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Cibernética Educativa: Nuevo enfoque metodológico para el estudio de la educación (página 3)


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VII. El sistema como entidad educativa para sus representantes.

El fenómeno de la transculturación como vía para fraguar la síntesis cultural del sistema. En el interior del sistema cada representante es portador de una cultura específica, que debe poner a disposición de los demás representantes para aumentar las fortalezas del mismo y atenuar las debilidades, propiciando de esta manera la apertura de nuevas oportunidades y la aparición de nuevas vías para evadir las amenazas.

Se esta haciendo alusión a un necesario proceso de transculturación en el propio seno del sistema, donde la síntesis cultural referida actúa como fragua educadora para los representantes, a través de un proceso de negociación cultural permanente en la que no deben contraponerse las culturas propias de los diferentes representantes, sino que deben complementarse.

Este fenómeno de transculturación se extiende mas allá de los limites del sistema, toda vez que cada sistema es a su vez representante de algún suprasistema que lo contiene, de manera que en el interior del suprasistema se da el mismo proceso descrito para un sistema en el párrafo anterior, es así como se abre un escenario mucho más abarcador de negociación cultural entre sistemas y mas allá de estos con características similares a las que anteriormente se hizo referencia.

Según González E. 2004. Los principios esenciales del esquema de la relación interacción ? desarrollo son los que siguen:

  1. El concepto del sistema identificado para el análisis, es relativo: por una parte, cualquier componente es, a su vez, un sistema particular de un nivel estructural inferior; por otro lado, el sistema identificado para el análisis es un componente del sistema de un nivel estructural superior.
  2. La interacción no se produce directamente en los límites de un nivel, de una forma. La interacción está mediada por los pasajes a otras formas, porque sólo el conjunto total de una serie de transformaciones cualitativamente diversas produce un efecto en los límites de una forma.
  3. Cualquier proceso de interacción está vinculado a los productos de las interacciones predecesoras, fijados en cambios de los componentes de la interacción en cuestión.
  4. Cualquier producto de la interacción es una consecuencia, al menos, de dos procesos: uno propio del sistema identificado para el análisis y otro, un proceso en el que este sistema está incluido como componente.

El funcionamiento de los sistemas interactuantes se vincula con la reorganización de las estructuras de sus componentes. En este caso, los límites de la conservación de la estructura del sistema -tipo de vínculos de sus componentes- determinan el segmento ocupado por esta forma en la jerarquía de la interacción. La estructura de los componentes y el tipo de sus vínculos son mutuamente dependientes.

El desarrollo es el modo de existencia del sistema de sistemas interactuantes, vinculados con la formación cualitativa de nuevas estructuras temporales y espaciales, gracias al crecimiento -y en otros casos, la destrucción- del efecto de la mutua interacción, que se realiza mediante los productos colaterales o subproductos de la acción. Los nexos entre las estructuras iniciales y las que se forman se efectúa mediante los resultados de las interacciones.

Lo nuevo, que surge en las profundidades de la forma inicial, en el curso de su desarrollo, transforma lo inicial constantemente, de modo que, en cierto sentido, los productos de la forma inicial se pueden -y es necesario- interpretar como consecuencia de la mutua interacción en una nueva forma. La transformación de las estructuras iniciales continua, mientras estas estructuras transformadas no sean capaces de satisfacer las "demandas", "necesidades", relacionadas con el funcionamiento de una nueva forma.

El problema del origen de las nuevas formas de organización de la materia es muy difícil y complejo en la mayoría de las esferas del conocimiento, sean éstas, por ejemplo, las partículas del micromundo en la física; el universo, las galaxias, las estrellas, el sistema solar, la Tierra en la astronomía física, la astrofísica, la cosmogonía, la cosmología, la geología; la vida en la biología; el hombre en la antropología; la sociedad en la historia y así sucesivamente. Una de estas dificultades es la constatación de un nivel definido de conclusión de una u otra forma. Es así, que se discute la cuestión de los antecesores del hombre y sobre que fundamentos se puede reconocer al propio hombre (Homo sapiens).

Para una visión evolutiva de la información resulta productivo el concepto de información como variedad reflejada, por cuanto el reflejo es un fenómeno que existe en los distintos niveles de organización de la materia.

VIII. Carácter político del desarrollo de los sistemas educadores.

A partir de la propia definición de sistema se observa que los elementos se integran constituyendo el sistema con el propósito, objetivo o finalidad de alcanzar una misión que los elementos por separado no podrían lograr. Esas aspiraciones, una vez reprimidas, pueden ser interpretadas como falta o insuficiencia de poder por parte del sistema, pues "poder" no es más que la capacidad de hacer valer sus intereses. Se puede decir entonces que los sistemas no son otra cosa que coaliciones para lograr el poder, o lo que es similar coaliciones políticas, toda vez que "política" no es otra cosa que la relación con el poder.

La inserción política de los sistemas educadores se va gradando en la medida en que este va estableciendo relaciones de pertenencia, compromiso e identificación con los diferentes suprasistemas que lo contienen, pues así como las aspiraciones tienen diferentes niveles de existencia, también tendrán diferentes niveles jerárquicos las correspondientes formas de satisfacerlas y por consiguiente las formas de coalición y colaboración que se hace necesario establecer para alcanzarlo.

Los conocimientos se dan en la relación objeto ? sujeto y no son más que las características que conforman el reflejo del objeto en el sujeto.

Los sistemas son sujetos en su relación con el contexto y consigo mismos (un conocimiento sobre sí mismos, un metaconocimiento). El sistema debe tener conocimiento de su misión y por ende de su identidad cultural (de otra manera como podría preservarla y desarrollarla) Para conformar la FODA el sistema no sólo debe tener un reflejo del contexto para determinar oportunidades y amenazas, sino de sí mismo para la determinación de fortalezas y debilidades. Es pues una tarea prioritaria de cada sistema la metacognición.

Con relación a esto nos preguntamos: ¿Una jauría de lobos no tiene conocimiento sobre sus presas? , ¿Sobre el contexto? Y ¿Sobre sus debilidades y fortalezas? ¿Por qué atacan a una liebre y no a un león? Muchos de estos conocimientos, los más estables, ya han pasado a ser hábitos y conforman la cultura de los lobos. ¿Qué se entiende por conocimiento ante los ojos del hombre? Si los sistemas tienen conocimientos, también han de tener inteligencia y pensamiento para poder procesarlos.

Se toma como "verdad" a la coincidencia entre las propiedades del objeto y su reflejo en un determinado sistema ? sujeto.

El objeto jamás podrá ser agotado en su totalidad por ningún sujeto independientemente de su nivel jerárquico. Aunque se conozcan muchas propiedades de un objeto siempre quedarán otras desconocidas, de manera que el conocimiento siempre será parcial y por consiguiente abstracto. Por lo que obligatoriamente el procesamiento de ese conocimiento, abstracto de por sí, tendrá un carácter también abstracto.

Un factor que también propicia el carácter dinámico de la verdad es el carácter cambiante de los objetos en tiempo y espacio: "Lo que hoy es cierto no tiene porque serlo mañana", o sea que los sistemas están obligados a reconocer constantemente a la realidad en que se desarrollan. Aquí se percibe indudablemente una profunda contradicción: "Todo lo que ocurre en derredor tiene en esencia un carácter cíclico, y al mismo tiempo en cada ocasión es diferente"

El predecir el futuro de alguna manera es inherente a la materia viva, pero para ello es necesario percibir los ritmos (lo que se repite y el periodo en que lo hace) y simultáneamente percibir las directrices de desarrollo o transformación. ¿Se podrá lograr esto sin inteligencia?, ¿Qué ocurre con el sistema que no logre rebasar estos obstáculos?

Cuando el hombre se vanagloria de su inteligencia individual, no se percata que esta reconociendo implícitamente su pobre inteligencia colectiva, está reconociendo su postura extremadamente egoísta, donde se defienden a ultranza los intereses individuales y los propios de los sistemas jerárquicamente inferiores, en detrimento de los intereses propios de los suprasistemas superiores.

Cuando decimos "elefante" no se está haciendo referencia a ningún elefante en particular: sino que se hace referencia a su modo de comportamiento, su procedencia, su línea de desarrollo, su futuro. En otras palabras hacemos referencia a su cultura. Nos preguntamos ¿Cuál es aporte de cada elefante a su especie en general y en lo particular a ese gran esfuerzo evolutivo?, ¿Qué inteligencia ha concebido una estrategia tan perfectamente definida de desarrollo?, ¿Esta viva esa inteligencia, y sigue conduciendo a esa especie como la ha hecho hasta entonces? De estar presente: ¿Dónde se encuentra y cómo se comunica con sus representantes?

Al formular la definición de desarrollo para un sistema educador se hizo alusión al movimiento cultural que este describe para alcanzar la misión que rige su existencia. Se hace obvio considerar que, al menos, los sistemas educadores presenten una tendencia permanente a satisfacer las necesidades inherentes al cumplimiento de su misión y para ello están urgidos de estar dotados de poder. El poder de un sistema esta en dependencia de la manera en que este sintetiza su inteligencia y energía, su cultura intangible y su cultura tangible, sus fortalezas y debilidades, sus oportunidades y sus amenazas. Mientras más oportunidades y menos amenazas tenga el sistema mayor será su poder. Al carácter creciente de la entropía descrito por el Segundo Principio de la Termodinámica (donde se refleja la divergencia entre información y energía) se contrapone el Principio de empoderamiento creciente que postularemos a continuación, de manera que para aumentar sus oportunidades el sistema deberá incrementar sus fortalezas y por ende su coordinación, sincronización y organización interna en términos de sus configuraciones.

Postularemos como principio la tendencia permanente de los sistemas educadores al incremento de su poder:

Principio del empoderamiento creciente: Los sistemas educadores orientan su desarrollo sobre la base del incremento permanente de su poder. El aumento creciente del poder en los sistemas educadores es una de sus necesidades básicas. Con su satisfacción se logran de manera implícita satisfacer las necesidades de un sistema descritas en la Pirámide de Maslow referente a la actividad humana.

Por otro lado la "libertad" aumenta en la medida en que gravitan menos restricciones para el cumplimiento de la misión de los sistemas, o lo que es equivalente hay más grados de libertad para lograr o alcanzar el propósito o meta esperado. Mientras más oportunidades, opciones o alternativas ha logrado propiciar e inducir el sistema mayor es su poder y consecuentemente mayor será su libertad, entendida esta como posibilidad de alcanzar la meta en una constante adecuación de la cultura del sistema al contexto y la consiguiente transformación de este ultimo en función del cumplimiento de la misión del sistema. La tendencia hacia el poder equivale a la tendencia hacia la libertad.

En cualquier estado en que se encuentre el sistema existirán amenazas y oportunidades contextuales que obstaculizarán o propiciarán respectivamente el cumplimiento de su misión. Planteándose así el problema de cómo evadir las amenazas y aprovechar las oportunidades. Para ello el sistema cuenta con una determinada inteligencia generada a partir de potencialidades internas propias de su cultura que lo dotan de fortalezas y al mismo tiempo de debilidades.

Definición: Una fortaleza es una cualidad o propiedad de un sistema que le permite o facilita autotransformarse y/o transformar al contexto en función del cumplimiento de su misión.

Definición: Debilidad es una cualidad o propiedad de un sistema que le impide la autotransformación y/o la transformación del contexto en función del cumplimiento de su misión.

Definición: Oportunidad es una situación contextual que brinda al sistema la posibilidad de disponer su cultura de tal forma que se favorezca el cumplimiento de su misión.

Las oportunidades no son inherentes sólo al contexto, sino que dependen también de las posibilidades del sistema para inducirlas y explotarlas.

Definición: Amenaza es una situación contextual que puede potencialmente obstaculizar el cumplimiento de la misión del sistema.

Definición: El conjunto que conforman las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas correspondientes a un determinado estado en que se encuentra el sistema se le llama FODA del sistema.

Se debe destacar que a cada estado cultural de un sistema le corresponde una FODA específica y a su vez, como todos los sistemas son, en principio, diferentes entre sí, se hace posible afirmar que esa diferencia generará distintas fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. En resumen se ha arribado a la conclusión de que a cada estado cultural de un sistema corresponde una, y sólo una, FODA y a su vez a cada FODA corresponde un estado cultural determinado. Esta correspondencia biunívoca entre el conjunto de los estados culturales en que se puede encontrar un sistema y el conjunto de las FODA inherentes a dicho sistema permite una identificación entre ambos conjuntos, de manera que se pueden tomar a las variables: F = fortalezas, O = oportunidades, D = debilidades y A = amenazas como variables de estado que caracterizan a un estado cultural de un sistema.

Si se representa por E al estado cultural del sistema, entonces se puede expresar:

E= (F; O; D; A) por lo que las variables F; O; D; A se pueden tomar como variables de estado o sea variables que indican la presencia del sistema en un estado determinado.

Si las oportunidades aumentan las posibilidades de que el sistema alcance disposiciones favorables de su cultura a propósito del cumplimiento de su misión, debe señalarse que las amenazas disminuyen la variedad de formas eficaces de disponer la cultura para la consecución de los objetivos del sistema. Tanto amenazas como oportunidades una vez realizadas dejan de serlo, incidiendo entonces en la conformación de la cultura del sistema. Las fortalezas son oportunidades realizadas, las debilidades son amenazas consumadas. Pero a su vez las fortalezas generan o inducen nuevas oportunidades en tanto que las debilidades crean la base para la aparición de amenazas adicionales.

En el aspecto interno aparece pues, de forma espontánea la fórmula:

(1) F1 ? O ? F2 que puede ser leída sobre la base de que las fortalezas existentes pueden generar nuevas oportunidades, las que a su vez una vez aprovechadas generan nuevas fortalezas.

La fórmula, también perteneciente al aspecto interno, (2) D1 ? A ? D2 se interpreta como que las debilidades existentes pueden devenir en amenazas, las que a su vez propiciaran la aparición de nuevas debilidades.

En el plano externo aparecen las fórmulas: (3) O1 ? F ? O2 y (4) A1 ? D ? A2 donde la fórmula (3) expresa que una oportunidad aprovechada se convierte en fortaleza y a su vez esa fortaleza genera o induce nuevas oportunidades. La fórmula (4) expresa la parte negativa del desarrollo de los sistemas educadores en la que una amenaza consumada puede dar lugar a una debilidad y esta a su vez generar nuevas amenazas.

Se puede afirmar que las fórmulas de proyección interna (1) y (2) son de carácter esencial, en tanto que las fórmulas (3) y (4) reflejan la manifestación de esa esencialidad y adquieren un carácter fenomenológico. Las fortalezas y debilidades son esenciales en la actividad de los sistemas, apareciendo las oportunidades y amenazas como manifestación de esa esencia, por lo que adquieren el carácter de fenómeno.

Como se podrá apreciar en la FODA de un sistema se reflejan las contradicciones tanto internas, como externas que rigen el desarrollo del mismo. La contradicción entre aspiración y realidad se manifestará en las más diversas esferas de la actividad sistémica.

En el plano externo la contradicción entre aspiración y realidad tiene manifestación a través de la contradicción que se establecer entre oportunidades y amenazas. Las oportunidades no son más que posibles vías para incrementar las fortalezas en el plano interno e inducir nuevas oportunidades en un futuro más lejano como manifestación de esas nuevas fortalezas. Las amenazas constituyen, de manera similar, formas o vías a través de las cuales se puede contribuir a incrementar las debilidades y un poco más tarde generar o inducir nuevas amenazas. Las oportunidades son fortalezas adelantadas, las amenazas son debilidades embriónicas. Oportunidades y amenazas forman parte de la conexión del sistema con el exterior, y además, constituyen una proyección espacio ? temporal del sistema. En lo espacial el sistema puede, a través de las oportunidades y amenazas, adecuar su cultura al contexto existente, en lo temporal el sistema logra, en su percepción de amenazas y oportunidades, hacer una proyección hacia el futuro y autoconcebirse en unas condiciones aun no existentes. Las oportunidades permiten determinar a lo que se aspira, las amenazas a lo que no se aspira. Ambas son manifestación externa de la contradicción entre aspiración y realidad.

IX. Inteligencia orgánica en los sistemas educadores.

El carácter inteligente de los representantes de un sistema educador puede dar la impresión de que el sistema como tal también a de ser inteligente. Evidentemente bajo el postulado de coincidencia de los intereses individuales con los colectivos o sistémicos, se obtiene que cuando surge un problema que obstruye el cumplimiento de la misión del sistema, también se obstaculiza el cumplimiento de las misiones individuales de al menos alguno de sus representantes, los cuales haciendo gala de su carácter inteligente individual dan solución al citado problema, resolviéndose de paso el problema del todo holístico que conforma el sistema. En tal caso no es lícito considerar que se trata de una solución sistémica o que el sistema se comportó como orgánicamente inteligente.

La cultura intangible surge del mismo seno de la estructura del sistema, pero va más allá. Hay que admitir que el carácter inteligente manifiesto en los sistemas educadores (capacidad para resolver problemas) no se reduce a una red de relaciones muertas que actúa como patrón de conducta y norma el comportamiento del mismo. Por debajo, o por encima, de esta red de relaciones surge una determinada forma de conciencia que aporta al sistema una capacidad innata para resolver de forma creativa, y a veces hasta genial, los problemas que obstaculizan su desarrollo.

Según García, J. D. "La organización social, no es única a las especies humanas, sino se manifiesta en especies que van desde abejas y termitas hasta mandriles y lobos. La evolución social puede considerarse como un intento evolutivo para incrementar la inteligencia a un nivel de suprametazoario, cuando una especie metazoaria ha llegado a su límite superior de complejidad, dentro de una línea específica de desarrollo. Esto es análogo a la primitiva formación de colonias de células, una vez que las células llegaban al límite de complejidad… Las sociedades que logren integrar mejor el conocimiento y la creatividad, en un sistema de creciente capacidad para predecir y controlar el entorno total se expandirán y reemplazarán a las sociedades menos capaces."

Cuando se dice que el hombre es un ser biosocial se trata de hacer referencia a que su naturaleza social lo distingue o diferencia de las demás especies del reino animal. No obstante hay muchas especies que describen una vida social significativa. En tal situación en hombre echa mano a que antes de llegar a ser social pasa por el movimiento psíquico que lo distingue como el único ser pensante, inteligente, de manera que su marcada diferencia con los demás representantes del reino animal es que es un ser bio ? psico ? social. Esta aparente marcada diferencia del hombre con los demás animales conlleva consigo una enorme incertidumbre si se consideran las dificultades que se tienen en la actualidad acerca de los conceptos de pensamiento, inteligencia, consciencia, etc. De manera que aquello que marca la gran diferencia entre hombre y animal es algo que aun no se puede definir con precisión, y mucho menos se conoce ¿como funciona?, ¿cual es su naturaleza más profunda? y ¿Cuál es el propósito real de su existencia?

Considerando los 6 movimientos admitidos por la filosofía: mecánico, físico, químico, biológico, psíquico y social llama la atención el hecho que se puede observar como regularidad que cada movimiento superior contiene las principales características del movimiento inmediato inferior en un estadio cualitativamente superior de desarrollo. Independientemente del actual desconocimiento acerca del pensamiento, la inteligencia y la consciencia, se hace posible admitir que son cualidades inherentes al movimiento psíquico, por lo que es de esperar que estas cualidades se encuentren presenten en el movimiento inmediato superior, en el movimiento social, en un estadio superior de desarrollo. De manera que es posible considerar la existencia de una inteligencia social, de un pensamiento colectivo y de una conciencia superior.

Cuando se observa el carácter inteligente (capacidad de resolver problemas, de tomar decisiones, de cambiar su comportamiento ante la presencia de determinadas informaciones) de los sistemas biológicos que conforman las especies, se observa que aunque no se quiera reconocer el carácter inteligente de cada animal individual, si hay que aceptarlo a nivel de especie. Desde un determinado animal individual hasta el todo que representa la naturaleza, median los más disímiles sistemas, con una enorme diversidad en cuanto a grados de jerarquía. Más del 80% de la humanidad cree en la existencia de Dios, pero incluso aquellos que conforman el 20% restante admiten la gran sabiduría de la madre naturaleza. O sea que todos los seres humanos sin excepción admitimos la existencia de una inteligencia superior perteneciente al sistema jerárquicamente más abarcador que conocemos, la naturaleza.

Si se admite que en uno de los sistemas más simples, en el hombre, se alberga una conciencia dotada de una determinada inteligencia y admitimos la presencia de inteligencia y tal vez también de conciencia en el sistema todo abarcador que conforma la naturaleza, ¿Por qué no admitir la existencia de inteligencia en los sistemas intermedios?

En la actualidad se trata de explicar la evolución de las especies sobre la base de la diversidad, de manera que para explicar como las ratas se vuelven inmunes a un determinado tipo de veneno, se parte de la idea de que dentro de la gran diversidad de ratas existentes, se encuentran algunas que a priori son inmunes a dicho veneno, que por supuesto son las únicas que tiene garantizada la sobrevivencia, de manera que lo más posible es que de hay en adelante sus códigos genéticos se conviertan en conquistas evolutivas de la especie. Seria extremadamente difícil explicar por esta vía las respuestas que dan las propias ratas a nivel se especie, como por ejemplo el aumento de la velocidad de reproducción cuando la especie es agredida.

Hay que admitir que uno de los poderosos mecanismos de defensa con que cuentan las especies para sobrevivir es su capacidad y velocidad de adaptación. Los médicos aconsejan que cuando se este siguiendo un tratamiento a alguna patología provocada por virus, bacterias u hongos no se suspenda el tratamiento temporalmente, pues le daría tiempo a mutar y convertirse en inmunes al medicamento. Dicha mutación no podría ser explicada sobre la base de la diversidad, pues de existir entre los agentes portadores de la patología individuos inmunes a priori, estos sobrevivirían incluso aunque se continúe estrictamente el tratamiento recomendado.

Cuando la Academia de Ciencias de la URSS afirma acerca del carácter dependiente de los elementos a la estructura, reconoce el hecho de que la actividad del sistema no depende de la voluntad de los elementos, sino que responde a intereses y necesidades jerárquicamente superiores a los intereses y necesidades individuales. Se tiene que reconocer en el sistema la existencia de una misión, de una capacidad propia para alcanzar dicha misión (inteligencia), de canales de comunicación con sus representantes y de un proceso de irradiación cultural hacia estos últimos (proceso educativo).

Se tienen testimonios de soluciones o respuestas adaptativas geniales (no solo inteligentes) por parte de las especies (o sistemas biológicos) que nos dejan estupefactos y ante tales evidencias solo nos queda exclamar "la naturaleza es sabia", o sea que nuestra obstinación por no reconocer la existencia de una genuina inteligencia (como capacidad), un pensamiento (como proceso de realización de dicha capacidad) y una verdadera conciencia (como un todo holístico) a nivel de sistema, nos obliga a dotar de tales cualidades, al menos al nivel jerárquico superior que podemos reconocer, la naturaleza.

Consideramos que hay razones, más que suficientes, para afirmar que los sistemas biológicos son orgánicamente inteligentes, que piensan y que a su nivel se alberga una forma muy específica de conciencia que vela por su preservación, adaptación y desarrollo, al igual que existe en un nivel jerárquicamente inferior como es el individual.

Nos es fácil admitir que algún conocido nuestro dio una solución inteligente a algún problema que lo afectaba, pero no podemos admitir que una especie o sistema biológico pensó, elaboró o concibió una solución inteligente a algún problema que obstaculizaba su supervivencia o desarrollo.

En la actualidad no se ha podido explicar como funciona el pensamiento que permite al hombre encontrar soluciones inteligentes a los problemas que obstruyen su vida, pero nos obstinamos en encontrar la formas o mecanismos reduccionistas a través de los cuales los sistemas biológicos conciben ingeniosas soluciones a los problemas que se oponen a su preservación y desarrollo. No podemos explicar como a Einsten se le ocurrió la Teoría de la Relatividad, pero nos consideramos totalmente aptos para explicar como a la especie de las ratas se le ocurrió aumentar el número de descendencias para solucionar el problema de su posible exterminio por parte del hombre. No pedemos explicar como un artista crea un determinada obra, pero nos consideramos en condiciones de explicar como una especie dada es capaz de generar una solución que en nada envidia a la creatividad depositada por el artista en su obra.

Al hombre le cuesta mucho trabajo imaginar la presencia de inteligencia, pensamiento y/o conciencia fuera de un portador material distinto al cuerpo humano, a pesar de que todos admitimos que la naturaleza es sabia. Incluso muchos creyentes, defensores de la existencia de una sabiduría y conciencia superior propia de Dios. Parten del principio de que éste creó al hombre a su imagen y semejanza, lo que por carácter conmutativo (término matemático) implica que esa inteligencia superior estaría contenida en un cuerpo semejante al humano.

En la actualidad sabemos que la conciencia es inmaterial, no cuenta con localización espacial física; no se sabe como funciona, pero a ella se le atribuye inteligencia. No sabemos donde se encuentra, pero sabemos que existe. No sabemos como funciona, pero sabemos que piensa. No sabemos como piensa, pero sabemos que se las ingenia para encontrar soluciones a los problemas. Los sistemas biológicos describen todos esos comportamientos, sólo que no están hechos a imagen y semejanza del hombre.

Las conciencias albergadas en los sistemas biológicos han elaborado ingeniosos métodos y han dado soluciones extremadamente profundas y creativas para lograr la educación óptima de sus representantes. El no reconocer la capacidad educativa desplegada por la conciencia sistémica ha privado al hombre de participar en esa gran escuela y con ello lo ha privado del acceso a la enorme sabiduría de la madre naturaleza en términos de educación.

X. Algunas regularidades propias del comportamiento de los sistemas educadores.

Como se ha expresado con anterioridad, consideramos que en cada sistema educador se alberga una determinada forma de conciencia, con una inteligencia jerárquicamente superior a la de los elementos que lo conforman. Esta inteligencia permite que los sistemas encuentren soluciones altamente creativas a los problemas que obstruyen la preservación, desarrollo y difusión de la identidad o cultura del sistema.

Es propósito de este epígrafe revelar algunos comportamientos que los sistemas asumen con frecuencia ante ciertas dificultades que surgen en su proceso de desarrollo. Se parte del principio de que metodológicamente es imposible determinar la respuesta que puede dar el sistema ante una situación problémica determinada, pues el carácter inteligente y creativo del mismo, concibe y ejecuta estrategias que nosotros sólo podríamos descubrir con un grado elevadísimo de incertidumbre, por lo que no queda otra alternativa que estudiar estas situaciones bajo la perspectivas y preceptos de la teoría de Juegos, donde no se sabe a "ciencia cierta" cual es el plan estratégico del adversario.

Existen algunos estereotipos de comportamiento que indudablemente revelan esa gran creatividad e inteligencia de que están dotados los sistemas educadores, veamos:

Ante agresiones externas muchos sistemas reaccionan:

  • Aumentando el número de representantes cuando peligra la supervivencia del sistema. Se hace muy difícil de explicar el mecanismo de comunicación del supuesto mando general del sistema con los diferentes representantes.
  • Reforzamiento de la unidad interna del sistema y comportamiento polarizado del sistema contra el ente agresor. "Si quieres unir dos enemigos internos, buscas uno externo"
  • Mutación orientada hacia la acción agresiva. Se hace prácticamente imposible de predecir dicha mutación, siendo igual de complicada la explicación de la enorme velocidad de difusión de dicha mutación a grandes números de representantes.

Como camuflaje para defenderse:

  • Grandes manchas de pequeños peces simulan ser un gran pez impresionando de esa manera a sus depredadores y creando en los humanos serias dificultades para explicar su extraordinaria sincronización.
  • En la relación presa ? depredador se observa un rico derroche de creatividad tanto del uno como del otro en las transformaciones propias tanto de la cultura tangible, como de la intangible.

Adaptaciones contextuales:

  • Se observan adaptaciones extremadamente creativas en las más disímiles especies que nos acompañan en la actualidad, muy difíciles de explicar a partir del beneficio de la cantidad y la gran diversidad.

Todo parece indicar que la inteligencia orgánica de un sistema es inversamente proporcional a la inteligencia individual de sus representantes, o sea que mientras más inteligentes son los representantes de un sistema, más incipiente es la inteligencia orgánica del sistema que conforman. Incluso en el caso de los sistemas humanos, cuando se requiere del funcionamiento orgánicamente inteligente de éstos, se trata de que los individuos piensen lo menos posible, un ejemplo muy elocuente es la estructura de mando que se realiza en los ejércitos, donde el soldado debe pensar lo menos posible y limitarse a cumplir órdenes.

Ninguno de los animales unicelulares, supuestamente inferiores, se encuentra en el libro rojo que enumera las especies en peligro de extinción lo que brinda testimonio de su efectividad adaptativa de su inteligencia y energía. Ninguna especie ha hecho más por su propia desaparición que la especie humana, lo que no le brinda un lugar destacado en cuanto a la inteligencia orgánica del hombre en comparación de las demás especies.

Según el articulo "Inteligencia distribuida" disponible en:

http://acp.sindominio.net/comments.pl?sid=03/09/06/0753244&cid=1

"?las hormigas (y las termitas y la abejas) desarrollan estrategias adaptativas enormemente complejas sin mando central y sin estrategias individuales. Son ejemplos paradigmáticos (junto a las bandadas de pájaros y los bancos de peces) de lo que se denomina "comportamientos emergentes", es decir, de conductas que se producen en un grupo, pero que no están programadas en ningún miembro del grupo. En ese sentido es en el que suele hablarse de "inteligencia distribuida" o "mente colectiva"? Hay muchísima literatura reciente con este enfoque que postula esto de un modo u otro?Las hormigas no son individuos, no tienen objetivos propios, no se reproducen y no llevan una vida autodeterminada en ningún aspecto. Al igual que nuestras células pueden ser vistas como bacterias o seres unicelulares esclavizadas por nosotros, a las que decimos que tipo de tejido ser, cuando han de reproducirse y cuando morir, cuando trabajar más, y no pueden tener sexo entre ellas, las hormigas son diseñadas evolutivamente para satisfacer las necesidades del hormiguero. Entre ellas no hay comportamientos egoístas"

Otro ejemplo de disminución de la inteligencia individual en aras de aumentar la inteligencia colectiva se puede apreciar en la obra de Le Bon: "Cualesquiera sean los individuos que componen una masa psicológica, y por diversos o semejantes que pueden ser su género de vida, su carácter o su inteligencia, el simple hecho de estar transformados en una multitud le dota de una especie de alma colectiva. El alma les hace sentir, pensar y obrar de una manera por completo distinta de cómo sentiría, pensaría y obraría cada uno de ellos aisladamente?

Ciertas ideas y ciertos sentimientos no surgen ni se transforman en actos sino en los individuos constituidos en multitud. La masa psicológica es un ser provisional compuesto de elementos heterogéneos, soldados por un instante, exactamente como las células de un cuerpo vivo forman por su reunión un nuevo ser, que muestra caracteres muy diferentes de los que cada una de tales células posee?

Por el solo hecho de formar parte de la multitud, desciende, pues, el hombre varios escalones en la escala de la civilización. Aislado, era quizás un individuo culto; en multitud, es un instintivo, y por consiguiente un bárbaro. Tiene la espontaneidad, la violencia, la ferocidad y también los entusiasmos y los heroísmos de los seres primitivos"

El peligro de la rutina en el comportamiento del sistema: siguiendo métodos matemáticos llamaremos atractores a aquellos estados culturales, o grupo de éstos, que el sistema ocupa cíclicamente y de los cuales no puede salir, deteniéndose así el desarrollo del mismo. Los atractores pueden provocar situaciones que rebasen los límites de la inteligencia del sistema para seguir describiendo un comportamiento progresivo hacia el cumplimiento de su misión.

Los atractores pertenecen a las fuerzas entrópicas que gravitan sobre el sistema, pudiéndole ocasionar incluso la desaparición física, pues al dejar de desarrollarse al encontrarse inmerso el sistema en un círculo vicioso, deja de adaptar su cultura a un contexto extremamente dinámico, lo que trae como consecuencia que tanto su cultura tangible, como intangible se hagan cada vez más obsoletas y descontextualizadas.

Es importante reconocer que las matemáticas advierten que todo movimiento tiende a ser presa de un movimiento cíclico hacia el cual se aproximan cada vez más al transcurrir el tiempo, de manera que lo más natural de esperar es que el comportamiento del sistema se someta de manera espontánea a la acción de algún atractor, lo que indica que la inteligencia del sistema debe orientarse constantemente a la evasión de los atractores para garantizar la supervivencia del mismo, en este caso podemos destacar que el peligro de los atractores constituye uno de los principales componentes de las amenazas y debilidades que conforman la FODA del sistema en cualquier estado que este se encuentre.

Tampoco se puede ir al extremos opuesto y considerar que todo lo que ocurre de manera cíclica o periódica en el sistema significa que se esta en presencia de un atractor, pues el contexto, al que el sistema debe adaptar constantemente su cultura, es cíclico por naturaleza, ya que la propia natura es presa de un inmenso atractor que rige su comportamiento.

La cuestión radica en que aunque el sistema se enfrenta a situaciones periódicas similares, lo hace en estados culturales siempre diferentes (ya que este crece con el tiempo propio del sistema), por lo que no se puede conformar con responder siempre con el mismo comportamiento aunque la situación problémica a que se enfrenta sea la misma.

Se debe destacar que tanto para el sistema, como para sus representantes, se puede hablar de dos tipos de tiempo: el tiempo relativo, impuesto a partir de los fenómenos cíclicos contextuales y el tiempo propio que describe el permanente crecimiento del sistema. Con el enriquecimiento de la cultura el sistema puede y debe dar soluciones más eficaces a un mismo tipo de problema, obsérvese además que los demás sistemas con que el sistema referido se interrelaciona se encuentran enriqueciendo permanentemente sus respectivas culturas.

Cuando decimos que el desarrollo se produce en espiral, estamos haciendo referencia al hecho de que los estadios de desarrollo de un objeto se repiten, pero con un grado de desarrollo, obsérvese que en este mecanismo está implícita la ley de la negación de la negación, el nuevo estadio conserva las cualidades positivas del estado anterior, pero lo ha superado en alguna medida, o sea lo ha negado dialécticamente, se trata de una repetición dirigida hacia el desarrollo.

Los ritmos implican repetición, el conocimiento no sería posible si los fenómenos que observamos no fueran rítmicos, no se repitieran, lo que es válido no sólo para la inteligencia humana, sino para todo el mundo biológico y un poco más, para todos los sistemas que aprenden.

El concepto de enlace inverso de un sistema queda sustentado en la idea de que los procesos se repitan sistemáticamente. La señal de salida actúa sobre la cultura intangible del sistema para perfeccionar el comportamiento de éste ante una próxima señal de entrada que sea similar a la señal a la que el sistema acaba de responder. Por supuesto bajo la creencia de que esa situación se volverá a repetir, sino de que serviría el aprendizaje adquirido por el sistema. Se debe precisar que para que dicho conocimiento se convierta en parte de la cultura sistémica deberá recorrer el largo camino que exige el comportamiento del sistema a tales propósitos. (ver epígrafe 4)

Los sistemas educadores pueden encontrarse en estados con diferentes niveles de estabilidad (Capacidad de conservar el estado en que se encuentre), lo que esta muy relacionado con el desarrollo de la contradicción o correspondencia entre cultura tangible y cultura intangible, en este caso la información emergente que ingresa al sistema actúa como perturbación, de manera que una vez que cesa su influencia, el sistema retoma el estado en que describe su estabilidad. En los estados inestables informaciones aparentemente insignificantes, pueden provocar el abandono total del estado en que se encuentra el sistema.

En la actividad de estos sistemas se destacan los procesos cíclicos estables, que como se expresó con anterioridad tienden a convertirse en atractores con el peligro que ello representa para la existencia del sistema. Como resultado de la actividad del sistema afloran regímenes cíclicos determinados no sólo por las interacciones contextuales, sino por las fuerzas internas de organización del sistema. En contraposición con las oscilaciones resultantes de la acción de perturbaciones externas, la actividad cíclica a que se esta haciendo referencia se manifiesta a través de lo que se llaman autooscilaciones, que son producto de la actividad interna del sistema.

En las contradicciones dialécticas en general se manifiesta una estabilidad dinámica, estas contradicciones se mueve alrededor de un punto de equilibrio, o estado, alrededor del cual los contrarios desarrollan la contradicción, en la que estos alternan su predominio, produciendo una especie de oscilaciones alrededor del punto de equilibrio.

Esta regularidad puede ser utilizada como condición necesaria, aunque no suficiente, para la búsqueda de las contradicciones dialécticas que rigen el comportamiento de cualquier objeto sometido a un estudio lógico – dialéctico.

Si se observa el movimiento del péndulo por ejemplo; existe un punto de equilibrio alrededor del cual oscila el péndulo, de manera alternativa se comporta el predominio de cada uno de los contrarios que inducen el movimiento. Las posibilidades de predominio de cada contrario disminuyen en la misma medida en que se fortalece la acción de la fuerza contraria, de manera que en definitiva, el contrario predominante se desgasta quedando todas las condiciones creadas para la fase de predominio de su adversario. Es así como se obtienen las oscilaciones que caracterizan a las contradicciones dialécticas. Esta regularidad que acabamos de describir tiene consecuencias teóricas de envergadura, se trata de un criterio necesario para la existencia de contradicciones dialécticas.

XI. Clasificación de los sistemas educadores. Perspectivas de las Ciencias de la Educación.

La inteligencia del sistema sólo aparece cuando éste se proyecta en consecuencia a la misión que ha de cumplir, que como habíamos dicho con anterioridad constituye su razón de existencia. A partir de dicha misión el sistema debe ser capaz de configurar la FODA correspondiente al estado en que se encuentra y a partir de ésta conformar el sistema de problemas que de ser resuelto le permitirían alcanzar los propósitos preestablecidos. Por lo visto hasta ahora, alguna configuración del sistema debe permitirle conformar su FODA y alguna otra configuración ha de permitirle percibir con la mayor precisión posible los problemas que obstaculizan el logro de su misión. Otras configuraciones deberán respectivamente brindar al sistema la posibilidad de concebir soluciones a los problemas detectados, implementar estrategias a partir de tales soluciones, educar a sus representantes para implementar dichas estrategias, realizar éstas últimas contando con mecanismos eficientes de retroalimentación que le permitan corregir las posibles fisuras de las estrategias aplicadas aun susceptibles a perfeccionamiento. De esta manera hemos arribado a la necesidad de existencia de una serie de configuraciones que en conjunto se convierten en requisito indispensable para dotar a un sistema educador de inteligencia orgánica, estas configuraciones conforman lo que denominaremos ciclo de desarrollo y son:

  1. Configuración FODA.
  2. Configuración de percepción problémica.
  3. Configuración de creatividad o generación de soluciones.
  4. Configuración de gerencia.
  5. Configuración de educación.
  6. Configuración de implementación estratégica (aquí se encuentra presente la implementación, el control y la retroalimentación).
  7. Configuración de evaluación y transferencia al próximo ciclo de desarrollo.

El próximo ciclo de desarrollo comienza donde termina el ciclo precedente. Cada ciclo de desarrollo subsiguiente representa un paso de avance en la trayectoria descrita por el sistema en el espacio de fases en su movimiento hacia el logro de la misión.

Definición: Los sistemas educadores se denominan aditivos cuando los resultados de una configuración tienen poca influencia en el desarrollo de las demás configuraciones. Los sistemas educadores se llaman integrativos cuando los resultados de cada configuración influyen en la realización de las restantes.

El desarrollo de un sistema es mayor en la medida en que es mayor su integridad. La inteligencia sistémica ha hecho posible que la información que ingresa al sistema y se convierte en cultura regule a la energía con que cuenta para autotransformarse y transformar al contexto a propósito del cumplimiento de sus objetivos. Con el avance de la evolución se ha hecho posible el crecimiento de la dependencia de la energía respecto a la información.

Definición: Dos sistemas educadores se denominan isomorfos si adoptan las mismas configuraciones para el cumplimiento de su misión.

Definición: Dos sistemas educadores isomorfos se denominan equivalentes si presentan el mismo grado de integridad.

Definición: Se llama sistema integral de una clase de sistemas isomorfos a aquel sistema que presenta el mayor grado de integridad posible.

Los sistemas integrales han de contar con una alta eficacia en cada una de las 7 configuraciones que conforman el ciclo de desarrollo, donde además la actividad que realiza el sistema en cada configuración se nutre de los resultados obtenidos en la configuración precedente.

Los sistemas integrales presentan un alto grado de inteligencia: es evidente que los sistemas que cuentan con un ciclo de desarrollo conformado por configuraciones bien definidas, eficaces y al mismo tiempo armónicamente sincronizadas entre sí, están dotados de grandes potencialidades para resolver los problemas que obstaculizan el cumplimiento de su misión, de manera que son capaces de utilizar de forma óptima la energía con que cuenta a propósito del cumplimiento de sus objetivos.

Estudiando a los sistemas integrales pertenecientes a una clase de isomorfismo determinada, se hace posible obtener regularidades acerca de las propiedades necesarias para propiciar el desarrollo de cualquier sistema de la clase.

Los sistemas modelos imaginarios, son sistemas conformados de forma abstracta por el sistema objeto, a estos sistemas se les hace corresponder una FODA que también es de carácter abstracto. Inmerso en el escenario de negociación cultural, el sistema objeto en lo particular y los demás sistemas de la clase en lo general, van conformando un sistema abstracto virtual depositario de las más significativas fortalezas y debilidades, pero que es capaz de aprovechar sus fortalezas y superar las debilidades logrando un eficiente aprovechamiento de las oportunidades y describiendo un comportamiento óptimo respecto a las amenazas. Este sistema virtual funge como modelo para el comportamiento de los sistemas de la clase y le permite corregir sus líneas de desarrollo acercándose cada vez más al comportamiento del sistema integral de la clase.

Es importante destacar que la actividad de un sistema determinado puede ser evaluada y perfeccionada en comparación con la trayectoria que describe el sistema integral de la clase de equivalencia a que pertenece el sistema dado. Pero como en principio no se tiene acceso al desarrollo de esos sistemas integrales, se hace necesario apelar a un sistema abstracto que sintetiza la inteligencia del sistema y suprasistemas asociados sobre la base de la negociación cultural en que realizan su actividad, orientada esta por el criterio cibernético de la eficacia que le permite determinar las fortalezas y oportunidades y a la vez oportunidades y amenazas. En esa síntesis juega un papel preponderante el procesamiento de información por la vía artística con el correspondiente predominio de las imágenes artísticas. A ese sistema modelo que funge como criterio de comparación para corregir, controlar y evaluar la actividad de los sistemas de una clase le llamaremos sistema modelo.

En el plano interno las fortalezas reflejan la coincidencia o similitud del desarrollo del sistema objeto con la actividad del sistema modelo, en tanto que las debilidades reflejan la diferencia con el comportamiento de este. Indudablemente aquí se da la relación entre aspiración y realidad. La contradicción que se da entre el desarrollo del sistema objeto y el sistema modelo tiene manifestaciones concretas en todos y cada uno de los diferentes niveles jerárquicos en que el sistema desarrolla su actividad.

El carácter extremadamente dinámico del contexto forza a transferir esa cualidad a los sistemas modelos virtuales: lo que hoy es una fortaleza mañana puede ser una debilidad, lo que hoy es una oportunidad, podría mas tarde constituirse en una amenaza. Con frecuencia la inteligencia del sistema no advierte esos cambios y paga un elevado costo por la desviación.

Los sistemas educadores que adoptan las configuraciones de investigación, gerencia, trabajo metodológico y postgrado para preservar, desarrollar y difundir la cultura que le da identidad se llaman sistemas metadidácticos. La ciencia que estudia al proceso de preservación, desarrollo y difusión de la cultura propia de los sistemas metadidácticos se llama Metadidáctica. (ver González, M. 2004)

Los sistemas educadores que asumen a la fe como base de sus configuraciones adquiriendo como estas a la oración, la adoración a Dios, la congregación de fe se denominan sistemas religiosos y la ciencia que estudia su actividad se denomina Teología.

Los sistemas educadores unicelulares prácticamente no adoptan configuraciones apreciables, los organismos adultos se dividen, apareciendo dos nuevos organismos que contienen toda la información genética de su progenitor. No obstante es importante que no se reduzca la profunda complejidad de estos sistemas, aparentemente simples, pues están dotados de una extraordinaria capacidad de adaptación, a través de mutaciones que se propagan con una asombrosa y misteriosa velocidad hacia los más diversos representantes del sistema.

Los sistemas educativos pueden ser clasificados a partir de las configuraciones que adoptan para poder dar cumplimiento a su misión de preservar, desarrollar y difundir la cultura que los identifica y que constituye su razón de existencia. Y en consecuencia, los sistemas de conocimientos que estudian a esas clases de sistemas devienen en lo que hoy se conocen como ciencias de la educación. No obstante, el proceso educativo es inherente a toda la actividad humana, de manera que esta obra revela la existencia de algunos sistemas de conocimientos que actualmente no se clasifican como ciencias de la educación y que desde el enfoque cibernético ? educativo lo son evidentemente.

Indudablemente la Cibernética Educativa, surgida a la luz en esta obra, abre perspectivas extraordinarias para el desarrollo actual y futuro de las ciencias de la Educación.

CONCLUSIONES.

La Cibernética Educativa, rama de la cibernética dedicada el estudio de los sistemas educadores (sistemas capaces de transferir cultura a sus representantes), parte de la idea de que la razón de existencia de estos últimos es la de "preservación, desarrollo y difusión de su cultura". Desde la perspectiva cibernético ? educativa se asume a la cultura como identidad de cada sistema. Cultura que al encontrarse inmersa en una red de contradicciones tanto endógenas, como exógenas, adquiere un carácter dinámico y por consiguiente es objeto de transformaciones permanentemente que dan fe del crecimiento ininterrumpido del sistema. En el epígrafe IV: "Movimiento de la información hacia la cultura", se describen las etapas básicas de dicho proceso de transformación.

Desde la óptica del desarrollo de los sistemas educadores se pueden estudiar también las transformaciones de su cultura, a través del estudio del proceso de preservación, desarrollo y difusión de la misma, que no sólo es la razón de existencia de los sistemas educadores, sino también su misión fundamental.

Los sistemas educadores exhiben una geometría variable con el propósito de poder cumplir su misión, adquiriendo diversas configuraciones que les facilitan el vencimiento de los diferentes momentos tácticos, correspondientes estrategias cuidadosamente concebidas, elaboradas, ejecutadas y evaluadas por parte de la inteligencia orgánica asociada a los sistemas educadores. En este trabajo se muestran algunos testimonios elocuentes de estrategias altamente elaboradas concebidas por dicha inteligencia orgánica dirigidas a dar solución a problemas que de una forma u otra han obstaculizado el cumplimiento de la misión de los sistemas educadores. Observándose como regularidad, el carácter inversamente proporcional de la inteligencia orgánica del sistema con respecto a la inteligencia particular de sus representantes.

Los representantes del sistema constituyen su forma espacio – temporal de existencia, por lo que resultan ser los protagonistas principales en el empeño por dar cumplimiento a la misión del mismo, para lo cual deben ser depositarios de la cultura que ofrece identidad al sistema. Es por ello que los sistemas educadores están urgidos de contar con mecanismos que permitan la transferencia de su cultura hacia los representantes que lo constituyen, por lo que el sistema deviene en entidad educadora para sus representantes. Las conquistas evolutivas alcanzadas por los sistemas en términos de educación pueden y deben ser utilizadas para el estudio y perfeccionamiento de la educación humana. Estas ideas abren nuevas perspectivas para el estudio de la educación y constituyen un logro incuestionable de esta obra, "aprender a educar desde el mismo seno de la naturaleza".

Para cumplir su misión el sistema esta necesitado de contar con suficiente poder (capacidad para hacer valer sus intereses), y para eso se hace imprescindible la realización de coaliciones políticas, devenidas en suprasistemas con los cuales el sistema objeto establece relaciones de pertenencia. Haciéndose menester, además, el escudriñamiento permanente de su FODA (fortalezas (F), oportunidades (O), debilidades (D) y amenazas (A)), dado el carácter extremadamente dinámico del contexto en que se desarrolla la actividad del sistema.

El proceso de transformación de la FODA se describe a través de las fórmulas esenciales de desarrollo internas:

F ? O ? F (Fortalezas pueden generar Oportunidades y estas a su vez devienen en nuevas Fortalezas) y D ? A ? D;

y de las fórmulas fenomenológicas de desarrollo externo:

O ? F ? O y D ? A ? D

Dada la correspondencia biunívoca existente entre el conjunto de las FODAs y el conjunto de los estados culturales en que se puede encontrar el sistema se hace posible considerar a las variables: F, O, D, A como variables de estado que advierten o indican la presencia del sistema en un determinado estado de desarrollo cultural.

Tomando a las configuraciones como criterios de isomorfismo, se obtiene la estratificación en clases del conjunto de los sistemas educadores, y a su vez dentro de cada clase, introduciendo una relación de equivalencia a través del concepto de integridad, se logra establecer una relación de orden con relación al desarrollo de cada sistema educador, lo que permite enfocar el perfeccionamiento de la actividad del sistema, su movimiento hacia el cumplimiento de su misión, como un movimiento gradual de convergencia o acercamiento hacia el comportamiento de un sistema ideal, altamente integrativo, llamado sistema modelo.

La clasificación del conjunto de los sistemas educadores introducida abre nuevas perspectivas estructurales y metodológicas para el desarrollo de las Ciencias de la Educación. De esta manera la Cibernética Educativa deviene en una plataforma metodológica coherente, eficaz y armónica que orienta el estudio y perfeccionamiento del proceso educativo, donde quiera que éste se realice. La Cibernética Educativa permite, además sistematizar las experiencias adquiridas por el hombre en los diversos y más disímiles escenarios en que transcurren los procesos educativos humanos. Por esta vía se hace posible obtener nuevas leyes y regularidades inherentes al fenómeno educativo que indudablemente redundarán en beneficio de toda la sociedad.

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Datos de los autores:

Marcelino González Maitland,

Doctor en Ciencias Pedagógicas,

Valarie G. Williamson Cuthbert,

Master en Administración de Empresas de Servicios,

Línea temática: Educación.

Partes: 1, 2, 3

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