven en las escuelas. Son las ceremonias de Graduación en los distintos niveles. Según el esfuerzo de los muchachos serán los grados que alcancen, esto implica el grado de madurez emocional.

La permanencia de la madre en el hogar facilita la formación espiritual del joven, que es verificada por la institución que le da la instrucción.

La madre sacraliza la vida. La institución sacraliza el mundo exterior y esto es el conflicto de la sociedad contemporánea, el joven pregunta ¿dónde está lo sagrado? Su madre no está para darle abrigo, en su regazo materno, y sin palabras comunicar su sabiduría y aplacar la sed de preguntas del muchacho. El padre señala las rutas del mundo exterior y protege a la madre en el ceno del hogar.

Los hijos son educados por la madre al interior del hogar.

El tránsito es del hogar a la sociedad. El padre es quien debe conducir este paso. En la sociedad moderna este lugar (de padre) ha sido sustituido por la escuela de instrucción y enseñanza. Es misión del padre incorporar al hijo a la sociedad (ágape) iniciarlo en su vida sexual (eros) tal manera que sea quien absorba todas las preguntas que el muchacho tenga (philia) Si la madre forma el sentimiento en el hijo, el padre estructura el afecto y la sociedad modela el carácter de la persona. Su forma de dar y recibir el afecto expresa su personalidad.

La ceremonia de iniciación

Es una actividad para varones (jóvenes-varones-adultos) En la sociedad contemporánea se discute la exclusividad de varones en estas instituciones iniciáticas. Como el tema es de crucial importancia será lo primero que analizaremos para fijar los criterios que sustentan semejante acción.

El proceso de maduración psíco afectivo en las mujeres se produce, mantiene y evoluciona en el hogar. La "iniciación" de la mujer es la maternidad. Siendo este el mecanismo natural de elevar la madurez emocional y afectiva a los niveles de excelencia en las mujeres. Como los varones carecen de semejante sistema deben recurrir a un sistema simbólico, que es un artilugio cultural, para que por este medio logren la madurez emocional y afectiva. Luego se encontraran nuevamente. Por lo pronto sigamos con el siguiente relato, que por ser una vivencia para varones, las damas -lamentablemente- se quedan fuera. Los varones que han realizado el curso de "parto sin dolor", junto a su esposa, el día del parto quedan fuera del quirófano. El varón sabe lo que es un parto, lo entiende (intelectualmente) pero no lo comprende (emocionalmente); luego, no se modifica por la experiencia vivencial de su esposa. Invitamos a las damas -con todo respeto– que asistan como espectadoras.

La vida natural en la especie humana termina en la formación de la horda cazadora y/o el recolector, dependiendo de su situación geográfica, situaciones que responden a las tres formas afectivas básicas (storge, ágape y eros) Ya hacíamos referencia que al alargar la mano y construir la primera herramienta constituía el salto al mundo simbólico y se inicia el ciclo: mano – símbolo -conducta – mano – situación simbólica – conducta.

La mujer en el seno del hogar y creando su familia tiene la posibilidad real de alcanzar la propia evolución llegando al nivel de convertirse en una "ginandria" (varona-varón) es decir, captar la concepción masculina de la vida, sin perder sus dotes femeninas. Este proceso se realiza cuando en el hogar aprende a cocinar (la trasformación de los elementos en forma y fondo) Lograr estas técnicas de manejo del hogar despierta en ellas el razonamiento lógico objetivo, apoyado en su intuición. Como nunca nos hemos dado a la tarea de explicar "esotéricamente" la función de la madre en el hogar, es que ha ella se le ha dejado (lo que es una pretensión) fuera del juego esotérico. Dentro de los límites del hogar la madre es el gran alquimista que todo lo trasforma en ricos alimentos. De esta excelencia se nutren los hijos que perpetúan la continuidad de la familia. La madre, desde la más instruida a la más iletrada, es capaz de manejar las leyes del calor; de saber del tiempo de lluvias y seco; de saber de los dolores de su hijo y de cómo curarlos; es la mejor psicóloga y consejera de su muchacho; es la que apoya al esposo deprimido y derrotado (que afuera es un súper hombre) en las horas de fracaso y derrota; con sus manos modela el alma de sus hijos y los prepara para ser buenos hijos, esposos, padres y buenos ciudadanos. Es una lastima que esta cultura que se ha desacralizado cuando lo sagrado se llevó desde el hogar a la iglesia y con ello la imagen materna quedó tan maltratada que hoy por hoy podemos decir que la cultura está "desmadrada" y es la razón fundamental del desorden social, moral y ético que se vive. Una sociedad que abandonó a la madre y la desalojó del hogar es la responsable del terrorismo, drogadicción, homosexualidad, corrupción política y económica. Los daños de la ausencia de la madre se aprecian cuando hay personas, ejecutivos de empresa y científicos que por el estímulo del dinero fabrican productos que matan a sus clientes. La carencia de ética de publicistas y comunicadores sociales que lucran de la perversión, de la degradación y de las peores manifestaciones de la miseria humana por la razón (irracional) que vende.

La ausencia de la madre permite que existan gobiernos criminales y sus jefes pandilleros y terroristas, narcotraficantes, sean recibidos por Universidades y se les otorguen Doctorados Honoris Causa (?) y Gobiernos que les rinden pleitesía y se cuidan de ser sus "amiguitos".

El desquiciamiento de la sociedad es ausencia de la madre, ella forja en su hijo el alma e implanta los sentimientos. Al no estar la madre "todo vale". Todo está permitido, porque esos hijos carecen de las ocho virtudes maternas que son la base en la cual el padre apoyará las propias.

Se lee en Mateo 10.34,35,36,37 y 38 "no tenéis que pensar que yo haya venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra; pues he venido separar al hijo de su padre, y a la hija de su madre, y a la nuera de su suegra; y los enemigos del hombre serán las personas de su misma casa. Quien ama al padre o la madre más que a mí, no merece ser mío; y quien ama al hijo o la hija más que a mí, tampoco merece ser mío. Y quien no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí".

Una excelente descripción de propósitos que ha logrado enseñorearse con la mayor parte de la humanidad, en especial la llamada cultura occidental cristiana. El triunfo ha sido en toda la línea de propósitos, e inclusive vaticina la adicción al sufrimiento y ha logrado un espectacular acierto. La cultura ha visto el destierro de la madre del hogar y con ello no ha habido donde implantar las virtudes maternas, lógicamente el padre ha quedado sin base para implantar las propias. No es posible encontrar una posición de equilibrio en una cultura que -como un río- viaja fuera de cauce. Los navegantes tienen la experiencia objetiva de viajar por el río. Es muy difícil advertir que el río es el que va fuera de cauce. No es fácil aceptar que la propia cultura es la "desmadrada" y "despadrada". Se ha vaciado al hombre occidental y cristiano de su propia responsabilidad psíco afectiva.

El concepto "ginandria" es necesario resaltarlo. La mujer mediante su proceso de evolución llega a la concepción de que es un varón. Este paso dice que se ha convertido en mujer-hombre (gine = mujer; antropos = hombre; gine-andria) Lo que significa -esotéricamente- que ha alcanzado los niveles de entendimiento que particularizan a los hombres. Y ya decíamos que este proceso lo vive al interior de su hogar culminando su formación a través de la maternidad. Matrimonio y maternidad vienen de la raíz "matriz", es decir, son un elemento que crean la vida, la conservan y perpetúan. De aquí se deriva su sacralidad, su santidad. Se pretende (y se ha realizado) robar esta insigne condición y ponerla en una creencia que carece de todo fundamento vivencial y que por ésta razón todo lo permite. El Dios del mundo cristiano, musulmán y marxista a suplantado a la madre y los resultados están a la vista. Las culturas orientales que no se han contaminado se han mantenido más limpias. Lamentablemente por influjo de la sociedad de consumo se ha terminado de sacar a la mujer del hogar, para servir al nuevo dios: el consumo.

El proceso del andrógino

Los varones en esencia y por su estructura psíco social funcionan como el complemento de la varona. Podemos apreciar que su estructura de virtudes (conductas) son complementarias de la mujer. El proceso de la comprensión de ella se reconoce como Iniciación cuya finalidad es lograr el estadio "andrógino" (hombre-mujer) y en este nivel de madurez el varón entiende y comprende a la varona. Se produce lo que Jung llama, el Matrimonio Alquímico. El proceso de Iniciación es característico en toda cultura conocidas, como así mismo los ritos previos de incorporación y transito.

El valor fundamental del proceso de iniciación es su carácter vivencial, simbólico, emblemático y mitológico. Permite a sus adeptos un desarrollo integral mediante experiencias simbólicas. Se busca el sujeto sea capaz de internalizar los conceptos que va a percibir mediante la ceremonia.

Uno de los conceptos básicos es de simbología que debemos entrar a manejar con fluidez. El hombre -sin darse cuenta- desde que construyó la primera herramienta ingresó al mundo del símbolo. Recién en el siglo pasado, Ernets Cassirer, desarrolló su pensamiento y el libro se llama "Filosofía De Las Formas Simbólicas", en el cual plantea las capacidades simbólicas del hombre y de cómo sin saber que vive en un universo simbólico ha desarrollado toda una teoría cultural que ha estado de espaldas a la simbología que la ha usado como mero puente o ayuda auxiliar.

El proceso de la iniciación se desarrolla en una institución simbólica y por esta razón, siendo vivencial no se pueden develar los secretos que le permiten vivir. En este texto solo se pretende proporcionar las herramientas para que los espíritus libres que tengan ansias de conocimiento encuentren los medios que le permitan comprender la cultura que nos abriga y los varones que lo deseen pueden postular por su Iniciación. Este trabajo es propedéutico antes de la iniciación. Es una obra de divulgación cultural, por tanto no sustituye. Ni evita. Ni reemplaza la experiencia iniciática que es única personal e instranferible.

Si una mujer participa de los rituales y ceremonias para hombres termina adquiriendo características masculinas, lo que la distancia de la femineidad propia de las mujeres.

El tiempo simbólico

El problema del tiempo ha sido estudiado desde distintos puntos de vistas. Tenemos el tiempo cronológico (el que se mide con el reloj); el tiempo biológico (lo que dura un proceso: origen, desarrollo, plenitud, decadencia y muerte); tiempo psicológico (la medición entre un estimulo y su respuesta psicológica)

El tiempo simbólico se caracteriza por ser atemporal, es decir, no es mensurable cronológicamente. Es el tiempo que se ubica en la consciencia onírica. Un sueño dura 3 ó 4 segundos, pero usted ve una película de largo metraje; eso se debe a que el Tiempo Simbólico es contenido en el Tiempo Cronológico.

(Esquema)

Partes: 1, 2
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